Pensamientos tóxicos/automáticos en la pareja:

Pensamientos tóxicos/automáticos en la pareja:

Valeria N. Sicardi

El intercambio emocional entre 2 individuos, se manifiesta a través de sus expresiones faciales, verbales, posturales, etc., actitudes con las que se decodifican un sin número de inferencias, suposiciones, atribuciones que se van desarrollando y reforzando por medio de un proceso llamado cognitivo, los que llamaría “pensamientos tóxicos automáticos”:

1) Suposiciones fugaces, de lo que el otro intenta hacer o decir, de lo cual desciframos, una serie de atribuciones al otro, tanto de poder o manipulación, como de intención por Ej.: (el no me pisará la cabeza)

2) Atribuciones que dicen de mí, como hacia lo que nosotros creemos que el otro considera o califica a nuestra persona: (cree que soy un estúpido)

Estas reacciones están activadas por “pensamientos automáticos” (A. Beck) y se manifiestan mediante sobresaltos emotivos y conductas disfuncionales, las cuales reflejan nuestras vivencias emocionales más profundas ligadas a los vínculos más primitivos de la infancia. No es posible que ante tantas atribuciones e inferencias, logremos una comunicación elegante, caemos en el trato toxico hacia el otro, regido por un pensamiento toxico, y una vez que se ha instalado como pensamiento automático, nos encargamos de “corroborar los supuestos, cada vez que sea posible”, por medio de una lectura selectiva de los acontecimientos, actitudes, palabras etc., del otro individuo, transformándose en auto confirmadores, por ejemplo: el cónyuge que se siente victimizado, está analizando constantemente todo lo que su pareja hace, “con el fin de confirmar que es una víctima,” pasa por alto, o deja de lado, cualquier acto amable de parte de su cónyuge, que pudiera cuestionar el punto de vista ya cristalizado, (pensamiento toxico selectivo) solo conoce jugar un papel de víctima, y no sabría como desenvolverse bajo otro rol que desconoce y no intenta corregir pues ha aprendido solo a ocupar ese engranaje en el entramado de las relaciones.

Volviendo a los pensamientos ya instalados, tóxicos y por cierto altamente perturbadores, confunden el sistema nervioso de alarma, una vez que la persona piensa que es victimizada, dispara un asalto emocional y fácilmente cavilara sobre una lista de quejas, su memoria selectiva olvidara que su cónyuge tiene otros aspectos agradables para la relación y no será calificado como “un Ser que erró”, si no como” un Ser errado”, las actitudes son solo connotaciones aisladas, que no calificaran a la persona como mala o buena, justa o injusta, egoísta o generosa etc. Se calificara a la actitud, no la persona. No es lo mismo tener una mirada acida hacia el cónyuge, y decir: “es un injusto”, a decir o pensar: “su comportamiento fue injusto”, él/ella no siempre es injusto, por lo tanto seria un análisis más racional, el pensar que solo algunas veces comete algunas injusticias , pues seguramente abra más veces en que él/ella se comporto de modo justo, de ello no nos percatamos, pues pareciera que es normal, que deberían las personas ser como nosotros queremos o deberían ser justas con nosotros, me pregunto: es anormal que de vez en cuando se cometan injusticias? si, todas las personas en el mundo alguna vez cometen injusticias, por algo se han hecho leyes que imparten justicia, parecería que la naturaleza del hombre no es ser justo, si no, no las necesitaríamos, entonces: ¿Porqué descalificamos a una persona, aun siendo nuestro compañero/a, cuando comete injusticias? ¿Qué otras demandas tenemos hacia los demás, el mundo etc.?, ¿Estamos viendo por un lente anómalo? Esto llevado a todos los ámbitos calificatorios, terminamos ejerciendo una condena global, terminante, totalitarista, y absolutista, estamos siendo JUSTOS?
Valeria N. Sicardi

“Elimina tu opinión, y eliminaras la queja: “me han ofendido”.
Elimina la queja: “me han ofendido” y la ofensa se habrá ido”
(Marco Aurelio)

“Las personas que buscan motivos para ofenderse siempre los hallaran, pero son ellas quienes tienen un problema, y su problema es que necesitan ofenderse”.




 http://psygnos.net/biblioteca/articulos/recibidos/sicardipareja.htm