amaxofobia


La primera vez yo también dije: “¿amax… qué?”. Ahora sé que “amaxofobia” es un término compuesto por amaxos, que significa “carruaje”, y fobia, que todo el mundo sabe lo que quiere decir. Quienes padecen amaxofobia sienten miedo irracional a conducir.

Un amaxofóbico cuenta su experiencia así: “me saqué el carné hace años, pero apenas conduzco. La idea de ir a según dónde me da pánico. Es superior a mí. A veces saldría corriendo del coche, y siento que la cosa es cada vez peor”. Eso es la amaxofobia.

La sufren casi un tercio de los conductores, muchas más mujeres que hombres, y suele confundirse con una especie de inseguridad que se quita con la práctica de la conducción. Pero no siempre es así: la amaxofobia requiere algo más de atención.


El miedo es una reacción natural que adoptamos para protegernos de los peligros. Los amaxofóbicos aprenden a tener miedo de situaciones que se les antojan peligrosas pero en realidad son neutras. Tener eso claro es comenzar a descubrir la irracionalidad del miedo. Luego, será útil conocer las situaciones que producen miedo para combatirlo.

Manejar un vehículo es una actividad compleja que exige de quien la ejerce una plena capacidad para percibir los diferentes estímulos que lo rodean, seleccionarlos, compararlos con su experiencia previa, decidir la respuesta adecuada y ordenar los movimientos para que esta se ejecute en el mínimo tiempo posible. Y eso no es fácil.

Un conductor poco experimentado suele salir del coche cansadísimo a nivel intelectual. Y eso es porque ha realizado un extraordinario esfuerzo por captar todos los estímulos que existían allá por donde pasaba: la señal, el semáforo, el niño de la pelota, el coche de la izquierda, el de tres barrios más allá y hasta la señora que tendía la ropa en el balcón.

La experiencia nos enseña a simplificar y seleccionar sólo los estímulos útiles para decidir qué acción emprender en cada momento y cómo llevarla a cabo en el aspecto psicomotriz: antes de llegar a una curva no es lo mismo pisar suavemente el freno que hundirlo hasta tocar el asfalto con el pie. También la respuesta del coche será diferente.

Y es que el coche no hace nada que no le pidamos nosotros. Dicho con otras palabras: no hay que aprender a controlar el coche sino a controlar nuestros pensamientos y nuestros movimientos. Y de paso hay que comprender por qué cada uno de nuestros movimientos desemboca en cada una de las respuestas del coche.

La presión del entorno y el camino hacia la solución

La conducción es un hecho social. Cuando conducimos, nos comportamos tal y como somos fuera del coche, y es la misma ansiedad del tráfico la que saca lo mejor y lo peor de cada cual. La tranquilidad, la autoestima y la motivación por la conducción segura son básicas para convivir con el resto de elementos del tráfico. Es como decir aquello de “ande yo caliente y ríase la gente”, pero llevado al mundo del volante.

El miedo atenaza cada uno de los procesos que se llevan a cabo durante la secuencia de la decisión e incluso bloquea los pensamientos previos. Suele ocurrir que los amaxofóbicos predicen negativamente las situaciones a las que se enfrentarán: “no seré capaz”. Resulta necesario dejar de lado los sentimientos para que tomen protagonismo los hechos, tanto aquellos que afectan a la naturaleza del tráfico como aquellos que afectan a la naturaleza del conductor.

Ante el sentimiento de que el tráfico es un caos sin solución cabe preguntarse si es así realmente. Pormenorizando, veremos que cada conductor se mueve siguiendo unas determinadas directrices. De la misma forma, se puede rebatir el sentimiento de que “no seré capaz”: ¿cómo sé que no seré capaz? Quizá sé que en alguna ocasión no he sido capaz, pero no tengo la certeza absoluta sobre el futuro.

La única fórmula milagrosa contra la amaxofobia consiste en trabajar el miedo. Según la gravedad del caso, puede ser imprescindible la ayuda de un especialista. En cualquier caso, daremos a continuación las bases para comprender los puntos necesarios a fin de superar el problema:

Identificar sobre el papel qué situaciones concretas del tráfico hacen saltar la alarma.
Idear con sosiego una respuesta para cada situación.
Estudiar las respuestas en voz alta hasta interiorizarlas.
Volver a conducir acompañado de alguien que nos ayude a recordar las respuestas.
Conducir adaptándose a las circunstancias, haciendo y no sintiendo.

Para finalizar, es necesario recordar que un aprendizaje se compone de éxitos y fracasos. El camino puede ser largo, pero cada vez que alguien supera un escollo aumenta su probabilidad de superar el siguiente. De la misma forma, cuanto mayor control experimenta una persona, más fácil será su integración en el tráfico.

fuente:Vía | Fundación Mapfre, amaxofobia.com

Cuando el miedo no deja vivir


Cuando el miedo no deja vivir
BBC Ciencia
Son enfermedades comunes en todos los países y causan inmenso sufrimiento.

450 millones de personas sufren algún tipo de trastorno mental como la ansiedad.
Y sin embargo la mayoría de estos desórdenes pocas veces son diagnosticados, y mucho menos tratados.

Se trata de trastornos mentales como la ansiedad o los ataques de pánico, que según los especialistas padecen una de cuatro personas.

Para informar y concienciar a la gente sobre qué son los ataques de pánico y los trastornos de ansiedad, se está llevando a cabo en Argentina una campaña nacional.

"Los trastornos de ansiedad pueden incluir los desórdenes obsesivo-compulsivos, la fobia social y el trastorno producido por estrés post-traumático y fobias", dijo a BBC Mundo el doctor José Luis Amestoy, psiquiatría de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad (AATA).


"La idea de la campaña es ayudar a los pacientes a identificar los síntomas de estos desórdenes desde sus inicios, para que los tratamientos puedan ser más eficaces y menos extendidos", afirma.

Miedo excesivo

La preocupación y la ansiedad son parte normal de nuestra vida diaria.

Nos preocupamos en el trabajo, la escuela, los resultados que obtendremos en alguna competición o cualquier otro evento.

El problema es cuando la ansiedad o la preocupación se convierten en algo más que "mariposas en el estómago".


La gente que sufre ansiedad tiende a aislarse socialmente, disminuyendo su calidad de vida.
La ansiedad excesiva es un trastorno mental que puede causar inmenso sufrimiento y que conduce a una pobre calidad de vida de quien lo padece.

La gente que sufre estas enfermedades a menudo se aísla socialmente, y empeora su calidad de vida y aumenta los riesgos de mortalidad.


El problema, dicen los especialistas, es que la ansiedad a menudo puede ser muy difícil de diagnosticar ya que en ocasiones puede carecer de síntomas obvios.

"Cuando las preocupaciones persistentes y no reales se convierten en una forma habitual de enfrentar situaciones de la vida diaria, entonces la persona está sufriendo un ansiedad patológica", dice el doctor Amestoy.

"Esta ansiedad patológica es la que persiste durante días o meses y a veces sin motivo aparente", afirma el experto.

Por lo general la persona se da cuenta que padece este trastorno por varias manifestaciones físicas y mentales.

Estos síntomas pueden ser palpitaciones, taquicardia, hormigueos, atragantamientos por sensación de ahogo o falta de aire, mareos y malestar estomacal.

Pero también pueden incluir, en el caso del ataque de pánico, una sensación de muerte inminente o miedo de volverse loco.

Ayuda


Según la Organización Mundial de la Salud, unos 450 millones de personas padecen algún tipo de trastorno mental en algún momento de su vida.

Hasta ahora no se ha logrado identificar la causa de la ansiedad, pero los expertos sugieren que puede ser desencadenada por diversos factores biológicos, la historia familiar o alguna experiencia negativa.


Generalmente la persona acude al médico cuando comienza a padecer algún síntoma como palpitaciones o taquicardia. Pero antes ya hubo un proceso de ansiedad que pasó sin ser identificado

Dr. José Amestoy, AATA
La gente, sin embargo, tiende a descartar los síntomas y a acostumbrarse a ellos, como si fueran parte normal de la vida.

"Generalmente la persona acude al médico cuando comienza a padecer alguno de los síntomas físicos como palpitaciones o taquicardia", señala el doctor Amestoy.

"Pero antes ya hubo un proceso de ansiedad que pasó sin ser identificado", afirma.

Mejor antes que después

El psiquiatra subraya la importancia de buscar ayuda médica lo más pronto posible.

Yo he atendido a gente que no sale de su casa desde hace cuatro años

José Luis Amestoy, psiquiatra
Indica que con campañas, como la que se realiza actualmente en Argentina, podrán ayudar a la gente a identificar los trastornos de ansiedad desde sus primeras etapas.

"Yo he atendido a gente que no sale de su casa desde hace cuatro años", señala José Luis Amestoy.

"Porque la gente se aísla socialmente, no se da cuenta de lo que está padeciendo o minimiza los síntomas que está teniendo y paulatinamente se va recluyendo, perdiendo calidad de vida y termina no saliendo de su casa", agrega.

Pero afortunadamente, señala el psiquiatra, existen una variedad de terapéuticas que han demostrado tener mucho éxito para tratar la ansiedad.

Estas pueden incluir desde técnicas de relajación, ejercicio físico, hasta la llamada Terapia Cognitiva Conductual, o incluso medicamentos específicos contra la ansiedad.

"Lo importante", señala el especialista "es que la gente sepa de qué se tratan estos trastornos como la ansiedad y los ataques de pánico".

"Así podrá buscar ayuda lo más pronto posible para dejar de sufrir de esa manera", concluye el psiquiatra.

fuente:bbc.ciencia

?Existe la adicción sexual¿


¿Existe la adicción sexual?
María Elena Navas
BBC Ciencia
Cada vez más gente admite estar en tratamiento de rehabilitación por su "adicción sexual".

Como toda "adicción", el sexo también puede convertirse en una conducta compulsiva.
Un importante político británico, Laidlaw de Rothiemay, de la Cámara de los Lores, confesó a la prensa en días recientes que había pasado su vida adulta luchando contra la "enfermedad".


El término nos hace pensar que el acto sexual puede crear una necesidad compulsiva -como el alcohol o tabaco- y que su privación provoca en la persona efectos nocivos físicos y mentales.

Pero ¿es realmente la adicción sexual una enfermedad?

O ¿es sólo una excusa conveniente que utilizan hombres y mujeres que son infieles?

"Sí es una enfermedad y existe realmente" dijo a BBC Ciencia el doctor Andrés Flores-Colombino, expresidente de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual.

"Es un comportamiento obsesivo compulsivo en el que la voluntad no puede oponerse a una pulsión interna y que lleva a realizar determinadas prácticas", agrega el experto.


¿Adicción?

Los expertos afirman que la adicción sexual es un trastorno grave que se cree afecta a una de cada 20 personas.

Según la organización británica de asesoramiento familiar Relate en los últimos años ha habido un gran aumento en el número de casos relacionados con conductas sexuales compulsivas.

Tal como explica el doctor Flores-Colombino, ésta no es una adicción química como la del alcohol o cocaína, sino es una adicción que tiene que ver con la práctica.


La adicción a la pornografía también puede ser una conducta obsesiva.
E igual que en la adicción al juego, se cree que está involucrado un elemento bioquímico relacionado a la liberación de dopamina en el cerebro.

"Es una necesidad compulsiva que conduce a llevar a cabo un cierto tipo de prácticas", afirma el experto.

"Y éstas son prácticas que tienen consecuencias en la esfera personal e interpersonal y que pueden ser muy destructivas".

Esto, explica el médico, debido a que un adicto sexual es incapaz de mantener un sistema de valores o compromisos de tipo social o familiar.

Los adictos sexuales a menudo son hombres, pero también hay casos de mujeres adictas al sexo.


Y la conducta puede variar desde una adicción a la pornografía hasta visitas frecuentes a prostitutas.

En general, afirman los expertos "es una forma de escape, por una baja autoestima, o sentimientos de enojo e inseguridad".

Compulsión

Según el doctor Flores-Colombino "la adicción sexual es un comportamiento que tiene todas las características de una adicción química".

"Es decir, tiene los tres elementos clásicos: la compulsión para conseguir la 'droga', la frustración cuando no se consigue y una dependencia psíquica y química", señala.

"Y esto puede conducir a muchos conflictos, tanto interiores como exteriores".

Es una necesidad compulsiva que conduce a llevar a cabo un cierto tipo de prácticas, que tienen consecuencias en la esfera personal e interpersonal y que pueden ser muy destructivas

Dr. Andrés Flores-Colombino
Otros expertos afirman sin embargo que no debería usarse el término "adicción" para describir lo que es una conducta compulsiva y obsesiva.

Hay claras diferencias, dicen, entre la respuesta de una persona a sus propias descargas de adrenalina y la necesidad de obtener una sustancia a la que el cuerpo se ha vuelto adicto.

"No deberíamos 'secuestrar' el término de adicción" afirma Glenn Wilson del Instituto de Psiquiatría de Londres.

"El concepto original de adicción es cuando ocurre un 'corto circuito' en las señales del cerebro que nos hacen sentir placer como recompensa cuando hacemos algo que tiene un valor de supervivencia, como comer o tener relaciones sexuales", afirma el psiquiatra.

"Pero me parece que tomar este concepto y afirmar que alguien es adicto al chocolate o al sexo -que son actividades con las que esperamos ser recompensados- es un argumento equivocado".

Sea adicción o conducta compulsiva, la realidad -afirman los expertos- es que el sexo no debería ser una obsesión.

Todos tenemos impulsos sexuales -algunos más otros menos- y éstos fácilmente pueden ponernos en problemas cuando no logramos inhibirlos o controlarlos.

"Son personas que tienen muchos problemas y que sufren mucho y por eso es necesario tratarse" afirma el doctor Flores-Colombino.

"Porque lo se busca, como en todo, es lograr el equilibrio y tener relaciones sexuales satisfactorias con una pareja estable".

fuente:bbc.mundo/ciencia

Científicos argentinos descubren cómo bloquear los recuerdos


Científicos argentinos descubren cómo bloquear los recuerdos
EFE. 30.04.2008 - 19:42h Lograron manipular la proteína que interviene en la memoria.
Los recuerdos no se borran del cerebro, sino que no se expresan.
Sería muy útil para tratar fobias y casos de estrés postraumático.
Científicos argentinos han demostrado que es posible bloquear recuerdos asentados en la memoria, lo que abriría el camino para tratamientos de fobias o de estrés postraumático, informó este miércoles el diario bonaerense La Nación.
El trabajo, publicado en la revista The Journal of Neuroscience, descubrió a través de experimentos con ratones una proteína clave en los procesos cerebrales que se producen en la evocación de recuerdos.


Podría significar un paso enorme en los trastornos en que un recuerdo patológico altera la vida cotidiana del afectado
La inyección de inhibidores de esa proteína permite alterar la capacidad de retención de los recuerdos evocados. "Potencialmente podría ser aplicable a casos de fobias o a personas que sufren de estrés postraumático," explicó el doctor Arturo Romano, del Laboratorio de Neurobiología de la Memoria de la estatal Universidad de Buenos Aires (UBA).
"Esta proteína regula la expresión de genes necesaria para almacenar la memoria a largo plazo. Pero si se inyecta en el cerebro un inhibidor de este mecanismo después de que el recuerdo fue evocado, se afecta la retención," agregó Romano.

Aunque aún falta probar si estas investigaciones pueden ser aplicadas en seres humanos, el investigador Carlos Baratti aclaró que "la memoria no es borrada del cerebro, sino que no se expresa."

"Esto podría significar un paso enorme en algunos trastornos en que un recuerdo patológico altera la vida cotidiana del afectado", agregó Baratti, director del Laboratorio de Neurofarmacología de Procesos de Memoria de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.


Un innovador estudio ha demostrado que intensivo cognitivo-conductual puede cambiar la actividad en ciertas áreas del cerebro. El descubrimiento podría tener importantes implicaciones clínicas hablar sobre cómo mejorar las terapias la función cerebral y promover la salud mental. Los investigadores descubrieron cambios significativos en la actividad en determinadas regiones del cerebro puede producirse con tan sólo cuatro semanas de terapia diaria en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (OCD). Los resultados se publican en la revista Molecular Psiquiatría. Los resultados se publicano en la revista Molecular Psiquiatría.


"El estudio es interesante porque nos dice más acerca de cómo cognitivo-conductual de terapia para el TOC obra y pone de manifiesto que tanto robusto clínica mejoras y los cambios en la actividad cerebral se producen después de sólo cuatro semanas de tratamiento intensivo", dijo Saxena.

TOC es un trastorno de ansiedad en los que una persona razonable temores o preocupaciones que tratan de gestionar a través de conductas compulsivas ritualiza para reducir la Ansiedad. Por ejemplo, un paciente puede experimentar la necesidad urgente de realizar ciertos rituales, como lavarse las manos repetidamente o comprobar que el horno está apagada o la puerta está bloqueada. repetidamente o

en el pasado utilizando los estudios de imagen cerebral de los pacientes con TOC han demostrado que la elevada actividad a lo largo de los circuitos subcorticales del cerebro disminuye en respuesta al tratamiento con inhibidores de serotonina reuptake (ISR), medicamentos o cognitivo-conductual.

Sin embargo, la mejoría clínica de síntomas de OCD se esperaba que requieren hasta 12 semanas de terapia conductual o tratamiento de la medicación, los tratamientos estándar para el TOC.

Sólo un puñado de estudios han examinado cómo la terapia afecta la función cerebral, y todos los estudios anteriores han examinado los cambios a lo largo de varios meses de tratamiento.

Saxena y colegas en la Escuela David Geffen de Medicina en UCLA hecho dos nuevos descubrimientos en su estudio de 10 pacientes con TOC y 12 sujetos control. Saxena y

"En primer lugar, descubrimos cambios significativos en la actividad cerebral únicamente como el resultado de cuatro semanas de intensas cognitivo-conductual", "En segundo lugar, estos cambios fueron diferentes a las observadas en los últimos estudios después de un estándar de 12 semanas enfoque terapéutico utilizando SRI medicamentos o terapia conductual semanal". "En Segundo lugar, Estos cambios fueron DIFERENTES a las observadas en los Últimos estudios después de un estándar de 12 semanas enfoque TERAPÉUTICO UTILIZANDO SRI medicamentos o terapia conductual Semanal. "

Los investigadores obtuvieron tomografía por emisión de positrones (PET) scans de los diez pacientes con TOC, tanto antes como después de que recibió cuatro semanas de una terapia conocida como "la exposición y prevención de respuesta," que gradualmente desensitizes pacientes a las cosas que provocan temores obsesivos o preocupaciones.

"Este es el principal tipo de terapia utilizada para el TOC. "Este es el principal tipo de terapia utilizada para el TOC. Se enseña a los pacientes a que presten atención a sus experiencias internas y tolerar los pensamientos de miedo, sin tener que actuar sobre ellos", dice Saxena.

"Ellos aprenden que nada de lo terrible que sucede en caso de que se abstengan de sus habituales conductas compulsivas".

Los sujetos durante el control no recibió ningún tratamiento y fueron escaneadas en dos ocasiones, además de varias semanas, y los cambios metabólicos en el cerebro se compararon entre los dos grupos. Los Sujetos normales de control no recibió tratamiento

Datos. Después de cuatro semanas de tratamiento y sin ningún tipo de cambios en la medicación, los pacientes con TOC mostraron mejoras significativas en los síntomas OCD, depresión, ansiedad y funcionamiento general.

El PET scans de pacientes con TOC demostrado descensos significativos en el metabolismo de la glucosa - una medida de la actividad de células del cerebro - a la derecha y la izquierda tálamo después del tratamiento.
después del tratamiento. Estas son áreas del cerebro involucradas en el TOC y donde los cambios se han visto en numerosos estudios anteriores después de más largo plazo del tratamiento.

Sin embargo, los escáneres PET en el presente estudio también mostró un aumento significativo de la actividad en una zona del cerebro llamado el derecho dorsal anterior cingulate cortex, una región que participan en la reevaluación y la represión de emociones negativas.

El aumento de actividad en esta región correspondió a la OCD de los pacientes mejora en los síntomas clínicos después de las cuatro semanas de terapia intensiva. El aumento de Actividad en esta región correspondió a la OCD de los pacientes mejora en los Síntomas CLÍNICOS después de las cuatro semanas de Terapia Intensiva.

La actividad en esta área ya había sido encontrado después de aumentar cognitivo-conductual para la depresión mayor. LA ACTIVIDAD en esta área ya había sido encontrado después de Agrandar cognitivo-conductual para la depresión mayor. Por lo tanto, los investigadores teorizan que la respuesta a cognitivo-conductual a través de una variedad de trastornos pueden requerir la activación de la dorsal anterior cingulate cortex, según Saxena. Por lo tanto, los Investigadores teorizan QUE LA RESPUESTA una cognitivo-conductual a través de una variedad de TRASTORNOS Pueden requerir la activación de la dorsal anterior cingulate cortex, según Saxena.

Los antidepresivos aumentan el riesgo de sangrado GI
Además, el peligro aumenta si los medicamentos se combinan con ciertos analgésicos, según encuentra un estudio

Envíe este artículo por correo electrónico
Suscríbase al servicio de noticias
Version para impresión


(FUENTE: Wake Forest University Baptist Medical Center, news release, Oct. 8, 2007)


VIERNES 12 de octubre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los medicamentos antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), entre los que se encuentran Celexa, Paxil, Prozac y Zoloft, pueden duplicar el riesgo de sangrado gastrointestinal. Esta amenaza es más de seis veces mayor si los pacientes toman aspirina y ciertos analgésicos en conjunto con los ISRS, según encuentra un estudio reciente.

"Los profesionales clínicos que recetan estos medicamentos deben ser conscientes de riesgo potencial y tal vez necesiten considerar alternativas", afirmó en una declaración preparada el Dr. Sonal Singh, investigador principal y profesor asistente de medicina interna en la Facultad de medicina de la Universidad Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte.

Su equipo publicó los hallazgos en la revista Alimentary Pharmacology & Therapeutics.

Además de la depresión, los ISRS también se usan para tratar el trastorno de pánico y el trastorno obsesivo-compulsivo. Cada vez hay más evidencia de que los ISRS podrían estar relacionados con sangrado gastrointestinal (GI) superior.

Singh y sus colegas analizaron datos de cuatro estudios en los que participaron 153,000 pacientes. Encontraron que los que tomaban ISRS eran casi el doble de propensos a desarrollar sangrado GI superior que las personas que no los tomaban.

Cuando los pacientes que tomaban ISRS también tomaban medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como aspirina, Aleve y Celebrex, eran seis veces más propensos a desarrollar sangrado GI que las personas que no tomaban ninguno de los dos tipos de medicamento.

El uso combinado de ISRS y AINE podría tener un "efecto sinérgico" que aumenta sustancialmente el riesgo de sangrado GI superior más allá del riesgo que representa cada tipo de medicamento por separado, sugirieron los autores del estudio.

"Si bien el riesgo de un individuo podría aumentar en sólo una pequeña medida, el impacto en la población general probablemente sea sustancial teniendo en cuenta la gran cantidad de personas que usan estos medicamentos", apuntó Singh.

Singh y sus colegas calcularon que uno de cada 411 pacientes mayores de cincuenta años que toma un ISRS y uno de cada 82 que toma un ISRS y un AINE son propensos a desarrollar sangrado GI que requiera hospitalización.

Más información

fuente:canabiscafe

la eficacia del THC (dronabinol) en personas con TOC:




la eficacia del THC (dronabinol) en personas con TOC:

Casos clínicos de eficacia del THC en el trastorno obsesivo compulsivo

Científicos de Berlín, Alemania, han publicado en el American Journal of Psychiatry dos casos de trastorno obsesivo compulsivo tratados con éxito con THC oral. Los dos pacientes, una mujer de 38 años y un hombre de 36, eran refractarios al tratamiento convencional, consistente en neurolépticos y antidepresivos. Después de que la primera paciente informara a sus médicos que fumar cannabis aliviaba sus síntomas, éstos le añadieron al tratamiento que tomaba(clomipramina) 10 mg de THC tres veces al día, lo que se tradujo en una disminuciónsignificativa de los síntomas a los 10 días. El segundo paciente recibió dronabinol, a dosis paulatinamente creciente hasta alcanzar 10 mg de THC dos veces al día, añadido a su medicación habitual. A las dos semanas se observó una reducción significativa de los síntomas.

La enfermedad obsesivo compulsiva es un trastorno psiquiátrica de ansiedad caracterizado, principalmente, por ideas obsesivas, angustiantes y pensamientos intrusos, y sus correspondientes compulsiones (tareas o "rituales") que tratan de neutralizar las obsesiones. Muchos pacientes no responden bien a los medicamentos convencionales, que por otra parte también pueden causar importantes efectos secundarios. Sobre la base de la observación de la eficacia del THC en el tratamiento de los tics en el síndrome de Tourette y de que dicho síndrome puede estar relacionado genéticamente con el trastorno obsesivo compulsivo, los investigadores deducen que el THC podría también reducir los síntomas de este.

El breve artículo (una carta al editor) está disponible en: http://ajp.psychiatryonline.org/cgi/...urcetype=HWCIT

(Fuente: Schindler F, Anghelescu I, Regen F, Jockers-Scherubl M. Improvement in refractory obsessive compulsive disorder with dronabinol. Am J Psychiatry. 2008 Apr;165(4):536-7.)

Trastorno Obsesivo Compulsivo (T.O.C)


Dentro de los llamados “Trastornos de ansiedad” se destaca el Trastorno Obsesivo Compulsivo (T.O.C).
Su nombre se debe a que la persona se siente invadida de pronto por una idea que viene a su mente de manera intrusiva y la cual no puede ser evitada (Idea Obsesiva).
Como esta idea obsesiva provoca en el individuo una gran incomodidad, que se refleja en un importante grado de ansiedad, va a tratar de disminuir este estado angustioso mediante acciones repetitivas, “Compulsivas”, que se conocen con el nombre de “Rituales”.
Típicamente, el enfermo de T.O.C tiene pensamientos intrusivos que le aparecen generando ansiedad, dudas, incomodidad o la urgencia de realizar un ritual.
El realizar las acciones que comprenden el ritual le va a producir un alivio de la ansiedad, siempre transitorio, reduciendo los pensamientos negativos.
A la persona se le presentan dudas, e indecisiones que lo llevan a sobreestimar, a “exagerar” la probabilidad de un daño o peligro. Por lo cual su pensamiento se va a caracterizar por tener creencias irracionales asociadas a este daño.
Por ejemplo, un hombre que vive obsesionado porque su casa puede llegar a incendiarse, va a revisar varias veces las estufas, la cocina y las llaves de gas antes de salir y se va a sentir de algún modo aliviado después de haber repetido sus compulsiones varias veces para asegurarse de que todo está en orden.
O sea, que la obsesión que produce ansiedad resulta temporariamente aliviada por la compulsión y el hombre de nuestra historia siente que es “bueno” ser tan precavido y verificar.
Con el agravamiento de este circuito: Obsesión-Compulsión-Reaparición de la Compulsión, el individuo se ve obligado a realizar rituales cada vez más complejos, más complicados, que le llevan cada vez más tiempo, a fin de disminuir temporariamente la ansiedad.
Por lo cual se ve amenazada seriamente su calidad de vida, teniendo que dedicarle cada vez más momentos del día a sus rituales o evitando exponerse a situaciones que sabe que le van a provocar ansiedad.
Un claro ejemplo de T.O.C es el personaje que interpreta Jack Nickolson en la película “Mejor, imposible”, quien progresivamente va reduciendo el contacto con otras personas a raíz de su desmedido temor a la suciedad y las enfermedades.
El ritual compulsivo es definido como una secuencia de comportamiento, que la persona se ve obligado a realizar a pesar de que reconozca que no tiene ningún sentido.
De la misma manera, la idea obsesiva se presenta en el pensamiento “a la fuerza”, generando malestar, aunque quien lo padece reconoce que la misma es totalmente absurda.

En este cuadro llamado T.O.C puede realizarse una clasificación de acuerdo al tipo de Idea Obsesiva y del Ritual implicado:

Lavadores y Limpiadores

Pensamiento Obsesivo: “Estoy contaminado” “Si toco esto me va a contagiar” “Todavía no me lavé lo suficiente”

Compulsiones Comunes: Lavarse las manos repetidamente, bañarse, limpiar y desinfectar superficies u objetos del hogar.



Verificadores

Pensamiento Obsesivo: “¿Habré cerrado bien las puertas, las ventanas, las llaves de gas?”
“¿Habré atropellado a alguien con el auto sin darme cuenta?”
“¿Le di demasiado medicamento a mi hijo enfermo?”
“¿Habré dejado vidrios rotos en el piso?”

Compulsiones Comunes: Verificación repetida de llaves eléctricas, de gas, canillas, cerraduras, frenos del auto, etc.
Control repetido de correspondencia, u documentos a enviar.
Desandar el camino con un vehículo a fin de cerciorarse de no haber dañado a alguien.



Repetidores

Pensamientos Obsesivos: “Un familiar puede tener un accidente” “Soy un pecador o mala persona”

Compulsiones Comunes: Repetir una acción hasta que desaparezcan los miedos, por ej. Vestirse y desvestirse, entrar o salir de una habitación, etc.
Cumplir secuencias de acciones en un orden específico.



Ordenadores

Pensamientos Obsesivos: “Las cosas están desordenadas o fuera de lugar” “La ropa o las sábanas están arruinadas o mal planchadas”

Compulsiones Comunes: Ordenar las cosas de una manera “correcta”
Ordenar los objetos de manera simétrica o siguiendo ciertas reglas.



Coleccionistas

Pensamientos Obsesivos: “¿Qué pasa si un día necesito y no lo encuentro?” “¿Y si lo tiro y después lo necesito?”.

Compulsiones Comunes: Coleccionar objetos inútiles.
Ordenar las cosas de un modo particular.

Ritualistas Mentales

Pensamientos Obsesivos: Autocríticas excesivas o críticas a los demás.
Culpas, rigidez o remordimientos por el pasado.

Compulsiones Mentales: Repetir mentalmente frases o rezar.
Contar o hacer listas mentales.



Como ya dijimos, el T.O.C no es sólo sumamente molesto para quien lo padece, sino que se ve seriamente disminuida su calidad de vida en forma progresiva al ir aumentando la cantidad de objetos o situaciones evitadas.
Actualmente este Trastorno es totalmente tratable, y con muy buen pronóstico, mediante psicoterapia, conjuntamente con la consulta a un médico psiquiatra.
Mediante la utilización de diferentes técnicas se va logrando que el paciente disminuya en forma paulatina la secuencia: Idea Obsesiva-Ritual, recuperando la calidad de vida perdida y sobre todo, recuperando el control sobre su propia vida. De manera que sea la persona la que guía sus pensamientos y no los pensamientos los que dominen a la persona.



Roberto César González.
Licenciado en Psicología
“artesanos”

Antes del desarrollo, éstos escritos que tan sabiamente hace Robert Burton y en los cuales nos narra perfectamente claro el modo en que un enfermo de Toc, vivencia determinadas circunstancias, ante sus síntomas:
“… el individuo no se atrevía a atravesar un puente, pasar cerca de un embalse
o peñasco o permanecer en una habitación con vigas, por miedo a que tuviera
tentaciones de ahorcarse, ahogarse o precipitarse. Si se hallaba ante un
auditorio silencioso, como por ejemplo en un sermón, temía que pudiera
proferir en voz alta e incontroladamente palabras indecentes y malsonantes…”
Robert Burton.: “The Anatomy Melancholy”, (1883).

Según el DSM-IV (manual de psiquiatría) que se utiliza para hacer los diagnósticos de las distintas enfermedades, el TOC es una enfermedad que se encuentra dentro de los Trastornos de Ansiedad “Trastorno obsesivo-compulsivo”
Quien padece de éste Trastorno manifiesta obsesiones y compulsiones, manifestaciones éstas que son reconocidas por sí mismo como de naturaleza “excesivas e irracionales” pero ante las cuales no puede oponerse, y se presentan a éste como un malestar que interfiere en su rutina, y vida diaria, en su cotidianeidad (vida laborar, familiar, etc. ).

Entonces ¿Que es el Trastorno Obsesivo Compulsivo?

Es un trastorno ansiógeno, que hace que quien lo padece tenga un pensamiento, temor o preocupación, que puede discriminar como irracional, pero que para superar la ansiedad que éste le produce, muchas veces o siempre lo hace desarrollando una actividad en forma de ritual.
En cuanto a esos pensamientos e imágenes mentales que siente como perturbadores y frecuentes, son las llamadas obsesiones y los rituales que realiza para evitarlos o disminuirlos en intensidad ansiógena, se les llama compulsiones.

Hablemos ahora de las Obsesiones
Son muchas y variadas las obsesiones que padecen los enfermos de TOC. Éstas se manifiestan en forma de pensamientos, temores y también preocupaciones.
Estas obsesiones se repiten con mucha frecuencia y producen en el enfermo un gran monto de ansiedad, y si bien éste muchas veces discrimina que son exageradas razonando de ese modo, no puede a pesar de esto controlar su repetición, aparición y la ansiedad y angustia que éstos le producen.
Aquí algunas obsesiones más comunes, aunque en la clínica he encontrado algunas totalmente diferentes a éstas:
- Ante la suciedad o los gérmenes, una excesiva o exagerada preocupación
- Duda permanente (si cerró la puerta, si cerró el gas, si puso la alarma, etc.
- Rigurosidad en colocar en un orden determinado los objetos, si alguien los cambia de lugar, los vuelve nuevamente a colocar
- Temor a dañar a seres muy queridos, aunque discrimina que sería imposible que les haga daño, por ejemplo a sus hijos, padres, hermanos, etc.
- Ocupa mucho tiempo en ordenar herramientas, cubiertos, enceres, etc.
- Puede sentir pensamientos intrusos que están contrarios a sus más profundos valores, o creencias que pueden ser religiosas, políticas, etc.
- Pensamientos de realizar actos aberrantes y totalmente contrarios a sus convicciones

Es importante saber que quien padece de Toc tiene claro que sus pensamientos e imágenes intrusas, son irracionales, pero esto no le ayuda a la hora de frenarlos o impedirlos, no puede hacerlo.

Entonces en la búsqueda de una solución, y como modo de librarse de ellos, es entonces que adopta un comportamiento compulsivo, y aquí aparecen los rituales.
Entonces y para que quede claro, las compulsiones son conductas repetitivas y en forma de ritual que el paciente realiza y como modo de reducir o frenar la ansiedad que las obsesiones le producen.
Aquí una enumeración de las compulsiones más comunes:
- lavarse las manos repetidamente
- volver a revisar y en forma reiterada que ha cerrado la puerta
- poner en absoluto orden todos los objetos de la alacena (placard, baño, etc.)
- volver a poner el florero en el centro exacto de la mesa, y observar desde distintos
ángulos que esté exactamente en el centro, equidistante de todos los puntos.

Tarea que le puede llevar desde minutos hasta horas, cada día. Esto por lo tanto le afecta en toda su vida de relación, de trabajo, de familia, social, etc.

¿En qué etapa de la vida se produce el Trastorno Obsesivo Compulsivo?

Generalmente comienza en la adolescencia, o juventud, pero también hay casos en que se ha dado en niños. No hay relación en cuanto a sexo, es decir se da tanto en varones como en mujeres y puede tener origen familiar, aunque yo he notado en los varios casos que se han presentado en la consulta, que en muchos, no en todos, podría suponerse que está relacionado con una educación muy rigurosa, y también he visto casos en que se lo ha podido relacionar con violencia en ésta educación, de parte del progenitor que manifestaba su conducta también obsesiva y rigurosa.
Es posible que el TOC también esté acompañado por otros tipos de ansiedad, fobias, a veces manifiesta depresión, y por otro lado también es común que como modo de evitar situaciones de enfrentar sus obsesiones recurra a alcohol o drogas para aliviar su ansiedad, sin éxito por supuesto.

Hay tres características que deben estar presentes en el enfermo de TOC y son:

- Su actividad le insume al menos una hora en el día
- Siente mucha angustia por sus obsesiones y compulsiones
- No puede por impedimentos de éstos desarrollar una vida normal

TRATAMIENTO DEL TOC

Generalmente el paciente que llega a mi consultorio lo hace luego de haber transitado el consultorio y tratamiento psiquiátrico con psicofármacos, y también el consultorio de algún otros especialista psicólogo/a, y buscando una respuesta satisfactoria pues entiende que las anteriores no le satisfacen ya sea porque quiere dejar el tratamiento medicamentoso, y al hacerlo recrudecen sus síntomas o porque siente que la terapia que está haciendo es muy larga, y quiere una respuesta más corta a su problema. Aunque también hay personas que nunca antes han hecho tratamiento, y asisten por primera vez a la consulta para solicitar ayuda que le permita vivir una vida mejor.

De uno u otro modo viene a la consulta y ya sabe que el tratamiento que yo aplico es mediante las llamadas Terapias Breves, con o sin aplicación de Hipnosis.

Entonces ante esto, si el paciente está tomando medicación, lo que hago es conectarme en forma directa con su psiquiatra, y a partir de ahí comienzo el tratamiento psicológico, pero de modo que con éste otro especialista llevar el tratamiento tendiente a la disminución de los síntomas y cura, y paralelamente a éste se le va retirando paulatinamente la medicación, pues lo que se busca es que el paciente al avanzar la terapia psicológica, y disminuir los síntomas, baya dejando la medicación.
Cuando el paciente se presenta para el tratamiento y no ha asistido previamente al médico psiquiatra, evalúo el nivel de gravedad de sus síntomas, y derivo a éste especialista únicamente si la gravedad es tal que necesite sí o sí del tratamiento medicamentoso además del psicoterapéutico.

Entonces el paciente comienza la psicoterapia, y como primera medida lo que voy haciendo es establecer elementos de psicoeducación, decirle de qué se trata su problema y que es importante que tanto éste como su familia conozcan de qué se trata la patología, y por ende éste deje de sentir vergüenza por no poder modificar todo lo que conlleva mentalmente y en conductas la misma, y así mismo su familia logre entender qué es lo que le pasa al enfermo, y que precisamente se trata de una enfermedad, y también explicarles en qué va a consistir el tratamiento y entonces la solución a esto que es evidentemente un problema y no sólo para el paciente, sino para toda su familia. Aclaro para quien no conoce de ésta patología, que es sumamente inexplicable para los allegados a un enfermo de Toc el entender sus conductas de ritual.

También encuentro muy importante y ya en cuanto a mi tarea de psicólogo clínico, el hacer conocer al menos en lo entendible por ellos, en qué consiste las técnicas que yo aplico para la cura de éste enfermedad, desde la orientación Cognitivo.Conductual, y porqué deberían éstos confiar en que mediante ésta el paciente encontrará la cura, y por ende dejará de sufrir como consecuencia de todo lo que le produce el Toc.

El modo en que enfoco el tratamiento siempre va a estar en cuanto a procedimientos, con la aplicación de ésta metodología previamente mencionada, la de la “Exposición con Prevención de Respuesta” tanto con aplicación o no de Hipnosis, siendo ésta aplicada la respuesta al tratamiento y /o cura siempre es en un tiempo mucho menor. Ésta estrategia de tratamiento consiste en exponer a la persona a las imágenes, objetos, personas o cosas que le producen la ansiedad y las consiguientes obsesiones, pero impedirle que realice las compulsiones o rituales, que normalmente ésta realiza como modo de disminuir la ansiedad que éstas le producen, por ejemplo hacer que se lave las manos una sola vez, e impedirle que lo haga otra vez, de modo que va a estar con sus manos sucias, por un tiempo más o menos largo, mientras más avance el tratamiento el tiempo va a ser mayor hasta eliminar el síntoma.

Lo explicitado aquí es sólo un ejemplo simple de un tratamiento mucho más complejo, que incluye muchas más estrategias.
Utilizo también la exposición imaginaria si el contenido de las obsesiones no es posible de manejar como el ejemplo anterior. Se hace una exposición reiterada hasta disminuir y eliminar la ansiedad que ésta obsesión produce.

Lo anterior repito ha sido la enunciación de sólo dos técnicas, las más usadas y para las obsesiones y rituales más comunes, para otros tanto de obsesiones sin ritual, o con éste oculto, se utilizan otras técnicas más complejas.

Algunos pacientes que padecen de Trastorno de Ansiedad Generalizada, con trastorno de pánico con o sin agorafobia, pueden desarrollar también síntomas obsesivos, pero dentro de su sintomatología, si bien sus síntomas o pensamientos ansiógenos son tomados como relativamente reales, rara vez manifiestan o desarrollan rituales para calmar su ansiedad.





Nota: Lic. CRISTINA HEINZMANN
Psicóloga Clínica - Hipnólogo Clínico
Centro Psicológico Compartir
Terapia Psicológica en Línea
T.Gestalt-T.Cognitivo.Conductual-T. Hipnosis

"No podía hacer algo sin un ritual



"No podía hacer algo sin un ritual. Estos rituales trascendían a todos los aspectos de mi vida. Para mí, era muy importante contar. En la noche, cuando ponía mi despertador, tenía que hacerlo en un número que no sumara un "mal" número. Si mi hermana tenía 33 años y yo 24, no podía dejar la televisión en el canal 33 o en el 24. Me echaba champú tres veces en lugar de una porque tres era un número de suerte y uno no lo era. Me demoraba mucho al leer porque contaba las líneas de cada párrafo. Si estaba escribiendo una tarea para mi examen en la escuela no podía tener cierto número de palabras en una línea si sumaban un mal número. Siempre estaba preocupada pensando que si no hacía cierta cosa mis padres iban a morir. O me afligía hacer algo que causara daño a mis padres lo cual era totalmente irracional. No podía usar nada que dijera Boston porque mis padres eran de ahí. No podía escribir la palabra "muerte" porque me preocupaba que algo malo sucediera."

"El vestirme en las mañanas era muy difícil porque yo tenía una rutina y si me desviaba de ella, tenía que volverme a vestir. Yo sabía que esos rituales no tenían sentido pero no parecía que pudiera sobrepasarlas hasta que me sometí a terapia."

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno caracterizado por presentar pensamientos o rituales de ansiedad que usted siente que no puede controlar. Si usted padece de TOC, como se le conoce, puede estar plagado de pensamientos o imágenes persistentes indeseables o por la necesidad urgente de celebrar ciertos ritos.

Usted puede estar obsesionado con los gérmenes o la mugre y en ese caso se lava las manos una y otra vez. Puede estar lleno de dudas y sentir la necesidad de reconfirmar las cosas repetidamente. Puede estar preocupado por pensamientos de violencia y teme hacer daño a las personas que están cerca de usted. Puede pasar largos períodos de tiempo tocando las cosas o contando; puede estar preocupado por el orden y la simetría; puede tener pensamientos persistentes de llevar a cabo actos sexuales que le son repugnantes; o puede afligirle tener pensamientos que van contra su religión.

Los pensamientos o las imágenes preocupantes se llaman obsesiones y los rituales que se celebran para tratar de prevenirlas o disiparlas se llaman impulsos o compulsiones. No es placentero celebrar estos ritos que se siente obligado a hacer; únicamente siente descanso temporal de la incomodidad causada por la obsesión.

Muchas personas saludables pueden aceptar tener algunos de estos síntomas de TOC, tales como revisar la estufa varias veces antes de salir de la casa. Pero se diagnostica el trastorno únicamente cuando dichas actividades consumen cuando menos una hora al día, son muy angustiosas o interfieren con la vida diaria.

Muchos adultos con este problema de salud reconocen que lo que están haciendo no tiene sentido pero no pueden evitarlo. Sin embargo, muchas personas, especialmente niños con TOC, pueden no comprender que su comportamiento está fuera de lo normal.

El TOC afecta a hombres y a mujeres aproximadamente en igual número y aflige a más o menos 1 de cada 50 personas. Puede aparecer en la niñez, en la adolescencia o en la edad madura pero como promedio se detecta en los jóvenes o en los adultos jóvenes. Un tercio de los adultos con TOC experimentaron sus primeros síntomas en la niñez. El curso que sigue la enfermedad es variable; los síntomas pueden ir y venir, mitigarse por un tiempo o empeorar progresivamente. La evidencia de que se dispone sugiere que el TOC puede venir de familia.

Los pensamientos o las imágenes preocupantes se llaman obsesiones y los rituales que se celebran para tratar de prevenirlas o disiparlas se llaman impulsos o compulsiones. No es placentero celebrar estos ritos que sesiente obligado a hacer; únicamente siente descanso temporal de la incomodidad causada por la obsesión.

. Además, algunas personas con TOC sufren de trastornos alimenticios. También pueden evitar las situaciones en las cuales tengan que enfrentarse a sus obsesiones. O pueden tratar, sin éxito, de usar alcohol o drogas para calmarse. Si el TOC se agrava seriamente puede interponerse entre una persona y su empleo o evitar que esa persona asuma responsabilidades normales en su casa, pero por lo general no llega a esos extremos.

La investigación ha dado como resultado medicamentos y tratamientos de comportamiento que pueden beneficiar a las personas con TOC. Una combinación de los dos tratamientos casi siempre ayuda a la mayoría de los pacientes. Algunos individuos responden mejor a una terapia y otros requieren una distinta. Dos medicamentos que han probado ser efectivos en el tratamiento del TOC son la clomipramina y la fluoxetina. Sin embargo, varios más parecen ser prometedores y podrán obtenerse en un futuro cercano.

La terapia de comportamiento, específicamente una llamada prevención de respuesta, también ha demostrado ser buena en el tratamiento del TOC. Consiste en exponer a la persona a lo que causa el problema y luego ayudar al o la paciente a hacer a un lado el ritual acostumbrado; por ejemplo, hacer que el o la paciente toque algo sucio y después no se lave las manos. Esta terapia frecuentemente tiene éxito en pacientes que completan un programa de terapia de comportamiento, aunque los resultados han sido menos favorables en algunas personas con TOC y con depresión.

(Esta información sobre trastornos Obsesivo-Compulsivos procede del National Institute of Mental Health)

¿Quien no tiene una manía, una pequeña obsesión que va y viene, un temor oculto a que pase algo?


¿Quien no tiene una manía, una pequeña obsesión que va y viene, un temor oculto a que pase algo?


Generalmente escuchamos a muchas personas decir “maniático!!!!” o “qué manía tienes no???” o “eres un enfermo, qué manía de hacer las cosas así!!!” y etc, etc, etc. Lo cierto, es que se puede decir que casi todo el mundo tiene un poco de ese bicho maniático que hace que hagamos ciertas cosas de alguna manera un poco especial. Así, nuestras manías pueden estar referidas al orden, hacer repetidas veces una misma cosa o sentir obsesión por algo.

Cuando estas cosas, triviales en apariencia, interfieren en la vida de una persona, se convierten en una desesperante enfermedad: los trastornos obsesivo compulsivos. Sin embargo, entre el 1 y el 2 por ciento de la población convive amigablemente con algunos de esos síntomas. La ansiedad suele estar detrás de la mayor parte de esta «locura de la duda»

Lavarse las manos cuarenta veces al día, ordenar el escritorio milimétricamente, tardar cinco horas en vestirse, andar pisando sólo las baldosas rojas, creer que encender un cigarro supone el comienzo de un pavoroso incendio, limpiar excesivamente...y la lista continúa interminablemente porque el rosario de «manías» de los enfermos que padecen trastornos obsesivos compulsivos (TOC) es largo y sorprendente.

Aunque esta palabra, «manía», tiene un significado diferente en argot psiquiátrico (fase de euforia de un paciente depresivo bipolar), aquí emplearemos su acepción popular. Se trata de una patología grave y que incapacita en gran medida a quien la padece, tal y como llevó a las pantallas de cine el actor Jack Nicholson en la película «Mejor imposible». Su papel de enfermo obsesivo compulsivo era fiel a la realidad. Según los expertos, en las dos últimas décadas se ha avanzado enormemente en su tratamiento, que pasa por la administración de algunos fármacos antidepresivos y de psicoterapia que intenta modificar los impulsos irracionales.

Todos tenemos, sin embargo, pequeñas manías u obsesiones que nos acompañan durante años y que no tienen por qué constituir una enfermedad. Entre el 1 y 2 por ciento de la población muestra síntomas obsesivo compulsivos que no llegan a constituir una patología, según estudios realizados en Estados Unidos.

Hay que diferenciar, pues, entre la conducta obsesiva de ciertos sujetos perfeccionistas, detallistas e hiperresponsables de los pacientes psiquiátricos que necesitan del apoyo de profesionales para salir del pozo sin fondo de las obsesiones.

Un ejemplo ilustre de enfermo de TOC fue Juan Ramón Jiménez, un poeta obseso de la limpieza y de los escrúpulos morales (ideas obsesivas relacionadas con la religión). En él, ganador del Nobel, los trastornos obsesivo compulsivos se mezclaban con episodios depresivos que le postraban en la cama durante meses. Un caso raro, porque la mayor parte de las personas aquejadas de dicha dolencia suelen perder la mayor parte de su vida profesional y personal por el camino. Por el contrario, una personalidad obsesiva fue la del monarca Felipe II. Perfeccionista, detallista y meticuloso, el Rey destacaba por su forma de ser monolítica, casi tan fría y gris como las paredes del monasterio de El Escorial, que mandó construir tras años de estudiados preparativos.

¿Cómo se diferencia un personalidad obsesiva de un enfermo obsesivo compulsivo?


El enfermo tiene muchos síntomas que empiezan a aparecer en la adolescencia, mientras que una obsesión es algo inocuo que tenemos todos, desde una musiquilla que se viene a la mente inevitablemente hasta pequeños tics sin los cuáles es difícil hacer algunas cosas. «Incluso las supersticiones tienen un carácter ritual de obsesión. Eso es lo que explica que alguien piense que por pasar debajo de una escalera le va a pasar algo terrible. Los enfermos severos lo que creen es que si encienden un cigarro ahora, va a haber un incendio en Nueva York. Ellos saben que son cuestiones absurdas, pero sufren muchísimo por su causa».

Un trabajador con personalidad obsesiva es muy valorado profesionalmente en nuestra sociedad, se llega a decir que «Son personas con un sentido de la responsabilidad extremo que no pueden dejar nada para el día siguiente, se llevan trabajo a casa y les gusta cuidar todos los detalles. También son individuos más vulnerables a la depresión o la ansiedad porque su forma de ser es muy rígida». Por otro lado, se ha llegado a descubrir que el 75 por ciento de los enfermos que sufren TOC responden a perfiles ordenados y perfeccionistas, mientras que el 25 por ciento restante son personas que no se identifican con un carácter obsesivo, lo que abre un nuevo interrogante.

Defensa frente a la ansiedad


La conducta compulsiva es un mecanismo de defensa frente a la angustia, de ahí que la ansiedad sea una de las principales causas de este trastorno. Las «manías» son conductas rituales, repetitivas, que no tienen finalidad, pero que tranquilizan al sujeto que las realiza en cierta manera. A juicio de los expertos consultados, los enfermos neutralizan su angustia con la creencia irracional de que llevando a cabo esa actividad repetitivamente controlan la situación. Por ejemplo, creen que lavándose las manos cien veces van a evitar el riesgo de contagio. Otra conducta compulsiva frecuente es la de comprobación. Es típico el ejemplo de la persona que sale de casa y tiene que volver porque no está segura de si ha echado la llave o si se ha dejado los fuegos de la cocina encendidos. Regresar le tranquiliza, aunque se encuentre todo en orden. También, el del sujeto que se levanta todas las noches para ver si está el gas cerrado. Son casos que se salen de la normalidad porque seguramente interfieren en sus vidas privadas.

Al ser un mecanismo de defensa contra la angustia, se da en quienes no controlan bien su ansiedad y se ven expuestos a que este mecanismo les afecte. «El enfermo compulsivo es como la huerta que está al lado del río; cada cierto tiempo el caudal crece e inunda las lechugas. El dueño decide protegerse contra el agua construyendo una enorme tapia, pero las lechugas se mueren igual porque no les da el sol. Este sistema de defensa es algo similar: si el eliminar la ansiedad lleva aparejada una conducta obsesiva, el sistema no funciona», indican especialistas. Mientras el paciente lleva a cabo la conducta obsesiva no está angustiado, aunque todo el entramado que rodea a las obsesiones y compulsiones sí es angustioso.

El principio básico por el que la compulsión defiende de la ansiedad es la repetición. Al repetir, «controla» la situación; las personas obsesivas son muy inseguras, por lo que se pasan el día dudando. La duda se elimina repitiendo. Así no hay cabos sueltos ni cosas que queden al azar, explican los especialistas. Estas compulsiones suponen una fuente de sufrimiento infinito para quienes las padecen. Ellos son conscientes de lo absurdo de su comportamiento o de las ideas que asaltan su mente, pero no pueden sustraerse a todo ese torrente. No sólo les produce una gran inestabilidad emocional, sino que, además, pueden aterrarles cosas que ni siquiera se han producido, tal y como relatan los doctores: «Miedo a poder decir algo embarazoso, miedo a poder robar un banco, miedo a haber hecho algo y no saberlo. Tengo un paciente que es taxista y en la fase peor de su enfermedad tenía que parar el coche constantemente cuando notaba que había atravesado algún badén u obstáculo, por temor a haber atropellado a un niño pequeño con las ruedas de atrás. La carrera profesional de este enfermo se vio muy afectada, obviamente».



Ideas obsesivas


No sólo preocupan a los especialistas los rituales o compulsiones, sino también las obsesiones. Son imágenes, ideas, pensamientos que acuden a la mente sin que la persona quiera, de forma repetitiva, y que son de contenido absurdo. Llegan a angustiar mucho a los pacientes que las sufren y siempre se centran en cuestiones sumamente desagradables. Es frecuente que les asalten imágenes de un niño, que puede ser su hijo o un menor de la propia familia, y piensen que le van a matar. En caso de ser individuos muy religiosos, pueden imaginarse a las vírgenes o los santos con características obscenas... Siempre son los pensamientos más nefastos y contrapuestos a su moral y deseo. El enfermo no sólo se preocupa por lo que le pueda pasar a él, sino a las personas de su entorno. Hay mujeres que se han obsesionado con que se les ha caído una aguja de coser en la comida. Cada vez que ponen lentejas las pasan por una coladera innumerables veces, comprueban que no hay nada punzante en el puchero porque temen enormemente que alguien de su familia pueda llegar a tragárselo.

Los tipos de obsesiones o compulsiones no han cambiado apenas a lo largo de los años y estos son algunos ejemplos:
Relacionadas con la agresión. Temor a hacer daño a los demás, a uno mismo, a insultar o proferir obscenidades, a dejarse llevar por los impulsos, a que pase algo terrible, a ser el responsable de una catástrofe.
Sobre la suciedad y contaminación. Mostrar desagrado exagerado por las secreciones del cuerpo, por la suciedad y gérmenes, contaminación ambiental, por contraer una enfermedad, por que otras personas caigan enfermas o por la higiene del hogar.
Necesidad de limpiar y lavar. Lavado exagerado de manos, cuerpo, dientes, arreglo personal de forma ritual, tomar medidas para evitar el contagio o para eliminar contaminantes.
Sexuales. Pensamientos o impulsos sexuales prohibidos o perversos que pueden involucrar a niños, animales, cuestiones referidas a la homosexualidad o el incesto.
De acumulación y colección: Tendencia a acumular todo tipo de cosas hasta que la casa se vuelve inhabitable. El enfermo siente deseos de ordenar, pero no es capaz de hacerlo nunca.
Religiosas. Ideas o imágenes religiosas con características sexuales aberrantes. También hay personas que dicen no haberse confesado bien o haberlo hecho con mala intención e intentan repetir el acto numerosas veces de iglesia en iglesia.
Necesidad de simetría y orden. El paciente ordena y organiza de forma milimétrica. En otros casos, siente una gran necesidad de contarlo todo.
Sobre el propio cuerpo. Arrancarse pelos de cualquier parte del cuerpo, morderse las uñas, los dedos, rascarse de forma excesiva.
Compulsiones de comprobación. Comprobación de puertas, cerraduras, aparatos, los mecanismos del coche, así como percatarse de que no ha sucedido ni sucederá nada malo o que no hay sustancias contaminantes que puedan perjudicar.
Rituales de repetición. Entrar o salir por la puerta, levantarse o sentarse en la silla.
Compulsiones varias. Necesidad de saber, recordar, ver ciertos colores o números -que indican buena o mala suerte-, sonidos que irrumpen en la mente con algún significado. Urgencia por decir, confesar, preguntar, tocar o tomar medidas de prevención para no hacerse daño a sí mismo o a los demás o para evitar un suceso terrible que pueda acaecer.
Unas cuantas claves para prevenir entre un 30 y un 40 por ciento las depresiones son:

Evadirse o controlar el estrés. Evitar la soledad, practicando relaciones sociales suficientes. Se aconseja al menos dos confidentes, no dos parejas, para poder relatar problemas o preocupaciones cotidianas.
Dar paseos, hacer ejercicio o deporte al aire libre. La luz natural estimula la creación de neurotransmisores. Regular los ritmos vitales.
Una cuestión importante es acostarse siempre a la misma hora, aunque no se tenga sueño. Ayuda a centrar la mente y a acompasar todos los procesos biológicos.