Reflexiones

En los últimos días de este mes de enero he vuelto a ver un rayito de luz en mi vida. después de la recaída de el mes de diciembre. No tuve más remedio que volver a la medicación y lo cierto es que la necesito mal que me pese. No voy a decir que sea milagrosa. Por que las obsesiones están acechando. Pero es cierto que la medicación me ofrece el soporte necesario para salir a la calle y enfrentarme a mis miedos espero poder enfrentarlos cada día un poco más.

Es curioso ver como hay días en los que me encuentro casi tan bien que pienso hoy podría decir estoy curada. Y de repente ocurre algo que activa mi ansiedad y me encuentro inmersa en mis obsesiones. Es como un extraño cambio de escenario paso de la tranquilidad y la seguridad a la inseguridad de mi obsesión y en esos momentos me siento sola con el toc y con mi dialogo interno que a veces me recuerda a los prisioneros de guerra cuando repiten siempre lo mismo
nombre, batallón, etc... En cierto modo es parecido en cierto modo es una guerra sin tregua en la que la lucha es por recuperar el control de la vida sin obsesiones controladoras sin miedos sin isis...