¿Cómo funciona el TOC? Los modelos cognitivo-conductuales




¿Cómo funciona el TOC? Los modelos cognitivo-conductuales



Existen multitud de modelos explicativos sobre el TOC, como el psicoanalítico, el neuropsicológico, el biológico, etc. Sin embargo, en este proyecto nos vamos a centrar en los que tienen mayor validación empírica, los cognitivo-conductuales.

Un resumen general de estos modelos sería que el TOC se produce por el modo en que el paciente interpreta determinado tipo de pensamientos intrusivos, esto es, las obsesiones. Los pacientes interpretan esos pensamientos como especialmente relevantes bien por lo que el contenido del pensamiento significa para ellos, bien por lo que significa para ellos el no poder controlar esos pensamientos. Además, en la mayoría de los casos, el paciente siente que tiene la responsabilidad de evitar que se produzcan las consecuencias catastróficas de tener esos pensamientos, normalmente mediante la realización de compulsiones.

Sin embargo, hay modelos más específicos que ponen el acento en determinado tipo de interpretaciones o de creencias relacionadas con el TOC. Los más importantes son los de Paul M. Salkovskis, Stanley J. Rachman. Por último, describiremos las principales tipos de creencias relacionadas con el TOC, definidas por un grupo de expertos de diferentes países, el Obsessive-Compulsive Cognitions Working Group (OCCWG).



El Modelo de Salkovskis

El Modelo cognitivo conductual del TOC elaborado por Paul M. Salkovskis fue el primero modelo cognitivo articulado sobre este trastorno, aunque bebió de trabajos previos de autores como el propio Rachman o Carr. Salkovskis articula su modelo teórico en torno al concepto de Responsabilidad Excesiva (RE). Así, para este autor, el TOC no se origina directamente por la presencia de las obsesiones, ya que éstas se dan con una frecuencia y un contenido similar tanto en población clínica como en no-clínica. Lo que diferencia a la persona con TOC de la que no lo padece, según este modelo, es un determinado tipo de creencias generales (la más importante de ellas es la RE) que le lleva a una interpretación disfuncional de la presencia de los pensamientos obsesivos. La RE implica que el paciente cree que ejerce un papel central en la ocurrencia y prevención de sucesos negativos, que son experimentados como de una importancia crucial. Esta creencia lleva al sujeto a experimentar el imperativo inexcusable de tener que prevenir o subsanar dichas consecuencias o sucesos negativos y lo hace mediante la ejecución de conductas de neutralización (como las compulsiones), la utilización de estrategias de seguridad contraproducentes (como evitar determinadas situaciones o compartir la responsabilidad) o prestando especial atención sus pensamientos. Todos estos intentos acaban resultando perjudiciales, produciendo un empeoramiento en espiral del estado de ánimo y los síntomas obsesivos del paciente.

Este modelo en general y el concepto de Responsabilidad excesiva en particular ha sido ampliamente validado, sobre todo en los TOCs de comprobación.



El Modelo de Rachman

Stanley Rachman elabora otro modelo que, si bien sigue los mismo parámetros generales que en del Salkovskis, pone el acento un paso antes en el proceso cognitivo que produce el TOC. Según este autor, la clave está un paso antes de las interpretaciones referentes a la Responsabilidad excesiva, esto es, en la interpretación catastrófica de los pensamientos intrusivos u obsesiones. Así, según este modelo, el paciente con TOC interpretaría los pensamientos intrusivos de forma catastrófica, dándoles una importancia capital. Posteriormente a esa interpretación, el paciente se vería a si mismo como responsable, bien de evitar la desgraciarelacionada con la obsesión, o por el hecho de haber tenido el pensamiento, lo que le llevaría a la realización de las compulsiones.

Como puede apreciarse, este modelo no niega la importancia de la Responsabilidad excesiva, sino que añade otro componente al proceso obsesivo, respetando el resto de las variables.



Las variables cognitivas del TOC, según el OCCWG

El Obsessive-Compulsive Cognitions Working Group (OCCWG) es un grupo formado por los investigadores del TOC más importantes del mundo. dicho grupo se formó con el propósito de consensuar las definiciones de determinados conceptos cognitivos relacionados con el TOC. Según este grupo, las variables cognitivas más importantes el el TOC son:

- Responsabilidad excesiva. La responsabilidad excesiva fue definida en el apartado referido al Modelo de Salkovskis.

- Intolerancia a la incertidumbre. La intolerancia a la incertidumbre es un conjunto de creencias referidas a la importancia de la certidumbre en todos los aspectos de la vida, al tener pocas habilidades para afrontar los cambios impredecibles y a la dificultad de funcionar adecuadamente en situaciones ambiguas.

- Sobreestimación de la amenaza. Este concepto se refiere a la exageración en la estimación de las probabilidades que existen de que un suceso catastrófico suceda en realidad.

- Creencias sobre la importancia de los pensamientos. Este tipo de creencias se refieren a la importancia dada a los pensamientos y al significado que se les atribuye, como por ejemplo, "el hecho de pensar en algo, implica que quiero que pase", "pensar en algo es tan malo como hacerlo", etc. Algunos autores llaman a este tipo de creencias "Fusión pensamiento-acción".

- Creencias sobre la importancia del control de los pensamientos propios. Muchos pacientes con TOC piensan que es muy importante controlar en todo momento los pensamientos que pasan por su cabeza. Así, estos pacientes realizan verdaderos esfuerzos para intentar "no pensar" en determinadas cosas o eliminar determinado tipo de pensamientos que van contra sus creencias.

- Perfeccionismo. El perfeccionismo en los pacientes con TOC está relacionado con la incapacidad para tolerar errores o imperfecciones mínimas o la creencia de que es posible y necesario encontrar soluciones perfectas para cada problema.
http://toc.uma.es/index.php?option=com_content&view=article&id=22&Itemid=25

El aprendiz de Samurai




Cuentos de vida
El aprendiz de Samurai

Hoy era un día feliz para Kan, hoy cumplía 12 años y su padre había prometido concederle el mayor de los tesoros. Una espada de Samurai. Naturalmente no sería una espada de doble diamante como la de su padre, sería una sencilla katana. Lo demás habría de ganárselo por si mismo. Era un inmenso honor el que le hacía su padre. A partir de ahora dejaba de ser un niño para convertiste en todo un aprendiz de Samurai. Un brillante futuro se presentaba por delante si estaba dispuesto a aprender y a trabajar. Y Kan lo estaba desde lo más profundo de su corazón.



Su padre Kazo estaba frente a él, solemne e imponente como era natural en su persona. El anciano Samurai aparentaba mucha menos edad de la que realmente tenía, solo su larga cabellera blanca y unos ojos llenos de sabiduría rebelaban su verdadera edad. Su armadura de General Samuai reflejaba los dorados rayos del sol como si fuera de oro mientras que los dobles diamantes engastados en la empuñadura de su propia espada katana formaba un doble arco iris enlazado en su base. Kazo había luchado mil batallas y formado a cientos de Samurais, y por fin hoy iba a instruir a su propio hijo. Un acontecimiento que llevaba esperando desde hace doce años. En sus manos sostenía la futura katana de su hijo, un arma poderosa que debía usarse con sabiduría. Kan debía entender que lo más importante de un Samuai no era su arma, sino su sabiduría y su honor.

La cara de Kan resplandeciente de honor y gozo al recibir su espada, llenó el corazón de su padre de un orgullo como nunca antes había sentido. Ahora ya era oficial, el joven aprendiz había superado todas las sutiles trampas que se le habían tendido y por sus propios méritos se había convertido en uno más del clan.

Esa misma noche, después de las celebraciones y las risas, padre e hijo se sentaron juntos alrededor de la hoguera. La noche era cálida y en el cielo lucían las estrellas como luciérnagas en un estanque, la Luna llena brillaba con fuerza, como si quisiera arropar al joven Samurai con sus rayos de luz.

- Hijo mío - La voz de Kazo era grave, relajante y penetrante como las caricias de una madre - Hoy has dado un paso muy importante en tu vida. Has dejado de ser una persona normal, has dejado el bosque para introducirte en el camino de la vida por el sendero del Samurai. Has superado la trampa invisible que tienden los fantasmas del miedo y del fracaso. Nunca luches contra los fantasmas del miedo, ellos harán que todos los problemas parezcan agolparse para vencerte y doblegarte, cuando estos fantasmas te ataquen, no te defiendas, sigue adelante enfrentándote a los problemas uno a uno. Ese es el único secreto del éxito hijo mío.

- Si padre, estas semanas las dudas recorrían mi mente - Kan miraba a la Luna en busca de fuerzas para expresar lo que había sentido - no sabía si sería capaz de llegar al final, tenía miedo de entrar en la senda del Samurai por miedo al fracaso, por miedo a decepcionarte, por miedo a que se rieran de mi los demás mientras no domine todas las técnicas como lo hace un Samurai de verdad. Era un dolor intenso - dijo mientras su mano se posaba en su estomago - como si me clavaran afiladas agujas en el estomago. Pero me di cuenta que si no empezaba, habría fracasado aun antes de intentarlo. - Sus ojos se clavaron en los de su padre - No se si llegaré algún día a ser un Samurai tan bueno y poderoso como tú padre, pero ten por seguro que lo intentaré hasta con el último vestigio de mi alma, nunca me rendiré al camino. Siempre seguiré adelante.

Kazo no podría estar más orgulloso. Su hijo poseía una fuerza que le conduciría allí donde él quisiera. Por que nadie mejor que el viejo Samurai sabía que el mayor secreto para conseguir en la vida lo que se desea es el no rendirse jamas. A su tierna edad ya conocía ese secreto sin duda llegaría muy lejos, mucho más lejos que su padre el General de Generales.

- Hijo, ahora eres parte de los Samurais y por lo tanto has de regirte como tal - El viejo Samurai cogió un grueso leño y se lo paso a su hijo. - Parte este leño hijo mío, se que puedes hacerlo.

- Pero padre, este leño es muy grueso, - dijo el jóven abatido - y yo solo tengo doce años, aun no soy un hombre maduro. No tengo la fuerza suficiente.

- Claro que tienes la fuerza hijo, pero tu fuerza no esta en tus músculos - sentenció a la vez que rodeaba con su grande y cálida mano el estrecho brazo de su hijo - Si no en tu cabeza, es en tu inteligencia y en tu fuerza de voluntad donde posees la energía suficiente para realizar todo aquello que desees.
Si piensas que no eres capaz de hacerlo... seguramente nunca serás capaz. Sin embargo, si estás convencido de que es posible, y desde el fondo de tu corazón brilla la verde llama de la esperanza y la fe en ti mismo. Podrás hacer lo que desees, solo habrás de buscar el medio.

- Pero padre... - Kan quería creer a su padre, era un Samurai y los Samurais nunca mienten. Entonces debía existir una forma... pero cual - ¡Ya se! Ahora yo también soy un Samurai, ¡puedo hacer lo imposible!

Y desenfundando por primera vez su katana lanzó con todas sus fuerzas un terrible golpe contra el tronco... consiguiendo que la katana se incrustara fuertemente dentro del tronco. Kan intentó sacarla de un tirón, pero sus esfuerzos eran inútiles. Estaba demasiado fuertemente enganchada.

Se estaba poniendo muy nervioso, y si no fuera por que la cálida mano de su padre le calmó, como tantas veces había hecho de pequeño, se habría echado a llorar.

- Tu intento ha sido digno de elogio Kan, pero has de aprender antes de hacer. - El viejo samurai tomó entre sus manos la espada de su hijo y con un giro rápido de muñeca extrajo la espada del tronco. - Has de fijarte pequeños objetivos, fáciles de cumplir con tus capacidades, para conseguir lo que deseas.
- Dicho esto devolvió la espada a su hijo. - Primero intenta crear una zanja en el tronco, no de un golpe directo, si no de dos curvos que te ayuden a debilitar la rama.

Kan lanzó un tajo curvo y cortante que hizo saltar unas astillas del tronco, a continuación lanzó otro en dirección opuesta que hizo que casi la mitad del tronco se dispersara por el suelo. Animado repitió la operación y unos instantes después el grueso tronco reposaba en el suelo, partido en dos pedazos y un montón de astillas.

- Tienes razón padre! El tronco entero era demasiado para mí, pero poco a poco he logrado debilitarlo y al final yo he vencido. Si hubiera pensado que no podía, nunca lo hubiera intentado. Pero decidí que era capaz, que debía de existir una manera de cortarlo y la encontré!

- Siempre existe una manera - La voz del viejo Samurai penetró en los oídos de su hijo grabando estas palabras a fuego - siempre existe una manera de lograr lo que deseamos.

- Y para ello debemos hacer lo que sea padre - Preguntó inocentemente Kan.

Kazo se alarmó, no quería que su hijo le interpretara mal, siempre había que regirse por el honor y la generosidad, pero una vez que vio la inocente mirada de su hijo, la calma se apoderó otra vez de su corazón.

- Hijo, Puedes conseguir todo lo que desees en la vida pero no te olvides que no puedes dañar a otros para lograrlo. Además es necesario que ayudes a quien encuentres en tu camino.

- No entiendo padre.

- Tu sabes que el granjero siempre recoge más de lo que siembra ¿No es así? - Kazo sabía que su hijo había ayudado a sembrar a sus vecinos y se había quedado maravillado al ver como crecían las plantas día a día y como de un puñado de semillas surgían, con el tiempo, cientos de sabrosos frutos - Pues igual que el granjero siempre recoge más que lo que siembra, tu debes saber que no estas solo y has de ayudar todo lo que puedas a los demás, si lo haces así después recogerás la cosecha más fructífera que nunca hayas soñado.

Kan quedó pensativo, todavía era muy joven para entender todas las palabras de su padre, pero el sabía que su padre siempre había sido generoso y gracias a ello había llegado a ser un general de generales, por eso decidió firmemente que él haría lo mismo.

- Padre, tengo una duda que me atormenta - Se sinceró Kan - antes no te la quise decir por que hoy es un día de dicha. Pero no concuerda con lo que me acabas de decir.

- ¿Si hijo?

- Ayer conté a mis amigos del pueblo que me iba a convertir en Samurai, que aprendería los secretos de nuestro arte y que me convertiría en el tipo de guerrero más poderoso que existe - los ojos de Kan se clavaron en el crujiente fuego - y los otros niños se rieron de mí, me dijeron que era un blandengue, que todo eran mentiras y que tuviera cuidado porque lo más seguro es que me dieran una paliza los verdaderos Samurais por mentiroso y que luego me echarían a la hoguera. ¿he de ser generoso también con esos niños padre?

- Hijo... - Una sonrisa de comprensión surcaba los labios del viejo Samurai, a él le había pasado lo mismo en su juventud y sabía que las mismas personas que hoy criticaban y ridiculizaban a su hijo, mañana serían sus más fervientes admiradores por su valentía y coraje - Hay una forma muy fácil de evitar las críticas...

-¿Cuales padre? - Preguntó entusiasmado Kan

- ... simplemente no tengas nada que y no hagas nada, consigue un trabajo de barrendero y mata tu ambición. Es un remedio que nunca falla.

- ¡Pero Padre! Eso no es lo que yo quiero, yo quiero ser fuerte y poderoso como tú, tengo aspiraciones y sueños que quiero cumplir en la vida. Y solo tengo esta vida para hacer esos sueños realidad ¿Como me pides que haga eso?

- Entonces Kan, ten mucho cuidado con los ladrones de sueños - dijo Kazo misterioso

- ¿Los ladrones de sueños? - El niño Samurai miró temeroso a su alrededor

- ¿Que son? ¿demonios de la noche? ¿Duendes malignos? ¿Seres tenebrosos?

- No hijo, son tus amigos y personas cercanas a ti

- Los ojos de su hijo lo miraban con una expresión triste, como si le acabara de caer el mundo encima.
- No te preocupes, solo son amigos tuyos, mal informados que quieren protegerte, quieren todo el bien para ti y que no sufras, por eso intentarán detenerte en todos los proyectos que hagas, para evitar que fracases y te hagas daño.

- Pero entonces son como los fantasmas del miedo y del fracaso, quieren mi bien y sin embargo me infringen el mayor daño que puede existir. Robándome mis sueños, mis ambiciones y por tanto las más poderosas armas que tengo para alcanzar lo que yo quiero. Si nunca lo intento... nunca lo conseguiré. Es cierto que si lo intento puedo fracasar, sin embargo también puedo tener éxito y conseguir lo que yo quiero!

- Eso es hijo y además, sin quererlo, acabas de descubrir tus tres armas más poderosas.

- ¡Cuales! dímelo - su ilusión ante la perspectiva de tener más armas era enorme.

- La primera el Entusiasmo, si crees en lo que haces y de verdad te gusta podrás conseguirlo todo y debes creerlo con todos los vestigios de tu ser.

Kan asintió con la cabeza temeroso de interrumpir a su padre.

- La segunda ¡El Empuje! Has de aprender y trabajar, aprender y trabajar y después... enseñar, aprender y trabajar. Solo con el trabajo conseguirás tus objetivos. Si pretendes aprovecharte de la gente solo encontraras el fracaso, sin embargo, si trabajas con honor, en equipo y siempre intentas superarte... no habrá nada que pueda pararte.

Kan poso la mano en su corazón y se prometió a si mismo, en absoluto silencio que siempre trabajaría con honor y que nadie le pararía.

- Y tercer la Constancia - los ojos de Kan preguntaban a su padre que era la constancia, acaso no era lo mismo que el empuje - La Constancia hijo mío, es la capacidad de aguantar en los tiempos duros y seguir trabajando para que vengan los tiempos buenos, la constancia es el Arte de Continuar Siempre! Tú ahora acabas de empezar y mañana empezarás a practicar con los Samurais. Al principio, después de cada entrenamiento, te dolerán los músculos y estarás cansado, tendrás ganas de abandonarlo todo por que pensarás que esto es demasiado duro para ti. Pero si eres Contante y continuas aprendiendo y practicando, poco a poco tu cuerpo se irá adaptando y desarrollando, así como tu mente. Y veras como cada vez las cosas te resultarán más fáciles y obtendrás más resultados y más fácilmente. Los comienzos son siempre duros hijo, y solo si eres Constante tendrás el éxito asegurado.

Kazo vio como su joven hijo asentía medio dormido. Ya era tarde y hoy había aprendido más que en toda su vida. El viejo Samurai cogió a su hijo, ahora aprendiz de su arte, en sus brazos, levantando, a pesar de su avanzada edad, como si de una pluma se tratara.

Su hijo le susurró algo al oído "gracias papá!" antes de quedarse dormido. El general de generales se preguntó si realmente su hijo seguiría al pie de la letra todos los consejos que hoy había aprendido. Sabía que si así lo hacía llegaría aun más alto de lo que él, general de generales, había logrado.



Autor: Jesús Lázaro.

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Calidad de vida y discapacidad en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo


INTRODUCCIÓN
El trastorno obsesivo-compulsivo es el cuarto trastorno
psiquiátrico entre los más frecuentes, produciéndose en el
2-3% de la población estadounidense [14]. Además, es
una enfermedad crónica e incapacitante que repercute
negativamente en la función académica, ocupacional,
social y familiar de los pacientes [11, 12, 17]. Este efecto
se traslada a sus familias y amigos, y a la sociedad [12].
En efecto, el TOC ocupa el décimo lugar entre las diez
causas principales de discapacidad del Banco Mundial y la
OMS y, en el caso de las mujeres de 15-44 años, ocupa la
quinta posición [22]. A pesar de esta situación, apenas se
han comunicado, que sepamos, datos sobre la calidad de
vida y la discapacidad en los pacientes con TOC.
La calidad de vida relacionada con la salud es un constructo
multidimensional que refleja el bienestar físico y
mental global de un individuo [19]. Una definición más
detallada es la de Wenger y Furberg: "los atributos valorados
por los pacientes, incluidos: su comodidad o sentido
de bienestar resultante; la medida en que pueden mantener
una función física, emocional e intelectual
razonable, y el grado en que conservan su capacidad para
participar en actividades valoradas dentro de la familia,
en el lugar de trabajo y en la comunidad" [21]. Este concepto
es especialmente pertinente en el campo de los tras-
Calidad de vida y discapacidad en pacientes con
trastorno obsesivo-compulsivo
J. Bobes1, M. P. González1, M. T. Bascarán1, C. Arango2, P. A. Sáiz1 y M. Bousoño1
1Departamento de Psiquiatría, Universidad de Oviedo, Julián Clavería, 6, 33006 Oviedo, España; 2Hospital
Gregorio Marañón, Madrid, España
Resumen - El propósito de este estudio es describir la situación de los pacientes con trastorno obsesivocompulsivo
(TOC) españoles y compararla con la de la población general y otros grupos de pacientes.
Métodos. Se evaluó a 36 pacientes con TOC en tratamiento de mantenimiento utilizando la Y-BOCS, el
SF-36 y la DAS-S. Sus puntuaciones en el SF-36 se compararon con normas españolas y con las obtenidas
de pacientes con TOC estadounidenses, pacientes ambulatorios esquizofrénicos, pacientes ambulatorios
deprimidos, heroinómanos, pacientes en hemodiálisis y receptores de trasplante de riñón.
Resultados. El 61% de los pacientes tenía síntomas graves o sumamente graves. Su calidad de vida era
peor cuando se comparaba con las normas españolas en todas las áreas del SF-36, pero especialmente
con respecto a la salud mental. A diferencia de los pacientes con TOC estadounidenses, el funcionamiento
social está más deteriorado en los pacientes con TOC españoles. Los pacientes con TOC comunicaron
la misma calidad de vida que los esquizofrénicos en las áreas de salud mental, pero mejor en las
áreas de salud física. Comparado con los heroinómanos y los pacientes deprimidos, su calidad de vida
era peor. En las escalas de salud mental, los pacientes con TOC puntuaron peor que los somáticos.
Conclusiones. Se mostró que el TOC en la población española se asociaba con una calidad de vida peor
que para cualquier otro grupo de pacientes (incluidos los grupos con afecciones físicas), excepto los
esquizofrénicos.
discapacidad / trastorno obsesivo-compulsivo / calidad de vida / SF-36
ARTÍCULO ORIGINAL
436 Eur Psychiatry Ed. Esp. (2001); 8: 436-442
Bobes J, González MP, Bascarán MT, Arango C, Sáiz PA, Bousoño M. Quality of life and disability in patients with obsessive-compulsive
disorder. Eur Psychiatry 2001; 16: 239-245.
Calidad de vida y discapacidad en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo 437
tornos crónicos, ya que éstos tienen a menudo un efecto
negativo en la calidad de vida relacionada con la salud.
En el caso del TOC, los pocos estudios que existen indican
que estos pacientes tienen una calidad de vida mala.
Intentamos describir aquí cómo afecta el TOC a la calidad
de vida relacionada con la salud y la actividad global
de los pacientes, y comparar su calidad de vida con normas
para la población española general y para los pacientes
con otros trastornos psiquiátricos y físicos. Nuestras
hipótesis son que: 1) la calidad de vida relacionada con la
salud en los pacientes con TOC está deteriorada, especialmente
en las áreas de salud mental, y 2) este deterioro
es equivalente al que muestran los pacientes esquizofrénicos
y mayor que el de los pacientes deprimidos.
MÉTODOS
Pacientes
Pacientes obsesivo-compulsivos
Se incluyeron en el estudio 36 pacientes ambulatorios
consecutivos que cumplían los criterios de la CIE-10
para TOC. Los pacientes estaban en tratamiento de mantenimiento
con diferentes medicaciones serotoninérgicas.
Después de recibir una explicación completa del estudio,
cada paciente dio consentimiento oral para participar.
Un entrevistador clínico experimentado administró un
protocolo "ad hoc" para recoger información demográfica
(es decir, la edad, el género, el estado civil, el nivel
educativo y la comorbilidad somática). Para cuantificar
la gravedad de los síntomas obsesivo-compulsivos de los
pacientes, empleamos la Escala de Obsesión Compulsión
de Yale-Brown (Y-BOCS) [9]. Utilizamos el Inventario
Breve de Evaluación de la Discapacidad de la Organización
Mundial de la Salud (WHO DAS-S) para evaluar el
nivel de discapacidad [13]. El Cuestionario Breve de
Salud de 36 elementos MOS (SF-36) [20] se usó para
evaluar su calidad de vida relacionada con la salud.
Población normativa española
Se obtuvieron normas para la población española en
un estudio transversal de una muestra aleatoria estratificada
en etapas múltiples de individuos no institucionalizados
que residían en España [2]. La muestra final
incluía 9.151 individuos (de 18 años o más) con una
edad media de 45,2 años; el 48,2% eran varones. Se realizaron
entrevistas personales domiciliarias, que incluían
el SD-36. Para la mayoría de las áreas del SF-36, la calidad
de vida relacionada con la salud era mejor entre los
hombres y entre los grupos más jóvenes (P < 0,01).
Pacientes obsesivo-compulsivos estadounidenses
Se utilizaron en el análisis los datos sobre la calidad
de vida de 60 pacientes estadounidenses con TOC [15].
La edad media de esta muestra era 40,1 (10,6) años, y el
57% de ella eran varones; la puntuación media total de la
Y-BOCS en la línea de base era 26,8 (4,2).
Pacientes ambulatorios esquizofrénicos
La muestra la componían 362 pacientes ambulatorios
esquizofrénicos no agudos (criterios de la CIE-10) que participaron
en un estudio español multicéntrico sobre la calidad
de vida en la esquizofrenia en tratamiento de mantenimiento
con risperidona [4]. Se incluyó a los pacientes en el
estudio cuando, después de estar en tratamiento de mantenimiento
con diferentes antipsicóticos, sus psiquiatras optaron
por cambiarlos a monoterapia con risperidona. Esta
decisión se tomó basándose en la intolerancia o la falta de
eficacia del tratamiento anterior. La calidad de vida se evaluó
en la línea de base y a los 2, 4 y 8 meses utilizando el
SF-36. La edad media era 34,3 (10,6) años, el 72% eran
varones y la puntuación total media en la BPRS (puntuación
de 0-4) en la línea de base era 23,8. En este análisis,
se incluyeron los datos del SF-36 en la línea de base.
Pacientes ambulatorios deprimidos
En este análisis, se utilizaron los datos sobre calidad de
vida de 729 pacientes deprimidos (criterios de la CIE-10)
incluidos en un estudio multicéntrico español sobre depresión
y venlafaxina [3]. La edad media era 47,3 (13,4)
años; el 28% eran varones. Para el presente análisis, decidimos
emplear los datos de calidad de vida (SF-36) en el
mes 6, ya que en ese momento los pacientes se encontraban
estabilizados clínicamente y, por tanto, su estado clínico
era más similar al de los pacientes con TOC y los
pacientes esquizofrénicos incluidos en el estudio.
Heroinómanos
En el presente estudio, se emplearon los datos de calidad
de vida para heroinómanos (criterios de la CIE-10)
438 J. Bobes, et al
que habían permanecido 4 años en un programa de mantenimiento
de metadona (PMM) en Asturias (norte de
España) [6]. De los 132 pacientes que iniciaron el tratamiento
en ese PMM, 49 permanecían después de 4 años.
Su edad media era 32,6 (4,8) años; el 89,8% eran varones.
La calidad de vida se evaluó utilizando el SF-36.
Pacientes con insuficiencia renal en estadio final
Esta muestra incluía a todos los pacientes con insuficiencia
renal en estadio final que estaban en terapia de
sustitución renal (hemodiálisis o receptores de trasplante
de riñón con un injerto en funcionamiento) en Asturias
en 1996. Se evaluó a un total de 170 pacientes en hemodiálisis
y 210 pacientes con un injerto en funcionamiento
utilizando el SF-36 [16]. Las edades medias eran 63,7
(13,04) años (pacientes de hemodiálisis) y 49,7 (12,2)
años (pacientes trasplantados). El porcentaje de varones
era 51,2% y 66,7%, respectivamente.
Evaluación
Medidas de calidad de vida relacionada con la salud
Como no existe un instrumento específico para evaluar
la calidad de vida en los pacientes con TOC, decidimos
emplear el SF-36, un instrumento genérico, que nos
permitió comparar la calidad de vida relacionada con la
salud de nuestros pacientes con la de la población general
española y con la de otros pacientes con trastornos
físicos y mentales crónicos.
El SF-36 es uno de los instrumentos de calidad de vida
relacionada con la salud más utilizados. Es un cuestionario
breve con 36 elementos en ocho escalas de múltiples
elementos: funcionamiento físico, limitaciones físicas de
rol, dolor corporal, salud general, vitalidad, actividad
social, limitaciones emocionales de rol y salud mental, y
dos medidas globales: salud física y salud mental. Las
escalas de funcionamiento físico, limitaciones físicas de
rol y dolor corporal contribuyen más a la puntuación de la
medida global de salud física, mientras que las escalas de
salud mental, limitaciones emocionales de rol y funcionamiento
social contribuyen más a la medida de salud mental.
Las puntuaciones brutas en las ocho escalas del SF-36
van de 0 (peor estado de salud posible medido por el
cuestionario) a 100 (mejor estado de salud posible). Por
contraste, las medidas globales se puntúan utilizando
métodos basados en normas. Tienen una media de 50 y
una desviación típica de 10 en la población española
general, de manera que las puntuaciones por encima o por
debajo de 50 están por encima o por debajo de la media
en la población española general. La versión española ha
demostrado buenas propiedades psicométricas [1].
Medidas de la discapacidad
La WHO DAS-S es una entrevista semiestructurada
desarrollada para evaluar y estimar las consecuencias de
los trastornos mentales en la vida del paciente. Registra
la evaluación del profesional clínico de las discapacidades
en las cuatro áreas siguientes: mantenimiento del
cuidado personal, ejecución de tareas habituales en la
ocupación de uno, actividad en relación con la familia y
los miembros de la casa y actividad en un contexto social
más amplio. Cada área se evalúa en una escala de seis
puntos donde 0 = ausencia de discapacidad en todo
momento y 5 = el paciente está gravemente discapacitado
todo el tiempo. En la evaluación de la discapacidad
en cada área, el profesional clínico tiene que tener en
cuenta tanto la gravedad de la deficiencia como su duración,
y comparar el funcionamiento del paciente con el
considerado normal para una persona del mismo sexo,
edad y antecedentes socioculturales.
Análisis de datos
Se hicieron comparaciones demográficas utilizando la
prueba de la t de Student y la prueba de la Z. Las comparaciones
de la calidad de vida se hicieron utilizando la
prueba de la t de Student. Se utilizaron valores de la P
bilaterales para todos los análisis, y los valores de la P <
0,05 se consideraron estadísticamente significativos.
Tabla I. Características demográficas (edad y género) a través
de las muestras incluidas en el análisis de la calidad de vida
relacionada con la salud.
Edad Género (%
media de varones)
Pacientes con TOC 34,08 55,6
Población normativa española 45,2b 48,2
Pacientes con TOC estadounidenses 40,1b 57
Pacientes ambulatorios esquizofrénicos 34,3 72a
Pacientes ambulatorios deprimidos 47,3d 28,3c
Heroinómanos 32,6 89,8c
Pacientes en hemodiálisis 63,7d 51,2
Pacientes con trasplante de riñón 49,7d 66,7
Diferencias estadísticamente significativas (prueba de la t de
Student y prueba de la Z) comparado con los pacientes con
TOC: a: P < 0,05; b: P < 0,01; c: P < 0,0005; d: P = 0,0000.
Calidad de vida y discapacidad en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo 439
RESULTADOS
Características demográficas y clínicas
La edad media de los pacientes con TOC era 34,08
(11,4) años (amplitud 13-85), con un 55,6% de varones.
En cuanto al estado civil, había 50% de solteros,
44,4% de casados y 5,6% de divorciados. El nivel educativo
correspondía a escuela primaria en el 25% de
los casos, escuela secundaria en el 36,1% y título universitario
en el 33,3%. El 5,6% aproximadamente no
habría recibido ninguna educación formal. Sólo un
13,9% tenía comorbilidad somática grave. Comparado
con las otras muestras, nuestros pacientes con TOC
eran significativamente más jóvenes que los pacientes
con TOC estadounidenses, la población normativa
española, los pacientes ambulatorios deprimidos y los
pacientes somáticos (hemodiálisis y con trasplante de
riñón). El porcentaje de mujeres en nuestra muestra
con TOC era significativamente mayor que en las
muestras de pacientes ambulatorios esquizofrénicos y
heroinómanos, y significativamente inferior que en la
de pacientes ambulatorios deprimidos (tabla I).
La puntuación total media de nuestros pacientes con
TOC en la Y-BOCS fue 23,66 (9,03), lo que es coincidente
con síntomas moderadamente graves. Las puntuaciones
subtotales medias fueron 12,11 (4,86) para
las obsesiones y 11,56 (5,85) para las compulsiones.
Casi dos tercios (61,1%) de los pacientes tienen puntuaciones
totales en la Y-BOCS que corresponden a
síntomas graves o sumamente graves. La edad media
en el comienzo de la enfermedad era 27,5 (11,4) años.
La puntuación media de la escala de depresión de
Hamilton era 14,72 (8,16) y un 44,8% obtuvo puntuaciones
≥ 18.
Calidad de vida y datos de discapacidad
Las puntuaciones medias obtenidas en el SF-36 se
muestran en la tabla II. Esta tabla muestra también las
normas españolas y las diferencias entre ambos grupos
expresadas en unidades de desviación típica (la puntuación
media para los pacientes con TOC menos la puntuación
media para la población normativa española,
dividido por la desviación típica de la puntuación de la
población normativa española). Las puntuaciones medias
de los pacientes con TOC en las escalas del SF-36 se
sitúan por debajo de las normas españolas. El área con el
nivel más bajo de calidad de vida relacionada con la
salud era la actividad social (dos unidades de desviación
típica por debajo de la población española) seguida por
limitaciones emocionales de rol y salud mental (1,71 y
1,36, respectivamente). Estas diferencias entre los
pacientes con TOC y la población española alcanzaron la
significación estadística en las escalas de salud general,
vitalidad, actividad social, limitaciones emocionales de
rol y salud mental (P = 0,0000). La medida de resumen
de salud física es similar a la de la población general,
mientras que la medida de resumen de salud mental cae
dos unidades de desviación típica por debajo de la media
en la población española general (tabla II).
Comparado con los pacientes con TOC estadounidenses
(tabla III), nuestros pacientes comunicaron niveles
significativamente más bajos de calidad de vida en las
áreas de salud general (69,4 frente a 51,1) y actividad
social (68,7 frente a 50). Los pacientes esquizofrénicos
tienen niveles significativamente peores de calidad de
vida en las áreas relacionadas con la salud física: actividad
física (73,4 frente a 82,3), limitaciones físicas de rol
(48,1 frente a 71,5) y salud general (42,3 frente a 51,1).
No se encontraron diferencias significativas entre estos
dos grupos en las escalas relacionadas con las medidas
Tabla II. Comparación entre las puntuaciones medias del SF-36 de los pacientes con TOC y las normas de la población española.
TOC Normas de la población Diferencia en unidades de
(N=36) española (N=9.151) desviación típica
Funcionamiento físico (FF) 82,36 (24,21) 84,70 -,09
Limitaciones físicas de rol (LFR) 71,52 (36,91) 83,20 -,33
Dolor corporal (DC) 72,80 (29,43) 79,00 -,22
Salud general (SG)a 51,11 (22,58) 68,30 -,77
Vitalidad (VT)a 45,27 (19,81) 66,90 -,97
Actividad social (AS)a 50,00 (31,48) 90,10 -2
Limitaciones emocionales de rol (LER)a 37,03 (41,99) 88,60 -1,71
Salud mental (SM)a 45,88 (21,77) 73,30 -1,36
Salud física 51,96 ,19
Salud mental 29,21 -2,07
Prueba de la t de Student: a: P < 0,0000.
440 J. Bobes, et al
globales de salud mental. Tanto los pacientes deprimidos
como los heroinómanos mostraron niveles significativamente
mejores de calidad de vida que los pacientes con
TOC en las escalas siguientes: actividad social, limitaciones
emocionales de rol y salud mental. Además, los
pacientes deprimidos tenían también mejores niveles de
calidad de vida en las escalas de dolor corporal y vitalidad
(tabla III).
Como se esperaba, los pacientes con hemodiálisis
comunicaron niveles significativamente peores de
calidad de vida en las escalas de actividad física (54,2
frente a 82,3) y salud general (35,1 frente a 51,1) y
mejores niveles en las de actividad social, limitaciones
emocionales de rol y salud mental que nuestros
pacientes con TOC (tabla III). Sin embargo, las puntuaciones
en las escalas de salud física para los
pacientes con trasplante de riñón fueron iguales o
mejores (salud general) que las de los pacientes con
TOC (tabla III).
La tabla IV refleja las estimaciones dadas por los profesionales
clínicos en la DAS-S. Las áreas consideradas
más afectadas eran la social y la ocupacional. Comparado
con las estimaciones de los pacientes esquizofrénicos,
los pacientes con TOC estaban significativamente más
incapacitados en estas dos áreas (3,21 frente a 2,61 y
3,18 frente a 2,64, respectivamente).
DISCUSIÓN
Nuestros resultados demuestran que los pacientes con
TOC, junto con los esquizofrénicos, tenían la calidad de
vida relacionada con la salud más baja a través de los
ocho grupos analizados, especialmente en las áreas de
salud mental, como ponen de manifiesto las puntuaciones
medias más bajas de las subescalas del SF-36. Las
áreas que mostraban la deficiencia mayor eran actividad
social, limitaciones emocionales de rol y salud mental,
de manera que nuestra primera hipótesis con respecto al
mayor deterioro de las áreas relacionadas con la medida
de resumen de la salud mental se confirmó. Koran y cols.
[15] comunicaron también más deficiencia en los dominios
de salud mental; encontraron que la vitalidad era el
área más afectada, seguida por las áreas de salud mental
y limitaciones emocionales de rol. El nivel más grande
de discapacidad en nuestros pacientes con TOC correspondía
a las áreas sociales y ocupacionales. Estos resultados
están de acuerdo con varios estudios [7, 10, 12,
17], que han comunicado que el mayor efecto del TOC
en la vida de los pacientes era la perturbación de su
carrera y sus relaciones con la familia y los amigos. Hasta
el 60-70% comunicó "mucha" o "muchísima" interferencia
con su vida escolar, laboral, social y familiar [10].
Stein y cols. [17] encontraron que las relaciones sociales
y familiares eran las áreas consideradas moderada o gravemente
disfuncionales para la mayoría de los pacientes
(60,5% y 59%, respectivamente). El 40% comunicó
interferencia grave o moderada con el trabajo y el 40%,
con el logro académico. En nuestro estudio, los profesionales
clínicos evaluaron la vida laboral y social como las
áreas con mayor discapacidad, seguido por la vida familiar.
El nivel medio de discapacidad en estas áreas (entre
el 50% y el 60%) está de acuerdo con los niveles comunicados
por Steketee [18] en su revisión.
La peor calidad de vida de los pacientes con TOC
comparado con la población general española no se pue-
Tabla III. Comparación entre las puntuaciones medias del SF-36 de los pacientes con TOC y otros pacientes psiquiátricos y somáticos.
FF LFR DC SG VT AS LER SM
TOC (N = 36) 82,36 71,52 72,80 51,11 45,27 50,00 37,03 45,88
TOC EE.UU. (N = 60) 88,80 77,50 79,40 69,40c 44,30 68,70b 52,80 51,70
Esquizofrénicos (N = 346) 73,4a 48,1b 71,6 42,3a 38,7 46,5 35,4 47,3
Deprimidos (N = 729) 85,46 74,58 81,16a 56,62 55,01a 78,76d 77,10d 68,79d
Heroinómanos (N = 49) 86,53 82,65 80,85 52,40 46,42 80,93d 68,44c 58,61d
Pacientes en hemodiálisis (N = 170) 54,20d 64,00 65,60 35,10c 51,60 80,90d 72,40d 67,70d
Receptores de trasplante de riñón (N = 210) 83,30 87,40a 80,20 65,30b 73,60d 93,50d 87,50d 79,60d
FF: Funcionamiento físico; LFR: Limitaciones físicas de rol; DC: Dolor corporal; SG: Salud general; VT: Vitalidad; AS: Actividad
social; LER: Limitaciones emocionales de rol; SM: Salud mental. Diferencias estadísticamente significativas (prueba de la t de
Student) comparado con las puntuaciones medias de pacientes con TOC: a: P < 0,05; b: P < 0,005; c: P < 0,0005; d: P < 0,0000.
Tabla IV. Puntuaciones en el Inventario Breve de Evaluación de
la Discapacidad de la Organización Mundial de la Salud (WHO
DAS-S): pacientes con TOC frente a pacientes esquizofrénicos.
TOC Esquizofrénicos
(N=34) (N=365)
Cuidado personal 1,35 (1,35) 1,60
Ocupacióna 3,18 (3,34) 2,64
Familia y hogar 2,41 (2,12) 2,16
Contexto social más amplioa 3,21 (3,40) 2,61
Prueba de la t de Student: a: P < 0,05.
Calidad de vida y discapacidad en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo 441
de atribuir a diferencias en la edad o el género. Los jóvenes
y los varones, que en España comunican mejor calidad
de vida, tenían una representación mayor en el grupo
de pacientes con TOC.
Se encontró que la calidad de vida relacionada con la
salud era bastante similar en los pacientes con TOC y
los esquizofrénicos, como en el caso de Calvocoressi y
cols. [5]. Esto es particularmente pertinente, porque la
esquizofrenia se ha considerado tradicionalmente como
la enfermedad psiquiátrica más devastadora. Sin embargo,
nuestros resultados indican que, en las áreas relacionadas
con la medida global de salud mental, la calidad
de vida de los pacientes con TOC es exactamente tan
mala como la de los pacientes esquizofrénicos. La
ausencia de diferencias estadísticamente significativas
entre ambos grupos difícilmente se puede imputar a factores
clínicos o demográficos. Clínicamente, ambas
muestras eran similares, como ponen de manifiesto sus
puntuaciones en los instrumentos de gravedad. Demográficamente,
las edades medias eran idénticas, pero la
proporción más alta de varones en el grupo esquizofrénico
puede haber contribuido a las puntuaciones de calidad
de vida más elevadas de este grupo. Las diferencias
encontradas en las áreas relacionadas con salud física
global pueden ser sorprendentes hasta cierto punto.
Parecen indicar que la esquizofrenia afecta a la vida de
quienes la sufren de modo más amplio que el TOC.
Pero, en un examen más detenido en cuanto al significado
exacto de las áreas físicas, pensamos que puede
haber otras interpretaciones. Teniendo en cuenta el
hecho de que el área de limitaciones físicas de rol se
refiere a las limitaciones de rol debidas a problemas físicos,
podría ser que los pacientes esquizofrénicos no fueran
tan capaces de diferenciar si sus limitaciones de rol
se deben a problemas físicos o a problemas emocionales.
Otro factor que podría contribuir a esta diferencia es
la medicación. Cuando se administró el SF-36 en la
línea de base, todos los esquizofrénicos estaban con
medicación neuroléptica depot. Se sabe que este tipo de
medicación tiene efectos secundarios que podrían influir
en la deficiencia en las escalas físicas. Por último, las
estimaciones de discapacidad de los profesionales clínicos
apoyan nuestra hipótesis de que el TOC es tan
devastador como la esquizofrénica. Los profesionales
clínicos estimaron que la vida social y ocupacional de
los pacientes con TOC estaba significativamente más
afectada que la de los pacientes esquizofrénicos.
Los pacientes con TOC españoles comunicaron peores
niveles de calidad de vida relacionada con la salud que
los pacientes con TOC estadounidenses en las área de
salud general y actividad social. La actividad social era
el área a la que el TOC afectaba más en la muestra española,
mientras que en la estadounidense ocupa el cuarto
lugar. Esta diferencia se puede interpretar en el contexto
de las diferencias culturales entre ambas poblaciones, ya
que el componente social de la vida de un español tiende
a ser más importante para él.
Con respecto al resto de los trastornos psiquiátricos
incluidos en el análisis, no caben dudas. La calidad de vida
de los pacientes con TOC era peor que la de los pacientes
deprimidos o los heroinómanos. Sin embargo, Koran y
cols. [15] comunicaron mayor calidad de vida en todas las
áreas del SF-36, excepto en las limitaciones emocionales
de rol para los pacientes con TOC que para los deprimidos.
Sin embargo, es necesario señalar que estos autores utilizaron
la mediana y no las puntuaciones medias para comparar
la calidad de vida a través de los grupos.
Los pacientes con TOC mostraron niveles más bajos
de calidad de vida relacionada con la salud en las áreas
correspondientes al dominio de la salud mental y niveles
iguales o más altos en las áreas del dominio de la salud
física que los pacientes en hemodiálisis. Estos hallazgos
están de acuerdo con las diferencias esperadas en los
efectos del trastorno mental y físico sobre la calidad de
vida relacionada con la salud. El hecho de que los receptores
de trasplante de riñón comunicaran una calidad de
vida igual o mejor que los pacientes con TOC destaca el
éxito que el trasplante de riñón ha logrado, no sólo en el
campo clínico sino en la vida diaria de los pacientes [8].
Las limitaciones metodológicas hacen que sea necesario
ver nuestros resultados con precaución. En primer
lugar, está la naturaleza transversal de nuestro estudio.
En segundo lugar, es poco probable que los pacientes
ambulatorios de nuestra clínica privada sean una muestra
representativa de los pacientes con TOC en España. En
tercer lugar, el pequeño tamaño de la muestra limitó la
capacidad para controlar el género y los trastornos
comórbidos. Y, por último, hemos utilizado sólo un instrumento
genérico de calidad de vida relacionada con la
salud, sin una herramienta específica para los pacientes
psiquiátricos, ya que ese instrumento no existe. Sin
embargo, los resultados de este estudio están de acuerdo
con la experiencia clínica y con estudios similares llevados
a cabo en otros países.
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442 J. Bobes, et al

Sentimos según pensamos: los hilos de nuestra felicidad se manejan desde el cerebro


Dónde si no... se preguntará alguien. Es el cerebro quien decide cuántas pulsaciones va a producir nuestro corazón cuando nos montamos en un avión, es en él donde hallamos las respuestas a por qué una mujer es infiel a su marido; también él decide por qué un hombre que lleva toda su vida laboral soñando con su jubilación se desmorona cuando finalmente alcanza el merecido descanso... y, en definitiva, él es el juez que media en cada emoción, motivación, conducta y cambio fisiológico que experimenta un ser humano.

Hay muchas orientaciones psicológicas, luego hablaremos de algunas de ellas, pero todas coinciden en el papel de excepción que ocupa el cerebro en nuestro bienestar. Pero el cerebro es grande, y sus vericuetos, inexplorados, de manera que lo que va a diferenciar una orientación de otra es el lugar del cerebro en el que centran su estudio. Para nuestra vida cotidiana, decir que la felicidad se encuentra en nuestro cerebro es como no decir nada, pues nada se puede hacer con este axioma. ¿En qué lugar del cerebro? Ésa es la pregunta clave, ésa es la discusión que nos traemos entre manos. ¿A qué parte de mi cerebro he de pedirle cuentas cuando me obsesiono con que un ser querido pueda enfermar?, ¿y cuando mi cara se pone roja al hablar en público?, ¿y dónde reclamar cuando, a pesar de tenerlo todo, una insidiosa insatisfacción corroe mis ilusiones? He de quejarme al señor hipotálamo por sufrir una inflamación en su parte anterior, o quizás mis ruegos deban dirigirse a ese gen que me predispone a la agresividad. Acaso puedo decirle a mi jefe que la causa de mi baja productividad de debe la conexión sináptica de turno. Por suerte, ya casi nadie intenta contestar estas mundanas preguntas en Dios o la madre casualidad, todos sabemos dónde hallar las respuestas... Ahora, la diferencia estriba en qué hilos debemos tocar en ese mundo oscuro que pende sobre nuestros hombros para influir en nuestra vida emocional.
Es sorprendente, pero la mayoría de los pacientes que acuden a mi consulta, cuando les pregunto si conocen cuál es la orientación psicológica con la que trabajo, suelen exclamar: "¡Ah!... ¿Pero es que hay más de una!". Pues sí, no es que halla más de una, es que hay más de cien, aunque las más significativas se agrupen en un puñado. Gracias a Woody Allen y al señor Freud, la más conocida es el psicoanálisis, pero hay otras de renombre como el análisis transacional, las terapias breves, Gestalt, rogeriana, transpersonal y un largísimo etcétera. No creo que exista una orientación que valga para todo el mundo por igual y que sea mejor que las demás en todas sus facetas, cada persona y terapeuta ha de estudiar cuál se adapta mejor en cada caso concreto. Queda pendiente un artículo más pormenorizado que ahonde en las peculiaridades de cada orientación, pero en esta ocasión nos centraremos en la terapia cognitiva.
La terapia cognitiva puede o no estar dentro de otro modelo más amplio: la terapia cognitivo-conductual. Al final de este artículo, comentaré por qué ésta última es, a mi juicio, la mejor opción. De entrada, señalar que en la actualidad éste es el modo de trabajo al que mayor número de terapeutas está vinculado.
Volvamos a lo que nos ocupa. No cabe duda de que tanto la Genética como la Neurología tienen aportaciones realmente valiosas y de que sus mayores virtudes están por llegar, y es ahí donde entra la terapia cognitiva. Algún día, para bien y para mal, bastará realizar una indolora y breve intervención con un láser sobre nuestro cerebro para que una persona que tiene miedo a los espacios abiertos deje de tenerlo. Algún día, los fármacos tendrán menos efectos secundarios y nos permitirán dejar el alcohol en veinticuatro horas. Algún día, claro que sí, se comercializarán cedés que escucharás mientras duermes, dotándote de los recursos de afrontamiento necesarios para no deprimirte cuando tu pareja te abandone. Como siempre, a estos avances le seguirán nuevos obstáculos, pero no hay que ser temerosos: cuando éstos lleguen, ya se verá cuál es la forma más efectiva de solucionarlos. Pero hoy, hoy no se puede hacer nada de eso, el tiempo apremia y no tiene sentido que algo tan importante como nuestra felicidad lo dejemos en manos de un futuro del que, aunque certero, desconocemos cuándo se hará realidad. Estoy seguro de que la orientación cognitiva no es una opción perfecta, pero hoy por hoy es una de las mejores armas que tenemos para alcanzar lo que todos anhelamos.

Yo, mi, me, conmigo. Pienso, luego decido

Lo importante no es saber las cosas, sino saber hacérselas llegar a la gente. Hace ya mucho tiempo que Epícteto adivinó que no eran las circunstancias las que mermaban nuestra alma, sino nuestros pensamientos. Ése el fundamento central de las terapias cognitivas: somos creadores de significados, inventamos realidades subjetivas a partir de las realidades objetivas. ¿Cómo saber de qué tipo es cada realidad? Sencillo: las realidades objetivas generan de manera universal la misma respuesta en todos los sujetos que la contemplan. Si dejas caer una piedra en la Tierra, no importa que lo hagas contento o triste, en Madrid o en Madagascar, solo o acompañado... la realidad de la gravedad hará que esa piedra caiga. La gravedad determina la consecuencia que le seguirá a ese acontecimiento, y "determinante" es la palabra clave. "Determinante" quiere decir que las consecuencia no pueden ser distintas a las que son siempre, por eso decimos que es determinante. Si esa piedra que la gravedad tiene la gracia de precipitar descendentemente cae sobre tu pie, podemos afirmar igualmente que ese impacto causará algún grado de dolor en tu sensible dedo meñique, por lo que seguiríamos manteniendo que una piedra que cae desde una distancia de un metro sobre tus pies desnudos determinará algún grado de dolor. En cambio, si cogemos a cien personas y a las cien les caen del cielo una piedra sobre su pie causándoles dolor, ¿reaccionarán todas por igual? Siempre que a esta pregunta, sea en el contexto que sea, le siga una respuesta negativa, podemos afirmar sin temor alguno que esa realidad no es determinante.
Entonces, ¿porqué cien personas de la misma edad y que tienen la misma mala suerte de que les caiga una piedra en su mismo pie izquierdo reaccionan de formas tan dispares? Sabemos que algunos se pondrán a insultar al cielo, otros se culparán por no haberla visto venir, otros desarrollarán ansiedad ante la idea de tener que caminar por lugares abiertos y otros sencillamente concluirán que han tenido mala suerte e intentarán aprender de la experiencia.
Misma situación, distintas emociones. Distintas emociones, motivaciones dispares. A motivaciones distintas le seguirán conductas distintas que tendrán consecuencias distintas, que generarán nuevas realidades objetivas y subjetivas, y vuelta a empezar. Y todas estas atractivas diferencias que nos hacen únicos ¿por qué?... Porque cada persona tiene su manera particular de interpretar las realidades, creando un mundo paralelo de infinitas posibilidades.

Si quieres conocer a alguien, no le preguntes por su realidad, sino por cómo percibe su realidad

Normalmente decimos que tal situación nos genera tal emoción, pero, como estamos viendo, esto no es así, porque para que fuera así, esa situación debería generar inevitablemente los mismos cambios emocionales. Por tanto, si estamos de acuerdo con lo expuesto, no tendrían sentido las siguientes afirmaciones: "Estoy triste porque me han despedido del trabajo"; "Estoy cabreado porque me han pinchado la rueda del coche"; "Estoy nervioso porque tengo que ir al médico"; "Estoy insatisfecho porque no puedo tener hijos". Para que estas conclusiones fuesen ciertas, todos los que están en paro deberían estar tristes y todos los que van al médico, nerviosos, cuando no es así. Y aunque así fuera, tendrán que estar igual de tristes, el mismo tiempo y con la misma frecuencia para poder mantener que esas situaciones son determinantes. Es cierto que la muerte de un ser querido determina que todos experimentemos tristeza, pero es muy distinto estar triste un mes que diez años, es distinto que esa tristeza te deje inapetente a que te suicides, es distinto que llores de vez en cuando y estés desganado a que estés todo el día desganado y llorando; por tanto, incluso en las situaciones más universales, queda cierto margen para la creación de realidades subjetivas.
No son las anteriores situaciones las que generan las emociones, sino nuestra interpretación sobre ellas, manifestadas sobre todo a través de pensamientos e imágenes. De esta forma, la persona que se pone triste al ser despedido es porque está haciendo algún tipo de atribución interna, estable y global sobre sus capacidades, del tipo: "No hago nada bien, es culpa mía, soy mediocre, un incompetente". El que se pone nervioso al tener que acudir al médico está realizando algún tipo de anticipación catastrofista: "Me van a descubrir un cáncer, será incurable, sufriré y finalmente me acabarán comiendo los gusanos". El que se cabrea porque le pinchan la rueda de su coche realiza una atribución externa cargada de intencionalidad y maldad: "El mundo está lleno de bastardos, si bajas la guardia en este mundo hostil estás perdido, pero ya les pillaré, ya les pillaré a esos cabrones". El que no soporta el hecho de no poder tener hijos probablemente esté magnificando las consecuencias, además de mostrar intolerancia a la frustración: "No es justo, no debería de sucederme esto a mí, no me lo merezco, esto es horrible y nunca podré ser feliz si no consigo lo que deseo". Visto lo visto, lo que verdaderamente es determinante son los pensamientos.
Es por todo esto que en las terapias cognitivas es fundamental el uso de registros, formatos normalmente en papel donde debe dejarse constancia no sólo de las situaciones que creemos nos lastiman, sino de cómo las interpretamos, pues es en esos pensamientos donde se hallan los hilos que podemos manipular para variar nuestros sentimientos. Las dos columnas finales, las conductas y consecuencias, nos aportan la información necesaria para la parte conductual de la terapia.

Las situaciones nos influyen, los pensamientos nos determinan

Y es una suerte que sea así, porque mientras que las situaciones a menudo son ajenas a nuestra voluntad, no así los pensamientos que moran nuestras cabezas y que pueden ser cambiados por otros más adaptativos, empíricos y realistas.
A menudo, se confunde la reestructuración (una de las herramientas de las terapias cognitivas) con el optimismo, creyendo que reestructurar consiste en ver el mundo de color de rosas. Yo suelo decir a mis pacientes que si ellos quieren distorsionar la realidad viéndola más bonita de lo que es ahí yo no entro, mi objetivo es introducir pensamientos realistas, no optimistas. Por ejemplo, si una persona es peculiarmente fea según los cánones sociales imperantes en un momento puntual de la evolución, no les animo a que se digan que son guapos, sino a valorar objetivamente cuánto de feos son y, sobre todo, por qué esa relativa fealdad debería condicionar su vida tanto como dicen.
A estos pensamientos que condicionan el color con el que vemos la vida se les llama PAN (pensamientos automáticonegativos). Lo normal es que después de explicar a los pacientes la importancia de registrar los pensamientos, a la siguiente sesión vengan sin los correspondientes registros. Los motivos son varios: "No he tenido tiempo", "No creo que sea tan importante", "Lo he hecho de cabeza" y, sobre todo, "No he pensado nada". Estos pensamientos son automáticos y no requieren de la conciencia para aparecer, al igual que podemos cambiar las marchas de nuestro coche sin mandarnos mensajes explícitos para ello. No es fácil descubrirlos la primera vez que lo intentamos, pero con horas de entrenamiento nos convertiremos en unos expertos cazándolos. Decir que no hay pensamientos sería como afirmar desde la superficie que no hay peces en el agua.
Otro de los reproches que suelen hacerme es que no todo el mundo que piensa de una forma manifiesta exactamente la misma respuesta. Es cierto, no sólo es importante lo que piensas, sino cuánto te crees lo que piensas. El grado de creencia que le otorgamos a un pensamiento es una variable imprescindible en la terapia. De hecho, las personas que padecen TOC (trastorno obsesivo compulsivo) no suelen diferenciar pensamiento de acción, obsesionándose con pensamientos que consideran impuros o peligrosos y que sólo por tenerlos le condenan a ejecutarlos. ¿Quién no ha deseado en su época de estudiante tirar un globo de agua a un profesor? ¿Quién no sueña con mandar al garete su trabajo? Casi todos nosotros hemos tenido estos pensamientos, pero muy pocos los hemos llevado a la práctica, al carecer del peso mínimo necesario para pasar la frontera de los deseos a los actos.
Por tanto, lo crucial no son las situaciones, sino qué pensamientos generamos a partir de ellas, cuánto nos lo creemos y con qué frecuencia se repiten. Hoy por hoy, las personas sólo son juzgadas por sus actos, no por sus pensamientos, y lo que va a hacer que un pensamiento dé el salto de la cabeza a la conducta, entre otros motivos (predisposiciones genéticas, condicionamiento clásico, etc), es el grado de credibilidad que le otorgamos.
Si afinamos un poco más, el postulado central nos quedaría: "Sentimos según nos creemos lo que pensamos".
Pero, ¿por qué pensamos como pensamos?, ¿por qué me creo más o menos un pensamiento?

Las distorsiones cognitivas de Aaron T. Beck

Las distorsiones cognitivas son errores en el proceso de la información que todos cometemos, siendo la frecuencia en su uso la variable a tener en cuenta. Puesto que son distorsiones, son falsas, y cuando nos demos cuenta de su presencia, nos convendría cambiar el pensamiento por otro más realista:
- Pensamiento dicotómico: ver las cosas como blancas o negras, todo o nada. "Soy un inútil", "No valgo".
- Generalización: sacar una conclusión global a partir de un dato aislado: "Soy mal estudiante por haber suspendido matemáticas", "Soy torpe porque he suspendido siete veces el carné de conducir".
- Adivinación del pensamiento y del futuro: saber lo que piensa la gente o lo que va a suceder antes de que suceda: "Seguro que suspenderé", "Debe pensar que soy tonto por cómo me mira", "Mi matrimonio no va a funcionar", "Lo ha hecho por fastidiar".
- Etiquetación: es una generalización más extrema y despectiva: “Soy idiota”.
- Debería: en vez de me gustaría. Exigir a uno mismo y a los demás cómo tienen que ser las cosas, generando rabia y frustración cuando no se cumplen nuestras expectativas: “No debería saltarse el semáforo”, “Debería haberme dado cuenta antes…”, “La gente tiene que ser puntual”.
- Razonamiento emocional: dar credibilidad a una emoción por el simple hecho de tenerla: “Si siento que Juan me va a traicionar por algo será”.
- Magnificación y minimización. Magnificar mis errores y minimizar mis éxitos, y lo contrario con los demás: "Es horrible que haya suspendido..." junto a "No te preocupes María, sólo es un examen". "He aprobado por suerte" junto a "Enhorabuena María por aprobar".

Las ideas irracionales de Albert Ellis

Una vez aclarado que sentimos según pensamos, la siguiente pregunta es, ¿y por qué pensamos como lo hacemos? Los niños al nacer, al margen de las predisposiciones neurológicas y genéticas, vienen en tábula rasa, no tienen opiniones definidas sobre el incesto, las políticas socialistas, la verdad, la amistad, el bien o el mal. Es a través de los ojos de los demás, especialmente de las figuras significativas, pero también a través de otros familiares, profesores, amigos y medios de comunicación mediante los que van formando sus constructos personales, sus patrones de pensamiento. Básicamente, consiste en un aprendizaje por imitación y repetición, en el que el niño toma por cierto, como no puede ser de otra forma en esa etapa acrítica del desarrollo, lo que sus superiores le transmiten como cierto. Así es como se comienzan a crear las creencias nucleares sobre uno mismo y los demás.
Los pensamientos automáticos negativos (PAN) tienen señores a los que obedecer. Podríamos decir que mientras estos pensamientos son los soldados que luchan en el campo de batalla, los esquemas nucleares son los presidentes y altos mandos que operan desde la clandestinidad el futuro de la nación. Mientras que los pensamientos son conscientes, las creencias nucleares son inconscientes. Mientras que los pensamientos son relativamente fáciles de cambiar, la rigidez de las creencias es una de sus principales características. Por tanto, estas creencias son estables, impermeables y difíciles de modificar. Los pensamientos son la puerta de entrada al mundo inconsciente de las creencias básicas, que son las que realmente mueven los hilos de nuestro mundo emocional. Los PAN son meros intermediarios entre las oscuras zonas del cerebro y las más accesibles y perceptibles áreas del cuerpo. Como en los mejores ejércitos, la jerarquía de mando está bien delimitada: las creencias son el jefe del Estado Mayor, que desde su protegido y escondido despacho ordena a sus sargentos, los pensamientos, que hagan llegar y ejecutar sus órdenes al extenso número de bobalicones soldados, creando las distintas reacciones emocionales, motoras y fisiológicas.
A estas creencias centrales a través de las cuales contemplamos la realidad se las ha llamado de distintas maneras, según la orientación y el autor. Albert Ellis las llama ideas irracionales. Las agrupó en once ideas irracionales sacadas de la población occidental, aunque siempre enfatizó que éste era un número arbitrario. Debido al papel de excepción que tienen estas ideas irracionales en el sufrimiento emocional de las personas, se requeriría de un artículo dedicado en exclusividad a ellas; aquí sólo las mencionaremos y daremos alguna escueta pincelada de por qué son irracionales:

* Idea irracional Nº 1: es una necesidad extrema para el ser humano adulto el ser querido y aprobado por prácticamente cada persona significativa de su comunidad.
Aunque es deseable obtener la aprobación de los demás, ésta no es necesaria, pudiendo vivir sin ella sin por ello ser catastrófico. Además de imposible esta aprobación universal, su búsqueda nos quita tiempo de otras actividades más prácticas y constructivas.
* Idea Irracional Nº 2: para considerarse uno mismo valioso se debe ver muy competente, suficiente y capaz de lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles.
No se puede ser totalmente competente y destacar en todos los aspectos o en la mayor parte de ellos. La persona que cree tener la obligación de tener éxito no sólo está desafiándose a sí mismo, sino que se estará comparando constantemente con los demás y luchando por ser el mejor.
* Idea Irracional Nº 3: cierta clase de gente es vil, malvada e infame, y deben ser seriamente culpabilizados y castigados por su maldad.
Las personas somos una suma de aprendizajes, condicionamientos y predisposiciones, no tiene lugar la maldad. Las personas no deben actuar como yo creo que deben actuar, y esta ley también es aplicable a mi persona.
* Idea Irracional Nº 4: es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no vayan por el camino que a uno le gustaría que fuesen.
No hay ninguna razón para creer que las cosas deberían ser de forma diferente a lo que son, al margen de lo injusta o desafortunada que sea la situación actual de cada uno. En cambio, sí hay razones, los hechos mismos de la realidad, para que las situaciones desagradables sean como son. Es normal que esto no nos guste y nos entristezca, pero estar constantemente perturbado porque la realidad es la realidad es absurdo.
* Idea Irracional Nº 5: la desgracia humana se origina por causas externas y la gente tiene poca capacidad, o ninguna, de controlar sus penas y perturbaciones.
Yo soy el máximo responsable en la gestión de mi felicidad, lo que sucede es que a menudo no lo intento o lo hago de manera imprecisa, descuidada y torpe.
* Idea Irracional Nº 6: si algo es o puede ser peligroso o temible, se deberá sentir terriblemente inquieto por ello, deberá pensar constantemente en la posibilidad de que esto ocurra.
Un exceso de preocupación no sólo no hará que las cosas no ocurran, sino que nos dejará en peor disposición para encontrar la mejor manera de afrontarlas.
El inquietarse por una situación peligrosa a menudo lleva a exagerar las posibilidades de que eso ocurra.
* Idea Irracional Nº 7: es más fácil evitar que afrontar ciertas responsabilidades y dificultades en la vida.
Esto sólo sucede cuando nos centramos en las ventajas a corto plazo, pero a menudo la evitación suele ser una hipoteca mucho más asfixiante. La confianza de uno mismo surge de hacer algo, no de evitarlo.
* Idea Irracional Nº 8: se debe depender de los demás y se necesita a alguien más fuerte en quien confiar.
Es normal ser lago dependientes en esta sociedad, pero seamos colaboradores, no serviles. Cuanto más dependiente se sea, se tenderá a serlo más todavía y más inseguros nos sentiremos.
* Idea Irracional Nº 9: la historia pasada de uno es un determinante decisivo de la conducta actual y algo que ocurrió una vez y le conmocionó debe seguir afectándole indefinidamente.
Una cosa que es verdad en una circunstancia no tiene porque ser verdad en todas las circunstancias. Aunque el pasado es influyente, ya que el presente es el pasado del mañana, nos convendría centrarnos en él.
* Idea Irracional Nº 10: uno deberá sentirse muy preocupado por los problemas y las perturbaciones de los demás.
Debemos diferenciar influir y tomar medidas en la sociedad, con creer que cada problema de cada persona de esta sociedad es nuestro problema. Si alguien hace algo que creemos que está mal, ayudémosle a verlo de otro modo, pero no nos preocupemos por como lo ve.
* Idea Irracional Nº 11: invariablemente existe una solución precisa, correcta y perfecta para los problemas humanos, y que si esta solución perfecta no se encuentra sobreviene la catástrofe.
Esta búsqueda de seguridad, control absoluto y verdad perfecta son imposibles. Vivimos en un mundo de probabilidades y suerte, lo mejor es aceptarlo. No hemos de esperar a estar completamente seguros para tomar una decisión, o nunca la tomaremos.

Reestructuración cognitiva

Ya hemos hablado de que existen distintas orientaciones psicológicas, entre las que se encuentra la orientación cognitivo-conductual, pero además el enfoque cognitivo se subdivide en una extensa ramificación de modelos, como la terapia centrada en esquemas, inoculación al estrés, narrativa, de valoración cognitiva, constructor personales, de valoración lingüística, posrracionalista, etcétera.
A continuación, expondré los pasos habituales a seguir en el uso práctico dentro de la terapia de la reestructuración cognitiva. Insisto en que éste es el formato estándar, pero que hay más técnicas que pueden utilizarse en la reestructuración cognitiva.

1. Puesto que sentimos según pensamos, el primer paso es registrar por escrito aquellos pensamientos relacionados con nuestros estados emocionales y conductuales negativos. Es normal que a pesar de que los registros son la piedra angular donde se sustentará el resto de la reestructuración, los pacientes no los realicen alegando que no son tan importantes, se les ha olvidado, no han tenido tiempo, lo han hecho de cabeza o no han encontrado ningún pensamiento. Tomar conciencia de los pensamientos que dirigen nuestra vida no es fácil y requiere de tiempo y práctica, por eso se les llama a éstos pensamientos automáticos negativos, porque suceden muy rápido y sin la participación activa de la conciencia, lo que claramente obstaculiza su detección. En cualquier caso, no siempre hay que encontrar el pensamiento, sino lo que creemos que podría ser el pensamiento. En aquellos casos que después de mucho intentarlo no localicemos el mensaje que dirige nuestra conducta, buscaremos pensamientos que podrían estar detrás de esas conductas, tratándolos como hipótesis que se irán refutando o no.
2. Una vez que tenemos el o los pensamientos negativos, valoramos cuánto nos lo creemos en una escala de cero a cien.
3. Se buscan distorsiones cognitivas e ideas irracionales.
4. Contraste empírico: consiste en buscar hechos a favor y en contra del pensamiento que se está analizando. La palabra clave aquí es "hechos". El objetivo de esta técnica es no permitirnos dejarnos llevar por ideas preconcebidas a las que les concedemos una gran veracidad simplemente porque son nuestras o nos las han dicho personas significativas, nos las llevamos diciendo toda la vida o queremos pensar así porque nos gusta identificarnos con ese pensamiento. Yo puedo creer que tal delantero de un equipo de fútbol es el mejor o que tal tienda de ropa de una señora que nos cae fatal no vende, pero lo importante no es lo que creamos ni queramos creer, sino cuántos goles mete ese delantero en comparación con el resto de jugadores y cuánto factura la bruja de la tienda.
5. Contraste adaptativo: aquí lo importante no es si nuestra forma de pensar es la correcta o no, sino qué utilidad tiene, a qué fines sirve. ¿Nos ayuda a estar más a gusto con nosotros mismos y con quienes nos rodean o, por el contrario, nos lastima? La verdad se convierte en un medio, no en un fin, ya que se entiende que el fin último al que debe aspirar un ser humano es a la felicidad. Por ejemplo, el pensamiento de que todos vamos a morir es una creencia empíricamente cierta, pero ¿de qué te sirve estar repitiéndotelo todos los días a todas horas? ¿Acaso no vas a morir cuantas más veces te lo repitas? ¿Obsesionarse con tu certera muerte hará que disfrutes más de tu vida o menos?
No consiste en engañarse, sino en saber dónde centrar la atención. Porque centrar la atención en algo doloroso que no se puede cambiar es bastante estúpido; comprensible, pero no por ello menos estúpido. Por mirar de vez en cuando a otro lado a nadie se le va a olvidar que se va a morir, simplemente no deja que esa idea se adueñe de su vida. Por tanto, no consiste en negar la creencia de que todos vamos a morir, lo cual, además de falsear la realidad, sería un desperdicio de información, sino en dilucidar cómo podemos hacer algo constructivo con ella, por ejemplo, relativizar más los problemas, vivir más intensamente el presente, no dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy, disfrutar de las relaciones sociales y cualquier otra cosa en lo que el concepto de muerte pueda ayudarnos a vivir mejor.
6. Pensamientos alternativos: una vez pasado el pensamiento a estudio por las distintas fases que acabamos de comentar, buscamos un pensamiento alternativo que refleje de una forma más realista, empírica y razonable la realidad, y puntuamos de cero a cien cuánto nos lo creemos. Lo normal es que al principio nos creamos más el pensamiento negativo original que el recién estrenado alternativo. No hay más truco que repetirse una y otra vez ese pensamiento alternativo hasta que forme parte natural de nuestro repertorio psicológico. Los pensamientos negativos se instauraron por repetición, así que los nuevos habrán de seguir el mismo proceso.

Aquí acabaría la parte cognitiva estrictamente hablando, pero mientras que los pensamientos son los que nos dan la fuerza necesaria para acercarnos a nuestros miedos, es la exposición gradual y jerarquizada la que hará que éstos desaparezcan cuando abramos los ojos. Y es por esto que la orientación cognitivo-conductual es una de las más completas actualmente.

Un acto vale más que cien palabras, pero a menudo necesitamos decirnos cien veces esas palabras para llevar a cabo ese acto

A estas alturas, la mayoría de psicólogos cognitivos tienen la humildad de reconocer que la compleja máquina que es el ser humano no puede explicarse y cambiarse exclusivamente a través de la orientación cognitiva. Un enfoque multidisciplinar es el único que puede dar una aproximación sensata a los interrogantes que acompañan a esta curiosa especie. Sentimos según pensamos, no cabe duda, pero también según nuestra amígdala, el ADN, los condicionamientos y tantos otros desconocidos.
Lo bueno de las terapias cognitivas es que el cambio empieza en nuestra propia casa. Sólo hay que aprender unas nociones básicas de carpintería y ponerse manos a la obra, sin recetas, sin esperas ni falsas promesas. En nosotros está el problema... y en nosotros, la solución. ¡Una noticia realmente esperanzadora!

Rafael Romero Chico



MÁS INFORMACIÓN:
ROMERO CHICO, RAFAEL; Diario terapéutico de un extraterrestre (guía para humanos), Ediciones Corona Borealis, 2008 (www.coronaborealis.es).
fuente:larevista
http://coronaborealis.es/revista-coronaborealis/index.php/component/content/article/73-sentimos-segun-pensamos

A U T O C O N T R O L

E M O C I O N A L

DEFINICION

El autocontrol emocional es la capacidad que nos permite controlar a nosotros mismos nuestras emociones y no que estas nos controlen a nosotros, sacándonos la posibilidad de elegir lo que queremos sentir en cada momento de nuestra vida.

Nosotros somos los actores o hacedores de nuestra vida ya que de las pequeñas y grandes elecciones depende nuestra existencia; tenemos la importante posibilidad de hacer feliz o no nuestra vida, a pesar de los acontecimientos externos.

Esos acontecimientos no son los que manejan nuestra vida, sino nosotros mismos, como sujetos activos manejamos nuestra felicidad dependiendo de la INTERPRETACION que hacemos de ellos.

Somos lo que pensamos y si aprendemos a controlar nuestros pensamientos también así podremos controlar nuestras emociones.

Sentimiento, lo podemos definir como una reacción física a un pensamiento. Si no tuviéramos cerebro no sentiríamos, con algunas lesiones en el cerebro no se siente ni el dolor físico.

Todas las sensaciones llegan precedidas por un pensamiento y sin la función del cerebro no se pueden experimentar sensaciones.

Si se controlan los pensamientos…y las sensaciones y sentimientos vienen de los pensamientos, entonces ya se es capaz de tener un autocontrol emocional.

Todos tenemos derecho a hacer, pensar y sentir lo que queremos, siempre y cuando no perjudiquemos a nadie

ALGUNAS IDEAS IRRACIONALES O PENSAMIENTOS DISTORSIONADOS QUE IMPIDEN EL AUTOCONTROL EMOCIONAL.

Hay muchas ideas irracionales o pensamientos distorsionados en nuestra sociedad que impiden el autocontrol emocional y logran que nuestra vida no sea plena, que la disfrutemos con alegría.

Los sentimientos no son simples emociones que nos suceden, sino que son reacciones que elegimos tener.

Si somos dueños de nuestras emociones, si las controlamos, no tendremos que escoger reacciones de autoderrota.

Algunas de esas ideas irracionales o pensamientos distorsionados, son:

1. Falta de autovaloración.
2. Falta de aceptación del cuerpo
3. Seguridad
4. Dependencia psicológica
5. Vivir en pasado o futuro
6. Necesidad de aprobación
7. Perfeccionismo
8. Culpabilidad
9. Preocupación
10. Depresion
11. Suerte
12. Prejuicios
13. Ira
14. Justicia
15. Deberización ("musterbation")

1. Falta de autovaloración

Es común que, como mucha gente en esta sociedad, se haya crecido con la idea de que está mal amarse a sí mismo, que eso es egoismo.

Pero el amor a los demás está relacionado con el amor que nos tenemos a nosotros mismos.

El amor es una palabra que tiene tantas definiciones como personas hablaron de él.

La definición que por el momento más me gusta es la de DYER:

"Amor es la capacidad y la buena disposición para permitir que los seres queridos sean lo que ellos elijan para sí mismos, sin insistir en que hagan lo que a ti te satisficiera o te gustase"

Hay muy pocas personas que pueden aplicarse esta definición a sí mismos.

Cuando hayan reconocido lo que valen y lo buenos que son no tendrán necesidad de que los demás apoyen y refuercen su valor ajustando su conducta a sus instrucciones.

Logran amarse a Uds. mismos y son capaces de amar a los demás y de hacer cosas por los otros al poder dar y hacer cosas para Uds .mismos. Entonces no tendrán problemas para amar o dar , no lo harán porque esperan retribuciones o gratitud sino por el verdadero placer que se siente al ser generosos y amantes.

Hay que destruir los pensamientos irracionales de que se tiene un solo concepto de sí mismo y que este es positivo o negativo siempre.

Puede ser que no les guste cómo se han portado en algún momento, pero eso nada tiene que ver con su autovaloración.

Valen por solo el hecho de existir, de ser humano.

Tienen un valor dado ajeno a sus logros.

Es tan absurdo hacer que lo que Uds. valen dependa de algún logro externo, como lo es hacer que dependa de la opinión de otra persona.

El resultado final de cualquier actividad o empresa que realicen no determinará de ninguna manera su valor como persona.

2. Falta de aceptación del cuerpo

No es que tengan buen o mal cuerpo, Uds. son su cuerpo. El que no les guste significa que no se aceptan a sí mismos como seres humanos.

Si los rasgos físicos que les desagradan pueden ser modificados, hagan que cambiarlos sea una de sus metas.

Las partes que desaprueban y no se pueden cambiar pueden ser vistas con una óptica diferente.

No se tiene porqué aceptar la definición de la sociedad respecto a la belleza. No dejen que los demás les dicten lo que es atractivo para Uds.

Rechacen las comparaciones y las opiniones de los demás, importa sólo lo que para nosotros es válido.

Vemos exactamente lo que escogemos ver, incluso en los espejos.

3. Seguridad en cuanto a garantías externas

Esta seguridad es otra idea irracional ya que mientras vivamos en esta tierra y si el sistema sigue siendo el mismo nunca podremos tener esa seguridad.

Y aunque no fuera una idea irracional, sería una fea manera de vivir ya que la seguridad elimina, la emoción y el crecimiento.

Pero hay una seguridad que sí vale la pena buscar y es la seguridad interior que les brinda el tener confianza en Uds .mismos y en su capacidad de solucionar cualquier problema que se les presente

4.Dependencia psicológica

Lo racional es ser independiente psicológicamente, o sea ser Uds. mismos, viviendo y escogiendo los comportamientos que elijan y deseen.

El depender de alguien psicológicamente, significa que esa relación no implica una elección, sino que es un vínculo en el cual se sienten obligados a hacer o ser algo que no quieren.

Si lo que desean es ese tipo de relaciones, entonces no es malo, pero si la necesitan o se sienten obligados a tenerla y luego les molesta, entonces quiere decir que están actuando irracionalmente.

La independencia psicológica implica: no necesitar a los demás, no digo no desear a los demás, sino : No necesitarlos.

Uds. son responsables de sus propias emociones y las demás personas de las suyas.

Nadie puede controlar sus sentimientos salvo Uds.mismos

5.Vivir en pasado o futuro

El único tiempo que existe es el presente ya que el pasado ya pasó y el futuro aún no vino.

Solamente existe un momento en el que podemos experimentar algo y ese momento es ahora.

Lamentablemente se pierde mucho tiempo en recordar el pasado y pensar en el futuro.

Es muy importante que nos hagamos cargo de nuestro momento presente.

Vivir el presente, el ahora.

El pasado ya no existe; sí nos puede aportar mucho, pero ya pasó; tomemos lo bueno, dejemos lo malo y listo, ya fue.

El futuro no llegó; nada sabemos de él, lo podemos vislumbrar, planear, pero no detenernos en él, ya que aun no está.

Este momento es el único que tienen, por ahora…o sea a vivirlo, disfrutarlo, como si fuera el último.

6.Necesidad de aprobación

A todos nos gusta que nos aprueben. La aprobación no es un mal en sí misma; se convierte en patológica cuando es una necesidad en lugar de un deseo.

Es imposible lograr la aprobación de todas las personas en todas las cosas que hagan, ya que todos los seres humanos somos diferentes.

Además, aunque parezca extraño, cuanto más se busca aprobación, menos se la encuentra.

Hay una pequeña fábula que ilustra esto, ya que la ausencia de la búsqueda de aprobación como necesidad podría ser definida como la felicidad.

Un gato grande ve cómo un gatito trataba de agarrarse la cola y le pregunta: ¿Porqué lo haces?

Y el gatito dijo: "Porque he aprendido que lo mejor es la felicidad y mi cola es la felicidad"

Y el gato grande le respondió: "Yo también sé que mi cola es la felicidad, pero me he dado cuenta que cuando la persigo se me escapa y cuando voy haciendo lo que tengo que hacer ella viene detrás de mí por dondequiera que yo vaya

7. Perfeccionismo

¿Por qué tenemos que hacer todo bien??

¿Quién está anotando los puntos?

Es absolutamente paralizante la búsqueda constante del éxito en todo lo que hacemos.

Está bien que algunas actividades intenten hacerlas lo mejor posible, pero ¿porqué todas?

La misma ansiedad que da plantearse hacer las cosas a la perfección, los lleva muchas veces a hacerlas peor, ya que la ansiedad impide pensar con claridad.

Hacer las cosas a la perfección es una idea irracional, ya que la perfección no es un atributo de la naturaleza humana

Cambien el "Haz lo mejor posible" por "Hazlo"

Hagan lo que quieran hacer y no se priven de ese placer, solo porque quizás no lo hagan bien.

Puede haber ocasiones en las que según sus propias reglas fracasen en algo.

Pero este fracaso puede ser productivo, puede servir de incentivo al trabajo y a la investigación.

Lo importante es no equiparar el acto, a su valor como persona. Se trata sólo de no haber logrado el éxito en esa tarea y no que Uds. no valgan

8.Culpabilidad

Las emociones más inútiles son la culpabilidad por lo que se ha hecho y la preocupación por lo que se podría hacer.

La culpabilidad no es solo una preocupación por el pasado, es la inmovilización del momento presente.

Aprender de sus equivocaciones es una parte sana y necesaria de su crecimiento y desarrollo, pero experimentan culpabilidad sólo cuando este sentimiento les impide actuar ahora porque antes se comportaron de determinada manera.

Este sentimiento es irracional no solo porque les hace sentir molestos y deprimidos, sino que es inútil porque aunque le dediquen el resto de su vida a sentirse culpables nunca lograrán borrar lo sucedido.

Por lo tanto mejor dediquen su valioso tiempo a hacer algo más constructivo como puede ser cambiar su actitud respecto a las cosas que le producen culpa.

9.Preocupación

Por mucho que se preocupen por el futuro no cambiarán nada.

No hay que confundir preocupación, con hacer planes para el futuro; sólo es preocupación cuando de alguna manera se encuentran inmovilizados por algo que ocurrirá en el futuro.

La preocupación es endémica en nuestra cultura. Casi todos los seres humanos pierden un tiempo enorme en preocuparse y esto no sirve para nada ya que ni un solo minuto de preocupación puede mejorar el futuro; al contrario, nos quita eficiencia para vivir el presente.

Este es un aspecto a modificar ya que les hace desperdiciar muchos momentos presentes en comportamientos que no les brindan retribuciones positivas.

La preocupación sólo les sirve para agregar estrés innecesario a sus vidas y no les aporta nada.

10.Depresión

Si se sienten deprimidos cuando llueve, no es a causa de la lluvia, sino porque se están diciendo cosas negativas con respecto a la lluvia.

Esto no quiere decir que se deban engañar diciéndose cosas que les hagan disfrutar de la lluvia, sino que más bien se pregunten: "¿Porqué voy a escoger la depresión? ¿Acaso deprimirme me ayudará a enfrentarme con la lluvia, de una manera más eficiente?"

Son Uds. los responsables de lo que sienten.

Sienten lo que piensan y pueden aprender a pensar diferente sobre cualquier cosa, si deciden hacerlo.

Pregúntense a Uds. mismos, si vale la pena, si les compensa ser infelices, estar deprimidos o sentirse heridos u ofendidos.

Entonces examinen profundamente el tipo de pensamientos que les están llevando hacia esos sentimientos de debilidad que no les sirven para nada más que para paralizarlos y evitar que disfruten de sus momentos presentes por pérdidas que por más que lamenten nunca las podrán cambiar.

La depresión es autocausada por nuestros propios pensamientos negativos con respecto a la pérdida.

Por más que nos deprimamos no lograremos recuperar lo perdido, deprimirnos solo nos va a servir para agregar a la pérdida el malestar que nos autocausamos deprimiéndonos y además no podremos disfrutar del presente.





11. Suerte

Creer en la suerte o el destino, es sentarse a esperar que las cosas pasen sin hacer nada para lograrlo, sin luchar por lo que uno quiere..

Lo racional es ser activos y hacer que sucedan las cosas que deseamos en lugar de sentarnos a esperar que se den solas

12.Prejuicios

El prejuicio, se basa no tanto en lo que uno odia o le desagrada, sino en el hecho de que es más fácil y más seguro quedarse con lo conocido.

Esto trabaja en su contra ya que evita que exploren lo desconocido.

Al ser espontáneos eliminan sus prejuicios y se permiten conocer y tratar con la gente e ideas nuevas.

Si no confían en nadie que no les sea totalmente familiar es porque no tienen confianza en Uds mismos cuando se mueven en terreno desconocido.

Pueden decidir vivir dada día de una manera diferente, siendo espontáneos y vitales o pueden temer a lo desconocido y quedarse igual siendo los mismos de siempre.

Lo opuesto al crecimiento es la igualdad o monotonía. Son Uds. los que eligen que es lo que quieren para su vida.

13.Ira

Ira se refiere a una reacción inmovilizante que se experimenta cuando nos falla algo que esperábamos. En general proviene del deseo de que el mundo y la gente sean diferentes a lo que realmente son.

Cuando se enfrentan con circunstancias que no son las que Uds. quieren, se dicen que las cosas no deberían ser así (se frustran) y entonces eligen la reacción de ira.

Se puede aprender a pensar de manera diferente cuando se sientan frustrados.

Lo más probable es que sigan sintiendo rabia, irritación y desilusión ya que el mundo no será nunca como Uds. quieren que sea.

Pero la ira puede ser eliminada si cambian el enfoque.

Gran parte del tiempo las cosas y la gente serán distintas a lo que Uds. quisieran que fueran .Así es el mundo.

O sea que da vez que optan por la ira se dejan herir de alguna manera por culpa de la realidad.

¿No es una tontería molestarse por cosas que no pueden cambiar?

En lugar de elegir la ira, pueden empezar a pensar en los demás como en seres que tienen derecho a ser diferentes a lo que Uds. quisieran que fueran.

Puede no gustarles lo que ven o como actúan otros pero no por ello enfadarse, sentir ira.

La idea es aprender a pensar en forma diferente para que esa ira no nos suceda, no nos paralice.

14. Justicia

Buscar la justicia es como si buscaran la fuente de la eterna juventud.

La decisión de luchar contra la injusticia puede ser muy admirable sin duda, pero su elección de dejarse perturbar por ello es tan irracional como la culpa, la búsqueda de aprobación o cualquiera de los otros comportamientos autofrustrantes.

Si dejan de buscar la justicia, hacer cuentas y compararse con los demás, es seguro que sus relaciones interpersonales mejorarán.

En lugar de perder el tiempo en pensar que las cosas son injustas, pueden decidir lo que realmente quieren y ponerse a buscar las maneras para lograrlo de forma independiente de lo que el resto del mundo quiere o hace





15. Deberización

"Deberizan" siempre que actúan como sienten que deben hacerlo aunque prefieran otra forma de comportamiento. Ej.:"Debes ser amable, debes cooperar con las tareas, debes estudiar aunque prefieras otra cosa, debes ser siempre bueno/a, debes comportarte como todos, etc."

No pasa nada si no guardan la compostura o no entienden.

Nadie les está llevando lo cuenta ni nadie los va a castigar por no ser algo que otra persona dijo que deberían ser.

Nunca pueden ser nada que no quieran ser todo el tiempo.

No por eso, tenemos que estar contra el mundo, es solo no imponernos"deberías " que no queremos o que nos tensionan, que nos obligan a cumplir siempre y si no lo hacemos también nos tensionan ya que nos lo impusimos por el "debería".

Hacer lo que queremos es libertad, siempre y cuando no atentemos contra la libertad del otro.

Recuerden que la idea es decidir por nosotros mismos, no influenciados por los demás.

Podemos equivocarnos, en nuestra elección, pero es asunto nuestro, por lo tanto no "debemos" rendir cuentas de nuestros errores que nos ayudan a crecer.

Nombraré algunas técnicas para lograr el autocontrol emocional

1. Relajación

2) Reeestructuración congnitiva

3) Refuerzo

4) Detención del pensamiento

5 )Entrenamiento asertivo

6) Técnicas de afrontamiento

7) Visualización.

Puntos racionales a destacar que resumen lo dicho en este trabajo.

Según Albert Ellis, hay once juicios racionales específicos:

1.- No es una necesidad esencial para un adulto poder contar con el amor y la aprobación de todas las personas que para él son importantes.

2.- Sería conveniente no valorarse a sí mismo sobre la base de la suficiencia, las actitudes y los logros externos.

3.- No hay que acusar o castigar a otros ni a nosotros mismos por actos que cometamos tanto sea por ignorancia, trastornos emocionales o por lo que sea. Sí, aplicar medidas de protección (encarcelación, si es necesario) para corregir esos errores y que no se repitan en el futuro y que ese ser humano se convierta en alguien que puede vivir en sociedad.

4.- Habría que tratar de no interpretar como una catástrofe toda situación que no se presente como uno querría.

5.- Casi ningún caso de desdicha se debe a hechos externos, sino a los pensamientos internos (lo que nos decimos)

6.- Con sólo preocuparse por peligros en acecho y meditar sobre la posibilidad de que se produzcan hechos temidos no se evitan las situaciones desagradables.

7.- La actitud constante de elegir siempre el camino "fácil", evitando dificultades y responsabilidades, suele llevar a la indolencia, a los temores y al aburrimiento. No ser demasiado exigentes consigo mismos ni demasiado poco exigentes. Buscar el equilibrio.

8.- Toda persona tendría que tratar de adquirir un grado de independencia saludable, en lugar de apoyarse en y/o depender de otra persona más fuerte que uno mismo. La meta de la independencia total es irrealista e indeseable. Es irrealizable en nuestra sociedad ya que todos somos en cierta medida, interdependientes. Pero se hace la diferencia con la dependencia parasitaria y las pautas racionales de compañerismo, amistad y cooperación.

9 .Inevitablemente, la historia pasada de un individuo ha ejercido influencias sobre su conducta presente, lo cual no implica que tenga que seguir dirigiéndola, ni afectándola.

10.- De nada sirve preocuparse por los problemas y trastornos ajenos. No hay que confundir el deseo de brindar asesoramiento y ayuda cariñosa a los demás, con la tendencia a preocuparse excesivamente por ellos.

11.- Quien se pone como meta la perfección o el control absoluto de las exigencias de la vida suele sumergirse en el pánico y la ineficiencia. Errar es humano ya que el hombre es un ser falible. No esperar soluciones perfectas, que tal vez ni siquiera existan.
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