eres lo que piensas


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hoy quiero contaros lo último que se sabe sobre la felicidad, lo ha contado Matthew Richard. Y quiero hablar de lo último que se sabe sobre la felicidad porque creo que no hay nada mas importante de lo que podamos hablar. La felicidad va a determinar cada instante de nuestras vidas. Por eso es importante saber que es.... Os cuento un poco como va.

En el año 2003 se descrubrió la "plasticidad cerebral", que no es otra cosa que la demostración científica de que el cerebro cambia físicamente según lo que piensas. Por ejemplo, un violinista despues de 10000 horas de práctica, ha cambiado físicamente su cerebro para tener mas agilidad en los dedos... pues este es el concepto de la "plasticidad cerebral".

El concepto de la plasticidad cerebral es que todo lo que piensas mucho rato se hace grande en ti, y todo lo que piensas poco o nada se atrofia en tu cerebro (Pablo Motos aclara que solo habla del cerebro). Desde que se descubrió esto, ha pasado una cosa muy curiosa, y es que los científicos van detrás de los místicos porque algunas cosas de las que decían los místicos, resulta que es verdad... cientificamente.

En un laboratorio de Berkley, han estudiado a 150 budistas y los resultados de como han cambiado estos tios sus cerebros son físicamente acojonantes. O sea, resulta que los budistas a través de la meditación han conseguido tener mas actividad en el lado izquierdo de la corteza prefrontal, que es el sitio donde esta la alegría. La alegría siempre esta en el lado izquierdo. Si tu ves una película comica, vas al lado izquierdo del cerebro, si eres feliz por algo, te mueves mas hacia la izquierda... de la misma forma si tienes un ataque de depresión, vas a tu lado derecho del cerebro; incluso la tristeza si es muy grande, te inclinas fisicamente hacia la derecha.

¿Qué quiere decir todo esto? Pues que entrenar la mente importa, porque es algo que va a determinar cada momento de nuestras vidas... si lo pensais, estudiamos durante 15 años (bueno no todo el mundo), algunos hacemos ejercicio para estar mas sanos, compramos todo tipo de potingues para mantener la belleza... pero es sorprendente el poco tiempo que dedicamos a cuidar lo mas importante, que es la manera en que funciona nuestra mente... no hay nada mas poderoso que nuestra mente; podemos estar en el paraiso y estar infelices por dentro, lo que demuestra que lo de dentro es mas fuerte que lo de fuera...

¿¿Y cómo se entrena la mente para ser feliz...?? Bueno esto ya lo contaré otro dia que es mucho tiempo hablando ya.... tampoco vamos a decir todo el primer dia....

Ya lo he dicho antes, el fundamento del entrenamiento mental es que todo lo que piensas mucho se hace grande en ti, ¿vale? cuando sientes odio por alguien, que te cabreas con alguien, si os fijais, la mente va una y otra vez a ese lugar, cada vez que va y lo repite lo haces mas grande en ti, lo alimentas, sinembargo si cuando viene ese pensamiento tu dices "no me da la gana odiar" lo vas parando y acaba desapareciendo, lleva un poco de tiempo, del mismo modo que le costó a tu mente formar el odio, le va a costar un poquillo deshacerlo...

Pero funciona porque el cerebro es igual que internet; las paginas a las que vas a menudo como Google (Pablo motos se dirige a Trancas, y le dice que no pensaba precisamente en el) esas se cargan muy deprisa, a las que vas poco al principio cuesta, entonces el cerebro funciona igual; si eres un histérico, cualquier excusa te vale para volver a ponerte histérico porque tu cerebro sabe ir muy rápido allí, es tu Google.

El gran hayazgo de la plasticidad es que esto puede cambiar y se acaba de medir en un laboratorio.

Asique un consejo cientifico hoy y de los neurologos:

Piensa bien, piensa mas rato en las soluciones y que no te regodees mucho en los problemas, háblate bien a ti mismo, no digas que nunca no puedes hacer algo y dedica 10 minutos al día a meditar.

¿Meditar sabeis lo qué es? respirar hondo ya está, y pensar cosas buenas en vez de cosas malas. Y sereis mucho mas felices, es científico... ahora es científico.

ERES LO QUE PIENSAS; Y EN LO QUE PIENSAS TE CONVERTIRÁS

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Todas las personas, desde los niños(as) hasta los adultos más mayores, experimentan ansiedades y miedos de vez en cuando. Sentirse ansioso en una situación particularmente incómoda nunca es agradable. Sin embargo, cuando se trata de los niños(as), experimentar este tipo de sentimientos es normal y necesario. Sentir y lidiar con la ansiedad puede preparar a las personas más jóvenes a hacer frente a experiencias y situaciones retadoras en la vida.

La ansiedad y el miedo son normales

La definición de la ansiedad es “una aprehensión sin una causa aparente.” Suele ocurrir cuando no existe una amenaza inmediata a la seguridad o el bienestar de una persona, pero sin embargo la amenaza se siente como algo real. La ansiedad hace que una persona quiera escapar de una situación -rápidamente. El corazón late con velocidad, el cuerpo puede que empiece a sudar y pronto la persona sentirá “mariposas” en el estómago. Sin embargo, un poco de ansiedad puede ayudar a las personas a mantenerse alerta y concentradas.
Sentir miedo o tener ansiedad sobre ciertas cosas puede ser positivo porque hace que los niños(as) se comporten de una manera más segura. Por ejemplo, un niño(a) que tenga miedo al fuego evitará jugar con fósforos.
La naturaleza de las ansiedades y de los miedos cambia a medida que los niños(as) crecen y se desarrollan:
  • Los bebés experimentan ansiedad ante los extraños, abrazando fuertemente a sus padres cuando personas que no reconocen se acercan a ellos.

  • Los infantes de 10 a 18 meses experimentan ansiedad debido a la separación, sintiéndose emocionalmente disgustados cuando uno o ambos padres se apartan de su lado.

  • Los niños(as) con edades entre cuatro y seis años de edad sienten ansiedad respecto a las cosas que no se basan en la realidad, como por ejemplo, el miedo a los monstruos y a los fantasmas.

  • Los niños(as) con edades entre los siete y 12 años generalmente tienen miedos que reflejan circunstancias reales que pueden ocurrirles como por ejemplo, lastimarse o enfrentar desastres naturales.
A medida que los niños(as) crecen, un tipo de miedo puede desaparecer o ser reemplazado por otro. Por ejemplo, un niño(a) que no puede dormir con la luz apagada a los cinco años puede que disfrute un cuento sobre fantasmas años después al asistir a una fiesta. Algunos miedos pueden referirse únicamente a un cierto tipo de estímulo. En otras palabras, un niño(a) puede que quiera acariciar a un león en el zoológico pero ni soñaría con acercarse a acariciar al perro de un vecino.

Reconociendo los síntomas de la ansiedad

Los miedos típicos de la niñez cambian con la edad. Estos incluyen el miedo a los extraños, a las alturas, a la oscuridad, a los animales, a la sangre, a los insectos o a estar solo(a). Los niños(as) generalmente aprenden a tenerle miedo a un objeto específico o a una situación después e haber tenido una experiencia desagradable, como la mordedura de un perro o un accidente.
La ansiedad a causa de la separación es muy común cuando los niños(as) pequeños comienzan la escuela; mientras que los adolescentes pueden experimentar un tipo de ansiedad relacionada con la aceptación social y los logros académicos.
Si los sentimientos de ansiedad persisten, pueden afectar la sensación de bienestar de los niños(as). La ansiedad asociada con evitar situaciones sociales puede tener efectos a largo plazo. Por ejemplo, un niño(a) con miedo a de ser rechazado puede dejar de aprender ciertos hábitos para relacionarse en la sociedad, ocasionando que su aislamiento social.
Muchos adultos se sienten atormentados por miedos que comenzaron a partir de experiencias en la infancia. El miedo de un adulto de hablar en público puede ser el resultado de haber sido avergonzado en frente de compañeros del colegio muchos años atrás. Es importante reconocer e identifique los signos y los síntomas de las ansiedades de sus hijos(as) para que la preocupación no sea excesiva.
Algunos de los signos que pueden revelar la ansiedad de un niño(a) respecto a algo, pueden incluir:
  • una actitud demasiado apegada, impulsiva o distraída
  • movimientos nerviosos, como un tic temporal
  • problemas para quedarse dormido(a) o lo contrario, dormir más de lo normal
  • manos sudadas
  • ritmo cardiaco y respiración acelerada
  • nausea
  • dolores de cabeza
  • dolores de estómago
Además de estos signos, los padres generalmente pueden darse cuenta de cuando su hijo(a) no se siente cómodo respecto a algo. Escucharles con atención siempre ayuda; algunas veces simplemente hablar sobre el miedo puede ayudar a un niño(a) a superarlo.

¿Qué es una fobia?

Cuando las ansiedades y los miedos persisten, algunos problemas pueden surgir. Independientemente de cuánto un padre desee que su hijo(a) supere ciertos miedos, a veces lo contrario ocurre, y la causa de la ansiedad abarca más terreno y se hace más prevalerte. La ansiedad entonces se convierte en una fobia o un miedo que es extremo, severo y persistente.
Una fobia puede ser difícil de tolerar, tanto para los niños(as) como para las personas que los rodean, especialmente si los estímulos que producen la ansiedad (cualquier situación u objeto que la motive) sea difícil de evitar (e.g., las tormentas).
Las fobias "reales" son una de las principales causas por las que los niños(as) son referidos a los profesionales de la salud mental. Pero la buena noticia es que a menos que la fobia de un niño(a) impida su capacidad de funcionar diariamente, el niño(a) a veces no necesitará tratamiento con un profesional ya que con el tiempo la fobia desaparecerá.

Enfocándose en las ansiedades, los miedos y fobias de su hijo(a)

Intente contestar a las siguientes preguntas con honestidad:
¿Los miedos y el comportamiento que su hijo(a) demuestra son típicos de un niño(a) de su edad? Si la respuesta a esta pregunta es sí, es muy probable que los miedos de su hijo se resuelvan antes de que se conviertan en una causa para preocuparse. Esto no significa que la ansiedad debe ser ignorada u olvidada; en su lugar, debe ser considerada como un factor en el desarrollo normal de su hijo(a).
Muchos niños(as) experimentan miedos apropiados para su edad, como el miedo a la oscuridad. La mayoría de los niños(as), con el apoyo humano y quizás una lámpara nocturna, superaran este miedo. Sin embargo, si el problema continúa o si existe ansiedad frente a otros temas, la intervención puede que tenga que ser más intensiva.
¿Cuáles son los síntomas del miedo y cómo afectan al funcionamiento personal, social y académico de su hijo? Si los síntomas pueden ser identificados y considerados en base a las actividades diarias de su hijo(a), pueden hacerse ajustes para aliviar algunos de estos factores de tensión.
¿Parece el miedo poco razonable en relación a la realidad de las situaciones, y pudiera ser un signo de un problema más importante? Si el miedo de su hijo(a) parece estar fuera de proporción con lo que ocasiona su preocupación, esto puede ser una señal de que es necesaria la ayuda de un consejero, un psiquiatra o un psicólogo.
•Es una buena idea que los padres busquen patrones de comportamiento. Si un incidente aislado se resuelve, los padres no deberían hacerlo más significativo de lo que fue. Sin embargo, si existe un patrón persistente o si surge uno que trascienda, usted debe intervenir. Si no lo hace, es posible que la fobia influya sobre su hijo más adelante.
Usted puede contactar con el doctor de su hijo(a) o con un profesional de la salud mental con la experiencia para trabajar con niños(as) y adolescentes.

Cómo ayudar a su hijo(a)

Los padres pueden ayudar a sus hijos(as) a desarrollar los elementos y la confianza en sí mismos para superar los miedos evitando que se conviertan en reacciones fóbicas. A continuación detallamos algunos consejos para que usted pueda ayudar a su hijo(a) con los miedos o ansiedades que pueda tener:
  • Reconozca que el miedo es real. Tan trivial como parezca, para su hijo(a) es real y está causando que sienta ansiedad y miedo. Ser capaz de hablar sobre el miedo ayuda - las palabras a veces le quitan el poder a los pensamientos negativos. Si usted habla acerca de ello, el miedo puede ser menos poderoso.
  • Nunca opine que el miedo es insignificante para forzar a su niño(a) a que lo supere. Decirle a su hijo(a), "¡No seas ridículo! ¡No hay monstruos en tu closet!" puede que haga que su hijo vuelva a la cama, pero no hará que el miedo desaparezca.
  • No se rinda ante los miedos. Si a su hijo no le gustan los perros, no cruce la calle a propósito para evitar encontrarse con un perro. Este comportamiento fortalecerá el pensamiento de que los perros deben evitarse. Brinde apoyo y demuestre protección a medida que se acerque con su hijo(a) al objeto o situación que genere temor.
  • Enseñe a su hijo(a) a cómo evaluar el miedo. Si su hijo(a) puede visualizar la intensidad del miedo en una escala del uno al 10, con el número 10 como el más fuerte, él o ella puede que "vean" al miedo con menos intensidad de lo que originalmente imaginaron. Los niños(as) más jóvenes pueden pensar en sentir miedo "hasta las rodillas" como algo no muy temido, "hasta el estómago" como algo más temido y "hasta la cabeza" como petrificado.
  • Enseñe a sus hijos(as) estrategias para hacer frente al miedo. Intente estas técnicas fáciles de implementar. Utilizándolo a usted como la "base” el niño(a) puede atreverse a acercarse al objeto temido y luego volver a acercarse a usted en busca de seguridad antes de volverse a cercar al objeto o situación temida. Los niños(as) también pueden aprender frases positivas sobre sí mismos(as) como por ejemplo "Yo soy capaz de hacer esto" y "Yo voy a estar bien," las cuales su hijo(a) puede repetirse a sí mismo(a) cuando sienta ansiedad. Las técnicas de relajación también ayudan, incluyendo la visualización (flotar sobre una nube o descansar en la playa, por ejemplo) y respirar profundamente (imaginando que los pulmones son globos y dejar que se desinflen lentamente).
La clave para resolver los miedos y las ansiedades es superarlas. Utilizando estas sugerencias, usted puede ayudar a que su hijo(a) lidie con las situaciones de la vida.
Actualizado y revisado por: D'Arcy Lyness, PhD
Fecha de revisión: octubre de 2010
demasiado bien iba el fin de semana, esta noche he salido a el balcón con mi marido,  y zas e visto un bicho volando muy muy  cerca imaginaros como estoy. no se lo que era  mi marido dice que un pájaro de esos negros, por que era muy grande pero....  el activador  se ha puesto en marcha.y pensar  que he estado un tiempo que no me daban ningún miedo. claro que estaba obsesionada con otra cosa.que me hacia sufrir mucho también.
sigo en ello de hecho, me voy a el balcón.ahorita mismo

Trastorno Obsesivo Compulsivo

La palabra obsesión deriva del vocablo latino obssesio-onis, que significa “asedio”, siendo precisamente la sensación de ser “asediada” por pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos lo que experimenta la persona. Esos pensamientos, imágenes o impulsos, aunque absurdos, son experimentados con una gran ansiedad, debido a su intrusismo y en ocasiones a su contenido “amenazante”, “peligroso” o “moralmente inaceptable”, que hace que la persona, aunque intente resistirse, no pueda “quitárselos de la cabeza” sino es recurriendo en muchas ocasiones a compulsiones, es decir, a otros pensamientos, actos o conductas manifiestas, repetitivas y estereotipadas que tranquilizan y relajan, ayudando a neutralizar la sensación de intrusión o de “amenaza” que representa el pensamiento, la imagen o el impulso obsesivo “inaceptable”, hasta que una situación, una palabra, una imagen, una sensación atraiga de nuevo la obsesión y con ello la compulsiones iniciándose una vez más todo el círculo vicioso.
 
La persona con un Trastorno obsesivo es consciente de su ansiedad y los problemas que le acarrean sus obsesiones y compulsiones, no sabiendo qué hacer para evitarlas, pero en muchos casos estas personas tienden a sobrestimar la importancia de los pensamientos y las imágenes que les asaltan, creyendo que el sólo hecho de “tenerlas en la cabeza” convierte su “amenaza” o su “inmoralidad” en algo real, lo cual refuerza su estado de ansiedad y el mismo mecanismo obsesivo que las convierte en insidiosas y persistentes.
 
Dependiendo de qué situaciones desencadenen los pensamientos, imágenes o impulsos obsesivos, si éstos presentan o no consecuencias “amenazantes” o “peligrosas”, y según el tipo de conductas que realiza la persona con obsesiones para neutralizarlas, se pueden dar diversos tipos sintomatología predominante, tales como obsesiones sobre la limpieza, la contaminación por enfermedades, la comprobación repetitiva de puertas o llaves de gas, el orden, hacer daño a alguien o a sí mismo, dudas sobre la identidad sexual, celos, etc. 
http://www.gammapsicologos.com

bueno puedo decir  que no he compulsionado, mas que un par de veces. y que en ese sentido  he estado tranquila.pero la maquinaria obsesiva no para, os ha pasado que no le prestéis atención a una obsesión y cambie  hacia otro tema, a mi me pasa  mucho, cualquier cosa vale.
pero eso me reafirma en mi convicción de superarlo.  como dice mi chico,el toc es como un niño pequeño, cuanto mas caso peor,vamos a enseñarle a vivir sin nosotros.