la evitacion una manera de perpetuar el problema


La evitación de la situación que provoca ansiedad es una de las respuestas más comunes para intentar regularla. Es más fácil de ejercer frente a estímulos exteriores o ambientales que ante estímulos internos o de valoración social.

El estudio experimental de la evitación ha ocupado un lugar central en la investigación de la ansiedad desde los paradigmas operante y respondiente. Se entiende , básicamente, como un modo de controlar las condiciones aversivas del medio.

Por lo que se refiere al sostenimiento de la ansiedad, la evitación opera de dos maneras: impidiendo que se establezcan la habituación y la extinción ( al no comprobarse la inocuidad del estímulo tenido por aversivo). En estos casos ,y en este sentido, la evitación puede considerarse en sí misma una estrategia de afrontamiento espontaneo contraproducente, ya que si ocasionalmente impide un incremento puntual de la ansiedad, lo que hace en realidad es contribuir a su sostenimiento y perpetuación.

No obstante hay un tercer factor, en absoluto desconsiderable, que contribuye a que la evitación pueda provocar efectos contraproducentes: La evitación de las situaciones que generan ansiedad implica la renuncia a planes e intereses ,o la pérdida de condiciones, que pueden ser importantes para el sujeto, lo que a su vez es fuente de ansiedad. En estos casos cabe la pregunta de, dada la exposición, hasta donde la reducción de la ansiedad se produce por los procesos de habituación y o extinción, y hasta donde por la continuidad de los programas de acción en curso o la preservación del "Status quo" amenazados.

Marks( 1981,1987) ha realizado magníficos y extensos trabajos y revisiones sobre el tema de la exposición a situaciones temidas como procedimiento terapéutico en los trastornos por ansiedad, hasta el punto de haberlos convertido en los tratamientos más extendidos en el campo de las terapias conductuales.