Perdonar no es olvidar


En estos dias en que vuelve a estar la señora en casa, han vuelto a mi recuerdos muy dolorosos del pasado. ayer sin ir mas lejos le comentaba a mi chico por mas que lo intento no se me olvida todo el daño que me ha hecho que nos ha hecho a los dos con sus acciones, y mira que cada nuevo mes que viene a casa estoy cargada de buenas intenciones pero se van diluyendo a lo largo de los dias.
las heridas del alma se curan pero dejan cicatrices dolorosas imposibles de olvidar.
Amatista.

Perdonar no es olvidar


Unos de los estudiosos del perdón en el ámbito de la psicología, Robert Enright, define el perdón como la modificación de los pensamientos, sentimientos y conductas negativas en relación a un ofensor. Los sentimientos y el juicio negativo se reducen, no porque el ofensor no sea merecedor de ellos, sino porque la víctima ha decidido libremente considerar al ofensor con compasión, benevolencia y amor.
Ser capaz de perdonar es un regalo para uno mismo. No solo beneficia a la persona perdonada sino también a la que perdona. Al no perdonar, la persona dañada está encadenada a la persona que le hizo el daño y, mientras no la perdone, no podrá sustraerse al poder que tienen el ofensor y la ofensa sobre ella. El no poder perdonar provoca un estado de flujo de emociones negativas que obstruye el camino de la energía hacia proyectos más constructivos. Este concepto es muy importante para los supervivientes de abusos. Freedman y Enright trabajaron con el perdón en víctimas de incesto. A pesar de la naturaleza terrible de los actos que soportaron, los que lograron perdonar a sus abusadores experimentaron menores niveles de ansiedad y depresión y más sentimientos de esperanza.
El perdón permite que la experiencia vivida adquiera un nuevo significado para las personas implicadas. Algunas veces, el daño, una vez perdonado, puede servir para contribuir al crecimiento de una relación.
El perdón no tiene porqué hacer desaparecer inmediatamente el dolor asociado a la ofensa. Se cree comúnmente que las personas a las que aún les duele la ofensa no han perdonado de verdad. Esto no es cierto. Una cosa es el dolor y otra son los sentimientos de rencor y venganza.
Algunas personas no perdonan porque sienten que sería un acto de debilidad. Es importante considerar que algunas de las cualidades necesarias para perdonar son la humildad, empatía, valentía, integridad, sinceridad, honestidad, espiritualidad, sentido comunitario, amor, bondad, gratitud y otras cualidades igual de importantes. Todas ellas, atributos de las personas fuertes, no de las débiles.

Contraatacar con el perdón.

Cuando el Dalai Lama recibió el premio Nobel de la Paz en 1989, el presidente del Comité, Egil Aarvik, admitió a los periodistas que la no-violencia no había logrado la independencia del Tíbet en las pasadas 3 décadas. Creía, no obstante, que no existía otra solución honorable: “Sin duda, se puede decir que el enfoque de la no-violencia es poco realista, pero si miran al mundo de ahora, ¿cuál sería la solución al conflicto? ¿La violencia y el poder militar? No. El camino de la paz sí es realista. Por eso el Dalai Lama fue elegido. Porque es el mejor portavoz de esta filosofía basada en la paz.” Unos años después, podemos comprobar como la venganza y “los castigos” al enemigo no han aportado la paz a las relaciones entre nosotros sino todo lo contrario.

En el centro de esta filosofía de la paz del Dalai Lama, radica su habilidad para cultivar el perdón. Su explicación es la siguiente: “Si desarrollo sentimientos negativos hacia aquellos que me hacen sufrir, esto solo destruirá mi paz mental. Pero si perdono, mi mente vuelve a estar en calma. En cuanto a nuestra lucha por la autonomía, si lo hacemos sin ira, sin odio, pero con verdadero perdón, podremos ser más efectivos en la lucha. Luchar con calma y compasión… A través de una meditación analítica, estoy ahora profundamente convencido de que la emoción destructiva del odio, es completamente inútil.” Además, deja claro que el perdón no implica olvidar lo que ha pasado: “Para reducir el odio y otras emociones destructivas, hay que desarrollar sus opuestos: la compasión y la bondad. Si de verdad se siente gran respeto y compasión por los demás, el perdón es mucho más fácil de alcanzar. Librarse del odio y de la ira puede ser difícil porque son estados emocionales que no siempre son voluntarios. Pero existen dos estrategias que pueden ayudarnos. Entender aquello que no incluye el perdón: El acto de perdonar no implica aceptar que la conducta se repita y el perdón no debería depender de que el otro pida disculpas. Conviene olvidar la idea de que no se perdona hasta que el otro no pida perdón.”

El proceso de perdonar

Al ser la investigación sobre los efectos del perdón una disciplina relativamente nueva en ciencia, no existen aún modelos rigurosamente contrastados. No obstante, han surgido algunos conceptos que los psicólogos han detectado como elementos que están presentes en el proceso de perdonar.

Se ha observado que se suceden tres etapas cuando alguien decide perdonar (Gordon & Baucom, 1999): En primer lugar, una percepción de la ofensa y del ofensor más empática y ecuánime, en segundo lugar, una reducción de sentimientos negativos hacia el agraviante a medida que aumenta la empatía, y en tercer lugar, una tendencia del ofendido a desistir de su derecho a castigar al culpable.

Aún así, se da el caso muy frecuente de que el culpable se niega a ofrecer sus disculpas o a mostrarse responsable del daño. Es importante en estos casos, ser muy consciente de que el verdadero acto de perdonar se produce con independencia de que el culpable se excuse.

Para la filosofía budista, cuando una persona ha sido víctima de un daño, tiene que saber que perdonar le permite aligerar su carga de dolor. Y que esto no significa necesariamente exonerar al culpable. La carga pertenece a aquél que causó el dolor, no a la víctima. Si esta la acarrea durante demasiado tiempo, la carga pasa a ser de la propia víctima, así que ésta se victimiza a sí misma.

Despiece 1: El proceso del perdón

Buscar el perdón de otros

Encararse a menudo con las propias acciones y motivos.
Preguntarse: “¿He sido yo?” Ser el primero en confesar y pedir disculpas, y si hace falta, reconciliarse y restaurar la relación.
Abrirse y compartir sentimientos con otros miembros de la familia o personas significativas.
Evitar pedir excusas sin realmente aceptar la responsabilidad (Decir, por ejemplo, “Lo siento, pero tú no tendrías que haber dicho…”)
Buscar soluciones en lugar de culpar.
Perdonar a los demás

Vivir internamente el propio perdón. Todos hemos tenido experiencias en que otros nos han perdonado. Unas veces tenemos que perdonar y otras pedir perdón. Nadie está libre de equivocarse o hacer daño sin querer.
Recordar que todas las personas tienen un valor personal; ser consciente de que, perdonando al otro, se le está ayudando a entender el sentido del perdón y se le está liberando.
Tratar de superar la rabia con todas las fuerzas: sentimientos o racionalidad (por ejemplo, utilizando meditación, psicoterapia, oración o apoyo afectivo)
Desarrollar empatía o comprensión emocional por la situación del agraviante (por ejemplo, ¿tiene padres o hijos?, ¿cuáles eran las circunstancias que vivía cuando hizo el daño?)
Evitar revivir y volver a contar innecesariamente lo ocurrido; detenerse en ello solo refuerza los sentimientos de rencor y dolor y consolida el daño en la memoria.
Tener en cuenta que perdonar raramente implica pérdida de la memoria del hecho, sino más bien permite liberarse de la preocupación por la ofensa; no permitir que la ofensa se apodere de los pensamientos, emociones y conductas.
Despiece 2: Perdón, reconciliación y justicia (Michelle L. Devon, 2007)

El perdón no es un regalo para el culpable, sino algo que se elabora en el interior de uno mismo. El otro no tiene porqué saberlo. Decírselo o no al culpable es un acto voluntario, pero no es necesario para sanar el dolor del daño que otra persona ha hecho.
El perdón no significa reconciliación. Tampoco implica permitir que una acción que nos ha hecho daño siga ocurriendo. No hay que creer que la persona culpable merece saber que se le ha perdonado. Muchas veces no merece la reconciliación. Algunas veces el daño es tan grande que no se puede confiar más en esa persona. Aunque no sea posible la reconciliación el perdón sí lo es.
El perdón no ocurre automáticamente, pero el ofensor no tiene necesariamente que pedir perdón para que le perdonemos. Ni siquiera admitir que necesita nuestro perdón.
El perdón es una decisión. La decisión de dejar ir el dolor.
Perdonar no significa permitir que la persona continúe haciendo daño ni que se le permita seguir actuando de igual modo.
Para que ocurra una reconciliación, es necesario que el agraviante pida perdón y se proponga no volver a hacer daño otra vez. El perdón no necesita al culpable en absoluto.
Se puede perdonar a los que ya no viven, pero no reconciliarse con ellos. Se puede perdonar a quién nos hizo daño y abusó de nosotros, pero sin dejarlo entrar en nuestra vida para que vuelva a hacerlo.
El perdón es una liberación de la carga de dolor que llevamos dentro.
El perdón apaga la necesidad de venganza; ésta impide la sanación. Si ejecutamos una venganza, estaremos necesitando perdonarnos a nosotros mismos o pedir perdón al otro.
Para perdonar hay que desistir del deseo de venganza, pero no renunciar al derecho a la justicia.
La venganza es el deseo de que el culpable sufra lo mismo que uno ha sufrido por sus actos.
La justicia, a su vez, implica que el culpable pague una pena justa por lo que ha hecho. Tiene la obligación moral y, a veces legal, de corregir el daño que ha hecho. La justicia debería ser recta, la venganza nunca es justa. La víctima tiene derecho a buscar justicia, pero no el derecho moral de buscar venganza. La venganza daña a la misma persona que la ejecuta aunque no se dé cuenta de ello. La Justicia es una reparación moral.
Isabel S. Larraburu - Psicóloga clínica
larraburu@compumedicina.com
www.isabel-larraburu.com

La Hiperreflexión, Cuando pensamos demasiado


fuente:humanizando
http://www.webtoc.org/foro/index.php?topic=1071.0


La Hiperreflexión, Cuando pensamos demasiado

Nada hace más egoísta al hombre y más cerrado en sí mismo, que el hecho de sufrir, pues para el hombre que sufre es sólo él y su dolor, no existe el sufrimiento de la humanidad; en ese momento es solamente su dolor.

Así, el ser sufriente, habiendo perdido la existencia del ser del mundo en el cual es, se refugia en sus propias experiencias, dando lugar a estados de hiperreflexión de los que no puede desapegarse.

Para esto existe una técnica desarrollada por el Dr. Frankl es conocida con el nombre de DERREFLEXIÓN y es algo parecida a la intención paradójica otra tecnica utilizada para casos de fobias, toc, agorafobias incluso probados en distintas patologias. El propósito de esta técnica es contrarrestar las tendencias obsesivas compulsivas que con frecuencia desarrollamos en torno a la observación personal. Muy a menudo comenzamos a concentrarnos obsesivamente en algo y mientras más pensamos, más nos obsesionamos con el problema, empeorando por lo menos mentalmente.

Tomemos por ejemplo el insomnio: mientras más nos concentramos en dormir, más trabajo nos cuesta conciliar el sueño. Cuando nos damos por vencidos, tal vez es cuando nos quedamos dormidos. En el proceso conocido como derreflexión a la persona se le pide que ignore el problema para de esta manera hacerlo más efectivo en lo que desea hacer y reducir así el nivel de ansiedad.

Frankl contrasta la forma incorrecta y correcta de aplicar estas dos técnicas que hemos analizado. Se refiere a ellas como pasividad correcta e incorrecta y actividad correcta e incorrecta. La pasividad incorrecta hace referencia a la ansiedad anticipada que hemos mencionado con anterioridad, es decir huirle al temor. La pasividad correcta hace referencia al uso de la intención paradójica, donde la persona deja de temerle a un problema sin crearse temor o ansiedad.

La actividad incorrecta consiste en pensar de forma obsesiva o compulsiva en un problema, al punto de extenuarnos mentalmente. La derreflexión es el punto correcto de actividad en esta situación, o sea, la persona ignora el problema y dirige su atención hacia otras cosas más importantes.

La hiperreflexión es el pensamiento, la conciencia se concentra alrededor de esta idea que justamente se llama así, idea fija, y entonces hay que conseguir que el pensamiento vaya hacia otra cosa, intentando desligarse, desprenderse de si esta idea fija aparece o no aparece y relegarla a una especie de importancia secundaria.

Un ejemplo, que entenderán mejor los que sean médicos, de la Derreflexión, es cuando el médico quiere conseguir en sus pacientes el reflejo rotuliano, que es un reflejo que se obtiene golpeando con un martillito en el tendón de la rodilla y cuando está bien hecho la pierna se mueve como cuando se da una patadita; todos los médicos saben que de repente le dicen al paciente cruce la pierna y el paciente empieza a mirar hacia abajo, entonces el médico se pone con un martillito a golpear repetidamente el tendón de la rodilla sin lograr que se presente el reflejo, porque el paciente está tan concentrado mirando hacia dicho sitio que el reflejo no se obtiene; entonces hay una maniobra que inventó un médico que se llama Jendrassik, la cual consiste en decirle al paciente cuando tiene fija su mirada en el tendón, que cruce las manos, que mire al techo, que cierre los ojos, y que trate de distender fuertemente las manos y mientras el paciente hace todo eso, el médico golpea el tendón con el martillo y el reflejo ocurre. Es el mejor ejemplo que veo de Derreflexión al conseguir distraer la atención de alguien, que la ponga en otro objeto de la intención y en otro objeto de la conciencia para conseguir restaurar un circuito neurológico, que lo que lo está perturbando es esa atención del paciente fijamente concentrada en lo que el médico está tratando de conseguir.

Saludos lo que no entiendan pregunten, basicamente consiste en quitar el foco de atencion prestando atencion a otra cosa hasta que bajen los grados de ansiedad y los sintomas desaparescan, en mi caso particular, desde que comence a estar mas ocupado, trabajando dejaron de molestarme mis obsesiones ustedes que opinan?...

Esto es un extracto del Dr. Ricardo Peter "Terapia de la imperfeccion


fuente:humanizando
http://www.webtoc.org/foro/index.php?topic=1069.0

En el trastorno del perfeccionismo no hay aspectos constructivos, curativos y creativos. De hecho, no existe una forma de perfeccionismo que pueda considerarse saludable, higiénica, provechosa. No hay un perfeccionismo positivo, porque el ansia de perfección no es un rasgo de tantos, un trazo cualquiera, una característica secundaria de la personalidad, sino una dinámica envolvente de toda la persona.

Comencemos:

El perfeccionista "pinta la realidad": al idealizar el orden y el control. El perfeccionista quiere:

l que la gente no critique,

l que no se entrometan en los asuntos que no le corresponden,

l que sea prudente,

l que no ofenda,

l que no agobie,

l que no sea inoportuna,

l que no sea egoísta,

l que no sea manipuladora, etc.

l que los demás sigan sus indicaciones (porque sus indicaciones son lo mejor para los demás),

l que cada cosa esté en su respectivo lugar

l que la vida sea justa,

l que las cosas sean a su manera,

l reclama que los demás lo aprecien y lo hagan feliz.

l que los que lo rodean vean las cosas desde su punto de vista,

l que los demás piensen lo mismo que él,

l que el mundo cambie …

La dificultad radica aquí: en la obsesión por la normalidad. Mientras mantengamos en pie el ideal de la perfección, no cambiaremos nuestra manera de percibir, interpretar y significar las circunstancias de la vida. Seguiremos analizando, planificando, controlando, el mundo subjetivo.

De aquí que el perfeccionista requiera una nueva concepción de la vida donde el error y el fracaso vienen revalorizados como escalones para el propio crecimiento y desarrollo.

El error y el fracaso abren al proceso de humanización, pues no se es humano por nacimiento, sino por una opción referida a nuestra manera de percibir, procesar y significar la realidad.

El proceso terapéutico o sanante acontece entonces en el cuadro mental de la accidentalidad de la vida.

Todo lo desagradable, todo aquello que nos ha golpeado, herido, maltratado, apenado, etc. constituyen el verdadero potencial de la persona. No puede desperdiciarse nada, absolutamente nada.


Esto es un extracto del Dr. Ricardo Peter "Terapia de la imperfeccion", concluyo dejando una reflexion para cada uno de ustedes, el gran cambio comienza cuando aprendemos a ser imperfectos y creer que podemos equivocarnos por el simple hecho de ser seres humanos.

Espero les haya gustado y servido de ayuda este post. Cualquier duda no duden en preguntar por este medio.
Saludos.
http://www.webtoc.org/foro/index.php?topic=1069.0

Obsesión sexual


http://www.elmundo.es/elmundo/hemeroteca/blogs/sexo/2007/15.html
Cuando hablamos de disfunciones y trastornos sexuales, una de las cuestiones que suelen presentársenos es la de la "adicción" u "obsesión por el sexo". Desde un punto de vista clínico, el Manual Diagnóstico y Estadístico de trastornos mentales (DSM-IV) no lo considera como categoría diagnóstica separada dentro de los trastornos sexuales. Más bien, queda englobada dentro de los trastornos de ansiedad y, más específicamente, se diagnostica como "trastorno obsesivo compulsivo" (TOC).



La obsesión constituye el aspecto mental del trastorno y la compulsión el conductual. En la primera fase, la persona se absorbe en pensamientos o fantasías sexuales. Luego empieza a seguir determinadas rutinas o rituales en busca de estimulación sexual, lo cual puede convertirse en algo más importante que el orgasmo. Entonces se efectúan determinadas conductas relacionadas con la obsesión cuya ejecución no disminuye el deseo ni satisface la necesidad.



En términos generales, la obsesión por el sexo se manifiesta por medio de conductas que persisten e interfieren en la vida cotidiana. La actividad sexual en cuestión se convierte en una prioridad y se descuidan otros aspectos. Las consecuencias de la obsesión por el sexo pueden tener repercusiones en el ámbito social, emocional, físico estrés, nerviosismo y posibles contagios, legal, económico y profesional de quien la padece.



A veces, la obsesión se manifiesta vehementemente sólo durante ciertos períodos, que pueden estar asociados al estrés. En otros casos, es constante aunque quizás menos intensa. También vemos casos que presentan una especie de anorexia sexual, por causa de su afán por mantener un estricto control sobre su obsesión.



Concretamente, puede tratarse de conductas masturbatorias, fetichistas, afición a la pornografía, promiscuidad... La severidad del trastorno está determinada por la cantidad de tiempo, esfuerzo y recursos que suponga para la persona.



Hoy día, Internet ofrece muchísimas facilidades para generar un interés desmedido por actividades relacionadas con el sexo: chateo, cibersexo, páginas con contenido sexual… La inmediatez de la aparente satisfacción es el refuerzo que hace que la persona se enganche fácilmente. Lo que en un principio empezó como una afición se convierte en una obsesión, que puede ocasionar muchos problemas.



En ocasiones, la obsesión sexual cualquiera que ésta sea se genera porque el sexo es contemplado como algo prohibido. Y, a menudo, lo prohibido fascina. Además, suele ir acompañada por sentimientos de culpa con el consecuente secretismo en quien la padece.



Es posible encontrar desde trastornos ligeros hasta otros bastantes severos, que llegan a incapacitar a la persona. De esto último recordamos casos en los que la persona llega a tal descuido de su trabajo, su pareja y sus hijos que queda en la ruina afectiva, personal, económica y social.



No obstante, son mucho más frecuentes los casos moderados, difíciles de asumir por parte del afectado y en los que el pronóstico es mucho más favorable si se interviene. Ahí puede ayudar la pareja, en el caso de que la tenga, animándolo a que se ponga en tratamiento. Que quede claro que este tipo de patologías no tiene nada que ver con que se tenga una afición y un interés por disfrutar del sexo.

http://www.aepc.es/ijchp/articulos_pdf/ijchp-69.pdf.


SPIELBERGER et al. Measurement of depression235RIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2Diseño de un instrumento para evaluar lascreencias disfuncionales del trastornoobsesivo-compulsivo: resultados preliminaresdel Inventario de Creencias Obsesivas (ICO)1Amparo Belloch2(Universidad de Valencia, España), Elena Cabedo(Generalitat Valenciana, España), Carmen Morillo (Universidad de Valencia,España), Mariela Lucero (Universidad de Valencia, España) y CarmenCarrió (Diputación de Valencia, España)(Recibido 5 noviembre 2002 / Received November 5, 2002)(Aceptado 12 diciembre 2002 / Accepted December 12, 2002)RESUMEN. Los modelos actuales sobre el trastorno obsesivo-compulsivo prestan unaespecial atención a las creencias y valoraciones para explicar la etiología y el mante-nimiento del mismo. Para poner a prueba estos modelos es necesario desarrollar ins-trumentos de evaluación que sean fiables. En el presente estudio instrumental de cortetransversal se presenta un cuestionario específicamente diseñado para evaluar estascreencias en muestras españolas, así como los datos preliminares sobre su fiabilidad yvalidez. El cuestionario de 58 ítems fue completado junto con el Cuestionario Maudsleyde Obsesión-Compulsión (MOCI) por 253 sujetos normales (79 hombres y 174 muje-res; edad media=27,8 (11,12 años). El análisis factorial reveló la existencia de sietedimensiones en las que se agrupaban las creencias: Fusión pensamiento-acción tipoprobabilidad, Perfeccionismo e intolerancia a la incertidumbre, Sobrestimación del peligro,Fusión pensamiento-acción tipo moral, Responsabilidad excesiva e importancia decontrolar los pensamientos, Sobrestimación de la importancia de los propios pensa-1Este trabajo forma parte del proyecto de investigación BSO2002-02330, financiado por el Ministerio deCiencia y Tecnología del Gobierno Español.2Correspondencia: Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos. Facultad dePsicología. Avda. Blasco Ibáñez, 21. 46010 Valencia (España). E-Mail: Amparo.Belloch@uv.esRevista Internacional de Psicología Clínica y de la Salud/ISSN 1576-7329International Journal of Clinical and Health Psychology2003, Vol. 3, Nº 2, pp. 235-250
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BELLOCH et al. Inventario Creencias Obsesivas237RIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2IntroducciónLas recientes teorías sobre el trastorno obsesivo-compulsivo sugieren que las ob-sesiones clínicas pueden tener su origen en pensamientos intrusos, indeseados yegodistónicos, similares a los que experimentan también las personas normales (Salkovskis,1985, 1989). En el trabajo ya clásico de Rachman y Da Silva (1978), los autoresencontraron que la mayoría de personas normales (el 80% de la muestra examinada)presentaba pensamientos intrusos con esas características, y los diversos estudios queposteriormente se han venido realizando han corroborado tales resultados (Clark, 1992;Clark y Da Silva, 1985; Edwards y Dikerson, 1987a, 1987b; England y Dikerson, 1988;Freeston, Ladouceur, Thiboudeau y Gagnon, 1991; Niler y Beck, 1989; Reynolds ySalkovskis, 1991; Salkovskis y Harrison, 1984). Sin embargo, hallazgos como losmencionados suscitan un interrogante crucial: por qué pensamientos “normales” llegana convertirse en obsesiones clínicas en una minoría de individuos. Para explicar latransición de la normalidad a la psicopatología, son varios los autores que coinciden enseñalar como responsables a ciertas variables cognitivas, tales como el tipo de creenciase interpretaciones específicas que cada persona mantiene acerca de sus pensamientosintrusos. Así, Salkovskis y su grupo (Reynolds y Salkovskis, 1991; Salkovskis, Richardsy Forrester, 1995) afirman que los pensamientos intrusos aumentan en frecuencia eintensidad cuando provocan la activación de creencias disfuncionales relacionadas conla responsabilidad. La activación de estas creencias incide en que tales pensamientosse experimenten con ansiedad y a partir de aquí es muy posible que la persona seesfuerce por eliminarlas, lo que llevaría a un círculo vicioso. Por su parte, Clark yPurdon (1993) insisten en prestar una atención especial a la importancia que poseen lascreencias disfuncionales sobre la necesidad de controlar los propios pensamientos, juntocon el significado que se otorgue a los fracasos en los intentos de control, estarían enel núcleo mismo de la génesis y el mantenimiento del trastorno obsesivo-compulsivo.Rachman (1997, 1998) añade que el énfasis en el significado personal que se concedea estos pensamientos sería otro de los elementos clave a considerar (por ejemplo, “teneresta idea significa que soy malvado o anormal”).En esta misma línea, el Obsessive-Compulsive Cognition Working Group (O-CCWG),que agrupa a muchos de los autores antes mencionados, además de otros, ha llegado aun consenso acerca de los dominios o ámbitos de creencias que presumiblemente seríanmás relevantes en la génesis y mantenimiento del trastorno obsesivo-compulsivo (Frosty Steketee, 1997a; Steketee, Frost y Cohen, 1998). Recientemente se han publicadolos resultados preliminares sobre la fiabilidad y validez de un instrumento diseñadopor este grupo para medir las dimensiones de estas creencias (Obsessive Compul-sive Cognitions Working Group, 2001), que hacen referencia a los contenidos siguien-tes:—Sobrevalorar la importancia de los pensamientos. Se refiere a la consideraciónde que el hecho de que un pensamiento esté presente en la mente ya significaque es importante. En este dominio los autores incluyen la fusión pensamiento-acción de tipo moral (creer que los “malos” pensamientos son tan condenables como las malas acciones) y la de tipo probabilidad (creer que pensar en algo aumenta la probabilidad de que ello ocurra de verdad).
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238BELLOCH et al. Inventario Creencias ObsesivasRIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2—Responsabilidad excesiva. Esta dimensión alude a la creencia de que uno puedeprovocar, y por tanto debe prevenir, acontecimientos negativos importantes, loque conlleva que la persona se sienta muy responsable de todo lo que ocurre asu alrededor. Incluye sentirse igual de responsable por errores de comisión quede omisión y considerar que si uno tiene parte de responsabilidad en algo, eslo mismo que tenerla por completo.—Sobrevaloración de la importancia del control. Consiste en creer que uno puedey debe ser capaz de controlar en todo momento sus pensamientos, cualesquieraque éstos sean.—Sobrestimación del peligro. Apela a la exageración de la probabilidad o la gra-vedad del peligro que entrañan los propios pensamientos.—Intolerancia a la incertidumbre. Representa la dificultad con la ambigüedad, lanovedad y el cambio inesperados.—Perfeccionismo. Consiste en creer que hay una solución perfecta para cada pro-blema, y hacerlo perfecto es posible y necesario, de modo que cualquier fallotendrá consecuencias graves.Aunque es probable que los contenidos de estos dominios de creencias sean bas-tante universales, seguramente no lo es menos que su expresión concreta presentevariaciones importantes según los distintos ámbitos socio-culturales, lo que de ser cier-to podría tener importantes repercusiones desde el punto de vista del diagnóstico indi-vidual. En este sentido, tanto la adaptación de instrumentos desarrollados en otroscontextos para su aplicación en otro diferente (por ejemplo, Ibáñez, Olmedo, Peñate yGonzález, 2002), como el desarrollo de instrumentos específicos nuevos para su usoclínico, que es el objetivo último de este trabajo, resultan de crucial interés. Desde esteplanteamiento, nos propusimos desarrollar un trabajo análogo al emprendido por el O-CCWG, pero que fuera útil para su aplicación a personas hispano-hablantes, tantomentalmente sanas como con patología obsesiva. En consecuencia, los objetivos delpresente trabajo son tres:—Presentar un instrumento de evaluación capaz de rastrear los dominios de creen-cias relevantes para los pensamientos intrusos egodistónicos normales y su tran-sición a ideas obsesivas, aplicable a población hispano-hablante.—Analizar sus características psicométricas básicas (fiabilidad y validez de con-tenido).—Examinar su validez convergente, discriminante y predictiva.La estructura de este trabajo –estudio instrumental de corte transversal según laclasificación de Montero y León (2002)– se ajusta, en la medida de lo posible, a lasnormas propuestas por Bobenrieth (2002).MétodoMuestraLa muestra estuvo formada por 253 sujetos, de los que 79 eran hombres y 174mujeres. Su edad media fue de 27,80 años (desviación típica de 11,12 y rango de edadentre 16–60 años). La mayoría de los participantes permanecían solteros (77%), estaban
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BELLOCH et al. Inventario Creencias Obsesivas239RIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2cursando o habían terminado estudios universitarios superiores (64%) y su nivelsocioeconómico era medio (80%). Se excluyeron del estudio las personas que manifes-taron haber padecido o padecer algún trastorno mental y/o estar siguiendo algún tipode tratamiento psicofarmacológico o psicológico.InstrumentosEn primer lugar, todos los sujetos rellenaban una pequeña encuesta sobre sus datossocio-demográficos básicos (edad, sexo, estado civil, nivel socioeconómico, nivel deestudios, existencia de alguna enfermedad actual o pasada, tratamientos recibidos yexistencia de algún acontecimiento vital significativo durante el último año). Todos lossujetos dieron su consentimiento explícito para participar en el estudio, a la vez que segarantizaba el anonimato de sus respuestas. A continuación completaban el MaudsleyObsessive Compulsive Inventory (MOCI) (Hodgson y Rachman, 1977): una escala de30 ítems, a los que se responde Verdadero / Falso, y que evalúa la presencia, caracte-rísticas y gravedad de obsesiones y compulsiones. Contiene 4 subescalas: comproba-ción, limpieza, repetición y duda. Finalmente cumplimentaban el cuestionario diseñadopor nuestro grupo, que hemos denominado Inventario de Creencias Obsesivas (ICO),cuyo desarrollo y composición se comenta a continuación.Desarrollo del Inventario de Creencias Obsesivas (ICO)El primer paso consistió en establecer los distintos dominios de creencias en tornoa los pensamientos intrusos egodistónicos que parecía necesario evaluar. Después derevisar la literatura al respecto (Clark y Purdon, 1993; Frost y Steketee, 1997a 1997b;Rachman, 1997, 1998; Salkovskis et al., 1995), se optó por incluir las mismas dimen-siones que las planteadas por el O-CCWG, pero separando la sobrevaloración de laimportancia de los pensamientos, de la fusión pensamiento acción (tanto la de tipomoral como de la de probabilidad). El paso siguiente consistió en confeccionar ítemsque fueran capaces de rastrear los hipotéticos dominios de creencias. Para ello, cadauna de las integrantes del grupo de trabajo elaboró su propio listado de ítems posibles,además de revisar los procedentes de instrumentos psicométricos utilizados para laevaluación de la sintomatología obsesiva: Thought-Action Fusion Scale (Shafran,Thordason y Rachman, 1996) y Responsibility Attitude Scale (Salkovskis et al., 2000).Por último, se pusieron en común los listados de items y se consensuaron los quedebían incluirse en cada dimensión. Se decidió utilizar como formato de respuesta unaescala de valoración tipo Likert de 7 puntos, que fluctuara entre 1 (Totalmente endesacuerdo) y 7 (Totalmente de acuerdo) y se elaboraron las instrucciones para com-pletar el inventario. El cuestionario así elaborado constaba de 82 ítems agrupados enocho ámbitos de creencias: Responsabilidad excesiva (12 ítems), Sobre-estimación dela importancia de los pensamientos y “significado oculto” (9 ítems), Fusión pensamien-to-acción tipo moral (9 ítems), Fusión pensamiento-acción tipo probabilidad (7 ítems),Importancia de controlar los pensamientos (12 ítems), Sobre-estimación del peligro (10ítems), Intolerancia a la incertidumbre (12 ítems) y Perfeccionismo (11 ítems). Tantolos contenidos de estas dimensiones como su denominación han experimentado unaserie de cambios como consecuencia de los análisis realizados, cuya explicación constituye
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240BELLOCH et al. Inventario Creencias ObsesivasRIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2el núcleo fundamental del presente trabajo. La estructura y redacción definitivas delICO se ofrecen en el Anexo 1.ProcedimientoLa selección de la muestra se llevó a cabo mediante la técnica de bola de nieve.Los sujetos se reclutaron mediante la colaboración de un grupo de estudiantes de tercercurso de Psicología que asistían a un seminario sobre el trastorno obsesivo compulsivo.Se solicitó a los asistentes al seminario su colaboración en una investigación sobrepensamientos intrusos en población normal. Previamente se les había explicado laimportancia del estudio de este tipo de pensamientos y su relación con la investigacióndentro del campo de las obsesiones. Asimismo recibieron instrucciones muy detalladasy explícitas sobre cómo debían obtener el consentimiento de los sujetos para participaren una investigación y sobre la forma de administrar el registro inicial de datos y loscuestionarios. En primer lugar, debían pedir a los encuestados autorización expresa parautilizar los resultados de sus respuestas con fines de investigación, sin expresión de suidentidad personal. La única explicación que debían dar a los posibles participantes erala siguiente: “Se trata de una investigación sobre los pensamientos desagradables quetenemos todas las personas en algún momento y sobre qué cosas hacemos con ellos”.En el caso de que la persona seleccionada aceptara, debía cumplimentar el registroinicial de datos y a continuación los cuestionarios. Los colaboradores debían leer a lossujetos las instrucciones de los cuestionarios y dejar que éstos los cumplimentaran ensu presencia. Cada colaborador seleccionaba a un mínimo de cinco personas. Paraexaminar la fiabilidad test-retest se dejó transcurrir un intervalo de una semana, tras lacual se debía volver a pasar el ICO a tres personas como mínimo del grupo inicial decinco.ResultadosAnálisis de contenidoEl análisis del contenido psicológico del instrumento se llevó a cabo mediante unanálisis factorial (componentes principales, rotación Varimax), una vez comprobada laindependencia de los factores mediante una rotación Oblimin previa. Se utilizaron loscriterios habituales del Scree test para la composición y retención de los factores: valorpropio )1, saturación mínima de 0,40 para la inclusión de un ítem en un factor, con-tenido interpretable de los factores y mínimo de 5 ítems por factor. En la Tabla 1 semuestra la composición de cada factor, así como la saturación alcanzada por cada unode los ítems. Como puede constatarse, el número inicial de ítems se redujo a 58,agrupados en siete factores que, en conjunto, alcanzaron a explicar el 46,22% de lavarianza total (VE). Estos factores refieren a los contenidos siguientes:—Factor 1: Fusión pensamiento-acción tipo probabilidad (6 ítems; VE=8%).—Factor 2: Perfeccionismo e intolerancia a la incertidumbre (14 ítems; VE= 7,20%).—Factor 3: Sobrestimación del peligro (9 ítems; VE= 7,08%).—Factor 4: Fusión pensamiento-acción tipo moral (8 ítems; VE= 7,04%).—Factor 5:Responsabilidad excesiva e importancia de controlar los pensamientos(10 ítems; VE= 6%).
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BELLOCH et al. Inventario Creencias Obsesivas241RIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2—Factor 6: Sobrestimación de la importancia de los propios pensamientos (5 ítems;VE= 5,30%).—Factor 7: Rigidez de ideas (6 ítems; VE= 4,60%).Los 4 primeros factores aportan una tasa similar a la varianza total explicada; enconjunto alcanzan a explicar los 2/3 de dicha varianza, mientras que el conjunto de lostres últimos aporta únicamente el tercio restante.Con el fin de examinar si esta estructura presentaba variaciones en función delgénero de los sujetos, se repitió el mismo proceso por separado para hombres y muje-res. Los resultados mostraron una agrupación factorial prácticamente idéntica para ambossexos. En consecuencia, en adelante se considerará esta estructura factorial como lamás sólida para los posteriores análisis (58 ítems distribuidos en 7 dimensiones).TABLA 1. Composición factorial del Inventario de Creencias Obsesivas*.Fusiónpto-acción,probabilidadPerfeccionismoe intoleranciaincertidumbreSobrestimarpeligroFusiónpto-acción,MoralResponsabilidade importanciade controlarSobrestimarImportanciapensamientoRigidez1(0,47)2(0,46)3(0,52)4(0,66)5(0,42)6(0,67)7(0,45)8(0,77)9(0,51)10(0,51)11(0,63)12(0,53)13(0,43)14(0,44)15(0,82)16(0,44)17(0,56)18(0,60)19(0,42)20(0,43)21(0,42)22(0,71)23(0,43)24(0,72)25(0,75)26(0,68)27(0,47)28(0,50)29(0,57)30(0,65)31(0,60)32(0,81)43(0,44)33(0,40)34(0,41)35(0,80)36(0,42)37(0,41)38(0,84)46(0,43)39(0,44)40(0,62)41(0,56)42(0,62)49(0,45)44(0,57)48(0,44)45(0,63)52(0,57)47(0,45)51(0,50)54(0,45)50(0,47)56(0,54)53(0,45)55(0,59)57(0,50)58(0,56)* Los datos de la tabla se expresan como número del ítem en el ICO (saturación en su factor)
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242BELLOCH et al. Inventario Creencias ObsesivasRIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2Datos descriptivos básicos y fiabilidadEn la Tabla 2 se exponen los valores estadísticos descriptivos de cada uno de losfactores. Como puede observarse, la distribución de las puntuaciones en el caso delpuntaje total se ajustó bastante bien a la normalidad. Lo mismo cabe decir de losfactores 2 (Perfeccionismo e intolerancia a la incertidumbre) y 5 (Responsabilidad). Sinembargo, las puntuaciones medias de los otros 5 factores fue asimétrica, con desplaza-mientos a la derecha más o menos marcados. En cuanto al rango posible de puntuacio-nes obtenidas en nuestra muestra, el valor mínimo fue de 62, lo que indica que no huboningún sujeto que dijera no haberse planteado nunca alguna de las 58 creencias inven-tariadas; la puntuación máxima registrada fue de 277, esto es, cerca de las dos terceraspartes de la máxima posible del cuestionario (406).Para el análisis de la consistencia interna se calculó el coeficiente alfa de Cronbachpara cada uno de los factores. El coeficiente de correlación intraclase (CCI) fue a suvez el estadístico utilizado para examinar la repetibilidad (test-retest) del inventario.Como puede constatarse en la Tabla 2, todos los valores a fueron superiores a 0,75 yel rango de correlaciones entre cada ítem y el total de su respectiva subescala fuesiempre superior a 0,35 (p ) 0,001 en todos los casos). Además, todos los factoresmostraron índices elevados de repetibilidad. Estos datos indican que el cuestionario esconsistente y estable en el tiempo, por lo que los resultados obtenidos con el mismopueden considerarse fiables.TABLA 2. Estadísticos descriptivos básicos y fiabilidad del ICO.ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOSFIABILIDADFACTORESMedia(DT)Máximo/MínimoAsimetríaPercentiles25–50-75R ítem-total(rango)_CCI(95%)1. Fusión pensamiento-acción, tipoprobabilidad11,27(5,64)32 / 61,26-10-140,49-0,73 0,840,702. Perfeccionismo eintoleranciaincertidumbre67,50(13,06)90 / 14-0,1447-57-660,45-0,68 0,860,823. Sobrestimación delpeligro23,26(8,54)55 / 90,5317-22-290,40-0,59 0,810,894. Fusión pensamiento-acción, tipo moral23,46(10,61)56 / 80,5815-22-300,61-0,80 0,890,935. Responsabilidad eimportancia decontrolar34,86(11,11)64 / 10-0,0626-36-420,36-0,67 0,840,906. Sobrestimaciónimportanciapensamientos8,91(3,90)22 / 50,955-8-110,45-0,61 0,750,747. Rigidez de ideas16,24(5,70)38 / 60,7312-16-190,39-0,47 0,760,87Puntuación Total175,26(42,95)277 / 620,08145-174- 2100,36-0,65 0,940,80
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BELLOCH et al. Inventario Creencias Obsesivas243RIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2Con el fin de averiguar los tipos de creencias más comunes en nuestra muestra, seseleccionaron los 10 ítems que más frecuentemente elegían los sujetos mediante lainspección directa de las puntuaciones medias más elevadas. Estos ítems, y sus respectivaspuntuaciones medias, fueron los siguientes:—Item 16. Antes de tomar una decisión debo conocer todos los detalles quetengan que ver con el asunto (5,45(1,30).—Item 44. Es importante seguir trabajando en algo hasta que se haga bien(5,30(1,31).—Item 30. Siempre debo trabajar con todas mis fuerzas, esforzándome al máximo(5,13(1,41).—Item 55. Debo estar completamente seguro de mis decisiones (4,84(1,50).—Item 2. Debo ser el/la mejor en aquello que es importante para mí (4,83(1,57).—Item 26. Si yo sé que existe la posibilidad de que suceda algo malo, aunque seamuy poco probable, tengo la obligación de intentar prevenir que no se produzca(4,46(1,72).—Item 12. Debo proteger a los demás de posibles males (4,43(1,67).—Item 23. Para mí, es inaceptable tener cualquier pequeño descuido si puedeafectar a los demás (4,24(1,64).—Item 14. Yo tengo la responsabilidad de asegurarme que todo esté en orden(4,10(1,68).—Item 4. Pensar en estafar a alguien es casi tan inmoral como estafarle deverdad (4,05(1,56).La mayor parte de las creencias más escogidas por nuestros sujetos se incluye enel factor de Perfeccionismo e Intolerancia a la Incertidumbre (ítems 16, 44, 30, 55, 2y 23), mientras que otras dos hacen referencia a Responsabilidad excesiva (ítems 26 y12) y las dos últimas a Rigidez de ideas (ítem 14) y Fusión pensamiento acción-tipoMoral (ítem 4).Validez convergentePara examinar este aspecto de la validez del instrumento se calcularon correlacio-nes Spearman entre las puntuaciones derivadas del ICO y la puntuación total en elMOCI. Se obtuvieron correlaciones significativas (p <>--------------------------------------------------------------------------------
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244BELLOCH et al. Inventario Creencias ObsesivasRIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2Validez discriminanteLa muestra total se dividió en 2 grupos tomando como punto de corte el valor dela mediana (Me= 181) de la puntuación total en el ICO y se compararon las puntua-ciones de ambos grupos en el MOCI mediante una prueba t para muestras independien-tes. Se obtuvo un valor de t = 5,78 (p < 0,0001). Las puntuaciones medias ((DT) enel MOCI de cada grupo fueron de 7,57 ((4,64) y de 4,73 ((3,02) para los sujetos conpuntuación total superior e inferior a la mediana, respectivamente, en el ICO. Por otrolado, se examinó la presencia de posibles diferencias entre hombres y mujeres en los7 factores del ICO y en la puntuación total, mediante las correspondientes pruebas t.No se hallaron diferencias significativas entre sexos en ningún caso, si bien resultainteresante destacar que los hombres obtuvieron siempre puntuaciones ligeramente máselevadas en el cuestionario.Validez predictivaPara examinar la validez predictiva, se aplicó un análisis de regresión lineal (pasossucesivos), tomando como variables independientes las 7 subescalas del ICO y comovariable dependiente la puntuación en el MOCI. Las tres subescalas que entraron en laecuación de regresión fueron las siguientes: Sobrestimación del peligro (R2= 0,20),Perfeccionismo e Intolerancia a la incertidumbre (R2= 0,043), Fusión pensamiento-acción tipo moral (R2= 0,015). En conjunto estas tres dimensiones de creencias expli-caron el 26% de la puntuación total en el MOCI. En todo caso, es evidente que laprimera de las dimensiones, Sobrestimación del peligro, es la más directamente vincu-lada con la valoración de sintomatología obsesiva que se realiza mediante el MOCI.DiscusiónEl objetivo de este trabajo era analizar la fiabilidad y validez iniciales, y por tantola utilidad, de un cuestionario diseñado para evaluar las creencias que, según la litera-tura especializada, están más relacionadas con el desarrollo y/o el mantenimiento deltrastorno obsesivo-compulsivo. El instrumento que diseñamos para este fin consta de58 ítems agrupados en siete factores independientes, que se identifican con las siguien-tes dimensiones de creencias: Fusión pensamiento-acción de tipo probabilidad,Perfeccionismo e intolerancia a la incertidumbre, Sobrestimación del peligro, Fusiónpensamiento-acción de tipo moral, Responsabilidad excesiva e importancia de controlarel pensamiento, Sobrestimación de la importancia de los pensamientos y Rigidez deideas. Estos factores se mantuvieron idénticos cuando el análisis se realizó de formaseparada para hombres y mujeres, que además no difirieron en las puntuaciones mediasde cada dimensión analizada. El análisis de fiabilidad mostró que el nuevo cuestionarioes muy consistente y repetible, al menos con un intervalo de una semana. En cuantoa la validez de constructo, los resultados preliminares aquí obtenidos indican que elICO posee una excelente validez convergente, puesta de manifiesto en las significativascorrelaciones que mantuvo con el MOCI, un cuestionario ampliamente utilizado encontextos clínicos para valorar la presencia de obsesiones. Asimismo, los dos grupos desujetos establecidos en función de sus altas versus bajas puntuaciones en el ICO difi-
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BELLOCH et al. Inventario Creencias Obsesivas245RIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2rieron en la puntuación alcanzada en el MOCI. Por último, entre las 7 dimensiones decreencias que evalúa el cuestionario, las que predijeron las manifestaciones clínicas deobsesión (evaluadas con el MOCI) fueron, por este orden, Sobrestimación del peligro,Perfeccionismo e intolerancia a la incertidumbre y Fusión pensamiento-acción de tipomoral.Por lo que se refiere a los siete factores en los que se agrupan las creenciascontenidas en nuestro cuestionario, cabe comentar diversos aspectos. En primer lugar,nuestro planteamiento inicial contemplaba ocho posibles dimensiones o factores, adiferencia de las seis propuestas por el O-CCGW. En realidad, este grupo de autoresconsidera que las dos dimensiones que guardan relación con la fusión pensamiento-acción, forman parte de una dimensión más general: sobrestimar la importancia de lospropios pensamientos. Sin embargo, en nuestro trabajo partíamos del supuesto de que,aunque relacionadas, estas dimensiones hacían referencia a diferentes contenidos decreencias; por eso mismo, decidimos considerarlas a priori como separadas. La estruc-tura factorial obtenida ha venido a avalar este supuesto inicial. Las dos dimensiones defusión pensamiento acción y la de sobrestimación de la importancia de los pensamien-tos han emergido como factores independientes, con una salvedad adicional: las rela-tivas a la Fusión pensamiento-acción se han mostrado mucho más importantes que lade Sobrestimación.En segundo término, cuatro de las dimensiones de creencias formuladas comodiferentes por el O-CCWG se han agrupado en dos: Perfeccionismo e Intolerancia a laincertidumbre por un lado y Responsabilidad excesiva y Sobrevaloración de la impor-tancia de controlar el pensamiento por otro. Desde un punto de vista meramente intui-tivo, nuestra estructura factorial responde bien a la realidad: la combinación deperfeccionismo e intolerancia a la incertidumbre es probablemente muy frecuente enuna misma persona. Los individuos que creen que la perfección es posible, y conse-cuentemente necesaria, toleran muy mal las dudas, la ambigüedad, la novedad o loscambios. Por otro lado, la combinación de responsabilidad excesiva y sobrevaloraciónde la importancia del control es también frecuente: las personas que se sienten exce-sivamente responsables por los sucesos de su entorno y de su mundo interno, es bas-tante probable que intenten mantener controlados sus eventos internos, como es el casode los pensamientos, de los cuales son, en efecto, responsables. Además, entre las diezcreencias más frecuentemente mantenidas por nuestros sujetos normales se encontrabansobre todo contenidos referentes a las dos combinaciones de creencias que se acabande comentar. La importancia de estas dimensiones para la comprensión del trastornoobsesivo-compulsivo queda puesta de manifiesto en estudios como el de Freeston,Ladouceur, Gagbon y Thiboudeau (1993), quienes encontraron que los pacientes obse-sivo-compulsivos puntuaban significativamente más que los controles en las subescalasde Responsabilidad e Intolerancia a la Incertidumbre del IBRO, un instrumento diseña-do por estos autores. También Salkovskis et al. (2000), han constatado en un estudiocon población clínica que la responsabilidad excesiva es una de las dimensiones másrelevantes para el estudio del trastorno obsesivo-compulsivo. Los obsesivos clínicosobtenían puntuaciones más altas en la escala de responsabilidad que otros grupos depacientes ansiosos y que los sujetos normales.
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246BELLOCH et al. Inventario Creencias ObsesivasRIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2Un tercer aspecto interesante de nuestro estudio es el referido al papel que juegala dimensión de sobrestimación de peligro; esta dimensión, que prácticamente es idén-tica a la planteada por los autores del O-CCGW, se reveló como la más importante ala hora de predecir la puntuación en el cuestionario de obsesividad MOCI. El hecho deque la tendencia a valorar como más peligrosas de lo normal situaciones o problemascomunes, o a mantenerse expectante ante la posible ocurrencia de acontecimientospeligrosos, sea lo que mejor predice la presencia de obsesiones, es congruente con laconsideración del trastorno obsesivo-compulsivo como patología típicamente ansiosa,en el sentido de que estos pacientes se caracterizan por la tendencia a valorar comoexcesivamente amenazantes muchas situaciones o estímulos en principio inocuos. Entodo caso, la asociación entre esta dimensión de creencias y la presencia de sintomatologíaobsesivo-compulsiva debe ser confirmada con muestras clínicas. De hecho, en el estu-dio antes citado de Freston et al. (1993) esta dimensión sobresalía, junto con las deResponsabilidad e Intolerancia a la incertidumbre, como las que mejor discriminabanentre los pacientes diagnosticados de trastorno obsesivo-compulsivo y otros pacientesansiosos.Finalmente, el análisis que hemos realizado ha mostrado un factor, inicialmenteno hipotetizado, que hemos denominado Rigidez por las características de los ítems quelo componen. Los contenidos de estos ítems guardan ciertas semejanzas con una dimen-sión de creencias que el O-CCWG planteó en sus primeros trabajos (Frost y Steketee,1997a): la fijeza, que haría referencia a la fuerza con que las personas mantienen susideas. Sin embargo, no han incluído este aspecto en la elaboración del Obsessive BeliefsQuestionnarie (Obsesive-Compulsive Cognition Working Group, 2001), posiblementepor considerar esta dimensión más relacionada con la forma o estructura de las ideasque con su contenido, según se argumentaba ya en el primero de los trabajos, en el queademás señalaban que se trata de un dominio de creencias más involucrado en elmantenimiento del trastorno obsesivo-compulsivo que en su génesis (Frost y Steketee,1997a). En nuestro trabajo, esta dimensión ha surgido claramente diferenciada comotal, a pesar de que inicialmente no se hubiera considerado. Es posible que la Rigidezhaga referencia a una dimensión más estable del individuo, esto es, más vinculada consu personalidad. De hecho, hay una amplia tradición en Psicología de la Personalidadque refiere a una dimensión con idéntica denominación. Dado el planteamiento denuestro trabajo, no podemos en realidad dilucidar el alcance de la dimensión de Rigi-dez, tal y como la hemos detectado, pero en todo caso, pensamos que desde el puntode vista clínico es importante considerarla con detenimiento, ya que no es infrecuenteencontrarnos con pacientes obsesivo-compulsivos que manifiestan una gran rigidez ensus ideas y creencias, tanto si éstas se relacionan con sus obesiones como si no lohacen.Para concluir, nuestro cuestionario se ha mostrado fiable y válido para rastreartodas las dimensiones de creencias que se postulan como relevantes para la compren-sión del trastorno obsesivo-compulsivo en la literatura actual sobre el tema. Estasdimensiones se hallan presentes también en la población normal, lo que avala la rea-lización de estudios con población general para la comprensión de psicopatologías tancomplejas como el trastorno obsesivo-compulsivo. Además, hemos detectado una nue-
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BELLOCH et al. Inventario Creencias Obsesivas247RIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2va dimensión, que hemos denominado Rigidez sobre la base de los ítems que la inte-gran, que normalmente no se cita en la literatura, y que debería ser objeto de un estudiomás exhaustivo. Nuestros resultados sugieren la conveniencia de examinar todas estasdimensiones de creencias para comprender mejor la génesis y el mantenimiento deltrastorno obsesivo-compulsivo, en lugar de centrarse únicamente en algunas de ellas, aexpensas de otras, como de hecho defienden algunos de los autores más relevantesactualmente en la investigación del trastorno obsesivo-compulsivo; por ejemplo, Salkovskiset al. (2000), cuando afirman que la responsabilidad es la dimensión más importantey específica en el trastorno obsesivo-compulsivo. Cada una de las dimensiones decreencias examinadas parecen aportar aspectos únicos e irreemplazables, y en estesentido, la propuesta del O-CCWG de incluirlas todas parece hoy por hoy la másadecuada. En todo caso, es imprescindible realizar estudios sistemáticos con poblaciónclínica con el fin de llegar a conclusiones razonablemente seguras.ReferenciasBobenrieth, M.A. (2002). Normas para la revisión de artículos originales en Ciencias de la Salud.Revista Internacional de Psicología Clínica y de la Salud/International Journal of Clinicaland Health Psychology, 2, 509-523.Clark, D.A. (1992). Depressive, anxious and intrusive thoughts in psychiatric inpatients andoutpatients. Behaviour Research and Therapy, 30, 93-112.Clark, D.A. y DaSilva, P. (1985). The nature of depressive and anxious thoughts: Distinct oruniform phenomena? Behaviour Research and Therapy, 23, 383-393.Clark, D.A. y Purdon, C.L. (1993). New Perspectives for a Cognitive Theory of Obsessions.Australian Psychologist, 28, 161-167.Edwards, S. y Dickerson, M. (1987a). Intrusive unwanted thoughts: A two-stage model of con-trol. British Journal of Medical Psychology, 60, 317-328.Edwards, S. y Dickerson, M. (1987b). On the similarity of positive and negative intrusions.Behaviour Research and Therapy, 25, 207-211.England, S.L. y Dickerson, M. (1988). Intrusive thoughts; unpleasantness not the major cause ofuncontrollability. Behaviour Research and Therapy, 26, 279-282.Freeston, M., Ladouceur, R., Gagnon, F. y Thiboudeau, N. (1993). Beliefs about obsessionalthoughts. Journal of Psychopathology and Behavioral Assessment, 15, 1-21.Freeston, M., Ladouceur, R., Thiboudeau, N. y Gagnon, F. (1991). Cognitive intrusions in a non-clinical population I. Response style, subjective experience, and appraisal. BehaviourResearch and Therapy, 29, 585-597.Frost, R. y Steketee, G. (1997a). Cognitive Assessment of Obsesive-Compulsive Disorder. BehaviourResearch and Therapy, 35, 667-681.Frost, R. y Steketee, G. (1997b). Perfectionism in Obsessive-Compulsive disorder patients. BehaviourResearch and Therapy, 35, 291-296.Hodgson, R.J. y Rachman, S. (1977). Obsessional-compulsive complaints. Behaviour Researchand Therapy, 15, 389-395.Ibáñez, I., Olmedo, E., Peñate, W. y González, M. (2002). Obsesiones y compulsiones: estructuradel Inventario de Padua. Revista Internacional de Psicología Clínica y de la Salud/International Journal of Clinical and Health Psychology, 2, 263-288.
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BELLOCH et al. Inventario Creencias Obsesivas249RIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 2ANEXO 1. Inventario de Creencias Obsesivas (ICO)*Instrucciones para responder el cuestionarioEste cuestionario hace referencia a diferentes actitudes y creencias que tiene a veces la gente.Lea detenidamente cada una de las afirmaciones y decida en qué grado está de acuerdo o endesacuerdo con ellas. Responda a cada una de las frases rodeando con un círculo la respuestaQUE DESCRIBE MEJOR LO QUE PIENSA HABITUALMENTE, lo que mejor caracteriza suforma de pensar. Utilice la siguiente escala de valoración:1234567TotalmenteBastante en Algo enNi de acuerdo,AlgoBastanteTotalmenteen desacuerdo desacuerdodesacuerdo ni en desacuerdode acuerdode acuerdode acuerdo1. Si pienso que voy a enfermar, aumenta la posibilidad de que me ponga enfermo de verdad2. Debo ser el/la mejor en aquello que es importante para mí3. A pesar de que soy muy cuidadoso, a menudo pienso que van a sucederme cosas malas4. Pensar en estafar a alguien es casi tan inmoral como estafarle de verdad5. Si me esfuerzo continuamente por controlar mi mente, lo conseguiré6. Si tengo un pensamiento indeseable, eso indica qué es lo que yo quiero en realidad7. Si no soy capaz de hacer algo perfectamente, prefiero no hacerlo8. Si pienso que un amigo o un familiar va a perder su trabajo,aumenta el riesgo de que deverdad lo pierda9. Un fallo, por pequeño que sea, indica que un trabajo no está completo10. Si me sucede algo inesperado, no seré capaz de afrontarlo11. Para mí, el simple hecho de pensar en hacer un comentario ofensivo sobre un amigo, escasi tan inaceptable como hacerlo12. Debo proteger a los demás de posibles males13. Si tengo pensamientos violentos, perderé el control y me volveré violento14. Yo tengo la responsabilidad de asegurarme de que todo esté en orden15. Si pienso que un amigo o un familiar van a tener un accidente de coche, aumenta laposibilidad de que realmente lo tengan16. Antes de tomar una decisión debo conocer todos los detalles que tengan que ver con elasunto17. Hay cosas que para la gente son pequeñas molestias y sin embargo a mí me parecendesastres18. Los pensamientos violentos son para mí tan inaceptables como los comportamientos vio-lentos19. En cualquier situación de la vida diaria no hacer nada puede causar tanto daño comoactuar mal20. Si tengo pensamientos o impulsos agresivos hacia mis seres queridos, significa que en miinterior deseo hacerles daño21. Si algo no me sale bien, las consecuencias serán muy malas22. Si se piensa mucho en algo malo, es más fácil que suceda23. Para mí, es inaceptable tener cualquier pequeño descuido si puede afectar a los demás24. En mi vida, parece como si hasta los problemas más pequeños se convirtieran grandes
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250BELLOCH et al. Inventario Creencias ObsesivasRIPCS/IJCHP, Vol. 3, Nº 225. Tener un pensamiento blasfemo es el mismo pecado que hacer algo blasfemo26. Si yo sé que existe la posibilidad de que suceda algo malo, aunque sea muy poco probable,tengo la obligación de intentar prevenir que no se produzca27. Si tengo malos pensamientos, significa que me gustaría llevarlos a cabo28. Sólamente hay una manera correcta de hacer las cosas29. Cuando un pensamiento me angustia mucho, es más probable que se haga realidad30. Siempre debo trabajar con todas mis fuerzas, esforzándome al máximo31. Creo que el mundo es un lugar peligroso32. Desear hacerle daño a alguien es tan malo como hacerlo de verdad33. Tener pensamientos obscenos indica que soy una mala persona34. Para mí, tener un fallo por pequeño que sea es lo mismo que fracasar35. Si pienso que un amigo o un familiar se van a poner enfermos, es más probable queenfermen de verdad36. Debería tener la certeza absoluta de que mi entorno es seguro37. Hasta las experiencias cotidianas de mi vida conllevan muchos riesgos38. Para mí, tener malos impulsos es tan malo como llevarlos a cabo realmente39. Las cosas o se hacen bien o no se hacen40. Es fundamental tenerlo todo muy claro, hasta los más mínimos detalles41. Soy más propenso a tener problemas que otras personas42. Tener un pensamiento malo, es lo mismo que hacer algo malo43. Debo esforzarme constantemente para evitar problemas graves (accidentes, enfermedades,etc.)44. Es importante seguir trabajando en algo hasta que se haga bien45. Pensar mal de un amigo es casi tan desleal como comportarse con él de un modo desagra-dable46. Debería saber en todo momento qué es lo que me ronda por la mente para poder controlarmis pensamientos47. Para sentirme seguro, tengo que estar preparado ante cualquier cosa que pueda ocurrir48. Si se produce un cambio inesperado en mi vida cotidiana, algo malo pasará49. Debería ser capaz de librar mi mente de pensamientos inadecuados50. Para ser una persona digna de consideración debo ser perfecto en lo que haga51. A menudo pienso que mi entorno no es seguro52. Para mí, no hacer nada para prevenir un posible daño, es tan malo como provocarlo yomismo53. Tener dudas me resulta insoportable54. Debo estar preparado para recuperar el control de mi mente en cuanto aparezca unaimagen o pensamiento intruso55. Debo estar completamente seguro de mis decisiones56. Si pierdo el control sobre mis pensamientos, debo luchar para recuperarlo57. Si me esfuerzo mucho conseguiré estar completamente seguro de todo lo que haga58. Para mí, las cosas no están bien si no están perfectas*Si se desean ejemplares para su uso, se pueden solicitar al primer autor.

Alrededor de las preocupaciones y obsesiones


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¿Sabe usted manejar sus preocupaciones? ¿Cómo éstas le afectan? ¿Cuál es la razón de ser de sus preocupaciones? ¿Es usted obsesionado?¿Se deja llevar por la obsesión?¿ Está consciente del alcance , las repercusiones de la obsesión?, son algunas interrogantes que lo invitan a reflexionar sobre estos temas que inciden en su conducta, comportamiento. En este escrito nos adentramos en lo importante que es saber enfrentar las preocupaciones y obsesiones a fin de evitarnos conflictos que nos afecten psíquica y físicamente.

ASPECTOS BASICOS A SER TOMADOS EN CUENTA

Al permanecer activos en este plano físico y garantizar que nuestro tránsito debe ser lo mejor de lo mejor garantizando nuestra salud, felicidad, es necesario estar atento sobre cómo las preocupaciones y obsesiones inciden en nuestra conducta, comportamiento. Justamente al respecto de estos tópicos, Ana Muñoz nos comenta, que preocuparse de manera exagerada no sólo no conduce a nada bueno, sino que además produce un gran malestar, interfiere en el trabajo y no te deja dormir. Sin embargo, se pueden utilizar algunas técnicas sencillas para combatirla
Se nos dice además, que la persona preocupada tiene un predominio del lado intelectual sobre el emocional; vive más en su cabeza que en sus sentimientos. Analiza, piensa constantemente y en su cabeza hay una continua cháchara mental. "A veces me dan ganas de golpearme la cabeza contra la pared para que pare", dicen algunos. Es como si todo lo que llegara a la mente de estas personas fuera importante y digno de ser tenido en cuenta. Cada idea, cada recuerdo, cada imagen que surge en su cabeza. Nada se puede desechar y no son capaces de separar lo que verdaderamente importa de lo secundario. No es raro que padezcan de dolor de cabeza, generalmente localizado sobre los ojos. A nivel mental estas personas son poderosas y tienen una energía mental desbordante, pero, por desgracia, no saben cómo utilizarla o la usan de manera incorrecta y agotadora.

Ana Muñoz nos agrega, que se trata de personas concienzudas, dedicadas al trabajo, al cual dedican mucha energía, y tienen un gran sentido de la ética y la moral. Se esfuerzan siempre en hacer lo correcto de la manera correcta, lo que la mayoría de las veces quiere decir "a su manera", ya que suelen tener bastante claro cómo hay que hacer las cosas. Son perfeccionistas y detallistas. Les gusta el orden y la limpieza, la planificación y la rutina, catalogar, hacer listas. Nunca cometen imprudencias ni excesos y no les gusta tirar las cosas, ya que en un momento dado pueden llegar a necesitarlas. Les gusta trabajar y esforzarse y no les atraen las cosas fáciles de hacer. Debido a que se rigen por el intelecto y no por sus emociones o deseos, les cuesta perdonarse los pequeños errores que toda persona puede cometer y es entonces cuando aparece la culpa y la preocupación.Muñoz nos sugiere, que cuando todos estos rasgos se exageran, nos encontramos con el llamado trastorno obsesivo de la personalidad. Se trata de
personas tan preocupadas por los pequeños detalles que es posible que hasta llegue a perderse el sentido inicial de la tarea que se traen entre manos o que no sean capaces de terminarla nunca, porque leen una y otra vez lo que han escrito para asegurarse de que no han cometido ningún error, se ahogan en posibilidades interminables e incluso pueden dedicar más tiempo a hacer listas u horarios que a realizar la tarea en sí. Están tan dedicados al trabajo que no tienen tiempo para las amistades o el placer. Son rígidos e inflexibles en cuanto a la ética y la moral, pudiendo llegar hasta el fanatismo. Son incapaces de desprenderse de objetos sin valor y jamás delegan tareas a nadie. Nunca reconocen que están equivocados. En muchas ocasiones, pueden resultar insoportables para los demás, a quienes no perdonan ni el más mínimo fallo. Viven continuamente atormentados por las preocupaciones, el miedo al trabajo y por estar dándole vueltas siempre a lo mismo. No pueden tomar decisiones ni terminar el trabajo porque nu
nca está perfecto del todo. Por tanto se puede afirmar entonces, que las obsesiones pueden consistir en ideas, imágenes o impulsos a hacer algo que no queremos y nos resulta aterrador (como matar a alguien). Aparecen como intrusos en la mente y producen una gran angustia, miedo o vergüenza. Intentas sacarla de tu mente pero es imposible. Entonces te ves impulsado hacer algo para combatirla y sentirte mejor (la compulsión).Desde luego, Ana Muñoz nos aclara como liberarse de las obsesiones. En primer lugar, cada vez que aparezca ponerle una etiqueta: preocupación absurda u obsesión irracional.

El siguiente paso será aceptar esos pensamientos, después controlarlos voluntariamente y, por último, librarse de ellos.
Se sugiere además: Aceptar tu obsesión. Es decir, cuando estas ideas, imágenes o impulsos aparecen en tu mente y le resultan sumamente desagradables y quiere librarse de ellas, resistirse, luchar y sacarlas de su cabeza para siempre. Pero no puede; es algo que escapa a tu control y si no puedes controlarlo tampoco puedes eliminarlo. Pero, ¿cómo controlar lo que parece incontrolable? Lo primero que tiene que hacer, aunque resulte paradójico, es aceptarlo y no tratar de combatirlo. Deje que esos pensamientos prosigan libremente. No los juzgue ni los analice. De este modo los estás transformando en voluntarios, (ya que has decidido libremente que está bien tener ese pensamiento y está bien que sea obsesivo), aumentando así su dominio sobre ellos. Se recomienda también, controlar la obsesión. Es decir, que una vez que estos pensamientos son voluntarios puedes empezar a controlarlos. Para ello se puede hacer dos cosas:

1. Dejarlos para más tarde. Si está trabajando y empieza a preocuparse con algo, postergue su preocupación para dentro de un rato, eligiendo una hora determinada para obsesionarse. Pueden ser 5 minutos después, o una hora o incluso por la noche, dependiendo de la severidad de su problema y lo insistentes y frecuentes que sean sus pensamientos obsesivos. Si ha decidido dejarlo para cinco minutos después, por ejemplo, trate de posponerlo de nuevo cuando hayan pasado esos cinco minutos y así sucesivamente.

2. Cambiar la forma de preocuparse. Otra manera de adquirir mayor control sobre su pensamiento es cambiando la forma que tiene de responder a la obsesión. Para ello puede hacer varias cosas: Anote tus pensamientos exactos en una libreta cada vez que aparezcan, incluso si aparecen unos minutos después de haberlos anotado y tienes que volver a escribir lo mismo una y otra vez. Esto le ayudará a darse cuenta de lo absurdos que son y el esfuerzo de escribirlos continuamente disminuirá su aparición por puro aburrimiento.

3.-Cambie la situación. Si su obsesión o preocupación consiste en una imagen mental, trate de modificar esa imagen. Por ejemplo, si consiste en ver su casa ardiendo, póngale un marco a esa imagen y luego imagine que dicho marco se encoge poco a poco hasta ser demasiado pequeño como para distinguir lo que hay en su interior. Si su pensamiento obsesivo consiste en imaginar que golpea a alguien con un martillo, transfórmelo en un enorme martillo de goma espuma incapaz de hacer daño a nadie.4.- Cante su obsesión: elija una música alegre y cante: "me van a despedir", "no llegaré a fin de mes", o cualquier frase que resuma su preocupación. Esto hará que disminuya su ansiedad, ya que el hecho de cantar es incompatible con ella y le ayudará a distanciarte de esas emociones desagradables. Cuando se sienta mejor deje de cantar y centre su atención en otra cosa.

En conclusión, trate de evitar que las preocupaciones lo manejen, deterioren su comportamiento, originándole muchas veces problemas físicos, estrés, tensiones que le pueden originar serios problemas en su salud, así como en su comportamiento. Preocúpese de manejar eficientemente sus emociones, sorprenderse como está actuando al perder su equilibrio emocional y entonces usted no podrá ser víctima de las preocupaciones. No lo descuide y verá como el legado de vida que le han dado será beneficiosa en su crecimiento.





Autor: Carlos Mora Vanegas Area: Autoayuda

Trastorno de pánico (o trastorno por angustia)


Página web: www.clinicamoreno.com

El caso de Antonio: “Tengo un infarto. Me muero.”

Antonio es un profesor universitario joven que padece crisis de ansiedad desde hace un par de años. La primera vez que tuvo una “crisis de ansiedad” fue a urgencias porque pensaba que estaba sufriendo un infarto. No pensaba que tuviese ansiedad, ni podía creerse que los médicos no le hicieran mucho caso a su supuesto infarto. De hecho le comentaron que “sólo” tenía ansiedad y le mandaron algunas pastillas. Estas pastillas le suprimían las sensaciones de ansiedad, sobre todo al principio, e incluso le dejaban a veces un tanto adormilado, pero pronto comenzó a notar que “eso seguía ahí”. Se notaba muy pendiente de su corazón, de si se aceleraba o palpitaba con fuerza. Él era deportista, pero a partir de las crisis de ansiedad cada vez le apetecía menos el deporte. En realidad le producía miedo, porque en cuanto montaba en la bicicleta le resultaba inevitable notar cómo se aceleraba su corazón y tenía que dejarlo “porque podía ocurrir lo peor”. No obstante, sus crisis aparecían de modo inesperado. Nunca sabía a ciencia cierta si iba a tener una crisis o no, pero era cierto que había determinados sitios o situaciones que prefería evitar: grandes almacenes, colas en supermercados, viajar en avión, etc. Antonio veía que su vida se limitaba. Últimamente no soportaba ver películas de intriga o acción y —lo que era peor para él— se estaba distanciando de su pareja porque habían comenzado a evitar los encuentros sexuales con ella. De nuevo estaba el miedo al infarto campando a sus anchas: cuando hacía el amor notaba que el corazón se aceleraba y no podía evitar pensar en el infarto. Tenía que detenerse. Su mujer ya no tenía claro si realmente “sólo” era ansiedad lo de Antonio.

El caso de Rosa: “Acabaré loca en un manicomio”
Rosa tenía 32 años cuando acudió a consulta. Llevaba una larga andadura en su búsqueda de ayuda, que se remontaba unos cinco años y que incluía psiquiatras, psicólogos, curanderos y videntes. Todo comenzó tras una época bastante estresante en el trabajo. Un día tuvo una experiencia que calificó de aterradora. Estaba caminando por una de las calles de su pueblo y de repente sintió una extrañeza inexplicable: sabía que ésa era la misma calle de siempre pero le resultaba desconocida. Se sentía como si se hubiese caído de un platillo volante y no conociese a nadie ni reconociese las calles de su pueblo natal. Comenzó a correr; las piernas no le dejaban estar quieta, sentía oleadas de calor y le faltaba el aire. Llegó corriendo a su casa y se quedó más tranquila pero totalmente confundida: “¿Me estaré volviendo loca?” —se preguntó—. Precisamente, unas semanas atrás habían ingresado en un hospital psiquiátrico a dos vecinos suyos, aunque no sabía muy bien porqué. La experiencia volvió a repetirse cuatro o cinco veces antes de que su madre le acompañara al psiquiatra. El psiquiatra no se mostró muy seguro sobre el trastorno de Rosa, pero —según contó— le dijo a su madre que podía ser “ESQUIZOFRENIA”. Una palabra con mayúsculas para Rosa y que no podía escuchar sin que se le erizara el vello de todo el cuerpo. Rosa sabía que la esquizofrenia es un trastorno mental grave que produce experiencias extrañas; como ver personas que no están, oír voces que nos insultan, o tener sensaciones aterradoras de ser perseguido, espiado o controlado desde el exterior. Para ella, esa palabra era sinónimo de pérdida de la razón y aquel diagnóstico provisional se convirtió en motivo de una gran preocupación, ya que las sensaciones terroríficas se repitieron en varias ocasiones.

Rosa estaba medicada con Risperidona, una medicación antipsicótica que le adormilaba mucho y no le eliminaba los síntomas. Motivo por el que la madre la llevó a un curandero; que tampoco logró resultado alguno. A continuación, Rosa fue a una vidente que le “ratificó” el diagnóstico de esquizofrenia. Cuando llegó a nuestra clínica estaba plenamente convencida de que padecía esquizofrenia y que iba a “acabar en el manicomio haciendo escobas como los locos” —según sus propias palabras—.

El trastorno
El trastorno de pánico se caracteriza por la presencia de crisis de ansiedad y el temor a experimentar nuevas crisis. Una crisis de ansiedad es una reacción de miedo o malestar intenso que se presenta de forma repentina y alcanza su máxima intensidad en cuestión de dos o tres minutos, diez como máximo. Para denominarla así, esa reacción de miedo intenso debe ir acompañada de cuatro o más de los siguientes síntomas:

Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca
Sudoración
Temblores o sacudidas
Sensación de ahogo o falta de aliento
Sensación de atragantarse
Opresión o malestar en el pecho
Náuseas o molestias abdominales
Inestabilidad, mareo o desmayo
Sensación de irrealidad (desrealización) o de estar separado de uno mismo (despersonalización)
Miedo a perder el control o volverse loco
Miedo a morir
Sensación de entumecimiento u hormigueo
Escalofríos o sofoco
Cuando no se alcanzan los cuatro síntomas requeridos de la tabla anterior, pero hay malestar suficiente, hablamos de crisis de síntomas limitados o minicrisis. El enfoque de tratamiento que requiere es exactamente el mismo.

La clave del trastorno
El trastorno de pánico se ha definido como el miedo al miedo . La esencia de este trastorno es que el paciente teme que los síntomas inofensivos sean la señal de un peligro real. Entonces, la interpretación catastrófica de esos síntomas inofensivos genera un estado de miedo que produce, de modo natural, que dichos síntomas aumenten en intensidad y se produce una espiral de ansiedad rápidamente creciente que desemboca en la crisis de ansiedad.

Antonio sentía una ligera presión en el pecho —que suele deberse a la acumulación espontánea de aire en los pulmones— y entonces pensaba: “¿Qué puede ser esto? Hace ya un rato que lo estoy notando. No creo que sea algo grave, pero ¿y si fuera algún problema cardiaco? No, no lo creo. ¡Oye! Parece que ha aumentado el dolor... Esto me asusta. Me duele más. ¡Es un infarto...! [Dolor extremo]” Al final acudió a urgencias, donde le dijeron que “sólo” era ansiedad.

Otras crisis se producen cuando el paciente interpreta que su mareo o su vértigo le puede hacer desmayarse y caer. O cuando el paciente interpreta sensaciones extrañas de irrealidad o de ser distinto como señal de que podría estar volviéndose loco. En realidad, el mareo, el vértigo, la opresión en el pecho, la sensación de irrealidad, la sensación de no ser uno mismo o de verse desde fuera de sí, pueden ser síntomas de un fenómeno común como respuesta a situaciones estresantes. Lo denominamos hiperventilación y consiste en un aumento de la frecuencia de la respiración que hace acumular más oxígeno del necesario en la sangre, disminuyendo a su vez la cantidad de anhídrido carbónico en ésta. Ese cambio sanguíneo se registra en un lugar del cerebro y entonces produce los síntomas. Síntomas que ya conocían los buceadores con el nombre de borrachera de oxígeno, y que se producen cuando no realizan bien la mezcla de oxígeno y otros gases, lo que produce exactamente el mismo incremento de oxígeno y descenso de anhídrido carbónico en la sangre

Qué empuja a los adolescentes a lesionarse


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/05/19/psiquiatriainfantil/1242718112.html
UNA ESTRATEGIA PARA REGULAR LAS EMOCIONES
Qué empuja a los adolescentes a lesionarse
La incapacidad para manejar las emociones no deseadas provoca la automutilación
La inteligencia emocional actúa como protector frente a estos comportamientos

Una buena parte de los que se autolesionan tiene síntomas depresivos. (Foto: Javier B. Salvadores)

PATRICIA MATEY
MADRID.- Se cortan, se queman, se golpean la cabeza, se dan puñetazos, se amputan las orejas, la lengua o, incluso, los genitales. La autoagresión suele comenzar en la adolescencia y normalmente no busca encontrar la muerte, aunque constituye un factor de riesgo de suicidio en el futuro. Ahora, un grupo de investigadores belgas y británicos desvela cuáles son algunos de los factores que predisponen a este tipo de comportamiento y qué tipo de personalidad protege de la automutilación.

Lo han conseguido tras llevar a cabo una investigación con 490 adolescente de entre 16 y 19 años, estudiantes de varios colegios británicos. "Los trabajos teóricos y clínicos indican que, primeramente, la autolesión constituye una estrategia para regular las emociones. También cumple con el papel de solicitar ayuda a los demás", comenta Moïra Mikolajczak, del departamento de Psicología de la Universidad Católica Louvain en Bélgica y autora principal del estudio.

Para esta especialista, los mecanismos "por los que se produce la automutilación todavía no están claros, pero parece que funciona a través de tres trayectorias: la anulación de las emociones no deseadas [como fórmula para distraerse de sentimientos intolerables]; su materialización [hacer que la emoción se convierta en dolor tangible] y su transformación [la autolesión provoca la relajación de endorfinas, lo que ocasiona cierta 'analgesia' que provoca una sensación de bienestar]", destaca la investigación, publicada en el último 'British Journal of Clinical Psychology'.

Partiendo, por tanto, de la base de que la autoagresión "a menudo funciona como como una estrategia para regular las emociones, hemos realizado este ensayo bajo la hipótesis de que la personalidad es un factor que puede predecir este tipo de comportamientos, lo que es particularmente importante a la hora de pensar en prevención", destaca la doctora Mikolajczak.

Durante el estudio, los participantes realizaron varios cuestionarios. Uno sobre inteligencia emocional (adaptabilidad, rasgos de empatía, de felicidad y optimismo, adaptabilidad, autoestima, entre otros), otro sobre depresión, así como uno relacionado con la autoagresión.

Los datos constatan que hasta un 27% de los estudiantes incluidos en la investigación reconoció haberse autolesionado deliberadamente, con cortes, quemaduras o tomando una sobredosis de drogas recreacionales. Uno de los resultados sobre el que los autores hacen especial hincapié es en el hecho de que hasta "un 65% de los que confesaron autoagredirse padecía síntomas de depresión", reza el documento.

"Automutilarse es más común de lo que siempre hemos pensado. Las estadísticas, según las distintas investigaciones, hablan de una prevalencia de un 20% a un 40%. En nuestro trabajo la cifra está en un 27%, pero tal vez sea más preocupante aún el hecho de que un 21% de estos chicos y chicas que se autoagreden afirme que lo hizo con la intención de morir", comentan los investigadores.

Programas 'coaching'
Hasta ahora, la autolesión no había constituido un factor de riesgo grave de suicidio, "pero los testimonios recogidos en nuestro ensayo requieren de trabajos futuros con el fin de comprender mejor este fenómeno de cara a su mejor tratamiento y prevención", insisten el equipo internacional de científicos.

Lo que sí queda patente en el estudio es que los menores con niveles más elevados de inteligencia emocional son los que menos riesgos tienen de llevar cabo este tipo de comportamientos autodestructivos. "Por el contrario los que más se automutilan son los que han obtenido puntuaciones más bajas en las pruebas de inteligencia emocional, los que peor se adaptan a las situaciones, más se autocritican y más culpables se sienten", declaran los autores.

La parte positiva de estos hallazgos queda reflejada en el hecho de que "si los resultados de nuestra investigación se repiten en estudios futuros, sabemos que la incorporación de programas 'coaching' [aquéllos que ayudan a las personas a encontrar lo mejor de sí mismas y buscar el camino entre lo que son y lo que quieren ser] sería una buena estrategia para la prevención y tratamiento de la autolesión", concluyen los científicos.

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Ansiedad...¿El miedo puede arruinar una vida?


Ansiedad...¿El miedo puede arruinar una vida?
Dra Ana Belen Jimenez Gonzalez. Hospital Dr R. Lafora
http://www.saludmental.info/Secciones/psiquiatria/2006/elmiedoyansiedadjulio06.htm
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La vida no consiste en recordar el pasado con nostalgia, ni esperar el futuro con ansiedad... ¡sino en vivir el presente con pasión! ...

¿Es la angustia lo mismo que el miedo? ¿Es una respuesta normal o patológica? ¿Puede convertirse en una forma de vida?

Darwin nos describe como reacciona un ser humano ante algo que le resulta estresante o amenazador:” ...A medida que el miedo aumenta de intensidad acercándose al terror, podemos apreciar diferentes consecuencias en función de las violentas emociones a las que estamos sometidos. El corazón late de forma salvaje o fallar y producir un desmayo; la palidez es semejante a la de la muerte; se respira trabajosamente; las aletas de la nariz se abren de forma marcada; aparece un movimiento tembloroso y convulsivo de los labios, un temblor en las mejillas, ... la garganta necesita aclararse continuamente, ... las pupilas están muy dilatadas. Los músculos del cuerpo se ponen rígidos o pueden empezar a moverse de forma convulsiva...". Esto que Darwin nos describe como algo normal ante algo que puede resultar peligroso no son más que los síntomas que se presentan en lo que los médicos llamamos ataque de pánico o crisis de angustia.
De esto podríamos sacar la conclusión de que miedo y angustia es lo mismo pero no es así. Podemos decir que el miedo es una respuesta fisiológica ante un estímulo externo, mientras que la ansiedad es un estado emocional desagradable con una causa menos clara y que a veces tiene las mismas consecuencias fisiológicas que el miedo.

¿Cómo podemos saber si lo que nos pasa es una forma normal de reaccionar ante estímulos externos o si estamos ante un trastorno por angustia?

Debemos puntualizar que un cierto grado de ansiedad es una respuesta normal a las exigencias de la vida cotidiana y permite mejorar el rendimiento personal y laboral pero que cuando sobrepasa un cierto límite deteriora el rendimiento y si se mantiene en el tiempo puede llegar a interferir en todos los aspectos de la vida.² Hay que saber diferenciar lo que es la ansiedad normal de lo que es claramente desadaptativo puesto que tiene consecuencias muy diferentes en nuestra vida cotidiana:

ANSIEDAD NORMAL (Miedo) ANSIEDAD PATOLÓGICA
Existe un estímulo desencadenante
Puede no existir estímulo desencadenante. Puede llevar a revivir situaciones pasadas o preocupaciones futuras

Proporcional al estímulo
Desproporcionada al estimulo

Desaparece tras el estímulo
Persiste cuando desaparece el estímulo

Mejora el rendimiento
Disminuye el rendimiento



¿Qué puede provocar un trastorno de angustia?

Existen numerosas patologías orgánicas que pueden producir o asemejarse a un trastorno de angustia, pero las más importantes y las que no podemos olvidarnos de descartar son: hipertensión arterial, crisis hipoglucémicas, arritmias cardiacas y alteraciones tiroideas.

Mención aparte merece el consumo de diferentes sustancias tóxicas, tanto drogas de abuso en fase de consumo o de abstinencia como fármacos que se usan en el tratamiento de otras patologías. Las más importantes a descartar son alcohol, exceso de cafeína, anfetaminas, alucinógenos, cocaína e incluso ansiolíticos e hipnóticos en fase de abstinencia. Existen fármacos muy usados tanto en Atención Primaria como en Atención Especializada que merecen especial atención. Estos pueden ser antihistamínicos usados en el tratamiento de las alergias tan comunes en nuestro medio, algunos antidepresivos sobre todo al inicio del tratamiento lo que tiene importantes implicaciones si son usados en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, simpaticomiméticos alfa y beta adrenérgicos muy usados sobre todo en patología respiratoria, corticoides etc...

Existen ciertas formas de ser, o personas con ciertos rasgos en su carácter que están más predispuestos a sufrir trastornos de angustia. Estas son las que los psiquiatras encuadramos en el Cluster C, definidos como sujetos temerosos, ansiosos.
Uno de ellos es la personalidad evitativa (fóbica) que se caracteriza por una hipersensibilidad a la crítica y al rechazo pero deseosos de contacto social que, a veces evitan por vergüenza y su baja autoestima, suelen tener miedo a las relaciones íntimas. Pueden evitar actividades sociales e implicarse en proyectos personales, así como actividades donde se tengan contacto con otras personas por miedo a las críticas. Se ven inferiores a los demás.
El segundo tipo de personalidad de este grupo es la personalidad dependiente que es muy frecuente, sobre todo en mujeres y se caracteriza por una excesiva dependencia de los demás, un comportamiento sumiso y necesidad de apoyo y soporte emocional. Se muestran incapaces de tomar decisiones sencillas y permiten a otras personas tomar responsabilidades que les corresponden a ellos. Temen ser abandonados
El último tipo de personalidad que se encuadra en este grupo es la personalidad obsesiva que, a diferencia de la anterior es más frecuente en los varones. Son perfeccionistas, meticulosos, ordenados y rígidos, tienen dificultad para expresar sus emociones.

También en otras patologías psiquiátricas pueden relacionarse con trastornos de angustia. La que más se frecuentemente se relaciona es la depresión, tanto es así que muchas veces se confunden los síntomas no pudiendo precisar con claridad si el trastorno de angustia es secundario a la depresión o viceversa. Pero además de en esta, pueden aparecer en casi todo el espectro de patología psiquiátrica

¿Qué se siente realmente cuando se tiene ansiedad?

En la clínica de la ansiedad pueden aparecer diferentes manifestaciones:

SÍNTOMAS FÍSICOS
SÍNTOMAS PSÍQUICOS

Dependientes del sistema nervioso autónomo:
Palpitaciones, sacudidas del corazón o taquicardia
Sudoración
Safocos o escalofríos
Sequedad de boca


Síntomas cardiorrespiratoriosDificultad para respirar
Sensación de ahogo
Dolor o malestar precordial


Síntomas digestivos
Sensación de nudo en la garganta o dificultad para tragar.
Diarrea.
Senasación nauseosa y malestar abdominal.

Síntomas del sistema neuromuscular
Temblores
Tensión muscular o dolorParestesias
Inquietud y dificultad para relajarse
Sensación de mareo, inestabilidad o desvanecimiento.
Desrealización: sensación subjetiva de que el entorno es extraño o irreal; sensación de cambio de la realidad.
Despersonalización: sensación subjetiva de irrealidad, entrañeza o falta de familiaridad con uno mismo, estar separado de uno mismo
Sensación de perder el control, volverse loco o miedo a morir.
Respuesta de alarma exagerada a pequeñas sorpresas o sobresaltos
Dificultad para concentrarse o sensación de tener la mente en blanco
Irritabilidad persintente
Dificultad para conciliar el sueño debido a preocupaciones
Ánimo expectante, como a la espera de malas noticias
Sensación de amenaza o indefensión
Sentimiento de incapacidad por las dificultades mnésicas y de concentración


Juan de Dios Molina Martín, Cristina Andrade de la Rosa. Psiquiatría de Cabecera, 2002. Editorial Aula Médica

Según el DSM-IV la clínica ansiosa puede presentarse de diferentes formas:



Trastorno de angustia: Es la aparición de crisis de angustia recidivantes que producen preocupación y cambios en la conducta del paciente. Puede ser:

Trastorno de angustia con agorafobia
Trastorno de angustia sin agorafobia
Las crisis de angustia son episodios súbitos que, a veces no se relacionan con un estímulo concreto. Los síntomas que aparecen son sobre todo somáticos con sensación de muerte inminente. Hay que tener en cuenta que son las urgencias psiquiátricas más frecuentes en la práctica habitual.
Al pasar el tiempo y repetirse las crisis se ponen en marcha mecanismos como son la ansiedad anticipatoria que no es mas que aparición de síntomas antes de exponerse a una situación angustiosa y conductas de evitación que son maniobras para no exponerse a la situación como puede ser no salir de casa, no coger el coche etc...

Fobia específica: Ansiedad clínicamente significativa ante un objeto concreto que produce conductas de evitación del mismo

Fobia social: Ansiedad clínicamente significativa como respuesta a exponerse al público y produce conductas de evitación de ciertas relaciones y eventos sociales.
Trastorno obsesivo-compulsivo: Existen obsesiones que causan ansiedad y para disminuirla se realizan actos para disminuirla, son las denominadas compulsiones.
Trastorno por estrés postraumático: Reexperimentar una situación traumática, como en todos los trastornos anteriores existen conductas de evitación
Trastorno por estrés agudo: Como el anterior pero existe en el momento del acontecimiento traumático
Trastorno de ansiedad generalizada: Según el DSM-IV se necesitan para el diagnóstico la existencia de preocupaciones por cosas cotidianas durante al menos 6 meses que el paciente no puede controlar. Aparecen con más frecuencia los síntomas psíquicos de ansiedad aunque tambien pueden aparecer somáticos como temblor y parestesias.
Trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica o inducido por sustancias
Trastorno de ansiedad no especificad
¿Existe solución a tantas cosas encadenadas?

Para frenar esta cascada nos tenemos que plantear el tratamiento desde varias perspectivas. Debemos tener claro que es tan importante el abordaje farmacológico como el psicológico y que sólo trabajando desde varios campos podremos llegar al éxito definitivo. El tratamiento básico se centra en tres campos:

Biológico: Descartar patología que nos pueda producir esta sintomatología puesto que una vez controlada la enfermedad se controlarán los síntomas. Descartar tambien el consumo de tóxicos que puedan provocar la sintomatología y si existiera abuso plantear un tratamiento adecuado a esta situación. Más difícil es el abordaje cuando el problema es un fármaco que el paciente necesita para el tratamiento de otra patología.
Farmacológico: Tenemos dos armas terapéuticas: Las Benzodiacepinas que son el tratamiento básico y los Antidepresivos, sobre todo los ISRS aunque tambien se pueden utilizar otros como los triciclicos aunque son menos usados o los que actúan a nivel serotoninérgico y noradrenérgico

Psicológico: Tenemos que usar técnicas de afrontamiento, de relajación etc...para que el paciente pueda usarlas cuando se encuentre de frente al problema. Para ello se pueden utilizar técnicas psicoanalíticas, conductuales o cognitivas.