Las fobias de los famosos: el agua, los pájaros, los huevos, el matrimonio...


Las fobias de los famosos: el agua, los pájaros, los huevos, el matrimonio...


Las celebrities no están exentas de padecer fobias, algunas de ellas tan llamativas como experimentar pánico y sudores fríos ante la sóla visión de un huevo (ovofobia) como le sucedía al cineasta Alfred Hitchcock.
Cameron Díaz siente pavor ante el matrimonio, y Jennifer Aniston odia volar

No es el único personaje conocido que sufre miedos irracionales: Billy Bob Thornton, ex marido de Angelina Jolie, tiene aversión por el mobiliario antiguo; Jennifer Aniston, a volar; el actor Roger Moore, por los colores claros y los cubiertos de plata, Paquirrín , por los pájaros, y Johnny Depp no puede ni con las arañas ni con los payasos, según recoge Europa Press.

La fobia a los payasos o claurofobia es más común de lo que se cree. Depp explica que se debe a "su cara pintada y a su risa falsa y exagerada que parece que esconde el mal". También Puff Diddy siente aprensión por los clowns.

El agua es lo que más asusta a Carmen Electra, quien pese a haber interpretado un papel de vigilante de la playa, no sabe nadar, y David Beckham conoce de primera mano qué es la ataxofobia, un miedo extremo al desorden. El astro guarda en el armario las camisas por colores y las latas de Coca-Cola deben estar pefectamente alineadas en la nevera si no se quiere ver al futbolista nervioso.

Sin embargo, nadie gana a Woody Allen en manías: el actor confiesa a una oveja en una de sus películas que siente aberración por los insectos, la luz del sol, los niños, los perros, la multitud, las habitaciones pequeñas o los cangresjos.

Por su parte, los miedos de actrices como Jennifer López o Cameron Díaz no obedecen a estímulos físicos: la primera ha confesado que teme perder su talento y no ser capaz de adaptarse al ritmo frenético de trabajo al que estaba acostumbrada antes de quedarse embarazada.

Lo de Cameron Díaz es, sin embargo, alergia "al compromiso" y al "matrimonio". Al menos, así lo ha manifestado a la revista OK!

Obsesión que destruye y no deja vivir...



Obsesión que destruye y no deja vivir...
Engge Chavarría
Un individuo diagnosticado con el TOC, no volverá a tener una vida “normal”

A los 21 años empezó a lavarse con frecuencia las manos. A pensar que todo, sentía que todo lo que tocaba estaba contaminado. Ya no quería pisar las líneas de los pisos y llenaba los cuadernos de números. “Mis padres no sabían qué tenía, hasta que el siquiatra me detectó Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).”

El TOC es una enfermedad neurológica cuya principal característica consiste en pensamientos recurrentes, incontrolables y obsesiones desagradables o comportamientos repetitivos, que no son controlados voluntariamente por el individuo. El nombre de esta enfermedad proviene de sus dos principales síntomas: obsesión y compulsión.

Actualmente, Mariel Martínez, quien relató su historia, tiene 32 años, ha intentando suicidarse más de cinco ocasiones, perdió al total de sus amigos y ha sido ingresada en una clínica siquiátrica más de 50 veces en cuatro años.

Especialistas siquiátricos revelan que los síntomas y la importancia que implica el TOC pueden presentarse a cualquier edad a partir de los seis años, y pueden producir una importante discapacidad.

Mayra Martínez, siquiatra y miembro de la Asociación Mexicana de Trastorno Obsesivo Compulsivo (AMTOC), aseguró que 3.0 por ciento de la población mexicana padece la enfermedad.

En una plática con Excélsior, mencionó que las personas que padecen TOC no son enfermos mentales per se. De hecho, muchos estudios demuestran que gran parte de los pacientes presentan una inteligencia cognitiva por encima del promedio, puesto que la propia naturaleza del trastorno exige patrones mentales complicados.

La experta detalló que los síntomas son miedo a la mugre o a los gérmenes, disgusto por los desechos o los líquidos corporales, preocupación con el orden, simetría (balance) y exactitud, angustia de que una tarea no se haya realizado bien, incluso cuando la persona sabe que no es cierto.

Los pacientes tienen miedo a tener pensamientos malos o pecaminosos, pensar en ciertos sonidos, imágenes, palabras o números todo el tiempo y necesitan asegurarse continuamente de las cosas.

“En casa nos podemos dar cuenta cuando el enfermo se lava continuamente las manos, se tarda mucho tiempo en bañarse y le obsesionan sus pensamientos por más insignificantes que sean”, explicó.

Además, dijo que limpian y arreglan sus objetos personales constantemente. Revisan los cajones, puertas y aparatos eléctricos para asegurarse de que están cerrados, con seguro o apagados.

También repiten rituales como salir y entrar por una puerta, levantarse y sentarse de un asiento o tocar ciertos objetos varias veces. Cuentan una y otra vez hasta cierto número y guardan periódicos, correspondencia o empaques que ya no son necesarios.

Existen varios medicamentos disponibles para tratar el TOC, que incluyen: clomipramina, fluoxetina, sertralina, paroxetina y fluvoxamina), que pueden causar efectos secundarios, tales como resequedad en la boca, náusea y somnolencia. Incluso, algunas veces también afectan el funcionamiento sexual de una persona.

Mayra Martínez advierte también que la terapia conductual puede utilizarse para tratar el TOC, y que ayuda al paciente a enfrentar las causas que desencadenan sus obsesiones y ansiedad.

Luego, se les incentiva a no realizar los rituales que usualmente les ayudan a controlar sus nervios.

Datos de la Organización Mundial de la Salud, incluyen al TOC entre las 20 primeras enfermedades discapacitantes, con una prevalencia de 0.8 por ciento en los adultos y 0.25 por ciento en niños y adolescentes, y entre las cinco enfermedades siquiátricas que te privan de hacer tus funciones normales.

Mariel Martínez concluyó que el tener la enfermedad le ha quitado 11 años de su vida para trabajar y relacionarse.

“Lo más doloroso ha sido que algunos de mis amigos se dieron cuenta de mi trastorno y muchos decidieron abandonarme.”

Lo más doloroso ha sido que algunos de mis amigos se dieron cuenta de mi trastorno, y muchos decidieron abandonarme...”

MARIEL MARTÍNEZ

Samuel Johnson (1709-1784) Un patrón de TOC?





SAMUEL JOHNSON (1709-1784) Samuel Johnson (1709-1784)

A Patron Saint of OCD? Un patrón de TOC?

By Fred Penzel, Ph.D. Por Fred Penzel, Ph.D.


Cuando mi vida pasada encuesta, me doy cuenta de nada más que una estéril pérdida de tiempo, con trastornos de la mente muy cerca de la locura.

- Samuel Johnson



Después de haber regresado recientemente de una breve peregrinación OCD personales, mientras que en Londres, yo pensé que tendría la oportunidad de compartir con los miembros OCD. Sí, son realmente el TOC santuarios, si el cuidado de mirar por ellos. Esta se encuentra en una pequeñas, bien oculto cuadrados en el corazón de la ciudad de Londres, justo al lado de Fleet Street. Es un lugar que tiene que ser realmente busca. Es el hogar de una de las grandes mentes (quizás el mayor), de la decimoctava siglo, tomó nota de una figura literaria, y el autor del primer diccionario del idioma Inglés: Dr. Samuel Johnson. El buen médico se consideró tan importante figura, que en la segunda mitad del siglo XVIII se conoce como "La Edad de Johnson. "Dr. Johnson, por cierto, también pasó a ser una persona que sufrió más de los casos graves de TOC y Síndrome de Tourette.

Había nacido en 1709 en Lichfield, Inglaterra, en las afueras de Birmingham. Su padre, Michael Johnson, fue un librero de escasos recursos. Asistió a la Universidad de Oxford, a partir de 1728, pero después de trece meses, se vio obligado a abandonar debido a que era demasiado pobres para continuar. Después de esto, que experimentó un período de depresión. Esto no es sorprendente, ya que un hombre brillante académicamente, que tuvo que terminar su carrera universitaria, simplemente debido a la pobreza, mientras que los niños menos inteligentes de los ricos pudieron continuar de ellos.


. Johnson pasó a intentar una carrera como un maestro de escuela, pero se ha visto obstaculizado en el presente por su falta de un título universitario. Además, sus numerosos tics y compulsiones, que son muy evidentes, es difícil para él mantener una apariencia digna y ganar el respeto de sus alumnos.


En 1737, Johnson se establece a Londres para comenzar de nuevo, acompañado por uno de sus alumnos, David Garrick, que más tarde se acerca a ser el más conocido actor y director de su tiempo. Johnson comenzó una carrera literaria que continuaría hasta su muerte en 1784. Durante ese tiempo, produjo obras de teatro, biografías, política satires, informes sobre el parlamento, las obras de ficción, y sobre todo, el más importante diccionario del idioma Inglés, hasta ese momento. En el momento de su publicación en 1755, Johnson había creado personalmente más de 40.000 definiciones, y hasta la creación del Diccionario de Inglés Oxford 150 años después, es de destacarse como "el 'diccionario. Uno de sus más importantes logros fue su edición de ocho volúmenes de las obras de Shakespeare, que publicó en 1765.


Gran parte de lo que sabemos de Johnson es gracias a James Boswell, quien publicó su famosa biografía, La vida de Samuel Johnson en 1791. Boswell Johnson se reunió en Londres en 1763 y los dos se convirtieron en amigos, viajando al norte de Gran Bretaña juntos. Dr. Johnson síntomas son bien conocidas a las que familiarizarse con él, y estaban bien documentados, en particular por Boswell. En un caso, Boswell señaló uno de los rituales del movimiento Johnson --

"Él tenía otra particularidad, de los que ninguno de sus amigos nunca se menciona a pedir una explicación. Parecía que me algunas supersticioso hábito, que había contratado antes, y del que nunca había llamado a su razón para separar de él. Esta fue su ansiosos de atención o de salir al paso de una puerta o por un cierto número de pasos de un cierto punto, o al menos a fin de que cualquiera de su derecho o el pie izquierdo, (no estoy seguro de que) debemos hacer el primer movimiento Cuando llegó cerca de la puerta o pasaje. tengo, a innumerables ocasiones, de repente observó que detener y, a continuación, parecen contar sus pasos con una profunda seriedad, y cuando había ido mal o descuidado en este tipo de movimiento mágico, me han visto volver una vez más, colocado en una postura correcta para iniciar la ceremonia, y de haber pasado por ella, su descanso de la abstracción, caminar rápidamente, y unirse a su compañero. "


Casi todas las personas con TOC y / o de Tourette ha tenido la experiencia de decir acerca de sus síntomas, "Sé que suena loco, pero tengo que hacerlo de todos modos."

Debe haber sido especialmente exasperante para un hombre tan brillante como Johnson para encontrarse atrapados en una red compleja e ilógica de los rituales y los tics. En el siglo XVIII, no hubo diagnóstico de estos trastornos, ni hubo ningún tipo de tratamiento real. Tampoco hubo ningún entendimiento de estos trastornos por parte del público. Tales comportamientos se conoce comúnmente como los malos hábitos, se adapta, o incluso la locura.

Los pacientes fueron ridiculizados, rechazados, o ambos. A la Srta. Frances Reynolds, la hermana del famoso pintor Inglés Sir Joshua Reynolds, y un amigo del Dr. Johnson, se pregunta en cuanto a la causa de su extraño comportamiento:


¿Qué podría haber inducido a la práctica tales gestos extraordinarios que pueden divina: la cabeza, las manos y los pies con frecuencia en marcha al mismo tiempo. Mucha gente ha supuesto que eran los naturales efectos de un trastorno nervioso, pero que había sido el caso que no se han sentado aún cuando él escogió, lo que hizo, por lo que de hecho aún cuando la sesión por su imagen, como a menudo se han complementado con un patrón para sitters, no hay prueba de su ligera complacencia de su o sus buenos naturaleza ".


la Srta. Reynolds no puede ser consciente del hecho de que las personas con tics y compulsiones pueden, a veces, resistir con éxito, al menos durante algún período de tiempo. Su hermano, Sir Joshua, tenía sus propios puntos de vista sobre los orígenes del comportamiento de Johnson , teorías que,



"Se procedió a partir de un hábito que había indulged en sí mismo, de sus pensamientos que acompañan a determinadas acciones indeseables como si fueran destinados a reprobar alguna parte de su conducta pasada El gran negocio de su vida (dice) fue para escapar de sí mismo, esta disposición se considera como la enfermedad de su mente, que no curado, pero la empresa ".



Las personas con TOC saben que a veces la distracción puede ayudar a aliviar temporalmente las obsesiones, y afortunadamente para Johnson, que era un invitado frecuente en muchos círculos sociales. It was perhaps Johnson's brilliant wit and creativity that won him the acceptance of so many of those around him in an age where behaviors such as he displayed could easily have been labeled as insanity. Johnson, himself, lived in lifelong fear of going mad. Tal vez Johnson brillante ingenio y la creatividad que le ganó la aceptación de muchos de quienes lo rodean en una época en que los comportamientos que muestran como podría haber sido fácilmente etiquetada como la locura. Johnson, él mismo, viven en permanente temor de ir loco.


El día en que decidió visitar la casa de Dr. Johnson (ahora un museo), me fui al final de la tarde, cuando no fue muy concurrido, y pronto me encontré solo allí. Paseos a través de las tres historias de la pequeña casa, he intentado imaginar las dificultades que ha tenido que superar, sin ayuda por cosas tales como terapia, medicación, o incluso un entendimiento de lo que estaba ocurriendo a él, con el fin de hacer aún más pequeñas tareas cotidianas. Pensé en mis propios pacientes, y cuánto más difícil puede ser para ellos las cosas que la mayoría de nosotros "neurotypicals" dan por sentado. Como yo estaba en el ático donde se encuentra el famoso diccionario se compone, reflexionaba sobre cuánto mayor Johnson fueron los logros de la causa de los numerosos obstáculos que se enfrentan a diario.

Rodeado de imágenes del Dr. Johnson, que podría casi visualizar este torturado, muy inteligente el hombre enérgicamente salto adelante y atrás en los umbrales de las puertas, en repetidas ocasiones a pie hacia arriba y hacia abajo los dos tramos de escaleras mientras cuenta sus pasos, constantemente en contacto con el piso, mumbling repetitivo y oraciones a él mismo, como él caminó a su piso de arriba para empezar a trabajar sobre algunos de los escritos más brillantes de su época.

Además de lo que puede haber sido compulsivo ritualizations, Johnson parece haber sufrido también las obsesiones de la participación de la culpabilidad, la religión, y la responsabilidad.

Comentarios acerca de los problemas mentales se pueden encontrar entre sus escritos, y parece que fue, en realidad, hablando desde la experiencia personal. En Rasselas, Príncipe de Abisinia, publicada en 1759, hizo las siguientes observaciones reveladoras,

"Trastornos de la inteligencia suceder mucho más a menudo que los observadores superficiales creen fácilmente. Tal vez, si hablamos con rigurosa exactitud, la mente humana no está en su derecho de estado. Ningún hombre se encuentra en cuya mente aireado nociones tyrannise a veces no, y le fuerza a la esperanza o el temor más allá de los límites de probabilidad sobria. Es una locura, pero no se pronuncia cuando [se] viene ingobernable y, al parecer, influye en la oración o la acción. "

, Puede haber también permitirse compulsivos rituales de oración para hacer frente a su religiosa o supersticiosa escrupuloso pensamientos. Boswell escribió sobre él,

"Hablar con él fue, de hecho una de sus singularidades, desde que le conocieron. Yo estaba seguro de que fue con frecuencia la circulación piadosa eyaculaciones, por fragmentos de la oración del Señor han sido claramente escuchadas."


Johnson numerosos tics también se conoce bastante bien a sus conocidos, por no hablar de alguien que pasó a través de él en público. Boswell proporciona una descripción de algunos de sus tics vocales:

"En los intervalos de articular hizo varios sonidos con su boca, a veces como si rumiar, o lo que se llama la masticación rumiar, a veces con una media silbato, a veces haciendo jugar su lengua hacia atrás desde el techo de su boca, como si cacaraquear como una gallina, y, en ocasiones, sobresaliendo que en contra de su superior encías al frente, como si pronunciar su aliento demasiado bajo, demasiado, demasiado: todo esto acompañado a veces con una mirada reflexiva, pero con más frecuencia con una sonrisa. "

también tomó nota de algunas de sus características de motor, la presentación de informes que

"Su boca está continuamente abriendo y cerrando, como si estuviera masticando algo, tiene un singular método de girando los dedos, las manos y torsión, y su inmenso cuerpo está en constante agitación, aserrado-ver hacia delante y hacia atrás, sus pies nunca un momento tranquilo, y toda su persona parecía muy a menudo como si se iban a rodar en sí, muy voluntariamente, desde su silla al suelo. "

Describiendo un paseo que había tenido con él un día, toma nota de la Srta. Reynolds


"Yo recuerdo bien que ellos (sus gestos) son tan extraordinarios, que los hombres, mujeres y niños se reunieron alrededor de él y se ríe casi dispersa cuando sacó de su bolsillo más que ver-a tan serrada tipo de violencia como para excitar la curiosidad de algunas personas a una distancia de venir y ver lo que el asunto con él. "

, Otra observación fue que la Srta. Reynolds,



"La maniobra que se utiliza en particular para los más atrayendo la atención de la empresa se extiende su brazo con una taza de té en la mano, en todas las direcciones, a menudo a la gran molestia de la persona que se sentó junto a él, de hecho, para el peligro inminente de su cloaths a veces le toque a sí mismo con su cara redonda cerca de la parte de atrás de su silla, y terminar su taza de té, muy difícil de respirar, como si de un laborioso esfuerzo para lograrlo. "


numerosas citas ingenioso llenar secciones enteras de libros, y parece que nunca han estado en una pérdida para las palabras. Una anécdota que relata Boswell Johnson indica la capacidad para hacer frente a las observaciones y preguntas de los demás acerca de su extraño comportamiento en público
Estoy feliz, sin embargo, por mencionar un ejemplo agradable de su perdurable con gran delicadeza para escuchar uno de sus más notables peculiaridades señaló. Una muchacha muy joven, sorprendido por su extraordinaria mociones le dijo:" Rezad el Dr. Johnson, ¿por qué usted hacer gestos extraños? "" De la mala costumbre ", respondió." ¿Está usted, mi querido, tenga cuidado de guardia una vez más los malos hábitos ".


En la actualidad, Johnson rara vez habla de sus comportamientos compulsivos y , pero
aparentemente capaz de hablar en su propia defensa. Cuando, en una cena, le golpeó accidentalmente un compañero fuera invitado el zapato de su pie con uno de sus movimientos de la mano, respondió a las risas que inevitablemente seguida, diciendo
Yo sé que no he incurrido justamente su reprimenda. La moción fue involuntario, y la acción no intencionalmente grosero".

Desde mi casi veinte años de experiencia como médico, no puedo sino imaginar lo que sufrió este hombre, tanto en público como en privado. Las personas con TOC y de Tourette han dado grandes pasos en los últimos veinte años en términos de lograr la comprensión y el hallazgo de tratamientos más eficaces. Es triste mirar hacia atrás en aquellos en el pasado que no tuvo más remedio que afrontar la vida dolorosamente cada día en la cara de la inmensa contradicción aparentemente misteriosas sus síntomas les presentó. Sin duda, el Dr. Johnson tenía una de los síntomas día lleno cuando llegó a la cita que abre este artículo. Es edificante e inspirador, sin embargo, también mirar hacia atrás a lo que algunos de ellos fueron capaces de lograr a pesar de sus problemas.) Ellos sirven como ejemplos a todos los que sufren. Tal vez haya realmente son santos patronos de la OCD, y si es así, el Dr. Samuel Johnson puede haber sido uno de ellos. Los dejo con una última cita del Dr. Johnson, tal vez un pensamiento que le ayudaron a sostener a sí mismo (y uno más optimista que la cita se inició con este artículo)

Las grandes obras no se realizan por la fuerza, sino por la perseverancia.

Dr. Fred Penzel licencia es un psicólogo que se ha especializado en el tratamiento del TOC y trastornos relacionados desde 1982. Él se sienta en el Consejo Consultivo de la Ciencia de la Fundación obsesivo-compulsivo, y es un frecuente contribuyente a la newsletter. Él es el autor de el libro de auto-ayuda "Trastorno obsesivo-compulsivo: una guía completa de Cómo Permanecer Y Bueno Bueno." Usted puede encontrar más información sobre este libro en www.ocdbook.com, y puede ponerse en contacto con él en:
penzel@attglobal.net penzel@attglobal.net

D.O.C. Desorden obsesivo-compulsivo


Publicado por Brigantinus
D.O.C. Desorden obsesivo-compulsivo

BIOLOGÍA DE LAS OBSESIONES Y LAS COMPULSIONES
Judith L. Rapoport
Mayo de 1984

JUDITH L. RAPOPORT dirige la división de psiquiatría infantil del Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos. Estudió psicología en el Colegio Swarthmore y obtuvo el doctorado en medicina por la Universidad de Harvard. Tras ejercer las practicas en psiquiatría infantil y en psiquiatría general, realizó estudios de postgrado en psicología experimental. Su investigación se ha centrado en aspectos biológicos de la psiquiatría infantil.

Sergei ha cumplido los 17 años. Cursaba su bachillerato con toda normalidad hasta que, hace sólo 12 meses escasos, quien parecía un adolescente más, dotado de talento e interesado por mil cosas, se tornó, de repente, casi de la noche a la mañana, una persona solitaria, retraído de la vida social por sus desequilibrios psicológicos. No podía parar de lavarse. Dominado por la idea de que estaba sucio -a pesar de la evidencia contraria de sus sentidos- comenzó a emplear más y más tiempo en lavarse a si mismo de una suciedad imaginaria. Al principio, sus abluciones rituales se limitaban a las tardes y a los fines de semana; pudo permanecer en el colegio mientras las mantenía controladas. Muy pronto, sin embargo empezaron a consumir todo su tiempo, obligándolo a abandonar la escuela, víctima de su incapacidad de sentirse suficientemente limpio.

La enfermedad de Sergei se denomina desorden obsesivo-compulsivo o DOC. Considerado antaño un problema muy poco frecuente, se sabe que afecta quizás al 3 por ciento de la población estadounidense. Los DOC son reacios al consejo familiar, la psicoterapia y la mayoría de los fármacos para el tratamiento de la ansiedad y la depresión. Estudios recientes llevados a cabo en el Instituto Nacional de Salud Mental con mis colegas han puesto de manifiesto que los DOC responden a ciertos medicamentos antidepresivos nuevos. La capacidad de estas medicinas para reducir el comportamiento obsesivo compulsivo difiere de su efecto sobre la depresión. Esto último nos revela que los DOC no son alteraciones del estado de animo, aunque si componen un síndrome específico de origen biológico; y si bien queda mucho por avanzar en el conocimiento detallado de los DOC, estamos asistiendo al rápido desarrollo de un modelo biológico nuevo donde encuentran explicación.

Un elemento fundamental del modelo en cuestión estriba en la idea según la cual ciertas "subrutinas" de comportamiento relacionadas con el aseo y la territorialidad quedaron programadas en el cerebro humano durante el curso de la evolución. Por lo común, la observación de los sentidos (estado de limpieza personal o que el horno este apagado) basta para mantener suprimidas estas subrutinas. Pero si no funcionan correctamente los centros cerebrales superiores, se pueden reproducir repetitivamente las subrutinas y convertir a los pacientes de DOC en sus propias víctimas, incapaces de parar de lavarse o de cesar en la comprobación reiterada de la llave del gas, sin perder, además, conciencia de lo absurdo de su comportamiento. La nueva biología de las obsesiones y de las compulsiones representa un gran paso adelante en su desentrañamiento; asimismo, disponer de nuevos fármacos con actividad anti DOC supone un avance importante en el dominio de su terapéutica.

Los términos obsesivo y compulsivo forman parte del lenguaje ordinario. La gente dice a menudo "es una persona compulsiva" para dar a entender que se trata de un pelmazo algo nervioso. Se dice también "está obsesionada por él", cuando ella bebe los vientos por el amado. No damos ese sentido aquí a uno y otro vocablo. La enfermedad obsesivo-compulsiva constituye un problema psiquiátrico crónico y grave. Se manifiesta mediante obsesiones (impulsos. pensamientos o ideas recurrentes y persistentes, que se experimentan. al menos inicialmente. como de carácter intrusista y carentes de sentido) o compulsiones (comportamientos repetitivos e intencionados -percibidos como innecesarios- acometidos en respuesta a una obsesión, de acuerdo con ciertas reglas o de una forma estereotipada).

En estos procesos los DOC se caracterizan por Ia necesidad apremiante de lavarse. de comprobar las puertas (para asegurarse de que están cerradas) o los interruptores (para convencerse de que estén apagados) o contar repetitivamente; se definen también por la presencia de pensamientos de carácter intrusista (frecuentemente de comportamientos peligrosos o inaceptables). La diferencia entre los DOC y las formas más suaves de compulsión observadas en personas sanas reside en su intensidad y tiempo: en los primeros. estos comportamientos se han acentuado tanto y ocupan tanta porción de su tiempo que interfieren en la vida del paciente en un grado considerable como en el ejemplo de Sergei.

Sorprende, en los pacientes de DOC, la limitación de su mal: en otras áreas de la vida son personas bastante razonables. Más aún, a pesar de saber que sus comportamientos obsesivo-compulsivos son irracionales, no pueden hacer gran cosas para controlarse a sí mismos. Sufren mucho con ello. Cuando los síntomas son severos convierten al paciente en personaje ridículo ante los demás; tal le ocurría a Samuel Johnson

«La agorafobia es como vivir en el infierno»


«La agorafobia es como vivir en el infierno»
La enfermedad desborda las consultas de los psicólogos alicantinos. Están incapacitados para viajar en tren o en bus.

No pueden ir al cine o palidecen mientras esperan en la cola del probador de unos grandes almacenes. Al final salen huyendo. La escena se repite en una playa o paseando por una calle de la ciudad. El pánico asalta al enfermo y, entonces, está perdido.

Semejantes episodios resultan incomprensibles para el ciudadano de a pie, pero quienes lo padecen, los enfermos de agorafobia, aseguran que su vida es «un infierno». Y no son pocos. Sólo en la ciudad de Alicante, hay 9.000 casos diagnosticados, 3 de cada 100 habitantes, y otros tantos que sufren crisis puntuales en espacios abiertos y cerrados.

«No todos los casos se diagnostican, aunque ahora se conoce más que antes. Además varía según el grado de angustia», explica el director del Centro de Psicología Aplicada de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Carlos J. van der Hofstadt. Pero los síntomas, tal y como describe desde la Asociación Espacios Abiertos un grupo de autoayuda formado por los propios enfermos alicantinos, son inconfundibles: ansiedad, pánico, taquicardias, temblores y mareos.

La enfermedad está vinculada al ritmo de vida y al estrés de las sociedades modernas. Antes no existían agorafóbicos. Ahora entre el 1,5 y el 5% de los españoles lo son. En Alicante afecta al 3%.

«Se puede superar, pero no te regalan nada», cuenta una ex enferma que pasó muchos años de consulta en consulta sin que ningún experto supiera qué le ocurría.

«Hay, incluso, quien no puede permanecer solo en su domicilio. O al contrario: no puede salir de casa». Todo por un miedo atroz a estar en espacios de los que no se pueda escapar. Según los psicólogos, ellas lo llevan peor. El 60% de los enfermos son mujeres. - Espacios Abiertos: 610 9913 38 / agoratas@yahoo.es. S. GOZALO

EL RESPETO: algo que alguna gente no conoce a pesar de la edad


El respeto: ideas rápidas sobre el respeto. ¿qué es una falta de respeto? Ejemplos. ¿Respetar equivale a desinteresarse?
ideasrapidas.org
EL RESPETO


1. ¿Qué es respetar? Respetar a alguien es tratarlo de acuerdo a su dignidad. Esta dignidad propia requiere de los demás un comportamiento adecuado, de modo que las faltas de respeto voluntarias son una injusticia, por incumplimiento de ese deber. En cambio, donde hay respeto reina un ambiente cordial y amable, propio de la caridad.

2. Ejemplos de falta de respeto en las relaciones sociales:

* La difamación y las burlas rebajan la dignidad de las personas, y este trato injusto es una falta de respeto.
* Los obreros y subordinados son seres humanos. Tratarlos como esclavos es una falta de respeto a su dignidad de personas.
* En cualquier sociedad (familia, aula, empresa, ciudad...) debe haber autoridades que la dirijan (padres, profesores, jefes, concejales...). Esto exige a hijos, alumnos y subordinados un trato disciplinado y obediente. Las rebeldías son falta de respeto hacia la sociedad.
* Las faltas de educación voluntarias (desplantes, portazos, etc.) suelen ser ejemplos de falta de respeto pues el trato adecuado a esas personas debía ser otro.

3. Otros ejemplos de falta de respeto:

* La mujer es una persona humana y es injusto tratarla como un objeto sexual. Esta injusticia es entre otras cosas una falta de respeto.
* El amor humano posee una gran dignidad que exige un trato delicado. La pornografía es una falta de respeto hacia la humanidad.
* Los animales y plantas están al servicio del hombre pero poseen de por sí alguna dignidad en cuanto criaturas. El hombre puede usarlos, comerlos y divertirse con ellos, pero dentro de cierto respeto. Sobre esto ver el tema ecologismo.

4. ¿Qué faltas de respeto son más graves? La gravedad de una falta de respeto depende de lo que se realice y de la dignidad que se intenta dañar. Lo peor son los insultos y burlas dirigidos a Dios.

5. ¿Respetar equivale a desinteresarse? No, no. Un gran dogma del egoísmo es afirmar: "yo respeto a los demás; que los demás me respeten". Esto es un falso respeto pues normalmente equivale a decir "allá ellos con sus problemas". El trato adecuado a la dignidad de los demás es interesarse por ellos (sobre todo por su alma), pues además de respetar es preciso amar a todos, deseando activamente su bien.

6. ¿Se debe respetar a todos igual? Cualquier persona posee una dignidad por el hecho de ser persona. Y así todo hombre merece algún respeto, un trato adecuado a su dignidad humana. Este deber básico incluye respetar sus bienes, su vida, su fama, su intimidad,... Sin embargo:

* Algunas personas merecen un respeto mayor debido a una dignidad superior. Por ejemplo, los padres, los ancianos, las autoridades, etc. El trato entre compañeros es diferente del trato hacia padres y profesores. Con éstos el modo de hablar y escuchar debe ser más respetuoso.
* También hay personas que por su conducta infrahumana pierden parte de su dignidad y merecen menor respeto. Por ejemplo, los delincuentes pueden ser encarcelados. El respeto no se opone a la justicia.

7. ¿Corregir es una falta de respeto? El respeto no significa dejar a los demás que hagan lo que les venga en gana. Hay cosas que se deben prohibir, y asuntos que se deben corregir. Tanto el respeto como la corrección se apoyan en la caridad que a veces exige corregir. Corregir en exceso o en defecto no es falta de respeto sino de caridad. Se añade la falta de respeto si se corrige con malos modos.

8. ¿El respeto quita confianza y espontaneidad?:

* El respeto mutuo protege la dignidad de las personas, proporcionando seguridad y confianza. El respeto es distinto del temor.
* La espontaneidad surge de la costumbre, que origina un modo natural o propio de comportarse. Si uno tiene el hábito de respetar, el respeto le saldrá espontáneo.

9. ¿Exigir un respeto es propio del orgullo? Por orgullo alguien puede pensar que posee una dignidad superior a la que realmente le corresponde. En consecuencia, esta persona algo susceptible exigirá un trato y un respeto excesivos. En cambio, si la dignidad es verdadera, el respeto adecuado es propio de la justicia.

'Abuelos-golondrina'



La itinerancia de personas mayores por distintos hogares familiares tiene aparentes ventajas en lo afectivo, pero acaba causando en ellas efectos devastadores


Llegadas las vacaciones no son pocas las familias que buscan solución residencial para los mayores que viven a su cargo, sobre todo cuando el anciano no está en condiciones de emprender el viaje programado por el grupo. Unos contratan cuidadores y otros recurren a los centros asistenciales, pero también hay quienes dejan a la persona mayor en casa de otros familiares. Esta última fórmula es en apariencia la menos traumática de todas; y sin embargo para muchos ancianos representa la peor época del año, debido a los cambios que le ocasiona en sus hábitos de vida.

Los ancianos que cambian de domicilio en verano son la versión estacional de lo que se ha dado en llamar 'abuelos golondrina', un fenómeno creciente que desde hace unos años viene siendo objeto de atención por parte de los especialistas. Se trata de personas mayores dependientes constantemente atendidas por hijos o familiares próximos, pero no en un mismo hogar; como las aves migratorias, van cambiando de domicilio por temporadas, según el acuerdo al que en cada caso hayan llegado sus parientes.

Este 'reparto del anciano' presenta abundantes ventajas para quienes lo acogen en sus casas, pues, además de equilibrar las cargas entre varias personas y grupos familiares, permite que éstos mantengan con el mayor una relación afectiva más directa e intensa que si viviera solo en su propia casa o se alojara en una residencia. Aunque a primera vista parece una solución menos deshumanizada que las otras, sin embargo se ha observado en los 'ancianos-golondrina' una tendencia al agravamiento de los trastornos y síndromes que padecen.

Adiós a 'la casa'

En otras épocas, la estructura familiar giraba en torno a 'la casa': el hogar donde se habían ido sucediendo padres e hijos hasta que éstos se emancipaban. La vida familiar mantenía un hilo lineal que enlazaba unas generaciones con otras. En la medida en que los mayores iban envejeciendo, más vinculados quedaban a su casa de siempre y eran los sucesores quienes decidían permanecer en ella o fundar otros hogares. Pero normalmente siempre quedaba en el domicilio un grupo familiar renovado que garantizaba tanto la continuidad de la casa como el cuidado de los más ancianos.

Sin embargo, hoy día ha quedado difuminado aquel concepto de residencia estable, de clara raigambre rural. El medio urbano, los cambios en las estructuras familiares, las dificultades de acceso a la vivienda y los diferentes papeles de los individuos en lo laboral y en lo doméstico propician el nomadismo. Y de esta tendencia no podían quedar excluidos los mayores.

Pero lo que para los más jóvenes apenas plantea dificultades, para el anciano dependiente supone una sacudida permanente de efectos devastadores. Los puntos de referencia afectivos y emocionales se confunden, tanto en el paisaje físico como en el humano. Por grande que sea el esfuerzo de los suyos para facilitarle la adaptación, el abuelo-golondrina sabe o intuye que en un breve plazo de tiempo tendrá que someterse a otro traslado. Dentro de la casa, cambiarán el lecho, los muebles y la decoración. Fuera de ella, tendrá que despedirse de sus amistades y hacer otras nuevas, y reconocer calles y barrios distintos en un tránsito permanente. Como las normas de funcionamiento no serán las mismas en cada hogar -igual que habrá diferencias de trato y de afecto entre parientes-, la golondrina acabará desconcertada, cuando no lastrada por el sentimiento culpable de ser una carga para los demás.

La sensación de pérdida y de extrañeza provoca que muchos de estos ancianos se suman en una derrotada melancolía. La fórmula adoptada por los suyos para, con la mejor intención, hacerles sentirse arropados y seguros, acaba provocando el efecto opuesto y acelerando su declive. Nunca llega a verse como un elemento más de la unidad familiar porque no participa de las decisiones del grupo. Está con un pie dentro y otro fuera, con la maleta preparada para el siguiente traslado, y eso hace que nadie le pida opinión. La golondrina languidece privada de libertad en su jaula de oro.

Atención médica

Además del desarraigo, la desorientación y el miedo al rechazo, la sucesión de estancias cortas en diferentes domicilios crea un problema de atención sanitaria nada baladí. Los médicos de familia topan con dificultades para el seguimiento del enfermo mayor por falta de información. Cuando no es un historial incompleto, es la resistencia del propio paciente a explicar sus antecedentes, sea por falta de confianza en el rosario de sucesivos profesionales desconocidos que siempre le hacen las mismas preguntas, sea por las limitaciones propias de su estado. El médico 'de toda la vida' que sabía de las dolencias -y de las manías- del paciente ya no existe para estos nómadas de ambulatorio a quienes resulta poco menos que imposible prestar una atención en condiciones.

Indiscutiblemente, el calor humano y la proximidad continua de los seres queridos compensan en parte todos los trastornos de la itinerancia. El drama está en que a veces el afecto no lo resuelve todo. Y menos todavía si ese afecto no puede llegar a su destinatario porque nunca para quieto en el mismo sitio, convertido en un viajero aturdido que pasa de largo, condenado a saltar de fonda en fonda hasta el fin del trayecto. CICERÓN

MARCELLO MASTROIANNI

ARTHUR SCHOPENHAUER

"En Zapatillas", cortometraje de Daniel Alfonso Mora.



Nuestras estrategias 1x3

Primera parte del cortometraje de los hermanos Didac y Sergi Cervera, ganador del premio especial del público en el Primer Certamen de Cortometrajes sobre la estigmatización de las enfermedades del Sistema Nervioso Central organizado por los laboratorios Lundbeck (SNC Film '09), dedicado en esta edición al trastorno de la depresión.






Tres Tigres, de Artur Rodríguez.

Tres Tigres", de Artur Rodríguez. Cortometraje ganador de la primera edición de SNCFilm. Con el objetivo de erradicar la estigmatización que sufren las personas con enfermedades mentales, Lundbeck, empresa líder en la investigación del Sistema Nervioso Central (SNC), ha puesto en marcha el SNC film'08, el concurso de cortometrajes que en esta primera edición ha centrado su temática en la estigmatización de la depresión y la ansiedad.




La procrastinación, mejor lo dejo para luego


La procrastinación, mejor lo dejo para luego


* Los procrastinadores dejan siempre las cosas para el final.
* En la base de este trastorno está la inseguridad y el miedo.
* La gestión del tiempo es la principal herramienta para superarlo.

EVA HERRERO. 03.06.2009

En época de exámenes, quién no ha pensado en algún momento que en vez de presentarse en junio, mejor lo hace en septiembre. Quién no se ha saltado la fecha para ir a renovar la cartilla del paro o quién no ha apurado hasta el último día para pagar el recibo de la luz.

Algunas de estas situaciones, que nos resultan muy familiares, pueden ser el principio de lo que se conoce como procrastinación. La palabra, que viene del latín procrastinar, se refiere a una tendencia que conduce a evitar o aplazar aquello que percibimos como incómodo o desagradable. En algunos casos puede convertirse en una patología, que hoy en día está detrás de más del 20% de los pacientes que presentan un trastorno psicológico.

La procrastinación genera frustración, desilusión y un sentimiento de fracaso

La Psicóloga María Jesús Álava considera que muchas personas pueden escudarse en el hecho de "ser procrastinadores" para evitar enfrentarse a determinadas situaciones.

"La procrastinación empieza a ser un problema cuando afecta a todos los ámbitos de tu vida. Genera frustración, desilusión y un sentimiento de fracaso que hace que los que te rodean te infravaloren", explica Ávila. Según la psicóloga, la gente que acude a consulta no sabe que en la base de su problema está el miedo a tomar una decisión importante.

La incertidumbre

Existen determinados momentos en los que se agudiza esta tendencia a dejar las cosas para otro momento. La actual crisis económica "es utilizadas por muchas personas para no hacer cambios en su vida", señala Álava. Se trata de situaciones en El estudio no presencial puede requerir tanto tiempo y esfuerzo como ir a clase. (LUIS FRUTOS).las que el individuo percibe que escapan de su control y prefieren hacerlas en otro momento, que a veces nunca llega.

Hay individuos que ante la incertidumbre sobre qué hacer prefieren dejar que las cosas pasen hasta que vuelvan a la normalidad. "Esta actitud refleja que la persona tiene pocos recursos", además lo que ocurre es que "el individuo no hace nada y nunca encuentra el momento de llevar acabo sus objetivos, cayendo en un peligroso círculo vicioso".

El ámbito académico

Es muy común, en el colegio o en la universidad, ver cómo hay personas que evitan tareas pendientes mientras se van sumando otras. El psicólogo de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Gestión del tiempo, Guillermo Ballenato, considera que "uno de los mayores peligros para sacar adelante cualquier proyecto es trabajar sin plazos. La tendencia a retrasar las actividades hace que lo importante termine por convertirse en urgente".

Retrasar las actividades hace que lo importante se convierta en urgente

Ballenato señala que los momentos en los que más se presenta esta tendencia es a principio de curso y en los periodos de exámenes. "Muchos alumnos utilizan cualquier excusa para retrasar el estudio: 'Voy a mirar un minuto el correo electrónico y luego me pongo a estudiar'. Al final cansa más lo que está pendiente de hacer que lo que se ha realizado".

Organizar la agenda, programar el estudio y establecer prioridades son para Guillermo Ballenato las claves para superar la procrastinación y comenzar a superar nuestras inseguridades.

Ni claustrofobia, ni agorafobia: jóvenes sufren fobia sexual


Ni claustrofobia, ni agorafobia: jóvenes sufren fobia sexual
Quienes la padecen tienen entre 25 y 27 años y cerca de un 30% de ellos están casados, según detalló un especialista. Dijo que es uno de los más frecuentes trastornos de ansiedad que presenta el ser humano actual

Ni claustrofobia, ni agorafobia: jóvenes sufren fobia sexual
Con el objetivo de saber de qué se trata y qué lleva a una persona a desarrollar fobia al sexo, Infobae.com consultó al doctor en Psicología Clínica Gustavo Bustamante, director general de la Fundación Fobia Club.

¿Qué se entiende por fobia sexual?

Partiendo de que una fobia es un temor irracional y desproporcionado ante determinado objeto, animal y/o situación que normalmente no produce ese tipo de respuestas, podemos definir a la fobia sexual como un temor persistente que esta asociado al deseo compulsivo de evitar experiencias o sensaciones sexuales.

Quienes la padecen son conscientes que es un temor irracional, pero no pueden hacer nada para modificar sus pensamientos.

Dentro de la fobia sexual, podemos encontrar personas que no pueden soportar las secreciones u olores genitales, sentir un orgasmo, masturbarse, besar, el embarazo, practicar sexo oral, penetrar o ser penetrados o ser vistos desnudos, es decir toda cuestión que esté relacionada con la vida sexual.

¿Por qué una persona desarrolla fobia sexual? ¿Qué la origina? ¿Hay una situación detonante?
Como cualquier otra fobia, el origen y razón de su adquisición puede ser por información incongruente que lo lleva a tener ideas distorsionadas, por aprendizaje vicario, es decir por escuchar experiencias traumáticas de personas cercanas a su entorno, y por índole traumática como un condicionamiento.

No podríamos decir que hay una situación detonante, salvo en el caso de que sea por una situación traumática vivida por la persona, donde a partir de allí se desarrolla una fobia al sexo. Pero no todas las personas que vivieron una situación traumática luego sí o sí van a desarrollar fobia sexual.

¿Cuánto influye la educación, la familia, los prejuicios?

Es importante destacar que las creencias acerca de la sexualidad son construcciones personales, que a la vez están atravesadas por la cultura en las que están insertas. Las cuales varían permanentemente fomentando el aumento en el nivel de estrés.

El cómo fueron educados para desarrollar una vida sexual, lo que se conversa sobre este tema en el núcleo familiar, el contexto de cómo fueron criados y los prejuicios ante ciertas practicas sexuales influyen y favorecen a adquirir en el futuro fobia al sexo. Si en el hogar desde pequeños escuchan "de sexo no se habla", críticas ante determinadas practicas sexuales, etcétera, etcétera, es decir, se crece considerando al sexo como un tema tabú, evidente que esto hará a la formación de una persona prejuiciosa al mismo.

La sexualidad es una elección, con lo cual podríamos pensar por ejemplo que hay quienes eligen no tener sexo oral, sin esto considerarse como un síntoma de que padezca fobia al sexo.

Deberíamos ver caso por caso el porqué de esas elecciones y si eso influye negativamente en su vida cotidiana.

¿Quiénes la padecen en mayor medida? ¿Los hombres o las mujeres? ¿De qué edades?

No podríamos hablar de mayor prevalencia en género (hombre-mujer) pero por lo general, las personas que padecen de fobia al sexo son jóvenes (promedio entre 25 y 27 años), siendo de acuerdo a nuestros estudios que un 30% aproximadamente están casados.

¿Aparece sola o asociada a otros trastornos? Si es así, ¿con cuáles suele darse?

Cabe destacar que la fobia es uno de los más frecuentes trastornos de ansiedad que presenta el ser humano actual.

Entonces podríamos decir que muchas veces el evitar que lo vean desnudos con su pareja sexual responde a un temor a ser evaluado negativamente, podría pensarse en subtipos de ansiedad social o fobia social.

Los temores a penetrar en algunos casos podrían estar ligados a Trastornos Obsesivos Compulsivos (TOC), por temor a contagiarse alguna enfermedad o a dejar embarazada a su pareja; es importante destacar que en estos casos son personas que tienen miedo a pesar de usar preservativos. En algunos casos extremos llegan a usar varios preservativos a la vez y también lo acompañan de "coitus interruptus".

Ahora pasando específicamente a la relación existente entre trastornos de ansiedad y vida sexual, podríamos decir que:

Las personas que padecen Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), que son aquellas que están siempre preocupadas por situaciones de la vida cotidiana, y que siempre tienen pensamientos negativos, las cuales sufren de irritabilidad, trastornos de sueño, y malestares digestivos, generalmente también presentan trastornos sexuales.

También los hombres que padecen de TAG pueden sufrir de eyaculación precoz, puesto que la mayoría de los tratamientos para la eyaculación precoz integran elementos para reducir y controlar la ansiedad.

Otros sufren lo que llamamos de "ansiedad por el rendimiento", personas que quieren dejar muy buenas impresiones, que les lleva a tener un rendimiento adverso a sus expectativas.

También, de acuerdo a nuestras consultas, tienen trastornos o problemas sexuales los que padecen de claustrofobia, pacientes que no toleran las sensaciones de ahogo, a pesar de que no sean situaciones de riesgo, que los lleva a evitar todo tipo de posiciones, entrar debajo de frazadas, etcétera.

Otro trastorno que interfiere en la vida sexual de quienes lo padecen es el que sufren aquellas personas que sufren de ataques de pánico, ya que en plena actividad sexual sienten taquicardia, ahogos, esto los asusta, haciéndolos pensar que están frente a un ataque de pánico, por lo que los lleva a tener evitaciones en la actividad sexual.

La sexualidad y la ansiedad podrían ser antagónicas. A decir de un paciente: "para tener sexo tengo que estar relajado y seguro… yo siempre estoy en alerta y ansioso, es obvio que mi sexualidad no es buena".

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento para esta fobia generalmente es combinado, es decir psicofarmacológico y psicoterapéutico, y en ocasiones también sexológico.

Psicofarmacológico, en caso lo requiera, como por ejemplo que sea necesario bajar la ansiedad de estas personas.

Psicoterapéutico, para expandir la confianza, superando los miedos, timidez y ansiedad, modificando los pensamientos negativos que afectan las relaciones para lograr la plenitud en la actividad sexual.

Un estudio para poner blanco sobre negro

El propósito de una investigación realizada en la Fundación Fobia Club surge debido a que en las consultas de los pacientes con TOC habitualmente la sexualidad no es un tema de conversación. Es un grupo que no presentan inquietudes manifiestas en el área sexual, siendo que muchas veces tienen ideas de contaminación, temores irracionales respecto al contagio de enfermedades (HIV), ideas obsesivas irracionales de homosexualidad, etcétera.

También nos encontramos con pacientes que no tienen relaciones sexuales, ni se sienten interesados en hablar del tema.

Consideramos que el buen ejercicio de la sexualidad debe estar acompañado de la relajación y de la posibilidad de concentrase en el "aquí y ahora" sin tener otro tipo de pensamiento intrusivo que no esté relacionado con el placer, cuestión que no es tan fácil de frenar en los pacientes con TOC.

Para tal fin se realizo un cuestionario al efecto con preguntas como:

* ¿Cuándo había sido la última vez que tuvieron relaciones sexuales?
* ¿Cómo se cuidan?
* ¿Qué objetos de limpieza necesitan tener cerca de la hora de mantener relaciones sexuales?
* ¿Sobre qué cosas están pendientes antes, durante y después del acto sexual?
* ¿En qué lugares prefieren y cuales evitan?

Los resultados fueron los siguientes

* 73% mantienen relaciones sexuales actualmente.
* 46% piensan en sus ideas obsesivas durante y luego del acto sexual.
* 23% no piensan en ellas.
* 33% tienen comorbilidad con ansiedad social, con lo cual algunas evitaciones o reaseguros, corresponden a este trastorno de ansiedad.
* 60% se cuidan con profilácticos.
* 50% sienten asco o incomodidad al tener relaciones.
* Los objetos más buscados son toalla, jabón y agua mayormente, papel higiénico, espejo (para chequeos y verificaciones) y otros en menor medida.
* La mayoría evitan lugares públicos como hoteles, lugares abiertos o incómodos, por el asco y los riesgos de contacto con diversos objetos que los mismos los obligarían a tener.
* Eligen lugares propios, de cuya higiene puedan estar más seguros, pero no descartan la posibilidad de tener experiencias sexuales en alguno de los lugares antes mencionados, esporádicamente.

Europa VII - La Oreja de Van Gogh/chelseafg

La verja


http://www.vidaemocional.com/index.php?var=07012601


A veces justificamos nuestros actos y decimos “yo soy así” no hay justificación que valga ni los demás tienen que ser víctimas de nuestros comportamientos negativos. “es que tiene buen fondo” si, probablemente sea así pero los hechos también tienen que demostrarlo.
[...]
Érase una vez un chico con mal carácter. Su padre le dio un saco de clavos y le dijo que clavara uno en la verja del jardín cada vez que perdiera la paciencia o se enfadara con alguien.
El primer día clavó 37 clavos. Durante las semanas siguientes se concentró en controlarse y día a día disminuyó la cantidad de clavos nuevos en la verja. Había descubierto que era más fácil controlarse que clavar clavos.
Finalmente llegó un día en el que ya no clavaba ningún nuevo clavo. Entonces fue a su padre para explicárselo.
Su padre le dijo que era el momento de quitar un clavo por cada día que no perdiera la paciencia. Los días pasaron y finalmente el chico pudo decir a su padre que había quitado todos los clavos de la verja.
El padre condujo a su hijo hasta la verja y le dijo “ Hijo mío, te has comportado muy bien, pero mira todos los agujeros que han quedado en la verja. Ya nunca será la de antes. Cuando discutes con alguien y le dices cualquier cosa ofensiva le dejas una herida como ésta. Puedes clavar una navaja a otro y después retirarla, pero siempre quedará la herida. No importan las veces que le pidas perdón, la herida permanecerá. Una herida provocada con la palabra hace tanto daño como la herida física.

Naturaleza biológica versus psicológica de los trastornos mentales: ¿falacia o sesgo de perspectiva?





REVISTA ELECTRÓNICA DE PSIQUIATRÍA


Naturaleza biológica versus psicológica de los trastornos mentales: ¿falacia o sesgo de perspectiva?
M. Bousoño, Mª. T. Bascarán, P. Saiz, P. González, J. Bobes
Área de Psiquiatría. Universidad de Oviedo. España. ARTÍCULO ORIGINAL

Introducción

La ubicación conceptual de los Trastornos Mentales, ha sido siempre objeto de especulación, desde las primeras hipótesis hipocráticas que hablaban de un desequilibrio de los humores corporales, pasando por la afirmación de Griesinger de que las enfermedades mentales eran enfermedades del cerebro, o las teorías psico-dinámicas en boga a principios de siglo, hasta la situación actual de predominio casi absoluto de las hipótesis más biologicistas.

En algunas formulaciones diagnósticas actuales como el DSM-IV o la CIE-10, se huye sin embargo de postulados etiopatogénicos, al objeto de encontrar el necesario consenso, imprescindible por otra parte para que los resultados de las investigaciones realizadas puedan ser comparables entre sí. La especulación acerca de la naturaleza de los Trastornos Mentales no es sin embargo gratuita. Mas bien al contrario resulta muy necesaria. Debemos saber en que consiste una enfermedad, que factores intervienen en su génesis, desencadenamiento, y perpetuación, al objeto de contrarrestar en la medida de nuestras modestas posibilidades las influencias patogenéticas, y así avanzar en la terapéutica.

Es ahí donde comienza el debate de las llamadas ideologías psiquiátricas, y de donde nace el impulso babélico y disgregador. Al amparo de profundizar en el estudio en un cierto nivel de conocimiento, llámese biológico, psicológico o social, se pierde la necesaria perspectiva integradora. ¿Es que acaso un fenómeno "social", no acaba traduciéndose en otro nivel en un acontecimiento psicológico, o si se quiere en una determinada actividad neuronal o incluso neuroquímica?. Por el contrario ¿No determinan los genes, aspectos psicológicos relevantes para el individuo que a su vez se traducen en un cierto comportamiento social?. ¿De donde nace por tanto la aparente confrontación?. ¿Porqué resulta tan frecuente que autores por otra parte de prestigio se muestren escépticos respecto a los factores que no se corresponden con su orientación sea biológica, psicológica o social?

Dicho lo anterior pudiera pensarse que el conflicto se origina en la importancia relativa que las distintas escuelas dan a los factores que intervienen en la etiopatogenia de las distintas enfermedades. Un ejemplo de ello lo proporcionan los estudios con gemelos. Si una enfermedad tiene una concordancia del 50 % en los homocigotos y del 1 % de los dicigotos, los biologizantes dirán que está determinada genéticamente –lo cual probablemente es cierto respecto a que no puede aparecer sin la participación genética–, mientras que los psicologizantes insistirán en que no aparece en el otro 50 % debido a factores protectores de tipo ambiental, o que si aparece en el 50 % en que lo hace es por la existencia de factores ambientales que actúan como favorecedores o desencadenantes. Ambas interpretaciones pueden ser parcialmente ciertas aunque parezcan contradictorias. Lo que lleva al sesgo de interpretación es sin embargo la actitud apriorística del científico, que llevado de su ardor investigador en un área específica de la disciplina que le ocupa, pierde la necesaria objetividad.

¿Objetividad o pasión científica?

La objetividad parece de este modo, oponerse a la necesaria pasión que mueve a los científicos a investigar. La pasión resulta por un lado necesaria toda vez que la investigación obliga a un esfuerzo continuado, tedioso y repetitivo, mal remunerado socialmente, que agotaría rápidamente a quien lo intentase si no fuera porque es llevado por la pasión investigadora. Ejemplos de tal pasión con pérdida de la objetividad, los podemos observar en ámbitos no solo psiquiátricos, y así el famoso Premio Nobel Linus Pauling, ha sostenido las virtudes de las megadosis de vitamina C, sin tener el necesario respaldo de trabajos científicos que demuestren su utilidad.

La objetividad es sin embargo imprescindible si el científico quiere avanzar en el camino hacia la verdad, si es que la verdad existe en el campo de la ciencia. Las ideas de Popper (1) en este sentido apuntan a que lo máximo que un científico puede esperar obtener con sus investigaciones, es demostrar como falsas las hipótesis o teorías existentes, y a proponer a su vez nuevas teorías que las sustituyan, para a su vez ser posteriormente falsadas en un proceso que se antoja interminable, pero que no tiene porqué serlo.

¿Cómo compaginar pues la objetividad y la pasión?. La primera no deja de ser una virtud utópica a la cual el científico debe aspirar, pero que probablemente no alcance, y es mas una disciplina de autocrítica necesaria, y una obligación de desnudar ante los demás los métodos empleados en una investigación, al objeto de que sean analizados y discutidos, y finalmente o bien reproducidos o bien falsados, pero que no tiene en cuenta la naturaleza humana que obligadamente impregna al científico de carne y hueso. Así lo normal es reaccionar a las críticas con pasión, replicando al adversario con saña y defendiendo las ideas propias con fiereza. Raramente se intenta entender la posición inquisitorial del crítico, y resulta excepcional que alguien acepte públicamente que se ha equivocado, y que el crítico tenía razón. El empecinamiento –a veces hasta la muerte- de algunos investigadores es mas revelador de la verdadera naturaleza humana del mismo, que todas las investigaciones psicológicas al respecto.

Sucede también que los críticos adolecen de idénticos defectos, y así disienten desde el desprecio, critican desde la postura doctrinal y argumentan en ocasiones con la demagogia. Muchas veces detrás de las posturas enfrentadas no hay argumentos racionales, y si defensa de intereses que no por legítimos dejan de desvirtuar la postura científica. Esto es probablemente consustancial con la naturaleza humana, y si bien es cierto que la crítica científica constructiva existe, no lo es menos que convive con el negro panorama que se acaba de exponer.

La conclusión obvia a la contraposición entre objetividad y pasión, es la necesidad absoluta de objetividad, aún reconociendo la imposibilidad de su consecución –la perfección no existe al menos en este mundo–, y la concesión a la necesaria pasión, consustancial a la naturaleza íntima del ser humano, que requiere por tanto de la comprensión del científico respecto a sus inconvenientes, y de la tolerancia de todos, para tener en cuenta los criterios necesarios a la hora de establecer sistemas de crítica constructiva y debate científico.

Solución a la controversia bio-psico-social.

Cuando uno realiza un análisis histórico de posiciones científicas enfrentadas en el pasado, llega a la conclusión que la evolución natural en la mayoría de los casos, es a la solución por uno de los tres procedimientos siguientes:
1. Imposición de la verdad de uno de las posturas, al demostrarse repetidamente el error cometido por el otro o los otros.
2. Solución del conflicto por que se demuestra que todas las posturas estaban en el error, y aparecen nuevas teorías y postulados.
3. Se llega a una situación de síntesis de las diversas posiciones, en forma de nuevas teorías que integran a las anteriores superando los aparentes conflictos.

El primero de los casos tuvo lugar por ejemplo en el enfrentamiento entre las posiciones de Cajal y Golgi respecto a la neurona. El avance científico permitió demostrar la mejor concepción de Cajal. El segundo de los casos ha sido frecuente a lo largo de la historia de las ciencias, y ahí están los cadáveres científicos de numerosas teorías: La Hipocrática de los humores, la localizacionista de Gall, la del magnetismo animal etc. La tercera situación se observa también de forma frecuente, y además cuanto más avanza la ciencia, tiende a ser la solución natural, ya que el avance científico y la depuración de su método, han uniformizado tanto las posiciones que es rara la persistencia de alguna teoría que no contenga al menos parte de verdad, por lo que el avance siempre incorpora dicha parte en sus nuevas formulaciones.

De ahí que la propuesta natural de solución de la aparente dicotomía biológica-psicosocial, tenga como natural fin la asunción por parte de todos, de la realidad psiquiátrica en toda su compleja estructuración, que necesariamente se ve que debe ser Bio-psico-social, aunque la formulación de dicho vocablo no sea el hallazgo lingüístico más sutil.

Implicaciones clínicas.

Kuhn (2) denominaría nueva cosmovisión a esta nueva forma integrada de entender la enfermedad mental. Y así como en su día la formulación de Griesinger resultaba obvia, al afirmar que las enfermedades mentales son enfermedades del cerebro, ¿De dónde si no?. Así la formulación de esta cosmovisión resulta diáfana: Las enfermedades mentales son enfermedades del cerebro, debidos a múltiples factores tanto endógenos como exógenos, psicológicos, sociales y biológicos.

Pero si la formulación resulta obvia y hasta antigua, hasta el punto de parecer simplista, las implicaciones clínicas de la misma ya no lo son tanto, y contrastan con posturas hasta hace bien poco –ayer o quizás hoy mismo- defendidas con pasión, y carentes de objetividad, veamos los corolarios clínicos de lo antes expuesto:
1. Las terapias "psicológicas" pueden ser eficaces en los Trastornos "biológicos".
2. Los tratamientos "biológicos" pueden ser eficaces en los T. "psicológicos".
3. La combinación de tratamientos "psicológicos" y "biológicos" debe dar resultados superiores en la mayoría de los casos, a la aplicación de uno solo de los métodos.
4. La distinción entre lo psicológico y lo biológico es tan solo útil a efectos explicativos.

Permítaseme para corroborar la veracidad de lo antes afirmado, el citar dos trabajos que demuestran por un lado la eficacia de un método psicológico en la modificación de factores biológicos, y por otro lado la eficacia de un tratamiento farmacológico en la modificación de factores aparentemente psicológicos. En primer lugar Baxter y cols. (3), encontraron que el tratamiento cognitivo-conductual modificaba el metabolismo alterado de los ganglios basales en casos de Trastorno Obsesivo-Compulsivo (T.O.C.). Por su parte Knutson y cols.(4), han encontrado que un ISRS puede modificar factores de personalidad en sujetos sanos.

Cabe cuestionarse acerca de la naturaleza psicológica o biológica del T.O.C. o de si el tratamiento cognitivo-conductual es realmente psicológico. Cabe argumentar de igual manera respecto al otro ejemplo, y al fin y al cabo dos ejemplos no demuestran nada. Pero resulta evidente que de ser cierto lo anterior, se tendrán que revisar ciertos "arquetipos" o "clichés" mentales presentes en algunos medios profesionales, citaré solo algunos:
o "Los tratamientos farmacológicos no "curan" realmente, mientras que los psicológicos si lo hacen".
o "Las terapias psicológicas actúan solo mediante la sugestión".
o "Los tratamientos psicológicos y farmacológicos son incompatibles".
o "Las terapias psicológicas no son susceptibles de análisis científico respecto a su eficacia clínica".
o "Respecto a las pastillas: cuantas menos mejor".
o "Los psicofármacos no abordan el problema de la enfermedad mental y son solo camisas de fuerza química o todo lo más tan solo posibilitan la terapia psicológica".

Quien piense que lo anteriormente expuesto es tan obvio, que no resulta útil exponerlo, olvida la necesidad periódica que tiene el auténtico científico de cuestionarse acerca de los métodos que usa y la perspectiva que adopta ante un determinado problema; en este sentido ya hemos mencionado en alguna ocasión (5 ), que incluso el denominado método científico está permanentemente en revisión. No en vano filósofos como Feyerabend (6), han llegado a proponer que NO hay un método científico. La contraposición de posturas entre lo psicosocial y lo biológico, no es por tanto una cuestión baladí, y premios Nobel como Francis Crik junto con Christof Koch (7) han llegado a plantear la existencia de una neurobiología de un constructo tan "psicológico" como el de la conciencia.

Ha de llegar por tanto el momento en que desde una postura de análisis integradora, se investigue cual es el substrato biológico de aquellas partes de las teorías psicoanalíticas y psicodinámicas, que sobrevivan a un análisis científico objetivo y desapasionado.

Conclusión.

El estado actual de conocimientos acerca del funcionamiento del sistema nervioso humano, permite ser optimista respecto a la posibilidad de llegar a conocer por ejemplo cuales son las bases biológicas que sustentan la eficacia de los tratamientos psicológicos, o determinar que mecanismos biológicos se suscitan ante determinados estímulos psicológicos. Los avances en este campo común, ayudarán sin duda a despejar gran parte de los malentendidos, que han plagado la investigación en varias áreas complementarias de la psiquiatría y de la psicología.

Mientras se llega a esta situación utópica, solo cabe esforzarnos todos aún mas, en limar las diferencias que separan la cosmovisión biológica de la psicológico-social. Refugiarnos en la objetividad, y reservar la pasión para el esfuerzo investigador y no para el enfrentamiento dialéctico.

REFERENCIAS
1. Popper C. Conjetures ans refutations. London: Routledge; 1963.
2. Kuhn T. The structure of scientific revolutions. Chicago: University of Chicago Press; 1962.
3. Baxter LR, Schwartz JM, Bergman KS, Szuba MP, Guze BH, Mazziota JC, et al. Caudate glucose metabolic rate changes with both drug and behavior therapy for obsessive compulsive disorder. Arch Gen Psychiatry 1992;49:681-9.
4. Knutson B, Wolkowitz OM, Cole SW, Chan T, Moore EA, Johnson RC, et al. Selective alteration of personality and social behavior by serotoninergic intervention. Am J Psychiatry 1998;155:373-9.
5. Bousoño García M, Bascarán Fernández MT, Saiz Martínez PA, González G-Portilla P, Bobes García J. Psiquiatría y farmacología I: antidepresivos y antipsicóticos, nuevos paradigmas en psicofarmacología. En: Pichot P, Ezcurra J, González-Pinto A, Gutierrez Fraile M. Psiquiatría y otras especialidades médicas. Farmaprés (Grupo Aula Médica S.A.); 1998.
6. Feyerabend P. Against method. London: Verso; 1993.
7. Crick F, Koch C. Toward a neurobiological theory of consciousness. Semin Neurosci 1990;2.