Obsesiones y compulsiones: Invasión de la conciencia

Violencia y contaminación

Las obsesiones más comunes son pensamientos repentinos de violencia, como por ejemplo hacer daño o matar a otra persona; de contaminación, como el temor de infectarse al estrechar la mano de alguien; y de duda, cuando se tiende a comprobar repetidamente si se ha realizado o no cierta acción.

Las compulsiones más comunes incluyen el lavarse las manos o ducharse innecesariamente, contar y contar una y otra vez el dinero u objetos, o tocarlos para verificar su presencia.

Cuando el individuo intenta resistir a una compulsión, inmediatamente aumenta su ansiedad. Y sólo la alivia realizando el acto. Al comienzo, lo intenta, pero después de fallar muchas veces abandona este propósito.

Es frecuente que a estos signos se asocien la depresión, la ansiedad generalizada y ciertas fobias. Esto explicaría, en algunos casos, la alta tasa de celibato y de baja fertilidad en quienes presentan este trastorno.

Los investigadores están de acuerdo en que por lo general se presenta en personas de coeficiente intelectual y de estatus social alto. También se ha demostrado que se inicia relativamente temprano y que hay un lapso de cinco o diez años entre el comienzo y la búsqueda de ayuda psicológica.

Los factores que precipitan estos trastornos son muy diversos, aunque el embarazo es un elemento muy común entre las mujeres.