fuente:el mundo salud
Trastorno obsesivo compulsivo
Actualizado lunes 26/01/2009


PREGUNTA.- Soy la madre de un niño de 13 años diagnosticado desde hace un año de trastorno obsesivo compulsivo severo, fobia social e incapacidad social. Ha estado dos veces ingresado.

Acude a terapia durante una hora a la semana con un psiquiatra infantil. Toma Anafranil , Abilify y Lorazepam en altas dosis. Ha mejorado mucho en cuanto a la fobia social y ha superado muchas obsesiones, como la relacionada con la limpieza, y ya casi no realiza ninguno de los múltiples rituales que acostumbraba.

Actualmente tiene una terrible obsesión que le está amargando la vida y es que quiere tirarse por la ventana. Él no quiere hacerlo y tiene un miedo terrible. La exposición en vivo y la terapia de inundación, que consiste en recordarle sus pensamientos para que él responda que es una idea absurda y que es mentira, le ponían muy mal, hasta el punto de que la angustia provocaba que se autoagrediese y que corriese hacia la ventana teniéndole nosotros que sujetar.

En vista de estos resultados, hace unos días se le ha cambiado la terapia y ahora lo que tengo que hacer con él es una restructuración de pensamiento, para se convenza de que es una obsesión y que no tiene que hacerle caso. Aunque la terapeuta le hace la terapia una vez a la semana, yo le hago diariamente en casa terapia durante unos diez minutos. Con esta última terapia ha estado algo mejor, aunque anoche sufrió una crisis tremenda porque le vino la obsesión.

Fue horrible, ya que quería ir a la ventana e incluso la llegó a abrir, a pesar de que tenemos candados. Sufrió muchísimo, llegando incluso a autoagredirse. Estoy desesperada. Quisiera saber si es común está obsesión y si existe algún tipo de ayuda a las familias, ya que la asociación ATOC (asociación del trastono obsesivo compulsivo) está en Barcelona, y en Madrid no encuentro nada especializado que pudiera brindarnos un apoyo. La vida con este problema es muy difícil, no sólo para el niño, sino también para sus padres y sus tres hermanos. Compartir experiencias con otros padres nos podría ayudar

RESPUESTA.- Muchas gracias por compartir el caso de su hijo y por mostrar la situación que como usted pueden vivir otras familias de jóvenes con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en este momento. El TOC es un trastorno psiquiátrico ampliamente reconocido. Su prevalencia (frecuencia del trastorno) se sitúa entre un 0,6-1% de la población. Aunque la distribución por sexo es similar, los varones tienden a presentar el trastorno a una edad más temprana.

Las obsesiones son ideas, pensamientos o imágenes 'intrusas', esto es, no deseadas, que surgen reiteradamente, de forma involuntaria y que producen en los pacientes un elevado estrés emocional.

En algunos casos, puede condicionar la aparición de una gran inquietud interna y agitación. Las compulsiones, por otro lado, son comportamientos repetitivos que van dirigidos a reducir (aunque sea de forma temporal) la ansiedad creada por las obsesiones. Las compulsiones son percibidas por los pacientes como una obligación interna a adherirse fielmente a ciertas reglas o rituales. Cuando los pacientes no pueden llevar a cabo las compulsiones pueden llegar a mostrar un alto 'distrés' emocional.

En la mayoría de las ocasiones, los pacientes describen el llevar a cabo la compulsión como algo ilógico, pero no encuentran otra forma alternativa de aliviar su sentimiento de desasosiego interno.

El contenido de las obsesiones y las compulsiones de los pacientes son muy variadas. En los adolescentes, las obsesiones se centran, con mayor frecuencia, en la suciedad y los gérmenes, en el temor a provocar un acontecimiento nefasto para sus seres queridos, así como en obsesiones de exactitud y de simetría. No obstante, aunque obsesiones con el funcionamiento de partes de su organismo, con números de la suerte, preocupaciones sexuales o agresivas o el temor a dañarse a uno mismo son menos comunes, también estas obsesiones están descritas en pacientes adolescentes con TOC, y pueden llegar a ser muy incapacitantes para el funcionamiento diario de los pacientes (dificultades de relación y adaptación a la vida familiar, escolar y con los amigos).

En cuanto a las compulsiones más frecuentes en adolescentes se encuentran: rituales de limpieza, acciones repetitivas (hacer y deshacer cosas) así como rituales de comprobación.

El diagnóstico precoz y el enfoque adecuado del tratamiento son fundamentales, no sólo para aliviar el distrés emocional del paciente, sino también para preservar un buen funcionamiento familiar. Aproximadamente más de la mitad de los pacientes diagnosticados por primera vez de TOC, a los que se pauta un tratamiento basado en la evidencia científica (terapia cognitivo-conductual y/o determinados fármacos), responden de forma satisfactoria. No obstante, muchos pacientes pueden no responder inicialmente a determinados dosis o regímenes de tratamiento pero sí hacerlo posteriormente con la optimización de dosis o modificaciones de sus regímenes de tratamiento.

Algunos pacientes, a pesar de haber mejorado en muchos aspectos, pueden continuar presentando síntomas que les dificultan su vida cotidiana (como leo es el caso de su hijo). En una minoría de casos se ha de recomendar un ingreso hospitalario que puede ser parcial (Hospital de Día) o completo (Unidad de Hospitalización). Esto suele recomendarse cuando los síntomas del trastorno ponen en riesgo la integridad física del paciente y/o de sus familiares, si el manejo del trastorno a nivel ambulatorio es muy complejo y/o la familia se encuentra superada por los síntomas del paciente.

Quienes mejor pueden recomendar los diferentes requerimientos de tratamiento a nivel individual serán los profesionales que atienden de forma regular a los pacientes y a sus familiares. En todos los casos es muy importante que la familia forme parte activa del plan de tratamiento pautado por estos profesionales y que se establezcan pautas claras a llevar a cabo ante síntomas de alarma. Asimismo, es importante que a los familiares les doten de estrategias para un mejor manejo de la conducta del paciente, tanto en casa como fuera del domicilio familiar. Es clave que los cuidadores sean también cuidados y apoyados dado los considerables factores de estrés a las que pueden verse sometidos a lo largo del tratamiento, como usted tan bien nos describe.

En cuanto a asociaciones de familiares que me solicita, le indico las siguientes deseando que les sean de la mayor utilidad posible:

F.E.A.F.E.S. (Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental)

ATOC, la Asociación de Trastorno Obsesivo-Compulsivo .

Aunque su sede efectivamente está en Barcelona sus actividades se extienden a todo el territorio nacional. En su página web anuncian el desarrollo de la Campaña Nacional de Concienciación Pública sobre el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) en niños y adolescentes, cuyo objetivo es "desestigmatizar el TOC infantil, ayudar a los padres, profesores y a los profesionales de la salud a reconocer mejor los síntomas del TOC y asesorar sobre aquellas pautas conductuales que pueden ayudar al niño con TOC y proporcionar acceso a las ayudas".

Juan José Carballo
Psiquiatra infantil y de la adolescencia de la Fundación Hospital Jiménez Díaz de Madrid,