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Salud mental: trastorno obsesivo compulsivo


Todos, sin duda, hemos pasado por momentos en los que una idea o imagen surge de pronto en nuestra mente sin ninguna advertencia.
Lavado de manos (SPL)
La gente con TOC tiene un miedo intenso a la contaminación de gérmenes.
Puede tratarse de ideas o imágenes totalmente inconsistentes, o asuntos o situaciones que -pensamos- no deberíamos haber hecho o deberíamos haber hecho de distinta forma.
Este tipo de pensamientos forman parte de nuestra vida y la mayoría de la gente no se preocupa por ellos y puede olvidarlos fácilmente.
Para otros, sin embargo, estos pensamientos impertinentes y no deseados pueden convertirse en lo que los psicólogos llaman "obsesiones".
Y muchas de estas personas no pueden deshacerse tan fácilmente de estas obsesiones. Ése es el llamado trastorno obsesivo compulsivo o TOC.

¿Qué causa el TOC?

Aproximadamente una de cada 50 personas se ven afectadas por este trastorno en algún momento de su vida.
Pero la cifra, dicen los expertos, podría ser mayor debido a que mucha gente con TOC prefiere esconder su padecimiento.
"El trastorno obsesivo compulsivo también puede desarrollarse cuando una persona es muy meticulosa, metódica y ordenada y estas características comienzan a dominar su vida"
Colegio Real de Psiquiatras
A menudo la enfermedad se inicia en la adolescencia o principios de la adultez y afecta a hombres y mujeres por igual.
Hasta ahora no se conocen las causas de este trastorno pero hay varios factores que podrían explicar su aparición.
Por ejemplo, como en ocasiones suele ocurrir en varios miembros de una familia, se piensa que podría haber alguna causa genética.
También se ha visto que ciertos eventos estresantes pueden desencadenar el TOC.
Algunos estudios han mostrado que un desequilibrio en los niveles de serotonina, un compuesto químico cerebral vinculado al estado de ánimo y las emociones, puede provocar el trastorno.
Según el Royal College of Psychiatrists (Colegio Real de Psiquiatrias) del Reino Unido, el trastorno obsesivo compulsivo también puede desarrollarse cuando una persona es muy meticulosa, metódica y ordenada y estas características comienzan a dominar su vida.

Síntomas de TOC

OBSESIONES COMUNES

  • Miedo de contaminarse con gérmenes, suciedad o sustancias químicas.
  • Miedo de provocar una inundación en su casa, causar un incendio o temor de ser víctimas de un robo.
  • Pensamientos agresivos sobre lesionar o lastimar físicamente a un ser querido.
  • Preocupación por la simetría o exactitud de objetos.
  • Pensamientos o urgencias sexuales impertinentes.
  • Dudas excesivas sobre la propia moral o las convicciones religiosa.
  • Necesidad de hablar, preguntar o confesar algo.
Quienes sufren TOC se ven torturados diariamente por pensamientos que describen como "profundamente desagradables y angustiantes".
Las obsesiones que experimentan estas personas pueden agruparse en "temas" comunes.
"Muchos de nosotros llevamos a cabo rituales diarios que consisten en una serie de tareas que forman parte de la vida común" explica el doctor Robert Wilson, psicólogo especializado en TOC y autor del libro Overcoming Obsessive-Compulsive Disorder (Superando el Trastorno Obsesivo Compulsivo).
"Por ejemplo, revisar que todas las puertas y ventajas estén cerradas antes de irnos a la cama es una rutina que nos garantiza que no nos robarán".
"Pero con el TOC, estos rituales se salen de control", afirma el experto.
Quienes sufren el trastorno obsesivo compulsivo están dominados por la necesidad de llevar a cabo estos rituales, que se conocen como "compulsiones", y que son provocados por sus obsesiones.
Limpieza
La limpieza es una compulsión común de las personas con TOC.
"Una persona con TOC, por ejemplo, puede llegar a revisar sus puertas y ventanas entre 50 y 100 veces cuando la obsesión por la seguridad se ‘instala’ en su mente" dice el doctor Wilson.
"Las personas obsesivo compulsivas no tienen absolutamente ningún control sobre sus compulsiones", agrega.

Tratamiento

En ocasiones los individuos con TOC pueden ayudarse a sí mismos a superar el trastorno.
Según el doctor Wilson, llevar un diario o un registro de los pensamientos que son problemáticos y revisarlos continuamente puede ayudar a algunas personas.
"Pero es necesario hacerlo de forma regular, durante una media hora cada día, y al mismo tiempo se debe tratar de resistir cualquier comportamiento compulsivo" dice el experto.

COMPULSIONES COMUNES

  • Limpieza: lavarse repetidamente las manos o limpiar las superficies de la casa durante horas y sin parar
  • Revisiones: preguntarse repetidamente si las luces están apagadas, si los aparatos eléctricos están desenchufados o si las puertas están cerradas, etc.
  • Contar secuencias de números durante horas
  • Arreglo y orden: la necesidad de ordenar objetos de determinada forma
  • Repetición de palabras u oraciones
  • Necesidad de completar o realizar areas en un orden exacto una y otra vez hasta lograr la perfección
  • Acumulación: coleccionar objetos inútiles
Pero si esto no funciona, hay terapias habladas -como la cognitivo conductual- que pueden ayudar a las personas con TOC a cambiar sus conductas, deshaciéndose en primer lugar de los pensamientos de autocrítica que no son reales.
También hay otras psicoterapias, como las técnicas de exposición y prevención de respuestas (que pueden usarse junto con la terapia cognitivo conductual) que pueden ayudar a combatir las compulsiones y ansiedades evitando que se refuercen unas a otras.
"Esto permite a la persona enfrentar gradualmente la situación que teme y al mismo tiempo evita que lleve a cabo o complete sus rituales usuales de compulsión mientras la ansiedad desaparece" explica el doctor Wilson.
Junto con las terapias habladas o sin ellas, el médico puede también recomendar un tratamiento farmacológico, por ejemplo de antidepresivos, que pueden ayudar a la persona con TOC aunque no esté deprimida.
Tal como señala el Colegio Real de Psiquiatras, aproximadamente seis de cada 10 personas mejora con la medicación y los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo logran reducirse gradualmente.
Y se ha demostrado que mientras se toman los fármacos se puede prevenir una recurrencia de la enfermedad, incluso después de varios
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/05/110516_salud_mental_obsesivo_compulsivo_men.shtml

C. Valenciana

La Fe corrige en el quirófano el trastorno obsesivo compulsivo

La psicocirugía consigue mejorar los síntomas de esta patología en un 50%


La Unidad Multidisciplinar de Estimulación Cerebral Profunda del Hospital Universitari i Politècnic La Fe realizó ayer por primera vez en la Comunidad Valenciana una psicocirugía para corregir un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), que mejora los síntomas aproximadamente un 50 por ciento.
Esta patología se caracteriza por la presencia de pensamientos intrusos y recurrentes —obsesiones— que suelen asociarse a comportamientos o actos mentales repetitivos y ritualizados —compulsiones—.
No obstante, la estimulación cerebral profunda (ECP) para el TOC permite mejorar los síntomas de los pacientes en aproximadamente un 50 por ciento, además de influir de forma positiva en otros aspectos psiquiátricos como la ansiedad y la depresión que generalmente se asocian a esta enfermedad.
Hasta la fecha, en la Comunidad los pacientes con TOC resistente al tratamiento convencional con psicofármacos o psicoterapia podían someterse a una cirugía ablativa, un proceso irreversible con el que se lesiona de forma controlada una zona cerebral profunda, o bien ser derivados a otra comunidad donde ya se estuviera realizando psicocirugía funcional.

Rutina

Sin embargo, la doctora Teresa Rubio, del servicio de Psiquiatría de La Fe, destacó que el TOC «puede interferir gravemente en la rutina diaria de los pacientes» porque «las obsesiones y compulsiones consumen una porción significativa del tiempo que el paciente dedicaría normalmente a sus actividades familiares, sociales y laborales, llegando en ocasiones a incapacitarlo totalmente».
De hecho, se estima que este trastorno afecta al 2-3 por ciento de la población y que hasta un 30-40 por ciento de los pacientes afectados son resistentes a los distintos tratamientos convencionales. La ECP abre así una nueva alternativa terapéutica para los pacientes con TOC del departamento de salud Valencia La Fe. Una unidad que se creó con el objetivo inicial de proporcionar tratamiento integral a los pacientes con Trastornos del Movimiento.
http://www.abc.es/20111104/comunidad-valencia/abcp-corrige-quirofano-trastorno-obsesivo-20111104.html#.TrQ3WZe--TA.facebook

miedo obsesivo


Identifican un mecanismo subyacente en el miedo obsesivo

Según el Centro Nacional para Trastornos de Estrés Postraumático (PTSD) de Estados Unidos, alrededor de un ocho por ciento de la población tendrá síntomas de PTSD en algún momento de sus vidas. Y en un solo año, los adultos que sufren de PTSD suman alrededor de 5,2 millones, informa el centro.


i-Huei Tsai, profesora de neurociencias del Departamento de Ciencias Cognitivas y del Cerebro en el Instituto Picower, y sus colaboradores, muestran que inhibir una quinasa (las quinasas son enzimas que modifican las proteínas) llamada Cdk5 facilita la extinción del miedo adquirido en un contexto particular. Recíprocamente, el miedo adquirido persiste cuando la actividad de la quinasa aumenta en el hipocampo, el centro de almacenamiento de memoria en el cerebro.

La Cdk5, asociada con la proteína p35, ayuda a las células nuevas del cerebro, o neuronas, a formarse y a migrar a sus posiciones correctas durante el desarrollo temprano del cerebro. En este trabajo actual, los investigadores observaron cómo la Cdk5 afecta a la capacidad de formar y eliminar recuerdos relacionados con el miedo.

De manera clara, la inhibición de la Cdk5 facilitó la extinción del miedo adquirido, en ratones. Estos datos apuntan a una prometedora vía terapéutica para tratar trastornos emocionales, y aumenta las esperanzas para los pacientes que sufran alteraciones de estrés postraumático o fobias.

Los trastornos emocionales tales como el estrés postraumático y los ataques de pánico provienen de la incapacidad del cerebro para dejar de experimentar el miedo asociado con un incidente específico o serie de incidentes. Para algunas personas, los perturbadores recuerdos de eventos traumáticos, no desaparecen, o pueden incluso empeorar con el tiempo, afectando severamente sus vidas.

Tratar estos trastornos implica usar métodos tendentes a mantener a raya la conducta o a extinguirla, pero los mecanismos moleculares subyacentes en el proceso de extinción del miedo no están bien dilucidados. Sin embargo, los estudios han mostrado que parte de la maquinaria molecular que inicialmente permite establecer los recuerdos inquietantes también regula su extinción.
Tags: miedo, ptsd

Curan trastorno obsesivo compulsivo con médula



Un trasplante de médula para acabar con un trastorno obsesivo
■Es la primera relación directa establecida entre enfermedad mental y sistema inmune
■Estos hallazgos sirven, sobre todo, para comprender mejor la génesis de estos trastornos
■Mario Capecchi, ganador del Premio Nobel de Medicina en 2007, dirigió el estudio

Por primera vez, un grupo de investigadores ha establecido una relación causa-efecto entre el sistema inmune y un trastorno psicológico, y han logrado su curación mediante un trasplante de médula. Aunque se trata de un trabajo muy preliminar, estos hallazgos abren un nuevo horizonte en la génesis y el tratamiento de algunas enfermedades mentales.

"Hemos demostrado que existe un vínculo entre un trastorno psicológico y el sistema inmune, en concreto, con las células de la microglía que derivan de la médula ósea y se encuentran en el cerebro", explica Mario Capecchi, profesor de genética humana en la Universidad de Utah y ganador del Nobel de Medicina. "Antes, ha habido ciertos indicios pero nadie había hecho una conexión directa entre ambos".

En su experimento, Capecchi y sus colegas escogieron a un tipo de ratones que, debido a una mutación en el gen Hoxb8, presentan un comportamiento obsesivo: se acicalan mucho más de lo normal. Este trastorno conductual les lleva a arrancarse el pelo y causarse lesiones en la piel, de forma similar a lo que les ocurre a las personas con tricotilomanía, que se arrancan el pelo del cuerpo de forma compulsiva.

Pero, como señalan los autores en las páginas de la revista 'Cell', "era bastante inesperado que la alteración de un gen Hox resultara en un déficit del comportamiento como el acicalamiento excesivo y patológico", debido a las funciones que cumple esta familia de genes (implicada en el desarrollo embrionario y la formación de múltiples tejidos).

Un trasplante para acabar con la 'obsesión'
Sin embargo, este grupo de investigadores descubrió que la mutación del gen Hoxb8 provoca un defecto en las células de la microglía -involucradas en el sistema inmune- situadas en las regiones del cerebro que se conocen como circuito TOC, que median los trastornos obsesivos (TO). Estas células mutantes se forman en la médula espinal y migran hacia el encéfalo, donde cumplen su misión.

Basándose en esta información, el equipo de Capecchi decidió comprobar si sustituyendo la microglía mutante por una sana podrían acabar con el acicalamiento compulsivo. ¿Cómo? Mediante un trasplante de médula. De los 10 ejemplares sometidos a este tratamiento, cuatro se recuperaron completamente y los restantes mostraron mejorías significativas.

"Muchas gente va a considerarlo increíble", opina Capecchi. "He aquí la sorpresa: la medula ósea puede corregir un defecto en el comportamiento". Aunque, matiza, "no estoy proponiendo que hagamos trasplantes de medula para cualquier trastorno psiquiátrico", en humanos.

Este sorprendente hallazgo está en la línea de ciertas observaciones realizadas en personas con patologías psiquiátricas, como "la gente que está deprimida, que a menudo tienen un sistema inmune que no está funcionando con normalidad", concluye este experto.

Distancia y cautela
Aunque llamativos, los frutos de la investigación de Cappechi están lejos de poder ser extrapolados a los seres humanos. Los ratones con el gen Hoxb8 alterado, que desarrollan conductas de acicalamiento excesivo, se emplean como modelo para el estudio de los trastornos obsesivos y han dado buenos resultados en otras ocasiones.

Sin embargo, "una de las cuestiones es si estos comportamientos, que son muy automáticos en el animal, reflejan un TO porque aunque en las personas también hay conductas de autolimpieza, éstas se producen por un pensamiento o convicción de estar infectado, sucio. No son automáticas", explica José Manuel Menchón jefe de grupo de investigación del Cibersam (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental). "Por eso hay cierta cautela".

Para Menchón, que dirige la Unidad de Trastorno Compulsivo del Hospital de Bellvitge (Barcelona), estos resultados, "más que reflejar una posibilidad terapéutica, hablan de la fisiopatología del trastorno. Nos ayudan a entenderlo mejor".

Los perros compulsivos arrojan pistas sobre el trastorno obsesivo compulsivo y el autismo en los humanos


Los perros compulsivos arrojan pistas sobre el trastorno obsesivo compulsivo y el autismo en los humanos

MARTES, 19 de enero (HealthDay News/DrTango) -- Un estudio de Dobermans obsesivos compulsivos podría ayudar algún día a explicar comportamientos repetitivos similares en humanos.

Los científicos han identificado una región en el cromosoma 7 de perros obsesivos compulsivos que podrían correlacionarse con la versión humana de este trastorno psiquiátrico.

El gen es el mismo en los humanos, aseguró el Dr. Nicholas Dodman, autor principal del estudio, que aparece como carta al jefe de redacción de la edición de enero de Nature Molecular Psychiatry. En los humanos, reside en el cromosoma 18, el mismo cromosoma que contiene todos los genes psiquiátricos identificados hasta ahora, apuntó.

"Sin lugar a dudas, tenemos básicamente el mismo gen, así que es un artículo intrigante, pero aún debemos investigar más para ver si este descubrimiento en particular es importante para la salud humana y para el trastorno obsesivo compulsivo (TOC)", agregó el Dr. Michael Slifer, profesor asistente de genética y genómica humana de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami.

"No obstante, aún cuando este hallazgo en particular no sea directamente relevante, nos ofrece pistas sobre vías y procesos que podrían tener lugar en humanos al igual que algunos posibles objetivos de intervención y tratamiento", agregó.

Además, Slifer advirtió que "es probable que este gen no tenga un efecto tan fuerte en los humanos como lo tiene en los perros, ya que aún no lo hemos detectado en humanos [en relación con el TOC]. Ya lo habríamos visto. Pero eso no significa que aún no sea relevante para un pequeño subgrupo [de personas con TOC]".

Entre el dos y el tres por ciento de los humanos sufren de trastorno obsesivo compulsivo, una afección que se caracteriza por pensamientos y comportamientos repetitivos, como lavarse las manos de manera continua.

El trastorno compulsivo canino parece afectar ciertas razas, de manera notable a los perros Bull Terrier, que tienen la tendencia a perseguir de manera maniática sus colas, y los Dobermans que succionan de manera compulsiva mantas o incluso partes de su propio cuerpo.

"Éstas no son simplemente cosas divertidas", señaló Dodman, profesor de ciencias clínicas de la Facultad de medicina veterinaria Cumming de la Universidad de Tuft en North Grafton, Massachusetts. "Es una enfermedad físicamente dañina y que puede hacer peligrar la vida, además puede afectar de manera grave la relación entre la persona y su mascota, lo que puede conducir a la eutanasia".

"No existía ningún tipo de explicación al respecto y estaba claro que la genética tenía algo que ver en este comportamiento", añadió Dodman, que también es el autor de varios libros bien conocidos sobre comportamiento animal.

Puede afectar hasta el 70 por ciento de los cachorros de ciertas camadas de Doberman, destacó. Un pastor alemán mordió su cola de tal modo que se desangró hasta morir, agregó.

"Aunque sabíamos que la succión del costado en los Dobermans tenía un componente genético porque se manifestaba en algunos linajes, este estudio confirma e identifica donde portan este rasgo", comentó Bonnie Beaver, profesora del departamento de ciencias clínicas de animales pequeños del Colegio de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Texas A&M en College Station. "Nos ofrece un punto de partida para analizar la relación genética de otros trastornos compulsivos y. . . quizá ayude a comprender los trastornos compulsivos en humanos y a diferenciar los trastornos genéticos de los ambientales".

Al parecer el cromosoma 7 está dentro del gen caderina-2 (CDH2), que se relaciona con la comunicación entre las neuronas del cerebro.

Además, las caderinas, proteínas que hacen posible que las células se adhieran o peguen entre sí, también están implicadas en los trastornos obsesivos compulsivos. Hace poco, las caderinas se asociaron con el trastorno del espectro autista, que también se caracteriza por comportamientos compulsivos, tales como golpearse la cabeza de forma repetitiva.

Los investigadores de la Tufts trabajaron de forma conjunta con el Programa de Genética Médica de la Universidad de Massachusetts y del Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachusetts para analizar las muestras de sangre de los Dobermans que el personal de Tufts había recopilado y almacenado durante más de una década.

Los Dobermans, que (en este caso) succionaban de manera compulsiva sus costados o mantas, eran más propensos a tener la secuencia de este gen que los Dobermans sanos.

Beaver señaló que los descubrimientos fueron "emocionantes" y que "el número de perros usados en el estudio ofrece un buen nivel de confianza sobre los hallazgos".

Más información

Más información sobre el trastorno obsesivo compulsivo en el Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU.

Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

http://www.womenshealth.gov/news/spanish/635127.htm

Trastorno obsesivo compulsivo: buscan nuevas opciones de tratamiento



Trastorno obsesivo compulsivo: buscan nuevas opciones de tratamiento

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO :BUSCAN NUEVAS OPCIONES PARA QUIENES

NO RESPONDEN AL TRATAMIENTO

Los pacientes que sufren trastorno obsesivo compulsivo (TOC) tienen pensamientos perturbadores y persistentes (obsesiones) y utilizan rituales (compulsiones) para controlar la ansiedad relacionada con éstos, que en la mayoría de los casos resultan efectivos. Pero los rituales no son placenteros y sólo mejoran la ansiedad transitoriamente.

Por ejemplo, la obsesión de contaminación se asocia con la compulsión de limpieza; asimismo, entre las compulsiones más frecuentes se encuentra el chequeo o conteo de determinadas cosas. También se incluyen los pensamientos vinculados con la violencia, la sexualidad, la religión, la simetría y el orden.

La gente que padece este trastorno lleva a cabo sus hábitos acostumbrados a pesar de la interferencia con la vida diaria. La mayor parte reconoce su falta de sentido, en tanto que otros, principalmente los niños, no son conscientes de la anormalidad que los caracteriza.

El TOC además puede acompañarse por trastornos en la alimentación, ansiedad y depresión, y afecta tanto a hombres como mujeres.

En general, aparece durante la infancia, la adolescencia o la adultez temprana. Los síntomas pueden mejorar fácilmente o empeorar. Esta última situación puede ocasionar dificultades laborales o de incumplimiento de las responsabilidades del hogar.

Para evitar circunstancias que desencadenan las obsesiones, los pacientes tratan de mejorar o calmarse, consumiendo alcohol o drogas.

La respuesta al tratamiento farmacológico (clomipramina) y psicológico suele ser buena. La psicoterapia consiste en la desensibilización ante los hechos que ocasionan miedo o ansiedad.

Actualmente se investigan nuevas opciones para los pacientes que no tienen respuesta satisfactoria al tratamiento.

Fuente: USA Department of Health and Human Services
http://globedia.com/trastorno-obsesivo-compulsivo-buscan-opciones-tratamiento

Identifican un mecanismo subyacente en el miedo obsesivo


Identifican un mecanismo subyacente en el miedo obsesivo

Según el Centro Nacional para Trastornos de Estrés Postraumático (PTSD) de Estados Unidos, alrededor de un ocho por ciento de la población tendrá síntomas de PTSD en algún momento de sus vidas. Y en un solo año, los adultos que sufren de PTSD suman alrededor de 5,2 millones, informa el centro.

i-Huei Tsai, profesora de neurociencias del Departamento de Ciencias Cognitivas y del Cerebro en el Instituto Picower, y sus colaboradores, muestran que inhibir una quinasa (las quinasas son enzimas que modifican las proteínas) llamada Cdk5 facilita la extinción del miedo adquirido en un contexto particular. Recíprocamente, el miedo adquirido persiste cuando la actividad de la quinasa aumenta en el hipocampo, el centro de almacenamiento de memoria en el cerebro.

La Cdk5, asociada con la proteína p35, ayuda a las células nuevas del cerebro, o neuronas, a formarse y a migrar a sus posiciones correctas durante el desarrollo temprano del cerebro. En este trabajo actual, los investigadores observaron cómo la Cdk5 afecta a la capacidad de formar y eliminar recuerdos relacionados con el miedo.

De manera clara, la inhibición de la Cdk5 facilitó la extinción del miedo adquirido, en ratones. Estos datos apuntan a una prometedora vía terapéutica para tratar trastornos emocionales, y aumenta las esperanzas para los pacientes que sufran alteraciones de estrés postraumático o fobias.

Los trastornos emocionales tales como el estrés postraumático y los ataques de pánico provienen de la incapacidad del cerebro para dejar de experimentar el miedo asociado con un incidente específico o serie de incidentes. Para algunas personas, los perturbadores recuerdos de eventos traumáticos, no desaparecen, o pueden incluso empeorar con el tiempo, afectando severamente sus vidas.

Tratar estos trastornos implica usar métodos tendentes a mantener a raya la conducta o a extinguirla, pero los mecanismos moleculares subyacentes en el proceso de extinción del miedo no están bien dilucidados. Sin embargo, los estudios han mostrado que parte de la maquinaria molecular que inicialmente permite establecer los recuerdos inquietantes también regula su extinción.

http://www.laflecha.net/canales/ciencia/noticias/identifican-un-mecanismo-subyacente-en-el-miedo-obsesivo

La estimulación del cerebro mejora los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo


http://medciclopedia.com/psiquiatria/1497/la-estimulacion-del-cerebro-mejora-los-sintomas-del-trastorno-obsesivo-compulsivo/

Un procedimiento en el cerebro que ha sido utilizado para tratar pacientes con Enfermedad de Parkinson desde hace más de 20 años también muestra mejoría para pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo severo (TOC).

Para evaluar la utilidad de la estimulación profunda del cerebro en el tratamiento del TOC, los investigadores seleccionaron 16 pacientes con TOC severo y los trataron con el procedimiento. Después de tres meses de estimulación activa, en siete de diez pacientes desapareció el 25% de los síntomas medidos de acuerdo a la escala de Yale-Brown. Además, seis de 10 pacientes alcanzaron funcionalidad satisfactoria, con solo una ligera molestia por la enfermedad.

En la estimulación profunda cerebral, dos electrodos son implantados en el cerebro y conectados a un simulador implantado debajo de la piel. El simulador lleva corriente eléctrica que regula las señales anormales enviadas por el cerebro, actuando como un marcapasos para el mismo.

La estimulación profunda cerebral solo ha sido propuesta como terapia para pacientes con TOC severo que no responden al tratamiento normal. Un tercio de los pacientes con TOC se encuentran en esta categoría. Las ventajas del procedimiento incluyen el hecho de que es reversible y permite ajuste preciso de la cantidad de estimulación.

INVESTIGACIÓN ESPAÑOLA,


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/10/23/neurociencia/1256289352.html
fuente:PATRICIA MATEY
INVESTIGACIÓN ESPAÑOLA
El asco, el 'ingrediente' olvidado de algunas enfermedades mentales
Se inicia un estudio de la sensibilidad al asco y trastornos de ansiedad
En la repugnanacia podrían estar implicados la anorexia y ciertas disfunciones sexuales
Aunque no se saben sus mecanismos, podría contribuir a la causa de algunas fobias


MADRID.- A María le repugnan las arañas y Clara siente auténticas náuseas cuando está cerca de un plato de espinacas. El caso de Juan Miguel es más grave e invalidante. Su miedo a contraer una enfermedad le empuja a lavarse las manos constantemente.

El asco, con todas sus letras, es una emoción negativa y protectora del organismo (previene la contaminación o la enfermedad) pero, también, puede ser algo más, ya que juega su papel en determinadas enfermedades psiquiátricas.

Pese a que ya hay voces que reclaman que la emoción de asco o la repugnancia ha sido 'la gran olvidada de la psiquiatría', tal y como recogió un editorial publicado en el 'British Journal of Psychiatry'; científicos españoles están dispuestos a ahondar en su 'significado psicopatológico' gracias a un nuevo proyecto de investigación, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación que ya está en su fase inicial.

"Pretendemos estudiar la sensibilidad al asco en población española (algo que hasta ahora no se ha hecho), elaborar un sistema de evaluación del asco y la sensibilidad al mismo, y estudiar su relación con los trastornos de ansiedad, especialmente con los miedos y fobias a ciertos animales (animales conceptuados comúnmente como repugnantes), fobias a la sangre (inyecciones-daño), y con el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), dado que muchos de estos pacientes tienen reacciones asco y temor a la de contaminación, más que respuestas de ansiedad propiamente dichas). También consideramos su papel en otros posibles trastornos, como los de la alimentación", aclara a elmundo.es Bonifacio Sandín Ferrero, director del Grupo de investigación de Psicopatología y Salud de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y catedrático de Psicopatología.

Y es posible que "aunque no existan datos epidemiológicos sobre esta cuestión, el porcentaje de personas que experimentan respuestas excesivas de asco sea elevado. También es probable que en su mayor parte tales respuestas sean perturbadoras para el individuo, bien porque interfieran en su vida cotidiana o porque se asocien a otros trastornos psicológicos", sugiere este experto.

Como 'adelanto' al proyecto, este investigador y su equipo acaban de publicar un artículo en 'Revista de Psicopatología y Psicología Clínica' donde analizan las razones por las que el asco forma parte importante de la etiología y la manifestación de diversos trastornos psicológicos.

"El asco, al igual que el miedo, nos protege del posible peligro o daño producido por ciertos agentes externos o extraños al organismo, pero también puede generar trastornos si sobrepasa su valor funcional al inducir respuestas excesivamente intensas o inapropiadas", especifica Bonifacio Sandín.

¿Trastornos del asco?
Aunque según este especialista aún es demasiado pronto para afirmar tajantemente que sentir repugnancia predice el riesgo de desarrollar una enfermedad psiquiátrica, "actualmente existe evidencia de su implicación en algunos trastornos de ansiedad y también hay datos de su relación con los trastornos de la alimentación (anorexia y bulimia nerviosa), el estrés postraumático, las disfunciones sexuales, la hipocondría... Además hoy en día se está estudiando si existen trastornos propiamente asociados a la repugnancia en sí misma, es decir trastornos donde la perturbación central sea el asco como tal (trastorno del asco)", agrega.

En las fobias, por ejemplo, la perturbación central "se ubica en la propia emoción de miedo y constituyen trastornos en sí mismos. Pensamos que con el asco puede suceder algo similar. Por ejemplo, algunos problemas conceptuados actualmente de cierto tipo psicopatológico o psiquiátrico podrían ser más bien trastornos del asco. Es el caso de algunas fobias, como a la sangre".

Tratar la repugnancia extrema es posible. "Puede abordarse utilizando técnicas de tratamiento cognitivo-conductual similares a las que se emplean para tratar algunos de los trastornos de ansiedad, donde tanto la exposición como la reestructuración cognitiva juegan un papel fundamental", indica este profesor de la UNED.

Trastorno obseso-compulsivo. Un informe actualizado



DefiniciónEl trastorno obseso-compulsivo (TOC) se caracteriza por la presencia de pensamientos forzados, intrusos e inútiles en una mente dubitativa, pensamientos que no pueden ser rechazados, juntamente con el deseo fuerte e imperioso de llevar a cabo acciones mentales o motoras hasta que satisfagan el componente emocional e intelectual implicado.SintomatologíaEl TOC, al afectar el pensamiento, el humor, la volición, la percepción y la actividad motora, produce modificaciones de la conducta, y con el tiempo, deterioro en la interacción social y en las relaciones familiares, y pérdida de la capacidad para funcionar, lo que a su vez produce pérdidas económicas.El TOC abarca una amplia gama de síntomas secundarios que si son intensos y frecuentes pueden enmascararlo. Los síntomas más importantes son la ansiedad, la depresión, las fobias, la conducta agresiva, los trastornos sexuales y las alteraciones en la percepción. La presencia de la duda obsesiva es una clave diagnóstica que se manifiesta como la incapacidad de tomar decisiones y la tendencia a sobreanalizar situaciones.El examen clínico del TOC debe ser exhaustivo, ya que ello permitirá encontrar señales que pueden permanecer ocultas por la intensidad de los signos primarios del TOC. Estos síntomas son delirios, excitación maníaca, deformación de la imagen corporal, disorexia, automutilaciones, hiperquinesia, hipocondriasis, cólera, excitabilidad, convulsiones, distonias y trastornos del sistema nervioso autónomo. La presencia de estos síntomas puede indicar formas subclínicas, variantes o comorbilidad dentro del espectro clínico del TOC.EpidemiologíaLas estadísticas más recientes han indicado que alrededor de seis millones de norteamericanos sufren de TOC. Esta prevalencia es dos veces mayor que la de la esquizofrenia.(1)El trastorno comienza durante la niñez y la adolescencia en el 50% de los casos, afectando en una relación 1:1 a ambos sexos y siendo significativamente más frecuente en hombres solteros.Entre el comienzo de la enfermedad y la primera consulta con un profesional suele transcurrir un lapso de entre cinco y siete años. Este lapso es indicativo del comienzo gradual y progresivo de la enfermedad. Por lo general el paciente consulta cuando la gravedad de los síntomas interfiere con la realización de las actividades diarias, el estudio o el trabajo. El 8% de los padres de los pacientes padecen de TOC.ClasificaciónLa clasificación clínica del TOC y su espectro es muy importante, ya que un buen diagnóstico conducirá a un tratamiento más eficaz. Nosotros también hemos elaborado una clasificación etiopatogénica alternativa que tiene por objeto mejorar las proposiciones teóricas de los investigadores.(1) En resumen, hemos clasificado los trastornos obseso-compulsivos en:1) primarios,b) formas complejas y3) trastornos asociados,de acuerdo con los rasgos fenomenológicos que constituyen el perfil semiológico de cada entidad clínica. Consideramos que la clasificación del DSM III R sobresimplifica la clínica de estos trastornos, lo que conlleva el riesgo de un diagnóstico erróneo, con el subsecuente error en la selección de la terapéutica. Diagnóstico diferencialHabrá que repetirlo una y otra vez: la sintomatología proteiforme del TOC puede ocasionar errores diagnósticos. El diagnóstico diferencial se hará con las siguientes enfermedades:1) esquizofrenia,2) psicosis maníaco-depresiva,3) trastornos esquizoafectivos,4) depresión mayor,5) trastornos de ansiedad,6) trastornos fóbicos,7) síndromes cerebrales orgánicos, y8) personalidad obseso-compulsiva.En el enfermo que padece de TOC el criterio de realidad siempre permanece intacto.Aspectos dinámicosEl enfermo que padece de TOC se caracteriza por tener que controlar todo. A diferencia del enfermo esquizofrénico, vive su realidad en el mundo exterior. Como consecuencia es hipervigilante. El contenido del pensamiento del paciente obseso-compulsivo se caracteriza no sólo por la abundancia de ideas obsesivas, sino además de ideas fijas, sobrevaloradas y paranoides que se entretejen en un curso del pensamiento que es, por definición, rígido y minucioso. Este perfil dinámico se adhiere a una gran necesidad de dependencia, debida principalmente a la dificultad de tomar decisiones. Estos aspectos del trastorno deben tenerse en cuenta al diseñar el modelo terapéutico a seguir.Aspectos biológicosEn este trabajo nos limitaremos al enfoque biológico de esta condición. Por supuesto que hay una amplia literatura accesible que ocupa un lugar de importancia en la fisiopatología del TOC.Las bases neuroquímicas para un postulado teórico se han hallado en el estudio de los mecanismos indolaminérgicos, sobre todo la serotonina (5-HT). Estas investigaciones se realizaron midiendo neurotransmisores o sus metabolitos en sangre total, trombocitos, orina, y líquido cefalorraquídeo de enfermos con TOC.Se encontraron niveles significativamente bajos de 5-HT en enfermos con TOC al compararlos con un grupo control de personas normales,(2) mientras que el triptofano (TRI) total y libre plasmático (precursor de la 5-HT) y su catabolito, el ácido 5-hidroxiindolacético (5-AHIA), medido en orina de 24 horas de recolección, permanecieron normales.(3)Se ha demostrado que los enfermos de TOC que respondieron favorablemente al tratamiento con clorimipramina presentaron niveles altos de 5-AHIA en el líquido cefalorraquídeo al ser comparados con enfermos de respuesta terapéutica débil.(4)Según otro estudio, el 5-AHIA en el líquido cefalorraquídeo fue levemente alto en un grupo pequeño de pacientes con TOC (n= 7) comparados con un grupo control.(5)La eficacia de bloqueadores potentes (5-A) y específicos de la retoma de la 5-HT(6, 7, 8, 9) es un factor adicional para fundamentar la hipótesis serotoninérgica.(10) Históricamente la encefalitis pandémica de 1915-1926 introdujo los conceptos necesarios para proponer un modelo neuropsiquiátrico de las enfermedades mentales. En el caso del TOC, los síntomas psiquiátricos de la encefalitis se caracterizaron por la presencia de obsesiones y compulsiones.Los síntomas que fueron observados en enfermos postencefalíticos incluyeron:1) dudas,2) compulsiones,3) conducta repetitiva, y4) arritmonamía.En la encefalitis las obsesiones y las compulsiones son de tipo primitivo y no intelectuales.(11)Lesiones cerebrales que abarcan desde tumores hasta accidentes cerebrovasculares han sido asociadas al TOC.(12, 13, 14, 15, 16) La tomografía computada ha demostrado una disminución del volumen del núcleo caudado en TOC(17) y un aumento del índice ventrículo-cerebral(18) en un grupo de adolescentes que padecían TOC.Estudios metabólicosUn trastorno del metabolismo periférico de la glucosa fue observado en enfermos de TOC al realizarse la prueba oral de sobrecarga de glucosa.(19) Debido a que la glucosa participa activamente en los mecanismos reguladores de la absorción del triptofano en el cerebro,(28) debe ser considerada la relación glucosa-5-HT.La tomografía por emisión de positrones en una muestra de paciente afectados de TOC con comienzo infantil ha demostrado un aumento del metabolismo de la glucosa en las áreas frontal izquierda, sensorio-motora derecha, prefrontal bilateral y cingular anterior,(21) mientras que en adultos las regiones afectadas fueron la circunvolución frontal izquierda y el núcleo caudado bilateral.(22) Estos estudios pueden asociarse a las observaciones de los enfermos postencefalíticos.Aspectos neurofisiológicosSe ha demostrado actividad eléctrica anormal y una disfunción del lóbulo frontal izquierdo con conexiones cíngulo-orbitales.(25, 26, 27)Pruebas neuropsicológicas han mostrado deficiencias consistentes con un compromiso fronto-parietal.(28, 29)Modalidades terapéuticasEl tratamiento del TOC debería hacerse con un criterio global incluyendo el uso de medicación, terapias de comportamiento y cognitiva, y participación del grupo familiar. La intervención psicoquirúrgica será contemplada una vez que todas las otras vías terapéuticas han fracasado y el paciente es decididamente refractario a todas las terapias utilizadas. La necesidad de un plan terapéutico comprensivo es indispensable en los casos graves y crónicos, que ocasionan una destrucción del equilibrio bío-psicosocial del enfermo. Los agentes con actividad anti obseso-compulsiva pueden facilitar la tarea de mejoría del enfermo. Ha sido comprobada la eficacia terapéutica de la clomipramina,(30, 31) fluoxetina,(32) fluvoxamina(33) y sertralina.(34) El promedio de eficacia de estas drogas para el TOC es del 50 %.El L-triptofano, aminoácido precursor de la serotonina, en combinación con piridoxina y ácido nicotínico,(35) con litio y tranilcipromina(36) fue utilizado, obteniéndose resultados moderados. En enfermos de TOC refractarios a los tratamientos standard, el agregado de clonazepan,(37) fenfluramina(38) o clonidina(39) ha demostrado eficacia para coadyuvar en el proceso de recuperación. Debemos añadir que la potenciación de estas drogas para aumentar la eficacia terapéutica requiere estudios adicionales.Ocasionalmente, con resultados prometedores, se ha llevado a cabo el uso concomitante de varias drogas (polifarmacia), por las siguientes razones:1) tratar subgrupos de TOC,2) por razones terapéuticas ante el fracaso al utilizar una sola droga,3) para aumentar la acción terapéutica de la droga primaria, y4) para controlar síntomas secundarios tales como la ansiedad grave.Las recaídas como consecuencia de la suspensión del tratamiento abarcan un promedio del 10 al 90%.(40) Nosotros preferimos una combinación de tratamiento farmacológico-conductista.(41, 42) De ese modo se logran dos propósitos:1) usar menos medicación, lo que disminuye la presencia de efectos secundarios, y2) menos posibilidad de recaídas. Las intervenciones quirúrgicas cerebrales para el tratamiento del TOC están limitadas a los casos refractarios a los tratamientos no invasivos. Los pacientes con compulsiones graves parecen responder mejor a los procedimientos psicoquirúrgicos. Los beneficios son sintomáticos y no producen cura completa; se precisan alrededor de seis meses para observar una mejoría aceptable. La eficacia del tratamiento alcanza a un promedio que oscila entre el 50 y el 80%, con una posibilidad importante de sufrir una recaída. La cirugía órbito-frontal y la del cíngulo han contribuido a validar la hipótesis orgánica del TOC. Podemos agregar que la cirugía de coagulación estereotáctica de la zona intralaminar y la del núcleo medial del tálamo se ha utilizado para tratar compulsiones, fobias, tics y el síndrome de Gilles de la Tourette.(43) Dado que el TOC presenta como síntoma principal la duda, los enfermos confían en sus parientes para tomar decisiones, por lo tanto se establece un fuerte lazo de dependencia. Los pacientes necesitan ayuda para poder funcionar y enfrentar la vida. Con el paso del tiempo este lazo de dependencia se transforma en una relación simbiótica que causa beneficios secundarios individuales o mutuos. Como resultado, una mejoría amenaza la simbiosis, por lo que se obliga a “sabotear” el tratamiento a los efectos de mantener el status quo. De allí la necesidad impostergable de integrar el núcleo familiar al modelo terapéutico. Una vez que se ha obtenido una mejoría notable con recuperación de la funcionalidad, el enfermo deberá participar en un programa de rehabilitación con la idea de ubicarse nuevamente dentro del marco social y laboral.Curso y pronósticoLa evolución del TOC se caracteriza por una fase aguda, una subaguda y una crónica. Por lo general el inicio es insidioso, con un aumento gradual en la intensidad y frecuencia de los síntomas. La enfermedad hace picos alrededor de los 18, 25 y 40 años. Estos picos pueden ser debidos a cambios psicosociales, tales como ingreso a la universidad, servicio militar, casamiento, menopausia, y “crisis de la edad media”. El TOC puede empeorar como consecuencia del estrés, embarazo, puerperio, divorcio, pérdida económica, virosis y enfermedades graves. El TOC no sigue un ciclo estacional ni un ritmo circadiano.Los pacientes podrían reportar un aumento en obsesiones durante la noche, cuando están solos o sin hacer nada. El TOC parece ser crónico, aunque se pueden presenciar recuperaciones espontáneas o remisiones de larga duración. La duración de una recaída puede acortarse en los pacientes que hayan sido previamente tratados.Existe una forma maligna de TOC que sigue un proceso de deterioro. En estos casos podría ser necesaria la psicocirugía.Perspectiva filosóficaSe ha asociado el TOC con las siguientes enfermedades: trastornos alimentarios, epilepsia, trastornos de ansiedad generalizados, síndrome de Gilles de la Tourette, Corea, enfermedad maníaco-depresiva, retardo mental, trastornos de pánico, Parkinson, fobias, esquizofrenia, automutilación y trastornos de dismorfia corporal. Este trastorno multifacético representa tantas conexiones clínicas que, en fin, se podría explicar en términos de un continuo patológico. El continuo comienza en un punto determinado en el cerebro como resultado del impacto de una noxa. El impacto produce un efecto ondulante que involucra en su trayectoria varios subsistemas histoelectroquímicos que causan el mosaico sintomatológico observado. Como ejemplo se podría utilizar el concepto de un abanico cuyos pliegues representan distintos síntomas. Por lo tanto la fuerza del impacto determina el tamaño de la apertura y un panorama mayor de síntomas presentes.(44)Por último, el TOC puede considerarse como un modelo del sistema general de proceso.

tricotilomania y toc


Un aminoácido controlaría el impulso de arrancarse el cabello


NUEVA YORK (Reuters Health) - El aminoácido N-acetilcisteína controlaría los síntomas de la necesidad compulsiva de arrancarse el cabello en personas con un trastorno psiquiátrico llamado tricotilomanía, reveló un pequeño estudio.

No existe un tratamiento aprobado para la tricotilomanía, una enfermedad que está asociada con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

La tricotilomanía se caracteriza por la necesidad recurrente de arrancarse el propio cabello, lo que provoca una pérdida capilar evidente, una sensación creciente de tensión inmediatamente antes de arrancarse el cabello o cuando se intenta resistir el impulso y placer, gratificación o alivio al arrancar el vello.

En Archives of General Psychiatry, el equipo del doctor Jon E. Grant, de la University of Minnesota, en Mineápolis, señala que la N-acetilcisteína había demostrado su utilidad en el tratamiento de trastornos repetitivos o compulsivos al actuar sobre los transportadores de glutamato, el sistema de neurotransmisores más grande en el cerebro humano.

Eso llevó al equipo a estudiar los efectos de la terapia con N-acetilcisteína sobre 50 adultos con tricotilomanía. Al azar, 25 recibieron entre 1.200 y 2.400 miligramos diarios del aminoácido durante 12 semanas y a los 25 se les dio un placebo.

A las 12 semanas, los pacientes tratados con la medicación activa mostraron una mayor reducción de los síntomas del impulso de arrancarse cabello que la cohorte que recibió placebo (grupo de control).

"El 56 por ciento de los pacientes 'mejoró mucho o muchísimo' con la N-acetilcisteína, a diferencia del 16 por ciento del grupo de control", explicaron los autores. Ninguno de los pacientes tratados con el aminoácido sufrió efectos adversos.

Para el equipo, la magnitud de la mejoría observada con la N-acetilcisteína fue mayor que la registrada con otros medicamentos y similar a la registrada con "la terapia hablada" solamente o combinada con fármacos, lo que sugiere que el aminoácido es positivamente similar a las opciones terapéuticas disponibles.

TERAPIAS EXPERIMENTALES 10 años con trastorno obsesivo compulsivo


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/09/14/neurocienciadudasypreguntas/1158244585.html
TERAPIAS EXPERIMENTALES
10 años con trastorno obsesivo compulsivo

Mi hijo Javier de 18 años, padece Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Lo padece desde los 10 años, pues siempre fue un poco inquieto mentalmente y muy bien dotado intelectualmente.

Tras estos largos siete años no ha sido capaz de vencer su obsesión y carece de motivación y metas. Es muy agradable socialmente; de hecho es amable y extrovertido, para suplir la deficiencia de naturalidad que tiene al tratar con la gente que le provoca ansiedad.

Sus estados de ánimo son muy volubles. Tan pronto cree haber vencido su obsesión como puede volverse sumiso y abatido cuando vuelve de la calle, pues como el dice: "soy una copia de mi mismo, ni buena ni mala, las copias son solo eso copias".

Hemos ido a psicólogos y psiquiatras pero ninguna sugestión le ha hecho capaz de vencer su idea y tiene estados depresivos incluso de cólera, y llega a amenazar con el suicidio. Quiere que "busquemos una cura que le devolvuelva su vida".

Actualmente está tomando Concerta 36 mg (1 por la mañana), Altisben 100 mg (1 por la mañana y otra al mediodía) y Risperdal 3 mg (por la noche).

Nuestra consulta viene sobre una terapia llamada TERAPIA MOLECULAR POR VIBRACIÓN ELECTROMAGNÉTICA que trabaja sobre la amígdala y la sensación de miedo como ya saben. ¿Es efectiva? ¿Existe algún centro en España donde lo hagan?

- La terapia a la que haces referencia es un tratamiento experimental cuya utilidad práctica no ha sido demostrada y, por ello, su difusión no ha sido amplia. Su empleo actualmente es mayor en trastornos depresivos, pero como te comento se hace más desde una perspectiva investigadora.

En cuanto a centros que lo aplican hay varios que disponen del aparato en España. Un ejemplo sería los Hospitales Público de Mallorca (Son Dureta y Son Llatzer) que, son de los primeros que lo han aplicado en España, pero insisto en su carácter experimental.

No obstante, y respecto a lo que planteas de tu hijo habría también que valorar los tratamientos psicoterápicos que haya recibido y si su complemento con la medicación le beneficiaría.

Y hay aspectos que no me encajan bien que quizá habría que valorar como es el que lo definías como extrovertido y con dificultades de relación. Me hace pensar que su problema se vincula mucho a contextos determinados y que por tanto, si fuese así la psicoterapia le podría ayudar como complemento al tratamiento que recibe.

DOCTOR MANUEL A. FRANCO
Jefe del Servicio de Psiquiatría
Complejo Asistencial de Zamora

Un gen protege al cerebro de la ansiedad y el estrés


Un gen protege al cerebro de la ansiedad y el estrés
19/08/2008 12:16:57
Un equipo de investigadores del Instituto Cajal de Madrid, pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha descubierto que el gen de la adrenomedulina protege al cerebro de la ansiedad y el estrés, según aparece publicado esta semana en la revista "Proceedings" de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense (PNAS).

Para ello, se llevó a cabo un estudio observacional en ratones en el que comprobaron que aquellos individuos a los que se había suprimido este gen del sistema nervioso central se movían más que sus hermanos normales, pero con una mala coordinación motora. Los animales modificados genéticamente tenían más ansiedad y presentaban movimientos estereotipados, característicos del síndrome obsesivo-compulsivo.

Los autores del estudio, dirigido por Alfredo Martínez, utilizaron una batería de pruebas de comportamiento para entender el funcionamiento del cerebro de los ratones a los que les faltaba la adrenomedulina. Los resultados obtenidos indican que la ausencia de este gen hace que las neuronas de áreas concretas del cerebro tengan un citoesqueleto más rígido, lo que tiene consecuencias perjudiciales en el comportamiento animal. Los animales que carecen de adrenomedulina cerebral son mucho más sensibles a los agentes que dañan el cerebro.

Según Martínez, gracias a esta investigación se ha detectado que muchos de los defectos psicológicos observados en los ratones sin adrenomedulina se corrigen con la edad, de manera que "en individuos de más de seis meses --unos 30 años en humanos-- no se aprecian diferencias en animales con o sin el gen". Todo indica que tiene que haber un mecanismo de compensación dependiente de la edad responsable de esta normalización.

Los investigadores habían descrito con anterioridad que el cerebro en condiciones normales presenta niveles altos de adrenomedulina. Estos niveles aumentan en situaciones de daño cerebral. Los trabajos realizados hasta ahora por este equipo indican que la adrenomedulina es un factor que protege al cerebro tanto frente a las agresiones externas (isquemias, traumatismos, etc.), como a las internas (exceso de estrés y ansiedad).

En la actualidad, explicó el director de esta investigación, están trabajando en la búsqueda de sustancias de aplicación farmacológica que puedan aumentar la acción de la adrenomedulina cerebral y, de ese modo, "poder frenar el daño producido por el estrés y la ansiedad excesiva".TÉCNICAS DE INGENIERÍA GENÉTICA

Los autores tuvieron que sofisticar para este trabajo las técnicas empleadas, dado que la eliminación completa del gen de la adrenomedulina en ratones provoca la muerte de los embriones a los 14 días de vida intrauterina.

Para evitarlo, los investigadores eliminaron el gen del sistema nervioso central y lo dejaron intacto en el resto del organismo, lo que exigió la utilización de complejas técnicas de ingeniería genética.

Una píldora podría borrar los malos recuerdos


fuente:http://www.novaciencia.com
Una píldora podría borrar los malos recuerdos

Reloj_biologicoSegún un estudio realizado por investigadores holandeses, una píldora ampliamente disponible para tratar la presión arterial podría algún día ayudar a las personas a borrar los malos recuerdos, pudiéndose utilizar para tratar algunos desórdenes de ansiedad y fobias.

La revista Nature Neuroscience explica que el estudio ha sido realizado en arañas, y se ha demostrado como el propranolol debilitó significativamente los recuerdos temerosos de estos animalitos en un grupo de voluntarios saludables. Parece ser que el miedo desaparecía porqué el recuerdo se debilitaba.

Hasta la fecha, las terapias que se utilizan tratan de enseñar a las personas estrategias para construir nuevas asociaciones y bloquear los malos recuerdos, pero desafortunadamente, los malos recuerdos permanecen y las personas suelen tener recaídas.

Otro experimento que realizaron incluyó a 60 hombres y mujeres que aprendieron a asociar fotos de arañas con una descarga eléctrica leve, creando así un recuerdo temeroso, mientras que en otros participantes no se realizó descarga ante la misma foto.

Al día siguiente las personas que habían recibido la medicación tenían una respuesta de miedo mucho menor, comparado con quienes habían tomado placebo, cuando se les mostraba la foto y se les aplicaba una descarga leve.

Ahora, están estudiando cuanto duran los efectos del fármaco y evaluar un posible tratamiento para las personas.

Un factor genético recién identificado podría explicar cómo y por qué el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es cosa de familia.


fuente:https://www.personalmd.com
Hallazgos genéticos dan luces sobre el TOC
Una proteína que regula el glutamato podría explicar por qué el trastorno de ansiedad es cosa de familia
(HealthDay News/HispaniCare) -- Un factor genético recién identificado podría explicar cómo y por qué el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es cosa de familia, concluyen dos nuevos estudios.

Los familiares cercanos de las personas que tienen TOC son hasta nueve veces más propensos a desarrollar TOC que otras personas.

Los dos estudios, publicados en la edición actual de Archives of General Psychiatry, encontraron una relación entre el TOC y un gen transportador del glutamato conocido como SLC1A1. El gen codifica una proteína llamada EAAC1 que regula el flujo de glutamato hacia y desde las células cerebrales. Las variaciones en el gen SLC1A1 podrían causar cambios en el flujo de glutamato, lo que podría poner a una persona en mayor riesgo de desarrollar TOC, sugirieron los investigadores.

Un estudio fue llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Michigan, la Universidad de Illinois en Chicago y la Universidad de Chicago. En él participaron 71 pacientes de TOC (niños y adultos) y sus padres.

En el otro estudio, llevado a cabo por investigadores de Toronto, participaron 157 pacientes de TOC y 319 de sus parientes de primer grado.

"Tomados en conjunto, estos hallazgos sugieren que el SLC1A1 es un fuerte gen candidato para el TOC y, si esto se confirma, podría llevar a mejoras en la comprensión y tratamiento de este trastorno y una evaluación preventiva de los que tienen un riesgo elevado", afirmó en una declaración preparada el Dr. Gregory Hanna, autor principal de uno de los estudios y profesor asociado de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.

"Es posible que una alteración en la actividad del glutamato en algunas regiones cerebrales pudiera contribuir a las obsesiones y compulsiones características del TOC", señaló Hanna.

Más información

La American Medical Association tiene más información sobre el TOC.

Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

La vía del glutamato también influye en el TOC


fuente:http://www.diariomedico.com

La vía del glutamato también influye en el TOC
Gracias a una investigación realizada con roedores genéticamente manipulados en el centro médico de la Universidad de Duke, de Carolina del Norte, en Estados Unidos, el equipo de Jeffrey M.
DM Londres 03/09/2007
Welch ha demostrado la relevancia de la vía del glutamato en el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Así se ha publicado en la revista Nature, que recoge los resultados del trabajo con ratones a los que se les había provocado dicha patología al quitarles el gen Sapap3.

"En realidad, el hallazgo fue casual, ya que nos encontrábamos estudiando el comportamiento de la sinapsis glutaminérgica en el estriado cuando observamos la relación con el TOC en los animales", explicaba Jeffrey M. Welch en referencia al cambio comportamental detectado en los roedores tras la mencionada deleción genética.

En concreto, a los cuatro meses de la manipulación comenzaron a rascarse compulsivamente y producirse así heridas y cicatrices en la cara. También desarrollaron conductas ansiosas y movimientos repetitivos aparentemente casi de un modo inconsciente, ya que no eran capaces de aprender que era nocivo para ellos.

Nuevas dianas en el TOC
En una segunda fase del ensayo, el equipo revirtió el proceso mediante la administración de antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina como la fluoxetina, tratamiento convencional del TOC.

La desaparición de los síntomas confirmó que previamente los ratones sí habían sufrido una patología al menos de características etiopatogénicas similares al TOC.

De este modo, el trastorno que hasta la fecha parecía ser responsabilidad exclusiva de la vía serotoninérgica se muestra también dependiente de otros neurotransmisores. Por último, la relación directa con el gen Sapap3 hace posible el desarrollo futuro de dianas terapéuticas que sustituyan a los ISRS, que no alcanzan todavía suficiente eficacia.

Científicos británicos han observado que la región cerebral que está ubicada justo entre nuestros ojos


Descubren la región cerebral donde actúa el Trastorno Obsesivo-Compulsivo
Posted by Martín July 21, 2008

Científicos británicos han observado que la región cerebral que está ubicada justo entre nuestros ojos, llamada córtex orbitofrontal, está relacionada con el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Esta área está relacionada con la flexibilidad en el momento de tomar decisiones, y al parecer en las personas que sufren de TOC funciona de forma diferente.



Si no sabe qué es el TOC, tal vez se le refresque la memoria al recordar a aquél sufrido personaje de Jack Nicholson en Mejor Imposible (1997). Se trata de desorden de ansiedad que consiste en comportamientos repetitivos, rituales y temores recurrentes. En una enfermedad que afecta al 2-3 por ciento de la población.

Puede llegar a ser una molestia muy importante para la vida diaria, ya que las personas que lo sufren, tienen miedos constantes a que le ocurra algo a los seres queridos, tienen que lavarse las manos con esquemas predeterminados que no pueden alterar, y rituales de este estilo que para una persona normal pueden parecer graciosos, e incomprensibles.

Hasta la fecha se tenía sospechas de que había un componente genético en el TOC, sin embargo si bien hay ocho veces mayor riesgo cuando se tiene un pariente cercano con TOC, todavía no se ha encontrado ningún gen concreto a quien culpar.

Samuel Chamberlain, del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge, y colegas, realizó un experimento entre varios voluntarios, 14 de ellos con TOC, 12 eran familiares directos de alguien con TOC y otros 14 eran personas sanas sin antecedentes familiares. Los resultados del estudio fueron publicados en Science.

Durante el experimento, los investigadores midieron la actividad del cerebro mediante resonancia magnética funcional. Para ello le hicieron un test de flexibilidad, durante el cual se les mostraban una serie de imágenes superpuestas (una cara y una casa), y tenían que elegir mediante ensayo-error cual era la correcta para cada ocasión. Una vez que lograban seis aciertos, el sistema cambiaba y había que volver a aprenderse las imágenes.

Los participanes que sufrían de TOC y los que tenían un familiar enfermo, se veían con una limitación en la actividad de la región cerebral llamada córtex orbitofrontal. Esta es una zona relacionada con la toma de decisiones y el comportamiento, y también es responsable por frenar ciertas rutinas diarias.

"Probablemente, el mal funcionamiento de las áreas que controlan nuestra flexibilidad predispone a la gente a desarrollar los rígidos síntomas característicos del trastorno obsesivo-compulsivo", dijo Chamberlain.

A la fecha, el diagnóstico del TOC es mediante una entrevista para ver los síntomas del afectado. Pero gracias a este nuevo estudio se podría detectar de forma temprana el trastorno. Pero todavía no se muestran optimistas de descubrir algún gen responsable de que sea hereditario.

"Necesitamos indagar en los factores de vulnerabilidad, pero también en los elementos protectores que hacen que alguien con riesgo genético de desarrollar la patología, nunca llegue a tener síntomas", concluyó Chamberlain.

Vía El Mundo

El miedo está en el hipotálamo


El miedo está en el hipotálamo
fuente:20minutos
El miedo a un ataque físico nace en una pequeña área del hipotálamo, una región primitiva del cerebro, según una investigación publicada hoy en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences". Científicos de las universidades de Sao Paulo (Brasil) y de Southern California (EEUU), dirigidos por Larry Swanson y financiados por el Gobierno de Brasil, han descubierto que el núcleo premamilar dorsal del hipotálamo es el encargado de los temores. Para llegar a esta conclusión, estudiaron la actividad cerebral de ratas y ratones de laboratorio expuestos a gatos o a roedores rivales que defendían su territorio. En ambos casos se activaron las neuronas del núcleo premamilar dorsal del hipotálamo, una región cerebral primigenia. Cuando los científicos dañaron esta zona, los animales se comportaron de una forma radicalmente opuesta: no se asustaron ante la presencia del depredador e invadieron el territorio de otros roedores. En lugar de adoptar una actitud pasiva, el intruso se mantuvo en posición vertical y luchó con el individuo dominante, una acción que repetía incluso cuando había perdido el combate. "Es increíble que estas lesiones desactiven las respuestas innatas del miedo", explica Swanson. El mismo circuito básico se encuentra en primates y personas. Hasta ahora, se pensaba que las respuestas fundamentales del miedo dependían de la amígdala. Sin embargo, la mayoría de los estudios de la amígdala se han centrado en un tipo distinto de miedo, que es más bien prudencia o aversión al riesgo. En esas investigaciones los animales recibían descargas eléctricas en sus pies y cuando volvían al lugar donde habían sufrido ese estímulo se ponía en marcha un mecanismo de precaución y aumentaba la actividad en la amígdala. Pero la emoción experimentada en ese caso difiere de la respuesta a un ataque físico, dicen los científicos. "No nos enfrentamos a un único sistema que controle todo el miedo", indica Swanson. El experto investiga el hipotálamo desde 1992, una región clave para funciones básicas como la reproducción, el ciclo del sueño, y la alimentación. EFE vmg/ibr

Neurospet como marcador diagnóstico y terapéutico en Trastorno Obsesivo Compulsivo ( TOC)




Neurospet como marcador diagnóstico y terapéutico en Trastorno Obsesivo Compulsivo ( TOC)

2. La imagenología en el TOC

Honorio Delgado define el TOC (1950):
Como una Bioneurosis con características de una enfermedad endógena de orígen biológico.
Su concepto de pensamiento obsesivo es: “el caracterizado porque en lugar del orden monárquico de la mente normal, determinados pensamientos, sentimientos o impulsos se mantienen importuna y tenazmente en el foco de la conciencia a despecho de la voluntad”

* La prevalencia de este trastorno es 2 a 3%.
* La comorbilidad con la psicosis, la depresión, el trastorno bipolar y la esquizofrenia es alta.
* Se encuentra asociada al autismo, trastorno de la atención, tricotilomania, personalidad fronteriza, compradores compulsivos, ludomania, compulsión sexual, tics y Gilles de la Tourette's.

Desde el año 1985 se comienza a poner énfasis en el mundo en una nueva orientación diagnóstica y terapéutica del TOC. Eric Hollander, redefine el TOC y postula el espectro obsesivo.
En 1987, la clasificación de enfermedades del DSM IIIR ubican este trastorno dentro de los trastornos de la ansiedad y a partir de eso comienza a formarse en el mundo diferentes centros de estudios del TOC.

Ismael Mena encuentra al Neurospet (1996):

* Hiperperfusión frontal bilateral, en su cara dorso lateral prefrontal, en su zona inferior y en la corteza pre-motora.
* Hiperperfusión en cíngulo posterior e hipoperfusión en los ganglios de la base (núcleo caudado).


Dr. Ismael Mena.

Jhoseph Zohar es pionero (1989):

* Encuentra en 10 pacientes con TOC incremento de la perfusión cerebral, sobre todo en la corteza medial y frontal inferior.
* Los fármacos y la terapia cognitiva-conductual modifican las imágenes en función a la mejoría clínica. Es pues que la mayoría de trabajos demuestran resultados significativos a los 6 meses de la terapia.
fuente:Alasbimn Journal,

Dr. Jhoseph Zohar.

* Rubin, Mena y colaboradores publican sus resultados en los años 1990, 1991, 1992,1995 en la Universidad de California, Los Angeles, UCLA.
* Mena y colaboradores publican en niños y adolescentes en 1996 y 1998 en Clínica Las Condes de Santiago, Chile.

Estudios con Pet y Neurospet, revelan una anormalmente alta actividad funcional en la corteza frontal inferior y paralimbica orbital (corteza orbital), lo mismo que en la corteza cingulada predominantemente en la posterior y una menor actividad funcional en el núcleo caudado estriatal, en los pacientes con TOC comparados con sujetos controles (Baxter y colb., 1987; Nordhal y colb., 1989; Swedo y colb., 1989; Sawle y colb. 1991; Rubin y Mena, 1991; Adams y colab., 1993; Perani y colab., 1995).

Otras regiones cerebrales como el gyrus cingulado anterior se ha descrito en el TOC (Swedo y colab. 1989a; Hoechn-Saric y colab.1991; Machlion y colab.1991; Baxter y colab.1992; Harris y colab. 1994; Macguier y colab. 1994; Perani y colab. 1995; Breiter y colab. 1996; Rauch y colab. 1996).

Pero la hiperperfunción del cíngulo anterior se ha observado también en desordenes de ansiedad, en depresión mayor y particularmente en los trastornos de la atención (Mena y colaboradores, 1996). La hiperperfusión al Spect del cíngulo posterior también ha sido descrita por Mena y colaboradores en los años 1991,1992,1995, 1996 y 1998.

Baxter y colaboradores en la Universidad de Alabama encuentran en 1987:

* Hiperperfusión orbito frontal y/o inferior.
* Hiperperfusión del cíngulo posterior.
* Hiperperfusión del cíngulo anterior.
* Hiperperfusión de los ganglios basases.

Nosotros encontramos en 1998 en Lima:

* Hiperperfusión frontal inferior
* Hiperperfusión frontal superior
* Hiperperfusión del cíngulo posterior
* Hiperperfusión de la corteza parietal premotora
* Hipoperfusión de los ganglios basales
* Y además Hiperperfusión temporal bilateral

Hay pocas publicaciones de función cerebral en los desórdenes de ansiedad.

Hay abundante literatura en el TOC al Pet y Neurospet.

Casi no hay bibliografía de resonancia magnética funcional en el TOC, excepto la de Breiter y colaboradores en 1996.

Los fármacos y la terapia cognoscitivo-conductual modifican las imágenes en función de la mejoría clínica.

Zohar dice que el tratamiento del TOC con fármacos o terapia conductual nos permiten hacer un distingo estadísticamente significativo de las imágenes pre y post tratamiento.

Existe correlación imagenológica y psicopatológica a la respuesta terapéutica.

Hay trabajos de Función Cerebral y Terapia Conductual ó Psicofármacos : Con Clorimipramina (Benkelfat y colaboradores, 1990; Swedo y colaboradores, 1992, Rubin, Mena et al 1995) con Fluoxetina (Baxter y colaboradores, 1992), con Fluoxamina (Perani, 1995), también con Clorimipramina (Trivedi en 1996 y Brody en 1998), con Terapia Conductual (Schwartz y colab. 1996, 1999; Baxter, 1996) con Sertralina (Zohar, 1999).

Brody y colaboradores (1998) sugieren que una baja perfusión en la corteza orbito frontal derecha y en el cíngulo anterior estan asociados con una buena respuesta a la clorimipramina y en general a los fármacos en comparación con la terapia conductual.

La enfermedad de Gilles de la Tourette's como un típico trastorno neuropsiquiátrico viene siendo estudiado exhaustivamente desde el punto de vista funcional cerebral. Lampreave y colaboradores publican en 1996 una revisión en las cuales publican hallazgos imagenológicos, y se encuentra una alta prevalencia del TOC y el Trastorno del Déficit de la Atención en dicha enfermedad.

En lo mismo, Moriarty y colaboradores en el Instituto de Neurología de la Escuela de Medicina de Londres en 1997, encuentra los hallazgos ya sustentados al Spect de hipoperfusión del stratum y de la corteza prefrontal, pero publica que en los pacientes con TOC y familiares con Gilles de la Taurette's, sus imágenes son similares y difiere de la hiperperfusión frontal de los TOCs primarios.

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NUEVOS RESULTADOS EN EL TRATAMIENTO DEL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO


NUEVOS RESULTADOS EN EL TRATAMIENTO DEL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
fuente: INFOCOP ONLINE

Se estima que se requieren cerca de 12 semanas de tratamiento psicológico para observar mejoras significativas en la sintomatología del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Sin embargo, un estudio reciente publicado en Molecular Psychiatry sugiere que la terapia conductual intensiva con inundación puede proporcionar resultados positivos en menos de 4 semanas y producir efectos a nivel biológico.




El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad caracterizado por la presencia de obsesiones (preocupaciones y miedos irracionales recurrentes y persistentes que son experimentados como no voluntarios,) y/o compulsiones (conductas repetitivas que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada para controlar las obsesiones y reducir la ansiedad). Por lo general, las personas que padecen TOC reconocen la falta de sentido de la conducta compulsiva y no obtienen placer en llevar a cabo esta actividad, aunque les produzca un alivio inicial. Por ejemplo, la persona puede experimentar la necesidad urgente de realizar ciertos rituales como lavarse las manos o comprobar repetidamente que el horno está apagado o que la puerta de la vivienda está cerrada. Tanto las obsesiones como las compulsiones, son una fuente significativa de malestar para el individuo y pueden interferir notablemente en su funcionamiento social.

La terapia conductual y, específicamente una de sus técnicas llamada exposición con prevención de respuesta, ha demostrado buenos resultados en el tratamiento del TOC. Esta técnica consiste en exponer a la persona deliberadamente a las situaciones que tienen tendencia a estimular sus compulsiones (por ejemplo, ensuciarse las manos) y luego ayudarle a afrontar la ansiedad generada sin poner en marcha el ritual acostumbrado (por ejemplo, impedirle el lavado excesivo de las manos).

En el estudio, titulado "Rapid effects of brief intensive cognitive-behavioral therapy on brain glucose metabolism in obsessive-compulsive disorder" y dirigido por un equipo de investigación de la Universidad de California, participaron 10 individuos con TOC a los que se les sometió a una prueba de Tomografía por Emisión de Positrones (TEP) al inicio y a la finalización de un programa de tratamiento psicológico. La Tomografía por Emisión de Positrones (TEP) es una técnica no invasiva de diagnóstico e investigación por imagen capaz de medir la actividad metabólica del cerebro.

Durante un periodo de 4 semanas y con una frecuencia de 5 días a la semana, los participantes recibieron tratamiento de exposición con prevención de respuesta. Tras el tratamiento, los pacientes aprendieron a tolerar sus miedos y preocupaciones sin poner en marcha sus conductas compulsivas, mostrando mejoras significativas en los síntomas asociados al TOC.

Los resultados de las pruebas por TEP mostraron un aumento de la actividad del córtex cingulado anterior dorsal derecho, que está implicado en la reevaluación y supresión de las emociones negativas. Estos resultados se han observado también en personas con trastorno depresivo mayor que habían recibido tratamiento cognitivo-conductual.

Según los investigadores, estos resultados ponen de manifiesto la falsa dicotomía entre tratamientos biológicos y psicológicos para los trastornos mentales, ya que algunos tratamientos psicológicos, como en este caso la técnica de exposición, pueden tener un claro efecto biológico al cambiar el patrón de actividad cerebral, así como cambios conductuales y psicológicos.