Hay quienes afirman que todos podemos tener algunos rasgos obsesivos, lo cual pudiera ser cierto. No obstante, cuando no nos perturba nuestro diario vivir, no pasa de que nos cataloguen simple y llanamente como personas necias o neuróticas. Sin embargo, el problema es distinto cuando la vida llega a tornarse insoportable por la enorme dosis de ansiedad que nos genera la obsesión -combinada con la compulsión- y, por consiguiente, también genera enormes dosis de infelicidad entre la gente cercana al enfermo.

Pensemos en toda esa gente que conocemos con obsesión y rayan en lo compulsivo, las cuales la manifiestan en diversas formas, con hábitos de limpieza exagerados. Éstas insisten en un orden tal que nada se puede salir de su línea, y si alguien se atreve a mover algún artículo de su lugar exacto, esto les ocasiona una ansiedad incontrolable.

Otros que se encuentran en la categoría del TOC (trastornos obsesivos compulsivos) son los que checan y rechecan puertas y ventanas, terminando perturbados por tanta angustia. También hay quienes tienen obsesión con rezos y rituales, haciéndolos en un orden específico; y si falla dicho orden, su vida se transforma en una repetición continua que los lleva a terminar exhaustos por acciones que se reciclan de manera estéril. Ellos y ellas creen que si no cumplen con esas acciones con precisión, algo malo pudiera suceder.

En pocas palabras, tales actitudes son ilógicas e irracionales, brotan involuntariamente y generan estrés y sufrimiento.

Otros obsesivos compulsivos pueden sentir enorme temor a la contaminación, por tal motivo se lavan las manos una y otra vez. La pantalla grande ha manejado innumerables casos de personas que padecen este síndrome, y se ha llegado a la conclusión de que muchas de las personas con mentes brillantes son obsesivas compulsivas. Es más, son muchos los famosos a los que se les ha diagnosticado TOC (u OCD, obsesive compulsive disorders, por sus siglas en inglés). Podemos mencionar, entre otros, a Howard Hughes, Harrison Ford, Penélope Cruz, Beethoven, Donald Trump, Einstein, David Beckham , Woody Allen, Harrison Ford, Emily Lloyd
Michelle Pfeiffer, Winona Ryder.

y seguramente también la padecen muchos de los grandes empresarios, gobernantes y artistas de nuestros tiempos.

Se dice que este síndrome en muchas ocasiones es genético. Pero también se especula que en familias o en ambientes donde las expectativas y la competencia exigen un alto grado de esfuerzo es usual que aparezcan personalidades obsesivas compulsivas como respuesta de sobrevivencia.

La buena nueva es que, desde 1986, en Estados Unidos inició la fundación OCD, dedicada a brindar ayuda a miles de personas que padecen estos desórdenes. Y en nuestra ciudad también se está trabajando al respecto. Tenemos a otra valiosa regiomontana, Sofía Garza de Paredes, quien decidió traer a Monterrey a la doctora Perryin, una de las mejores especialistas en desórdenes de ansiedad en Estados Unidos,
Esperamos que la iniciativa privada junto con el gobierno de Nuevo León apoye la idea de fundar un centro de tratamiento para los miles de regiomontanos que padecen estos trastornos.

fuente: irma_mtz@prodigy.net.mx