Trastorno obseso-compulsivo. Un informe actualizado


El trastorno obseso-compulsivo (TOC) se caracteriza por la presencia de pensamientos forzados, intrusos e inútiles en una mente dubitativa, pensamientos que no pueden ser rechazados, juntamente con el deseo fuerte e imperioso de llevar a cabo acciones mentales o motoras hasta que satisfagan el componente emocional e intelectual implicado.

Sintomatología
El TOC, al afectar el pensamiento, el humor, la volición, la percepción y la actividad motora, produce modificaciones de la conducta, y con el tiempo, deterioro en la interacción social y en las relaciones familiares, y pérdida de la capacidad para funcionar, lo que a su vez produce pérdidas económicas.
El TOC abarca una amplia gama de síntomas secundarios que si son intensos y frecuentes pueden enmascararlo. Los síntomas más importantes son la ansiedad, la depresión, las fobias, la conducta agresiva, los trastornos sexuales y las alteraciones en la percepción. La presencia de la duda obsesiva es una clave diagnóstica que se manifiesta como la incapacidad de tomar decisiones y la tendencia a sobreanalizar situaciones.
El examen clínico del TOC debe ser exhaustivo, ya que ello permitirá encontrar señales que pueden permanecer ocultas por la intensidad de los signos primarios del TOC. Estos síntomas son delirios, excitación maníaca, deformación de la imagen corporal, disorexia, automutilaciones, hiperquinesia, hipocondriasis, cólera, excitabilidad, convulsiones, distonias y trastornos del sistema nervioso autónomo. La presencia de estos síntomas puede indicar formas subclínicas, variantes o comorbilidad dentro del espectro clínico del TOC.

Epidemiología
Las estadísticas más recientes han indicado que alrededor de seis millones de norteamericanos sufren de TOC. Esta prevalencia es dos veces mayor que la de la esquizofrenia.(1)
El trastorno comienza durante la niñez y la adolescencia en el 50% de los casos, afectando en una relación 1:1 a ambos sexos y siendo significativamente más frecuente en hombres solteros.
Entre el comienzo de la enfermedad y la primera consulta con un profesional suele transcurrir un lapso de entre cinco y siete años. Este lapso es indicativo del comienzo gradual y progresivo de la enfermedad. Por lo general el paciente consulta cuando la gravedad de los síntomas interfiere con la realización de las actividades diarias, el estudio o el trabajo. El 8% de los padres de los pacientes padecen de TOC.

Clasificación
La clasificación clínica del TOC y su espectro es muy importante, ya que un buen diagnóstico conducirá a un tratamiento más eficaz. Nosotros también hemos elaborado una clasificación etiopatogénica alternativa que tiene por objeto mejorar las proposiciones teóricas de los investigadores.(1)
En resumen, hemos clasificado los trastornos obseso-compulsivos en:
1) primarios,
b) formas complejas y
3) trastornos asociados,
de acuerdo con los rasgos fenomenológicos que constituyen el perfil semiológico de cada entidad clínica.
Consideramos que la clasificación del DSM III R sobresimplifica la clínica de estos trastornos, lo que conlleva el riesgo de un diagnóstico erróneo, con el subsecuente error en la selección de la terapéutica.
Diagnóstico diferencial
Habrá que repetirlo una y otra vez: la sintomatología proteiforme del TOC puede ocasionar errores diagnósticos. El diagnóstico diferencial se hará con las siguientes enfermedades:
1) esquizofrenia,
2) psicosis maníaco-depresiva,
3) trastornos esquizoafectivos,
4) depresión mayor,
5) trastornos de ansiedad,
6) trastornos fóbicos,
7) síndromes cerebrales orgánicos, y
8) personalidad obseso-compulsiva.
En el enfermo que padece de TOC el criterio de realidad siempre permanece intacto.

Aspectos dinámicos
El enfermo que padece de TOC se caracteriza por tener que controlar todo. A diferencia del enfermo esquizofrénico, vive su realidad en el mundo exterior. Como consecuencia es hipervigilante. El contenido del pensamiento del paciente obseso-compulsivo se caracteriza no sólo por la abundancia de ideas obsesivas, sino además de ideas fijas, sobrevaloradas y paranoides que se entretejen en un curso del pensamiento que es, por definición, rígido y minucioso. Este perfil dinámico se adhiere a una gran necesidad de dependencia, debida principalmente a la dificultad de tomar decisiones. Estos aspectos del trastorno deben tenerse en cuenta al diseñar el modelo terapéutico a seguir.

Aspectos biológicos
En este trabajo nos limitaremos al enfoque biológico de esta condición. Por supuesto que hay una amplia literatura accesible que ocupa un lugar de importancia en la fisiopatología del TOC.
Las bases neuroquímicas para un postulado teórico se han hallado en el estudio de los mecanismos indolaminérgicos, sobre todo la serotonina (5-HT). Estas investigaciones se realizaron midiendo neurotransmisores o sus metabolitos en sangre total, trombocitos, orina, y líquido cefalorraquídeo de enfermos con TOC.
Se encontraron niveles significativamente bajos de 5-HT en enfermos con TOC al compararlos con un grupo control de personas normales,(2) mientras que el triptofano (TRI) total y libre plasmático (precursor de la 5-HT) y su catabolito, el ácido 5-hidroxiindolacético (5-AHIA), medido en orina de 24 horas de recolección, permanecieron normales.(3)
Se ha demostrado que los enfermos de TOC que respondieron favorablemente al tratamiento con clorimipramina presentaron niveles altos de 5-AHIA en el líquido cefalorraquídeo al ser comparados con enfermos de respuesta terapéutica débil.(4)
Según otro estudio, el 5-AHIA en el líquido cefalorraquídeo fue levemente alto en un grupo pequeño de pacientes con TOC (n= 7) comparados con un grupo control.(5)
La eficacia de bloqueadores potentes (5-A) y específicos de la retoma de la 5-HT(6, 7, 8, 9) es un factor adicional para fundamentar la hipótesis serotoninérgica.(10)
Históricamente la encefalitis pandémica de 1915-1926 introdujo los conceptos necesarios para proponer un modelo neuropsiquiátrico de las enfermedades mentales. En el caso del TOC, los síntomas psiquiátricos de la encefalitis se caracterizaron por la presencia de obsesiones y compulsiones.
Los síntomas que fueron observados en enfermos postencefalíticos incluyeron:
1) dudas,
2) compulsiones,
3) conducta repetitiva, y
4) arritmonamía.
En la encefalitis las obsesiones y las compulsiones son de tipo primitivo y no intelectuales.(11)
Lesiones cerebrales que abarcan desde tumores hasta accidentes cerebrovasculares han sido asociadas al TOC.(12, 13, 14, 15, 16) La tomografía computada ha demostrado una disminución del volumen del núcleo caudado en TOC(17) y un aumento del índice ventrículo-cerebral(18) en un grupo de adolescentes que padecían TOC.

Estudios metabólicos
Un trastorno del metabolismo periférico de la glucosa fue observado en enfermos de TOC al realizarse la prueba oral de sobrecarga de glucosa.(19) Debido a que la glucosa participa activamente en los mecanismos reguladores de la absorción del triptofano en el cerebro,(28) debe ser considerada la relación glucosa-5-HT.
La tomografía por emisión de positrones en una muestra de paciente afectados de TOC con comienzo infantil ha demostrado un aumento del metabolismo de la glucosa en las áreas frontal izquierda, sensorio-motora derecha, prefrontal bilateral y cingular anterior,(21) mientras que en adultos las regiones afectadas fueron la circunvolución frontal izquierda y el núcleo caudado bilateral.(22) Estos estudios pueden asociarse a las observaciones de los enfermos postencefalíticos.

Aspectos neurofisiológicos
Se ha demostrado actividad eléctrica anormal y una disfunción del lóbulo frontal izquierdo con conexiones cíngulo-orbitales.(25, 26, 27)
Pruebas neuropsicológicas han mostrado deficiencias consistentes con un compromiso fronto-parietal.(28, 29)

Modalidades terapéuticas
El tratamiento del TOC debería hacerse con un criterio global incluyendo el uso de medicación, terapias de comportamiento y cognitiva, y participación del grupo familiar. La intervención psicoquirúrgica será contemplada una vez que todas las otras vías terapéuticas han fracasado y el paciente es decididamente refractario a todas las terapias utilizadas. La necesidad de un plan terapéutico comprensivo es indispensable en los casos graves y crónicos, que ocasionan una destrucción del equilibrio bío-psicosocial del enfermo. Los agentes con actividad anti obseso-compulsiva pueden facilitar la tarea de mejoría del enfermo. Ha sido comprobada la eficacia terapéutica de la clomipramina,(30, 31) fluoxetina,(32) fluvoxamina(33) y sertralina.(34) El promedio de eficacia de estas drogas para el TOC es del 50 %.
El L-triptofano, aminoácido precursor de la serotonina, en combinación con piridoxina y ácido nicotínico,(35) con litio y tranilcipromina(36) fue utilizado, obteniéndose resultados moderados. En enfermos de TOC refractarios a los tratamientos standard, el agregado de clonazepan,(37) fenfluramina(38) o clonidina(39) ha demostrado eficacia para coadyuvar en el proceso de recuperación. Debemos añadir que la potenciación de estas drogas para aumentar la eficacia terapéutica requiere estudios adicionales.
Ocasionalmente, con resultados prometedores, se ha llevado a cabo el uso concomitante de varias drogas (polifarmacia), por las siguientes razones:
1) tratar subgrupos de TOC,
2) por razones terapéuticas ante el fracaso al utilizar una sola droga,
3) para aumentar la acción terapéutica de la droga primaria, y
4) para controlar síntomas secundarios tales como la ansiedad grave.
Las recaídas como consecuencia de la suspensión del tratamiento abarcan un promedio del 10 al 90%.(40) Nosotros preferimos una combinación de tratamiento farmacológico-conductista.(41, 42) De ese modo se logran dos propósitos:
1) usar menos medicación, lo que disminuye la presencia de efectos secundarios, y
2) menos posibilidad de recaídas.
Las intervenciones quirúrgicas cerebrales para el tratamiento del TOC están limitadas a los casos refractarios a los tratamientos no invasivos. Los pacientes con compulsiones graves parecen responder mejor a los procedimientos psicoquirúrgicos. Los beneficios son sintomáticos y no producen cura completa; se precisan alrededor de seis meses para observar una mejoría aceptable. La eficacia del tratamiento alcanza a un promedio que oscila entre el 50 y el 80%, con una posibilidad importante de sufrir una recaída. La cirugía órbito-frontal y la del cíngulo han contribuido a validar la hipótesis orgánica del TOC. Podemos agregar que la cirugía de coagulación estereotáctica de la zona intralaminar y la del núcleo medial del tálamo se ha utilizado para tratar compulsiones, fobias, tics y el síndrome de Gilles de la Tourette.(43)
Dado que el TOC presenta como síntoma principal la duda, los enfermos confían en sus parientes para tomar decisiones, por lo tanto se establece un fuerte lazo de dependencia. Los pacientes necesitan ayuda para poder funcionar y enfrentar la vida. Con el paso del tiempo este lazo de dependencia se transforma en una relación simbiótica que causa beneficios secundarios individuales o mutuos. Como resultado, una mejoría amenaza la simbiosis, por lo que se obliga a “sabotear” el tratamiento a los efectos de mantener el status quo. De allí la necesidad impostergable de integrar el núcleo familiar al modelo terapéutico. Una vez que se ha obtenido una mejoría notable con recuperación de la funcionalidad, el enfermo deberá participar en un programa de rehabilitación con la idea de ubicarse nuevamente dentro del marco social y laboral.

Curso y pronóstico
La evolución del TOC se caracteriza por una fase aguda, una subaguda y una crónica. Por lo general el inicio es insidioso, con un aumento gradual en la intensidad y frecuencia de los síntomas. La enfermedad hace picos alrededor de los 18, 25 y 40 años. Estos picos pueden ser debidos a cambios psicosociales, tales como ingreso a la universidad, servicio militar, casamiento, menopausia, y “crisis de la edad media”. El TOC puede empeorar como consecuencia del estrés, embarazo, puerperio, divorcio, pérdida económica, virosis y enfermedades graves. El TOC no sigue un ciclo estacional ni un ritmo circadiano.
Los pacientes podrían reportar un aumento en obsesiones durante la noche, cuando están solos o sin hacer nada. El TOC parece ser crónico, aunque se pueden presenciar recuperaciones espontáneas o remisiones de larga duración. La duración de una recaída puede acortarse en los pacientes que hayan sido previamente tratados.
Existe una forma maligna de TOC que sigue un proceso de deterioro. En estos casos podría ser necesaria la psicocirugía.

Perspectiva filosófica
Se ha asociado el TOC con las siguientes enfermedades: trastornos alimentarios, epilepsia, trastornos de ansiedad generalizados, síndrome de Gilles de la Tourette, Corea, enfermedad maníaco-depresiva, retardo mental, trastornos de pánico, Parkinson, fobias, esquizofrenia, automutilación y trastornos de dismorfia corporal.
Este trastorno multifacético representa tantas conexiones clínicas que, en fin, se podría explicar en términos de un continuo patológico. El continuo comienza en un punto determinado en el cerebro como resultado del impacto de una noxa. El impacto produce un efecto ondulante que involucra en su trayectoria varios subsistemas histoelectroquímicos que causan el mosaico sintomatológico observado. Como ejemplo se podría utilizar el concepto de un abanico cuyos pliegues representan distintos síntomas. Por lo tanto la fuerza del impacto determina el tamaño de la apertura y un panorama mayor de síntomas presentes.(44)
Por último, el TOC puede considerarse como un modelo del sistema general de proceso.

Bibliografía
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Toc de amores miedo a no querer



El Toc de amores no es el más conocido entre los distintos tipos de TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).
El Toc de amores ser caracteriza por la idea obsesiva de no amar más a la pareja. Estas dudas constantes sobre si han dejado de querer a su pareja “comen” literalmente a las personas con Toc de amores y las agotan mentalmente, tal y como ocurre con la mayoría de las ideas obsesivas de los distintos tipos de trastorno obsesivo-compulsivo.
En el Toc de amores es frecuente que las personas que lo sufren se pregunten repetidamente si su actual pareja es realmente la persona adecuada para ellas y si realmente la quieren o no. En general, la mayoría de las personas son conscientes de que las parejas pasan por épocas mejores y épocas peores. Sin embargo, las personas que sufren Toc de amores con frecuencia son incapaces de reconocer esto: si no sienten intensamente en cada minuto atracción y deseo hacia su pareja, piensan que ya no están enamorados y que han dejado de quererla. 
Con frecuencia el mal de amores deriva en rupturas temporales o permanentes. Las personas con Toc de amores llegan a poner fin a relaciones de pareja que son perfectamente adecuadas para ellas sólo porque consideran que sus sentimientos hacia la pareja no son como ellos piensan que deberían ser. Cuando esto sucede, es decir, cuando terminan con su relación de pareja, a menudo no tienen una idea clara de porqué lo hacen (aparte del hecho de que sus sentimientos no son los correctos) y no son capaces de dar una explicación coherente si se les pregunta.
El Toc de amores puede activarse por diferentes tipos de pensamientos e imágenes y esto, a menudo, varía de paciente en paciente. Películas, programas de televisión y canciones pueden actuar como fuertes desencadenantes.
Al ver las películas o escuchar las canciones, las personas con Toc de amores comienzan a preguntarse porque su relación no refleja la conexión emocional profunda que aparece en la pantalla o en la canción, sin tener en cuenta que éstas suelen estar idealizadas y son poco realistas, por lo que acaban convenciéndose a ellas mismas de que su relación de pareja no funciona porque no les pasa lo mismo, estas relaciones llegan a ser tan obsesivos que toman la decisión de terminar con la relación.
Otras personas se comparan con lo que ven a su alrededor, especialmente con otras relaciones de pareja próximas (familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.)
Además de los pensamientos obsesivos que he comentado también es frecuente que las personas con Toc de amores experimenten intrusiones visuales (imágenes mentales) que actúan como un pico de activación. Por ejemplo se imaginan besando a otra persona y se atormentan con la idea, en el primer caso, de que están siendo infieles o, en el segundo caso, de que su pareja les está siendo infiel.
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CUANDO UNO EN LA PAREJA TIENE TOC

Pasion la revista - TOC
Por Cristina Acosta con la asesoría del C.D.Q Alejandro Barriguete Menéndez.
El patrón de conducta de las personas que sufren de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), se encuentra dentro de lo obsesivo, es decir, pensamientos repetitivos, intensos y con desajustes emocionales.

CUANDO UNO EN LA PAREJA TIENE TOC
Es muy difícil encontrar a una pareja cuyos dos integrantes padezcan la enfermedad, sin embargo cuando uno de ellos la manifiesta, generalmente el otro se convierte en parte del trastorno ya que esa compulsión y obsesión de la cual  no tienen control, contagia al otro, es por esta razón que el TOC, durante muchos años se confundió con problemas de adicción y co dependencia . Los celos compulsivos, son parte de esta enfermedad y es que un aparato que existe en el cerebro que cumple la función de detener y avanzar, no funciona. Cuando el TOC, se mezcla con relaciones afectivas, es muy grave porque al perderse el contacto con la realidad se vuelven muy peligrosos ya que suelen crear historias que tienden a provocar verdaderas tragedias.
NO CONFUNDIR
Mucha gente quiere encuadrar esta enfermedad dentro de otras como el trastorno bipolar; el TOC, es otra cosa y puede llegar a ser muy grave cuando se incurren en episodios serios provocados por la misma crisis que no tiene fin y que es cada vez más intensa si no se busca detenerlo, de ahí que la muerte de personas con TOC, sea tan elevado.
ROBERTO CARLOS, víctima del TOC
El cantautor brasileño sufría de TOC y el padecimiento fue muy fuerte durante casi cinco años: Al principio pensé que podía curarme yo solo, así que intenté hacerlo con la ayuda de un libro que habla del asunto. Pero luego vi que el TOC es algo mucho más serio de lo que en general se piensa, comentó el propio Roberto.
QUÉ ES EL TOC
Es uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes en nuestros días. Se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones. Las primeras son pensamientos, imágenes, o impulses desagradables y aparentemente sin sentido que surgen de manera repetitiva e involuntaria. Las tentativas de rechazarlo son en la mayoría de los casos, sin éxito. Las compulsiones son comportamientos repetitivos, ritualizadores que tienen por objeto aliviar la ansiedad resultante de una obsesión. Las opciones de tratamiento son a través de medicamentos y / o psicoterapia coginitvo – comportamental.

FACTORES QUE COMPONEN EL TOC
Biológicos. Los procesos del pensamiento se atoran y se vuelven repetitivos, de ahí que haya que medicarlos.
Emocionales. Es muy amplio. Personas que tuvieron síndrome de estrés postraumático, una niñez en abandono, experiencias traumáticas fuertes, muchos que nacieron con el síndrome fetal alcohólico (cuando la mamá bebe durante el embarazo o cuando el hijo fue concebido al estar los padres alcoholizados).
BAJO LA LUPA
Aquellas personas que llegan a involucrarse con un TOC, no gozan de una buena salud mental, es por ello que hay que estar muy atentos a lo que sucede con la pareja y con nosotros mismos, es importante tomar acción:
1. Si detectamos que nuestra pareja es un TOC, debemos acudir a una terapia de urgencia porque si hubo una larga convivencia en la que hasta quizá haya hijos sin habernos percatado del problema de la pareja, quiere decir que algo está muy mal en nosotros.
2. El TOC, suele confundirse con las adicciones porque muchas veces se intenta detener la parte obsesiva a través de las bebidas o las drogas como en una suerte de medicamentos.
3. A pesar de que muchas otras enfermedades se presentan de manera más sutil, esta es totalmente evidente.
4. Es una enfermedad que no tiene nada que ver con las personas que cuentan las rayas de la calle o que no entran a ciertos lugares. El TOC, se compone de ideas que transforman a las personas, son enfermos que producen una terrible sensación de ahogo en aquellos que están cerca de ellos.
5. La descarga obsesivo-compulsiva generalmente se va a dar hacia las personas que les tengan afecto o hacia las que las dañaron en algún momento. Es una relación amor-odio.
6. Son personas que creen que todo el mundo está en contra de ellos, que saben más que los demás, que toman ideas que no corresponden a la realidad y que las defiende hasta sus últimas consecuencias.
TRATAMIENTO

Terapia, medicación y en muchos casos el internamiento. El TOC no lo curan sólo los psicólogos sino a través de un trabajo en conjunto con un psiquiatra.
http://www.pasionlarevista.com/2011/08/%C2%BFtu-pareja-tiene-algun-toc/

Fábula sobre el miedo.


Un niño muy pequeño estaba en medio de la selva cuando de pronto se encontró con un león. El león le miro con ojos desafiantes y el niño le respondió con una mirada del mismo tipo. El león se acerco al niño y se puso a dar vueltas sobre el. El niño hizo lo mismo. Al cabo de un tiempo el niño y el León se miraron.

- Ei - Dijo el niño.- ¿Me puedes llevar a mi casa sobre tu lomo?

Y el león dijo; Vale.

Así que el niño se subió a lomos del león y juntos comenzaron a caminar hacia la aldea donde vivía el niño. Cuando se acercaron a los campos sembrados de la aldea, los hombres que estaban trabajando en la tierra vieron al niño subido en el león, gritaron de terror y corriendo fueron a ocultarse bajo los árboles.

El niño dijo; - ¿Por qué corren?

Y el león respondió; -Cuando lleguemos a tu casa te lo contaré.

Así que el niño y el león siguieron por el camino hasta que llegaron a casa del niño. El león abrió la puerta y entro. Cuando la familia del niño vio que el niño estaba subido encima del león gritaron de pavor y salieron todos de casa para esconderse lejos del león. Todos menos el padre del chico.

Así que el niño se bajo del León y le dijo al padre;

- Papa, ¿por qué corren todos?

Y el padre le dijo lleno de terror;

- Porque estás subido encima de un León.

El niño exclamo de pronto;

- ¡Ah, es un león¡ ¡No sabía lo que era un león¡ ¿Así que tu eres el rey de la selva, ese animal al que todos temen?

Y el León dijo;

- Efectivamente. Así que ahora, ya que sabes quién soy... y lo que soy capaz de hacer...tú también me temerás por el resto de los días de tu vida.

Y el león se fué por donde había venido, dejando al niño lleno de terror... Un niño que de pronto sintió haberse hecho mayor.
visto en:http://fuegoensagitario.blogspot.com/2010/04/fabula-sobre-el-miedo.html

Ansiedad

¿Cómo podemos convivir mejor con una persona con TOC?

Un millón de personas en España sufren esta enfermedad en silencio. Es una enfermedad que no se ve, pero que puede aislar y bloquear por completo la vida del individuo.
Carolina García


Trastorno obsesivo-compulsivo o TOC
Trastorno obsesivo-compulsivo o TOC - Foto: dem 10 - istockphoto.com
Las personas con trastorno obsesivo compulsivo no pueden dejar de lavarse las manos de una forma determinada; deben controlar si está cerrada la puerta, o si la llave del gas está abierta.
Son personas que temen, sufren y se angustian por la posibilidad de que le pase algo a un ser querido.
Una persona que sufre este tipo de rituales que no puede controlar, ni evitar, es alguien que sufre el TOC.
Las personas que sufren el TOC padecen una distorsión de pensamiento denominada paradoja de la evitación del pensamiento, la cual es frecuente y constante, y que supone que todos sus esfuerzo para eliminar los pensamientos sean en vano, ya que al final los sentimientos de angustia y ansiedad predominan.
Una persona equilibrada puede vivir este tipo de situaciones -lo que conocemos como manías- pero al rato se pasan. En una persona con TOC, eso no sucede.
El ambiente de la persona suele creer que exagera, que actúa, que quiere llamar la atención. No le suelen ser conscientes de que la persona con TOC sufre, y necesita de que la comprendan y que la ayuden.
Cómo tratar a un familiar o amigo con TOC
Una persona con TOC es identificable de forma sencilla. Los familiares o amigos cercanos se dan cuenta de todos los rituales, es lo primero que notan. Pero suelen descuidar o ignorar la parte de la angustia y los miedos.
Consejos
- Apoyar a la persona, de forma que se sienta comprendida y aceptada.
- Evitar las críticas a su comportamiento irracional y repetitivo.
- Evitar enfadarse, ya que el sentimiento de culpa de estas personas es enorme.
- Intentar explicar de manera racional que las cosas que teme que sucedan son imposibles y tal vez consigamos que crea que su miedo es infundado.
- Hay que recordar que muchas veces una opinión extra le puede ayudar a combatir la compulsión, ese comportamiento repetitivo o ritual que realiza para evitar que algo malo suceda.
- Se puede ayudar también a la persona con TOC con comentarios de aliento.
Si los síntomas se intensifican, el trastorno obsesivo compulsivo puede degenerar en depresión, por eso es bueno que no sólo uno ayude al TOC en casa, sino que haya un tratamiento profesional.

Trastorno obsesivo-compulsivo: Aproximaciones terapéuticas



En la actualidad, gracias a la proyección y desarrollo de tratamientos conductuales, cognitivos, cognitivo-conductuales (Foa y Franklin, 2002) y farmacológicos, el trastorno obsesivo–compulsivo (TOC) ha dejado de ser un cuadro intratable con un pronóstico poco favorable. Existen ahora varias  opciones terapéuticas validadas empíricamente y con una eficacia bastante aceptable. Entre las principales aproximaciones terapéuticas se destaca: 
El abordaje farmacológico, la terapia conductual y la terapia cognitiva. ¿Cuáles son los principios básicos que sostienen dichas aproximaciones? y ¿Cuál es su eficacia terapéutica en el abordaje del TOC? .

Tratamientos farmacológicos.

El abordaje farmacológico del TOC, tradicionalmente ha estado dominado por el uso de antidepresivos tricíclicos, especialmente la clomipramina (Anafranil), cuya acción anti-obsesiva reside principalmente, a diferencia de otros tricíclicos, en sus efectos sobre el sistema serotoninérgico. Sin embargo, su efecto, sobre otros sistemas neurotransmisores ajenos a su acción terapéutica (noradrénergica, antihistamínica, anticolinérgica, antiadrenérgica y potencialmente antidopaminérgica D2 (Austin y cols., 1991) por un lado y el perfil de toxicidad que presenta, favoreció un cambio en las actitudes terapéuticas del TOC.

A partir de los años 90, se pasó al uso de otros antidepresivos con una eficacia equivalente a la de la clomipramina pero con acción más selectiva o ”pura” sobre el neurotransmisor serotoninérgico. En este caso se popularizó el uso de los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRSs) como la Fluoxetina, Fluvoxamina, Sertralina, Paroxetina, y el Citalopram etc.).

A juzgar por los resultados obtenido, el uso de la Clomipramina e Inhibidores Selectivos de Recaptación de Serotonina (ISRSs) pese a ser considerados hoy en día como tratamientos de primera elección en el abordaje farmacológico del TOC, siguen sin resolver el problema de recaídas y de la toxicidad  y  están lejos de ofrecer una respuesta satisfactoria para los distintos tipos que se dan en la clínica del TOC.

Aproximación conductual.

Como suele suceder en otros campos de la ciencia, la evolución de la terapia conductual fue precedida por sucesivos tanteos. Los primeros tratamientos conductuales del TOC fueron inspirados en un modelo de gestión de las contingencias de refuerzo de las obsesiones y compulsiones. Utilizando para ello distintas técnicas que pretendían impedir o “castigar” las conductas  obsesivo-compulsivas: Parada del pensamiento (control del estímulo); castigo de la emisión de los pensamientos obsesivos por técnicas aversivas (choques eléctricos, etc.) o por sensibilización cubierta etc. Técnicas que demostraron una eficacia limitada (Riggs y Foa, 1993; Steketee y Frost, 1998).

Otras técnicas basadas en el modelo del condicionamiento clásico, destinados a la habituación de la ansiedad por exposición prolongada, como la desensibilización sistemática, la intención paradójica, la saciación etc., tampoco mejoraron sensiblemente los resultados terapéuticos anteriores. (Riggs y Foa, 1993; Steketee et Frost, 1998).

Desde la perspectiva conductual, el verdadero progreso fue posible gracias a la introducción de la técnica de Exposición con prevención de respuesta (Víctor Meyer, 1966), que consiste en exponer a los pacientes afectados de TOC a los estímulos desencadenantes de sus obsesiones e impedirles  estrictamente llevar a cabo las compulsiones. Este método es considerado actualmente uno de los tratamientos de elección para el TOC, (Foa y col., 1998).

  • Principios básicos de la intervención conductual en el TOC.

Desde una perspectiva conductual ,la aproximación terapéutica del TOC se basa en tres principios fundamentales: Tratar de exponer a los pacientes a los estímulos ansiógenos asociados a sus obsesiones; Impedir que los pacientes realicen durante las exposiciones conductas de evitación o neutralización observables o no, (compulsiones o rituales), encaminados a reducir la ansiedad (Prevención de respuesta); Favorecer la gestión de la ansiedad y las emociones asociadas a las obsesiones, experimentadas en las exposiciones y a las cuales el paciente intenta escaparse realizando las compulsiones.

El trabajo emocional en las exposiciones resulta fundamental ya que se ha demostrado que la simple repetición de la exposición aplicada a un sujeto pasivo no reduce la ansiedad por la simple habituación a la misma (Mineka y Thomas, 1999).Las hipótesis actuales consideran que la exposición se basaría más bien, por un lado, en la modificación y control de los procesos activadores del esquema emocional patológico (Philippot y col., 2001), y por otro, en el desarrollo del “sentimiento de eficacia” del sujeto ante el desamparo suscitado por sus obsesiones (Mineka y Thomas, 1999).

En cualquier caso, se subraya el papel activo del paciente en las exposiciones. El objetivo fundamental del tratamiento en las exposiciones con prevención de respuesta, es que el paciente pueda adquirir, mediante aprendizaje estrategias y técnicas, un sentimiento de control y eficacia, ante la respuesta suscitada automáticamente por los pensamientos o imágenes obsesivas. (Philippot et col., 2001).

  • Eficacia de la terapia conductual del TOC.

En principio, la exposición es más eficaz que la prevención de la respuesta para reducir el miedo obsesivo y la prevención de la respuesta es más eficaz que la exposición para reducir las compulsiones (Foa y col., 1984).La aplicación conjunta de las dos estrategias terapéuticas (exposición y la prevención de respuesta), supondría mejores resultados a corto y a largo plazo que por separado (Riggs y Foa, 1993).Sin embargo, la aplicación de estas técnicas por sí solas es bastante limitada, cuando se trata de pacientes obsesivos “puros” que presentan más obsesiones que rituales aparentes.

El tratamiento conductual mediante exposición y prevención de respuesta (E+PR) se considera como el tratamiento psicológico de elección del TOC (Nathan y Norman, 1998).Según varios estudios de caso único y estudios no controlados llevados a cabo en varios países, se estima en término medio una mejoría aproximada del 75% de los pacientes tratados con E+PR y una mejoría clara, aproximadamente del 50% de éstos (Steketee, 1993).Datos que ponen en entredicho el supuesto curso crónico e irreversible del cuadro. Sin embargo, estos estudios implican algunas limitaciones, ya que se refieren generalmente a pacientes sin cuadros comórbidos (depresión, trastornos de personalidad...) presentes a menudo en el TOC, pacientes rumiadores u obsesivos puros, y a variables relativas al tratamiento: Tasa de rechazo (hasta 25 %) o abandono prematuro del tratamiento (hasta 10 %); Recaída tras el tratamiento, etc. Finalmente, el restante 25% no se beneficia del tratamiento, (Ladouceur y cols.., 1999; Salkovskis et Kirk, 1997; Salkovskis et Warwick, 1988).
A pesar de las posibilidades terapéuticas brindadas por el enfoque conductual, el trastorno obsesivo-compulsivo sigue siendo, pues, un verdadero reto para los terapeutas conductuales, quedando lejos de ofrecer una respuesta a la complejidad y variaciones de casos que presenta el TOC. Por lo tanto, resulta de gran importancia seguir progresando en la investigación de las técnicas psicológicas más adecuadas, que puedan producir mejorías más amplias y aplicarse a personas que no se benefician de la E+PR, (Carmen Carrió, 2004).

Aproximación cognitiva.

El desarrollo teórico y las limitaciones prácticas de los tratamientos conductuales, ha favorecido la consolidación del enfoque cognitivo como un complemento a los métodos terapéuticos existentes y una alternativa para los pacientes que no se benefician de la E+PR o los obsesivos “puros”.

  • Principios básicos de la intervención cognitiva en el TOC.

La idea base del modelo cognitivo, es que el contenido de la intrusión es relativamente poco importante en comparación con el significado que el paciente le atribuye (Ladouceur 1996). En este sentido, Salkovskis (1985, 1989) considera que el tipo de intrusiones cognitivas que presentan los pacientes afectados por el TOC, no se diferencian de las que presentan la gente en general. La intrusión en sí misma es un estímulo interno neutro que la persona evalúa e interpreta con la finalidad de extraer un sentido. Este sentido idiosincrásico que le confiere, es la piedra angular del modelo cognitivo. Las intrusiones cognitivas son evaluadas e interpretadas de manera errónea por el sujeto dando lugar a una percepción de peligro que provoca un aumento del nivel de ansiedad. La neutralización de la misma sin éxito, mantiene así la espiral de obsesiones.

El por qué algunas personas tienden evaluar sus intrusiones de forma adecuada y otras de forma errónea, el modelo cognitivo lo explica por la presencia de esquemas cognitivos o creencias de base:
  • Sobrestimación de la responsabilidad por el posible daño como consecuente de la intrusión, Rachman y Hodgson (1980), Salkovskis (1989; Salkovskis, Richards y Forrester, 1995).
  • Valoraciones catastróficas sobre el significado de las intrusiones, Rachman (1997,1998).
  • Necesidad e importancia de controlar las intrusiones desagradables, Purdon y Clark (1993, 1999).
  • Perfeccionismo y sobrestimación de la amenaza, aunque estas dos últimas no son exclusivas del TOC.

Según el enfoque cognitivo, el foco principal de la intervención se encamina a construir un modelo nuevo, menos amenazante de la experiencia obsesiva del paciente, modificando los esquemas disfuncionales base del cuadro ,ayudar al paciente a construir otras hipótesis alternativas y explicaciones menos amenazante del pensamiento intrusivo más que centrarse en su ocurrencia (importancia de controlar los pensamientos obsesivos),ya que éstos ,sólo se reducirán cuando se abandonen los intentos inútiles por suprimirlos o controlarlos ,Carmen Carrió (2004).

Para conseguirlo ,la terapia cognitiva cuenta con un conjunto de técnicas clásicas utilizadas en depresión y otros trastornos de ansiedad (Reconstrucción , debate y cuestionamiento de los pensamientos , etc.,) y otras más específicas para incidir en los aspectos más relevantes (creencias y valoraciones relacionadas con las obsesiones) y/o asociados al TOC (técnicas de exploración y reestructuración ,persuasión lógica , comprobación de hipótesis ,cálculo de probabilidades , experimento conductual, técnica del estándar doble, técnica del abogado del diablo ,técnica del pastel, flecha descendente ,entre otras).

  • Eficacia de la intervención cognitiva.

Existen ya evidencias de que la Terapia Cognitiva para el TOC es al menos comparable al abordaje conductual (E+PR) en cuanto a eficacia, especialmente en sus formas básicas. La terapia cognitiva puede ser un complemento ideal para el abordaje conductual en casos de TOC estándar, al facilitar el trabajo de exposición y permitir la adhesión al tratamiento .También una posible alternativa, sobre todo en casos obsesivos “puros”, ya que la limitación del uso de la (E+PR) en rumiadores o sujetos sin compulsiones aparentes es evidente. Su interés radica en este caso, en permitir el trabajo sobre  las creencias obsesivas, disminuyendo la necesidad de reaseguración asociada a los pensamientos intrusivos.

Sin embargo, y a pesar de la escasez de datos fiables (estudios controlados) sobre abordajes cognitivos específicos para el TOC, varios estudios recientes tratan de precisar por un lado , las interpretaciones y creencias relevantes en la comprensión del TOC ( Sobrestimación de la importancia de los pensamientos, Perfeccionismo, Sobreestimación del peligro, Responsabilidad excesiva; necesidad de control del pensamiento etc. ), Purdon y Clark (1999), Van Oppen y Arntz (1994) y por otro lado, tratan de desarrollar distintos instrumentos para su evaluación ,así como propuestas de intervenciones específicas centradas en las obsesiones y el impacto de las cogniciones específicas asociadas a las mismas (Exploración y reestructuración de todos los niveles de creencias y valoraciones relacionados con las obsesiones, persuasión lógica y técnicas de comprobación de hipótesis ,Wells (1997); etc.. Estos trabajos se enmarcan dentro de lo que se ha dado en llamar Terapia Cognitiva Específica (TCE). 


Referencias:



·        Arturo Bados López Trastorno obsesivo-compulsivo UB. Diciembre 2005.

·     Aurora Gavino, Tratando…Trastorno obsesivo-compulsivo, técnicas, estrategias generales y habilidades terapéuticas, Ed. Pirámide Madrid 2007.
·        David A Clark Ph. D Trouble obsessionnel-compulsif, Département de psychologie Université du Nouveau-Brunswick, Mai 2005.
·        Cottraux J., Les ennemis intérieurs, O. Jacob, Paris 2005.      
·    Foa, E.B. Terapia cognitivo-conductual en trastornos obsesivo-compulsivos. II Seminario Internacional sobre Actualizaciones en Psicología Clínica. Bellvitge Barcelona, 17 de diciembre de 2004.
·        García-Soriano, G., Belloch, A. y Morillo, C. Sobre la heterogeneidad del trastorno obsesivo-compulsivo: una revisión. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 13, 65-84. 2008
·   Miguel A Vallejo Pareja, Guía de tratamientos psicológicos eficaces para el tratamiento obsesivo compulsivo, En Guía de tratamientos psicológicos eficaces. Ed. Pirámide Madrid ,2005.



Mohammed Jamil El Bahi
Psicólogo / Psicoterapeuta

Trastorno obsesivo compulsivo postparto

Muchas nuevas madres se sienten un poco ansiosas al cuidar a sus bebés. Pero a veces, esa preocupación se convierte en una obsesión sobre todas las cosas que pueden salir mal.
Los expertos llaman a esa afección trastorno obsesivo compulsivo (TOC) postparto. Puede llevar a las mujeres a tomar medidas extremas para evitar que sus miedos se vuelvan realidad, como bañar a su bebé repetitivamente para mantener los gérmenes a raya, hasta tal punto que el bebé desarrolle llagas, o negarse a cargar al bebé por temor a que se le caiga.
Aunque la depresión postparto obtiene mucho más atención, el TOC postparto también puede resultar nocivo para madre e hijo, afirmó Kiara Timpano, profesora asistente de psicología de la Universidad de Miami, en Florida.

“Desear proteger al niño y mantenerlo a salvo es una parte muy normal de la crianza”, dijo Timpano. “Lo que sucede con el TOC es que esa vigilancia natural se exacerba en exceso.

Las madres con TOC no solo se preocupan excesivamente, sino que sus pensamientos las angustian tanto que intentan controlarlos con conductas rituales o repetitivas”, explicó Timpano.
“Por ejemplo, una madre puede verse abrumada por pensamientos de que su bebé enferme por los gérmenes, y podría responder lavando los biberones durante horas”, dijo. “Esos síntomas pueden comenzar a adueñarse de la vida de un individuo muy rápidamente”.
Alrededor de uno de cada cien adultos tiene TOC, apuntó Timpano. Obtener un estimado sólido de cuántas madres nuevas experimentan TOC postparto es difícil, pero los investigadores señalaron que la cifra varía entre el dos y el nueve por ciento, con síntomas de leves a graves.
No se sabe qué provoca el TOC, pero las mujeres que han tenido trastornos de ansiedad o TOC antes de dar a luz son más vulnerables, apuntó Timpano. Tener un bebé es una enorme transición vital acompañada por inmensos cambios hormonales y fisiológicos, lo que podría contribuir.
Para ver si el TOC postparto se puede prevenir, Timpano y colegas reclutaron a 71 madres que reportaron tener ansiedad significativa antes del parto, aunque no un trastorno de ansiedad.
Las madres se inscribieron en una clase normal de parto, o en una clase que enseñaba las señales de advertencia del TOC y técnicas para afrontar los síntomas. Se les dio seguimiento uno, tres y seis meses tras el nacimiento del bebé.
Las madres de la clase de la intervención presentaron menos ansiedad y desarrollaron mejores habilidades de afrontamiento para manejar sus “pensamientos obsesivos” que las madres en la clase normal, según el estudio que aparece en línea como adelanto de la edición impresa de la revista Journal of Psychiatric Research.
Lo que separa a las mujeres vulnerables al TOC de las que no lo son incluye ciertas formas de pensar sobre las cosas, apuntó Eric Storch, profesor asociado de pediatría, psiquiatría y psicología de la Facultad de medicina de la Universidad del Sur de Florida, que ha estudiado el TOC postparto.
Por ejemplo, muchas madres podrían tener pensamientos inquietantes, como un temor de ahogar accidentalmente al bebé mientras lo bañan. Pero para las madres con TOC, en lugar de un pensamiento pasajero que se descarta y olvida rápidamente, el pensamiento ocurre una y otra vez en sus mentes, hasta que comienzan a temer que en realidad podrían hacerlo, explicó Storch.
Por eso el TOC postparto a veces se confunde con la psicosis postparto, una forma grave de depresión en que la madre podría experimentar alucinaciones y está en riesgo de hacer daño a su bebé, dijo Storch. Las madres con TOC postparto presentan poco riesgo de hacer daño a sus bebés, apuntó.
“Hay casos en que mujeres no psicóticas son hospitalizadas porque un médico teme que harán daño a sus hijos, cuando quizás las madres con TOC postparto sean las que menos probabilidades tienen de hacer daño a sus hijos”, comentó Storch.
El TOC puede ser difícil de tratar, aunque la terapia cognitivo conductual, que enseña a las personas formas de manejar y cambiar sus pensamientos preocupantes, puede ayudar. Algunas mujeres también tienen depresión junto al TOC postparto, y los antidepresivos también podrían aliviar los síntomas, dijo Timpano.
Ambos expertos concurren en que hay que hacer más por identificar a las mujeres que sufren de TOC postparto.
“La depresión y la psicosis han captado casi toda la atención, con buenos motivos”, dijo Storch. “Pero hay un gran número de mujeres que experimentan un aumento en los síntomas obsesivos compulsivos inmediatamente tras el parto”.
Desde | HealthDay News
La nota fue extraída del link anterior. Si tienes dudas o sugerencias sobre derecho de autor favor de remitirse a la liga mencionada con anterioridad.
Mamás y Bebés Blog, tu blog de Maternidad
http://blog.mamasybebes.com

Salud mental: trastorno obsesivo compulsivo


Todos, sin duda, hemos pasado por momentos en los que una idea o imagen surge de pronto en nuestra mente sin ninguna advertencia.
Lavado de manos (SPL)
La gente con TOC tiene un miedo intenso a la contaminación de gérmenes.
Puede tratarse de ideas o imágenes totalmente inconsistentes, o asuntos o situaciones que -pensamos- no deberíamos haber hecho o deberíamos haber hecho de distinta forma.
Este tipo de pensamientos forman parte de nuestra vida y la mayoría de la gente no se preocupa por ellos y puede olvidarlos fácilmente.
Para otros, sin embargo, estos pensamientos impertinentes y no deseados pueden convertirse en lo que los psicólogos llaman "obsesiones".
Y muchas de estas personas no pueden deshacerse tan fácilmente de estas obsesiones. Ése es el llamado trastorno obsesivo compulsivo o TOC.

¿Qué causa el TOC?

Aproximadamente una de cada 50 personas se ven afectadas por este trastorno en algún momento de su vida.
Pero la cifra, dicen los expertos, podría ser mayor debido a que mucha gente con TOC prefiere esconder su padecimiento.
"El trastorno obsesivo compulsivo también puede desarrollarse cuando una persona es muy meticulosa, metódica y ordenada y estas características comienzan a dominar su vida"
Colegio Real de Psiquiatras
A menudo la enfermedad se inicia en la adolescencia o principios de la adultez y afecta a hombres y mujeres por igual.
Hasta ahora no se conocen las causas de este trastorno pero hay varios factores que podrían explicar su aparición.
Por ejemplo, como en ocasiones suele ocurrir en varios miembros de una familia, se piensa que podría haber alguna causa genética.
También se ha visto que ciertos eventos estresantes pueden desencadenar el TOC.
Algunos estudios han mostrado que un desequilibrio en los niveles de serotonina, un compuesto químico cerebral vinculado al estado de ánimo y las emociones, puede provocar el trastorno.
Según el Royal College of Psychiatrists (Colegio Real de Psiquiatrias) del Reino Unido, el trastorno obsesivo compulsivo también puede desarrollarse cuando una persona es muy meticulosa, metódica y ordenada y estas características comienzan a dominar su vida.

Síntomas de TOC

OBSESIONES COMUNES

  • Miedo de contaminarse con gérmenes, suciedad o sustancias químicas.
  • Miedo de provocar una inundación en su casa, causar un incendio o temor de ser víctimas de un robo.
  • Pensamientos agresivos sobre lesionar o lastimar físicamente a un ser querido.
  • Preocupación por la simetría o exactitud de objetos.
  • Pensamientos o urgencias sexuales impertinentes.
  • Dudas excesivas sobre la propia moral o las convicciones religiosa.
  • Necesidad de hablar, preguntar o confesar algo.
Quienes sufren TOC se ven torturados diariamente por pensamientos que describen como "profundamente desagradables y angustiantes".
Las obsesiones que experimentan estas personas pueden agruparse en "temas" comunes.
"Muchos de nosotros llevamos a cabo rituales diarios que consisten en una serie de tareas que forman parte de la vida común" explica el doctor Robert Wilson, psicólogo especializado en TOC y autor del libro Overcoming Obsessive-Compulsive Disorder (Superando el Trastorno Obsesivo Compulsivo).
"Por ejemplo, revisar que todas las puertas y ventajas estén cerradas antes de irnos a la cama es una rutina que nos garantiza que no nos robarán".
"Pero con el TOC, estos rituales se salen de control", afirma el experto.
Quienes sufren el trastorno obsesivo compulsivo están dominados por la necesidad de llevar a cabo estos rituales, que se conocen como "compulsiones", y que son provocados por sus obsesiones.
Limpieza
La limpieza es una compulsión común de las personas con TOC.
"Una persona con TOC, por ejemplo, puede llegar a revisar sus puertas y ventanas entre 50 y 100 veces cuando la obsesión por la seguridad se ‘instala’ en su mente" dice el doctor Wilson.
"Las personas obsesivo compulsivas no tienen absolutamente ningún control sobre sus compulsiones", agrega.

Tratamiento

En ocasiones los individuos con TOC pueden ayudarse a sí mismos a superar el trastorno.
Según el doctor Wilson, llevar un diario o un registro de los pensamientos que son problemáticos y revisarlos continuamente puede ayudar a algunas personas.
"Pero es necesario hacerlo de forma regular, durante una media hora cada día, y al mismo tiempo se debe tratar de resistir cualquier comportamiento compulsivo" dice el experto.

COMPULSIONES COMUNES

  • Limpieza: lavarse repetidamente las manos o limpiar las superficies de la casa durante horas y sin parar
  • Revisiones: preguntarse repetidamente si las luces están apagadas, si los aparatos eléctricos están desenchufados o si las puertas están cerradas, etc.
  • Contar secuencias de números durante horas
  • Arreglo y orden: la necesidad de ordenar objetos de determinada forma
  • Repetición de palabras u oraciones
  • Necesidad de completar o realizar areas en un orden exacto una y otra vez hasta lograr la perfección
  • Acumulación: coleccionar objetos inútiles
Pero si esto no funciona, hay terapias habladas -como la cognitivo conductual- que pueden ayudar a las personas con TOC a cambiar sus conductas, deshaciéndose en primer lugar de los pensamientos de autocrítica que no son reales.
También hay otras psicoterapias, como las técnicas de exposición y prevención de respuestas (que pueden usarse junto con la terapia cognitivo conductual) que pueden ayudar a combatir las compulsiones y ansiedades evitando que se refuercen unas a otras.
"Esto permite a la persona enfrentar gradualmente la situación que teme y al mismo tiempo evita que lleve a cabo o complete sus rituales usuales de compulsión mientras la ansiedad desaparece" explica el doctor Wilson.
Junto con las terapias habladas o sin ellas, el médico puede también recomendar un tratamiento farmacológico, por ejemplo de antidepresivos, que pueden ayudar a la persona con TOC aunque no esté deprimida.
Tal como señala el Colegio Real de Psiquiatras, aproximadamente seis de cada 10 personas mejora con la medicación y los síntomas del trastorno obsesivo compulsivo logran reducirse gradualmente.
Y se ha demostrado que mientras se toman los fármacos se puede prevenir una recurrencia de la enfermedad, incluso después de varios
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/05/110516_salud_mental_obsesivo_compulsivo_men.shtml