¿CÓMO EVITAR EL ABURRIMIENTO EN LA PAREJA?


¿CÓMO EVITAR EL ABURRIMIENTO EN LA PAREJA?


Es necesario modificar actitudes y cambiar algunas pautas externas

En las parejas que llevan conviviendo un cierto tiempo, cabe la posibilidad de que la rutina de lo establecido diariamente convierta la relación en una inercia carente de sorpresas. Los días pasan sin que nada nuevo suceda. Existe la sensación de que ya todo está dicho. El sexo ha dejado de ser una novedad, los silencios terminan pesando y se cree tener un conocimiento exhaustivo de las reacciones del otro. Sin duda, el aburrimiento amenaza con convertirse en el tercer compañero de viaje.

Pero el aburrimiento se puede evitar. Como emoción negativa, nos lleva a percibir la vida vacía y sin sentido; como actitud personal, conduce al bloqueo mental y paraliza la posibilidad de emprender iniciativas para salir de una situación rutinaria. Aunque hay personas con tendencia a convertir el aburrimiento en un estado de ánimo permanente, por lo general, estar aburrido es una sensación esporádica, relacionada con la apatía y la pobreza de vida afectiva y social en determinado momento. En cualquiera de los casos, el aburrimiento nubla las perspectivas de futuro, reduce las relaciones personales y disminuye el interés por el entorno. Por ello, conviene combatirlo. Lo harán con menos ganas las personas que se han establecido en la rutina y en un estilo de vida ritual que, al menos en apariencia, les proporciona seguridad y les evita riesgos. Esta actitud individual pudiera perjudicar, o beneficiar si así se quiere, a esa persona. Pero cuando se vive en pareja es muy posible que genere conflictos, personales y de pareja.

La relación individual con el aburrimiento

El aburrimiento es consecuencia de la falta de motivación. La motivación puede ser interior o exterior. Si es interior se identifica con los planes y proyectos, los gustos y aficiones de la persona, sus principios e inspiraciones profundas que mueven a la acción. Si es exterior, se trata más bien de estímulos o condicionamientos presentes en el entorno, las personas o las circunstancias que nos rodean.

Cuando existe motivación interior y exterior, el resultado final será positivo y satisfactorio. Si hay motivación interior pero el entorno no favorece, el individuo puede moverse en la búsqueda de sus objetivos, pero trabajosamente, y puede justificarse en ello para rendirse y no intentar; aunque si se esfuerza puede incluso cambiar y superar la situación que le era adversa. Si hay motivación desde fuera, pero falta el dinamismo interno, el individuo se mueve muy a su pesar y el movimiento suele ser de poca calidad y corta duración. Pero el entorno se puede convertir en algo verdaderamente atrayente para cambiar la actitud interna y cambiar la apatía por entusiasmo. Cuando faltan ambas motivaciones, el aburrimiento será una realidad inminente. Se puede caer en la total abulia, el sinsentido y hasta la depresión.

La pareja y el aburrimiento

Cuando ambas partes de una pareja gozan de dinamismo personal, se puede decir que, aunque las circunstancias repetitivas de la vida en pareja induzcan a la rutina, existe la posibilidad de que a base de comunicación y diálogo auténtico se introduzcan variables que hagan la convivencia más amena y llevadera.

Si uno de los dos carece de dinamismo, se convierte en un peso para la pareja que intentará tirar de la otra persona procurando iniciativas nuevas que funcionarán en un primer momento, pero por el esfuerzo extra que implican de la parte motivada, acabará por ser desgastante y terminará por rendirse y dejar de intentar.

En el caso de que ninguno de los dos posea el entusiasmo suficiente, la vida en pareja se convierte en una coexistencia tolerada que se caracteriza por compartir la satisfacción de las necesidades básicas para seguir viviendo de una manera aparentemente digna, pero evidentemente tediosa.
Ocurre muchas veces que, sin palabras, se establece una especie de acuerdo para vivir aburridamente juntos el resto de sus vidas, que más que promesa de un alentador proyecto de vida, parece más una condena; alguno de los dos, o los dos, buscan fuera la novedad, los estímulos que les devuelven las ilusiones y las ganas de vivir. No tiene que ser un amante. A veces es el trabajo, otras serán nuevas amistades no compartidas con la pareja; nuevos o viejos pasatiempos individuales, aficiones o adicciones. Es como si se experimentase que la auténtica vida, al menos la más estimulante, está fuera de la pareja.

Muchas veces, cuando no se soporta más el tedio y sin haberse producido situaciones extremas, la pareja se disuelve.

¿Cómo combatir el aburrimiento en la pareja?

En primer lugar, tiene que haber interés en combatirlo, en que se suavice la rutina y se reestablezca el entusiasmo por la convivencia. Los escépticos suelen ser poco dispuestos a los intentos por cambiar, bien porque cuando lo han intentado no ha funcionado, bien porque no quieren hacer cambios en su persona con la excusa de que la otra parte tampoco va a cambiar.

Para evitar el aburrimiento y asegurarse una mejor calidad de la convivencia, es necesario:

Modificar las actitudes interiores

* Partir de la idea de que cada persona es un mar de misterios, que debe ir auto descubriendo. La vida en pareja se convierte entonces en una gran aventura que me garantiza cada día nuevos y deslumbrantes descubrimientos de lo que el otro es.
* Es preciso que cada uno de los dos crea firmemente que “a su edad” es posible cambiar.

* Es necesario que cada cual crea en su propia potencialidad, conocerla, valorarla.
* Es imprescindible que cada cual crea que la otra persona también es capaz de muchas cosas, aunque hasta el momento no lo haya demostrado.
* Es vital que cada cual redescubra en su interior cualidades escondidas que seguramente tiene y aún no se han manifestado.
* Puede ser incluso interesante acudir a ayudas externas profesionales para ayudarse en ese proceso de redescubrir la valía personal.

Alterar algunas circunstancias externas

* Hay que arriesgarse a que pasen cosas nuevas, probablemente no sujetas a un control total. El anecdotario de lo inesperado es lo que llena la vida de bellos recuerdos.
* Dejar que las sorpresas tengan un papel en la vida diaria, por muy pequeñas que sean, satisfacen a quien es objeto y a quien las procura.
* Establecer nuevos escenarios. Visitar lugares diferentes juntos, aunque sea una vez al año. Cuando no se puede materialmente, a veces la imaginación ayuda.
* Compartir nuevas relaciones, amigos y pasatiempos en común, participar de eventos culturales y artísticos. Cultivando aficiones nuevas.
* Para todo ello es necesario un cierto grado de valentía, de perder el miedo al ridículo, al control social y aceptar la posibilidad de que algunos de los nuevos intentos sean un fracaso, porque será un fracaso de ambos.
* Ser creativo e inventivo, proponiendo siempre, rompiendo esquemas. Sin dejar perder la capacidad de asombr

Cuando una pareja se involucra en este tipo de cambios, tanto en la actitud personal como en la modificación de las circunstancias y los hábitos, es imprescindible hablar sobre lo que se está intentando lograr con el fin de valorar el proceso, conocer cómo vive cada cual y estimar si es necesario rectificar o introducir otra serie de variables. Y de la misma manera que se valora el proceso conjunto, valorar el cambio individual. Para ellos debe existir el consenso de que cada cual tenga una cierta vida propia que procure una convivencia serena. Que dos personas se quieran supone, entre otras muchas cosas, la habilidad para crear espacios que faciliten que la otra persona sea ella misma, que tenga su propio espacio no compartido.
http://www.apoyomatrimonial.com/Reflexiones/aburrimiento_pareja.html

anonimo


fuente: Anónimo
Yo tengo una autentica obsesión, con mi actual pareja, antes de estar juntos era una chica muy abierta nunca habia tenido pareja estable solo rollos de una noche, lo cual era bastante habitual,(yo tampoco soy un santo). El caso es que llevo mas de tres años (ella tiene 33 y yo 38) con ella y no hay un solo dia que no me la imagine follando con otros, es a diario y constante, y tengo en la cabeza todas las historias que me ha contando, estoy desesperado,me golpeo contra pared, he estado de psicologos, ¿alguien le pasa algo parecido???

“Doctor, yo pastillas no quiero”: ¿fármacos, psicoterapias o charloterapia?


“Doctor, yo pastillas no quiero”: ¿fármacos, psicoterapias o charloterapia?

Esta es sin lugar a dudas la frase que con más frecuencia oímos de nuestros pacientes, y que es justo la contraria que suelen decir al resto de nuestros colegas cuando alguien acude a una consulta médica. La gente no quiere tomar pastillas para tratar sus dolencias mentales, pero les encanta tomarlas para “las otras enfermedades”, curioso, pero así son las cosas. ¿Cuál es la razón o razones que explican estas actitudes tan diferentes? ¿Por qué se rechazan tan frontalmente un tratamiento psicofarmacológico, y en cambio no ponemos inconveniente a tomar medicamentos como los antihipertensivos, analgésicos, antinflamatorios, antibióticos o cualquier otra pócima que nos prescribe nuestro galeno?

Los psicofármacos tienen mala fama, y ya saben aquel refrán que dice “cría buena fama y échate adormir”, pues algo parecido les ocurre a estos medicamentos sólo que al revés. Como son sustancias asociadas a la “locura” su fama no puede ser peor, y claro, el resultado no es otro que la desconfianza y las dudas con respecto a su eficacia. Además se les considera drogas peligrosas, sustancias adictivas, medicamentos con enormes e indeseables efectos secundarios, en fin, una “joyita, lo que se dice una joyita”. Pero lo peor no es que la mayoría de esas imputaciones sean absolutamente falsas, que lo son, lo más doloroso es que gracias a esas actitudes ignorantes muchas personas sufren y padecen cuando podrían evitarlo por negarse irracionalmente a tomar “esas drogas”.

No se trata de hacer una apología de los tranquilizantes, antidepresivos o de cualquier otro medicamento que empleamos en psiquiatría, ni es necesario ni sería este el lugar apropiado.. Sólo deseamos ser justos y dar a cada cual lo que le corresponde. Es obvio que los medicamentos que utilizamos en psiquiatría tienen sus indicaciones, sus efectos secundarios, interacciones y problemas, como cualquier otro fármaco, pero no más; incluso podemos afirmar que mucho menos que otras sustancias que pasan por ser más inocuas y que luego nos dan sorpresas muy desagradables.

La mejor forma de quitar tabúes y mitos es la información, por lo tanto permítanme que les presente a las sustancias que con más frecuencia les van a prescribir si van a la consulta de un psiquiatra. Vamos a hacer un recorrido panorámico y superficial, si después le quedan dudas, consulte a su medico. No cometa el grave error de acudir a Internet o a otro método similar de autoinformación, además de peligrosos para su salud, son ineficaces.

El primer grupo de psicofármacos que más utilizamos en nuestra especialidad son los tranquilizantes, bueno, en nuestra especialidad y se puede afirmar que también en otras muchas, ya que su uso se ha extendido, quizá excesivamente. Los tranquilizantes que hoy empleamos son en su mayor parte derivados de las “benzodiacepinas”, seguro que casi todos ustedes conocen a una muy famosa: el “Valium”. Nombre comercial del diacepam, de este han ido saliendo, “hijos”, “nietos”, “sobrinos”, en fin, toda una gran familia que ha servido para mejorar la calidad de vida de muchas personas.

Las benzodiacepinas son sustancias que reducen la ansiedad, nos relajan, disminuyen la angustia, nos hacen dormir e incluso pueden evitar convulsiones y también disminuir los vómitos. Como vemos son unos medicamentos muy útiles y polivalentes, lo curioso es que sólo se les conoce por su “capacidad adictiva”, es decir, por que son drogas que nos “enganchan”, y luego ya no las podemos dejar. Eso es falso, absoluta y radicalmente falso si lo dejamos así.

No debemos negar si queremos ser rigurosos, que los tranquilizantes pueden generar adicción, siempre que se tomen de forma indiscriminada, sin indicación ni control médico y para problemas alejados por completo de los que son sus acciones fundamentales. Por ejemplo, si utilizo un “tranquilizante” para relajarme por un mal día que he tenido en la oficina, o tras una discusión con mi marido, o para controlar mi agresividad cuando esta es más que justificada, estamos haciendo un uso incorrecto y más pronto que tarde pagaremos la factura.

Los tranquilizantes, al igual que el resto de los psicofármacos hay que utilizarlos con mesura y precisión, nunca como sustituto del deporte que todos debemos hacer, de la conversación con un amigo de confianza que nos gustaría tener, del relax que supone una relación sexual, o para conseguir dormir como un lirón tras una activa jornada cargada de tensiones. Los ansiolíticos o tranquilizantes se deben utilizar para controlar y disminuir la ansiedad patológica, es decir aquella que aparece sin ningún motivo o razón, o bien, aunque exista una cierta causa la respuesta ansiosa es claramente desproporcionada en cantidad y calidad.

Todos tenemos ansiedad, es necesaria su existencia ya que motiva y nos pone en acción. Sólo cuando la ansiedad sea desproporcionada y nos bloquee e inhiba, será el momento de tratarla. Es decir sólo cuando sea una enfermedad y no una reacción o respuesta proporcional y activadora deberá recibir el adecuado y oportuno tratamiento.

Otro tipo de medicamentos que también utilizamos los psiquiatras mucho son los antidepresivos, el mas conocido quizá sea el Prozac, cuyo nombre químico es fluoxetina. Estos fármacos son muy útiles para combatir la depresión, fíjense bien que he dicho depresión, no tristeza. Y es que muchas veces se confunde lo uno con lo otro y, obviamente, no es lo mismo. Una cosa es que el paciente con depresión este triste, y otra muy diferente que siempre que estemos tristes tengamos una depresión, en el apartado correspondiente se lo aclararemos con más precisión pero vaya por delante que la tristeza es una reacción normal, como lo es la alegría, y sólo cuando se convierta en una enfermedad será adecuado recurrir a los fármacos.

Los antidepresivos que tenemos hoy son sustancias seguras, eficaces, sin a penas efectos secundarios y muy útiles no sólo para tratar la depresión, sino también se pueden emplear como “fármacos antiestrés”, reguladores de la impulsividad patológica, antiobsesivos, antiansiedad, en fin, como vemos sus indicaciones son muy variadas y sólo el medico la debe realizar. A continuación les pongo una tabla donde se recogen los antidepresivos mas utilizados.


FARMACOS DE PRIMERA
ELECCIÓN POR SU EFICACIA Y SEGURIDAD
ISRS
Fluoxetina, Paroxetina, Sertralina, Citalopram
Escitalopram

FARMACOS DE SEGUNDA
ELECCIÓN POR SU POTENCIA
Venlafaxina
Mirtazapina
Reboxetina

TRATAMIENTO EXCLUSIVO POR
ESPECIALISTA

TRICICLICOS
LITIO
Terapia Electro Convulsiva

Hemos dejado para el final los llamados antipsicóticos y los estabilizadores del ánimo, ya que son sustancias cuya frecuencia de uso es menor y además solo se emplean para enfermedades muy concretas como son las psicosis y los llamados ahora Trastornos Bipolares y que antes se conocían como Psicosis Maniaco Depresiva. Si quiere conocerlos mejor le remitimos a libros que los estudian con detenimiento, no sin antes incidir en que a estas sustancias también se les llama tranquilizantes mayores, lo que nos da idea de cual va ser su efecto fundamental. Además de conseguir relajar a la persona son también los que van a neutralizar las ideas delirantes y por lo tanto a normalizar el contenido del pensamiento. Por lo que respecta a los eutimizantes el más conocido y clásico es el litio. Este es un metal que tiene la capacidad de regularizar el ánimo y evitar los altibajos que en algunos trastornos se producen. Es muy eficaz pero también puede ser peligroso se ingiere en gran cantidad por lo que precisa controles analíticos para evitar la intoxicación.

Pero no nos desviemos del objetivo fundamental de este artículo los psicofármacos en oposición a las psicoterapias. Absurdo y frecuente error, ya que lo correcto sería plantearlo de esta forma: psicofármacos y psicoterapia. Estos es, “lo cortes no quita lo valiente”, ya que unos casos será prioritario el uso de los medicamentos y en otros estarán mas indicadas los tratamientos psicológicos, y, la mayoría de las veces, lo más adecuado será la combinación de ambos.

Todo el mundo sabe que hay muchos tipos de pastillas para los nervios, y sino lo sabían se lo acabamos de descubrir, pero casi nadie sabe que también hay muchos tipos de psicoterapias. A nadie le gustaría que le dieran unas pastillas equivocadas, pero parece ser que a nadie le importa, aparentemente, que le hagan un tipo de psicoterapia no indicada para su padecimiento. Vamos a reflexionar sobre este interesante y desconocido aspecto del tratamiento psiquiátrico.

La gente cree que la psicoterapia es ese conjunto de normas y consejos que los expertos les damos para enseñarles a "vivir". No les preocupa qué tipo de psicoterapia les hagamos, ni para qué vale, ni como se hace, ni cuando empezar y cuando finalizar, no, nada de eso importa; si acaso les preocupa cuanto les va a costar, si se trata de una consulta privada. Y es lógico: no saben lo que es la psicoterapia.

“Pobres gentes ignorantes: no saben lo que es la psicoterapia", eso piensan para sus adentros algunos o muchos de los supuestos expertos en tan sesudas y enigmáticas técnicas. Y uno, en su simpleza, se pregunta: ¡no será más bien que si la gente no lo sabe es porque no sabemos explicárselo! Y me temo que esta versión es bastante más cierta que la anterior: la ignorancia está en nosotros, en que quizá somos farragosos, oscuros, mágicos, misteriosos y pedantes.

Claro que también puede ocurrir que interese que la gente siga en su ignorancia, no en vano hay muchos "intereses" en ciernes. Unas veces es el dinero, otras la sensación de dominio sobre el enfermo, otras la propia inseguridad del terapeuta, otras la falta de formación, de capacitación o de profesionalidad. Muchos intereses, tal vez por eso las psicoterapias siguen dominadas por círculos, escuelas, sociedades, o líderes carismáticos.

Con mucha frecuencia, cuando viene un enfermo a nuestra consulta y nos cuenta que ya ha estado en tratamiento con anterioridad, le preguntamos quien y cómo le ha tratado. La mayor parte de las veces recuerda mal el nombre del médico, fatal el nombre de las pastillas, no tiene ni idea de como se llama su enfermedad, etc. Pero si le trata un psicoterapeuta, sí suele saber su nombre, pero no tiene ni idea del tipo de psicoterapia que ha hecho; es más, ni siquiera sabía que había una "técnica" porque nadie le ha advertido que se le trataba con esta o aquella modalidad de psicoterapia. Y por supuesto, no sabe si habría otras alternativas, ni tampoco si esa es la técnica más indicada para su problema. Es como si creyese que sólo hay un tipo de pastillas para tratar todas las enfermedades.

En gran parte esto sucede por nuestra culpa, por nuestra poca capacidad didáctica y por nuestra escasa formación e información en psicoterapias. Habría que añadir que también es culpa de esa pseudocultura social de la salud, que confunde lo bueno con lo inocuo, lo eficaz con lo natural, lo seguro con lo suave. Poco bien le hacemos a las psicoterapias si las equiparamos a esas magias y misticismos, a tantas mentiras y fraudes como hoy en día asedian los aledaños de la salud. Es una falta de respeto a todos los investigadores de la mente humana que han ideado y desarrollado técnicas veraces y eficaces. Es una injusticia para el trabajo, la reflexión, el estudio sereno y templado de tantos psicoterapeutas, y, sobre todo, es un desafuero contra la mayor de las potencias humanas: La palabra. La palabra es la más eficaz y respetable de todas las fuerzas de que dispone el hombre, tan beneficiosa como peligrosa, dependiendo de cómo se utilice.

En resumen, las psicoterapias son técnicas que usan la palabra para curar. Se basan en hablar y escuchar, en guiar y aprender. Hay muchas y muy buenas, un enorme cesto lleno de psicoterapias posibles. Es como un baúl mágico sin fondo, en el que todo cabe. Lo abres y no dejan de salir autores y nombres, técnicas y escuelas, libros y más libros, y eso es bueno. Mucho escrito y mucho por escribir. Una enorme riqueza, pero también un enorme desorden. Por eso mismo hemos planteado este capítulo. Y la cosa es bien sencilla: Si usted o su familiar padece un trastorno psíquico, y le aconsejan que haga psicoterapia, primero infórmese, pregunte a su médico de cabecera, o a su psiquiatra o psicólogo de zona. Déjese aconsejar por los que saben y están limpios de intereses y libres de condicionamientos. Las psicoterapias son posibles, y además son útiles y eficaces cuando están correctamente indicadas y practicadas. Lo contrario, no es psicoterapia, es “charloterapia”.


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El 30% de las depresiones tratadas con fármacos, acaban siendo crónicas




El 30% de las depresiones tratadas con fármacos, acaban siendo crónicas

Científicos descubren que la depresión se refleja en una parte concreta del cerebro que hay que atacar durante el tratamiento




La depresión es una enfermedad cerebral tangible. Un estudio presentado en el 23 Congreso Anual del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología que se celebra en Holanda, ha concluido que la depresión se refleja en áreas del cerebro específicas.

Los investigadores han demostrado que las personas deprimidas sufren alteraciones en las regiones cerebrales encargadas de regular las respuestas emocionales y esa alteración se puede extender incluso ocho semanas después de iniciar un tratamiento antidepresivo con fármacos.

Los pacientes con depresión presentan una activación diferente de la corteza prefrontal medial del cerebro que lleva a explicar los complejos de estas personas, su visión negativa sobre sí mismos o el sentimiento de culpabilidad.

Estas alteraciones del cerebro indican que algunas personas podrían necesitar tratamientos complementarios para modificar su conducta cognitiva y minar la probabilidad de que la depresión vuelva a aparecer.

Este descubrimiento facilitará el trabajo a los psiquíatras que podrán ajustar el tratamiento para que actúe sobre determinados procesos neurológicos que provocan la enfermedad.

Las cifras indican que el 40% de las personas que sufren depresión reciben tratamiento farmacológico, aunque entre el 20 y el 30% acaba desarrollando una depresión crónica por la inutilidad del tratamiento.

Cómo desechar pensamientos negativos


Cómo desechar pensamientos negativos



Tal vez ya conozcas el principio universal queLetra_X dice "todo es mente" y "creas la realidad que eres capaz de imaginar". Cuando un pensamiento es acompañado por una emoción, se manifiesta materialmente.

El inconsciente no razona, no elige, siempre dice "sí". Si tu dices "estoy gorga", el inconsciente se ocupará de mostrar esa realidad. Tampoco reconoce el "no" en tus frases, por esa misma condición, si dices "no voy a pensar mas en mi ex", lo único que logras es tenerlo presente todo el tiempo.

Aprender a desechar pensamientos y creencias no es una tarea fácil, porque desde que estamos en la panza de mamá nos invade un sin fin de creencias pensamientos de quienes nos rodean, que van condicionando nuestro propio modo de pensar, creer y actuar.

No se trata de reprimir cada emoción y pensamiento negativo que aparece en nuestra mente, sino de observar cada uno de ellos como quien i9lumina un objeto con una linterna. Practicar esto consecuentemente hará que se transforme en hábito y muchas veces te reirás de tu misma cuando "te pillas" en un pensamiento negativo.

En metafísica se enseña que ante un pensamiento negativo propio o ajeno, decir la palabra "cancelado" anula su efecto, haciendo que no vuelva a repetirse. Inmediatamente hay que suplantar ese pensamiento negativo por uno positivo. Es como llenar ese casillero que quedó vacío con algo, para que no se llene nuevamente con algún otro pensamiento no deseado.

Aumenta su efecto, si al decir "cancelado" lo repetimos tres veces, para que quede sellada su intención en el plano físico, mental y espiritual. Afirmamos mucho mas este procedimiento si a ese pensamiento indeseado, mentalmente lo tachamos con una cruz en forma de X, mientras decimos "cancelado".

Inténtalo. Te sorprenderán sus efectos!
http://www.canalwoman.com/blog/cmo-desechar-pensamientos-negativos/

OBSESIONES PANICO - PENSAMIENTOS SUICIDAS


OBSESIONES PANICO - PENSAMIENTOS SUICIDAS

Obsesiones pánico, y miedo, Toda acción comienza por un Pensamiento. ¡Cuida tus pensamientos, son el principio de todos tus temores!

Según la clasificación psiquiátrica de las diferentes enfermedades mentales, DSM IV, los trastornos de ansiedad se clasifican en:

1.

Trastorno de angustia sin agorafobia
2.

Trastorno de angustia con agorafobia
3.

Agorafobia sin historia de trastorno de angustia
4.

Fobia específica
5.

Fobia social
6.

Trastorno obsesivo-compulsivo
7.

Trastorno por estrés post-traumático
8.

Trastorno por estrés agudo
9.

Trastorno de ansiedad generalizada
10.

Trastorno de ansiedad debido a…
11.

Trastorno de ansiedad no especificado.

PÁNICO: Las denominadas crisis de pánico son episodios desbordantes de ansiedad en los que la persona deja de actuar paralizada por el miedo. No hay estímulo aparente que lo justifique, al menos en la realidad, porque ella cree que puede desvanecerse, sufrir un infarto o cualquier otra situación de pérdida de control. Los pensamientos se suceden rápidamente invadiendo todo criterio lógico y racional.

El sujeto sufridor de pánico teme cualquier acción y ningún lugar es seguro porque es su pensamiento el que le desborda, le descontrola. Los pensamientos que se suceden para desequilibrarlo siguen unos mismos esquemas:

*

Parecen taquigrafiados
*

Son repetitivos
*

Son específicos
*

Contienen palabras clave
*

Son irracionales, a pesar de lo cual casi siempre son creídos
*

Suelen ser difíciles de detener o desviar.
*

Dramatizan utilizando términos del tipo: "debería de", "y sí…"
*

Se viven como espontáneos.

La persona escucha atentamente esos mensajes que se envía a sí misma, se los cree y asume el descontrol y el miedo que la paralizan queriendo escapar a toda costa de sí misma, es decir de sus pensamientos. Los pensamientos automáticos al ser creídos se asientan con más fuerza en la persona formando parte de su cotidianeidad. Este hecho reduce la socialización en la persona que los sufre, quien limita salidas y contactos por el temor de que se vuelva a producir la crisis. Empieza por evitar aquellos lugares en los que sintió que le invadían esos pensamientos automáticos y poco a poco, con la generalización de sus ataques, se convierte en alguien incapaz de salir de su propia casa.

La solución a esta conducta tan limitativa está en trabajar los pensamientos que provocan esa emoción.

En la vida, a diario, nos encontramos con situaciones que nos provocan el pánico. Si los pensamientos automáticos que nos invaden en aquel momento son irracionales y dramáticos tendemos con ello a prolongar la emoción desagradable, generalizándola en otras situaciones posteriores. El pensamiento genera una emoción que se mantiene si la situación que provocó el pensamiento fue vivida como amenazante.

Imagínate resbalando en plena sala de juntas cuando estás sirviendo un café. Ante el gran resbalón, los jefes se ríen y tú piensas: "Menudo ridículo acabo de hacer, seguro que han pensado que soy una inútil y tonta." La emoción sentida es de vergüenza y en un futuro evitarás servir el café en la sala de juntas. Si además, cada vez que te cruzas con uno de los que presenciaron el "desastre" piensas seguro que aún se ríe de mí, el pánico invadirá diferentes áreas de tu vida, evitando situaciones de tu entorno cotidiano. Cuanta más negatividad e irracionalidad le dieras a tus pensamientos, más agudo sería el pánico. "Lo que piensas" se traduce en tus acciones, por ello es importante que se intente mantener un buen contacto con la realidad a la hora de expresar el lenguaje interior.

Las obsesiones son pensamientos deformantes que se mantienen constantemente en tu mente creando una obsesión continua. La obsesión es un fenómeno que aparece en tu conciencia contra la voluntad del sujeto. Se vive como absurdo, ilógico, ajeno al yo. El fenómeno obsesivo puede ser: una idea, un recuerdo, un temor, un impulso, un acto, …puede tener un contenido indiferente para el sujeto pero lo normal es que sea algo vivido como intolerable y desagradable. Debido a ello, el sujeto tiende a desarrollar unas conductas defensivas y rituales para vencer la obsesión, es lo que denominamos "compulsión". Los obsesivos con personas con tendencia a la pulcritud y al orden, son perfeccionistas que exigen mucho de los que forman su entorno.

Pánico y obsesión corresponden a luchas internas de la persona que se siente continuamente amenazada por sí misma y sus pensamientos. La primera acumula una gran dosis de ansiedad paralizando toda reacción. La segunda, más rígida y controladora, manifiesta rituales para eliminar la obsesión que no puede evitar. Los dos sufren pero la clave para vencer ambos está en la detección de los pensamientos distorsionantes.
http://www.ansiedad-suicidio-miedo.com/Ansiedad/panico-obsesiones.htm

¡soluciones! ¿comos se sale de la obsesión?



¡soluciones! ¿comos se sale de la obsesión?
testimonio de tarteso

hola
Hacia tiempo que no escribia en el foro, no se como llevais compañeros esta obsesión sigo viendo algunos sufridores por aquí pero no todos. ¿lo habeis superado?
Yo llevo un tiempo de terapia, que se resume en que cuando voy, la obsesion parece que me deja unos dias tranquilo pero permanece ahi, es como un submarino que a veces emerge sin venir a caso, cualquier detalle activa otra vez el mecanismo. He de reconcer que la intensidad ha bajado y que hay veces que estoy bien pero es agotador cuando una y otra vez se te vienen pensamientos, se me ocurre que voy a tener que vivir con esto mucho tiempo.
Estos pensamientos son solo eso "pensamientos" y nunca hay que luchar contra ellos eso lo tengo claro pero...¿donde esta el limite? que hago que recreo en ellos como a veces hago y salgo peor? termina derrumbandome.
Mi situación ahora es algo delicada llevo tiempo en desempleo y claro piensas mas, ahora sin embargo he encontrado un buen trabajo y que me hacia mucha ilusión pero esto no termina de dejarme de disfrutar por este triunfo.
Mi situacion actual en la obsesion es la siguiente, ya no esquivo los chicos guapos, veo la tele y algunos me parecen guapisimos, eso si las relaciones homosexuales me dan asco, no me gustan y temo que algun dia me exciten se que esto tambien forma parte de la obsesion porque el miedo te lleva a situaciones tan extranjeras para ti como antagonicas.
Me gustaria saber algunos metodos para salir de esto, hay veces que me he creido fuera pero termina apareciendo. Ya voy cogiendole miedo a ver chicos guapos y siempre lo voy a tener. Las chicas me siguen gustando y mucho aunque no tengo pareja y algo tambien ha disminuido la intensidad del deseo hacia las mujeres. Sí, ya lo se esto ultimo tambien es un rasgo de esta obsesion es como si te estuvieses definiendo...
Ya no se si seria capaz de darle un beso a un hombre a veces pienso que todo es ponerse, aunque insisto de sexo nada de nada, espero no seguir sugestionandome.
Tambien veo que se cumplen algunas cosas que leo por eso he dejado el foro un poco, porque parece como si despues me pasaran a mi, se llama algo de no se que profetica pero he detectado que me pasa, por ejemplo ahora me fijo en las sensaciones genitales cuando veo a un hombre cosa que antes no echaba nunca cuenta porque lo vea totalmente absurdo.
http://www.es-asi.com.ar/node/1186