La desintetización gradual


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En el capítulo anterior explicábamos cómo las reacciones precondicionadas tienen su origen en el pasado, casi siempre durante la infancia y son producto de una programación que inevitablemente nos hace reaccionar de manera ansiosa cuando se repiten las circunstancias. Afortunadamente, podemos sobreponernos a estas situaciones y superar los acondicionamientos que nos causan la ansiedad.

De hecho, no es tan difícil el proceso si lo realizamos de la manera correcta. Un procedimiento clínico para eliminar el acondicionamiento que provoca la ansiedad fue concebido por el profesor Joseph Walter, siquiatra que hace uso de los principios básicos aprendidos después de años de investigación.

Este proceso se conoce por el nombre de desintetización gradual y se lleva a cabo de forma efectiva en muchas consultas de siquiatras y sicólogos y en muchas instituciones para el tratamiento mental. Si se practica como es debido, en un 90% de los casos ha probado su efectividad.

Vamos a tomar el caso que señalábamos anteriormente, o sea, alguien que le teme a figuras de autoridad. En este caso la persona va a practicar el proceso de desintetización exponiéndose de nuevo a situaciones semejantes a aquellas que le acondicionaron el estado de ansiedad. Quiere esto decir que gradualmente la persona será expuesta a una situación similar hasta que logre vencer la ansiedad que lo domina. No es el razonamiento lógico parte de la terapia, es el proceso gradual de erradicar la programación original que estaba provocando la ansiedad.

Lo más práctico sería sentarnos con papel y lápiz a analizar bajo qué circunstancias específicas desarrollamos ansiedad en cada área de interés. Es decir, necesitamos ser prácticos y analizar en qué áreas específicas existe una programación anterior que nos está haciendo dañ o. Una vez hecho esto, tomaremos de las diferentes situaciones aquella o aquellas con las cuales nos vemos más frecuentemente confrontados y que deseamos eliminar lo más rápido posible. Entre dichos temores se encuentran tal vez el hablar con personas desconocidas, profesionales, con personas de mayor preparación académica que nosotros, o tal vez el nerviosismo ante la presencia del jefe en el centro de trabajo, o cuando este nos llama para decirnos algo, o tal vez el tener que leer o decir algo en público. Cualquier situación de ansiedad, algo con lo cual nos vemos confrontados a menudo y que en realidad nos afecte.