La anorexia y bulimia se asocia a ciertos tipos de personalidad




Pocos jóvenes pasan de la insatisfacción a la anorexia
Aumentan trastornos alimentarios entre universitarios
La hospitalización domiciliaria es adecuada en jóvenes anoréxicos
Describen los factores de riesgo que favorecen la anorexia y bulimia
La dieta restrictiva en hidratos de carbono logra más pérdida de peso
El 9% de la población española sufre trastornos alimentarios, según psicólogos
Los casos de anorexia y bulimia resultan cada vez más precoces
Récord local en anorexia y bulimia
Valencia extiende la detección precoz de trastornos alimentarios
Crecen los casos de bulimia y anorexia en Canarias

La anorexia y bulimia se asocia a ciertos tipos de personalidad. Muchos pacientes presentan conductas obsesivas, aunque un trastorno verdadero (TOC) se detecta en el 28 por ciento de anoréxicos y el 30 por ciento de bulímicos, cifras que aumentan en los enfermos que exigen ingreso hospitalario.

Los pacientes con anorexia nerviosa y/o bulimia suelen presentar trastornos de la personalidad, entre los que son más habituales el trastorno por evitación y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Un estudio sobre 84 anoréxicos nerviosos y 154 bulímicos revela que el 28 por ciento de los primeros y el 30 por ciento de los bulímicos tiene TOC, cifras que ascienden hasta el 40 y el 48 por ciento respectivamente si los enfermos son ingresados, ha señalado el profesor José Toro, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona.

Durante su participación en el simposio Avances en fisiopatología y tratamiento de la obesidad, bulimia y anorexia nerviosa, que concluyó ayer en la Fundación Ramón Areces, de Madrid, ha añadido que en los pacientes que presentan el trastorno obsesivo son tres años más jóvenes que los que sólo tienen anorexia o bulimia, y "la conducta obsesiva también se asocia a una duración superior (unos 3 años) del trastorno de la conducta alimentaria (TAC)".

Dado que existe una clara base genética en el TOC, y que no es infrecuente que los pacientes con TAC presenten ese tipo de trastorno, cabe suponer que los jóvenes con antecedentes familiares de TOC tengan un mayor riesgo de anorexia o bulimia, extremo que Toro ha rechazado. Y ha ido más allá al señalar que "la curación es posible aún cuando el paciente presente comorbilidad".

Tratamiento mixto
Cuando en un enfermo coexisten ambos tipos de trastornos, el tratamiento es mixto, aunque "hay que priorizar la corrección del TAC, ya que la desnutrición provoca síntomas obsesivos, con lo que se potencia el TOC. No obstante, en términos generales, cede antes la obsesividad que la anorexia o la bulimia".

El psiquiatra de Barcelona también ha explicado que los pacientes con TAC pueden clasificarse en tres grupos de personalidades: perfeccionistas, hipercontroladas y disreguladas, cuyo predominio varía en anorexia y bulimia. Además, ciertas características clínicas, como el peso o los atracones, también están relacionadas con el tipo de personalidad.

Ha insistido en que la obsesividad está presente en buena parte de esos pacientes, y que es tanto mayor cuanta más patología de la conducta alimentaria haya. No ha obviado señalar que los padres de anoréxicos suelen tener conductas más perfeccionistas.

Javier Salvador, del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universitaria de Navarra, y coordinador del simposio, ha insistido en la dificultad que existe para clasificar los TAC, en el sentido de que la incidencia real no se corresponde con la que presenta cada uno de los trastornos claramente definidos. "Esto nos conduce a pensar que, probablemente, tengamos que hacer un esfuerzo para tipificar esos trastornos inespecíficos. En este sentido, desde el punto de vista funcional puede ser muy importante conocer los rasgos de la personalidad".

Frente a estas dudas, Salvador se cuestiona si las alteraciones genéticas pueden tener más relación con los trastornos funcionales de la personalidad que la catalogación del paciente en unas categorías teóricas empleadas para el diagnóstico. "Ello puede tener repercusión desde el punto de vista clasificatorio y, en consecuencia, terapéutico".

Obesidad epidémica
Salvador reconoce el impacto que tienen los TAC, aunque concede prioridad al problema que conlleva la obesidad, entre otras razones "por su altísima prevalencia", que puede ascender hasta el 60 por ciento. Además, "la comorbilidad que se deriva de la obesidad es más peligrosa y atenta más contra la calidad de vida y las expectativas de vida".

El endocrinólogo ha destacado la aparición de fármacos contra la obesidad y ha manifestado su confianza en que pronto aparecerán otros nuevos. En su opinión, la necesidad clínica ha impulsado la investigación para conocer las bases fisiopatológicas de la obesidad. "Esto debe ser así porque si seguimos por el camino actual la obesidad acaparará todo el gasto sanitario de muchos países".

Respecto al deber que tienen los científicos para presionar a las autoridades sanitarias a instaurar políticas que contribuyan a prevenir la obesidad, ha recordado que "a instancias de las sociedades españolas de nutrición y endocrinología, y con el apoyo de un laboratorio farmacéutico, se han lanzado campañas como la de Pierde peso, gana vida ", aunque ha subrayado que es una responsabilidad de toda la sociedad.

Efectos futuros
La anorexia nerviosa conlleva alteraciones durante la enfermedad y a largo plazo, ha recordado Janet Treasure, del Departamento de Psiquiatría del Guys Campus de Londres, en el Reino Unido. Ha destacado que el índice de masa corporal (IMC) y el peso pueden no ser fiables para evaluar el riesgo real del paciente. Por ello, "para hacer una evaluación real hay que hacer una exploración física completa que incluya la temperatura, la tensión arterial (en bipedestación y sentado) y mandar al paciente ponerse en cuclillas y volver a levantarse sin apoyar los brazos, con lo que despistaremos bloqueo periférico".

Los órganos sobre los que más puede incidir la anorexia son el cerebro, los huesos y la capacidad reproductiva. Según Treasure, "la anorexia suele aparecer en una fase crítica del desarrollo cerebral. En los afectados, el cerebro se encoge, y tras la recuperación apreciamos un descenso de la materia gris, pero no de la materia blanca, disminución que persiste en el futuro".

La especialista también ha destacado la pérdida de masa ósea que conlleva la anorexia, pérdida que se recupera con la ganancia de peso y la menstruación. Sobre la reproducción, ha comentado que es más baja en mujeres que han padecido anorexia.


Fuente: Diariomedico.com

Fuente:nutrar