Para que el lector comprenda con sencillez el concepto de intención paradójica, deberá retirar diez segundos la vista de esta pantalla durante los cuales tiene que procurar no pensar en elefantes rosas.

Difícil, ¿eh? En eso consiste la intención paradójica. Sucede cuando la mente actúa de manera contraria a lo que se pretende.

Tal efecto puede ser causa y terapia a la vez. Por ejemplo, para alguien que tiene insomnio, tratar de quedarse dormido voluntariamente le provoca una ansiedad que hace que se mantenga despierto toda la noche. La terapia, no obstante, puede consistir en dar a los pacientes instrucciones para que no se queden dormidos.

Asimismo, para el combatir el tartamudeo, no sólo no se intenta que el sujeto trate de hablar correctamente, sino que se le obliga a “tartamudear ex profeso” antes de comenzar cualquier conversación (Erikson y Frankl, 1973).