EL JEROGLÍFICO DE LA NEUROSIS OBSESIVA



www.consultadepsicoanalisis.com/articulos_com..
EL JEROGLÍFICO DE LA NEUROSIS OBSESIVA
Neurosis obsesiva es el nombre que recibe una entidad clínica a la par que una estructura psíquica, es decir, los mecanismos que generan la neurosis obsesiva como patología actúan también en el hombre sano; de tal forma que una diferencia entre ambas situaciones estará en relación con la cantidad. Determinados rasgos de personalidad muy frecuentes en personas con esta patología como el orden, la tenacidad o el ahorro,que todos reconocemos posibles virtudes en la vida cotidiana, pueden verse acentuados y entonces la tendencia al ahorro se convierte en avaricia, la tenacidad en terquedad y el orden en manía.

El cuadro clínico de la neurosis obsesiva incluye un entramado de ideas y actos obsesivos que dificultan enormemente el quehacer diario del paciente, si bien suelen acontecer durante mucho tiempo en la esfera de sus actividades solitarias y en consecuencia sus síntomas permanecen ocultos en público. Como sucede con las fobias, en toda obsesión aparecen dos elementos, una idea que se le impone al enfermo y un estado emotivo asociado. En el caso de las fobias este estado emotivo asociado es siempre la angustia, sin embargo en las obsesiones éste puede ser igualmente la duda, el remordimiento o la cólera. El mecanismo psíquico del desplazamiento, predominante en la estructura obsesiva, permite que este sentimiento de remordimiento, duda o cólera se deslice desde su idea original a una representación sustitutiva, así por ejemplo el paciente puede sentir remordimientos asociados a diferentes ideas, en ocasiones tan lejanas e inciertas como pensar que él tuvo alguna relación con las tragedias que aparecen hoy en la prensa. Conviene enfatizar que el afecto asociado a estas ideas sustitutivas es un afecto real, aunque la representación elegida no lo sea. El aspecto enigmático que manifiestan los ceremoniales obsesivos se debe precisamente a este mecanismo del desplazamiento.

Es también común en este trastorno la insistencia de pensamientos relacionados con la muerte y la duración de la vida propia o de otras personas. Este hecho ligado al papel que juega la indecisión, a través de la duda permanente, posiciona al obsesivo en un compás de espera frente a su deseo, de tal forma que son incapaces de cualquier resolución, sobre todo, en lo concerniente a sus relaciones amorosas. Es como si cualquier actividad estuviese marcada por la posible muerte de uno mismo o de sus seres amados. La asociación de la muerte con el amor habla del par amor-odio, pasiones que suelen, de forma equivocada, considerarse excluyentes al pensar el amor como algo carente de tendencias agresivas. Esta concepción del amor obvia que toda relación amorosa entraña también sentimientos hostiles al mismo tiempo que tiernos. El paciente con neurosis obsesiva vive esta ambivalencia afectiva en la tiranía del plano imaginario, no ha accedido aún al amor simbólico en el terreno de la palabra, de la acción. Su pensamiento está erotizado y cree que su amor puede dañar a los otros y viceversa que los otros con su amor le pueden dañar, por eso suele padecer un terrible temor a ser contagiado, en especial por enfermedades de transmisión sexual como el SIDA.

El amor y el odio nunca acontecen solos. Algunas rupturas sentimentales sirven de ilustrativo ejemplo y esta ambivalencia afectiva también se manifiesta con claridad en actos obsesivos como mover un objeto por temor a que algo terrible suceda a alguien querido si no se hace, pero luego volver a colocarlo en el mismo sitio para volver a dudar y moverlo de nuevo.

La terapia psicoanalítica permite un cambio de posición frente a la verdad del sujeto;una escucha donde la persona en análisis puede construir con la mismas piedras un camino en la vida, en lugar de los muros para una prisión.
www.consultadepsicoanalisis.com/articulos_com..