El cerebro nos engaña con los recuerdos


Nuestra memoria nos puede mentir. Algunos objetos que recordamos haber visto, así como algunas palabras que pensamos haber escuchado, en realidad nunca existieron. Es probable que algún tipo de incitación hiciera que los almacenásemos en nuestra mente como si fueran ciertos. Pero, parece que se podrá llegar a detectar este tipo de engaños gracias a que el rastro de la verdad queda reflejado en las 'fotos' cerebrales.

Con la intención de probar cómo en ocasiones almacenamos, como ciertas, imágenes que no hemos visto, expertos de la Universidad del Estado de Ohio enseñaron varias tandas de diapositivas a 23 voluntarios. Seguidamente les presentaron una selección de láminas para que los sujetos diferenciasen aquellas que ya habían visto de las que no.

La primera parte del test agrupó un total de 24 series de 12 imágenes en las que se mostraba un número variado de figuras geométricas con distintas posiciones, formas, colores, tamaños. A continuación, se enseñaron cinco láminas de las cuales dos habían sido presentadas en la primera tanda de diapositivas y dos no guardaban ninguna relación con lo visto y otra, el señuelo, sí la guardaba pero tenía un matiz diferenciativo.

Un 98% de los participantes identificó las diapositivas que habían visto en dos ocasiones. Un 80% acertó a la hora de diferenciar las dos que no habían aparecido en la primera parte y cuya temática era bien distinta, pero un 60% se equivocó ya que creyó haber visto el señuelo.

David Beversdorf, uno de los autores de la investigación, afirma que estos datos sugieren que "las falsas memorias visuales pueden ser inducidas de forma muy simple". Según él mismo añade, "las personas son susceptibles de tener recuerdos verbales falsos [...] Queríamos saber si la habilidad para provocar recuerdos falsos se extiende por debajo del sistema verbal, si también afecta al visual incluso cuando las imágenes no son verbalizadas. Parece que la capacidad para crear evocaciones que no son ciertas sí sobrepasa al lenguaje".

Esta investigación, presentada en la reunión de la Sociedad para la Neurociencia, se complementa con otras presentadas en este mismo evento. En este sentido, Daniel Schacter y Scott Slotnick, de la Universidad de Harvard (EE UU), llevaron a cabo un estudio similar. Pidieron a los participantes que recordaran si habían contemplado una serie de formas geométricas durante un visionado previo y, al mismo tiempo, relizaron un escáner de sus cerebros.

Los científicos afirman que, cuando los individuos reconocieron la imagen correctamente, un área visual de la corteza temporal estaba más activa que cuando se identificó de forma errónea. Por lo tanto, los resultados obtenidos parecen evidenciar que esta mayor activación tiene lugar en las áreas sensibles del cerebro y no en las más relacionadas con la memoria.

Yoki Okado, de la Universidad Johns Hopkins, subraya la posibilidad de crear un detector de mentiras basado en estas diferencias cerebrales. "Mientras que los recuerdos falsos y verdaderos son procesados de forma similar, existen una serie de claves distintivas que necesitarían ser exploradas con mayor profundidad", destaca la investigadora.

depedida

hoy que te he despedido para siempre me habria gustado decirte que a pesar del dolor que sembraste a tu paso, nunca te odie hubo un tiempo en que te quise, pero con tus actos y tu egoismo te encargaste de matar todo sentimiento bueno, que pudiese sentir por ti.solo espero que por lo menos hallas vivido la vida que deseaste.lamento que te hallas ido tan joven, y doy gracias a tu compañero con el que has compartido quince años de tu vida,y que tanto te ha querido a pesar de todo...
.que tengas paz y iluminacion en tu camino

firmado:amatista


¿CÓMO DETENGO MIS PENSAMIENTOS NEGATIVOS?


¿CÓMO DETENGO MIS PENSAMIENTOS NEGATIVOS?
Un mensaje de Rhonda Byrne – Creadora de El Secreto

“¿Cómo detengo mis pensamientos negativos?” – es una pregunta que me han hecho muchas veces. Si alguna vez usted hizo esa pregunta puede sentir un enorme alivio al conocer la respuesta, ya que es muy sencilla. ¿Cómo puede detener sus pensamientos negativos? ¡Sembrando buenos pensamientos!

Cuando trata de detener los pensamientos negativos, se está enfocando en aquello que no desea – los pensamientos negativos – y los atraerá abundantemente. Jamás lograrán desaparecer si se enfoca en ellos. La parte de “detenerlos” es irrelevante – puesto que está enfocado/a en los pensamientos negativos. No importa si trata de detener, controlar o apartar los pensamientos negativos, el resultado será siempre el mismo. Está enfocado/a en los pensamientos negativos y, de acuerdo con la ley de atracción, está invitando a su vida un gran número de ellos.

La verdad es siempre muy sencilla y fácil. Para detener los pensamientos negativos, ¡simplemente siembre pensamientos positivos! ¡Siembre buenos pensamientos deliberadamente! Está sembrando buenos pensamientos cuando practica diariamente el aprecio por todas las cosas que se presentan en su diario vivir. Aprecie su salud, su automóvil, su hogar, su familia, su trabajo, sus amistades, su entorno, sus comidas, sus mascotas y la magnífica belleza del día. Alabe, elogie y agradezca todas las cosas. ¡Cada vez que da “Gracias” está generando un buen pensamiento!. A medida que vaya sembrando más y más pensamientos buenos, los negativos irán desapareciendo. ¿Por qué? Porque se estará enfocando en los buenos pensamientos y uno atrae aquello en lo que se enfoca.

Por eso, no debe prestar atención alguna a los pensamientos negativos. No se preocupe por ellos. Si llega alguno, genere la luz con ellos, no les dé importancia, y permita que sirvan para recordarle que debe tener más pensamientos buenos en ese mismo instante.

Cuantos más pensamientos buenos pueda sembrar en un día, tanto más rápidamente se irán transformando en cosas buenas. Si pasa todo el día hablando de las cosas buenas y dando “Gracias” en todo momento, no podrán creer lo que les espera en el día de mañana. Tener buenos pensamientos con deliberación se asemeja a la siembra de semillas. Al tener buenos pensamientos, usted siembra buenas semillas en su interior y el Universo transformará esas semillas en un jardín del paraíso. ¿En qué forma se presentará ese jardín del paraíso? ¡Como su vida!

Rhonda Byrne
El Secreto... brindando felicidad a miles de millones de personas.

Copyright 2007 TS Production LLC. Todos los Derechos Reservados.

aprenderas


Aquí os dejo un texto que he leído y me ha encantado. Espero que os guste también.

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas... comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado... aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas... aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma... descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el placer de disfrutar su compañía. Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que mas te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos.

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos. Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar. Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve...

Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias... aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho mas de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel. Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero no saben como demostrarlo. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.

Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho mas lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía mas.

¡Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla!

Escrito por Regina Brett, 90 años, de "The Plain Dealer", Cleveland, Ohio


Escrito por Regina Brett, 90 años, de "The Plain Dealer", Cleveland, Ohio

Para celebrar la llegada a mi edad avanzada, una vez escribí las 45 lecciones que la vida me ha enseñado.
Es la columna más solicitada que jamás había escrito.
Mi odómetro llegó a los 90 en agosto, así que aquí les va la columna una vez más:

1. La vida no es justa, pero aún así es buena.
2. Cuando tengas duda, sólo toma el siguiente paso pequeño.
3. La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.
4. Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto.
5. Liquida tus tarjetas de crédito cada mes.
6. No tienes que ganar cada discusión. Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
7. Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
8. Está bien si te enojas con Dios. El lo puede soportar.
9. Ahorra para el retiro comenzando con tu primer cheque de nómina.
10. Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.
11. Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.
12. Está bien permitir que tus hijos te vean llorar.
13. No compares tu vida con otros. No tienes ni idea de lo que se trata su travesía.
14. Si una relación tiene que ser secreta, no debes estar en ella.
15. Todo puede cambiar en un parpadear de ojos. Pero no te preocupes, Dios nunca parpadea.
16. Respira profundamente. Esto calma la mente.
17. Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o gozoso.
18. Si algo no te mata, en realidad te hace más fuerte.
19. Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz. Pero la segunda depende de ti y de nadie más.
20. Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un " no" por respuesta.
21. Enciende las velitas, utiliza las sábanas bonitas, ponte la lencería cara. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es especial.
22. Prepárate de más, y después sigue la corriente.
23. Sé excéntrico ahora. No te esperes a ser viejo para usar el morado.
24. El órgano sexual más importante es el cerebro..
25. Nadie está a cargo de tu felicidad, más que tú.
26. Enmarca todo supuesto "desastre" con estas palabras: "En cinco años, ¿esto importará?"
27. Siempre elige vida.
28. Perdónales todo a todos.
29. Lo que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.
30. El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
31. Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.
32. No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
33.. Cree en los milagros.
34. Dios te ama por lo que Dios es, no por lo que hayas hecho o dejado de hacer.
35. No audites la vida. Sólo llega y aprovéchala al máximo hoy.
36. Llegar a viejo es mejor que la alternativa--- morir joven.
37. Tus hijos sólo tienen una niñez.
38. Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.
39. Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
40. Si todos apiláramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, rápido arrebataríamos de regreso los nuestros.
41. La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
42. Lo mejor está aún por llegar.
43. No importa cómo te sientas... párate, arréglate y preséntate.
44. Cede.
45. La vida no está envuelta con un moño, pero sigue siendo un regalo.

Con todo carino para uds...deseandoles siempre lo mejor....
Feliz semana, no olviden nunca sonreir.

Queda prohibido


Queda prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos...

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños....

Queda prohibido no intentar comprender a las
personas,
pensar que sus vidas valen menos que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su
dicha...

Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te
necesita,
no comprender que lo que la vida te da,
también te lo quita...

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti, este mundo no sería igual...

Pablo Neruda

http://www.youtube.com/user/redpony21

Parientes Difíciles. ¿Qué hacer?


Parientes Difíciles. ¿Qué hacer?

por Claudia - auroradeluz@terra.com.br

Traducción de Teresa - teresa_0001@hotmail.com

Parientes difíciles, aquellas personas que amamos, pero que intoxican nuestras vidas hasta el punto de convertir la convivencia en un martirio. Viviendo bajo el mismo techo o no, no hay forma de escapar a la convivencia con estas personas. Al fin y al cabo, no existen ex-padres, ex-hermanos, ex-madres, ex-hijos.

Uno de nuestros mayores errores es dejarnos en último lugar. ¿Quién no se ha pillado al menos pensando “En cuanto termine de limpiar la casa voy a descansar” y el fin de semana se acaba anunciando otra semana más de trabajo y tú no has descansado nada, pues estabas demasiado ocupada limpiando, poniendo orden y cocinando?

¿O, entonces, has perdido toda la paz, preocupada con problemas familiares, piques entre madre, hermanos, padres? O peor aún, te han puesto en medio de los piques familiares, en que , muchas veces, tú no has tenido nada que ver con el problema ni siquiera estabas allí. Pero han quedado las “salpicaduras” de la pelea familiar, como la guerrilla de nervios que todos conocen bien, del no hablar contigo, o entonces “¿Cómo puedes dejar que ella/él me hable así, mira lo que ella me ha dicho mientras estabas fuera, no vas a defenderme?” Todos algún día han pasado ya por eso o aún pasan. Y ¿qué hacer?

Tú, lo primero, no te dejes en último lugar. Sin culpa, ni obligación, ve a descansar, haz algo que te guste, colma tu vida de cosas que tengan significado para ti y te traigan placer. Ve a hacer manualidades, meditación, camina por el parque o lee un libro. Quédate tranquila, que la suciedad de la casa no va a salir de allí, las guerrillas familiares también estarán allí cuando estés de vuelta.

No te dejes envolver por la culpa y por el victimismo de los otros. Las personas manipuladoras, principalmente familiares próximos, suelen apelar a tu sentimiento de culpa inculcado en tu subconsciente durante años (se quedan quietecitos en su rincón, dejando claro su malestar y profundo enfado con algo que está sucediendo en el hogar) o, entonces, a través de una postura de supuesta “víctima” capaz de decir claramente cosas tales como “vas a acabar matándome..”, “no he dormido en toda la noche esperando a que llegases...”, etc. Esa tentativa (y éxito) de la persona manipuladora e histérica en lograr casi todo mediante la movilización emocional de los demás miembros de la familia, causa, crónicamente, un expresivo sufrimiento emocional a los familiares.
¿Cómo lidiar con eso? Ten paciencia y no te dejes envolver. Quien tiene el mando a distancia de tu vida eres tú, por tanto, tú eres quien va a decidir si esto te afectará o no, si vas a darle oídos o no. Tú eres quien se resiente, no son los demás quienes te lastiman.

Es preciso establecer límites. Independientemente del grado de parentesco, la pesona entrometida necesita límites. Límites claros y coherentes. Es perfectamente posible establecerlos con educación y respeto con cualquier persona de la familia. Es preciso dejar claro que cuando se imponen límites al entrometido no lo estás tratando mal, tan solo disciplinando y cuidando del bien y armonía de la convivencia. Obviamente, no vayas a creer que la persona va a reaccionar a ese tu cambio repentino de actitud (al imponer límites claros y coherentes) como una persona con madurez emocional. Vas a tener que ser un líder calmo y asertivo, paciente y perseverante. ¿Quién ha dicho que iba a ser fácil? ¡Buena suerte!

LA RESILIENCIA EN LA PSICOLOGÍA SOCIAL


http://psicologia-online.com/articulos/2006/resiliencia_social.shtml
LA RESILIENCIA EN LA PSICOLOGÍA SOCIAL

Maria Angélica Trujillo
Facultad de Estudios Superiores IZTACALA


INTRODUCCIÓN

Nuestro conocimiento a lo largo de la historia nos hace saber de las capacidades que el ser humano tiene para sobreponerse a los daños en general y por lo tanto saber de las capacidades que ha desarrollado este.

La expresión de este potencial nos ha generado bienes tanto físicos como materiales, culturales, intelectuales y tecnológicos, esto se va dando por cúmulo sucesivo en cada una de las culturas, desarrollando así aquello que será nuestro tema de interés y estudio: LA RESILIENCIA.

En el presente trabajo se dan a conocer algunos antecedentes, la definición, el fomento de la resiliencia en la sociedad así como el desarrollo de ésta en las personas que son susceptibles al maltrato, las condiciones de desarrollo y los factores que nos ayudan a generar la resiliencia, aunque también es importante mantenerla y para esto se tocará el tema de las estrategias para construir y mantener la resiliencia y por ultimo pero no menos importante la intervención y desarrollo de la resiliencia en niños.

Hay que tener por bien sabido que la resiliencia no solo nos sirve para poder resolver problemas y vivir bien tiene aun un significado más amplio con una perspectiva diferente de la vida.

A lo largo de este trabajo se darán a conocer algunos ejemplos de resiliencia ante situaciones difíciles como lo fueron el Huracán Katrina y Rita y la forma en que las personas logran superar, afrontar o crear una barrera que los haga sentir protegidos de los sucesos desagradables.

El objetivo del presente trabajo es dar a conocer algunos de los aspectos de mayor interés para la reacción de sobreponerse a las situaciones difíciles. Para poder entender el fenómeno de la resiliencia es necesario tener el concepto claro y definido por lo cual iniciaremos nuestro primer apartado con este tema.
ANTECEDENTES Y DEFINICIÓN

Antes de abordar de lleno el tema de la resiliencia, tenemos que conocer algunos antecedentes de esta, por ejemplo en la Biblia Job se sobrepone a la pérdida de todos sus bienes materiales, por ejemplo, la joven Ana Frank, logra continuar su desarrollo como adolescente durante la guerra nazi hasta que la asesinan (Ángeles y Morales 1995).

A mediados del siglo pasado , las ciencias humanas comenzaron a utilizar el término para referirse a las pautas que permiten a las personas sobreponerse a las situaciones adversas y sacar provecho de ellas(Sánchez, 2003).

Los hallazgos de Rutter en 1990 han descubierto el desarrollo y funcionamiento del cerebro a apartir de las bases biológicas del fenómeno de la resiliencia , así como su contribución con los procesos de desarrollo psicofisiológico Debe tenerse por entendido que la resiliencia no es algo que se adquiera o no se adquiera, sino que conlleva a conductas que cualquier persona puede desarrollar y aprender.

La resiliencia como concepto ,es un término que proviene de la física y se refiere a la capacidad de un material para recobrar su forma después de haber estado sometido a altas presiones (López, 1996). Por lo tanto en las ciencias sociales podemos deducir que una persona es resiliente cuando logra sobresalir de presiones y dificultades que en su lugar otra persona no podría desarrollar.

La introducción al concepto de resiliencia en las ciencias sociales nos ha abierto nuevos caminos para poder afrontar los problemas más comunes como los que nos proporcionan el aprendizaje y el desarrollo infantil.

Existen diversas definiciones del termino resiliencia , estas dependen de cada autor y su enfoque teórico, la resiliencia seria una capacidad global de la persona para mantener un funcionamiento efectivo frente a las adversidades del entorno o para recuperarlo en otras condiciones (Aracena , Castillo y Román).

Por otra parte la resiliencia describiría una buena adaptación en las tareas del desarrollo social de una persona como resultado de la interacción del sujeto con su medio ambiente. Para Domínguez, (2005) , la resiliencia es el proceso de adaptarse bien ante situaciones adversas o aun ante fuentes significativas como el estrés .

Significa rebotar de las experiencias difíciles. Hay que tomar en cuenta que la resiliencia no es algo que se adopte o no si no que cada individuo va desarrollándola de acuerdo a sus necesidades. El concepto de la resiliencia o facultad de recuperación implica dos factores la resiliencia frente a la destrucción, es decir, la capacidad de proteger la vida propia y la integridad ante las presiones deformantes y la otra es la capacidad para construir conductas vitales positivas esto pese a las circunstancias difíciles (González ,2005).
FOMENTO DE LA RESILIENCIA

La resiliencia podría definirse como algo nuevo en la historia .La introducción al concepto de resiliencia en las ciencias sociales nos ha abierto nuevos caminos para poder afrontar los problemas más comunes como los que nos proporcionan el aprendizaje y el desarrollo infantil.

Invertir en la resiliencia seria mucho más barato y seguramente se lograra a mediano plazo la reducción de algunos efectos adversos como la delincuencia, la prostitución, la violencia, drogadicción, (Ángeles, R. y Morales, J. 1995) pero queda una gran duda al aire donde queda la justicia social y el desarrollo humano para cada uno como individuo no uno más generalizado que por lo común hace que las personas vayan perdiendo la seguridad de lo que son y lo que valen.

La resiliencia nos indica, la necesidad de focalizar nuestra búsqueda en los recursos personales y ambientales de que disponen los individuos, sus familias y la comunidad. Y se cambia, desde una intervención en el beneficiario directo a una intervención que incorpora a la familia y a la comunidad durante todo el proceso de cambio. Se incorporan actividades educativas que abordan las distintas dimensiones de la resiliencia. (González, 2005).

Se deben impulsar acciones para favorecer a la inclusión social de la resiliencia, para que se aproveche la vitalidad, la capacidad y la energía para participar activamente en el presente y construir con el apoyo un proyecto de vida, tenemos que considerar acciones y características que promuevan la resiliencia y que este tema debiese ser prioritario no solo para los profesionales de la salud sino para todas aquellas personas que estén en contacto directo con niños y adolescentes.

Este mecanismo defensivo menciona Kolb (1973) , produce una oposición profundamente asentada, a que los datos reprimidos (inconscientes) se vuelvan conscientes. Por medio de la resistencia el individuo trata de evitar los recuerdos y los insights que provocarían angustia y serían dolorosos, si se encararan de manera consciente.

La resistencia también se presenta durante el tratamiento psicoanalítico, cuando el psiquiatra alienta al paciente para que haga perceptible el material reprimido por la libre asociación.

Freud estructuró su concepto de la represión al encontrarse con las dificultades y las obstrucciones en la asociación libre : el bloque, la turbación, los silencios y las angustias del paciente a los que les dio el nombre de resistencia. Ésta da una clave de la naturaleza del material reprimido.
DESARRROLLO DE LA RESILIENCIA

La resiliencia no es un rasgo que las personas tienen o no tienen. Conlleva conductas, pensamientos y acciones que cualquier persona puede aprender y desarrollar. Se trata de una nueva mirada de la manera en que los diferentes seres humanos afrontan posibles causas de estrés: malas condiciones y vejaciones en la familia, reclusión en campos de prisioneros, situaciones de crisis como las causadas por viudez o el divorcio, las grandes pérdidas económicas o de cualquier otra índole. (García, Rodríguez y Zamora).

En lugar de preguntarse por las causas de la patología física o espiritual que esas catástrofes generan, el nuevo punto de vista supone indagar de qué condiciones está dotada esa minoría; por qué y de qué manera logra escapar a los males propios de los llamados “grupos de riesgo”.

El hecho de que la adversidad no deriva irrevocablemente en individuos dañados, se ha mostrado que la conformación de éstos ,depende, no simplemente de factores condicionantes como, por ejemplo, los recursos económicos, la alimentación, el nivel educativo de los padres, la estimulación materna o la disponibilidad de material lúdico, sino, fundamentalmente, de los mecanismos y las dinámicas que ordenan el modo cómo ellos se relacionan (Rutter 1985).

Los individuos “resilientes” se destacan por poseer un alto nivel de competencia en distintas áreas, ya sea intelectual, emocional, buenos estilos de enfrentamiento, motivación al logro autosugestionado ,autoestima elevada, sentimientos de esperanza, autonomía e independencia, entre otras. Y esto ha podido ser así incluso cuando el área afectada es tan básica para la vida, como la nutrición. Para esclarecer el fenómeno de la resiliencia, los estudiosos han apuntado a las características del ambiente en que se han desarrollado los sujetos resilientes: han tenido corta edad al ocurrir algún evento traumático; han provenido de familias conducidas por padres competentes, integrados en redes sociales de apoyo, que les han brindado relaciones cálidas.

Respecto al funcionamiento psicológico que protege del estrés a las personas resilientes, señalaremos:

1. Mayor coeficiente intelectual y mejores habilidades de resolución de problemas.
2. Mejores estilos de afrontamiento.
3. Empatía, conocimiento y manejo adecuado de las relaciones interpersonales.
4. Sentido del humor positivo.

Lo que hace que un individuo desarrolle la capacidad de ser resiliente es la formación de personas socialmente competentes que tengan la capacidad de tener una identidad propia y útil, que sepan tomar decisiones, establecer metas y esto involucra lugares sociales que implican a la familia a los amigos y las instituciones de gobierno de cada país ( Ramírez, 1995).

Entre los mecanismos protectores por excelencia esta la relación de un adulo significativo, que reafirme la confianza en sí mismo del individuo, que lo motive , y por sobre todo le demuestre su cariño y aceptación incondicional(Sánchez ,2003).
CONDICIONES DE DESARROLLO

Muchos estudios demuestran que un factor primario para en la resiliencia es tener relaciones que ofrezcan cuidados y apoyo dentro y fuera de la familia. Las relaciones que crean apoyo y confianza, proveen modelaje y ofrecen estímulo y reafirmación además contribuyen a afirmar la resiliencia en una persona(Domínguez , 2005).
Para esclarecer el fenómeno de la resiliencia, los estudiosos han apuntado a las características del ambiente en que se han desarrollado los sujetos resilientes: han tenido corta edad al ocurrir algún evento traumático; han provenido de familias conducidas por padres competentes, integrados en redes sociales de apoyo, que les han brindado relaciones cálidas(Kotliarenco , y Pardo ) .

Si nos detenemos a observar la realidad en que viven nuestros jóvenes actualmente podemos ver cómo ciertas condiciones influyen negativamente en su desarrollo: carencia de redes de apoyo social para enfrentar las dificultades, incorporación prematura al empleo, desempeño de trabajos marginales o contractualmente precarios, falta de protección de su salud y derechos laborales, desocupación prolongada, fracaso y abandono escolar, adicción a las drogas y al alcohol etc. Todo esto se traduce en una baja autoestima, ausencia de un proyecto de futuro y dificultad para darle sentido al presente (López , 1996).

Fonagy y colaboradores ,señalaron que las personas resilientes presentaron en su infancia los siguientes atributos:

1. Nivel socioeconómico más alto.
2. Ausencia de déficit orgánico.
3. Temperamento fácil.

Como características del medio social inmediato señalan las siguientes:

1. Padres percibidos como competentes.
2. Mejor red informal de apoyo (amigos, familiares, compañeros).

La presencia de relaciones afectuosas es vital para fortalecer la resiliencia a través del ejemplo común como lo dicen las voces “hechos y no palabras”.Las oportunidades de participación son significativas para poder sentirse importante y querido.

La resiliencia es una característica que se puede aprender como producto de una interacción positiva entre el componente personal y ambiental de un individuo(Sánchez, 2003).El vinculo afectivo que se establece en los primeros años de vida es vital para el desarrollo de un individuo capaz y seguro en una entidad.
MALTRATO FISICO Y FACTORES DE RESILIENCIA

La definición de maltrato que se usa se refiere a conductas que tengan un potencial de daño para un individuo (Aracena , Castillo y Román )

El término maltrato infantil abarca una amplia gama de acciones que causan daño físico, emocional o mental en niños de cualquier edad. Sin embargo, el tipo de maltrato infligido varía con la edad del niño.
Tal vez el tipo más común de malos tratos es el abandono, es decir, el daño físico o emocional a causa de deficiencias en la alimentación, el vestido, el alojamiento, la asistencia médica o la educación por parte de los padres o tutores. Una forma común de abandono entre los niños es la subalimentación, que conlleva un desarrollo deficiente e incluso a veces la muerte.

Los eventos traumáticos o adversos sean psicológicos o físicos (nutrición pobre ,permanentes niveles elevados de estrés y violencia) elevan los niveles de cortisol y a su vez este afecta al metabolismo el sistema inmune y al cerebro.

Es de especial importancia que lo descrito no ocurre en los niños que reciben un cuidado especial , afectuoso y enriquecedor en el primer año de vida, estos son menos propensos a responder a la tensión produciendo otras reacciones diferentes en los niños que no tienen estos cuidados .De modo que si un niño es abandonado o descuidado a muy temprana edad las funciones cerebrales se ven dañadas severamente como la capacidad de aprendizaje y la resolución de problemas .

Hay algunos factores asociados para que se desarrolle la resiliencia por medio de los cuales nos podemos apoyar y ser menos susceptibles a los daños ocasionados por el medio en que vivimos. La combinación de estos factores nos lleva a tener éxito (Domínguez, 2005).

Debemos de tener la capacidad para hacer planes realistas los cuales llevaremos a cabo, tener una visión positiva de sí mismo y confiar en nuestras fortalezas y habilidades, destreza y comunicación para la solución de problemas , la capacidad de manejar sentimientos e impulsos muy fuertes. Debemos de asociar alternativas para vislumbrar la esperanza en situaciones que asociamos generalmente con un cúmulo de carencias(González, 2005).
ESTRATEGIAS DE LA RESILIENCIA

Las personas no reaccionan de la misma forma a los mismos eventos de vida traumáticos y estresantes. Un enfoque para construir resiliencia que le funciona a una persona puede no funcionarle a otra. Las personas utilizan una gran variedad de estrategias. Algunas variaciones pueden reflejar diferencias culturales. La cultura de una persona puede tener un impacto en la forma en la cual comunica sus sentimientos y trabaja con la adversidad .

Por ejemplo el impacto del Huracán Katrina y Rita fue tan enorme que dejó sentir su impacto en personas de diferentes culturas. Las buenas noticias sobre la resiliencia son que puede construirse a través de diversos enfoques que tienen sentido en diversas culturas.

Haga conexiones. Buenas relaciones con la familia y amistades cercanas y otras personas relevantes. Algunas personas encuentran que, a pesar de que han sufrido pérdidas ayudar a otras personas les hace sentir bien sobre sí mismas.

Evitar ver las crisis como problemas insuperables. puede cambiar la forma en que cada individuo interpreta el “huracán”. Tratar de ver más allá de la crisis actual y cómo las circunstancias futuras pueden ser un poco mejores. Moverse hacia las metas hacen que las estrategias desarrollen la capacidad de ser exitoso y ser un individuo resiliente que se integra en una comunidad.

Reconocer la propia fortaleza y recursos para tratar con situaciones difíciles puede ayudar a desarrollar confianza en sí mismo. Prestar atención a sus necesidades y sentimientos. Otras formas de fortalecer la resiliencia pueden ayudar, la clave es identificar formas que podrían resultar bien como parte de una estrategia personal para desarrollar resiliencia(Domínguez, 2005).

Trabajar en el campo de lo resiliente en un individuo implica un cambio paradigmático en el sentido de hacer hincapié en la fortaleza innata y ver las cosas como algo positivo y no como riesgo total las cosas se han creado para mejorar su entorno no para dañar su salud.

Una adecuada estimulación en los primeros años de vida tendrá un gran beneficio para el futuro puesto que el apoyo familiar y la integración hacen que una persona desarrolle confianza en si mismo y esto en un futuro se verá reflejado en los proyectos y el éxito o fracaso que se obtenga de éstos (Sánchez, 2003).
INTERVENCIÓN DE LA RESILIENCIA EN NIÑOS

La resiliencia es más que resistir a los embates, al temor a los riesgos, es tomar cada circunstancia adversa como un desafío que pone a prueba todas las potencialidades de un individuo.

Existen tres pilares que sostienen la capacidad de resiliencia:

1. La capacidad de juego. No tomarse las cosas tan a pecho que el temor impida hallar las salidas. Y en este caso el sentido del humor, el mirar las cosas como desde el revés de un largavista permite tomar distancia de los conflictos. La creatividad, la multiplicación de los intereses personales, los juegos de la imaginación relegan esas causas de alarma a su justo lugar, revitalizarla para no deprimirse.
2. La capacidad de encarar las situaciones con un sentimiento de esperanza. Y para ello es fundamental tener al menos a alguien en quien depositar los afectos, admiración, que sirven como guía y estímulo. Es lo que en el lenguaje común de los grupos de resiliencia se conoce como “ engancharse. Son esenciales asimismo las llamadas “redes de sostén” o de contención, vínculos que enriquecen e impiden que la persona se sienta en una intemperie vital. Amigos, un maestro, una comunidad barrial, los grupos de resiliencia obran como apoyo y estímulo permanentes.
3. El auto sostén. Se puede resumir como un mensaje que la persona elabora para sí mismo. “ yo se que esto me va a pasar”, se dice ante un mal trance. O sea: “ Me quiero, confío en mí, me puedo sostener en la vida”.

Los intentos por descubrir el sustento biológico de los comportamientos resilientes no sólo se interesan por sus alcances teóricos. Interesan también por sus implicancias prácticas. Ciertamente, la determinación de los elementos, condiciones y relaciones que participan en la configuración del desarrollo infantil abre nuevos espacios a la intervención.

La evidencia presentada ha mostrado un panorama más bien optimista al respecto, al dar cuenta de que ningún elemento adverso es, por sí mismo, fuente de deterioro o daño inevitable para el individuo y que, en general, la adversidad puede ser, si es que no contrarrestada, atenuada por medio del establecimiento de relaciones cuidadosas y cálidas entre los padres o cuidadores primarios y el sujeto. Las perspectivas que tal modo de acción ofrece son no sólo más altas, sino también de mayor alcance.

Puede parecer evidente, pero las condiciones nutricionales deficitarias o los ambientes familiares desfavorables dificultan que el niño pueda aprender cabalmente las enseñanzas escolares, ya que sus capacidades intelectuales no escapan a los detrimentales efectos de la adversidad. En este sentido, no puede dudarse que las posibilidades de logro educativo de un niño se amplían exponencialmente si es que éste cuenta con todas sus potencialidades intactas y puede abordar la tarea escolar sin tener que sortear obstáculos adicionales.(Kotliarenco, Y Pardo ).

Hoy día es necesario saber como primario la necesidad de fortalecer a los niños interiormente para que puedan resistir a un mundo tan difícil como son las globalizaciones , informarlos, formarlos favorecer cada etapa de crecimiento si apurarlos a vivir conociéndose a si mismos (Ramírez , 1995).

El apego va desde la cuna hasta la tumba, pero los tres primeros años son muy formadores de la personalidad y los más estructurantes en términos de resiliencia. Pero hay relaciones de apego posteriores que también son resilientes. Las investigaciones señalan que a mayor inteligencia, mayor capacidad de resiliencia, pero estamos apostando a que se pueden desarrollar comportamientos resilientes en todas las personas(Sánchez , 2003)
CONCLUSIONES

Es claro que la resiliencia no se desarrolla en todos los individuos de la misma forma y que cada uno tiene diversas maneras de desenvolverse y adquirir capacidades para superar sus problemas que según Kolb (1973) por lo cual es necesario dejar claro que cada cual forma sus capacidades y elige como desarrollarlas.

La resistencia puede manifestarse por tanto en silencios, negaciones, evasiones y hasta situaciones embarazosas e intensas reacciones emocionales. La resistencia sirve como mecanismo de defensa contra la angustia que surge cuando el individuo percibe en él los sentimientos y los impulsos que repudia.

También se dio a conocer algunas de las maneras en las cuales podemos ser un poco más “resistentes” ante las situaciones adversas y como poder levantarnos ante un trance ,y así se demuestra que no todos los individuos tienen la misma capacidad de superar los obstáculos y tomarlo como crecimiento en su vida más que una dificultad.

La resiliencia es una característica que puede aparecer como producto de una interacción positiva entre el componente personal y ambiental de un individuo pero también como una forma para poder responder ante situaciones de conflicto.

Los dones que se le otorgan a las personas son grandes, y por tanto existe garantía del éxito, pero todo depende de las cualidades personales, sociales y el estilo con que las pruebas vayan adquiriendo valor .

Sin embargo la vasta variedad de información que se suministra, tanto positiva como negativa, puede hacer que la persona se vea así misma de una manera más clara de la forma en que se percibía antes de someterse a las pruebas difíciles de su vida.

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dedicada a las madres, que asesinan psicologicamente a sus hijos


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Qué es el Maltrato Psicológico



http://www.mundofotos.net
fuente:mesterio
Qué es el Maltrato Psicológico
fuente:http://www.pandeblog.org
Maltrato es toda aquella conducta o conjunto de conductas que ocasiona, causa o provoca en una o más personas un perjuicio, daño, sufrimiento, malestar y/o perturbación.

Existen dos tipos fundamentales de Maltrato, los cuales siempre deben considerarse íntimamente relacionados: Maltrato Físico y Maltrato Psíquico.

* El Maltrato Físico es todo Maltrato caracterizado por sus manifestaciones físicas, es decir, materiales o corporales. Ej. Violencia Doméstica, Abuso Sexual, Tortura Física, etc.
* El Maltrato Psíquico es todo Maltrato caracterizado por sus manifestaciones psíquicas, psicológicas, mentales o morales, es decir, a nivel emocional (de los sentimientos) y/o a nivel intelectual (de la inteligencia, la cultura, la memoria, etc.).
Ej. Acoso Laboral, Acoso Sexual, Racismo, Mobbing, Manipulación de las Masas, Acoso Escolar, etc.


Mujer MaltratadaEl Maltrato Psíquico es reconocido en las sociedades en general por medio de diversos nombres que lo describen en mayor o menor medida según diferentes contextos y criterios, nombres que recién en los últimos tiempos comienzan a resultar popularmente familiares, siendo, incluso, novedosos:

Mobbing, Acoso Laboral o Psicoterror Laboral, Mobbing Inmobiliario, Violencia Verbal, Violencia Psíquica, Acoso Escolar, Bullying, Acoso Moral, Daño Moral o Daños Morales, Daños y Perjuicios, Amenazas, etc.,(Términos Jurídicos), Acoso Sexual, Chantaje Emocional, Violación Psicológica, Inducción a la Depresión, Inducción al Suicidio, Discriminación, Extorsión, Machismo, Sexismo, Racismo, Lavado de Cerebro, Discurso Perverso, Tortura Psicológica, Guerra Psicológica, Desinformación, Sobreinformación, Demagogia, Manipulación de las Masas, Manipulación de los Medios de Comunicación, Terrorismo, Terrorismo Informativo, etc.
Los Efectos del Maltrato Psíquico

Toda situación de Maltrato Psíquico mínimamente intensa o prolongada provoca como efecto lógico y consecuente una serie de daños psíquicos y/o físicos de diferentes niveles de gravedad, como reflejo de la exposición a una estructura causal enferma y agresora en la que cualquier persona sana y/o normal se halla incapacitada para defenderse sin resultar notable o substancialmente afectada.

Asimismo, debe advertirse que la presencia o existencia de los efectos del Maltrato Psíquico está indicada fundamentalmente por la situación que el Maltratador impone, y no solamente por las reacciones relativamente subjetivas de la Víctima, reacciones que pueden variar marcadamente en cada caso. Recuérdese que las leyes generales de la Justicia no sólo contemplan los daños y perjuicios (es decir, los efectos), sino también la acción en sí misma e incluso la intencionalidad (es decir, las causas).

El grado o tipo de reacción, afectación, susceptibilidad, sensibilidad y/o resentimiento de la Víctima frente a las acciones del Maltratador son completa y terminantemente irrelevantes a fines de la corroboración de Maltrato Psíquico.

Todo Maltrato Psíquico -y Físico- tiene como consecuencia innegable, comprobable y necesaria un conjunto de efectos o reacciones psíquicas y físicas naturales en todo ser humano mental y físicamente sano, pero que pueden transformarse en efectos de extrema gravedad física y mental, lo que a su vez derivará en la aparición de otros problemas (económicos, sociales, laborales, escolares, sexuales, etc.)

Entre los Efectos Psíquicos, hallamos dos grandes grupos:

1. Los sentimientos, las sensaciones y las emociones que toda Víctima de Maltrato Psíquico -y Físico- manifiesta, los cuales siempre implican una desagradable y profunda sensación general y recurrente de sentirse: mal, humillada, agobiada, estresada, atormentada, acosada, maltratada, agredida, amenazada, perturbada, con impotencia, triste, dolida, apática, amargada, deprimida, tensionada, herida, molesta, enferma, despreciada, angustiada, irritable, al límite, sin esperanzas, acabada, abatida, infravalorada, insultada, confundida, desilusionada, al borde del suicidio, muy infeliz, desquiciada, trastornada, desorientada, perturbada, consternada, desesperada, perdida, ofendida, perjudicada, engañada, chantajeada, afligida, denigrada, asustada, alterada, aterrorizada, inútil, mortificada, perseguida, agredida, de mal humor, anulada, desacreditada, desprestigiada, estigmatizada, culpable, degradada, rebajada, cansada, fatigada, frágil, decaída, agotada, con los nervios destrozados, al borde de la locura, con baja autoestima, etc. Todos estos conocidos efectos del Maltrato Psíquico siempre han sido subestimados o menospreciados en su importancia por la sociedad -incluso por las mismas Víctimas- debido a su aparente carencia de sentido práctico, funcional o material. Muy por el contrario, debe saberse que los sentimientos, las sensaciones y las emociones de las personas poseen un sentido altamente práctico, funcional y material, que va más allá de la mera felicidad o bienestar personal, y que consiste en la natural disponibilidad de eficaces alarmas previas a la generación de muchos otros graves efectos del Maltrato Psíquico (como puede leerse a continuación).
2. Los Trastornos Psíquicos de la Salud de diferentes grados de gravedad, no siempre presentes, pero sí extraordinariamente frecuentes en toda Víctima, e íntimamente derivados del Maltrato. Estos surgirán toda vez que los sentimientos, sensaciones y emociones que la Víctima dispone a modo de alarmas o señales que indican que algo va mal, hayan sido pasados por alto o no se les haya prestado una atención adecuada (eficaz y eficiente). Podemos encontrar una extensísima variedad de Trastornos Psíquicos: desde leves alteraciones del sueño hasta graves psicosis paranoides, adicciones, etc., pero su aparición dependerá de cada caso en particular.

En cuanto a los Efectos Físicos, también podemos hallar dos grandes grupos:

1. Trastornos Físicos de la Salud: Debe saberse que a corto o largo plazo, el Maltrato Psíquico no sólo eleva el riesgo de serios efectos psíquicos, sino también de serios trastornos de carácter físico, es decir, de la salud en el sentido tradicional. Son ejemplos típicos el estrés, las úlceras estomacales, los dolores de cabeza, las alteraciones de la presión arterial, etc., pero también puede llegarse a favorecer la aparición de problemas de salud mucho más graves, como problemas cardíacos, abortos espontáneos (pero inducidos), cáncer, etc. Cabe alertar seriamente que -para la gran mayoría de los casos- el pasaje de Maltrato Psíquico a cualquier clase de Maltrato Físico es altamente probable, debido a dos Factores de Riesgo:
2. El Maltrato Físico: Cabe alertar muy seriamente que -para la gran mayoría de los casos- el pasaje de Maltrato Psíquico a cualquier clase de Maltrato Físico es altamente probable, especialmente cuando confluyen Tres Factores de Riesgo:
* El elevado nivel de tensión y frustración generado en la Víctima, que puede llevar al Maltratador a utilizarlo como falsa justificación, para dar comienzo al uso de la Violencia Física.
* El elevado nivel de tensión y frustración propio del Maltratador, que puede llevarle a actuar de manera injustificadamente violenta.
* El elevado nivel de indefensión psíquica, física, legal, verbal, intelectual, etc. de la Víctima, que puede ser utilizado por el Maltratador como vía impune para dar comienzo al uso de la Violencia Física.

El Maltratador puede llegar a mantener sola y exclusivamente el Maltrato puramente Psíquico todo lo que la convivencia o relación con su Víctima se prolongue (incluso toda una vida). Mientras se mantenga sólo un Maltrato Psíquico Puro, el Maltratador únicamente se valdrá del mundo físico o material para agredir o maltratar de manera simbólica, es decir, con actos que representen un significado perjudicial para la Víctima, y no para agredirle físicamente.

Sin embargo, aunque del Maltrato Psíquico en sí no tiene por qué surgir el Maltrato Físico, debe tenerse bien claro que existe un elevado riesgo a que el segundo se sume al primero en aquellos casos donde éste sea más intenso y más reiterado, y, especialmente, en aquellos casos donde tal conducta resulte menos reprobable social y/o legalmente.

Durante las etapas iniciales de cualquier tipo de relación humana, es natural que la posibilidad de cualquier tipo de Maltrato pase desapercibida, dado el mutuo desconocimiento entre las partes. Sin embargo, siempre debe recordarse que la gran mayoría de los casos de Maltrato Físico comienzan bajo la forma aparentemente menos grave de Maltrato Psíquico.

Si bien puede resultar difícil predecir si un determinado Maltrato Psíquico realmente acabará derivarando en Maltrato Físico, la posible Víctima -e idealmente quienes conozcan su situación- deberá tomar serias medidas preventivas antes de que sea demasiado tarde.

Cuántas acciones de tipo amenazador, denigrante, de desprecio, etc. estará dispuesta a soportar una Víctima dependerá de cada caso, pero como mínimo ésta deberá considerar las mismas como serios avisos o indicadores de un elevado riesgo de pasaje al Maltrato Físico.
http://www.pandeblog.org/maltrato-psiquico-definicion-formas-y-consecuencias/

La homosexualidad verdadera y la homosexualidad como defensa


La homosexualidad verdadera y la homosexualidad como defensa.
Marco Antonio Dupont Muñoz*
http://www.psicologiamiradaintegral.com


La intención de este trabajo es explorar las fronteras que existen entre la homosexualidad que aquí denomino “verdadera” y aquellos otros cuadros clínicos donde la homosexualidad aparece como una fantasía o como una actuación, surgida bajo la ansiedad concomitante a una elaboración edípica perturbada. Ilustraré mi argumentación mediante casos clínicos de mi consulta privada.
Queda marginada en este escrito la consideración relativa a la etiología orgánica de la homosexualidad verdadera. Mi punto de vista contempla prioritariamente a los factores psicológicos genéticos, dinámicos y estructurales como determinantes, y en todo caso precipitantes, en ausencia o presencia de aquellos otros ligados a la biología.


Sobre el marco teórico. Considero tres factores que en su desarrollo generan las bases de la personalidad, estos son el narcisismo, la imagen corporal y la identidad. Tales factores surgen de las vivencias tempranas que modulan la vida instintiva bajo la influencia de las relaciones con el objeto.
Considero que la mente se construye a partir de la internalización del objeto primario y de sus funciones, y la función matriz del objeto primario es la contención y elaboración de la ansiedad del recién nacido.
La función del maternaje, internalizada por el bebé, termina siendo un objeto de identificación junto con sus funciones. Allí se construye el espacio que es continente de los contenidos mentales.
En esta virtualidad que hace unidad de la pareja materno infantil, la llegada del padre impone una triangularidad que plantea, sea el apareamiento con la madre que excluye al infante, o el apareamiento con el infante que excluye a la madre. La internalización de la figura del padre como un nuevo objeto de identificación, junto con las vicisitudes edípicas que promueve, serán los determinantes de la idea, entre realista e ilusoria, del sí mismo.
Considero que el “quién soy” y el “cómo soy”, como identidad y como imagen corporal, en calidad de gérmenes por desarrollar, se aglutinan en torno al narcisismo. En su origen, tal desarrollo deviene en el espacio mental que es producto de la internalización del objeto materno y de sus funciones. El ingreso del objeto paterno en el espacio mental del niño o de la niña, es posterior al de la madre y su influencia como objeto de identidad será determinado por los umbrales de tolerancia de la madre. Los umbrales de tolerancia lo son a la ruptura de la fusión materno infantil y a su diferenciación.
Considero que la homosexualidad verdadera se define cuando el desarrollo temprano aquí reseñado, ofrece valores negativos. Esto es, cuando el niño o la niña se han hallado atrapados preedípicamente en una matriz narcisista que interfiere en el juego interactivo e identificatorio con el tercero. Sólo la madre y sus objetos internos acceden al espacio mental de los infantes.
La homosexualidad como defensa aparece sólo cuando el triángulo edípico se ha establecido. Las alteraciones en la elaboración del Edipo generan deseos y fantasías incestuosas de gran fuerza, siendo responsables de cuadros clínicos donde la homosexualidad opera como una defensa ante la actuación incestuosa. El sentido funcional de la defensa es “primero homosexual que incestuoso”. En las entrañas del síntoma se descubre la ansiedad persecutoria retaliativa, la obsesividad y la periódica depresión. En estos casos, estando establecida la constelación triangular, aunque perturbada, es accesible su rectificación mediante la integración depresiva de los objetos primarios. La transferencia, y especialmente la contratransferencia, llegan a sugerir al analista que él, como objeto, puede tener acceso a los procesos identificatorios del paciente. Esto es algo que nunca ocurre en los casos de homosexualidad verdadera.


Casos clínicos

El paciente A me fue referido por una colega después de un análisis prolongado donde se llegó a la conclusión de que A requiere de un analista que, como un padre, lo ayude a rectificar una homosexualidad que le resulta abrumadora.
El paciente es un hombre que pasa de los treinta, muy aliñado y de modales delicados. Su grado académico más alto es el bachillerato. Ulteriormente descubrió que poseía habilidades en el diseño de modas y logró suficiente éxito como para instalar su propia tienda y taller de modas. Su condición económica es más que desahogada.
Consumó un matrimonio con una agraciada joven de sociedad con la que muy pronto surgieron impedimentos derivados de una sexualidad insatisfactoria y querellas familiares con los suegros y cuñados. Un año después se consumó el divorcio.
El paciente es un gran narcisista en cuya historia, la belleza de su madre, su inteligencia, más innumerables virtudes, la han transformado en imagen idealizada e inalcanzable. La admiración y el respeto que le profesa se acercan a una religiosidad incuestionable. Los aspectos persecutorios que subyacen a esta visión materna son proyectados en el género femenino, con quien sólo se conecta sea mediante una rabiosa sumisión, el apaciguamiento, o con un desprecio arrogante.
El padre aparece en su historial como un puro satélite de la madre. Su diseño es el de un buen hombre, mediocre, al que desprecia e ignora. Solo en contadas ocasiones le reconoce el mérito de ser un buen proveedor.
Durante el proceso analítico conmigo, el intento de ingresar a su mundo interno como una figura consistente que accediera a la identificación, sólo quedó en una aceptación racional. No me fue difícil percibir que a pesar del mucho tiempo y esfuerzo invertido en el análisis de los objetos parentales, la figura masculina del analista sólo podría ocupar el nicho del padre con todas y cada una de sus características irreparables. La mente del paciente A, en mi contratransferencia, era como una catedral dedicada al culto de un ser supremo: su madre. Sólo pude ayudarlo a lograr una adaptación razonable a su homosexualidad, librándolo de buena parte de sus sentimientos de culpa y minusvalía.
En este paciente la fusión con el narcisismo, la imagen corporal y la identidad de la madre, hicieron imposible mi entrada en el área de la identificación. Es posible que así haya ocurrido con el objeto paterno al comienzo de su desarrollo.
El paciente B es un hombre entrado en los cuarentas. Es un profesionista exitoso que forma parte del bufete fundado por su padre en el que participan tres hermanos menores, todos de la misma profesión. B está casado con una mujer cuya madurez es dudosa. Procrearon tres hijos ya adolescentes. El paciente tiene en su haber varios intentos terapéuticos de lo más variado, que ha abandonado por resultarle insatisfactorio, sea el terapeuta o el procedimiento utilizado.
Desde las primeras entrevistas B expresó su motivación fundamental para buscar ayuda: su ansiedad persecutoria lo invadía periódicamente y cada vez en forma más aguda. El perseguidor estaba proyectado sobre diversos personajes relacionados con sus actividades profesionales. Muy pronto fue posible reducir su ansiedad persecutoria a motivos de trascendencia más básica: La vida del paciente se ha ido complicando gravemente dado que la vive doblemente, como honorable padre de familia, altamente responsable por el bienestar de su esposa e hijos, y como un personaje siniestro que asiste regularmente a tugurios y cines de barriada en cuyos sanitarios entra en contacto con jóvenes homosexuales con quienes su actividad preferida es el felatio y eventualmente la penetración. Allí encuentra una mezcla de placer y peligro que le resulta la experiencia más excitante. Sin embargo, la bisexualidad activa lo mantiene dividido.
B anhela ser un padre ejemplar, un modelo para sus hijos que ya crecen y sospechan de lo que él ha creído que es su vida secreta. La insatisfacción sexual de su esposa, que él trata de aliviar con dádiva tras dádiva, crece y las protestas y acusaciones hacen de la familia entera un caos.
La encrucijada en la que se halla este hombre, comenzó a descifrarse cuando sus sueños revelaron experiencias infantiles violatorias cuyo contenido se asemeja al de su vida secreta.
En la transferencia, yo soy un seductor-violador y también alguien que mágicamente lo va a salvar de su conflicto existencial, pero con una solución que le permita ambas vidas con la tranquilidad necesaria para gozar de lo que él considera una linda familia, y a la vez de su actividad erótica, perversa y homosexual.
En la historia de B, el padre actual se erige como el temible perseguidor, ya viejo y débil, al que procura cuidar con una mezcla de reverencia y desprecio.
En este caso fue posible aclarar las fantasías vindicativas, que en esencia pretenderían saldar cuentas con el padre, en nombre propio y de la madre, con quien B estaba completamente identificado. B dedicó gran parte de su vida a ello en la compulsión repetitiva de su trauma infantil. No me sorprendió que desertara del tratamiento, porque ni él parecía dispuesto a enfrentar su realidad infantil, ni yo poseía las dotes mágicas que él reclamaba.
La paciente C acudió a mi consultorio acompañada de su madre, quien concertó telefónicamente la entrevista. Llegaron ambas mujeres y la madre aguardó en la sala de espera.
La paciente C es una joven mujer de veintisiete años de edad aunque representa menos. Es casada y tiene dos hijos. Es alta, bien formada aunque un poco hombruna por su complexión casi atlética. Me dejó la impresión, por su pobre aliño, de que podría haber sido arrancada a toda prisa de su cama para acudir a la consulta. La madre, en contraste, se advertía cuidadosamente vestida y maquillada.
En esa primera entrevista encontré a C en una de sus más agudas crisis de angustia. Atropelladamente me relató que es homosexual desde tiempo atrás y con gran aprehensión se refirió a los pensamientos que la torturaban de manera obsesiva. El sentido de tales pensamientos, que la asaltan y no puede evitar, contiene el deseo de hacer el amor con una mujer, y experimenta un irrefrenable atractivo erótico hacia el cuerpo de las mujeres que ve en la calle, en la televisión o en las revistas. Estas experiencias la angustian en tal medida que ha llegado a recluirse primero en su casa, luego en su cama y hasta bajo sus cobijas.
La paciente, en los últimos tiempos, ha descuidado a sus dos pequeños hijos, al hogar y al marido. Su servicio doméstico ha cubierto algunas de las tareas que le corresponden, bajo el auxilio de la madre, quien en todo momento parece dispuesta a ayudarla. El marido le guarda mucha paciencia, la quiere lo suficiente como para tolerar los períodos críticos que padece, aunque ignora la razón de su padecimiento. A pesar de ello C no deja de advertir que su marido comienza a agotar su paciencia. Ella se obliga a aceptar los requerimientos sexuales de él sin experimentar ningún placer, aunque han habido períodos en que el placer ha sido pleno.
Aparentemente esta situación se instaló por primera vez a los dieciocho años y cedió rápidamente tras una breve intervención psicoterapéutica. Sin embargo, en adelante reapareció por breves períodos remitiendo espontáneamente y siempre con los mismos contenidos emocionales e ideativos. Es desde tres meses antes de la entrevista que el cuadro clínico descrito se ha mostrado irreversible y tiende a incrementarse. Nunca ha tenido actuaciones homosexuales, salvo juegos infantiles con condiscípulas.
Inicié su tratamiento recibiéndola tres horas a la semana frente a frente porque no aceptó el uso del diván. Tras un largo período catártico y evacuativo, comencé a vislumbrar el sentido de sus síntomas que derivaban en una trama primariamente defensiva de carácter obsesivo. La primera crisis que recuerda, a los dieciocho años, apareció tras de que su hermano mayor, de quien se consideraba la consentida, contrajo matrimonio. La novia del hermano, ahora su cuñada, le despertaba una rivalidad irrefrenable, la criticaba y despreciaba, la odiaba intensamente. Sin embargo, tras el matrimonio, la cuñada se fue tornando en “su mejor amiga y confidente”. Paralelamente a estos eventos, la paciente se sintió enamorada de un joven condiscípulo con quien estuvo muy cerca de mantener relaciones sexuales, cosa que no ocurrió gracias a los consejos de su cuñada y confidente. Fue en este punto cuando apareció la primera crisis donde se declaraba homosexual. En adelante, la reaparición del cuadro clínico fue coincidente con eventos semejantes, es decir: el vínculo con una mujer que le despierta sentimientos hostiles y que llega a odiar conscientemente, a la que se somete, e inconscientemente transforma el odio en amor. Se trata de la formulación inversa a la freudiana que reza “no la amo, la odio”, ahora obsesivamente transformada en “no la odio, la amo”.
En la actualidad, la crisis por la que se encontraba C en mi consultorio, parecía despertada bajo el estímulo de su relación con la suegra, descrita como una mujer poderosa que capitaneaba una empresa con su pequeño ejército de hijos, el más pequeño y sometido de los cuales es el marido de mi paciente. La suegra ejerce su dominio no sólo en el trabajo sino igualmente en el hogar de los hijos, a tal punto que a mi paciente le ha resultado absolutamente insoportable todo aquello que debería tolerar con una sonrisa complaciente, igual que sus concuñas. Sin embargo, la rebeldía y el odio que le despierta la suegra ha podido ser transformado en una cariñosa tolerancia y hasta en una dulce resignación. Paralelamente, gracias a su mecánica obsesiva, surgía rampante la angustia homosexual.
El análisis ha hecho posible rastrear los orígenes del padecimiento y de la sintomatología de C. Primero ha sido en la transferencia donde la paciente se conduce como una chiquilla entre coqueta, juguetona y temerosa. Luego, a través de su comunicación verbal donde se advierten las vicisitudes de un edipo en el que figura una madre sobreprotectora, atrapante y abrumadoramente controladora, quien como rival fue la mujer más odiada, denigrada y despreciada por la paciente.
El amor de ambas mujeres al mismo hombre, el padre de C, las convirtió en rivales de amores, lo cual parecía divertir al padre, quien es un atractivo señor, ya entrado en años, pero muy seductor con la hija.
En este caso, la homosexualidad de la paciente adquirió un carácter defensivo frente al conjunto de circunstancias que privaron en la situación triangular primaria. Estas son: El juego seductor del padre, la homosexualidad latente de la madre, su control sobre la hija, la rivalidad entre ambas y la predominante mecánica obsesiva de la paciente.
El paciente D está en análisis conmigo desde hace ocho años. Es un hombre que tiene y representa treinta y seis años de edad. Es soltero, estudia un doctorado y trabaja en una empresa familiar que él fundó al lado de sus hermanos. Cuando solicitó tratamiento me advirtió que era la alternativa para seguir con vida. Su soledad, aislamiento, vacuidad e incapacidad para entablar relaciones duraderas con los seres humanos ya le eran insoportables. El nivel de sufrimiento del paciente era tan extremo que los pensamientos suicidas eran su único alivio. Su vida se restringía al trabajo, donde siempre se desempeñó con excelente eficiencia e iniciativa, la universidad, donde siempre fue buen estudiante y su departamento pequeño y descuidado, atendido una vez por semana por una señora que se encargaba de la limpieza y un orden dudoso en las mínimas pertenencias de su habitante. Nunca pudo hacerse de un amigo, una novia, una compañera. Su único acompañante era el perro de unos vecinos al que le tenía mucho miedo, pero del que extrañaba sus ladridos nocturnos. Buscó ayuda siguiendo la recomendación de una maestra de la licenciatura a quien sin duda despertó simpatía y conmiseración.
Este paciente experimentaba todo género de prejuicios en relación a su sentimiento de minusvalía. Se sentía desplazado y maltratado ante la más leve crítica. Era, y en alguna manera es todavía, fácilmente irritable por todo aquello que le haga sentir insuficiente. A estas alturas de su vida sólo ha tenido un fracasado intento de relaciones sexuales con una mujer pública, intento que para su infortunio lo enfrentó con un travesti.
La triste experiencia de este paciente esquizoide, promovió que, estando ya en análisis, aflorara su convicción de ser homosexual, asunto que muy cuidadosamente me había ocultado todo el tiempo, y con el que justificaba su gran timidez ante los hombres y las mujeres. Como bien puede advertirse, el temor de ser homosexual y las fantasías que lo acompañaban, no fue la razón por la que buscó ayuda, sino un descubrimiento que surgió al intentar vincularse con una mujer. La convicción de ser homosexual venía formando parte de su constelación esquizoide total.
Fueron años de trabajo los que permitieron vislumbrar la naturaleza defensiva de la convicción que tenía el paciente de ser homosexual. La historia de su vida consigna que su padre falleció cuando él contaba con cuatro años de edad. Pero desde que tenía tres, la madre cayó en un cuadro crónico que se diagnosticó como depresión mayor del que no se recuperó, falleciendo cuando D contaba con diecinueve años de edad.
Con la muerte del padre, la familia se halló en condiciones críticas en cuanto a lo económico, que se agudizó ante la necesidad de atender a la madre enferma. Mi paciente fue el quinto entre seis hermanos, y cuando falleció el padre, con la relativa ayuda de un tío lejano, los hermanos mayores, que apenas eran adolescentes, pudieron sacar adelante a la familia entera. Los seis hermanos son profesionistas y personas trabajadoras. El hermano menor está recluido en una institución psiquiátrica y se le considera un enfermo crónico.
Estas circunstancias, que privaron mientras la madre vivió y se le atendió en una casa, fueron la razón de que los dos hermanos menores, los que no podían más que estudiar y estar en casa, fuesen los encargados de atender a la madre enferma. Esto significaba administrarle sus medicamentos, alimentarla y atender sus necesidades personales de aseo y limpieza, para lo cual se turnaban el hermano menor y mi paciente.
Lo que ha comunicado D, con mucho sufrimiento y dolor, se refiere a la excitación sexual que le despertaba la atención íntima de su madre, cuando había la necesidad de bañarla, vestirla y ayudarla a realizar sus necesidades fisiológicas. El llegar a masturbarse, sistemáticamente tras cumplir sus tareas, es un hábito que aún conserva al llegar a su departamento, pero que en aquellos años se convirtió en un ritual en el que las fantasías eróticas con mujeres ajenas disfrazaban la persona de la madre.
En este caso, como en el anterior, parece evidente que la angustia homosexual posee el mismo contenido defensivo de ansiedades derivadas de una elaboración incompleta o defectuosa del edipo, en el que la fantasía incestuosa es relevante.


Conclusiones

La homosexualidad que denomino verdadera y aquella otra que considero defensiva, sólo es posible distinguirlas en la clínica. Las fronteras que las separa se ubica en el grado de presencia del tercero, el padre, en la pareja materno-infantil, y en la tolerancia de la madre para que el hijo o la hija accedan a la internalización de la imagen paterna.
En mi experiencia y en mi casuística, de donde he desprendido estos cuatro casos, lo que se podría denominar rectificación de la preferencia homosexual, sólo es posible cuando se trata de una homosexualidad de carácter defensivo y nunca de una homosexualidad verdadera. Pero repito, es mi opinión y es mi experiencia.
En este último sentido, la experiencia en la clínica, puedo añadir que contratransferencialmente es posible percibir en los casos de homosexualidad verdadera, la inaccesibilidad de la figura simbólica del analista a los procesos de identificación del paciente, lo que sí ocurre cuando se trata de una homosexualidad defensiva.
Por último, en la transferencia, resulta claro y obvio de qué manera se repiten pautas que privaron en el desarrollo temprano, muy a pesar de los procesos represivos que ofrezca el paciente. Tal cosa suele permitir la definición de qué tipo de homosexualidad es la que se enfrenta.




Resumen
Se exploran las fronteras que existen entre la homosexualidad que denomino “verdadera” y ciertos cuadros clínicos donde la homosexualidad es actuación de una fantasía derivada de un edipo mal resuelto.
Se definen las bases genéticas de la personalidad desde el narcisismo y sus vicisitudes, la imagen corporal y el logro de identidad. En su establecimiento, es fundamental y definitorio la calidad y características del objeto primario internalizado.
Se define la Homosexualidad Verdadera cuando sólo la madre y sus objetos internos acceden al espacio mental de los infantes, quedando atrapados preedípicamente en una matriz narcisista que interfiere en el juego interactivo e identificatorio con el tercero. En la homosexualidad como defensa, el triángulo edípico que sí se establece, mal elaborado aún, genera deseos y fantasías incestuosas de suficiente fuerza como para escapar del incesto mediante la racionalización de la homosexualidad. Para ilustrar lo anterior se describen cuatro casos clínicos.
Palabras clave: Homosexualidad verdadera, homosexualidad como defensa, triángulo edípico.