INTENCIÓN PARADÓJICA


Existen técnicas específicas que el Dr. Frankl ha desarrollado y utilizado con sus pacientes. Estas técnicas ayudan a la persona a poner su vida en perspectiva y a descubrir su significado. La primera de estas técnicas es conocida con el nombre de INTENCIÓN PARADÓJICA y está basada en la teoría de que en muchos casos el comportamiento inadecuado se desarrolla porque la persona literalmente le tiene miedo al miedo en sí mismo. O sea, una vez que la persona cree que cierta situación le va a crear ansiedad, comienza a sentirse extremadamente atemorizada al pensar que pueda verse envuelto en ella. Esto se conoce con el nombre de ansiedad anticipada y puede llegar al punto de paralizar a la persona.

El miedo a experimentar el miedo que ocasiona una situación específica, así como la situación en sí, crean un círculo vicioso que hace a la persona evitar su confrontación. De esta forma, será incapaz de funcionar ante la experiencia real cuando esta se presente. Al usar la intención paradójica en estos casos, la persona es llevada a la confrontación directa con la situación y de hecho se le pide que desee el encuentro con tal experiencia, que desee confrontarse con el miedo y por eso el nombre de intención paradójica. El miedo patogénico es reemplazado por un deseo paradójico con el objetivo de evitar la ansiedad anticipada. Así la persona estará más calmada y relajada y de esa manera podrá confrontarse con dicha situación de manera efectiva.

El Dr. Frankl relata la simpática historia de un paciente tartamudo que según hasta donde el podía recordar siempre había sido tartamudo, excepto en una ocasión a la edad de 12 años. En ese momento el muchacho se subió a un tranvía sin pagar y al ser sorprendido por el conductor, pensó que cuando este le oyera tartamudear le iba a tomar lástima y no le iba a expulsar del vehículo. Sin embargo, cuando el muchacho le habló al conductor lo hizo perfectamente sin tartamudear. Esa era la única ocasión que recordaba no le había sucedido.

Otro ejemplo relatado por uno de los colegas del Dr. Frankl, hace referencia a un hombre que había sufrido un ataque al corazón. Este hombre comenzó a desarrollar tal temor a que su corazón volviera a fallar, que no quería abandonar el hospital por miedo a que sucediera lo mismo y se encontrara sin atención médica. Durante uno de esos fuertes ataques de ansiedad, se le pidió que hiciera que su corazón latiera más rápidamente, que sintiera dolor en el pecho, que incrementara su nivel de ansiedad. La enfermera se marchó, lo dejó solo un rato y al regresar este le comunicó que no podía hacer lo que se le había pedido, por el contrario, se había calmado totalmente. Acto seguido, salió del hospital a caminar un rato, cosa que no había hecho antes desde hacía seis meses. En una de las caminatas sintió que su corazón comenzaba a latir de forma más rápida y se ordenó a sí mismo que latiera más rápido aún. Cuando esto no sucedió, se volvió a calmar. Pocos días después se sintió más calmado, volvió a su casa y se incorporó al trabajo.

Si una persona quisiera usar esta técnica para vencer la ansiedad de hablar en público, puede decirse a sí mismo antes de hablar: "Me voy a poner lo más nervioso posible, voy a sudar frío, voy a tener mucho miedo, voy a hacer el ridículo, me voy a sonrojar delante de la gente, mi ropa se va a empapar en sudor". Esto tendrá un efecto contrario y nos sentiremos más calmados. Es por eso que a esta técnica se le llama intención paradójica.

Según Frankl, la forma en que esta técnica encaja en la teoría del significado de la vida es la forma en que nos hace ver cómo enfocamos frecuentemente nuestra tensión sobre cosas sin importancia y exageramos fuera de proporción el posible peligro. Esto nos creará un estado de ansiedad innecesario el cual conduce a un estado de intranquilidad irracional. Muchas veces utilizamos el concepto de ansiedad como nerviosismo. Cuando se dice: Fulano está nervioso o es una persona nerviosa, casi siempre este término se refiere al estado de ansiedad. Si logramos detener esta actitud absurda y nos concentramos en aquello que es más importante, podremos erradicar las ansiedades y vivir vidas más satisfactorias, con mayor sentido de propósito y felicidad. La intención paradójica es una forma de poner en ridículo estos temores, temores insignificantes que tienen su origen en lo que conocemos como vacío existencial.
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