No hacer comparaciones entre un día y otro



APRENDER A VIVIR CON EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
No hacer comparaciones entre un día y otro


En los períodos sintomáticos, las personas con TOC suelen sentirse como si “empezaran de nuevo”.Quizá haya usted cometido el error de comparar los avances de su familiar con su nivel funcional antes de que se manifestara el TOC. Debido a los altibajos del TOC, es importante analizar el conjunto de cambios desde el inicio del tratamiento. Las comparaciones entre un día y otro son engañosas porque no reflejan con precisión las mejorías. Ayude a la persona a establecer un “criterio interno” que le permita evaluar el progreso realizado. Los días en que sufra una “recaída”, recuérdele que “mañana podrá intentarlo de nuevo”, para que no interprete la intensificación de los rituales como un fracaso. Sentir que uno mismo es un fracaso es algo autodestructivo: provoca un sentimiento de culpabilidad, de “imperfección”. Estas distorsiones crean estrés, que puede exacerbar los síntomas y originar sentimientos de “pérdida de control”. Usted puede ayudar a la persona recordándole el progreso que ha realizado desde el peor episodio y desde que inició el tratamiento.
Reconocer las “pequeñas” mejorías Las personas con TOC suelen quejarse de que la familia no entiende lo que supone realizar algo como acortar cinco minutos la ducha o resistirse a pedir confirmación una vez más. Aunque todo eso le parezca insignificante a la familia, es un gran paso para ellos. Reconocer estos logros aparentemente “pequeños” es un instrumento poderoso para animar a la persona afectada a que siga intentándolo y que ésta sepa que usted es consciente de los esfuerzos que hace por mejorar. Las palabras de elogio constituyen un sólido refuerzo positivo. No dude en utilizarlo.
Crear un ambiente de apoyoCuanto más pueda evitar las críticas personales mejor. Es el TOC lo que pone nervioso a todo el mundo. Intente aprender cuanto sea posible sobre el TOC. Su familiar sigue necesitando su aliento y aceptación como persona. Recuerde que la aceptación y el apoyo no significan ignorar la conducta compulsiva. Haga lo posible por no participar en la compulsión. Sin ser hostil, explique que las compulsiones son síntomas del TOC a los que no va a contribuir porque quiere que la persona se resista. De esta forma, transmitirá una actitud que no juzga y refleja la aceptación de la persona.
Mantener una comunicación clara y sencilla Evite dar largas explicaciones. En general, esto es más fácil de decir que de hacer, porque la mayoría de las personas con TOC piden constantemente confirmación a quienes les rodean: “¿Estás seguro de que he cerrado la puerta?” “¿Puedo estar seguro de que la cerré bien?”. Es probable que usted haya descubierto que cuanto más intenta demostrar que no hay necesidad de preocuparse, tanto más le refutan sus pruebas. Incluso la explicación más sofisticada no funcionará. Siembre hay un “¿y si?”
Atenerse a un contrato de conducta En sus esfuerzos por tratar de ayudar a controlar las compulsiones, es posible que le tachen de “egoísta o negativo”, pese a su actitud “colaboradora”. Puede parecer obvio que todos ustedes intentan alcanzar un objetivo común de reducción de los síntomas, pero cada persona puede hacerlo de forma diferente. En primer lugar, es preciso llegar a un acuerdo entre los familiares y la persona afectada en beneficio de ésta última sobre la no participación de la familia en los rituales (lo que incluye también resistirse a las incesantes peticiones de confirmación). Lo ideal es que todos alcancen este acuerdo. La participación en un grupo de apoyo educacional familiar de TOC o la consulta con un terapeuta familiar experto en TOC suele facilitar la comunicación familiar. En general, las respuestas cortas y sencillas son las mejores.
Fijar límites, pero siendo sensibles al estado de ánimo de la persona Teniendo en mente el objetivo de colaborar entre todos para reducir las compulsiones, los familiares pueden darse cuenta de que tienen que mostrarse firmes en cuanto a1) los acuerdos alcanzados previamente sobre su participación en las compulsiones, 2) el tiempo dedicado a hablar sobre el TOC, 3) el grado de confirmación que se le dará, o4) el perjuicio que causan las compulsiones en la vida de otros.El estado de ánimo suele determinar la medida en que la persona es capaz de rechazar las obsesiones y resistirse a las compulsiones. Además, muchos familiares comentan que saben cuándo la persona “tiene un mal día”. Es entonces cuando la familia posiblemente tenga que “retirarse”, a menos que peligre la vida de la persona con TOC o exista la posibilidad de que se produzcan situaciones violentas. En los “días buenos”, convendría que los familiares les animaran a resistirse lo más posible a las compulsiones.
Seguir con la rutina familiar normal Las familias suelen preguntar cómo pueden “deshacer” todos los efectos de meses o años tolerando los síntomas obsesivo-compulsivos. Por ejemplo, para “mantener la paz”, un marido permitió que, por el miedo que tenía su esposa a la contaminación, prohibiera a sus cinco hijos traer amigos a casa. El intento inicial de evitar el conflicto cediendo, no hace sino aumentarlo. Es preciso poner límite a las obsesiones y las compulsiones. Es importante que los hijos lleven amigos a casa o que los miembros de la familia puedan utilizar cualquier lavabo, sentarse en cualquier silla, etc. La negociación y la fijación de límites permiten conservar la vida y las “rutinas” familiares. Recuerde que tolerar la exposición a sus miedos y recordarle las necesidades de otras personas beneficia a la persona con TOC.A medida que recupere su funcionalidad, aumentará su deseo de seguir avanzando.
Recurrir al humor La capacidad para distanciarse uno mismo de los miedos irracionales y reírse es saludable, especialmente cuando se hace en compañía. Eso puede ser un gran alivio, aunque sin olvidar la necesidad de tener en cuenta el estado de ánimo de la persona antes de burlarse del TOC. Si bien las propiedades curativas del humor se conocen desde hace mucho tiempo, quizás no sea buena idea hacer bromas cuando los síntomas del TOC son agudos.
Apoyar el régimen terapéutico Verifique siempre con el médico todo lo relacionado con las preguntas, efectos secundarios y cambios que perciba. No cuestione las instrucciones sobre la medicación dadas por el médico o especialista. Todos los medicamentos tienen efectos secundarios que varían en intensidad. Algunos son muy molestos (sequedad de boca, estreñimiento). Coméntelos con el médico y evalúe los riesgos y los beneficios.
Es importante pasar un tiempo separados Los familiares tienden por naturaleza a creer que deben proteger a la persona con TOC estando todo el tiempo con ella, lo que puede ser destructivo porque todas las personas necesitan estar un tiempo a solas. Transmita el mensaje de que la persona puede quedarse sola y cuidar de sí misma. Además, el TOC no puede gobernar la vida de todos: usted tiene otras responsabilidades además de hacer de “niñera”.
Ser flexibles Sobre todo, tenga en cuenta que éstas son simples orientaciones! Analice siempre la gravedad de los síntomas obsesivo-compulsivos y el estado de ánimo de la persona afectada, así como el nivel de estrés cuando decide imponer ciertos límites. Sea razonable e intente transmitir comprensión en sus acciones.