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La actriz Charlize Theron sufre un trastorno obsesivo compulsivo


http://www.abc.es/20090928/gente-celebrities/actriz-charlize-theron-sufre-200909281621.html
Unos evitan pisar rayas del suelo, otros se lavan las manos cien veces al día, pero Charlize Theron le teme a los armarios desordenados. La actriz ha confesado que sufre un desorden obsesivo-compulsivo a raíz de presenciar el asesinato de su padre por parte de su madre cuando sólo era una niña.
«Tengo un problema serio, un desorden obsesivo-compulsivo. No es que haga cuentas de las cosas, se me da bien el caos. Es sólo que no me gusta cuando el caos está escondido». Charlize ha admitido que la obsesión llega al punto de impedirle dormir.
«Os voy a matar a las dos»La actriz sudafricana, de 34 años, creció siendo hija única en una granja de Johannesburgo, donde la brutalidad del apartheid imponía la violencia como modo de vida.
Cuando Charlize contaba con 15 años, su padre, alcohólico y maltratador, regresó a casa tras una fiesta y encontró la casa cerrada con llave. Su mujer y su hija se habían refugiado en una habitación y no tenían intención de abrirle la puerta. El hombre sacó una pistola y empezó a disparar al grito de «os voy a matar a las dos». Después de que una bala casi alcanzara la cabeza de Charlize, la madre sacó su propia pistola y disparó a su marido hasta la muerte.
Trauma superadoLa protagonista de «Monster» presenció todo lo ocurrido pero nunca había sido capaz de hablar en público sobre ello. «Todo cambió para mí el día que mi padre murió. Hace años lo ocultaba diciendo que había muerto en un accidente de coche, pero ahora lo he aceptado y he sido capaz de dejar eso atrás».
Con una brillante carrera y una estable relación con el actor Stuart Townsend, parece que Charlize Theron podrá seguir avanzando para superar su trauma: «eso ocurrió hace mucho tiempo, ese dolor y esas emociones ya no están presentes ahora».

Las fobias de los famosos: el agua, los pájaros, los huevos, el matrimonio...


Las fobias de los famosos: el agua, los pájaros, los huevos, el matrimonio...


Las celebrities no están exentas de padecer fobias, algunas de ellas tan llamativas como experimentar pánico y sudores fríos ante la sóla visión de un huevo (ovofobia) como le sucedía al cineasta Alfred Hitchcock.
Cameron Díaz siente pavor ante el matrimonio, y Jennifer Aniston odia volar

No es el único personaje conocido que sufre miedos irracionales: Billy Bob Thornton, ex marido de Angelina Jolie, tiene aversión por el mobiliario antiguo; Jennifer Aniston, a volar; el actor Roger Moore, por los colores claros y los cubiertos de plata, Paquirrín , por los pájaros, y Johnny Depp no puede ni con las arañas ni con los payasos, según recoge Europa Press.

La fobia a los payasos o claurofobia es más común de lo que se cree. Depp explica que se debe a "su cara pintada y a su risa falsa y exagerada que parece que esconde el mal". También Puff Diddy siente aprensión por los clowns.

El agua es lo que más asusta a Carmen Electra, quien pese a haber interpretado un papel de vigilante de la playa, no sabe nadar, y David Beckham conoce de primera mano qué es la ataxofobia, un miedo extremo al desorden. El astro guarda en el armario las camisas por colores y las latas de Coca-Cola deben estar pefectamente alineadas en la nevera si no se quiere ver al futbolista nervioso.

Sin embargo, nadie gana a Woody Allen en manías: el actor confiesa a una oveja en una de sus películas que siente aberración por los insectos, la luz del sol, los niños, los perros, la multitud, las habitaciones pequeñas o los cangresjos.

Por su parte, los miedos de actrices como Jennifer López o Cameron Díaz no obedecen a estímulos físicos: la primera ha confesado que teme perder su talento y no ser capaz de adaptarse al ritmo frenético de trabajo al que estaba acostumbrada antes de quedarse embarazada.

Lo de Cameron Díaz es, sin embargo, alergia "al compromiso" y al "matrimonio". Al menos, así lo ha manifestado a la revista OK!

Samuel Johnson (1709-1784) Un patrón de TOC?





SAMUEL JOHNSON (1709-1784) Samuel Johnson (1709-1784)

A Patron Saint of OCD? Un patrón de TOC?

By Fred Penzel, Ph.D. Por Fred Penzel, Ph.D.


Cuando mi vida pasada encuesta, me doy cuenta de nada más que una estéril pérdida de tiempo, con trastornos de la mente muy cerca de la locura.

- Samuel Johnson



Después de haber regresado recientemente de una breve peregrinación OCD personales, mientras que en Londres, yo pensé que tendría la oportunidad de compartir con los miembros OCD. Sí, son realmente el TOC santuarios, si el cuidado de mirar por ellos. Esta se encuentra en una pequeñas, bien oculto cuadrados en el corazón de la ciudad de Londres, justo al lado de Fleet Street. Es un lugar que tiene que ser realmente busca. Es el hogar de una de las grandes mentes (quizás el mayor), de la decimoctava siglo, tomó nota de una figura literaria, y el autor del primer diccionario del idioma Inglés: Dr. Samuel Johnson. El buen médico se consideró tan importante figura, que en la segunda mitad del siglo XVIII se conoce como "La Edad de Johnson. "Dr. Johnson, por cierto, también pasó a ser una persona que sufrió más de los casos graves de TOC y Síndrome de Tourette.

Había nacido en 1709 en Lichfield, Inglaterra, en las afueras de Birmingham. Su padre, Michael Johnson, fue un librero de escasos recursos. Asistió a la Universidad de Oxford, a partir de 1728, pero después de trece meses, se vio obligado a abandonar debido a que era demasiado pobres para continuar. Después de esto, que experimentó un período de depresión. Esto no es sorprendente, ya que un hombre brillante académicamente, que tuvo que terminar su carrera universitaria, simplemente debido a la pobreza, mientras que los niños menos inteligentes de los ricos pudieron continuar de ellos.


. Johnson pasó a intentar una carrera como un maestro de escuela, pero se ha visto obstaculizado en el presente por su falta de un título universitario. Además, sus numerosos tics y compulsiones, que son muy evidentes, es difícil para él mantener una apariencia digna y ganar el respeto de sus alumnos.


En 1737, Johnson se establece a Londres para comenzar de nuevo, acompañado por uno de sus alumnos, David Garrick, que más tarde se acerca a ser el más conocido actor y director de su tiempo. Johnson comenzó una carrera literaria que continuaría hasta su muerte en 1784. Durante ese tiempo, produjo obras de teatro, biografías, política satires, informes sobre el parlamento, las obras de ficción, y sobre todo, el más importante diccionario del idioma Inglés, hasta ese momento. En el momento de su publicación en 1755, Johnson había creado personalmente más de 40.000 definiciones, y hasta la creación del Diccionario de Inglés Oxford 150 años después, es de destacarse como "el 'diccionario. Uno de sus más importantes logros fue su edición de ocho volúmenes de las obras de Shakespeare, que publicó en 1765.


Gran parte de lo que sabemos de Johnson es gracias a James Boswell, quien publicó su famosa biografía, La vida de Samuel Johnson en 1791. Boswell Johnson se reunió en Londres en 1763 y los dos se convirtieron en amigos, viajando al norte de Gran Bretaña juntos. Dr. Johnson síntomas son bien conocidas a las que familiarizarse con él, y estaban bien documentados, en particular por Boswell. En un caso, Boswell señaló uno de los rituales del movimiento Johnson --

"Él tenía otra particularidad, de los que ninguno de sus amigos nunca se menciona a pedir una explicación. Parecía que me algunas supersticioso hábito, que había contratado antes, y del que nunca había llamado a su razón para separar de él. Esta fue su ansiosos de atención o de salir al paso de una puerta o por un cierto número de pasos de un cierto punto, o al menos a fin de que cualquiera de su derecho o el pie izquierdo, (no estoy seguro de que) debemos hacer el primer movimiento Cuando llegó cerca de la puerta o pasaje. tengo, a innumerables ocasiones, de repente observó que detener y, a continuación, parecen contar sus pasos con una profunda seriedad, y cuando había ido mal o descuidado en este tipo de movimiento mágico, me han visto volver una vez más, colocado en una postura correcta para iniciar la ceremonia, y de haber pasado por ella, su descanso de la abstracción, caminar rápidamente, y unirse a su compañero. "


Casi todas las personas con TOC y / o de Tourette ha tenido la experiencia de decir acerca de sus síntomas, "Sé que suena loco, pero tengo que hacerlo de todos modos."

Debe haber sido especialmente exasperante para un hombre tan brillante como Johnson para encontrarse atrapados en una red compleja e ilógica de los rituales y los tics. En el siglo XVIII, no hubo diagnóstico de estos trastornos, ni hubo ningún tipo de tratamiento real. Tampoco hubo ningún entendimiento de estos trastornos por parte del público. Tales comportamientos se conoce comúnmente como los malos hábitos, se adapta, o incluso la locura.

Los pacientes fueron ridiculizados, rechazados, o ambos. A la Srta. Frances Reynolds, la hermana del famoso pintor Inglés Sir Joshua Reynolds, y un amigo del Dr. Johnson, se pregunta en cuanto a la causa de su extraño comportamiento:


¿Qué podría haber inducido a la práctica tales gestos extraordinarios que pueden divina: la cabeza, las manos y los pies con frecuencia en marcha al mismo tiempo. Mucha gente ha supuesto que eran los naturales efectos de un trastorno nervioso, pero que había sido el caso que no se han sentado aún cuando él escogió, lo que hizo, por lo que de hecho aún cuando la sesión por su imagen, como a menudo se han complementado con un patrón para sitters, no hay prueba de su ligera complacencia de su o sus buenos naturaleza ".


la Srta. Reynolds no puede ser consciente del hecho de que las personas con tics y compulsiones pueden, a veces, resistir con éxito, al menos durante algún período de tiempo. Su hermano, Sir Joshua, tenía sus propios puntos de vista sobre los orígenes del comportamiento de Johnson , teorías que,



"Se procedió a partir de un hábito que había indulged en sí mismo, de sus pensamientos que acompañan a determinadas acciones indeseables como si fueran destinados a reprobar alguna parte de su conducta pasada El gran negocio de su vida (dice) fue para escapar de sí mismo, esta disposición se considera como la enfermedad de su mente, que no curado, pero la empresa ".



Las personas con TOC saben que a veces la distracción puede ayudar a aliviar temporalmente las obsesiones, y afortunadamente para Johnson, que era un invitado frecuente en muchos círculos sociales. It was perhaps Johnson's brilliant wit and creativity that won him the acceptance of so many of those around him in an age where behaviors such as he displayed could easily have been labeled as insanity. Johnson, himself, lived in lifelong fear of going mad. Tal vez Johnson brillante ingenio y la creatividad que le ganó la aceptación de muchos de quienes lo rodean en una época en que los comportamientos que muestran como podría haber sido fácilmente etiquetada como la locura. Johnson, él mismo, viven en permanente temor de ir loco.


El día en que decidió visitar la casa de Dr. Johnson (ahora un museo), me fui al final de la tarde, cuando no fue muy concurrido, y pronto me encontré solo allí. Paseos a través de las tres historias de la pequeña casa, he intentado imaginar las dificultades que ha tenido que superar, sin ayuda por cosas tales como terapia, medicación, o incluso un entendimiento de lo que estaba ocurriendo a él, con el fin de hacer aún más pequeñas tareas cotidianas. Pensé en mis propios pacientes, y cuánto más difícil puede ser para ellos las cosas que la mayoría de nosotros "neurotypicals" dan por sentado. Como yo estaba en el ático donde se encuentra el famoso diccionario se compone, reflexionaba sobre cuánto mayor Johnson fueron los logros de la causa de los numerosos obstáculos que se enfrentan a diario.

Rodeado de imágenes del Dr. Johnson, que podría casi visualizar este torturado, muy inteligente el hombre enérgicamente salto adelante y atrás en los umbrales de las puertas, en repetidas ocasiones a pie hacia arriba y hacia abajo los dos tramos de escaleras mientras cuenta sus pasos, constantemente en contacto con el piso, mumbling repetitivo y oraciones a él mismo, como él caminó a su piso de arriba para empezar a trabajar sobre algunos de los escritos más brillantes de su época.

Además de lo que puede haber sido compulsivo ritualizations, Johnson parece haber sufrido también las obsesiones de la participación de la culpabilidad, la religión, y la responsabilidad.

Comentarios acerca de los problemas mentales se pueden encontrar entre sus escritos, y parece que fue, en realidad, hablando desde la experiencia personal. En Rasselas, Príncipe de Abisinia, publicada en 1759, hizo las siguientes observaciones reveladoras,

"Trastornos de la inteligencia suceder mucho más a menudo que los observadores superficiales creen fácilmente. Tal vez, si hablamos con rigurosa exactitud, la mente humana no está en su derecho de estado. Ningún hombre se encuentra en cuya mente aireado nociones tyrannise a veces no, y le fuerza a la esperanza o el temor más allá de los límites de probabilidad sobria. Es una locura, pero no se pronuncia cuando [se] viene ingobernable y, al parecer, influye en la oración o la acción. "

, Puede haber también permitirse compulsivos rituales de oración para hacer frente a su religiosa o supersticiosa escrupuloso pensamientos. Boswell escribió sobre él,

"Hablar con él fue, de hecho una de sus singularidades, desde que le conocieron. Yo estaba seguro de que fue con frecuencia la circulación piadosa eyaculaciones, por fragmentos de la oración del Señor han sido claramente escuchadas."


Johnson numerosos tics también se conoce bastante bien a sus conocidos, por no hablar de alguien que pasó a través de él en público. Boswell proporciona una descripción de algunos de sus tics vocales:

"En los intervalos de articular hizo varios sonidos con su boca, a veces como si rumiar, o lo que se llama la masticación rumiar, a veces con una media silbato, a veces haciendo jugar su lengua hacia atrás desde el techo de su boca, como si cacaraquear como una gallina, y, en ocasiones, sobresaliendo que en contra de su superior encías al frente, como si pronunciar su aliento demasiado bajo, demasiado, demasiado: todo esto acompañado a veces con una mirada reflexiva, pero con más frecuencia con una sonrisa. "

también tomó nota de algunas de sus características de motor, la presentación de informes que

"Su boca está continuamente abriendo y cerrando, como si estuviera masticando algo, tiene un singular método de girando los dedos, las manos y torsión, y su inmenso cuerpo está en constante agitación, aserrado-ver hacia delante y hacia atrás, sus pies nunca un momento tranquilo, y toda su persona parecía muy a menudo como si se iban a rodar en sí, muy voluntariamente, desde su silla al suelo. "

Describiendo un paseo que había tenido con él un día, toma nota de la Srta. Reynolds


"Yo recuerdo bien que ellos (sus gestos) son tan extraordinarios, que los hombres, mujeres y niños se reunieron alrededor de él y se ríe casi dispersa cuando sacó de su bolsillo más que ver-a tan serrada tipo de violencia como para excitar la curiosidad de algunas personas a una distancia de venir y ver lo que el asunto con él. "

, Otra observación fue que la Srta. Reynolds,



"La maniobra que se utiliza en particular para los más atrayendo la atención de la empresa se extiende su brazo con una taza de té en la mano, en todas las direcciones, a menudo a la gran molestia de la persona que se sentó junto a él, de hecho, para el peligro inminente de su cloaths a veces le toque a sí mismo con su cara redonda cerca de la parte de atrás de su silla, y terminar su taza de té, muy difícil de respirar, como si de un laborioso esfuerzo para lograrlo. "


numerosas citas ingenioso llenar secciones enteras de libros, y parece que nunca han estado en una pérdida para las palabras. Una anécdota que relata Boswell Johnson indica la capacidad para hacer frente a las observaciones y preguntas de los demás acerca de su extraño comportamiento en público
Estoy feliz, sin embargo, por mencionar un ejemplo agradable de su perdurable con gran delicadeza para escuchar uno de sus más notables peculiaridades señaló. Una muchacha muy joven, sorprendido por su extraordinaria mociones le dijo:" Rezad el Dr. Johnson, ¿por qué usted hacer gestos extraños? "" De la mala costumbre ", respondió." ¿Está usted, mi querido, tenga cuidado de guardia una vez más los malos hábitos ".


En la actualidad, Johnson rara vez habla de sus comportamientos compulsivos y , pero
aparentemente capaz de hablar en su propia defensa. Cuando, en una cena, le golpeó accidentalmente un compañero fuera invitado el zapato de su pie con uno de sus movimientos de la mano, respondió a las risas que inevitablemente seguida, diciendo
Yo sé que no he incurrido justamente su reprimenda. La moción fue involuntario, y la acción no intencionalmente grosero".

Desde mi casi veinte años de experiencia como médico, no puedo sino imaginar lo que sufrió este hombre, tanto en público como en privado. Las personas con TOC y de Tourette han dado grandes pasos en los últimos veinte años en términos de lograr la comprensión y el hallazgo de tratamientos más eficaces. Es triste mirar hacia atrás en aquellos en el pasado que no tuvo más remedio que afrontar la vida dolorosamente cada día en la cara de la inmensa contradicción aparentemente misteriosas sus síntomas les presentó. Sin duda, el Dr. Johnson tenía una de los síntomas día lleno cuando llegó a la cita que abre este artículo. Es edificante e inspirador, sin embargo, también mirar hacia atrás a lo que algunos de ellos fueron capaces de lograr a pesar de sus problemas.) Ellos sirven como ejemplos a todos los que sufren. Tal vez haya realmente son santos patronos de la OCD, y si es así, el Dr. Samuel Johnson puede haber sido uno de ellos. Los dejo con una última cita del Dr. Johnson, tal vez un pensamiento que le ayudaron a sostener a sí mismo (y uno más optimista que la cita se inició con este artículo)

Las grandes obras no se realizan por la fuerza, sino por la perseverancia.

Dr. Fred Penzel licencia es un psicólogo que se ha especializado en el tratamiento del TOC y trastornos relacionados desde 1982. Él se sienta en el Consejo Consultivo de la Ciencia de la Fundación obsesivo-compulsivo, y es un frecuente contribuyente a la newsletter. Él es el autor de el libro de auto-ayuda "Trastorno obsesivo-compulsivo: una guía completa de Cómo Permanecer Y Bueno Bueno." Usted puede encontrar más información sobre este libro en www.ocdbook.com, y puede ponerse en contacto con él en:
penzel@attglobal.net penzel@attglobal.net

El 'TOC' llama a su puerta



http://www.lanacion.es/frivolidad/200904219036/el-toc-llama-la-puerta-de-los-famosos
El 'TOC' llama a su puerta

David Beckham, Cameron Díaz y Justin Timberlake

Transmiten una imagen desenfadada pero a veces, tras ella, se esconde una personalidad marcada por las manías y la obsesiones. Y es que muchos famosos pertenencen al 2% de estadounidenses que padecen un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) que se traduce en una extremada meticulosidad y desorbitados miedos.

Es el caso de la actriz Cameron Diaz, marcada por un desorden mental que se traduce una extremada meticulosidad y desorbitados miedos. En su caso, este trastorno se manifiesta en el miedo que sufre a los gérmenes. Así lo ha confesado la propia intérprete, novia en la actualidad del modelo Paul Sculfor. ‘No es que esté asustada de ellos, simplemente soy consciente de ellos. No me acerco a los fluidos de otras personas a menos que las conozca muy bien’, ha asegurado.

Este trastorno psiquiátrico le hace tener rituales compulsivos como lavarse las manos de 10 a 15 veces al día, así como abrir las puertas con los codos para evitar el contacto de sus dedos con un picaporte que ha sido manoseado por otras personas.

La actriz no es la única celebridad que sufre TOC. El mismo temor que tiene Cameron lo sufre el simpar Michael Jackson, que se ha visto obligado a usar mascarilla para salir a la calle. Lo mismo le sucede al multimillonario Donald Trump, cuyo miedo a contagiarse le ha llevado a tomar la determinación de no dar la mano a nadie desconocido.

Y también sufría una modalidad de este trastorno Justin Timberlake, el ex novio de la actriz, aunque en su caso era el desorden lo que no soportaba y se podía pasar horas colocando obejtos y practicando rituales compulsivos.

Otro famoso que ha reconocido sus manías ha sido David Beckham, que no logra conciliar el sueño hasta que su casa está perfectamente ordenada y tiene su armario organizado en base a colores y tamaños.

el magnate estadounidense Howard Hughes padecía un mal que sufren una de cada 20 personas:


El magnate estadounidense Howard Hughes padecía un mal que sufren una de cada 20 personas: el trastorno obsesivo-compulsivo. De él se cuenta que repetía sin parar las mismas frases a sus subordinados aunque las hubieran entendido a la primera y verificaba hasta diez veces que la puerta estuviera cerrada, que hubiera línea en el teléfono y que su traje estuviera bien planchado. Pero lo que más le hacía sufrir era el miedo a los gérmenes: a menudo se recluía agobiado por la ansiedad y obligaba a sus ayudantes a lavarse las manos una y otra vez y a usar guantes para manipular documentos que después él iba a tocar.

El trastorno obsesivo-compulsivo es, como otros problemas mentales, cuestión de grado. A todos nos invaden pensamientos extraños que no logramos rechazar o mostramos comportamientos compulsivos. ¿Quién no ha vuelto a casa para comprobar si se ha dejado un grifo abierto? ¿Quién no se ha puesto a ordenar algo frenéticamente? ¿Quién no ha sentido un miedo irracional incontrolable?

Cuando no estamos a gusto nos detenemos continuamente en pensamientos destructivos o en comprobar cuestiones triviales. La diferencia es que Hugues vivía estas situaciones cada vez más intensamente y nunca intentó acabar con ellas. Decía que se había acostumbrado a sufrir y no encontraba tiempo para subsanar lo que él reconocía como el problema más importante de su vida.

Según el Ministerio de Sanidad y Consumo, los trastornos mentales constituyen la causa más frecuente de enfermedad en Europa, por delante de los problemas cardiovasculares y del cáncer. Un 15% de la población padecerá alguno a lo largo de su vida. A nivel mundial, según el informe de la OMS en 2007, 1.000 millones de personas sufren trastornos psicológicos. La importancia de la estabilidad psicológica en nuestra vida es obvia, sin embar go, muchas personas dicen lo mismo que Hugues: que no tienen tiempo para ocuparse de ello.

Uno de los objetivos de esta serie sobre Salud Mental es ayudar a solucionar ese problema de la falta de tiempo. Mes a mes, ofrecerá información suficiente para realizar un chequeo de su estado psicológico y poner en práctica unos primeros auxilios en caso de que detecte señales de alarma.

La otra razón fundamental es actualizar la información. El número y el tipo de trastornos, así como el concepto de salud psíquica, cambian con el tiempo. Por ejemplo, el 9 de diciembre de 1973, la homosexualidad era una enfermedad mental. A partir del 10 de diciembre, la APA (American Psychiatric Association) dejó de considerarla como tal y fue eliminada del DSM, el manual de diagnóstico más usado entonces. Hoy ser gay no puede ser etiquetado científicamente como problema psicológico. El paso de una sociedad más comunitaria hacia una cultura más individualista está acabando con ciertos problemas mentales y creando otros nuevos. Por eso hemos de incorporar datos del siglo XXI, nuevos trastornos (síndrome de la falta de diagnóstico, enfermedad de Morgellons, tecnoestrés...), enfoques alternativos para problemas viejos...

¿Pero qué significa estar mal psicológicamente? En los años cuarenta, el Secretario de Defensa de EE UU empezó a decir a todo el mundo que se sentía espiado y que le seguían por la calle agentes secretos israelíes. Fue internado en un psiquiátrico y se suicidó saltando al vacío. Después se descubrió que, efectivamente, el Mossad andaba tras él –como dice Woody Allen, incluso los paranoicos tienen enemigos–, pero fue considerado un trastornado.

Este caso demuestra que la definición de trastorno mental no es sencilla. Por una parte, sabemos que los problemas mentales existen porque a veces sufrimos por los nuestros propios y otras veces por los de quienes nos rodean. Por otra parte, casos como el cita do demuestran que el diagnóstico es complicado. Gerald Caplan, psiquiatra y profesor en Harvard, recuerda que históricamente para etiquetar un problema como trastorno mental se suele usar una conjunción de factores. Primero, el sujeto afectado tiene que tener percepciones anormales o atípicas. Además, sus emociones, pensamientos o conductas deben considerarse injustificables y desproporcionadas respecto a su situación objetiva. Por último, su conducta tiene que resultar perturbadora para la sociedad.

Antes, para diagnosticar una personalidad delirante –el estereotipo es el que se cree Napoleón– se usaba el primer criterio: las percepciones anormales. Pero muchos delirios se refieren a religión, moral o fenómenos paranormales, temas en los que no es fácil usar parámetros objetivos, por eso los profesionales de la salud mental buscan otros factores que ayuden a decidir cuándo están ante una idea delirante. Por ejemplo, la incorregibilidad: los delirantes son especialmente rígidos en su idea; cualquiera que sea la evidencia en contra, el delirio permanece firme. El problema es que hay seres humanos que persisten en ideas y conductas irracionales u objetivamente peligrosas para la salud –fumar, drogarse–, pero no por eso pueden ser llamados delirantes.

Otra característica de los delirantes es la tendencia a la preocupación: están continuamente rumiando sus delirios. Pero este rasgo no sirve para todos los casos. Algunos estudios sugieren que sólo sirve para adjetivar a los delirantes que acaban siendo internados en hospitales psiquiátricos. Los individuos con delirios aceptados socialmente no están allí: los encontramos en partidos políticos, religiones, empresas... Este rasgo no define un trastorno a no ser que vaya acompañado de los otros dos.

El segundo criterio, la desproporción de la reacción, es también difícil de atrapar. ¿Cuándo es desmedida una reacción? Aunque las emociones son parecidas en todos los seres humanos, cada cultura nos dicta cómo debemos manifestarlas, con qué intensidad, ante cuánta gente... En determinadas sociedades, una expresión melodramática de emociones se considera falsa o egoísta y las personas que muestran sus sentimientos de forma contundente son vistas como perturbadas. En cambio en otras culturas las emociones tienen que expresarse con fuerza para que los demás las vean; el silencio se percibe como algo extraño e insano. Por eso sería injusto clasificar como trastornada a una persona sólo por la forma de manifestarse.

Y eso nos lleva al tercer criterio: que el comportamiento resulte inadaptado. Algunos autores hablan de falta de normatividad. El hombre normativo es capaz de usar nuevas normas en función de sus requerimientos externos e internos. La persona que no sabe adaptarse, que está limitada por criterios rígidos, tiene problemas. Pero ese baremo también es discutible: ¿la sumisión a las reglas socia les indica salud mental? ¿Están más trastornados los rebeldes que los conformistas?

Por todo esto, hoy usamos otro criterio: el sufrimiento. Si alguien se siente mal y reúne alguno de los rasgos citados –percepciones extrañas, reacciones desproporcionadas o falta de adaptación al medio– tiene un problema de salud mental. En eso se basará esta serie, que no irá enfocada como un catálogo de diagnós ticos de enfermedades. En el siglo XXI, se mira más a la prevención y al forta lecimiento de las estrategias de afronta miento de las personas, un enfoque positivo que busca aumentar la salud en vez de aminorar la enfermedad. Tratará de conceptos como la resiliencia –capacidad de sobrepo nerse a tragedias o periodos de dolor emocional– y nos alejaremos del estigma que sufren los tratornos psicológicos para centrarnos en su buena canalización.
fuente:vida sana


Howard Hughes y su desorden obsesivo compulsivo
artículo [ Cultura ]

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por Edilberto González Trejos [Songo]

2006-04-09


I. ORIGEN, ADOLESCENCIA Y JUVENTUD:

Howard Robard Hughes, Jr., “Sonny”, nació el 24 de diciembre de 1905 en Houston, Texas, Estados Unidos de Norteamérica. Era el único hijo de “Big” Howard Robard Hughes, Sr., y Allene Gano Hughes.

No se trata de alguien que haya nacido en cuna de oro, sino en cuna de oro, diamantes y esmeraldas, ya que su padre era un exitoso empresario, quien hizo una fortuna al patentar un novedoso taladro rotativo que se convirtió rápidamente en estándar de la industria de los pozos de petróleo, surgiendo el éxito de HUGHES TOOL.

Ya de joven dio señas de un talento precoz y encerrado en un taller que le regaló su padre, a los 11 años inventó el primer aparato de radio de onda corta de Houston. Luego a los 13 años cuando su padre se negó a regalarle una motocicleta, Howard construyó una él mismo, tomando las partes del auto de vapor de su padre.

A los 14 años Howard “Sonny” Hughes tomó lecciones de vuelo contra el deseo tanto de su padre cuanto de su madre. De aquí en adelante desarrollaría un amor cada vez más creciente hacia la aviación.

En 1921 la industria de los pozos petroleros y otros prospectos económicos empezaron a tomar auge en California, lo que llevó a “Big” Howard (su padre) a mudarse hacia Hollywood en aquel Estado occidental norteamericano, llevando a “Sonny “ con él. Aquí nuestro personaje en cuestión entra en contacto con el mundo del espectáculo. En el otoño de 1923, la mamá de Howard murió y en 1924 (en poco más de un año) su padre también fallecería.

“Sonny” era el heredero, entonces, del 75% de HUGHES TOOL, porcentaje accionario que le sería entregado cuando cumpliera los 21 años. Eso sería el 24 de diciembre de 1926. Howard no podía esperar y ansioso de tomar la responsabilidad de sus propios asuntos compareció ante un Juez de Texas para apelar las cláusulas contenidas en el testamento otorgado por su padre. De esta manera y contra el consejo de la familia que le quedaba, el Juez otorgó a Hughes su deseo y un montón de RIQUEZA Y PODER se puso en las manos de un ovencito de 18 años. Entonces, Hughes contrató a otras personas para que se encargaran de HUGHES TOOL, de forma tal que él pudiese dedicarse a su sueño de producir películas.

II. EL MUNDO DEL ESPECTÁCULO:

Con todo el dinero del mundo a su disposición, un Hughes de 20 años comenzó a financiar sus propias películas. A pesar del escepticismo de las personas del medio, Hughes produjo aproximadamente 40 películas entre 1926 y 1957.

Entre sus películas más famosas tenemos HELL´S ANGELS (1925) con Jean Harlow, THE FRONT PAGE (1931) con Pat O`Brien y Adolphe Menjou, así como SCARFACE (1932) con Paul Muni. De igual forma él estuvo al frente del estudio de filmación RKO PICTURES CORPORATION de 1948 a 1957. Así introdujo a la pantalla a Harlow, Muni y Jane Russell, convirtiéndolo en un EXITOSO PRODUCTOR.

En 1929 Hughes se divorció de Ella Rice, quien había sido su esposa por 4 años. Se le conoce por haber sostenido romances con las actrices más famosas de Hollywood, incluyendo a Katherine Hepburn, Ginger Rogers y Jean Peters. Se casó con Peters en 1957, pero su matrimonio terminó en 1971 debido a la ENFERMEDAD MENTAL que le sobrevino en las últimas décadas de su vida.

III. HÉROE DE LA AVIACIÓN:

Ya vimos que además del cine, el otro amor de Hughes fue diseñar y volar aeroplanos. En 1935 impuso un récord de velocidad de 566 kilómetros por hora (352 millas por hora) mientras volaba el SILVER BULLET, un aeroplano que él diseñó. Al año siguiente voló de Los Ángeles, California a Newark, New Jersey, en 9 horas 27 minutos, un récord para su época para vuelos transcontinentales en los Estados Unidos de Norteamérica. En 1937 él rompió su propio récord, volando la misma distancia en 7 horas 28 minutos. Sin embargo, fue su vuelo alrededor del mundo, efectuado entre el 10 y el 14 de julio de 1938, que lo convirtió en un HÉROE NACIONAL. Hughes implantó un nuevo récord de 3 días 19 horas 17 minutos.

IV. SU PAPEL EN LA INDUSTRIA Y NEGOCIOS:

Así como el éxito financiero de HUGHES TOOL le permitió financiar famosas películas por más de 20 años, de igual forma le permitió apoyar sus experimentos y lanzar otros proyectos. De allí que muchos lo recuerdan como un PIONERO TECNOLÓGICO (1). Incluso una organización denominada la FECHA (First Electric Church of America : Primera Iglesia Eléctrica de América) lo tiene entre sus “Santos”.

Diseñó varios aviones, el H-1, el D-2,el XF-11 en el que sufrió su peor accidente, así como el famoso SPRUCE GOOSE, que sólo Hughes pudo volar.

El imperio de Howard creció hasta el punto en que HUGHES AIRCRAFT COMPANY controló y abarcó en su totalidad a TWA (TRANS WORLD AIRLINES). Cuando él liberó sus acciones en 1960, recibió un cheque de US$546,549,771.00; además fue uno de los pioneros del desarrollo inmobiliario de Las Vegas, Nevada.

Pero además, Hughes tuvo la visión de desarrollar satélites geo – sincronizados. Al mando de HUGHES ELECTRONICS, sus ingenieros desarrollaron los satélites como los conocemos hoy. Sin embargo, el Pentágono quería el nombre de Howard Hughes fuera del proyecto, puesto que en 1960 ya tenía fama de loco. Asimismo sus ingenieros trabajaron en el rayo láser, base de nuestros CEDÉS (CD`s) y DEVEDÉS (DVD`S) de hoy (2).

V. SU SALUD MENTAL EN DECLIVE:

Además de sus muchos logros, Hughes era reconocido entre sus amigos y conocidos por ser un tipo de HÁBITOS BIZARROS y TICS PECULIARES. Pero, ¿QUÉ FUE LO QUE CAUSÓ QUE UNA PERSONA DE SEMEJANTE GENIO, TAL VOLUNTAD Y EMPUJE, INTERÉS EN EL AVANCE DE LA HUMANIDAD, SEGÚN LOS EXPERTOS DEGENERARA EN UN ENFERMO MENTAL?

Después de estudiar su vida y obra como lo he hecho, considero que hubo varias CAUSAS para el comportamiento cada vez más extraño de Howard, a saber:

1. Desde niño fue bastante SORDO y no podía escuchar las conversaciones alrededor de él. No le dijo a mucha gente de esa disfuncionalidad auditiva. Es por ello que llevaba a cabo la mayoría de sus negocios por teléfono ya que así escuchaba mucho mejor.
2. Cuando tenía alrededor de 28 años contrajo SÍFILIS y en sus últimos años estuvo plagado por neurosífilis, cuya marca es la degeneración de las células cerebrales, que trae como consecuencia la paranoia y otros síntomas.
3. Sufrió varios ACCIDENTES mientras piloteaba y esas heridas y traumas sufridos pudieron traer como resultado daño cerebral. El accidente más serio ocurrió en 1946 cuando un avión de reconocimiento XF-11 que él estaba probando para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de Norteamérica se estrelló, dejándolo con graves heridas que le causaron dolor por el resto de su vida.
4. Como Hughes rehuía del tabaco y el alcohol, se veía forzado a tomar medicamentos para mitigar el dolor. Eso lo convirtió en ADICTO a la codeína, una droga “mata-dolor” hecha a base de opio.
5. Finalmente llegamos al punto de este artículo y que es lo más importante para comprender la imposibilidad de que Hughes llevase una vida normal. Él quedó progresivamente atrapado en lo que hoy conocemos como DESORDEN OBSESIVO COMPULSIVO. Tomando en consideración que su madre lo había criado inculcándole una limpieza y aseo casi obsesivos, podríamos deducir que ella pudo haber sufrido del mismo desorden y que acaso podría ser hereditario. Sin embargo, NUNCA se le diagnosticó ese mal mientras estuvo vivo.

VI. DESORDEN OBSESIVO COMPULSIVO EN HOWARD HUGHES Y SUS ÚLTIMOS AÑOS:

EL DESORDEN OBSESIVO COMPULSIVO, es una enfermedad mental en la cual una persona experimenta pensamientos recurrentes e importunos (OBSESIONES) y se siente obligada, compelida a llevar a cabo cierto comportamiento (COMPULSIONES) una y otra vez. Éste se desarrolla normalmente en la adolescencia o adultez temprana (3).

EL DESORDEN OBSESIVO COMPULSIVO – en adelante DOC - no es un desorden de ansiedad sino del pensamiento, de acuerdo a Dr. Steven Phillipson (4). Agrega él que el DOC consiste de 3 ramas primarias y dentro de las mismas aproximadamente el 80% de los casos, las personas que llevan a cabo los rituales del mismo están penosamente conscientes de que su comportamiento es irracional y anormal. Sin embargo, tal conciencia no los alivia en lo absoluto.

La forma más común de DOC tiene que ver con la contaminación. Aquí, sólo con la idea de que te rodean los gérmenes, enfermedad o la mera presencia de suciedad, te hace sentir tan amenazado y a la vez incentivado a liquidar todos estos contaminantes. Asimismo el efectuar rituales de cómo hacer una cosa sin fallar ni un solo paso, ordenar las cosas de una manera particular, son señas claras de DOC.

Y si bien a lo largo de su vida, Howard exhibió un comportamiento tímido unas veces, excéntrico otras, eso sí, nunca normal, nunca estándar, fue un radical, no fue sino hasta sus ÚLTIMOS AÑOS, en especial a partir de 1957, que empezó a dar muestras claras de todos los SÍNTOMAS del Síndrome de DOC, a saber (5):

1. Desarrolló su obsesión por los gérmenes. Se rehusaba a cortarse el cabello, las uñas, y a veces, aguantaba todo el día ingiriendo una sola comida.
2. Se encerró en una suite alejada del mundo, una habitación con cortinas negras.
3. El abuso de la codeína y su mala dieta lo fueron drenando.
4. Para mantener su privacidad, se obsesionó con que nadie supiera dónde estaba. En sus últimos años se movía abruptamente de un lugar a otro (Canadá, Inglaterra, Bahamas, Nicaragua, México, Las Vegas en Nevada), llegando a cada destino de manera anónima, asegurándose de mantener una absoluta privacidad y hospedándose siempre en los sitios más lujosos.
5. Se la pasaba horas, horas y horas haciendo pequeñas pilas de cajas de “Kleenex”, de manera nítida, para luego separar dichas pilas.
6. Ordenaba a través de memoranda que excedían las 5 páginas cómo se le debía entregar su comida, en bolsas plásticas, encerradas en una vasija hasta por 2 años. Sus chóferes debían ponerse guantes blancos de hospital cuando le traían las bolsas. Hughes extraía entonces la comida, casi siempre barras de chocolate “Hershey” y leche, con su mano envuelta en “Kleenex”.
7. También mandaba memoranda para estipular cómo se le entregaban las revistas: siempre se le daban 3 copias de la misma revista. Hughes las agarraba con sus manos y brazos envueltas en papel como una momia egipcia y delicadamente, con una lentitud infinita, quitaba la revista del medio de sus compañeras. Repetía, repetía y repetía instrucciones en el sentido de que los otros ejemplares se tenían que quemar.

Howard Hughes falleció finalmente en 1976 de una falla renal, durante un vuelo de Acapulco, México a Houston, Texas, mientras buscaba tratamiento médico.

Como no dejó un heredero oficial, le llevó 2 décadas a los Tribunales clasificar sus archivos y empresas, así como distribuirlos a sus herederos. Su patrimonio, estimado por muchos en 2 billones de dólares de los EUA, se tasó en 360 millones de la moneda antes mencionada, por el Departamento de Rentas Internas así como por los Estados de California y Texas de los Estados Unidos de Norteamérica.

Finalizo con una reflexión musical, ya que los músicos Kerry Livgren y Steve Walsh del grupo KANSAS, escribieron una canción que retrata vivamente la dualidad de Howard Hughes, entre un luchador por la causa humana con coraje y mando y un loco ermitaño que se pierde en monólogos mentales. Esa canción se llama “Closet Chronicles” - Crónicas del Placard – (6)

Gracias a HALIT KHOSHEN
Cuya ayuda fue esencial
Para escribir este Artículo
Entre los meses de Septiembre
Y Noviembre del año 2000
En la ciudad de Panamá

REFERENCIAS:

(1) HEPPENHEIMER, T.A. – “Howard Hughes The Innovator”
(2) KNISER, ROBERT BLAIR – “St. Howard”
(3) ENCICLOPEDIA ENCARTA
(4) PHILLIPSON, STEVEN Ph. D. – “What is O.C.D.?”
(5) HIGHAM, CHARLES – “Howard Hughes The Secret Life”
(6) KANSAS – “Point of Know Return – Don Kirshner Records, 1977”

fuente:http://espanol.agonia.net/index.php

fuente:por Edilberto González Trejos [Songo]

El Misterio y las obsesiones de Disney



El Misterio y las obsesiones de Disney

No tengo ninguna prueba de lo que he de escribir en este artículo. Tal vez apueste por la especulación, la fantasía o simplemente asaltado por el ocio me dedique a deshacer el ovillo para encontrar el núcleo de un asunto asaz misterioso, enigmático y de patético alcance. Sin embargo, el vacío se cierne con pesada lentitud sobre un icono de la industria del entretenimiento de los Estados Unidos: Walt Disney.

La historia oficial de este personaje dice que nació en la ciudad de Chicago, el 5 de diciembre de 1901 y falleció en Los Ángeles el 15 de diciembre de 1966. En medio de esas dos fechas fundó junto con su hermano Roy, la Compañía Disney, corporación múltiple que genera impresionantes ingresos por el orden de los 30 mil millones de dólares al año.

Los principales insumos de esta compañía, como ya se sabe, es un parque de diversiones gigantesco y la producción cinematográfica, inocentes historietas sobre la vida de animales con tendencias humanas, ficciones y todo tipo de películas donde, por supuesto, la relación de los hechos responda a los intereses del sistema.

Pero existe una oscura leyenda no solo sobre los orígenes de este enigmático individuo, sino también sobre su vida personal, sobre sus vicios y sus obsesiones.

Según algunas fuentes, el emblemático productor y director estadounidense, no nación donde se ha dicho antes; es decir, en la ciudad de los vientos, Chicago, sino que vio su primera luz en un escondido pueblo del sur de España donde fue bautizado como José Elías Guirao Zamora.

Los mismos informantes, ante mi estupefacción, continuaron con su brumoso relato y contaron que la madre de José Elías (Walter Elías Disney), se hincaba ante las carencias y con famélica desesperación lo dio en adopción a una familia estadounidense que pasaba sus vacaciones por aquellos lugares de la hispana península.

Avasallada por la pobreza, no sintió tanto remordimiento por ver partir a su pequeño hijo, a la sazón de unos dos años, hacia un mundo desconocido, hacia lugares que ni siquiera podía pronunciar.

Los nuevos padres del futuro realizador vivían en Chicago. Cambiaron el nombre del pequeño José por uno con más vibración anglosajona. Entonces surge Walter Elías Disney o para las crónicas y los anales de la modernidad, simplemente Walt.

Hasta aquí la primera parte de la leyenda, de la oscura relación de los hechos que nos ubican ahora en la vida adulta del creador del universo infantil más fantasioso de la historia, de los personajes más alegres y queridos de los niños y niñas de todo el mundo.

En este momento vemos a Walt con 24 años. Es el 25 de julio de 1925 y está junto a la mujer de la cual se ha enamorado. Frente a ellos el juez que los ha de casar. Ella se llama Lilian Bounds. Poco se sabe de ella, tan solo que fue una mujer de temperamento tenaz y tolerante.

Al salir del recinto, los nuevos esposos se dirigen hacia Los Ángeles donde habrían de pasar la luna de miel. Tomaron un tren que sería recorrido nerviosamente por Walt vagón por vagón, en una desquiciada y frenética expresión de neurosis, todavía sin declarar, sin diagnosticar.

Se dice que al caer la noche y estar junta la pareja en su habitación, champaña de por medio, cama con sábanas de seda, rojos cortinajes hasta el embaldosado, Disney no pudo consumar el acto matrimonial. No tuvo solvencia en sus gónadas para cumplir con su deber en el tálamo nupcial. Oscura su respuesta, se dice, cuando para excusarse dice a Lilian que lo taladraba un feroz dolor de muelas.

¿Entendería la esposa que esta reacción formaba parte del desequilibrio de su marido, saturado de pánico, abordado por el miedo ante la nueva situación personal con carácter de intimidad que enfrentaba?

Los mismos informantes nos han dicho que para, supuestamente, soportar los espuelazos del dolor de muelas, Disney se pasó la mayor parte de la noche lustrando obsesivamente sus zapatos, hasta que rendido al llegar la madrugada se desmoronó como un fardo sobre un sillón.

Quien llevó alegría a generaciones de niños y niñas, solía caer en profundos abismos de tinieblas depresivas. En esos momentos, ignoraba a Lilian, se metía en su oficina y clausuraba la puerta, ajeno al mundo, distante de la realidad. Al concluir los embates de la crisis, Disney se asomaba con cautela a la puerta, miraba en derredor y la suerte le acompañaba y nadie osaba deformar la simetría del recinto, se deslizaba con precaución hacia su escritorio.

Cuando dibujaba o escribía estaba tan absorto en su universo que no se percataba de la presencia de Lilian, la única persona que traspasaba las barreras prohibidas. Entonces era cuando el bonachón y sonriente Disney, se convertía en un feroz depredador emocional y lanzaba todo tipo de denuestos contra su mujer, quien arrasados los ojos por las lágrimas, se lanzaba en rauda carrera hacia cualquier sitio distante.

En la jornada de trabajo mostraba a la fervorosa fiera e injuriaba a quienes tenían la soberbia iniciativa de quebrantar sus reglas, las que eran aceptables: no consumir alcohol y no decir palabrotas.

Era un patrón intolerante que lanzaba a la calle a quienes cometían el más nimio error, sobre todo si el empleado cometía el elemental y sacrílego error de verlo sometido por los efluvios del alcohol y avasallado por la ira que le hacían maldecir cualquier cosa.

Fue un hombre obsesivo, maniático, dipsómano e inseguro. Tenía serios problemas de identidad y en ocasiones, según mis fuentes, olvidaba quién era. Quizás por haber conocido sus humildes orígenes y lo frágil que se le presentaba su vida ante esta caja de Pandora abierta.

Además de sus prolongadas temporadas al borde del precipicio del dolor, sumergido en las fauces de la depresión, Disney deliraba sobre secretas actividades de espionaje a favor de los nazis.

Dicen que por aquellos tiempos de fervor anticomunista, el FBI le hizo creer que grupos de comunistas conspiraban contra el país y lo convenció de espiar a sus colegas. En este momento surge toda la leyenda arriba descrita. Edgar Hoover convence a este hombre atormentado de que no era estadounidense y que para ganarse la confianza del gobierno debería colaborar en todo lo que se le pidiera. Entonces, lo cita a su despacho y le muestra la foto de una mujer de oscuros ojos y trenzas sedosas, con un vestido de opaca tela que le mira desde una habitación desnuda y visiblemente húmeda y trabajada por la pobreza.

Le dice que esa es su madre y que su nombre era Isabel Zamora, muerta hacía tiempo en algún remoto villorrio español. Después de salir Disney, el jefe de la agencia federal sonríe con malicia y dice a su asistente: "el mundo gusta de ser engañado, así que engañemosle".

"raritos" y extravagantes genios,


Genialidades y rarezas.

Los extravagantes y creativos genes de los genios.

Isaac Newton fue capaz de trabajar sin pausa durante tres días. Einstein se empleó en una oficina de patentes porque le interrumpían demasiado en la universidad. H. G. Wells era tan pasmado e inseguro en la escuela que sólo tuvo un amigo. ¿Son trastornos psiquiátricos que deberían tratarse o genios que deberían ser mimados?


En el libro Genius Genes, el psiquiatra irlandés Michael Fitzgerald argurye que las formas especiales de creatividad están asociadas con una curiosa variedad de trastornos cognitivos. Se centra en el síndrome de Asperger, una forma leve de autismo que Fitzgerald ve en los extraños caracteres de Newton y George Orwell. También asocia la creatividad musical de Kurt Cobain con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

En una reciente conferencia en el Colegio Real de Psiquiatría, en Londres, Fitzgerald describió cómo el síndrome de Asperger de Charles de Gaulle fue esencial para su éxito político. Era distante, tenía una memoria fenomenal, carecía de empatía con los demás y era extremadamente controlador y dominante. También mostró signos de reiteración autística y fue similar en muchos aspectos a otros políticos que, según Fitzgerald, también tenían Asperger, como Thomas Jefferson en Estados Unidos y Enoch Powell en Gran Bretaña.

El poder del análisis genético está ahora invadiendo algunas de las partes más privadas de la humanidad, no sólo las funciones de nuestros organismos y los orígenes de las enfermedades hereditarias, sino también características complejas que no pueden ser atribuidas a genes individuales.

Muchos trastornos de la emoción o del intelecto, no sólo esquizofrenia y depresión, sino también condiciones más sutiles como autismo, Asperger, TDAH y dislexia, tienden a ser familiares. Pero ninguna de estas situaciones ha sido asociada a una única mutación genética. Algunos arguyen que no son trastornos genéticos; otros, que mutaciones genéticas diferentes o combinaciones de mutaciones pueden conducir a estas condiciones; y hay quien dice que dependen de un entrelazamiento de genes y experiencias personales. Avshalom Caspi y su equipo del Instituto de Psiquiatría de Londres han explicado por qué ciertos episodios estresantes de la vida hunden a algunas personas en la depresión pero no a otras. La diferencia en la resistencia depende de variaciones en genes específicos.

Correlación persistente

La correlación entre la creatividad y la enfermedad mental es un tema persistente en psiquiatría, analizado muy elocuentemente por Kay Jamison, un eminente psicólogo clínico de la Universidad Johns Hopkins, y él mismo un maniaco depresivo, en su libro Touched With Fire.


Las rarezas de muchos grandes escritores están bien documentadas y una sorprendentemente alta proporción de poetas, en particular, tenían síntomas que indican depresión maniaca. Si nos esforzamos en identificar los genes asociados a la depresión maniaca, autismo y esquizofrenia, y confirmamos que están relacionados con la creatividad, ¿Qué podría suponer?


Hay un paralelo provocativo en una enfermedad física, la anemia de células falciformes. El premio Nobel Linus Pauling descubrió en 1949 que el gen defectivo responsable de esta condición produce hemoglobina, la proteína de los eritrocitos que transporta el oxígeno por el organismo. Fue la primera enfermedad genética relacionada con un defecto proteínico concreto.

La anemia de células falciformes es una debilitante y a veces fatal enfermedad, común en África Occidental. Muchos idiomas africanos tienen nombres extraños para ella: Chwecheechwe, Nuidudu, Nwiiwii; las sílabas repetidas reflejan los episodios de terrible dolor que caracterizan a la enfermedad. ¿Por qué entonces no ha sido eliminada por la selección natural darwiniana? La respuesta es que las personas con el gen falciforme están protegidas contra la malaria, un ejemplo de manual de texto de una enfermedad genética que sobrevive porque implica algunas ventajas.


A diferencia de la enfermedad de células falciformes, no tenemos conocimiento cierto de los genes implicados en los trastornos cognitivos ni de los cambios resultantes en el cerebro, que pueden producir tantos síntomas extraños como esta especial capacidad creativa. Sin embargo, esta especulación plantea una importante cuestión. A medida que avanzan nuestros conocimientos de la genética humana y nuestra capacidad para modificar la función genética, tendremos que enfrentarnos a la cuestión de lo que constituye la normalidad y lo que define la enfermedad.


La riqueza de la humanidad y el poder de nuestra cultura son en gran medida atribuibles a la diversidad de nuestras mentes. ¿Queremos un mundo en el que la creatividad asociada a la extravagancia y en los márgenes de la normalidad tenga que ser siempre medicalizada?

Colin Blakemore, profesor de Neurociencias en las universidades de Oxford y Warwick, Reino Unido.


fuente:PSIQUIATRÍA INFANTO-JUVENIL
Ana Medina Silva.

Hay quienes afirman que todos podemos tener algunos rasgos obsesivos, lo cual pudiera ser cierto. No obstante, cuando no nos perturba nuestro diario vivir, no pasa de que nos cataloguen simple y llanamente como personas necias o neuróticas. Sin embargo, el problema es distinto cuando la vida llega a tornarse insoportable por la enorme dosis de ansiedad que nos genera la obsesión -combinada con la compulsión- y, por consiguiente, también genera enormes dosis de infelicidad entre la gente cercana al enfermo.

Pensemos en toda esa gente que conocemos con obsesión y rayan en lo compulsivo, las cuales la manifiestan en diversas formas, con hábitos de limpieza exagerados. Éstas insisten en un orden tal que nada se puede salir de su línea, y si alguien se atreve a mover algún artículo de su lugar exacto, esto les ocasiona una ansiedad incontrolable.

Otros que se encuentran en la categoría del TOC (trastornos obsesivos compulsivos) son los que checan y rechecan puertas y ventanas, terminando perturbados por tanta angustia. También hay quienes tienen obsesión con rezos y rituales, haciéndolos en un orden específico; y si falla dicho orden, su vida se transforma en una repetición continua que los lleva a terminar exhaustos por acciones que se reciclan de manera estéril. Ellos y ellas creen que si no cumplen con esas acciones con precisión, algo malo pudiera suceder.

En pocas palabras, tales actitudes son ilógicas e irracionales, brotan involuntariamente y generan estrés y sufrimiento.

Otros obsesivos compulsivos pueden sentir enorme temor a la contaminación, por tal motivo se lavan las manos una y otra vez. La pantalla grande ha manejado innumerables casos de personas que padecen este síndrome, y se ha llegado a la conclusión de que muchas de las personas con mentes brillantes son obsesivas compulsivas. Es más, son muchos los famosos a los que se les ha diagnosticado TOC (u OCD, obsesive compulsive disorders, por sus siglas en inglés). Podemos mencionar, entre otros, a Howard Hughes, Harrison Ford, Penélope Cruz, Beethoven, Donald Trump, Einstein, David Beckham , Woody Allen, Harrison Ford, Emily Lloyd
Michelle Pfeiffer, Winona Ryder.

y seguramente también la padecen muchos de los grandes empresarios, gobernantes y artistas de nuestros tiempos.

Se dice que este síndrome en muchas ocasiones es genético. Pero también se especula que en familias o en ambientes donde las expectativas y la competencia exigen un alto grado de esfuerzo es usual que aparezcan personalidades obsesivas compulsivas como respuesta de sobrevivencia.

La buena nueva es que, desde 1986, en Estados Unidos inició la fundación OCD, dedicada a brindar ayuda a miles de personas que padecen estos desórdenes. Y en nuestra ciudad también se está trabajando al respecto. Tenemos a otra valiosa regiomontana, Sofía Garza de Paredes, quien decidió traer a Monterrey a la doctora Perryin, una de las mejores especialistas en desórdenes de ansiedad en Estados Unidos,
Esperamos que la iniciativa privada junto con el gobierno de Nuevo León apoye la idea de fundar un centro de tratamiento para los miles de regiomontanos que padecen estos trastornos.

fuente: irma_mtz@prodigy.net.mx



Es una patología “rara”, pero común que afecta aproximadamente a 100 millones de personas en el mundo. Quienes la padecen suelen sentirse culpables de su conducta anormal, pero por más que luchan no pueden evitarla y viven esclavizados a extraños rituales, por los cuales se ganan la incomprensión de su entorno.

Qué pueden tener en común el empresario aeronáutico Howard Hughes (cuya historia se relata en la película El aviador, protagonizada por Leonardo DiCaprio), el cantante brasileño Roberto Carlos, el futbolista David Beckham o el autor de “Platero y yo”, Juan Ramón Jiménez. A simple vista nada, salvo que todos fueron o son exitosos en sus respectivas áreas. Sin embargo, hay algo que los relaciona y los hace ser parte del 2 ó 3% de la población mundial que sufre uno de los más angustiosos y a la vez más incomprendidos cuadros psiquiátricos que se conocen en la actualidad: el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).

Esta patología se caracteriza por la presencia de ideas, imágenes y pensamientos que acuden a la mente sin que la persona quiera. Literalmente invaden la conciencia y son motivo de angustia y vergüenza para los pacientes. Las más recurrentes son las ideas de contaminación, seguidas por las de chequeo que se generan en la duda o en la inseguridad, luego la urgencia de simetría y orden, los pensamientos desagradables que van en contra de la moral o figuras religiosas, o el temor a hacer daño a terceros.

El psiquiatra Mario Valdivia explica que contrariamente a lo que sucede con pacientes psicóticos -esquizofrénicos o con trastornos bipolares- los obsesivos compulsivos no tienen alterado el juicio de la realidad o no padecen lo que popularmente se conoce como “locura”. “El TOC es una patología psiquiátrica en que la persona sabe y percibe con extrañeza lo rara que es su conducta. Ellos generalmente tratan de luchar contra sus obsesiones, pero no pueden y eso les causa mucho sufrimiento”.

¡No me toques!

Melvin Udall, el maniático novelista interpretado por Jack Nicholson en “Mejor imposible” es un clásico ejemplo de un obsesivo compulsivo dominado por la necesidad de orden y por las ideas de contaminación.

Por eso siempre se alimentaba en el mismo restaurante, se sentaba en la misma mesa y usaba cubiertos propios. Evitaba pisar las líneas del cemento en las veredas, cerraba las puertas con mil pestillos y se lavaba las manos en forma compulsiva usando un jabón para cada mano, pero lo más extraño era su temor al contacto físico con otras personas que lo que hacia esquivar cualquier roce mientras caminaba en la calle susurrando “no me toques, no me toques”.

Esos pensamientos, catalogados como intrusivos, generan mucha angustia en los pacientes. Para disminuirla recurren a conductas compulsivas o rituales reiterativos - popularmente se conocen como manías- que van en aumento hasta en ocasiones impedir el desarrollo de las actividades cotidianas de las personas.

El psiquiatra Marcos Jerez recuerda el caso de una paciente que estaba obsesionada con la idea de que todo estaba contaminado con bacterias. “Su compulsión era obviamente lavarse muchas veces en el día, pero en su etapa más crítica llegó a bañarse todos los días con cloro, aún cuando esto le provocara graves lesiones en su piel”.

Obsesivos famosos

Las historia del millonario empresario texano y precursor de la aeronáutica civil en su país, Howard Hughes, quien vivió sus últimos años de vida encerrado, sucio y temeroso de exponerse al sol o salir de su casa sin mascarilla por miedo a la contaminación, refleja cómo el TOC puede afectar la vida de las personas. Pero su caso no es común ni representa a la generalidad de los pacientes. “El TOC es una enfermedad psiquiátrica importante por el que las personas deben tratarse, pero esos casos dramáticos donde llegan a la invalidez absoluta representan sólo a una minoría”, enfatiza Mario Valdivia.

El inicio de esta patología psiquiátrica es variable. Puede aparecer en la niñez o en la adolescencia. Estudios aseguran que el TOC se presenta más tempranamente en los hombres que en las mujeres. Si bien hay personas que consultan en la adultez, muchos de ellos ya manifestaban los síntomas desde niños, pero los escondían por vergüenza de ser calificados como raros o, definitivamente, como locos, dado lo extraño de su comportamiento.

El cantante Roberto Carlos y el futbolista David Beckham son dos casos muy ilustrativos. El 2004 el artista brasileño confesó públicamente que estaba sometido a terapia psicológica para tratar su TOC. Él evitaba usar ropas de determinado color, siempre salía por la misma puerta por la que había entrado, no decía palabras de connotación negativa y jamás firmaba un documento con la luna en fase menguante. ”Decidí iniciar el tratamiento porque las manías me estaban incomodando… cuando supe que sufría esta enfermedad pensé que podía curarme sólo, pero luego me di cuenta que esto es algo mucho más serio de lo que uno imagina… incluso llegué a confundir lo que me pasaba con supersticiones, pero era mucho más que eso”, reveló en una entrevista a un medio de comunicación de su país.

David Beckham contó también a los medios sobre su trastorno obsesivo que lo obliga, por ejemplo, a ordenar todos los objetos en línea recta, por pares o por colores. Y aunque esta conducta podría ser catalogada como otras de las tantas excentricidades del futbolista, la diferencia está en nivel de angustia que le ocasiona el no poder realizar estos ritos. Eso quedaba de manifiesto cuando sus compañeros del Manchester United desordenaban deliberadamente su ropa en las habitaciones de los hoteles de concentración o esparcían revistas a su alrededor para burlarse de él.


El origen del TOC

El psiquiatra Marcos Jerez sostiene que hace 30 ó 40 años se creía que el Trastorno Obsesivo Compulsivo estaba relacionado con procesos inconscientes y traumas no resueltos durante la infancia. Pero las investigaciones más recientes respaldan la teoría de que el TOC tendría una base biológica que podría potenciarse con situaciones ambientales. “Una persona nace con una vulnerabilidad genética a presentar la enfermedad y esto podría potenciarse con situaciones ambientales. Se sabe que muchos pacientes obsesivos sufrieron problemas perinatales, como asfixias o infecciones. Hay muchos casos de estudio que describen que sujetos que sufrieron un TEC presentaron al cabo de un par de años conductas obsesivas, aunque nunca antes las habían manifestado”.

Afirma que algunos estudios de imágenes han demostrado que existirían alteraciones a nivel de la circunvolución órbito frontal y en los ganglios basales (estructuras que tienen que ver con los movimientos repetitivos) que influyen en los sintmas del TOC.

Otros investigaciones indican que anormalidades en ciertos neurotransmisores, como la serotonina (que regula el ánimo, la agresión y la impulsividad) podría estar entre las causas de esta patología.

La enfermedad de la duda

Todas las personas tienen probablemente alguna obsesión, ritual o creencia un poco ilógica. Comprobar si la llave del gas está cortada un par de veces no es algo patológico, pero cuando la acción se repite en 8, 10 o 12 ocasiones se transforma en un problema muy angustiante. Marcos Jerez explica que un paciente que padece este trastorno puede tener más de una idea obsesiva con lo que a su vez aumenta el número de rituales a los que está sujeto.

El profesional recalca que no se debe confundir el Trastorno Obsesivo Compulsivo con los rasgos de personalidad obsesiva que hacen que un sujeto sea muy meticuloso, ordenado o perfeccionista.

En los casos de quienes padecen este TOC, el patrón común es lo intrusivo de las ideas, después la urgencia por entrar en rituales repetitivos y la duda interminable. De allí que esta patología ha sido catalogada como la “enfermedad de la duda”. Este cuestionamiento se genera en la creencia de que si no se realiza la compulsión se podría hacer realidad su idea obsesiva. En los niños que sufren esta enfermedad, generalmente el no cumplimiento de los rituales esconde trágicos pensamientos que tienen que ver con su seguridad o la de su familia: “si no rezo todos los días a la misma hora mi mamá se morirá”, “si no me aseguro que todas las ventanas estén cerradas muchas veces nos robarán” o “si no prendo y apago la luz tres veces antes de salir nuestra casa ésta se quemará” son algunos de las ideas tormentosas infantiles que relata la literatura científica.

Marcos Jerez explica que también existen ideas obsesivas de padecer alguna enfermedad. “Una vez llegó a mi consulta un estudiante universitario que creía haber contraído SIDA y aunque sus pruebas eran negativas, él siempre dudaba de los resultados. Creía que podría haber habido alguna confusión con las muestras en el laboratorio o que todavía la enfermedad estaba en período de ventana. A pesar de que se le entregaran todos los argumentos seguía dudando que podría tener SIDA”.

Afortunadamente los tratamientos para este trastorno han evolucionado bastante en las última décadas. Generalmente el uso de fármacos se combina con psicoterapia cognitiva conductual, pues juntos han demostrado mejor resultado para los pacientes que por separado. Sin embargo, hay casos que, suelen ser los menos, donde ninguna de las alternativas anteriores funciona. Para ellos el único camino sería la psicocirugía, pero esta intervención está regulada y limitada sólo para los pacientes con trastornos obsesivos gravísimos “refractarios a los tratamientos aceptados y disponibles en el país”, según lo establece una resolución del MINSAL.

A pesar de lo angustiosa, ridícula y avergonzante que pueda ser esta enfermedad para quienes la padecen y para su entorno, lo importante es buscar ayuda temprana, sobre todo para mejorar la calidad de vida de los pacientes que sin medicamentos o terapia difícilmente podrán sobrellevar esta suerte de “locura lúcida”.