relacion de pareja


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No existe ninguna fórmula ni teoría universal respecto a las uniones duraderas. Pero sí existen ciertas claves que toda pareja que quiera perdurar debe respetar.

Casi todos los libros sobre parejas que funcionan, escritos por psicólogos y consejeros matrimoniales, acaban citando una serie de ingredientes indispensables en ellas. Te resumimos esos factores en diez claves que toda pareja debería cumplir si quiere sobrevivir al paso de los años y a la rutina.


Saber si tú y tu actual pareja cumplen la mayoría o fallan en muchos de estos pilares, te permitirá hacer una previsión de futuro sobre tu relación y ponerle remedio si aún estás a tiempo.

1. Comunicación: el ingrediente estrella

Aunque lo hayas oído mil veces, no deja de ser cierto. Es imposible que una pareja funcione o ambos miembros se sientan felices con la relación si no existe una buena comunicación entre ellos.

Pero comunicarse no se refiere a hablar mucho, sino a poder expresarle a nuestra pareja nuestros sentimientos, inquietudes, proyectos…, y obtener un “feedback” por su parte. Si existe una buena comunicación es fácil resolver los problemas que van surgiendo.

2. Escuchar: la otra cara de la moneda

Es tan importante como ser capaces de hablar y comunicarnos. Si tú hablas sin parar pero cuando él quiere contarte algo suyo (¡aunque sea sobre fútbol!) enseguida cambias de tema, estás fallando en un punto muy importante. Y no se trata de mantenerse callado y oír lo que el otro dice, sino de escucharle y tratar de entenderle.

Tu pareja debe saber que puede contarte cualquier cosa porque tú le vas a prestar toda tu atención. Saber escucharlo te ayudará a comunicarse mejor, a crear lazos especiales de complicidad entre ustedes y a saber qué quiere, qué necesita o qué preocupa al otro.

3. Ser comprensivos: Ponerse en su lugar

Antes de juzgar una situación, por muy grave o absurda que te parezca, intenta ponerte en su lugar, tratar de averiguar qué siente, cómo piensa, por qué se ha comportado así. Nadie tiene nunca la razón absoluta y siempre hay muchas versiones para la misma historia.

Tu pareja no puede ni debe comportarse igual que tú; enfadarte por todo lo que hace sin tratar de entenderlo o intentar cambiarlo es un error. Aunque debes tener cierta afinidad, no tienen por qué pensar igual. Entender esto los ayudará a ser mucho más comprensivos el uno con el otro, más tolerantes y justos.

4. Tolerancia: Libertad bien entendida

Debes ser tolerante con tu pareja siempre que su comportamiento o actitud sea honesta o no te haga daño física o emocionalmente. Este es uno de los puntos más difíciles de llevar a cabo, ya que normalmente, aunque la queramos para nosotros, nos cuesta mucho darle libertad a nuestra pareja. Cada miembro de la pareja tiene derecho a sus momentos de independencia e intimidad, a desarrollar sus proyectos, aficiones o ilusiones sin sentirse coartado por el otro.

Aunque te parezca lo contrario, controlar a tu pareja, querer estar siempre con ella o prohibirle hacer ciertas cosas simplemente por inseguridad, es lo que más puede alejarte de ella. Una pareja no supone un contrato de esclavitud sino de colaboración.

La postura más generosa y beneficiosa para la relación es apoyar a la pareja de un modo constructivo en su desarrollo individual. Es importante que sientas que existe entre ustedes un tipo de unión que va más allá de lo material

5. Desarrollo personal, no fusional

Es muy importante entender que aunque sean pareja siguen siendo personas independientes, con una personalidad y una vida propias. Deben madurar y desarrollarse de forma individual para que exista un equilibrio en la pareja; ninguno debe vivir a la sombra del otro o ser totalmente dependiente de él. Por supuesto, este desarrollo debe ser paralelo a su desarrollo y madurez como pareja.

Para conseguirlo es fundamental que tengan unos objetivos comunes en la vida: casa, trabajo, hijos, viajes, vida en pareja, etc. Además, es importante que sientan que existe entre ustedes un tipo de unión que va más allá de lo material, una conexión espiritual, una forma común de sentir la vida y la relación.

Al principio el enamoramiento y la pasión proporcionan esta unión especial; después hace falta algo más. Esto os permitirá que no haya un desequilibrio entre sus intereses individuales y en común.

6. Tener vida social

Aunque al principio sólo les apetezca estar juntos y solos, es fundamental que tengan vida social. Pero no sólo de forma individual sino como pareja. Esto significa que tengan amistades comunes con las que puedan hacer planes. Esto también puede hacerse extensivo a la familia.

Salir y divertirse juntos los hará sentir bien y le dará una pizca de emoción a su vida de pareja. La vida social también se refiere, por supuesto, a la que además tengan cada uno por su cuenta.

Es importante que ambos puedan seguir disfrutando de sus propios amigos solos, por supuesto, de una forma honesta y sana. Para ello es fundamental tener confianza en la pareja, el siguiente punto de la lista.

7. Confianza: Evita el desamor

Una relación sin confianza mutua no va a ninguna parte. No una confianza ciega sino racional. Si no tenemos motivos reales o probados para desconfiar, agobiar a nuestra pareja con nuestros miedos o inseguridades la apartará de nosotros. La falta de confianza enrarece las relaciones y hace difícil la convivencia.

El que es objeto de sospecha o acoso suele acabar desenamorándose porque la actitud de su pareja le impide disfrutar de las cosas más simples; para no crear situaciones incómodas acaba renunciando a muchas cosas. Pero la persona que desconfía también sufre mucho y puede pasar fácilmente del amor a la obsesión. La solución a este problema pasa por la comunicación.

8. Afecto: Después de la pasión

Es imprescindible para que una relación sobreviva. Las carencias afectivas suelen terminar con muchas parejas. El afecto es la demostración del amor, fundamental una vez que el enamoramiento y la pasión empiezan a decaer. Es muy importante tener siempre una actitud cariñosa hacia nuestra pareja y hacerle demostraciones de cariño pese a que lleven mucho tiempo juntos. No sentirse queridas es una de las principales quejas de las mujeres.

El cariño es algo que debe cuidarse cada día, ya que es lo que más fácilmente se pierde con el tiempo y la rutina. Conoces tanto a tu pareja que no crees que necesite tu mimos y caricias. Si no recibimos cariño debemos hacérselo saber a nuestra pareja para ver si se trata de una cuestión de descuido o existe una causa más profunda. Cuando el deseo está inhibido hay que buscarlo y propiciarlo

9. Sexo: La sal de la relación

Que el sexo funcione es un gran punto a favor para que una relación dure, pero tampoco debe serlo todo. Si sólo están para practicar sexo es difícil que su relación llegue a algo más. Es importante que ambos disfruten con las relaciones sexuales y tomen la iniciativa a la hora de mantener relaciones. El sexo, como el cariño, también hay que cuidarlo, no volverse cómodos con el paso del tiempo.

El cansancio, el estrés, los niños y las preocupaciones hacen estragos en la vida sexual de muchas parejas. Cuando el deseo está inhibido hay que buscarlo y propiciarlo, mantener una vida sexual activa es un trabajo y una cuestión de los dos.

10. Amor: Saber dar y recibir

Amar también se aprende. De hecho, es un acto maduro y puede ser muy consciente. En casi todas las parejas suele haber uno que desempeña el rol de amante y otro el de amado. Es muy cómodo dejarse querer, pero no siempre es la postura que más felices nos hace dentro de una relación.

Tan importante es que nuestra pareja nos diga que nos quiere, como poder decirlo nosotros. Hay personas que tienen una enorme capacidad para amar y entregarse y otras a las que les cuesta tanto que llegan a fracasar en sus relaciones aún queriendo a la otra persona.

Via: www.terra.com.mx

Psicopatología del pensamiento



Psicopatología del pensamiento
fuente:http://www.elergonomista.com


Pensamiento: es la función psicológica sublime del ser humano, es la función más compleja y la que nos diferencia del resto de los seres vivos. El pensamiento no surge de forma improvisada, sino que cuando pensamos, nuestros pensamientos los establecemos de forma previa y el pensamiento es el punto final.
Para que se produzca el pensamiento deben darse unas fases, que son:
- Ideación: es el aporte de ideas a nuestra conciencia
- Asociación ideativa: es cuando las ideas se asocian, siguen un orden y una lógica.
- Juicio: actúa como un filtro, selecciona las ideas asociadas y así se emiten juicios
- Razonamiento: actúa como un filtro de los juicios, selecciona determinados juicios para elaborar el pensamiento final del individuo.

El pensamiento va a estar alterado siempre que se alteren las fases previas y no se llegara al pensamiento correctamente, sino al pensamiento alterado.

PSICOPATOLOGIA DE LA IDEACION
Es el mecanismo mediante el cual se aportan ideas al campo de nuestra conciencia, para posteriormente elaborar nuestro pensamiento. Esas ideas aparecerán con un orden. Antes debemos definir:

Idea: significa conocimiento, es el conocimiento que cada uno de nosotros tenemos de los seres, de las cosas y de los hechos que acontecen a nuestro alrededor, y así nos permite comprender esas cosas, seres y hechos.

Capital ideativo: esta representado por el conjunto de ideas y conocimientos que vamos adquiriendo en el transcurso de nuestra existencia. De su cantidad y calidad depende la capacidad intelectual del individuo, a mayor capacidad intelectual, mayor capital ideativo.

Trastornos cuantitativos
- Por exceso: ideación acelerada. Es cuando la ideación esta incrementada, se da en aquellos casos en los que aparece una excitación psíquica, se conoce como taquipsquia.

- Por defecto: ideación retardada. Cuando esta disminuida la ideación, aquellos casos en los que hay disminución de la ideación psíquica, llamado bradipsiquia, es frecuente en oligofrenias, confusión mental y demencias.

Trastornos cualitativos
Tambien se conocen como ideas patológicas y hay cuatro tipos diferentes según su contenido:
1. Ideas delirantes
2. Ideas obsesivas
3. Ideas sobrevaloradas
4. Ideas fijas

Ideas delirantes. Son ideas erróneas, falsas, que están generadas por alguna patología, cuyo error es irreductible a la argumentación lógica, así el paciente no sale de su error y condiciona el comportamiento de este. Estos son los requisitos indispensables que deben cumplirse. Además se puede añadir que el paciente esta tan convencido de la realidad de su pensamiento que intenta inculcarla a los demás.

Clasificación

- Según su origen o génesis:
Primarias: en función de los requisitos anteriores es toda idea errónea, resistente a toda lógica y cuyo error es irreductible, es una idea incomprensible psicológicamente y que no deriva de otros síntomas o características de la vida del paciente.

Secundarias: la idea deriva de sucesos vividos por el sujeto o de otros síntomas psíquicos, por lo que es comprensible psicológicamente.

- Según el significado q tengan:
Verosímiles: son aquellas que encierran un significado evidente, natural o probable y por tanto su tema puede ser posible y comprendido, son aquellas que tienen verosimilitud y puede ser algo cierto.

Inverosímiles: son aquellas ideas que encierran un significado absurdo, imposible de observarse dentro de la realidad y de lo normal.

- Según la carga afectiva o el estado de animo que desencadenan en el paciente:

Placenteras: son aquellas que producen placer, determinan estados de humor agradables.
Hay muchos tipos:
Megalómanas o megalomaniacas: el sujeto se tiene por un individuo poderoso, con mucha grandeza, que es rico.
Místicas: el individuo se cree que es el elegido, enviado por Dios, es el ungido de poderes sobrenaturales que ha sido enviado para una misión celestial, es la encarnación de un santo o de un ser divino.
Eróticas: el enfermo esta convencido de que es amado irresistiblemente por las personas, que generalmente son de la prensa rosa.
Palignosticas: hacen referencia a concepciones sobre una vida eterna o sobre una muerte con reencarnación.

Displacenteras: aquellas que desencadenan en el individuo un humor desagradable, estados de disgustos, incluso a veces producen ira y frustración.
Son las siguientes:
Hipocondríacas: son situaciones en las que el paciente se cree que es portador de muchas enfermedades, y tienen un gran malestar.

Melancólicas: son típicas en casos de depresiones graves, donde la tristeza es muy grande. El paciente se siente arruinado física y psíquicamente, son ideas de impotencia, ruina, autoculpabilidad, indignidad…

Perjuicio: el individuo se cree perjudicado por algo o alguien.

Persecución: el individuo se cree perseguido por la autoridad, por instituciones, por personas, familiares…

Reivindicativas: están relaciones con las de perjuicio, el individuo se cree injustamente perjudicado y se afana por ser reivindicado. A veces estos perjuicios originan que se metan en grandes pleitos, se llaman pleitistas o querulantes.

Ideas celosas: el paciente se cree engañado por su pareja y vive temeroso y convencido por esa idea de infidelidad que la lleva a hacer perjuicios y persecuciones.

Ideas obsesivas. Están caracterizadas por ser ideas erróneas reconocidas por el paciente, que reconoce el carácter patológico de la idea. La conducta del paciente no esta condicionada por esa idea, o solo de forma parcial. Como consecuencia del reconocimiento del paciente de la idea, trata de rechazarla y eliminarla de su pensamiento, pero generalmente esa idea obsesiva lleva una carga afectiva, por lo que se genera una lucha interior, que termina con el establecimiento de la idea en el pensamiento del paciente. La lucha interna en el paciente provoca gran angustia y ansiedad.

Podemos clasificarlas en tres grupos:
- Ideas obsesivas impulsivas
- Ideas obsesivas fóbicas
- Ideas obsesivas puras

Ideas obsesivas impulsivas: En este caso, el paciente dominado por esa idea se siente impulsado a realizar , ejecutar determinados actos, que sin ser incorrectos tampoco coinciden con el comportamiento normal y hábitos de la mayoría de las personas, estando a veces en contra de las normas sociales. Ejemplo: en niños es habitual que cuando van andando van pisando unas líneas del suelo y otras no.

Ideas obsesivas fóbicas: El enfermo vive dominado por un estado permanente de miedo y no hay que lo justifique, es un miedo absurdo, no se conoce la causa. Pueden relacionarse con determinadas cosas:
Enfermedades: Nosofobia: miedo a las enfermedades en general. Bacilofobia: miedo a los gérmenes
Sifilofobia: a la sífilis. Misofobia: a la suciedad. Sidofobia: al SIDA

Muerte: Tanatofobia: a la muerte. Necrofobia: a los muertos

Seres vivos: Zoofobia: miedo a los animales en general. Ginecofobia: a las mujeres. Antropofobia: a los hombres. Miofobia: a los ratones. Cinofobia: a los perros

Elementos naturales: Anemofobia: al aire. Talasofobia: al mar. Nictofobia: a la noche

Lugares: Claustrofobia: lugares cerrados. Agorafobia: lugares abiertos. Oicofobia: a casa

Ideas obsesivas puras. Son aquellas ideas que se caracterizan porque no producen estados secundarios, como en el caso de las ideas impulsivas o fóbicas. No determinan cambios de comportamiento. Tambien se las llama obsesiones ideativas. Su carga afectiva puede provocar gran ansiedad.
Hay 3 tipos: Escrúpulos obsesivos: son ideas obsesivas que producen un estado permanente de duda, se llama enfermedad de la duda. Recuerdos obsesivos: tienen su origen en representaciones neumónicas, en recuerdos que se imponen de forma automática y ocupan persistentemente la mente del paciente. Así el recuerdo se transforma en ideas obsesivas. Obsesión especulativa o interrogativa: es la necesidad patológica de formularse preguntas interminables respecto a un tema determinado. El enfermo vive obsesionado por los interrogantes, siempre se pregunta el como y el porque de las cosas, y al contestar el como se pregunta el porque de la respuesta y luego el como, así siempre.

Ideas sobrevaloradas. Tienen su origen en creencias o congenciones religiosas, filosóficas, políticas, sociales, culturales. Es una idea que sobrevalora algo. Esta idea esta creada por un juicio interferido por un estado pasional. Esta idea esta en los limites de la idea delirante, incluso a veces se transforma en ella.

Ideas fijas. Son las ideas que persisten en la conciencia pero sin perturbar al pensamiento ni modificar el comportamiento. Es la representación persistente de un hecho que ha causado gran impacto afectivo o que tiene gran carga emocional para el paciente y se repite.

PSICOPATOLOGIA DE LA ASOCIACION IDEATIVA. La asociación ideativa se relaciona por un mecanismo psíquico mediante el cual estas ideas se relacionan entre ellas. Es una actividad importante del psiquismo humano, porque interviene en la creación del pensamiento, y cuando se ve alterada, tambien se altera el pensamiento. La asociación de ideas debe llevarse con un ritmo determinado y debe efectuarse con un orden y siguiendo unas leyes lógicas para tener coherencia. Así los trastornos de la asociación ideativa serán trastornos del ritmo o de la coherencia.

Trastornos del ritmo
- Acelerado: se da en todos aquellos casos en que hay una hiperactividad psíquica (taquipsia). Hay asociaciones muy rápidas, incluso fugaces de las ideas, pero que son muy inestables y están generadas por estímulos externos. El paciente pasa de un tema a otro sin ser capaz de seguir una idea principal, pero los temas si tienen relación. Se conoce como fuga de ideas. Hay que distinguirlo del pensamiento saltón, donde no hay relación y no existe ningún punto de unión, se da en pacientes maniacos, por intoxicación de anfetaminas…

- Lentificado: las ideas se encadenan lentamente y coinciden con un retardo general de la actividad psíquica o bradipsiquia. Se da en pacientes con depresión, demencias y confusión mental.

Trastornos de la coherencia. La elaboración del pensamiento normal se hace siguiendo unas leyes lógicas, pero hay circunstancias en que la asociación de ideas se escapa al pensamiento lógico y se hacen de manera arbitraria, por lo tanto el pensamiento se hace incomprensible e incoherente o ilógico, esto se conoce como incoherencia asociativa.

PSICOPATOLOGIA DEL JUICIO

El juicio solo es una capacidad del ser humano y ocupa una de las posiciones mas elevadas en la escala jerárquica de la actividad psíquica. Es una actividad mental que realiza una síntesis mental que nos permite llegar a unas conclusiones que se extraen de comparar y relacionar las ideas o conocimientos. Actúa como filtro y confronta y depura los conocimientos para que el pensamiento final sea lo mas fiel posible a aquello que deseamos exponer.

Trastornos cuantitativos

Por defecto (no hay por exceso)
- Juicio insuficiente: se da en aquellos casos en que hay un incompleto desarrollo del psiquismo y el juicio no ha alcanzado su desarrollo completo. En oligofrenias.

- Juicio debilitado: habiéndose alcanzado un completo desarrollo del psiquismo se ha perdido la capacidad de juicio, una parte o toda. Por tumores o demencias.

- Juicio suspendido: la capacidad de juicio queda suspendida por un tiempo limitado, se pierde por un momento de tiempo: en el sueño, confusión mental, en coma, crisis epilépticas…

Trastornos cualitativos
- Juicio desviado: esta debido a la interferencia de una carga afectiva de gran intensidad que impide al individuo hacer una valoración exacta y lógica de la realidad, por lo cual le impide reconocer sus errores. En manías, delirios…

PSICOPATOLOGIA DEL RACIOCINIO

Es un escalón más en la función psíquica. Actúa a modo de filtro con los juicios, comparándolos, como actúa el juicio. El resultado final es el pensamiento.

PSICOPATOLOGIA DEL PENSAMIENTO

El pensamiento es el exponente de mayor jerarquía del ser humano. A través del pensamiento expresamos nuestro conocimiento y su finalidad es la comprensión, entendimiento y facilitar las relaciones humanas. En todo pensamiento hay un contenido, un tema, además de un curso o discurrir. Estos son los 3 aspectos fundamentales del pensamiento. Lo que mas interesa desde el punto de vista de las patologías es el contenido y el curso. El pensamiento va evolucionando con el desarrollo del ser, desde el pensamiento primitivo o mágico de los niños, al pensamiento lógico. El factor mas importante que propulsa la evolución es la inteligencia.

Pensamiento mágico: es patrimonio de los niños y de los eres humanos primitivos. El hombre en su evolución va apartándose del pensamiento mágico, pero no lo aparta del todo. Es aquel que atribuye a los objetos cualidades extrañas y poderes mágicos ligados a alguna vivencia. Aquí se enraízan las supersticiones, se crean amuletos y talismanes... Al madurar, este pensamiento pasa a un segundo plano, pero volvemos a el cuando aparece alguna situación de riesgo o peligro. Normalmente pertenece a seres que han tenido una escasa evolución.

Pensamiento lógico: es el resultado de las distintas formas de razonamiento, es e pensamiento que todo ser humano tiene cuando ha adquirido la madurez psíquica.

Puesto que el pensamiento tiene un curso y un contenido, los trastornos están referidos a alteraciones en estos dos aspectos.

Trastornos en el curso

Curso acelerado: el transcurrir del pensamiento es más rápido de lo normal, es la consecuencia de la aceleración del ritmo asociativo.

Se produce en casos en que hay un aumento de la actividad psíquica y hay excitación psíquica (taquipsia). Lo valoraremos porque la expresión del pensamiento se produce con un lenguaje acelerado (verborrea), se habla mucho y muy deprisa. Hay que distinguir de la alogorrea, que es hablar mucho pero no deprisa.
Cuando es un grado mas extremo, aparece la fuga de ideas o pensamiento ideo fugaz: el paciente pasa de un tema a otro rápidamente, pero siempre con un nexo de unión, a diferencia del pensamiento saltón, que no tiene relación. Puede ser una fuga de ideas hablada, si el paciente habla mucho y muy deprisa expresando este pensamiento. Tambien existe otra fuga de ideas cuya manifestación es puramente subjetiva, y el paciente no lo expresa, esta se dice que es pensada.

- Curso lentificado: es opuesta al anterior, el pensamiento esta retardado, es consecuencia del retardo del ritmo asociativo. Se observa en casos donde aparezca una hipoactividad psíquica (bradipsiquia). El pensamiento es lento y el paciente se expresara lentamente.

- Prolijidad o minuciosidad del pensamiento: es la dificultad para establecer los limites precisos de lo fundamental y de lo que es superfluo, de los detalles sin importancia. Incapacidad del paciente para extraer de los contenidos mentales aquel material que es esencial e indispensable para llegar a una conclusión. El proceso mental se diluye en infinidad de detalles carentes de importancia que impiden llegar a una conclusión, al objetivo final del pensamiento.

- Interceptación: interrupción brusca del pensamiento en cualquiera de sus tramos, de forma que produce la ausencia de ideas en la conciencia del individuo de duración variable, para luego reanudarse, bien con la idea interrumpida o bien con una nueva idea.

- Rigidez: es un trastorno motivado que la persistencia brusca de una idea a la que el paciente da una preferencia patológica, así el pensamiento es incapaz de salir de esa idea. Puede llegar a condicionar la conducta del paciente.

- Esterotipia: repetición continuada de palabras o frases que se intercalan en cualquier tramo del curso del pensamiento, estas palabras no tienen relación, no interfieren ni desvían el pensamiento, ya que no tienen nada que ver con el. Son como las muletillas q utilizamos.

- Disgregación: es un trastorno grave. Se produce cuando la idea directriz del pensamiento es incapaz de mantener y condicionar la progresión del pensamiento, de tal manera q ese pensamiento pierde la finalidad lógica. Así el pensamiento es comprensiblemente fragmentariamente, pero tomado en su totalidad es ilógico e incomprensible.

Alteraciones del contenido

Pensamiento incoherente: es aquel que esta formado por constelaciones ideativas. Es la consecuencia de una incoherencia en la asociación ideativa. A diferencia del pensamiento disgregado es totalmente incomprensible, y es imposible mantener una conversación con el paciente, debe suspenderse inmediatamente la entrevista, porque produce gran enfado y ansiedad. Se da en esquizofrenias. Para el paciente si tiene lógica.

Pensamiento delirante: el contenido patológico son las ideas delirantes. Es un trastorno q se produce por la consecuencia inmediata de la desviación de juicio, es producto de un juicio incapacitado para los errores, por lo que el paciente los acepta como reales.

Pensamiento obsesivo: esta formado por obsesiones variadas. La capacidad de juicio no esta desviada, el paciente reconoce, o erróneo de su pensamiento, pero no puede sobreponerse a esa imposición del contenido obsesivo del pensamiento, que tanto le angustia.

LA PERSONALIDAD


LA PERSONALIDAD
D. Fernando Azor Lafarga, Co-director, coordinador de la sección
fuente:http://www.saludmental.info
Estamos acostumbrados a oír frases como “no tiene personalidad” o “tiene doble personalidad” para definir a las personas. Otras veces decimos de alguien que es “un psicópata” o “una histérica” cuando juzgamos la conducta de los demás. Generalmente en estos casos uno se refiere a la forma de ser de esas personas, que es como vulgarmente se define la personalidad. Pero este concepto es más complicado de lo que parece.

La personalidad podría decirse que es esa forma de ser en la que incluiríamos los sentimientos, los pensamientos y como no, la conducta, que se mantiene más o menos estable en el tiempo y que llega a definir a la persona. El desarrollo de la personalidad se inicia desde la temprana infancia e intervienen diferentes factores como pueden ser la biología, los modelos que tenemos más cercanos, los límites educativos, las situaciones más o menos traumáticas, etc.

Es frecuente observar en niños muy pequeños ciertos rasgos muy definidos que nos pueden dar pistas de cómo puede ser en su futuro su personalidad, pero en estas edades todavía es muy temprano para hablar de que existe una personalidad marcada, sería más correcto decir que se observan “rasgos” de personalidad. Estos rasgos característicos pueden ir desarrollándose hasta llegar a la etapa de la adolescencia en donde decimos que se “cristaliza” la personalidad, es decir, adquiere forma y consistencia. A partir de entonces es difícil observar cambios llamativos en la forma de ser salvo que éstos sean provocados por alguna situación traumática. Sin embargo, aunque es difícil que una persona pueda cambiar su personalidad, sí es posible que pueda modificar ciertos comportamientos o aprender nuevas formas de actuar.

Dentro de los tipos más característicos de personalidad podemos encontrar los obsesivos, los fóbico-evitativos, los narcisistas, los histriónicos, los paranoicos o los psicópatas. Es importante tener en cuenta que todos podemos ser un poco obsesivos, un poco fóbicos…, es decir, podemos presentar diferentes características que definan nuestra formas de ser, sin llegar a presentar un trastorno o patología. Sí es verdad que en ocasiones ciertas características pueden hacer a la persona más vulnerable ante diferentes situaciones y favorecer la aparición de trastornos de ansiedad, estados depresivos, etc.

Cuando estos rasgos de personalidad se hacen extremos y condicionan toda la conducta de la persona provocando dificultades en la adaptación social solemos hablar de la existencia de un trastorno de personalidad. La persona que sufre este tipo de trastorno generalmente no es conciente del mismo, es decir, no considera que el problema esté en su forma de ser, le gusta cómo es y tiende a buscar otras explicaciones para sus problemas de adaptación social como por ejemplo la mala suerte, un jefe insoportable, etc.

En los próximos números, abordaremos los más conocidos tipos de personalidad e intentaremos profundizar en sus características.

¿SE PUEDEN REGULAR LAS EMOCIONES?


¿SE PUEDEN REGULAR LAS EMOCIONES? (2ª parte)
Alfonso Alonso Parga Beatriz y Becerro de Bengoa. Editores y Coordinadores de la sección: Salud Mental en el Trabajo
fuente:http://www.saludmental.info. Hace pocos días, a uno de nosotros, durante una de las sesiones de trabajo con un gran profesional de la sanidad por el que existe una profunda admiración tanto personal como profesional, ocurrió algo que se repite día a día en todos los ámbitos laborales, ¡seguro que les sonará familiar!.

El día comenzó con buen humor, como siempre, y las pautas de trabajo fueron marcadas de forma habitual, cada uno se dirigió de forma independiente a desempeñar su trabajo. Pero al cabo de 3 horas, en el momento de poner en común el resultado del esfuerzo realizado, comenzó a surgir una pequeña barrera por parte de esta gran persona, y resalto gran persona porque el hecho de tener días o momentos malos no disminuye su grandeza. El buen humor había desaparecido, el trabajo era más frío, su semblante era hierático y hasta la sala parecía menos acogedora.

En este tipo de casos, la emoción suscitada por esta escena, sería de rabia, tristeza, sorpresa e incluso culpa en algunos casos dónde la persona que recibe este trato tiene la autoestima mermada. Este tipo de emoción generada no quedaría ahí, puesto que derivaría en la posterior respuesta de ataque traducida en reacción defensiva, y desmotivación, generándose un conflicto innecesario.

Pues bien, antes de dejar que alguna de estas emociones pasara a apoderarse del esplendido día, atacando la forma de actuar de mi interlocutor, y etiquetando su conducta de ilógica o algo peor, se optó por otra estrategia, preguntar. Y la pregunta fue: ¿ha pasado algo desde la última reunión hace 3 horas, hasta ahora?. Cuya respuesta afortunadamente fue sincera: Si, me ha pasado algo y continuó.

En ese momento, se cerró completamente la posibilidad de consecuencias inoportunas e inútiles para pasar a solucionar el verdadero problema, su problema.

Cuando hablamos de la emoción, estamos refiriéndonos a tres motores que entran en juego en las relaciones interpersonales y con uno mismo a tres niveles, cognitivo, neurofisiológico y conductual.

Es decir, existe una interacción entre lo que pensamos, los signos fisiológicos, lo que hacemos y lo que sentimos. En el momento en el que ocurre una experiencia que suponga un impacto en nuestro día a día, según nuestro estilo de pensamiento, nos dispone a un tipo de acción, podría ser por ejemplo,

Podemos pensar, ¡qué desastre!, seguido de una respuesta neurofisiológica como aumento de la tasa cardiaca y tensión arterial y dependiendo de la situación, la reacción conductual provocada será de huída, evitación, gritos o llanto,.
O pensar, ¡vamos a comprobar qué se puede hacer!, seguido de una misma respuesta neurofisiológica, e incluso puede que hasta las respuestas conductuales sean parecidas dependiendo de la situación.

¿Es posible que la emoción sea la misma tanto en una secuencia como en la otra? En este sentido en el primer caso, la emoción estaría impregnada de ira, rabia, dolor o desesperación en cambio en el segundo caso, la emoción estaría orientada más hacia la superación de un reto, interés, preocupación o incluso esperanza.

La emoción una vez ha explotado, no puede evitarse con el pensamiento, pero si, podemos prepararnos y entrenarnos para que esa emoción no tenga consecuencias negativas. ¿cómo?, actuando desde nuestra cognición. Está claro, que según la interpretación de los acontecimientos externos, se activará la emoción hacía una dirección u otra. Es decir, según se interprete lo que está sucediendo de forma positiva o negativa, la emoción será positiva o negativa.

Por tanto, el entrenamiento para regular nuestras emociones, será progresivo, es decir, hay que preparar el terreno antes de que surja cualquier oportunidad emocional.

¡Imposible!, ¿verdad?, esta expresión sería comenzar con mal pie. ¡Todo es posible! , al menos si comenzamos cualquier tarea con este pensamiento, el recorrido será mucho más placentero y la posibilidad de conseguir el éxito será mucho mayor, por supuesto sin olvidarnos del esfuerzo.

Como hemos comentado anteriormente, el pensamiento y la emoción van de la mano. Está claro que cuando un acontecimiento se presenta con la etiqueta de grave, la emoción que acompaña es de tristeza, miedo, ira o vergüenza. Pero, ¿quién pone esa etiqueta de grave?. Uno mismo. La gravedad de las situaciones es subjetiva. Lo que para unos puede ser terrible, para otros no lo es tanto, y lo que para otros parece insignificante, supone un desastre para unos. Ambos están en su derecho de etiquetar sus experiencias del color que les plazca. Eso si, cuanto más terrorífica es la etiqueta, más desagradable será la emoción, al igual que ante una etiqueta leve la experiencia emocional le será más agradable.

Hay diversas convicciones erróneas que nos hacen caer en el desánimo. A partir de estás autosugestiones es desde dónde hay que trabajar. Se trata de ir educando nuestra emoción a partir del pensamiento. ¿Qué cree que le beneficiaría más, pensar que todo en la vida es un desastre o que la vida se presenta como un regalo lleno de oportunidades? Este es el momento de su respuesta. Nosotros no interferiremos en su opción. Por supuesto que hay peros, aún así, con peros, piense detenidamente qué podría funcionar como motor para motivarle a alcanzar un objetivo en cualquier momento. Lanzada esta pregunta... De momento, el pensar que algo va a salir mal mientras estamos iniciándolo, nos aparta de experimentar emociones como ilusión, interés, bienestar o superación ante un reto. Esto le resta a aquello que hacemos, el halo de un trabajo bien hecho, y a nosotros el momento de disfrutar de una experiencia más, a la que no vamos a volver en esas mismas circunstancias.

Tan erróneo es el pensar que todo lo que hace uno está mal, como que todo lo que hacen los demás es un desastre. Esto no solo perjudica la tarea a realizar o el ambiente de trabajo, sino que afecta a las emociones de quién lo piensa. Estas palabras son la base de un malestar futuro.
Todos cometemos errores. Pero quién nos cae mal comete más errores que nadie. ¿no es casualidad?, ¿no parece curioso? ¿O quizás aquello que hace el que nos cae mal, siempre lo consideraremos un error?

No es casualidad, somos humanos y como humanos nos guiamos según nuestras relaciones y preferencias. A veces un mismo error, dependiendo de la persona que lo comenta, será considerado más o menos grave. Por tanto, ni todo el que comete un error es un inútil, ni nadie es un desastre categóricamente hablando. Podemos permitirnos cometer un error. Suena extraña esta frase, ¿verdad?, pues es uno de los problemas que desembocan, a partir de una emoción negativa, en problemas mayores como son la ansiedad, el estrés o la depresión. La no tolerancia a la frustración, junto a la necesidad de hacer todo perfecto, supone más que una barrera, una muralla impenetrable para el bienestar emocional.

Otra de las autosugestiones que nos alejan del bienestar es pensar que nuestro interlocutor va a hacer o decir lo que nosotros queremos ver u oír. En el momento que eso no ocurre, la persona en concreto nos parece digna de ser castigada, ya que no se ha ceñido al imaginario guión del cual ni siquiera sabía el protagonista de su existencia. Tan importante es comprender y respetar nuestras propias emociones, como aprender a respetar las de los demás. Por ende, las relaciones interpersonales son mucho más satisfactorias teniendo conocimiento del estado emocional de nuestro interlocutor. Como hemos comentado anteriormente, una lectura errónea de la expresión y por tanto de la emoción de nuestro interlocutor, dificultará la comunicación y el resultado de la misma.

El Uso del Humor


fuente:http://www.saludmental.info
Dña Lidia Carmena León, Psicóloga
¿Qué es lo que mantiene sana a una persona a pesar de estar sometida a condiciones ambientales adversas? ¿Por qué algunos pueden superar eficazmente situaciones conflictivas y otros no? ¿Qué recursos privilegian estos individuos a la hora de afrontar tales circunstancias? ¿Son la creatividad, el humor, la autoestima, las habilidades sociales, la capacidad de amar y perdonar, entre otros, ingredientes esenciales para afrontar adecuadamente determinadas situaciones? ¿Cómo se pueden desarrollar y potenciar? ¿Qué papel específicamente cumple el humor como estrategia de afrontamiento? ¿Qué valor cumple el humor como herramienta de intervención en el proceso terapéutico?

La Psicología como ciencia durante mucho tiempo se ha dedicado casi exclusivamente, al estudio de las patologías. A partir de la segunda mitad del siglo XX, algunos investigadores, se replantearon esa visión, produciendo un giro en la mirada del comportamiento humano dando lugar a un nuevo paradigma que considera y acentúa los aspectos más saludables de las personas, a este movimiento se lo denominó Psicología Positiva.

Los efectos del humor se producen a en dos niveles:

- Fisiológicos:
Cuando el buen humor desencadena la risa “hay un decrecimiento del tono muscular, quedando los músculos fláccidos y la risa implica una liberación de tensión o de energía excesiva.”
Durante la risa hay una reducción y normalización de aquellas funciones orgánicas que se alteran durante el estrés. Es así mismo como se ha determinado que la risa disminuye la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la tensión muscular y decrece la activación del estrés.

Las emociones positivas, como alegría, buen humor, optimismo, paz, entusiasmo, son denominados estados de ánimo. Se manifiestan en el cuerpo como realidades bioquímicas que generan distintas respuestas que ayudan a combatir y hasta revertir algunas enfermedades.

Durante la risa hay una reducción y normalización de aquellas funciones orgánicas que se alteran durante el estrés. Es así mismo como se ha determinado que la risa disminuye la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la tensión muscular y decrece la activación del estrés.
El humor tiene efectos muy positivos tanto a nivel psicológico como fisiológicos.

- Efectos Fisiológicos: Cuando el buen humor desencadena la risa “hay un decrecimiento del tono muscular, quedando los músculos fláccidos y la risa implica una liberación de tensión o de energía excesiva.” Durante la risa hay una reducción y/o normalización de aquellas funciones orgánicas que se alteran durante el estrés. Es así mismo como se ha determinado que la risa disminuye la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la tensión muscular y decrece la activación del estrés.”

Las emociones positivas, como alegría, buen humor, optimismo, paz, entusiasmo, son denominados estados de ánimo. Se manifiestan en el cuerpo como realidades bioquímicas que generan distintas respuestas que ayudan a combatir y hasta revertir algunas enfermedades.
Algunos beneficios del buen humor y la risa son:

Libera las hormonas endorfinas: cuando la glándula pituitaria recibe un estímulo generado por nuestra sonrisa voluntaria y consciente, reacciona liberando endorfinas, las que además de ser el analgésico natural del cuerpo, producen, al ser liberadas, una sensación de bienestar.
Disminuye la hormona suprarrenal cortisol: el estrés crónico provoca cambios fisiológicos adversos, mientras que la risa es su antídoto. Esta hace descender el nivel de cortisol que se produce en la sangre ante una situación de estrés. La risa y el humor son escapes al sufrimiento que resulta de la diferencia entre las aspiraciones humanas y la realidad que a uno le toca vivir.
- Efectos psicológicos: el verdadero humor consiste en reírse de sí mismo, de lo que uno hace, dice o piensa. Este proceso se lleva a cabo a través del “autodistanciamiento”. Por otra parte, el humor representa una actividad creativa del ser humano, puesto que lo risible no nace de las cosas, sino de la persona misma.

Cuando la persona se ríe de sí misma aumenta su autoestima y desarrolla una actitud de reto o desafío que consiste en hacer frente a las tensiones. El verse a sí mismo desde una perspectiva cómica brinda afecto, entendimiento, apoyo, diálogo, juego y favorece una relación más cercana con los otros.

- Sociales: el humor tiene beneficios en el ámbito terapéutico, laboral, escolar y/o en reuniones sociales, ya que descomprime y puede ser útil para solucionar desacuerdos, porque relaja y refuerza las relaciones con los otros.

Respecto del área laboral, han incorporado el humor en su filosofía corporativa, su estrategia de recursos humanos o sus programas de formación. El humor favorece la innovación, la motivación, potencia la salud actúa en los recursos humanos posibilitando el incremento de su productividad.

¿Se puede Conseguir el Equilibrio Mental?



fuente:http://www.saludmental.info

¿Se puede Conseguir el Equilibrio Mental?
D. Fernando Azor Lafarga, Co-director, coordinador de la sección clínica
Los psicólogos frecuentemente centramos nuestros esfuerzos profesionales en identificar patologías, problemas, conflictos, inseguridades… El objetivo principal suele ser el de buscar maneras de transformarlos en tranquilidad y equilibrio, y a ser posible consiguiendo que la persona aprenda y ponga en práctica soluciones por sí misma. Cada problema individual nos da diferentes caminos para alcanzar el bienestar, pero todos confluyen en puntos comunes:

Es necesario tener actividades que nos ilusionen, que nos representen un reto. Pueden ser tan variadas como se nos ocurra, lo importante es que gusten: montar en bici, pasear por campo, jugar al tenis, grupos de teatro, juegos de ordenador, voluntariado…
Como en el punto uno, contrastar nuestra forma de proceder con la de otros nos da muchas veces una motivación y/o tranquilidad. Tener grupos de personas con los que relacionarnos, donde poder ayudar y ser ayudado, donde podemos compararnos y ver si somos raros y nuestras preocupaciones son las que otros también tienen ayudará a ser más feliz.
No hay que aspirar a no sentir malestar por las cosas que nos rodean. Seguro que alguna nos afectará más que otras. Lo importante es afrontarlas, buscar soluciones si las hay pero siempre desde el realismo. Asumir cómo son las cosas y no centrarse en cómo debieran haber sido hará que las soluciones lleguen antes y seguro que se minimizarán los daños sobre uno mismo.
De alguna forma el punto anterior introduce éste: Si nos centramos en el pasado y el futuro en exceso y dejamos el presente de lado, nos llenaremos de reproches y de miedos. Las opciones futuras son infinitas cuando queremos averiguar qué nos va a pasar al tomar determinada decisión. Ser capaz de no eternizarnos en la búsqueda de soluciones perfectas nos ahorrará malestar y facilitará nuestro equilibrio.
Horarios, rutinas y disciplina. Programar objetivos y tareas cotidianas tiende a producir sensación de control, ser constante es gratificante por ser más probable conseguir metas y además hace que disfrutemos más de aquellas actividades que se salen de lo programado.
El concepto de equilibrio mental lleva implícita una idea: no existe una forma perfecta de sentirse bien, existen muchas. Lo importante es que en una teórica balanza pesen igual sus dos lados. Lo que se ponga en ellos depende de nuestra educación, de las experiencias, de las habilidades acumuladas a lo largo de la vida, de nuestras tendencias heredadas a ser empático, a ser irritable… El equilibrio no depende de lo socialmente reconocido como más adecuado, sino del “arte” que tengamos para ponderar nuestras diferentes facetas. De este modo ser uno mismo sin que se nos vuelva en contra es posiblemente el mejor objetivo. Tener miedo no es malo, a no ser que nos llegue a impedir salir a la calle. Entonces el equilibrio se habría roto.
Después de todo ser feliz no es fácil, es una tarea que suele llevar toda la vida resolver, y a nadie le garantizan que lo vaya a conseguir. Hay que ser paciente y constante en la aplicación de estos cinco puntos, aplicarlos en nuestra vida facilitará el equilibrio mental.

APRENDA A CONTROLAR EL ESTRÉS


APRENDA A CONTROLAR EL ESTRÉS
fuente:http://www.revistalaguia.com

¿Alguna vez ha perdido el control sin saber la causa aparente? Es probable que esto sea provocado por estrés y se repita con frecuencia o incluso ya forma parte de su estilo de vida; sin embargo, un mal manejo de este constante enemigo puede ocasionarle problemas de salud a corto y largo plazo.

Para evitar que el estrés lo controle, necesita aplicar en su vida cotidiana diferentes estrategias de relajación, desde escuchar música hasta practicar yoga, sólo así podrá dejar a un lado la tensión, problemas estomacales o enfermedades del corazón.
Conozca a continuación los tipos de estrés que existen y las herramientas y técnicas que lo ayudarán a manejarlo:



TIPOS DE ESTRÉS
Existen diferentes categorías del estrés, detecte con cuál de ellas se identifica para controlarlo con los métodos adecuados.

ANGUSTIA. Se conoce como la reacción que se produce al encontrarse bajo una situación de peligro. El cuerpo reacciona de forma rápida ante la experiencia de un robo, susto o choque de auto.

EMOCIÓN. Es una forma positiva de presentar el estrés, pero también debe controlarse para evitar daños al cuerpo; se experimenta al recibir un ascenso en el trabajo, casarse o comprar una casa nueva.

ESTRÉS CRÓNICO. Ocurre cuando no se ha tratado la ansiedad, emoción o angustia; se caracteriza por causar problemas físicos en un periodo corto y, a largo plazo, puede provocar graves daños como un ataque al corazón.

TÉCNICAS ANTI-ESTRÉS
Adopte desde hoy técnicas para manejar sus niveles de estrés en su vida diaria, esto le ayudará a evitar graves problemas a corto y largo plazo:

EJERCICIO
Es la mejor manera de aliviar la tensión provocada por el estrés ya que se liberan endorfinas, sustancias químicas del cerebro que dan la sensación de alivio, alegría y tranquilidad.
Esta técnica ayuda a mantener un balance a nivel físico y mental.
Practique, al menos tres veces a la semana, ejercicios cardiovasculares como correr, andar en bicicleta o caminar rápido.
Para una mejor respiración, practique pilates, yoga o técnicas especiales de respiración.

RELAJACIÓN Y MEDITACIÓN
Destine media hora al día para estar solo, aclarar su mente, haga respiraciones profundas y piense en algo positivo.
La meditación es considerada una de las mejores formas para manejar el estrés, ya que se relaja mente y cuerpo.
El estado de meditación se logra cuando alguien tiene un profundo enfoque hacia la tranquilidad y calma que desea alcanzar.
Aprender técnicas de relajación y meditación ayuda a bajar los niveles de presión en la sangre, lo que favorece a eliminar la tensión o ansiedad.

VISUALIZACIÓN
Esta técnica ofrece calma a la mente y al alma a través de imaginar escenarios que evoquen paz y felicidad.
Respire profundo con los ojos cerrados e imagínese en un bello jardín, una playa o en un bosque lleno de árboles y flores.
Si se le dificulta imaginar ambientes, piense en cosas felices que desea hacer realidad en su vida.

MÚSICA
A través de la música puede bajar los niveles de ansiedad, tensión, angustia o estrés que siente. Elija aquella con la que más se identifique, puede ser música clásica, jazz o especial para relajación.
Escuche su música favorita cuando esté en medio del tráfico o en la oficina. Es excelente tranquilizante, siempre y cuando, no sea estridente.

ESCRIBIR
Escribir en un diario sus sentimientos es una buena forma para aliviar el estrés que vive cada día.
Expresar de forma escrita sus pensamientos le ayudará a desahogar cualquier preocupación o enojo.
Una forma eficiente de librarse del estrés, es quemar todos los sentimientos negativos que escribió.

BAILAR
Combina las mejores técnicas anti-estrés que son ejercicio, respiración y música; juntas equilibran la mente y el cuerpo.
Ayuda a distraerse de los problemas cotidianos del trabajo o la casa, ya que implica una mayor concentración al aprender nuevos pasos.

APRENDA A CONTROLARLO
1. Reconozca cuando el estrés es bueno. La energía que siente al ver a un viejo amigo o a su pareja, suele llenarlo de emoción o alegría; sin embargo, debe usarse de manera moderada.

2. Evite contagiarse de estrés. Otras personas pueden estar llenas de tensión y esto llega a contagiarse, por eso evite en lo posible a aquellos que sólo se quejan, critican o dicen comentarios negativos; protéjase y limite el contacto con este tipo de actitudes.

3. Aprenda de la gente tranquila. Copiar la forma de comportamiento de otras personas que saben controlar el estrés, es un buen recurso para aprender a sobrellevar cualquier problema.

4. Respire profundo. Una manera de mantenerse calmado es controlar su respiración. Cuando enfrente un momento de tensión, respire profundo desde el centro de su estómago y exhale por completo, repita esto cinco veces por un minuto.

5. Piense positivo. Olvide sus problemas por un momento, piense en algo que lo haga sentir feliz como algún proyecto importante a largo plazo o imagínese en un lugar al que quisiera ir de vacaciones.

6. Detecte qué le estresa más. Cada quien tiene diferentes situaciones fuertes de estrés, presentaciones, entrevistas, citas, entrega de trabajo o el tráfico, son algunas de ellas. Una vez que conozca la causa de su tensión, entonces podrá actuar para aplicar algunas técnicas antiestrés como meditación, yoga, taichi o pilates.

7. Cuide su salud. La falta de sueño, una mala dieta o actividad sedentaria, repercuten de forma negativa en su cuerpo y mente, por eso lleva un estilo de vida saludable con una nutrición adecuada o ejercicio regular, es básico para controlar el estrés.

Más fácil
Tips para reducir el estrés
Luchar contra el estrés diario es sencillo, basta con aplicar a su vida estas recomendaciones:

• LLEVE UNA DIETA BALANCEADA, incluya abundante agua, frutas y verduras.

• LEA REVISTAS O LIBROS de superación personal o aquellos que lo mantengan distraído.

• EVITE IRRITANTES como el alcohol y el cigarro.

• ESCRIBA UNA LISTA de pendientes diarios para estar organizado.

• COMPARTA SUS SENTIMIENTOS con amigos y familiares.

• OLVIDE LOS ENOJOS O RENCORES que le provocó algún conflicto con alguien.

• SEA HONESTO, exprese en el momento sus ideas y evite guardarse cualquier sentimiento.

• CONCÉNTRESE EN ALGÚN PASATIEMPO, puede ser leer un libro o tomar clases de música, dibujo o baile.

• TOME UN TIEMPO de descanso durante el trabajo.

• DESCANSE LO SUFICIENTE y duerma, al menos, 7 horas al día.

• ACUDA A UN SPA para que le den un masaje.

• RÍA Y DESARROLLE un sentido del humor.

• EJERCÍTESE DE FORMA REGULAR, al menos media hora tres veces por semana.
• PIENSE DE FORMA POSITIVA, rodéese de gente optimista.

• SIÉNTASE BIEN con usted mismo, vista la ropa que más le gusta.

• ESTABLEZCA sus propias metas u objetivos de manera razonable.

• CONTRIBUYA a una buena causa, ayude a los demás para ver la vida desde otra perspectiva.

• ÁMESE, respétese a sí mismo y a los demás.

• TRATE DE VISUALIZARSE en situaciones donde resulte triunfador, puede ser obtener un mejor empleo, ganarse un premio o ver crecer a sus hijos.

BUSQUE LUGARES TRANQUILOS para vivir o trabajar, evite distracciones o cosas que lo alteren como el radio, televisión, música fuerte, ruidos violentos, gente malhumorada.

APRENDA TÉCNICAS de respiración o meditación para encontrar la calma que necesita.

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Salud mental: ¿drogas o terapia?


Salud mental: ¿drogas o terapia?


Fuente: latercera.com

Con la aparición de la fluoxetina o Prozac a mediados de los años 80, se pensó que las enfermedades mentales llegaban por fin a buen puerto. Depresión, trastorno obsesivo compulsivo, ataques de pánico y otros problemas mentales se creían destinados a desaparecer. El mundo parecía al borde de una felicidad permanente y algunos proponían añadir Prozac al agua potable, como una forma de elevar la calidad de vida.

Pocos años más tarde se vio que se estaba lejos de una solución biológica y radical de las enfermedades mentales. Debido a los fracasos e insuficiencias de la fluoxetina, la industria farmacéutica comenzó a producir nuevas drogas de la misma familia: inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina. Gracias a éstas, este neurotransmisor (la serotonina) mantiene altos sus niveles en el cerebro, con lo cual disminuye la agresividad, se mejoran el humor y el sueño. Pero las nuevas promesas de felicidad tampoco se cumplieron del todo.

Por eso, el sicólogo clínico británico Richard Bentall plantea que a pesar de los aparentes progresos en entender la enfermedad siquiátrica, los tratamientos han hecho poco para mejorar el bienestar humano. En su libro Doctoring the mind (Medicalizando la mente) advierte que las pruebas clínicas para estas drogas son, por desgracia, defectuosas. En su obra cita la sorprendente evidencia de la Organización Mundial de la Salud, que sugiere que los pacientes que sufren episodios sicóticos en los países en desarrollo se recuperan mejor que los del mundo industrializado, con mejores sistemas de salud, algo que su libro busca explicar.

Algunas críticas
Bentall asegura que en lugar de hablar de síntomas siquiátricos, es más exacto referirse simplemente a las “quejas” de los pacientes. Tampoco considera adecuado poner énfasis en que estos trastornos tienen una base genética, porque eso sólo sirve para crear el estigma del enfermo mental y alimentar su discriminación. Saber que tal o cual gen tiene alguna participación en determinado trastorno no se ha traducido en la cura del problema, dice.

A esto hay que agregar que el peligro de usar medicamentos siquiátricos a largo plazo supera con creces los beneficios. De hecho, recientemente, la gran mayoría de los antidepresivos han estado sujetos a revisión, debido a los riesgos de suicidio que tiene su consumo.

Bentall advierte que el gran debate sigue pendiente. Mientras algunos plantean que son los desequilibrios de la química cerebral los que causan la enfermedad, otros defienden que son los traumas, el estrés mantenido o los estados de abandono y miseria los que enferman y trastornan el delicado balance que debe existir entre los neurotransmisores.

Para este especialista, la siquiatría es una disciplina que más que descubrir enfermedades las inventa. No se hace un test de laboratorio para concluir que alguien padece una esquizofrenia o bipolaridad, tal como se hace con la diabetes.

Lo anterior explica que sea más frecuente el diagnóstico de esquizofrenia en Estados Unidos y Rusia, mientras que sea escaso en Europa. Este grado de especulación de la siquiatría facilitó también que en la ex Unión Soviética se etiquetara a los disidentes como esquizofrénicos.

Y aunque Bentall reconoce que en algunos casos los fármacos pueden ser útiles, no es menos cierto que hoy se busca extender el uso de medicamentos antisicóticos a los niños por tener conductas “disruptivas”, lo que antes era simplemente un niño desordenado o inquieto.

Este sicólogo llama a fijarse más en solucionar las circunstancias adversas que puedan enfermar a una persona y confiar en el poder curativo de la conversación y, sobre todo, de escuchar.

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