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Génesis y mantenimiento del TOC

Génesis y mantenimiento del TOC
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En el Trastorno Obsesivo Compulsivo es difícil determinar la etiología ya que no parece existir una causa única que explique su origen. Múltiples factores facilitadores pueden contribuir en su desarrollo y es frecuente que aparezca precipitado por eventos

estresantes o por un estado de ánimo depresivo. Forman parte de los factores facilitadores del TOC:


- Contribución hereditaria

Parece ser que las personas afectadas por un TOC presentan una vulnerabilidad genética que, además, es influida por situaciones de estrés y factores ambientales.
Lo que se hereda parece ser la naturaleza del TOC, no los síntomas específicos, así, una persona puede tener compulsiones de lavado, mientras que su padre las tiene de comprobación. Esto indica que los síntomas no se deben al modelado, aunque este puede facilitar el aprendizaje de rituales y una respuesta de miedo ante estímulos determinados.


- Variables biológicas

La teoría neuroquímica sugiere una participación preferente del sistema serotoninérgico por la demostrada eficacia de los fármacos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; y dopaminérgico en la etiología de subgrupos específicos de pacientes con TOC, especialmente aquellos con un codiagnóstico de tics.

Sin embargo la teoría neuro-anatómica sostiene que existen diferencias anatómicas cerebrales en los individuos con TOC. Dichas diferencias pueden observarse en el núcleo caudal, el córtex órbitofrontal, en el córtex singular o en los ganglios basales.

El hecho de que algunas personas que han sufrido un traumatismo craneoencefálico presenten síntomas de TOC respalda esta hipótesis.

Hay evidencia de que los tratamientos farmacológicos o psicológicos conductuales, pueden producir una mejoría clínica en los individuos con trastorno obsesivo-compulsivo.


- Experiencias tempranas

Parece ser que existe una influencia en el origen del TOC de ciertas experiencias tempranas:

- Estilos educativos que enfatizan en exceso la responsabilidad y el perfeccionismo.

- Haber tenido como modelos durante la infancia personas con características obsesivo-compulsivas.
- Formación religiosa estricta donde se considera que pensar algo es equivalente a hacerlo o tan malo como si se hiciera.

- Formación moral estricta que facilita la inflexión entre lo que esta bien y lo que esta mal.

- Presencia de determinadas creencias o modos de pensar
Las experiencias tempranas facilitan la existencia de determinadas creencias o modos de pensar. Algunas de las categorías de creencias comunes en el TOC se agrupan en:

- Responsabilidad exagerada: “Si pienso algo y luego ocurre será mi culpa, tengo que evitarlo”.

- Control absoluto sobre los propios pensamientos: “No puedo pensar ciertas cosas, si lo hago quiere decir que no estoy bien”.

- Sobreestimación de la importancia de los pensamientos: “Pensar algo así es tan malo como hacerlo”.

- Sobreestimación de la probabilidad y gravedad de las consecuencias: “Si he pensado esto lo más probable es que vaya a suceder”.

- Baja tolerancia a la incertidumbre: “Haré todo lo posible por evitar que algo malo suceda si está en mis manos”.

- Perfeccionismo: “Si cometo un error tendrá graves consecuencias”.

Esta última es especialmente característico de las personas con TOC. Estos individuos perciben como esencial la prevención de resultados negativos y se fundamenta en la creencia de que uno tiene el poder en la producción o prevención de las consecuencias negativas.


- Características personales

Estudios realizados muestran que parecen existir 10 factores de personalidad que son frecuentes en la infancia de las personas con TOC: ansiedad por separación, resistencia al cambio, aversión al riesgo, sumisión, susceptibilidad, perfeccionismo, hipermoralidad, ambivalencia y excesiva devoción al trabajo.


Eventos estresantes

Hemos visto que las personas con TOC pueden tener ciertas características personales, sin embargo, el trastorno en sí puede no aparecer hasta que ocurre un evento estresante o se da un estado de ánimo deprimido.

Algunos de los acontecimientos estresantes más frecuentes son los pequeños problemas cotidianos como: ser criticado, estar enfermo, descansar de modo insuficiente, dormir poco, situaciones de rechazo, problemas de toma de decisiones, ruidos, perder cosas, obligaciones sociales, conflictos, etc.


MODELO EXPLICATIVO

Factores activadores

La contribución hereditaria, las variables biológicas, experiencias tempranas o determinadas creencias, son factores que facilitan una predisposición para el surgimiento del TOC. Aún así, su aparición puede verse precipitada por eventos estresantes o un estado de ánimo deprimido.

Las obsesiones pueden dispararse por una serie de factores:

- Situaciones externas. Como ver un cuchillo, dar la mano a alguien, etc. Según el tipo de obsesión.

- Dudar al recordar algo que se ha hecho. Como no estar seguro de haber cerrado el coche.

- Sensaciones corporales que desencadenan pensamientos negativos. Como tener un mareo que hace surgir el pensamiento de si se tendrá SIDA.

- Otros factores como: el bajo estado de ánimo, los acontecimientos estresantes, la lucha para no tener obsesiones y la autoobservación para ver si se está teniendo algún pensamiento obsesivo.


Factores de mantenimiento

Es muy importante el significado que la persona da a las obsesiones una vez se disparan. Si se sobrevalora la importancia de tener un pensamiento negativo (“puedo yo llegar a hacer algo así?, si lo he pensado tal vez sí”, “si he pensado esto, seguramente algo malo va a ocurrir”) es probable que se centre la atención en lo negativo y en la amenaza y se trate de hacer frente luchando contra estos pensamientos.

Esta valoración negativa de los pensamientos o amenazas produce malestar/ansiedad y la persona trata de reducirlo mediante las compulsiones o rituales (limpieza, comprobación, repeticiones, acumulaciones...), la evitación y/o la supresión del pensamiento.

Las personas que sufren TOC creen que si no realizan sus compulsiones o rituales ocurrirán realmente consecuencias catastróficas (como coger una enfermedad, contaminarse, etc.) lo que provoca rumiaciones o sentimientos de culpa. Así pues, las compulsiones tranquilizan, disminuyen la ansiedad y permiten evitar la autoculpabilización. De esta manera se instauran las obsesiones, la persona al sentir una tranquilidad y control mediante la realización de rituales y comprobaciones, refuerza aún más las obsesiones creando un circuito cerrado que se retroalimenta y mantiene el problema.


Algunas Referencias


Freeston, M.H y Ladouceur, R. (1997). Análisis y tratamiento de las obsesiones. En V.E. Caballo (Dir.), Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos (Vol. 1, pp. 137-169). Madrid: Siglo XXI.

Mancini, F. Un modelo cognitivo del trastorno obsesivo compulsivo. Revista de Psicoterapia, 5-30, volumen XI- nº42/43,2000.

Silva, P. y Rachman, S.(1995):Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Los hechos. Bilbao: Descleé De Brouwer.

Vallejo, j. y Berrios,G.E.(1995).Estados obsesivos.Barcelona. Masson S.A.

__________
Fuente: Estela Massegué. Clínica de la Ansiedad, 2008.





Tratamiento psicológico del TOC: Trastorno Obsesivo-Compulsivo

Los tratamientos que han demostrado una mayor eficacia en el tratamiento específico los trastornos obsesivo-compulsivos(TOC)s...


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J.C



Los 10 Rituales y las Obsesiones más Extravagantes del TOC en el mundo


Puesto N° 10


“Después de haber visto diversos atentados terroristas por la televisión, me dio por pensar que estos suicidas estarían en el metro o en el autobús porque cada vez q veía a alguien que me parecía sospechoso me tenía que bajar inmediatamente, así que opte por ir al trabajo caminando (desde mi casa unos 40 minutos a pie). Llego un momento en que la situación era tan extrema que me daba hasta miedo ir por la calle, me asustaba solo con ver a un vecino entrando detrás de mí en el portal”.

(Sandra)

Puesto N° 9

“Estoy obsesionada con la ropa y siempre sentía que las prendas no estaban bien colocadas y a cada rato iba al baño (en la universidad) para desvestirme y volverme a vestir”.(Esther)Puesto N° 8“Me cuesta mucho mirar mi reflejo en las vitrinas, autos estacionados o en cualquier cosa. Por eso cada vez que me veo reflejada en cualquier superficie, tengo que presurosamente hacer el ademan de borrarlo con la mano. Cuando me veo reflejada en el agua termino siempre con las manos mojadas…”

(Magaly)

Puesto N° 7

“Siempre imaginaba que una sombra me seguía a donde fuese y sentía una irrefrenable necesidad de abrir una puerta después de cerrarla para dejar entrar a la sombra”.

(Marco)

Puesto N° 6

“Me la pasaba contando números, no le vi nada de malo, pero pues siempre pensaba en números y llegaba a números altísimos; nunca de uno en uno pues es aburrido, regularmente iba de dos en dos hasta q llegaba al 16 y de ahí ya brincaba al 32 y después de 64 así hasta llegar a miles… y llegaba a un punto en q iniciaba de nuevo… no pensé que aquello me traería tantas complicaciones, quedada completamente exhausta”.

(Martha)

Puesto N° 5

“Mi madre cuando extiende la ropa después de lavarla, la tiende por tamaño, color y nivel de humedad. Eso le demora muchísimo…”

(Santiago)



Puesto N° 4

“Por las noches me obsesiona mucho tomar agua, todo empezó desde que escuche un comentario que decía que era bueno tomar bastante agua por las noches antes de dormir para purificar el cuerpo; sin embargo yo tomo tanta agua que muchas veces termino vomitando, sin dejar de mencionar también que me despierto innumerables veces por la noche para ir al baño”.

(Carlos)

Puesto N° 3

“A los 8 años recuerdo bien mi primer tic, consistía en poner mi dedo índice en forma de arco y forzarlo, me daba una extraña sensación nerviosa en mi dedo que seguía hasta la cabeza que me obligaba a repetir el acto. Esto me causaba un fuerte dolor en la mano dejándomela adolorida por varios días…”

(Juan)

Puesto N° 2

“Cuando siento que algo no puedo cambiar, o he cometido algún error, me da un ataque y comienzo a golpearme, rasguñarme las piernas, la cara y estirarme el cabello, a fin de castigarme para que luego tenga la seguridad que las cosas saldrán mejor”.

(Deysi)

Puesto N° 1

“Me obsesiona mucho la limpieza, por eso en mi aseo, suelo jabonarme los ojos, y los interiores de la nariz, y la boca; se me irrita y me duele mucho pero no puedo dejar de hacerlo, siento mucha ansiedad y miedo de contaminarme”.

(Fernando)

Alexander Rodríguez Guzmán

Autor del libro“TOC TOC TOC - Una Historia, Una Solución”

Copyright © Todos los Derechos Reservados
Los Paradigmas del TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo)



Los rituales han ocupado un lugar importante a lo largo de la evolución humana, donde culturas primitivas creían innegablemente que una fuerza sobrenatural infundía sobre ellos. En base a este fantástico y errado concepto, el hombre empieza generar creencias y supersticiones; supuestas y mágicas verdades.

Los paradigmas entran en escena en la vida humana cuando empezamos a crear modelos mentales, acerca de cómo funciona el mundo en base a nuestras propias o ajenas experiencias. Los paradigmas son verdades que todo mundo acepta, como por ejemplo, en la antigüedad se creía que la tierra era plana, las mujeres son el sexo débil y deben de ser amas de casa, el amor duele, el trabajo tiene que ser tedioso, tienes que enfocarte en tus debilidades y no en tus virtudes, eres un egoísta si no te preocupas prioritariamente en tu bienestar, etc.

Recreemos mentalmente la siguiente esta escena: la abuela con su nieta, ambas en la cocina preparando la cena, la nieta por descuido deja caer la sal al piso, la abuela la mira aterrorizada y gritando le pide a su consternada nieta limpie eso inmediatamente, porque; en una creencia antigua y mágica a ella su madre le dijo de la misma manera que hace con su nieta, que dejar caer la sal era atrayente de mala suerte.

El TOC no aparece de la nada, nos lo implantan a lo largo de nuestra vida. La nieta de tan solo 8 años de edad, atemorizada, más por la actitud de su abuela que por el hecho en sí, limpia rápidamente la sal, y lanza unos cuantos granos de sal tomando una pisca con su pequeños dedos, y los lanza hacia atrás, porque según la abuela eso dejaría atrás esa mala suerte adquirida. ¿Que la sal es de mala suerte? ¿De dónde nació este paradigma? ¿Porque lo dicen algunos, tiene que ser cierto? En la antigüedad la sal era un forma de pago para los obreros de ahí viene la palabra “SALARIO”.

La sal ha sido sal y será de vital importancia en la salud humana además de ser un realzador de sabores, un ingrediente infaltable en la cocina. En la antigüedad tal vez se considera de mala suerte tirar la sal porque para ellos eso valía dinero pero en la actualidad creo que las únicas razones para considerarse de mala suerte sean, que si tiras la sal; alguien este debajo, o si no tienes más sal en la cocina. La gente crea rituales contantemente, a fin de programar su vida, porque así le evitan el esfuerzo de tener que pensar en algo nuevamente o por primera vez. Mi nombre es Luis Fernández tenía TOC, y digo que tenía no porque ya no esté en mi vida, sino que hoy simplemente le perdí miedo que antes le tenía.

Al principio el TOC aparece en base a mitos populares: No pasar debajo de la escalera, no echar sal al piso, levantarse con el pie derecho, alejarse de los gatos negros, no abrir un paraguas dentro de la casa, etc. Pero luego, esos mitos populares se vuelven más elaborados, dando origen a otros más difíciles de realizar; cuando venga ese pensamiento a mi mente, repetiré ocho vece la palabra “bienestar”. Esos nuevos mitos empezaron a volverse en mí; un paradigma, pero era algo que solo yo hacía y aceptaba como verdad, por lo tanto se volvió mi locura.

La cura al TOC, consiste en una terapia cognitivo conductual: Lo primero: “Entender el TOC” Lo segundo: “Empezar actuar como si no lo tuvieras” Quieres saber más, espera el próximo artículo.

Atte, Alexander Rodríguez Guzmán Autor del libro

“TOC, TOC, TOC, – Una historia, una solución”

¿Cómo funciona el TOC? Los modelos cognitivo-conductuales




¿Cómo funciona el TOC? Los modelos cognitivo-conductuales



Existen multitud de modelos explicativos sobre el TOC, como el psicoanalítico, el neuropsicológico, el biológico, etc. Sin embargo, en este proyecto nos vamos a centrar en los que tienen mayor validación empírica, los cognitivo-conductuales.

Un resumen general de estos modelos sería que el TOC se produce por el modo en que el paciente interpreta determinado tipo de pensamientos intrusivos, esto es, las obsesiones. Los pacientes interpretan esos pensamientos como especialmente relevantes bien por lo que el contenido del pensamiento significa para ellos, bien por lo que significa para ellos el no poder controlar esos pensamientos. Además, en la mayoría de los casos, el paciente siente que tiene la responsabilidad de evitar que se produzcan las consecuencias catastróficas de tener esos pensamientos, normalmente mediante la realización de compulsiones.

Sin embargo, hay modelos más específicos que ponen el acento en determinado tipo de interpretaciones o de creencias relacionadas con el TOC. Los más importantes son los de Paul M. Salkovskis, Stanley J. Rachman. Por último, describiremos las principales tipos de creencias relacionadas con el TOC, definidas por un grupo de expertos de diferentes países, el Obsessive-Compulsive Cognitions Working Group (OCCWG).



El Modelo de Salkovskis

El Modelo cognitivo conductual del TOC elaborado por Paul M. Salkovskis fue el primero modelo cognitivo articulado sobre este trastorno, aunque bebió de trabajos previos de autores como el propio Rachman o Carr. Salkovskis articula su modelo teórico en torno al concepto de Responsabilidad Excesiva (RE). Así, para este autor, el TOC no se origina directamente por la presencia de las obsesiones, ya que éstas se dan con una frecuencia y un contenido similar tanto en población clínica como en no-clínica. Lo que diferencia a la persona con TOC de la que no lo padece, según este modelo, es un determinado tipo de creencias generales (la más importante de ellas es la RE) que le lleva a una interpretación disfuncional de la presencia de los pensamientos obsesivos. La RE implica que el paciente cree que ejerce un papel central en la ocurrencia y prevención de sucesos negativos, que son experimentados como de una importancia crucial. Esta creencia lleva al sujeto a experimentar el imperativo inexcusable de tener que prevenir o subsanar dichas consecuencias o sucesos negativos y lo hace mediante la ejecución de conductas de neutralización (como las compulsiones), la utilización de estrategias de seguridad contraproducentes (como evitar determinadas situaciones o compartir la responsabilidad) o prestando especial atención sus pensamientos. Todos estos intentos acaban resultando perjudiciales, produciendo un empeoramiento en espiral del estado de ánimo y los síntomas obsesivos del paciente.

Este modelo en general y el concepto de Responsabilidad excesiva en particular ha sido ampliamente validado, sobre todo en los TOCs de comprobación.



El Modelo de Rachman

Stanley Rachman elabora otro modelo que, si bien sigue los mismo parámetros generales que en del Salkovskis, pone el acento un paso antes en el proceso cognitivo que produce el TOC. Según este autor, la clave está un paso antes de las interpretaciones referentes a la Responsabilidad excesiva, esto es, en la interpretación catastrófica de los pensamientos intrusivos u obsesiones. Así, según este modelo, el paciente con TOC interpretaría los pensamientos intrusivos de forma catastrófica, dándoles una importancia capital. Posteriormente a esa interpretación, el paciente se vería a si mismo como responsable, bien de evitar la desgraciarelacionada con la obsesión, o por el hecho de haber tenido el pensamiento, lo que le llevaría a la realización de las compulsiones.

Como puede apreciarse, este modelo no niega la importancia de la Responsabilidad excesiva, sino que añade otro componente al proceso obsesivo, respetando el resto de las variables.



Las variables cognitivas del TOC, según el OCCWG

El Obsessive-Compulsive Cognitions Working Group (OCCWG) es un grupo formado por los investigadores del TOC más importantes del mundo. dicho grupo se formó con el propósito de consensuar las definiciones de determinados conceptos cognitivos relacionados con el TOC. Según este grupo, las variables cognitivas más importantes el el TOC son:

- Responsabilidad excesiva. La responsabilidad excesiva fue definida en el apartado referido al Modelo de Salkovskis.

- Intolerancia a la incertidumbre. La intolerancia a la incertidumbre es un conjunto de creencias referidas a la importancia de la certidumbre en todos los aspectos de la vida, al tener pocas habilidades para afrontar los cambios impredecibles y a la dificultad de funcionar adecuadamente en situaciones ambiguas.

- Sobreestimación de la amenaza. Este concepto se refiere a la exageración en la estimación de las probabilidades que existen de que un suceso catastrófico suceda en realidad.

- Creencias sobre la importancia de los pensamientos. Este tipo de creencias se refieren a la importancia dada a los pensamientos y al significado que se les atribuye, como por ejemplo, "el hecho de pensar en algo, implica que quiero que pase", "pensar en algo es tan malo como hacerlo", etc. Algunos autores llaman a este tipo de creencias "Fusión pensamiento-acción".

- Creencias sobre la importancia del control de los pensamientos propios. Muchos pacientes con TOC piensan que es muy importante controlar en todo momento los pensamientos que pasan por su cabeza. Así, estos pacientes realizan verdaderos esfuerzos para intentar "no pensar" en determinadas cosas o eliminar determinado tipo de pensamientos que van contra sus creencias.

- Perfeccionismo. El perfeccionismo en los pacientes con TOC está relacionado con la incapacidad para tolerar errores o imperfecciones mínimas o la creencia de que es posible y necesario encontrar soluciones perfectas para cada problema.
http://toc.uma.es/index.php?option=com_content&view=article&id=22&Itemid=25

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)



“No podía hacer nada sin rituales. Éstos invadieron todos los aspectos de mi vida. El contar realmente me abrumaba. Me lavaba el pelo tres veces en vez de una, porque el número tres era de buena suerte, mientras que el número uno no. Me demoraba más en leer porque me ponía a contar las líneas del párrafo. Al colocar el despertador en la noche, lo ponía de manera tal que la suma de los dígitos no resultara en un número 'malo'”.

“Vestirme por las mañanas era difícil debido a que tenía una rutina, y si no seguía dicha rutina, me producía ansiedad y tenía que comenzar a vestirme nuevamente. Siempre me preocupaba que si yo no hacía alguna cosa, mis padres iban a morir. Tenía pensamientos terribles acerca de hacer daño a mis padres. Todo eso era completamente irracional, pero tales pensamientos generaban mayor ansiedad y más comportamientos insensatos. Debido al tiempo que perdía en rituales, era incapaz de hacer muchas cosas importantes para mí”.

“Sabía que los rituales no tenían sentido, y me sentía muy avergonzado al respecto, pero no era capaz de sobreponerme hasta que recibí terapia”.

Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) tienen pensamientos persistentes y perturbadores (obsesiones) y usan los rituales (compulsiones) para controlar la ansiedad producida por estos pensamientos. La mayoría de las veces, los rituales terminan controlando a esas personas.

Por ejemplo, si las personas están obsesionadas con los gérmenes o la suciedad, pueden desarrollar una compulsión de lavarse las manos una y otra vez. Si desarrollan una obsesión con respecto a los intrusos, pueden trancar y volver a trancar las puertas muchas veces antes de irse a dormir. El temor a la vergüenza social puede causar que las personas con TOC se peinen el cabello compulsivamente frente a un espejo—en ocasiones pueden verse “atrapadas” ante el espejo y no pueden separarse del mismo. No es agradable realizar tales rituales. En el mejor de los casos, produce un alivio temporal de la ansiedad generada por los pensamientos obsesivos.

Otros rituales comunes consisten en la necesidad de revisar cosas repetidamente, tocar objetos (en especial en una secuencia particular), o contar cosas. Algunas obsesiones comunes incluyen el tener pensamientos frecuentes de violencia y de hacer daño a los seres queridos, el pensar persistentemente acerca de realizar actos sexuales que no son del agrado de la persona, o el tener pensamientos que son prohibidos por las creencias religiosas. Las personas con TOC también pueden preocuparse con el orden y la simetría, tener dificultad para deshacerse de cosas (las acumulan), o guardar artículos innecesarios.

Las personas sanas también tienen rituales, tales como revisar varias veces si la estufa está apagada antes de salir de la casa. La diferencia radica en que las personas con TOC realizan sus rituales a pesar de que el hacerlo interfiere con su vida diaria, y de que la repetición les resulta agobiante. Aunque la mayoría de los adultos con TOC reconocen que lo que están haciendo no tiene sentido, es posible que algunos adultos y la mayoría de niños no sean conscientes de que su comportamiento está fuera de lo común.

El TOC afecta a aproximadamente 2.2 millones de adultos estadounidenses1 y el problema puede estar acompañado por trastornos de la alimentación,6 otros trastornos de ansiedad, o depresión.2,4 Este trastorno afecta aproximadamente en números iguales a hombres y mujeres y usualmente aparece durante la infancia, adolescencia, o a comienzos de la edad adulta.2 Una tercera parte de los adultos con TOC desarrollan síntomas desde la infancia y investigaciones indican que el TOC puede ser hereditario.3

La evolución de la enfermedad varía bastante. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, disminuir con el tiempo, o empeorar. Si el TOC llega a ser severo, éste puede incapacitar a la persona trabajar o llevar a cabo sus responsabilidades normales en casa. Las personas con TOC quizá intenten ayudarse a sí mismas evitando situaciones que provoquen sus obsesiones o usen alcohol o drogas para calmarse.4,5

Usualmente, el TOC responde bien al tratamiento con ciertos medicamentos y/o a la psicoterapia basada en exposición, en la cual la persona enfrenta situaciones que le causan miedo o ansiedad y se vuelve menos sensible a éstas (desensibilizado). El Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH por sus siglas en inglés) está apoyando investigaciones en lo concerniente a nuevos enfoques de tratamientos para personas cuyo TOC no responde bien a las terapias tradicionales. Estos enfoques incluyen tratamientos combinados o agregados y también técnicas modernas tales como estimulación cerebral profunda.
http://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastornos-de-ansiedad/trastorno-obsesivo-compulsivo-toc.shtml

Una curiosa patología: el toc. de rabiosa actualidad


Una curiosa patología: el toc. de rabiosa actualidad
http://www.cop.es/colegiados/A-00512/obsesion.dsm4-.html

TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
Rasgos Diagnósticos de la Obsesion

Los rasgos esenciales del trastorno obsesivo-compulsivo son recurrentes obsesiones de actos compulsivos (criterio A) lo bastente severos como para producir pérdida de tiempo (ejem. más de una hora al día) o causan notable angustia o significativo perjucio (Criterio C). En algún momento durante el curso del trastorno, la persona ha reconocido que las obsesiones o compulsiones son excesivas e irracionales (Criterio B). Si otro desorden del Eje I está presente, el contenido de las obsesiones o compulsiones no se limita a él (Criterio D). El trastorno no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (ejm. abuso de drogas, una medicación) ni a una condición médica general (Criterio E).

Las obsesiones son persistentes ideas, pensamientos, impulsos o imágenes que son experimentadas como intrusivas e inapropiadas y que causan marcada ansiedad o angustia. Las características de intrusión e inapropiedad de las obsesiones han sido descriptas como "ego distónicas". Esto se refiere a la sensación del individuo de que el contenido de la obsesión le es extraño, no está dentro de su control y no es la classe de pensamiento que esperaría tener. De cualquier modo, el individuo es capaz de reconocer que las obsesiones son producto de su propia mente y que no son impuestas desde fuera (como en la inducción de pensamiento).

Las obsesiones más frecuentes son pensamientos repetidos sobre la contaminación (ejm. contaminarse al estrechar la mano) dudas repetidas (ejm. preguntarse si se ha realizado algún acto como dañar a alguien en un accidente de tráfico o haber dejado una puerta sin cerrar), la necesidad de disponer las cosas en un orden determinado (ejm. experimenta angustia intensa cuando los objetos están desordenados o asimétricos), impulsos agresivos u horrendos (ejm. herir al propio hijo o gritar una obscenidad en la iglesia) e imaginaciones sexuales (ejm. una imagen pornográfica recurrente). Los ppensamientos, impulsos o imágenes no son simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real (ejm. inquietudes normales de la vida como el dinero, trabajo o estudios) y es improbable que estén relacionados con problemas reales.

El individuo con obssesiones generalmente trata de ignorar, suprimir cada pensamiento o impulso o de neutralizarlos con otro pensamiento o acción (una compulsión). Por ejemplo, el sujeto lleno de dudas acerca de si ha cerrado el gas intenta neutralizarlas comprobando repetidamente para asegurarse de que está apagado.

Las COMPULSIONES son conductas repetitivas (lavarse las manos, ordenar, comprobar algo) o actos mentales (rezar, contar, repetir palabras en silencio) cuyo objetivo es el de evitar o reducir la ansiedad o la angustia, en vez del de dar placer o gratificación. En la mayoría de los casos, la persona se siente conducida a realizar la complusión para reducir la ansiedad que acompñaa a una obsesión o para evitar una situación desagradable. Por ejemplo, los individuos con loa obsesión de copntaminarse, pueden reducir su angustia mental lavándose las manos hasta dejarlas en carne viva; la angustia de las personas con la obsesión de habrese dejado la puerta sin cerrar, puede conducirles a comprobar el cerrojo cada pocos minutos; la angustia por pensamientos blasfémicos no deseados puede encontrar alivio contando desde 10 hacia atrás y hacia adelante 100 veces por cada pensamiento. En algunos casos, los individuos realizan actyos rígidos o estereotipados de acuerdo con unas complejas reglas de idiosincrasia sin ser capaces de indicar por qué las están haciendo. Por definición, las compulsiones son o claramente excesivas o no están conectadas de un aforma realista con aquello para lo que tendrían que prevenir o neutralizar. La compulsiones más frecuentes incluyen lavarse y limpiar, contar, comprobar, preguntar o pedir conformación, repetir actos y ordenar.

Por definción, los adultos con Trastornos Obsesivos Compulsivos, han reconocido en algún momento que las obsesiones o compulsiones son excesivas e irracionales. Este requisito no se aplica a los niños, ya que ellos pueden carecer del conocimiento suficiente para emitir este juicio. Sin embargo, incluso los adultos tienen un gran margen de perspicacia hacia la irracionalidad de las obsesiones o compulsiones. Algunos individuos están dudosos acerca de la racionalidad de sus obsesiones o compulsiones, y esa intuición del individuo puede variar según las situaciones y el tiempo. Por ejemplo, el sujeto puede reconocer como irracional una compulsión de contaminación cuando es discutida en una situación a salvo (como en la consulta del psicólogo), pero no cuando cuando debe manipular dinero. En aquellas situaciones en las que el individuo reconoce que las obsesiones y complusiones son irracionales, él o ella puede desear o intentar resistirse a ellas. cuando intenta resistirse a una compulsión, el sujeto puede experimentar una sensación de creciente ansiedad o tensión que es a menudo aliviada rindiéndose a la compulsión. Durante el trastorno, tras repetidos intentos de resistir las obsesiones o compulsiones, el individuo puede ceder a ellas, no mucho después de experimentar el deseo de resistirlas, y puede incorporarlas a sus rutinas cotidianas.

Las obsesiones y compulsiones pueden causar una gran angustia, pueden llevar mucho tiempo (costar más de una hora al día), o interferir significativamente en la rutina normal del individuo, en su labor ocupacional, actividades sociales o en sus relaciones de amistad con otros. Las obsesiones o compulsiones pueden sustituir conductas útiles y satisfactorias y pueden ser altamente desorganizadas por actos globales. Debido a que intrusiones obsesivas pueden distraer, frecuentemente resultan ineficientes para realizar tareas cognitivas que requieren concentración, como puede ser leer o realizar operaciones numéricas. Además, algunos individuos evitan aquellos objetos o situaciones que les provocan obsesiones o compulsiones. Cada evitación puede generalizarse y restringir severamnete el funcionamiento global.


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El problema radica, creo, y hablo de cuando tienes un compañero, alumno o subordinado con TOC, en adecuar la dosis de responsabilidad que se le ofrece, y la dosis justa de "mano dura" para evitar que el trastorno se convierta en enfermedad grave.

He tenido algunos Down que presentaban TOC "ordenadores", que debían colocar todos los bolígrafos en un sitio determinado, con los colores de una manera, la mochila de otra, etcétera.


El problema viene cuando te encuentras un "Atormentado y obsesivos puro", puesto que sus pensamientos negativos reiterados y habituales, pueden resultarles incontrolables, aunque son conscientes de que tienen que esforzarse por no darles rienda suelta. La ventaja es que pocas veces estos tipos de TOC pasan a la violencia física, o asumen comportamientos físicos reiterativos, pero sus esquemas mentales se desarrollan en parámetros bastante negativos.

Sufrimiento Del Paciente Con Toc Y La Ayuda Desde La Hipnosis Terapéutica


El o la paciente TOC es alguien que sufre un trastorno en el orden de la ansiedad, que está determinado por las obsesiones y compulsiones que su trastorno le produce. Éstas están de tal manera determinando y condicionando su vida que no son pocas las veces que cuando se presentan al tratamiento conmigo dicen frases como “vengo porque quiero tener una vida propia”-Paola 24 años- “estoy tan confundido, tengo tal bola en mi cabeza, que realmente no sé para donde ir, creo que me voy a volver loco” –Carlos 33 años-.

Generalmente la patología comienza en la adolescencia, pero hay innumerables casos en que puede el paciente recordar rituales o compulsiones que ya estaban instalados en la infancia (Alicia, paciente de 38 años recuerda juegos en los que claramente se pueden reconocer rituales obsesivos teniendo ella no más de 6 años. Carlos mientras tanto refiere los primeros pensamientos de contexto sexual y desde su pubertad pero más precisamente desde los 12, 13 años en los que si bien se identificaba claramente con su heterosexualidad, sus pensamientos estaban relacionados con el temor de ser homosexual. Mientras que Paola no logra discriminar sino hasta sus 16 años sus pensamientos obsesivos.

Paola cuando inicia conmigo el tratamiento ha pasado por muchos terapeutas, psiquiatras, y todo tipo de especialistas en el orden de las terapias alternativas, cuando alguien le orienta a que venga a verme. Cuando viene por primera vez a mi consultorio, durante el año 2006 tiene 146 rituales. Permanece en tratamiento hasta comienzos de 2009 con muy pocos rituales, pero habiendo aprendido a modificar su mecanismo de pensamiento, de modo que cuando un nuevo ritual “yo me doy cuenta Dra. (Nunca logró llamarme Licenciada o Cristina, a pesar de que tenía plena conciencia de que esa es mi Especialidad) que cuando un ritual deja de ser, al tiempo hay uno nuevo que quiere aparecer, entonces ahí hago los ejercicios y no vuelven.

Es decir Paola aprendió a manejar su ansiedad, y el mecanismo de su pensamiento, a tranquilizarse, los ejercicios para modificar y eliminar los rituales y fundamentalmente a darse cuenta que la llave maestra estaba en que si se apoyaba en la tranquilidad de saber que ese es un aprendizaje adquirido que está para utilizarlo, al querer alguno de los pensamientos TOC nuevamente colocarse en actividad, ella con la tranquilidad que había adquirido, con el conocimiento de manejo de ese aprendizaje adquirido no reaccionará con desesperación, con pena o con la sensación de que su pensamiento es una entidad que la maneja, sino todo lo contrario, ahora tiene pleno control y sabe que su pensamiento es manejado por ella, y de ese modo aplica cada vez en cada día de su vida los ejercicios de relajación, respiración, psicoimaginación, desensibilización, y muchos otros ejercicios que fue aprendiendo durante la terapia psicológica que le han permitido conectarse con su cuerpo, con su emoción, con las distintas actividades que desarrolla, con sus afectos, con sus sueños y deseos: porque al venir a tratamiento todo esto le estaba vedado, porque el mecanismo automático de sus pensamientos obsesivos, la automatización, obsesión y rituales que éstos exigían le ocupaban todas las horas del día y de su vida en completud. Realmente fue penoso para mí ver de qué modo todas sus horas, todos sus días, toda su vida joven y plena eran ocupadas “estaba literalmente tomada por su TOC”.

Porque lo que caracteriza a éste trastorno de ansiedad es que por el modo en que se manifiesta en la persona, tanto en sus pensamientos como en las compulsiones y rituales toda su vida es afectada tanto en su vida rutinaria, en su vida social, en su trabajo, en su estudio, en las interrelaciones etc. En mi experiencia clínica no he notado diferencias en cuanto a número en los diferentes géneros, porque he recibido y recibo tanto a hombres como a mujeres. Y como decía previamente se puede rastrear su nacimiento ya en la infancia, pero es en la adolescencia y juventud en que se manifiesta ya como un cuadro, como un trastorno.

Las obsesiones son pensamientos que sistemáticamente se manifiestan, y persisten sin que la persona pueda hacer nada para evitarlos, y es precisamente como modo de ponerle fin que aparecen los rituales, que vendrían a calmar la ansiedad y el sufrimiento que éstos pensamientos recurrentes al presentarse producen en la persona, ésta ansiedad se mitiga, se calma con el ritual; pero luego de éste aparece otra vez el pensamiento obsesivo, nuevamente el ritual y así en forma sistemática, e infinita.

Otro paciente Mauricio, quien abandonó el tratamiento lamentablemente, porque no pudo lograr aquello que siempre en la primera consulta les digo a todos quienes sufren de TOC y es que el único modo de vencer a su enfermedad es con el tratamiento, tan sistemático como son los síntomas de su enfermedad, tan persistente deberá ser en la asistencia y cumplimiento del tratamiento como de hacer toda la ejercitación que aprende en el consultorio pero que luego deberá repetir en su casa, en todo momento posible, porque es el único modo de derrotar a su enfermedad; ya que ésta ha ido tomando su vida, sus proyectos, sus anhelos y aspiraciones, su manifestación afectiva y familiar de modo que generalmente, no en todos los casos hasta se han privado de tener una vida propia, de formar su familia, de ocupar los distintos roles que nos exige la vida para vivirla en forma plena. Porque el mundo que le permite vivir su TOC es un mundo privado e íntimo que les aleja, les aparta, les inhibe y les lleva a vivir una vida que generalmente ni siquiera los más íntimos saben, pero que al no contar, al no hacer partícipe de su sufrimiento a sus allegados, éstos incluso tienen una idea distorsionada e incomprensiva del modo en que ven se manifiesta en su vida, o más exactamente no se manifiesta, sino que como es tal su sufrimiento y es tal la energía que debe poner en cada uno de sus actos obligados como por ejemplo su actividad laboral, entonces va disminuyendo también los mismos a la mínima expresión, porque al realizar esa tal o cual tarea obligatoria está también luchando con sus pensamientos, obsesiones y rituales para que éstos le permitan realizarla, y es tal la energía que pone en el intento frustrado, que esto le lleva a sólo realizar aquello que de ninguna manera puede evitar, tal como es el trabajo.

De modo que como dije previamente en esa primera entrevista cuando ingresan al tratamiento les muestro porqué deben persistir en la psicoterapia si quieren tener y vivir una vida propia y plena; y uno de los primeros pasos es tomar conciencia de lo que es su vida en ese momento, pues generalmente están imbuidos y absorbidos en el sufrimiento concreto que la lucha intestina sobre su mecanismo de pensamiento y la posibilidad imposible de evitarlo le lleva. El paciente debe aprender que en un momento del tratamiento, de la terapia psicológica se producirán en él los mecanismos de resistencia al mismo, manifestándose en ese momento como estados de ansiedad, de evitación, en donde se sentirá sumamente ansioso, frustrado, donde se permitirá exigir los cambios ya, donde habrá olvidado su estado previo al del momento del tratamiento, pues al haber ido avanzando y mejorando éste recuerdo ya por ventura no estará y es en ese preciso instante que necesitará de su voluntad para persistir en el tratamiento, y seguir avanzando hacia el éxito total del mismo.

Esa es mi intención al mostrarle un plano de lo que es su vida en el presente, de las limitaciones, de los modos en que no se está proyectando por ejemplo a una vida plena, sino que su patología se lo impide, hace que tome contacto con sus limitaciones, con sus imposibilidades, pero también con aquello que en éste presente no se proyecta, pero que si derrota a la enfermedad podrá lograr pues hasta ahora no le ha sido posible la simple aceptación de que otra vida, otro proyecto de vida y existencia es posible.

Aprendiendo esto, en segundo lugar se permite también la exigencia de la lucha, que aunque es larga, si persiste sabe aquí, en ésta primera entrevista porque yo se lo hago conocer, que el tratamiento es posible, la mejora en su calidad de vida es posible, y también es posible que así como se exigía diariamente e inútilmente el derrotar a los mecanismos del TOC, ahora comienza un camino acompañado por su terapeuta, que la luz al final del túnel puede verla, pero que es posible sólo con una autoexigencia que en un primer momento deberá ser necesaria y es cuando la ansiedad le juegue la mala pasada de exigirle los resultados ya, y es en ese momento en que deberá aceptar que el tiempo es necesario y es el único que posibilita dentro del proceso terapéutico el cambio, la modificación y por ende la mejora en primer momento y luego la cura.

Si persiste en el tratamiento, si hace el tiempo suficiente la psicoterapia, esto será posible.

Con mis años de experiencia clínica con la aplicación dentro de la terapia psicológica de la Hipnosis Terapéutica, ya he formado mi propio método de trabajo. Mi método de trabajo me permite saber que para el tratamiento y la cura del TOC hacen falta distintas técnicas. Yo tomo generalmente de la metodología cognitivo. Conductual la desensibilización sistemática, la exposición, distintos ejercicios de psicoimaginación que toman también éstas técnicas y otras técnicas y ejercicios que me hacen posicionarme en una ejercitación ecléctica y heurística de la profesión, pues los he ido creando durante mi experiencia clínica porque compruebo que resultan.

La Hipnosis Terapéutica no es un efecto sugestivo, tampoco es que la persona se duerme pues durante la sesión de hipnosis el paciente alcanza una concentración enfocada o una supra concentración, teniendo total contacto con cada uno de los sentidos y de las emociones, así como de la memoria; pudiendo acudir a cada uno de éstos en el momento deseado durante la sesión.

Durante la sesión de hipnosis y producto de ésta técnica es que el terapeuta guía al paciente para que éste se valga de otras técnicas que son las que aportan las metodologías terapéuticas de las que el terapeuta echa mano y al haber alcanzado el estado hipnótico hace posible la modificación que se busca para que el paciente logre así ir modificando la patología que es lo que ha hecho que esté en tratamiento en éste momento.

Porque producto del estado que se alcanza luego de una relajación profunda, aplicada la técnica de la hipnosis, esto permite al paciente adquirir un conocimiento, un aprendizaje, un cambio de conducta, la modificación de un mecanismo de pensamiento, todos éstos resultados que de no estar en el estado que permite la hipnosis sería mucho más largo aún el proceso de la psicoterapia.

El paciente una vez que ha alcanzado el estado de hipnosis, va a poder con el uso de la psicoimaginación lograr fácilmente el estado de disociación que le permitirá situarse como observador y observado: ésta es la llave maestra que le va a permitir con la guía eficiente y muy entrenada del psicoterapeuta hipnólogo clínico ir haciendo los cambios necesarios para así ganarle en tiempos relativamente cortos en salud a la enfermedad.

El paciente debe saber que el camino de la psicoterapia es un camino lento, lleno de obstáculos, sinsabores, y también mesetas que lo conducirán a un resultado exitoso que le va a permitir vivir una vida plena, con los logros que en otro momento de su vida, antes y con el pleno condicionamiento que le producían los síntomas del TOC no le era ni tan siquiera posible de avizorar lo que conseguiría en su vida.

Pero es un camino que únicamente él/ella pueden transitar con el acompañamiento y guía del profesional psicoterapeuta.

Lic.Cristina Heinzmann
Psicóloga-Terapeuta
Centro Psicológico Compartir
http://www.articuloz.com/psicologia-articulos/el-sufrimiento-del-paciente-con-toc-y-la-ayuda-desde-la-hipnosis-terapeutica-1080737.html
Psicoterapia en Línea
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obsesiones


Las obsesiones:

¿Quién no ha tenido alguna vez ideas o preocupaciones que de forma repetitiva le asaltan sin que sepa alejarlas para vivir sin su pernicioso influjo?

No son pocos quienes dudan sistemáticamente si han cerrado bien la puerta, desconectado el gas, apagado la luz... y vuelven una y otra vez a confirmar que, efectivamente, sí lo habían hecho. Otras personas ritualizan su vida cotidiana con manías como contar las baldosas de las cocinas o los peldaños de las escaleras, no pisar las rayas del suelo, retener las matrículas de los coches, ocupar siempre el mismo asiento en las reuniones o comidas, portar un objeto inútil en el bolsillo... Pero esto no son sino manifestaciones casi anecdóticas de unas costumbres que pueden convertirse en un verdadero problema psicológico. Todos tenemos hábitos que, a pesar de que merezcan el calificactivo de manías, consideramos normales. Pero cuando estos pensamientos o manías hacen sufrir nos encontramos con los trastornos obsesivo compulsivos. Las obsesiones son pensamientos que se repiten de forma insistente a pesar de la voluntad del individuo, y que escapan a su control.

Si los pensamientos obsesivos se convierten en gestos de conducta casi automática, devienen en compulsiones, acciones o manías que la persona se ve forzada a ejecutar para sentirse bien o, al menos, tranquila. Es consciente de lo absurdas e irracionales que son, pero se siente incapaz de eludirlas. Cuando las compulsiones se asocian entre sí, formando una cadena, se convierten en rituales patológicos.

Catálogo de rituales obsesivos

Casi siempre están relacionados con:

  • La limpieza. Quienes los padecen tiene pavor a quedar contaminados con lo que tocan o rozan y se lavan repetidamente las manos. Incluso llegan a evitar dar la mano o cualquier contacto físico en los saludos. Una motita de polvo en un mueble les parece algo horrible.
  • El orden No soportan que alguna cosa se halle, siquiera temporalmente, fuera de su sitio. Incluso si ocupan su lugar debe ser en simetría o en conformidad con los ángulos de la mesa. Tampoco soportan que los demás no cumplan con esos cánones del orden compulsivo y las personas que conviven en la casa, sean adultos o no, habrán de cumplir estrictamente con las normas de orden y limpieza impuestas por el afectado por esta manía.
  • Comportamientos indecisos. Por ejemplo, comprueban una y otra vez cómo está la casa antes de cerrar la puerta. Y aun así, vuelven a entrar después de haber cerrado. Ante cualquier decisión, por nimia que sea, lo pensarán durante meses. Y, una vez adoptada, dudarán si fue acertada. Y reflexionarán incasablemente sobre si han hecho bien, o consultarán con otras fuentes.

Los pensamientos negativos

El pensamiento, en general, es un diálogo con nosotros mismos en el que terminamos haciendo afirmaciones sobre determinadas situaciones. Pueden ser positivos si nos hacen sentir bien y nos ayudan; o negativos, si nos originan emociones negativas o nos hacen sufrir. Serán racionales si se corresponden con lo que sucede objetivamente en la realidad, e irracionales si se alejan de lo que sucede.

Los pensamientos que causan más sufrimiento son los irracionales y negativos. Describamos algunos:

  • Pensamiento filtrante. Se toman los detalles negativos y se magnifican, sin filtrar los aspectos positivos de la situación.
  • Pensamiento polarizado. El maniqueismo: las cosas son blancas o negras. La persona ha de ser perfecta; si no, es un fracasado. No hay término medio.
  • Sobregeneralización del pensamiento. Se extrae una conclusión general de un simple incidente. Si ocurre algo malo en una ocasión, se esperará que ocurra una y otra vez.
  • Interpretación del pensamiento. Creemos saber qué sienten los demás y por qué se comportan como lo hacen. Nos vemos capaces de adivinar lo que sienten los demás acerca de nosotros.
  • Visión catastrofista. Se vaticina, se espera y se teme irracionalmente, el desastre. El individuo se entera de un problema y empieza a decirse «¿y si ocurre que...?», «¿y si me sucede a mí?»
  • Personalización. Creemos que todo lo que la gente hace o dice es una forma de reacción hacia nosotros. Y nos comparamos con los demás, intentando determinar quién es más elegante, quién es más brillante, quién tiene aspecto más saludable¿
  • Culpabilidad. Mantiene que los demás son responsables de su sufrimiento o adopta el punto de vista opuesto y se culpa a sí mismo de los problemas ajenos.

Cómo actuar ante los pensamientos irracionales negativos

  • Seamos conscientes de la influencia que tienen sobre nuestra conducta y emociones. Los pensamientos son esos monólogos que mantenemos con nosotros mismos interpretando la realidad que nos rodea y a nosotros mismos. Pero son sólo hipótesis a demostrar.
  • Identificar los pensamientos, determinar en qué medida son objetivas esas interpretaciones de la realidad, hasta qué punto son racionales. Y hasta qué punto son polizones que se han colado sin nuestro permiso y nos hacen sufrir sin razón. La alarma salta cuando nos producen emociones negativas como miedo, angustia o tristeza. Desenmascaremos entonces al polizón y examinémoslo sobre la racionalidad y la adecuación con la realidad.
  • Analizarlos, partiendo de que son sólo hipótesis a demostrar y que pensar algo no significa que sea cierto.

Cómo analizar si los pensamientos se ajustan a la realidad

  • Qué datos objetivos de la realidad apoyan e invalidan ese pensamiento.
  • Con qué argumentos se defendería ese pensamiento ante otra persona
  • Qué probabilidad existe de que suceda lo que se piensa.
  • Si lo tuviera otra persona, qué le diría yo para demostrarle que está en un error.
  • Es esa la única forma de interpretar la situación o existen otras .

Cómo analizar si influyen en los estados emocionales y en las conductas

  • ¿Me ayuda a conseguir mis objetivos?
  • ¿Me hace bien o me hace daño?
  • ¿Cómo influye en mi estado de ánimo?
  • ¿Cómo influye en mi conducta?

Cómo analizar qué ocurriría si lo que se piensa fuera cierto.

  • Incluso si lo que pienso es correcto ¿es realmente una catástrofe?
  • ¿Qué consecuencias reales tendría para mí si ocurriera?
  • Si es así, ¿está justificado que me descomponga tanto?
  • Si lo malo ocurre, ¿será para siempre? ¿O algo temporal?

Distinguir los pensamientos obsesivos

Todos tenemos manías, preocupaciones o pensamientos repetidos. Pero si la obsesión llega a dificultar o impedir las relaciones sociales, si la persona pierde libertad... nos hallamos ante un trastorno obsesivo compulsivo que puede requerir de la intervención de un especialista. Resultaría interminable enumerar las consecuencias que pueden acarrear los pensamientos irracionales en quienes los padecen y en quienes conviven con estas personas. El catálogo es muy amplio, desde los inconvenientes más triviales hasta los desenlaces más dramáticos. Y todo ello sólo por haber interpretado distorsionadamente la realidad. Ya en el siglo I, Epicteto, un filósofo estoico, afirmaba que «los hombres no se perturban por causa de las cosas, sino por la interpretación que hacen de ellas». En cualquier caso, lo interesante es saber cómo librarse de las obsesiones y hacer frente a estos pensamientos irracionales y distorsionados. Y, consecuentemente, cómo conseguir vencer a las conductas compulsivas.

La psicología científica, de la mano de autores como Ellis, Beck, Mahoney o Golfried, ha alumbrado la Reestructuración Cognitiva, una técnica psicológica cuyo objetivo es identificar, analizar y modificar las interpretaciones o pensamientos erróneos que las personas experimentan en determinadas situaciones o tienen acerca de otras personas.

http://meshed.blogcindario.com/2008/12/00090-quot-obsesion-idea-fija-que-domina-a-las-personas-quot.html


Trastorno Obsesivo-Compulsivo

fuente:Dr.Mata Pitti
Blog del Dr. Mata Pitti

1. Que es el trastorno obsesivo-compulsivo?

Es una condición neurobiológica caracterizada por pensamientos desagradables que la persona no puede evitar (obsesiones) y conductas que se ve en la necesidad de realizar (compulsiones) creando un circulo interminable de preocupaciones y conductas que suelen hacer perder tiempo y esfuerzo, disminuyendo el funcionamiento óptimo y la calidad de vida de la persona. El termino “obsesivo-compulsivo” se usa popularmente para describir a alguien exageradamente organizado, meticuloso o perfeccionista, sin embargo estos son rasgos de personalidad y no indican necesariamente que la persona padezca de la condición descrita, en todo caso podría tratarse del trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva.

2. Es una enfermedad rara?

No. Es una condición común y tratable. Afecta a 1 de cada 40 adultos y a 1 de cada 100 niños en edad escolar.*

3. Que es una obsesión?

Es un pensamiento persistente que suele causar angustia, desagrado o repulsión. Puede tratarse de una duda recurrente, como por ejemplo: “habré cerrado la puerta al salir de la casa?”, que continúa generando ansiedad sin poder descartarse, quizá incluso haciendo a la persona regresar a casa y verificar. Otros ejemplos pueden ser el pensar que algo malo va a ocurrirle a algún ser querido, pensar que vamos contaminarnos si tocamos algo o preocuparnos porque los objetos guarden cierto orden o simetría. Puede ocurrir de múltiples formas, pero en resumen es un pensamiento (en forma de idea, imagen o un impulso), intrusivo, molesto y difícil de neutralizar.

4. Que es una compulsión?

Es un acto que la persona se ve en la necesidad de realizar con el fin cumplir con alguna norma rígida o con el fin de neutralizar un pensamiento obsesivo, aminorando parcialmente la angustia que causa o evitando que ‘algo malo suceda’. Por ejemplo, chequear las cosas varias veces, lavarse las manos constantemente, limpiar, ordenar, contar, entre otras cosas. Sin embargo, esta compulsión no esta siempre conectada de una manera real con lo que se desea contrarrestar, dándole un carácter irracional o exagerado, que la persona generalmente reconoce.

5. Quiere decir que la persona se volvió ‘loca’?

No. La persona esta en contacto con la realidad y conciente de todos sus actos, por lo que está sufriendo, pero le es muy difícil controlar estas obsesiones y compulsiones, incluso estando concientes de ello.

6. Como se diagnostica el trastorno obsesivo-compulsivo?

Aún no existe un estudio de imagen cerebral o un examen de laboratorio que diagnostique el padecimiento. Se diagnóstica a través de la entrevista clínica con un médico psiquiatra, evaluando los síntomas, el tiempo que estos consumen en la persona y como afectan su vida diaria.

7. Quiere decir que el trastorno obsesivo-compulsivo es un problema imaginario?

No. Es un problema muy real. El Trastorno obsesivo compulsivo es causado por un desbalance en los químicos del cerebro y al igual que el asma o la diabetes es una condición médica.

8. Las otras personas tienen también estos pensamientos?

Si. Todas las personas tienen pensamientos desagradables, sin embargo las persona con trastorno obsesivo-compulsivo no son capaces de ignorarlos debido a la forma en que sus cerebros procesan la información.

9. Como se trata?

Los avances en neurobiología han demostrado que el trastorno obsesivo-compulsivo se puede tratar de 3 maneras:

1.) Disminuyendo la ansiedad y las obsesiones con medicamentos que mejoran los niveles de serotonina, llamados ISRS o Inhibidores Selectivos de la Recaptura de Serotonina

2.) Con un tipo de psicoterapia que mejora la forma de responder a las obsesiones y compulsiones llamada terapia cognitivo-conductual y ERP (Exposure and Response Prevention)

3.) Con una combinación de ambos tratamientos.

10. Podré curarme si recibo tratamiento?

Hasta el momento no existe una cura definitiva para el trastorno obsesivo-compulsivo, pero sin duda se puede tratar. Después del tratamiento los síntomas suelen disminuir al punto de hacerse muy leves o en algunos casos imperceptibles, sin embargo, la intensidad de estos suele variar a lo largo de la vida, acentuándose muchas veces en momentos de estrés o de cambios importantes. El uso de medicamentos ayuda a controlar los síntomas y el uso de las técnicas aprendidas durante la terapia pueden evitar las recaídas y que los síntomas interfieran con las actividades diarias.

*Cifras en EE.UU.

¿Qué es el Trastorno Obsesivo-Compulsivo?



¿Qué es el Trastorno Obsesivo-Compulsivo?

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es una verdadera enfermedad neuropsiquiátrica y como tal puede ser tratada con medicamentos y psicoterapia.

El TOC se caracteriza por la irrupción de pensamientos, impulsos o imágenes incontrolables que se repiten en la mente y se vivencian como intrusivos e inapropiados. Estas preocupaciones (obsesiones) son capaces de provocar ansiedad, duda y sufrimiento significativos. La mayoría de las veces la persona reconoce que estas ideas son producto de su propia mente e intenta ignorarlas, suprimirlas o neutralizarlas a través de la realización de actos mentales o comportamientos repetitivos ( compulsiones) que el individuo se ve obligado a realizar para prevenir los peligros que anuncian las obsesiones o calmar la angustia que estas le provocan, cumpliéndolos de manera ritualística o excesiva.

Ejemplos de obsesiones típicas son las preocupaciones excesivas por la suciedad, los gérmenes, la contaminación, el miedo a actuar con impulsos agresivos o violentos (ejemplo: miedo a empujar a alguien al vacío), sentirse responsable de provocar daño a otros o de ser responsable de accidentes, pensamientos religiosos o sexuales prohibidos o espantosos, preocuparse demasiado por el orden y la simetría de las cosas, no poder desprenderse de objetos inservibles y dudar.

Ejemplos de compulsiones típicas son el lavado excesivo de manos, limpieza, chequeo de medidas de seguridad (cierre de hornallas, cerraduras), conductas repetitivas como necesidad de tocar ciertos objetos, arreglar o “emparejar” las cosas de forma simétrica, de ordenar o clasificar los objetos en forma excesiva, necesidad de hacer cálculos mentales o contar objetos ( compulsiones mentales), o la reiteración de actos cotidianos, sin poder controlarlos.

Las personas pueden tener algunos o varios de estos síntomas con un grado variable de severidad y de eso dependerá que consideremos que alguien presenta sólo comportamiento o rasgos obsesivo-compulsivos (COC) o un verdadero trastorno que repercute desfavorablemente en uno o varios aspectos de su vida (TOC).

El TOC puede presentarse en niños, adolescentes y adultos.

Las obsesiones y las compulsiones suelen ir cambiando a lo largo del tiempo según cambian el tipo de preocupaciones humanas a lo largo de la vida. Por eso clásicamente los niños presentan más preocupaciones relativas a la seguridad y hacia sus figuras de apego (padres, hermanos) mientras los adolescentes suelen preocuparse más por sus características corporales (delgadez, granos, apariencia) y por su desempeño. Los adultos más clásicamente sufren de excesiva preocupación por las medidas de seguridad, limpieza y salud (deben cuidar su cría). Sin embargo hay obsesiones y compulsiones que pueden presentarse en todas las edades y algunas permanecen inalteradas a lo largo de la vida.



¿Qué otros síntomas suelen acompañar al TOC?

Es raro que las personas presenten TOC aislado. En general suelen asociar otros trastornos de ansiedad (fobias, ansiedad de separación, ansiedad generalizada), depresión y otros trastornos llamados del espectro TOC como por ejemplo el hábito de arrancarse los pelos (pestañas, cejas, bellos) o cabellos (tricotilomanía), la preocupación desmedida por un defecto corporal existente pero magnificado (dismorfofobia), la realización de actos dañinos autodirigidos de magnitud variada (autoinjuria), los trastornos de la conducta alimentaria del tipo de la anorexia nerviosa y la preocupación excesiva por las enfermedades (hipocondría).

Un grupo más reducido de personas que presentan síntomas obsesivo-compulsivos presentan en algún momento de su vida tics motores (movimientos involuntarios) y/o fónicos ( emisión involuntaria de sonidos, ruidos, o palabras) que suelen aparecer entre los 7 y los 18 años. La asociación de tics motores y fónicos que persisten por más de un año constituye el Síndrome de Gilles de la Tourette (ST) que también es considerado un trastorno del espectro TOC. Estos pacientes suelen presentar junto a sus tics un subtipo de TOC donde predominan obsesiones agresivas, sexuales , somáticas, de orden y simetría, así como compulsiones que consisten en una marcada tendencia a los actos repetitivos ( golpear, morder, patear) que realizan hasta sentir que “ya está bien” (en inglés: fenómeno “just right”), destacándose la necesidad de tocar objetos y de realizar actos en forma simétrica (ej: rozar la silla con un brazo y luego con el otro). Dichos actos revisten en ocasiones características autoinjuriantes (ej: morderse los labios hasta sangrar, hurgarse una herida hasta que duela, golpearse el pecho en respuesta a una obsesión). Estos síntomas pueden acompañarse de la necesidad de repetir palabras (ecolalia) o de decir lo inapropiado y aún de proferir palabras obscenas (coprolalia) en forma involuntaria (tics fónicos complejos).

De especial importancia es la asociación de depresión en los pacientes con TOC la cual es muy frecuente y parece relacionarse con el hecho de tener que soportar a lo largo del tiempo y a veces en forma oculta el TOC, una afección potencialmente invalidante que va socavando la autoestima de los pacientes a partir de las limitaciones que implica para su normal desenvolvimiento personal, familiar y social a lo largo de la vida.



¿Cuántos individuos sufren de TOC?

Se estima que entre el 2 al 3% de la población sufre de esta enfermedad que en general afecta igual a hombres que a mujeres, excepto las formas de TOC infantiles que suelen predominar en varones (ver edad de comienzo).



¿A qué edad suele comenzar y cuánto dura el TOC?

Lo más habitual es que comience en la adolescencia o en la adultez temprana. Sin embargo hay algunas formas de TOC de comienzo más temprano como el TOC de aparición prepuberal (11-12 años) que suele ser severo y que predomina en varones. Algunas formas de TOC como el TOC asociado a tics (ST) predomina en varones y corre en familias. Los familiares de estos pacientes pueden presentar indistintamente TOC y/o tics. Por eso es importante investigar la presencia de TOC en las personas que tienen o han tenido tics en su infancia y en sus familiares cercanos.



¿Cómo evolucionan los síntomas Obsesivo Compulsivos en el tiempo?

Librado a su evolución natural el TOC tiene tendencia a persistir en el tiempo y a esta tendencia hacia la cronicidad se debe su condición invalidante. Aunque en algunos casos los síntomas OC desaparecen sin tratamiento, lo más frecuente es la tendencia a empeorar y a persistir durante toda la vida de no mediar un diagnóstico temprano y un tratamiento específico.



¿Porqué el TOC es incapacitante?

El grado de impedimento puede ser leve, moderado o severo según el tipo de obsesiones y compulsiones, el tiempo que les obliga a consumir, el grado de vergüenza o aflicción o la vivencia de descontrol. Algunas veces el grado de deterioro es tal que los pacientes requieren ser hospitalizados. Algunas personas con TOC piensan que algo anda mal en su cabeza o que están locos. Por eso tienden a ocultar sus síntomas durante mucho tiempo y a postergar la consulta médica. Los niños con TOC expresan con más facilidad sus fantasías de locura y descontrol diciendo por ejemplo que tienen “un tipito” adentro que les hace hacer cosas que no quieren.

El TOC no sólo afecta a la persona sino también a su familia entera, la que con frecuencia tiene dificultad en comprender la naturaleza de los síntomas malinterpretándolos como intencionales. Las personas con TOC llegan a agotar a sus familiares quienes con frecuencia quedan involucrados en sus síntomas, consumiendo su tiempo y energía y por sus rasgos de rigidez comportamental que los hace personas con las que es difícil convivir. Tanto niños como adultos con TOC suelen presentar un temperamento obstinado, irascible y depresivo manifestándose en los niños con rabietas frecuentes, conducta oposicionista y aún problemas de aprendizaje mientras que los adultos con TOC refieren problemas en sus vínculos de pareja e interpersonales así como subempleo y menor rendimiento laboral y académico, constatándose en ellos frecuentes trastornos de la personalidad y depresión.



¿Cuáles son las causas del TOC?

Si bien este tema está aún bajo estudio los recientes avances en investigación ponen en evidencia que el factor biológico tiene un papel central en este trastorno. El hecho de que pacientes con TOC respondan bien a medicamentos específicos que afectan el neurotransmisor serotonina sugiere que el trastorno tiene una base neurológica. Por esa razón, el TOC ya no es atribuido sólo a actitudes que un paciente puede haber aprendido durante la niñez ( por ejemplo, aprendizaje de hábitos exagerados de limpieza o seguridad). Como en otras enfermedades neuropsiquiátricas se piensa que el TOC resulta de la interacción de factores neurobiológicos (falla en la neurotransmisión de las neuronas encargadas de regular patrones de conducta repetitivos) ambientales (factores perinatales, infecciosos, hormonales) y psicosociales (estrés y ansiedad) que determinan modos especiales de conocer la realidad (estilo cognitivo).



¿Qué puedo hacer si creo que tengo TOC?

Busca a un profesional (psiquiatra, psicólogo) especializado en TOC y cuéntale acerca de tus miedos, pensamientos y actos repetitivos no deseados, así como el tiempo que te insumen estos síntomas y el grado de interferencia que ocasionan en tu vida cotidiana.

Puedes pedirle también que descarte otras posibles causas de tus síntomas ya que algunas afecciones orgánicas e infecciosas son capaces de producir también síntomas obsesivo compulsivos.



¿De qué manera puede ayudarme un médico o un especialista en TOC?

Un médico especializado en TOC puede darte medicamentos específicos que reducen la intensidad de tus síntomas OC y así calmar tu ansiedad y temor excesivo. Los medicamentos tardan varias semanas en actuar por lo cual hay que esperar ese tiempo sin abandonarlos. En caso de no operarse una mejoría tu doctor tiene otros varios medicamentos como recurso.

Además de medicamentos te indicará seguir una psicoterapia, que está especialmente diseñada para personas con TOC y se conoce con el nombre de Terapia Cognitiva Conductual (TCC). Por medio de ella los profesionales especializados en esta forma de psicoterapia (psicólogos o psiquiatras especializados en TCC del TOC) te enseñarán técnicas para aprender a detener tus actos repetitivos y tus ideas obsesivas así como maneras de reducir y afrontar la ansiedad excesiva que éstas te provocan.

El avance de las técnicas de diagnóstico por imágenes cerebrales permite hoy visualizar alteraciones en el tamaño y función de las estructuras cerebrales que están implicadas en esta afección (ganglios de la base, corteza orbitofrontal y cingulada cerebral) Los progresos terapéuticos pueden ser también comprobados a partir de la corrección de las alteraciones en dichas neuroimágenes (PET, SPECT, RNM cerebrales).

fuente:AATA

http://www.trastornosdeansiedad.org/trastornos/t_obsesivo.html



Obsesión, ordenalidad y perfeccionismo1
Hugo Marietán 2 www.marietan.com



Introducción

Este trabajo intenta diferenciar la génesis de tres tipos de conductas donde el afán de orden, de detalle, de meticulosidad pueden ser compartidos, pero devienen de cuadros patológicos y rasgos de personalidad disímiles, según la opinión del autor. El poder distinguirlos facilita el encuadre terapéutico específico.

El estilo de pensamiento obsesivo

En el estilo de pensamiento obsesivo se caracteriza por la presencia de ideas que, reconocidas por la persona como propias de su capital ideativo, pertenecientes a su yo, son vivenciadas como que se imponen en el campo de la conciencia. Suele considerarlas como absurdas, irracionales, pero fracasa en su intento de reemplazar este tipo de pensamiento por otro y no encuentra explicación al por qué de esa imposición.

Las tres claves a tener en cuenta para tipificar una idea obsesiva son: primero el peso impositivo de la idea; segundo el rechazo por considerarla absurda, no deseada; y tercero el reconocimiento como propia. Genera angustia, tensión, y el paciente utiliza el rito, un mecanismo conductual repetitivo, para neutralizarla o aliviarla.

La idea obsesiva, como toda idea, tiene capacidad ideopráxica, es decir puede traducirse en conducta, ese es el sentido de la expresión clásica "condiciona la conducta" ¿Por qué condiciona? Porque el individuo trata de neutralizar la idea obsesiva ejerciendo su voluntad pero no puede y debe llevar a cabo el rito, que es una conducta igualmente considerada absurda, tonta, que se realiza con displacer, pero que alivia la angustia. La obsesión "quiebra" la voluntad y la autonomía del paciente que se ve sometido a sí mismo y por sí mismo a realizar el rito. Alivia la angustia, pero a su vez desagrada. Bajar así la tensión tiene un precio también displacentero, pero a otro nivel, a nivel del autoreproche. Mas si no lo hace no puede seguir, porque la ideación obsesiva paraliza.

Cuadro 11

Contenido obsesivo: la duda y el presagio

Dice Ferrater Mora que "el término «duda» significa primariamente «vacilación», «irresolución», «perplejidad». Estas significaciones se encuentran ya en el vocablo latino dubitatio. En la dubitatio hay siempre (por lo menos) dos proposiciones o tesis entre las cuales la mente se siente fluctuante; va, en efecto, de una a otra sin detenerse. Por este motivo la duda no significa falta de creencia, sino indecisión respecto de las creencias. En la duda hay un estado de suspensión del juicio."

El estado de duda llevaría a la persona a la paralización, al no poder optar. Sin embargo, este elemento, muy importante por cierto, no es suficiente para explicar la conducta obsesiva. Es preciso otro partícipe necesario que impulse hacia una decisión por el estado de tensión que genera, y éste es el presagio. El diccionario define "presagio" como "señal que indica, previene y anuncia un suceso favorable o contrario. Especie de adivinación o conocimiento de las cosas futuras por las señales que se han visto o por movimiento interior del ánimo que las previene".

El presagio, producto del pensamiento mágico, y la duda, lo más excelso del pensamiento lógico, coactúan para dar esta resultante que llamamos "obsesión".

Preferimos utilizar el término "presagio" por su connotación mágica en vez de los términos "anticipación" o "planificación", que designan pensamientos que se orientan a las posibilidades futuras pero analizando lógicamente las variables presentes.

Lo que deviene de la magia se neutraliza mágicamente. Por eso la tensión displacentera que genera el presagio se neutraliza con el rito. En el rito no se pronuncia cualquier palabra ni se realizan movimientos al azar, sino que estos últimos responden a una ceremonia establecida.

"Antes de salir debo besar a todas las estampitas y crucifijos. No por mí, sino para proteger a los que no están en ese momento en casa. Si no lo hago les puede pasar algo a mis parientes. Beso a un ángel, que está vestido de celeste, para los varones, al vestido de rosa para las mujeres y a la virgen grande para las personas mayores. Me molesta hacer eso, es algo absurdo. A todo esto lo veo como un ritual, pero no puedo dejar de hacerlo. Es como si tuviera el cerebro divido en dos: uno razona y el otro no. El que no razona lo domina. Me digo, «no lo voy a hacer», pero al final lo hago".

Absurdo y parásito

El pensamiento obsesivo tiene la particularidad de que el contenido le resulta absurdo al propio generador de este pensamiento. Es la característica básica que lo distingue de la idea delirante. Otra característica es que la persona no cree que le sea impuesto ese pensamiento absurdo. O sea que deviene de su propio Yo, lo reconoce como parte de sí misma, para diferenciarlo del pensamiento delirante de los esquizofrénicos que muchas veces lo ven como un pensamiento impuesto desde afuera.

El obsesivo hace la autocrítica, dice: "Es una tontería, yo lucho pero no puedo dejar de hacer tal rito".

Para Jaspers en la obsesión "el Yo se sitúa frente a un contenido que quiere expulsar, pero no puede expulsar en pie de lucha. Los límites de la obsesión posible están allí donde están los límites de mi voluntad. El individuo está convencido de lo infundado de la angustia, de lo absurdo del impulso, de la imposibilidad de la idea".

Para J. Vallejo "la obsesión es un tipo de cognición intrusa, parásita, repetitiva, pasiva y egodistónica que genera rechazo por parte del sujeto que la padece, mientras que la compulsión es un fenómeno activo, ya que supone una pugna entre la tendencia a la acción (motora o verbal), y la resistencia a ésta (hacer-no hacer, decir-no decir, etcétera), de forma que no siempre el acto llega a realizarse." La resistencia es la lucha interna del paciente contra el impulso o el pensamiento intruso.

"Las ideas obsesivas constituyen el núcleo de la patología obsesiva. Su carácter intruso y repetitivo, la vivencia angustiosa que el paciente experimenta y que emana de sí mismo (a diferencia de lo que ocurre con el delirante) y la imposibilidad de controlarlas eficazmente, si no es de forma transitoria a través de rituales, constituyen las características básicas de estas ideas".

Para Pujol y Savy (1983), las características esenciales de las obsesiones son:

1) Carácter insólito y parásito. El sujeto las reconoce como patológicas procedentes de sí mismo, aunque se oponga a ellas. El origen endógeno de las obsesiones configura su carácter fatalista, que el paciente experimenta con profunda desazón, ya que escapan al control voluntario e invaden progresivamente su actividad cognitiva de forma agobiante.

2) Carácter repetitivo y punzante.

3) Lucha ansiosa del psiquismo. El agobio psíquico que crean las obsesiones origina una intensa ansiedad, que el paciente intenta conjurar a través de defensas de diversa índole (rituales), que configuran y complican la sintomatología inicial.

4) Atmósfera de duda.


Cuadro 23

El DSM IV

Criterios para el diagnóstico de F42.8 Trastorno obsesivo-compulsivo [300.3]

A. Se cumple para las obsesiones y las compulsiones:

Las obsesiones se definen por (1), (2), (3) y (4): (1) pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos (2) los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real (3) la persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos (4) la persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del pensamiento)

Las compulsiones se definen por (1) y (2): (1) comportamientos (p. ej., lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente

(2) el objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos

B. En algún momento del curso del trastorno la persona ha reconocido que estas obsesiones o compulsiones resultan excesivas o irracionales. Nota: Este punto no es aplicable en los niños.

C. Las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico significativo, representan una pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora al día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o su vida social.

D. Si hay otro trastorno del Eje I, el contenido de las obsesiones o compulsiones no se limita a él (p. ej., preocupaciones por la comida en un trastorno alimentario, arranque de cabellos en la tricotilomanía, inquietud por la propia apariencia en el trastorno dismórfico corporal, preocupación por las drogas en un trastorno por consumo de sustancias, preocupación por estar padeciendo una grave enfermedad en la hipocondría, preocupación por las necesidades o fantasías sexuales en una parafilia o sentimientos repetitivos de culpabilidad en el trastorno depresivo mayor).

E. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.

Especificar si: Con poca conciencia de enfermedad: si, durante la mayor parte del tiempo del episodio actual, el individuo no reconoce que las obsesiones o compulsiones son excesivas o irracionales respecto de una enfermedad del sistema nervioso central. También se debe distinguir de los síntomas que se pueden presentar en asociación con el consumo crónico de sustancias (p. ej., el trastorno relacionado con la cocaína no especificado). Los rasgos obsesivo-compulsivos de la personalidad en un grado moderado pueden ser especialmente adaptativos, en particular en las situaciones que recompensan el rendimiento elevado. Estos rasgos sólo constituyen un trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad cuando son inflexibles, desadaptativos y persistentes, y ocasionan deterioro funcional significativo o malestar subjetivo.

Relación con los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10Los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 y los criterios del DSM-IV son diferentes, pero definen en líneas generales el mismo trastorno. En la CIE-10, esta entidad está recogida con el nombre de trastorno anancástico de la personalidad.


Cuadro 33

Criterios para el diagnóstico de F60.5 Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad [301.4]

Un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia, que empieza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes ítems:

(1) preocupación por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad (2) perfeccionismo que interfiere con la finalización de las tareas (p. ej., es incapaz de acabar un proyecto porque no cumple sus propias exigencias, que son demasiado estrictas) (3) dedicación excesiva al trabajo y a la productividad con exclusión de las actividades de ocio y las amistades (no atribuible a necesidades económicas evidentes) (4) excesiva terquedad, escrupulosidad e inflexibilidad en temas de moral, ética o valores (no atribuible a la identificación con la cultura o la religión) (5) incapacidad para tirar los objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un valor sentimental (6) es reacio a delegar tareas o trabajo en otros, a no ser que éstos se sometan exactamente a su manera de hacer las cosas (7) adopta un estilo avaro en los gastos para él y para los demás; el dinero se considera algo que hay que acumular con vistas a catástrofes futuras (8) muestra rigidez y obstinación

La duda

En la base de la duda está la inseguridad. El mecanismo obsesivo deviene de dos elementos: la duda y el presagio. La duda que es lo más excelso del pensamiento analítico. Y el presagio, el pre sentir que algo va a ocurrir, que es uno de los elementos del pensamiento mágico. Hay una amalgama de estos dos elementos.

Elegir implica perder algo: lo opción no elegida. La duda es la oscilación entre las posibilidades de pérdida. Es una inacción reflexiva en el intento de cuantificar la opción menos "perdidosa". Nadie quiere perder nada, pero la capacidad de adaptarse a las pérdidas es lo que diferencia a un ejecutivo de un dubitativo.

La duda, como toda incertidumbre, siempre va acompañada de un grado de tensión, vivenciado como displacer. Eso se observa en la conducta que va desde la simple visualización muscular de la tensión, pasa por lo gestual (tocarse la barbilla, rascarse la cabeza, mover lo pies, refregarse las manos, etcétera), por los movimientos simples de vaivén (caminar sin finalidad de un lado al otro, etcétera), por los movimientos más complejos de la repetición, de la verificación incesante, hasta llegar a conjuntos de conductas fijadas que determinan rasgos pusilánimes

El rígido, mantiene lo ganado, su patrimonio, tanto de ideas como material. Porque sabe que dar entrada a una opción (la posibilidad de cambio) genera la duda y su cortejo de malestares. Cuando se adaptó, trabajosamente, a una pérdida, se mantiene férreamente en lo optado y es muy difícil sacarlo de ese esquema

Siempre acompaña a la duda, en el obsesivo, el presentir, el pensamiento mágico de que algo malo o dañoso para sí mismo o para otros puede ocurrir si no realiza tal acto, tal acción.

Idea obsesiva vs. idea impuesta

¿Cuándo decir que una idea es obsesiva y cuándo diferenciarla de otro tipo de ideas, por ejemplo de las ideas impuestas de la esquizofrenia?

En las ideas vivenciadas como impuestas de la esquizofrenia el paciente no considera que esa idea proviene de su propio yo y a veces no la considera absurda, porque no es de él, es de otro y sí condiciona la conducta, como en la idea obsesiva.

Obsesión vs. perfeccionismo

Se debe denominar ideación obsesiva cuando se reunen los criterios anteriores y evitar el concepto vulgar del término que designa obsesivo a aquella persona que sólo es excesivamente meticulosa y pulcra. Tenemos que diferenciar lo que es una ideación obsesiva de lo que es el perfeccionismo. ¿Cuál es el concepto diferencial?

El perfeccionista no considera absurdo lo que está realizando, inclusive no le produce angustia, al contrario, en ocasiones le es placentero, lo considera absolutamente propio de su yo, integrado a su personalidad.

Por ejemplo un pintor, que en unos centímetros cuadrados de tela, con un pincel está buscando el detalle, la luz, que el color sea exacto. Pero lo hace con placer, con ganas, es esforzado, es detallista, es constante, pero no lo considera absurdo el accionar, al contrario, cree que está haciendo una cosa de perfección, algo bueno, siente placer al hacerlo y corresponde a su personalidad. Su accionar va tras un resultado, una finalidad que él considera provechosa.

El deportista, que pasa ocho horas ejercitándose, es un perfeccionista. O la mujer ama de casa que limpia muy pulcramente porque le da placer tener una casa limpia. Es cierto que también hay mujeres que utilizan la sobretarea en el hogar para no pensar alguna problemática emocionalmente costosa, esta forma de negación o de bloqueo por la acción, ya es otra cosa. Y hay personas que consideran realmente absurdo y tonto volver a limpiar una y otra vez lo mismo, y aquí sí vemos el rasgo obsesivo.

Si lo diferenciamos así, en la práctica del consultorio nos vamos a encontrar con algo interesante: los obsesivos que consultan son pocos. Son complejos de tratar; carga al terapeuta de angustia porque se encuentran con un paciente que le resulta muy difícil sacarlo de su ideación obsesiva.

En realidad encontramos con más frecuencia al perfeccionista descompensado. Cuando el perfeccionista se descompensa, se deprime, porque se frustra si no le salen bien las cosas, entonces si rápidamente lo consideramos como obsesivo y le damos medicación, instrumentamos una técnica, armonizamos un poco el esquema de vida del paciente, es posible que tengamos éxito y mejore. Y nos ponemos contentos pensando que tratamos acertadamente a un obsesivo y no, simplemente volvimos a equilibrar a un perfeccionista.

Un caso de obsesión

Me contaba una paciente que el marido llegaba a la casa, y que todo debía estar cronometrado. Él venía a las seis de la tarde y ella a las seis menos tres ya estaba mirando la ventana para abrir la puerta porque él venía contaminado de la calle, entonces, toda la casa se predisponía para el rito. Todos los hijos tenían que permanecer a un costado y no saludar al padre, había un camino prefijado; cuando llegaba la mujer abría la puerta para que no tocase el picaporte, pasaba siempre exactamente por el mismo lugar e iba al baño, que estaba abierto, la ducha abierta y una bolsa grande de residuos, donde colocaba toda su ropa "contaminada", y se duchaba. En otro lugar estaba la ropa limpia, mientras la mujer limpiaba las pisadas del hombre hasta el baño. Una vez que estaba "descontaminado" recién ahí los chicos podían saludarlo. Condicionaba así, no sólo la conducta de él, sino también la de toda la familia.

Un caso de perfeccionismo

Juan estaba preparado, como todos los días a las seis de la mañana para correr 10 kilómetros por el camino anexo a las vías. La noche anterior había preparado su atuendo deportivo perfectamente ordenado cerca de su cama: las medias de algodón, las zapatillas especialmente diseñadas para el tipo de carrera en que él se ejercitaba, los pantalones, el buzo, la camiseta, el reloj cronómetro, etcétera. Seguía una dieta estricta y tres veces por semana se sometía a los rigores de su entrenador. Su meta inmediata: estar rankeado entre los diez más veloces en los 100 metros llanos de Argentina. Sus posibilidades de lograrlo eran factibles, por su estado físico, su velocidad, y la evaluación de se entrenador. El esfuerzo, el rescindir ciertos placeres, eran soportados por la ilusión del triunfo. Había días de alegría, cuando se conseguían las metas, y de revisión de errores y sobre exigencia, cuando no. Una distensión ligamentosa le impidió presentarse en una prueba decisiva. Eso lo derrumbó. Cuando lo trajeron a consulta presentaba todos los criterios de un síndrome depresivo. Tres meses después, tratamiento y psicoterapia de apoyo mediante, volvía a entrenar.

La consulta del perfeccionista y del obsesivo

¿Cómo se diferencia la forma del discurso de consulta del perfeccionista y del obsesivo? El perfeccionista suele consultar por un síndrome depresivo derivado de frustraciones o vicisitudes de la vida. Su estructura rígida le impide la plasticidad necesaria para adaptarse a estas modificaciones, Pero su discurso versa sobre el problema circunstancial y no sobre su rasgo de personalidad, el cual es egosintónico. El obsesivo consulta por la angustia que le genera su estado obsesivo y su discurso se centra en lo obsesivo, y con cierto displacer, vergüenza, suele narrar sus ritos y compulsiones. Este epifenómeno le resulta egodistónico. En ambos es muy útil la consulta complementaria de los familiares quienes aportan detalles esclarecedores, que es omitido por el perfeccionista por no considerarlos de importancia para su caso, y por el obsesivo por valorarlos como vergonzosos. Así pueden narrar que el desorden puede provocar en el perfeccionista un estado de reproche y protestas de variado grado de agresividad, pero es una tormenta de verano, ya conocida por los familiares. En el obsesivo, centrado en el orden, esto provoca un crisis de angustia y la descompensación es tal que el familiar aprende que eso "no se puede" hacer y colabora para que no se repita.

La diferencia entre la ordenalidad de Tellenbach y el perfeccionista

H. Tellenbach2 describió que en las interfaces de los depresivos podía existir una forma de comportamiento donde se priorizaba el afán de orden. Pero Tellenbach se apresura a declarar que dicho afán de orden no debe ser considerado anormal. Reconoce que en esta ordenalidad subyace lo angustioso, lo culpable, el sentido del deber y la formalidad, la voluntad de servicio y la disposición a ayudar. Hay respeto por la jerarquía, la autoridad, la fidelidad y lo moral. Es decir hay mucho esfuerzo del individuo hacia los otros. El perfeccionista se caracteriza por trabajar, esforzarse, por sí mismo, para sí mismo y por su obra. Y muchas veces trabaja en contra marea de las opiniones de los demás, incluso con una actitud de rebeldía. Priorizando sus concepciones por sobre sus pares como la historia del arte lo ejemplifica en muchos casos. El perfeccionista quiere ser ordenado, meticuloso, detallista. El melancólico, en la ordenalidad, "debe" ser ordenado, puntilloso, rendidor.

Un caso de ordenalidad

Cristina había pasado por dos fases, con un intervalo de 3 años, de depresión mayor a pesar de sus 36 años, cada una de ellas había durado 7 penosos meses. Tenía como antecedente que su padre se había suicidado a los 45 años. Reconocía que el único tratamiento efectivo, luego de probar toda la gama de antidepresivos, había sido el electroshock. Venía a consulta por la provisión y control del antidepresivo de mantenimiento que se le administraba en el período interfases. Vestía con elegante sobriedad, era de trato respetuoso pero mantenía con firmeza sus ideas cuando las consideraba correctas. Odiaba los imprevistos y verse obligada a cambiar de planes: me cuesta mucho, tengo que planificar todo de nuevo, se quejaba. Mantenía un orden impecable en su casa y en su trabajo, donde era muy querida y respetada como profesional. Pero todos sabían que era muy tolerante y comprensiva en muchos aspectos, menos en el desorden, la impuntualidad y la desidia. En esas ocasiones se mostraba inflexible y francamente desagradable. Verificaba los mínimos detalles en su afán de que su trabajo, y el de los que estaban bajo su responsabilidad, sea eficiente. Para lograrlo solía quedarse horas extras, no remunerables. En su casa, la lucha era con su hija adolescente, con un criterio muy distinto respecto al orden y en cuyo dormitorio "era imposible entrar". Vivía ocupada, cansada y planificando tareas. Era difícil hacerla reír con ganas. Pero ese era el tipo de vida que ella consideraba normal. El entrecejo a veces denunciaba la omega melancólica. La mirada, ciertos gestos y algunas frases, hacían entrever el temor de que la depresión se repitiera, a pesar de su esfuerzo por disimularlo.

El tratamiento

El tratamiento del obsesivo es complejo, azaroso, de resultado incierto. Se instrumentan variadas técnicas psicoterapéuticas, farmacológicas, incluso quirúrgicas, como recurso extremo, cuando falló todo: los fármacos, el psicoanálisis. Y a veces se consiguen remisiones parciales, alivios temporarios. Otras, el cuadro permanece inmodificable.

El perfeccionista no se trata, ya que no es patológico, sino una forma de ser, un rasgo de personalidad. Puede sufrir descompensaciones como cualquier otro humano por fracasos, frustraciones o aconteceres negativos de la vida, que lo llevan a manifestar un síndrome depresivo. Éste puede ser compensado por psicoterapia y/ o antidepresivos. Entonces el terapeuta, desprevenido, puede ilusionar que alivió a un "obsesivo".

El melancólico, en ocasiones, suele oscilar entre la fase depresiva y la ordenalidad. La ordenalidad para él es "estar sano", displacenteramente sano, ya que es el estado interfase entre una crisis y otra. No suele consultar en este periodo, de algún modo paradisíaco comparado con el infierno melancólico.

Bibliografía:

1. Marietán, Hugo, Semiología psiquiátrica. Editorial Ananké, Buenos Aires, 1998

2. Tellenbach, H. La melancolía, Ediciones Morata, Madrid, 1976

3. DSM IV, APA, Masson, Barcelona, 1995.



Nota al pie:

1 Este trabajo está basado en una clase dictada por el autor para el Curso de Semiología Psiquiátrica (1999) en el Hospital Borda. Por lo que se pide tolerancia para el lenguaje coloquial y ciertas imperfecciones propias del dinamismo de estas exposiciones.

2 Médico Psiquiatra. Hospital Borda. Docente Adscripto de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. (hugo@marietan.com) (www.marietan.com)