Afrontamos un tema muy común en nuestra sociedad y muy complicado, que tiene diversos grados (de mayor o menor intensidad e importancia para los que son manipulados) , escenarios (en la pareja, en el trabajo, con los hijos/as, con la familia, amigos...) por eso abordamos de una forma extensa el problema para intentar abordar toda la problemática que conlleva la manipulación y sobre todo el cómo podemos afrontarla... con un método útil y que ha de adaptarse a cada situación. En cualquier caso los problemas graves siempre han de ser tratados por un profesional. pero aqui tienes la información para poder identificarla y afrontarla.

¿Qué es la manipulación?

La manipulación es un recurso para salir de situaciones difíciles, que emplea quien es más débil o está en una posición más frágil o vulnerable.

¿Es lo mismo la manipulación que el chantaje emocional, el acoso moral o el tan traído y llevado actualmente mobbing? No, pero casi.

Podemos decir que hay un continuo entre todas las formas de abuso interpersonal. En un principio podemos encontrarnos la manipulación como algo sutil, a veces incluso imperceptible, basado en el deseo de salirse con la suya a propia costa y en la inseguridad de la persona que la lleva a la práctica.

Cuando la manipulación es insuficiente se recurre al chantaje emocional: Hacer sentir miedo, culpa o vergüenza, y ejercer un grado variable de poder sobre esa persona. Si el chantaje tampoco funciona, empieza a plantearse la posibilidad de emplear la agresión física. El acoso moral, especialmente cuando se ejerce en el medio laboral (mobbing) supone un grado elevado de poder por parte de la persona que lo ejerce.

Es, especialmente en el plano de la conducta asertiva, que le lleva a emplear primero medios sutiles para conseguir que los demás hagan lo que él quiere, y después cada vez más agresivos hasta llegar a la violencia pura. Este individuo tiene un importante déficit de habilidades sociales.

Los manipuladores son lobos con piel de cordero, que parecen encantadores y sufridos, cuando en realidad son amenazadores: emplean el miedo, la obligación y el sentimiento de culpa para lograr que hagas lo que ellos quieren en vez de lo que deseas. Ven a los demás como marionetas en sus manos y, cuando las personas no responden a los hilos invisibles que ellos mueven, pasan a las amenazas.

Sus intimidaciones asumen distintas formas, pero en el fondo todas significan lo mismo: "Sufrirás si no te comportas como quiero". Cuando se salen con la suya nos rodean con una reconfortante intimidad; cuando no lo logran apelan a sus tácticas.

Para escapar de su extorsión emotiva y no volver a caer en una emboscada, hay que entender cómo funciona la manipulación, enfrentarse a ella y definir estrategias para cada situación.

El manipulador utiliza el miedo, la obligación y la culpa como instrumentos para obligarnos a ceder: nos hacen temer las consecuencias de no plegarnos a sus deseos, sentirnos obligados a satisfacerlos o que sentiremos remordimiento si no capitulamos.

¿Cómo va evolucionando la manipulación?

En un principio podemos encontrarnos la manipulación como algo sutil, a veces incluso imperceptible, basado en el deseo de salirse con la suya a propia costa y en la inseguridad de la persona que la lleva a la práctica.

Cuando la manipulación es insuficiente se recurre al chantaje emocional: Hacer sentir miedo, culpa o vergüenza, y ejercer un grado variable de poder sobre esa persona. Si el chantaje tampoco funciona, empieza a plantearse la posibilidad de emplear la agresión física. El acoso moral, especialmente cuando se ejerce en el medio laboral (mobbing) supone un grado elevado de poder por parte de la persona que lo ejerce.

En el fondo, todo es lo mismo: Inseguridad del manipulador, que emplea técnicas para resolver sus problemas basadas en la agresividad activa o pasiva. Este individuo tiene un importante déficit de habilidades sociales, especialmente en el plano de la conducta asertiva, que le lleva a emplear primero medios sutiles para conseguir que los demás hagan lo que él quiere, y después cada vez más agresivos hasta llegar a la violencia pura y dura.

Comentario: Aquí los autores no mencionan la diferencia entre un psicópata, cuya conducta manipuladora es, por así decirlo, "innata", y una persona que posee empatía pero que ha recibido muchos golpes y que, a fin de ocultarlos y "sobrevivir", se convirtió en un manipulador. Es una diferencia que a simple vista puede parecer sutil, pero que explica por qué algunas personas pueden dejar de manipular y otras no.

La manipulación es lo más denigrante para la persona humana.

Veamos un ejemplo tomado de la película "Uno de los nuestros", un ejemplo de cómo se pueden manipular las personas....una de las formas de manipulación.


¿Quién manipula?

Toda persona que use a los demás para alcanzar sus deseos, es un manipulador.

Los manipuladores cotidianos son esas personas que pasan por nuestra vida imponiéndonos su visión del mundo y su forma de hacer y sentir. Esos individuos que se aprovechan de una relación estrecha y afectuosa para satisfacer sus necesidades, sin importarle en absoluto los sentimientos de la otra persona. Si ahora mismo echas una vistazo a tu alrededor, seguro que te encuentras alguno.

Todos somos manipuladores. En mayor o menor medida, todos hemos empleado en más de una ocasión las estrategias de los MC, especialmente en la infancia. Pero cuando estas técnicas se convierten en el modo predominante de relacionarse con las otras personas, cuando uno acaba preguntándose si aquello es una relación de pareja o de amistad, o simplemente un intercambio comercial, seguramente sea más que una estrategia pasajera.

Comentario: Sí. También es en ese momento cuando uno se pregunta si la persona en cuestión manipula debido a heridas pasadas y carencias afectivas (en cuyo caso, estará manipulando inconscientemente y sin la intención de causar daño) o si lo hace porque disfruta del sufrimiento ajeno y no tiene intención de modificar su conducta. En el primer caso, si así lo decide, con un tratamiento y mucho esfuerzo personal, podrá reducir el grado de manipulación. En el segundo, ¡mejor salir corriendo y dejar de lado la ilusión de que algún día cambiará!

¿Como son los/as manipuladores/as? Su perfil, aprenda a conocerlos mejor

Tienen una historia de aprendizaje deficitaria: Según distintos estudios ellos o sus padres pueden haber sufrido malos tratos físicos, psíquicos o abandono precoz, sea físico o emocional. Tal vez perdieron a la madre demasiado pronto (o esto sucedió en dos generaciones anteriores), o quizás uno de sus padres tenía un trastorno grave de personalidad, o sufrieron otras experiencias traumáticas. Puede que simplemente fuesen ese hijo o hija al que sus padres nunca hicieron demasiado caso, o a quien cargaron con responsabilidades antes de tiempo.

Comentario: Todas estas causas son válidas para cualquiera, psicópata "genético" o no. El entorno influye muchísimo en la personalidad. Pero no por eso podemos justificar las acciones de todos los manipuladores. Algunos de ustedes ya habrán escuchado la versión de algunos historiadodes que afirman que Hitler vivió una infancia abusiva. Muchas otras personas vivieron experiencias muy duras y, sin embargo, no se convirtieron en dictadores ni dañaron a tanta gente inocente...

Cuando intentas hablar de emociones con ellos tienes una sensación como "de vacío". Aunque socialmente parezcan encantadores, o por lo menos educados, si los sacas de los tópicos no saben hablar de sentimientos positivos, porque en su infancia, o bien no hubo nadie que pudiera enseñarles, o lo único que pudieron adquirir fue miedo, un miedo visceral y atroz que les consume por dentro. Por supuesto, lo negarán y proyectarán.

Comentario: O porque, simplemente, siempre ha existido ese vacío y nunca podrán llenarlo.

No es que no hayan tenido historia de aprendizaje: La vida pasa por igual para todos. Lo que sucede es que nadie les ha enseñado valores como la tolerancia, el respeto al otro o el amor no comercial.

Comentario: O que, simplemente, siempre ha existido ese vacío y nunca podrán llenarlo.

Les falta confianza en ellos mismos. Aparentan una autoestima de la que carecen. Son personas muy inseguras. Se sienten incómodos en todo tipo de relaciones, así que proyectan en los otros esa inseguridad y la compensan intentando hacer ver que sólo ellos son los que tienen la verdad.


Comentario: Esto es cierto en los casos de narcisismo, pero no de psicopatía. El psicópata sí tiene una alta autoestima. Algunos expertos estiman que el sentimiento de inseguridad surge del hecho de que los psicópatas SABEN que son diferentes del resto de las personas, y que tienen miedo de ser descubiertos. Pero eso no implica en lo más mínimo que se sientan inferiores.

Muestran intolerancia, dogmatismo, crítica destructiva e incluso agresividad física y verbal cuando su posición parece verse amenazada. Y también un deseo casi compulsivo de enterarse de todo para que la situación no se les escape de su control.

Sienten miedo ante la evaluación social. Necesitan dar una buena imagen. La inseguridad les lleva a ser muy temerosos en sus relaciones sociales. Aunque aparenten todo lo contrario, tienen un miedo atroz a la evaluación y se ponen nerviosísimos cuando se encuentran en un medio social amplio y puede ser descubierto su carácter manipulador.

Comentario: Ver comentario anterior.

Temen al ridículo como a la peste, y cambian por completo cuando están rodeados de otras personas, al menos al principio. Después evitan activamente estas situaciones, y para justificarse se cabrean por cualquier cosa cuando se encuentran en una de ellas y juran no volver más, o bien vuelven a utilizar su proyección favorita y están constantemente criticando los errores que cometen sus personas significativas.

¿Cómo se manipula?

Hay varias formas de manipulación. Unas que manipulan a una persona, otras que los hacen con poblaciones enteras. En ambos casos, el manipulador busca, como decíamos, satisfacer sus intereses propios.

Quien manipula a una persona puede ser un padre de familia que usa a sus hijos para satisfacer su comodidad o capricho. Quiere que sus hijos, o su esposa, o su esposo, hagan lo que desea. Por ejemplo, cuando el padre exige violentamente que le atiendan en casa, sin importar el cansancio de los demás, ni sus necesidades personales. No quiere y ordena que todos estén a su servicio incondicional. O cuando una madre amenaza a sus hijos para que la dejen tranquila y pueda ver sus telenovelas, sin importarle las tareas, las necesidades o las dificultades de sus hijos. “¡Vete a tu cuarto y no me molestes!”.

Comentario: Este tema fue tratado en profundidad por autores expertos en el narcisismo familiar. Lamentablemente, no contamos con demasiado material en español. Pero iremos traduciendo más y más textos. Rogamos nos tengan paciencia. Mientras tanto, les recomendamos leer: La Familia Narcisista. Introducción,El Modelo de la Familia Narcisista, Hijo de familia narcisista y Características de la Familia Narcisista

Cuando la manipulación busca que toda una población se comporte como uno o unos cuantos desean que así lo hagan. Por ejemplo, muchos anuncios publicitarios buscan que la población compre tal o cual producto, sin explicar si realmente es necesario o no. Buscan los centavos de los habitantes, y nada más. No les importa lo que vaya a suceder. Un caso extremos es la droga. El único interés del narcotraficante el dinero del drogadicto. No le importa lo que a éste último se le vaya a causar o dañar.



¿Qué características comunes tienen los actos manipuladores?

1.Es cosa de dos: En todo acto de manipulación encontramos al menos a dos personas: al manipulador y al que es manipulado.

2.Un circulo vicioso entre los dos: Como son dos personas, necesariamente tiene que haber decisiones de ambas: La del manipulador, que libremente busca usar al otro; y la del manipulado que, por miedo, engaño o presión decide someterse al manipulador.

Aquí es cuando la terapia, la introspección y las lecturas sobre psicología entran en juego. Cuanto más se conozca uno a sí mismo, menos aceptará convertirse en víctima. Es necesario que aprendamos a ver nuestro lado negativo tanto como el positivo, respetarlo y cambiarlo desde sus raíces. De lo contrario, el miedo, la inseguridad, y las heridas nos harán caer en manos de manipuladores.

3.Negar la dignidad de los demás: Encontramos, también, que todo manipulador busca satisfacer sus propios deseos o caprichos, sin importarle la dignidad de los demás. Su única medida es su propio provecho, a costa de la denigración de la persona a quien manipula. Se puede decir que el manipulador es un egoísta consumado, que se ve a sí mismo con dignidad, pero que niega la de los demás.

4.Ver sólo un lado de la verdad: En todo acto manipulador se emplea a la verdad como elemento característico, pero a la verdad reducida a un solo aspecto. Por ejemplo, cuando un padre o una madre de familia obliga a sus hijos a servirle según sus caprichos, apela a que es el padre o la madre. Esa es la verdad: es el padre o la madre del niño, a quien, por ser progenitor, hay que respetar y obedecer. Sin embargo, esa es únicamente parte de la verdad, pues los hijos son personas al igual que los papás; merecen el respeto a su dignidad; obedecer no quiere decir que cumplan ciegamente los caprichos de los padres, o que por el hecho de ser papás, los hijos ya son sus servidores o criados. En este caso, la madre o el padre manipulador usa su condición de progenitor para su conveniencia, reduciendo la verdad de la paternidad o de la maternidad a un solo aspecto de éstas: la obediencia filial de los hijos.

Algo similar sucede en las grandes manipulaciones de la sociedad. Se presenta a una parte de la verdad como si lo fuera ésta, todo. Por ejemplo, el caso de aquel desodorante que por el hecho de usarlo ya dará seguridad a quien lo compra. Sí, da la seguridad que uno no va a oler mal, pero entre eso y adquirir seguridad para enfrentarse a los problemas de la vida, hay un gran abismo.

5.El manipulador determina la hoja de ruta del manipulado: En todo acto de manipulación la intención es lograr que el manipulado presente un comportamiento preestablecido por el manipulador. Por tanto, cuanto menor sea la reflexión del primero, mayor será la garantía para el segundo. De aquí que la ignorancia, el miedo o el falseamiento de los argumentos, se encuentren en este acto, o al menos uno de ellos.

6.La manipulación siempre se manifiesta sutilmente, esa es la trampa. En toda manipulación se busca que el manipulado no se percate del engaño o de las intenciones del manipulador, pues de hacerlo, lo más probables es que este último no se deje manipular. Por tanto, suele haber sutiles comentarios, bajo el pretexto de un falso respeto hacia el manipulado.

7.No son precisos en sus afirmaciones , pero las dejan caer generalizándolas. Otro gran aspecto de la manipulación es que, astutamente, no se definen con exactitud las cosas, dejando abierto el contexto y el fondo de la acción. Por ejemplo, cuando a alguien le comentan: “Se dice en todo el pueblo, que no sabes tratar a la gente, que eres un inconsiderado, un mal educado…”. Nunca te aclararán ni quien lo dice, ni el por qué, ni en qué circunstancias. “¡Ah! Todo el pueblo es una persona que se lo ha comentado, que están molestas porque no me acordé de el el día de su cumpleaños!, por ejemplo”. Entre esto y “todo el pueblo” hay gran diferencia.

8.Aparentemente el manipulador lo hace basándose en valores, sólo aparentemente: En toda acción manipuladora se juega con los verdaderos valores, pues se usan como pretexto para que la acción aparente basarse en ellos, aunque, realmente, los niega.

La persona manipuladora es conciente de las estrategias que utiliza pero siempre intenta proyectar la culpa en los demás.

“No sé cómo estuve tanto tiempo con ese/a hombre/mujer”, suele ser el comentario de los/as hombres/mujeres que pasaron por la experiencia de enamorarse de un/a manipulador/a y sobrevivir a él: darse cuenta de quién tenían al lado para luego poder terminar con la relación y contar la experiencia para que otros/as hombres/mujeres no se tropiecen con la misma piedra.

El perfil del manipulador es bastante atractivo, en un comienzo se presentan como encantadores/as y sufrientes, la vida no los ha tratado bien. Inspiran compasión y deseo de protegerlos/as. Cuando ya han conquistado a su presa los manipuladores empiezan a mostrar su verdadera personalidad: utilizan el miedo y el sometimiento e inspiran culpa en el otro.

No es tan fácil liberarse de un/a manipulador/a, la mujer/hombre que forma pareja con él/ella sufre sus amenazas: de hacerles la vida más complicada, de dejarlos/as solos/as o hasta de suicidarse...cuando ellos/as ceden, vuelven a caer en sus redes y la relación se convierte en un círculo vicioso.

Para combatirlos, ante todo no hay que ceder a sus presiones y manejos: tomarse tiempo para reflexionar y esquivar los manejos psicológicos que nunca terminan bien. La realidad es que el mejor consejo es evitar la compañía de un/a manipulador o deshacerse de él tan pronto como sea posible..., o bien intentar hacerles frente. Si te miran el movil, si te controlan el horario, tus compañías, tus quehaceres, tu tiempo libre....no lo permitas.....

Como hacerles frente a los/as manipuladores/as

Para intentar afrontar las relaciones con las personas manipuladoras cotidianas (aquellas que de forma continuada en su vida son así) hay que seguir unas pautas que podemos sintetizar de esta forma:

· Conocer los propios puntos débiles y reforzarlos. Las carencias del manipulador están en unos puntos. Las del manipulado en otros. ¿Cuáles son? Esa es nuestra tarea.

· Tomar la decisión de modificar la relación, a sabiendas de que va a suponer un esfuerzo considerable. Hemos de decidir salir de esa relación que nos lleva al sufrimiento y la infelicidad.
· Mantener abierto el canal de la comunicación: “Que no te cuelguen el teléfono, cuando le dejas las cosas claras”, que no te corte la comunicación unilateralmente.

Comentario: Esto no es válido si se está hablando con un psicópata, ya que no habrá modo de "hacerlo entrar en razón" y sólo implicará una pérdida de energía para el manipulado.

· Aprender a ser asertivos, a decir lo que se piensa, respetando al otro pero defendiendo nuestros derechos.
Comentario: Véase comentario anterior.
· Plantearse la supervivencia a la agresividad, sea esta ejercida por el manipulador/a activa o pasiva, como el mayor problema a superar.

· En el caso de que se llegue a agresión, hemos de recurrir a todas las posibilidades que permita el sistema legal para enfrentarse a la agresión.

Comentario: Lamentablemente, en el mundo en que vivimos, el sistema judicial no siempre funciona como debería. Muchos psicópatas llegan a ocupar altos cargos, y la justicia no es una excepción a la regla. Entonces, si bien es cierto que es importante recurrir al apoyo legal, no se debe confiar ciegamente en cualquier profesional.

· No empeñarse en intentar cambiarles. Son así, y tendrán que convivir con su inseguridad. No hay que ser salvador de nadie, sólo compañero/a, amigo/a, pareja, expareja, hermano/a, hijo/a.

· Tener siempre presente la posibilidad de romper la relación, y ejercer ese derecho en el caso en que sea necesario.

Debes descubrir tus puntos débiles antes de enfrentarte a ellos, tienes que tapar tus puntos débiles, aquellas vulnerabilidades de las que se aprovechan para dominarte.

Los puntos débiles que ellos/as detectan habitualmente son:

*Baja autoestima (si no la tienes intentan creártela).

*Ser tan manipulador como ellos: Inseguridad, carencias afectivas, ansiedad ante la evaluación social (de los demás)...

*Miedo a pérdidas emocionales (te van a dejar, vas a tener una ruptura, no te van a querer ,etc.) y físicas (vas a perder tu trabajo, tus ingresos, tu casa…) .

Aunque cualquiera puede ser víctima de manipulación, hay personas más proclives a ello. Para sobrevivir a los manipuladores, es útil detectar el punto débil que les ha permitido apoderarse del control sobre la vida de la otra persona en una o varias de las áreas importantes.

Los puntos débiles suelen estar relacionados con la baja autoestima, la necesidad de aprobación, y el miedo a la posibilidad de perder el contacto con la otra persona, los hijos o los bienes comunes.

Hay que prestar especial atención a:

· LA AUTOESTIMA: Si te valoras en base al juicio de los demás, tienes tendencia a centrar la evaluación de tus acciones en los puntos negativos o te quieres poco, es probable que seas un objetivo fácil.

· LOS RASGOS TÍPICOS DE LOS MANIPULADORES: A menudo las relaciones humanas son una batalla campal entre dos personas por el control. La presencia en el presunto manipulado de carencias afectivas, preocupación excesiva por la opinión de otras personas en relación a sus actos, baja autoestima, proyección o actitud agresiva son también puntos clave.

· EL MIEDO A LA PÉRDIDA: Los manipuladores cotidianos establecen relaciones en las que arriesgan poco. Normalmente es la otra persona quien soporta el peso del vínculo, tanto en términos afectivos como económicos. De esta forma se sitúan en una posición de poder, al tener menos que perder que la otra parte ante la ruptura de la relación. Es casi seguro que el manipulado tenga miedo a la ruptura por todo lo que ha arriesgado en el proceso.

Basta con una de estas características para ser un manipulado en potencia. Y, ¿quién no está en una de las tres situaciones? Cuando das con una persona que quiere salirse con la suya a toda costa porque es la única forma de resolver su inseguridad, aunque tengas una autoestima normal te la irá minando hasta que caigas; aunque no emplees estrategias de manipulación te irán imponiendo su estilo de comunicación hasta que sólo sepas hablar mediante indirectas, "comentarios inocentes" y sugerencias. Y prácticamente todas las relaciones que establecen son asimétricas en cuanto al reparto de cargas. Cualquiera es, o puede ser, manipulador o manipulado.


¿Cómo evitar la manipulación?

- Debemos conocernos muy bien, especialmente nuestras debilidades y reforzarlas.

- Tomar la decisión de cambiar nuestra la relación o terminarla, a pesar que esto cause gran dolor.

- Tener clara la posibilidad de enfrentar actitudes agresivas.

- Usar las herramientas que entrega la ley para enfrentar la agresión.

- No desgastarse demasiado en cambiar a la persona que tenemos al lado, pues solo somos compañeros no salvadores de nadie.

¿Cómo puedo superar mis debilidades?

A continuación vemos qué hacer para fortalecer tus puntos débiles de tal forma que sea difícil o imposible utilizarlos para aprovecharse de ti

· Puedes necesitar ayuda profesional, para aprender a combatir tus puntos débiles la ayuda de un/a psicólogo/a puede ser trascendental.

· Autoestima: ver el nivel de seguridad que tenemos de las cosas. Realmente somos mejores de lo que a veces pensamos .

· Manipulación: ¿Por qué salirme siempre con la mía? Esa es la pregunta.
· Pérdida: Aceptación de que podemos perder algo y no pasa nada. No es mejor ser humano el que menos veces se cae, sino el que más veces se levanta .

Antes de resolver los problemas interpersonales hay que abordar los intrapersonales. Los manipuladores se han aprovechado durante mucho tiempo de los puntos débiles de sus víctimas y sus ataques van a incidir en ellos cuando encuentren resistencia. Por eso es importante reducir al máximo esos puntos.

A veces es imposible hacerlo por uno/a mismo/a y hay que recurrir a ayuda profesional. En muchas ocasiones no es necesaria una psicoterapia amplia, puede bastar con unas pocas sesiones con objetivos específicos. Y el apoyo del profesional en muchas ocasiones es un punto favorecedor para afrontar los ataques posteriores del manipulador. Además, es muy importante detectar la presencia de trastornos de personalidad o patologías como la esquizofrenia o trastornos del estado de ánimo.

Si lo intentas por ti mismo, comienza por deshacerte de la autovaloración negativa. Tú no eres ni bueno ni malo. En todo caso, lo son tus acciones. No eres una persona exitosa o fracasada, haces cosas que salen mejor o peor, no puedes ser juzgado como persona ni por un juez, aunque sí algunas de tus acciones. Aciertas y te equivocas como cualquier otro, incluido tu manipulador/a.

Suele ser útil que anotes todas las cosas que van en contra de esa autovaloración que te está causando problemas. Esto te ayudará a convencerte de que eres como cualquier otra persona. Y no dejes de buscar ayuda profesional si no lo consigues por ti mismo.

Si te percibes como una persona manipuladora recuerda que no lo eres. Sólo empleas técnicas para salirte siempre con la tuya. Pregúntate ¿por qué? ¿estoy con esa persona por amor o sólo para que me mantenga física o emocionalmente? ¿Soy compañero, acompañante o esclavo? Dejar de comportarse manipuladoramente requiere un punto de madurez personal, aprender que amar no es exigir sino respetar a la otra persona tal y como es, y comprender que sois compañeros en un camino que no se sabe hasta dónde llegará.
Comentario: Algunas personas tienen la capacidad de aprender esta lección y otras (los psicópatas) no.

Si tu punto débil es el miedo a la pérdida tendrás que preguntarte si temes al abandono emocional o a que te quiten todo aquello que diste más que la otra parte en la relación. En el primer caso se trata de un problema de aceptación; en el segundo, de darse cuenta de que eso es el fruto de errores pasados cuyas consecuencias hay que asumir y de una configuración injusta y parcial del medio social, hoy por hoy inmodificable.


¿Cómo puedo superar ahora la relación donde me manipulan?

El objetivo que nos marcamos es el reequilibrio del poder en la relación, de tal forma que el reparto de cargas de todo tipo (emocionales, económicas, de amistades, de planificación, físicas, sea equitativo. Esto hace desaparecer la necesidad de manipulación.

El problema es que los/as manipuladores/as tienen demasiadas razones para no querer bajarse del “burro”. Es más como hemos dicho frecuentemente rechazan a la gente que puede ponerlos "frente al espejo" de su propia manipulación: Expresiones como "yo no creo en los psicólogos", o "la/el que tienes que ir al psicólogo eres tú" , o ¿"Que me van a decir, que yo ya no sepa? , o "seguro que ya le has contado tu versión...."

Una vez controlados los problemas interpersonales que llevan a ser víctima fácil de los manipuladores hay que renegociar la relación de tal forma que las cargas sean similares para uno y para otro y el reparto de poder sea equitativo de tal forma que las decisiones se tomen por un consenso en el que es fundamental el punto de vista de ambos miembros.

Comentario: Esto es imposible si se está tratando con un psicópata.

Enfrentarse a una persona que se ha colocado en una situación cómoda en la que ostenta la mayor parte de poder en la relación, realiza las tareas menos peligrosas y consigue que los demás resuelvan sus problemas al mismo tiempo que se ha apoderado del control de todo lo que puede suponer autonomía para la otra parte, es un proceso difícil por varias razones:

· El manipulador tiene la sartén por el mango. Haga lo que haga la otra parte siempre va a ir en su beneficio.

· No permite comunicar o negociar sobre su posición de poder. Las únicas interacciones no prohibidas en la relación son las relativas a los incrementos de dominio por su parte.

· Emplea una comunicación muy indirecta, con lo que resulta difícil poder plantear una estrategia asertiva o de negociación en el caso de que se aviniese a hablar (usualmente esto sólo sucede en presencia de terceros).

· No tiene ningún problema en utilizar estrategias de chantaje emocional, acoso emocional o incluso violencia física o verbal en el caso de que vea cuestionada su posición de poder.

· Busca los puntos débiles de la otra persona (que conoce a la perfección) y aunque se encuentren reforzados intenta entrar por allí.

Ha desacreditado socialmente a la otra persona, y/o a sus apoyos, de tal forma que es difícil que pueda conseguir apoyos exteriores.

Cuando ven amenazada su posición de poder "cuelgan el teléfono": No permiten mantener comunicación con la parte dominada. Puedes como estrategia utilizar varias técnicas:

· Sacar el tema delante de terceros.

· Ir soltando "pequeños comentarios" como hacen ellos.

· Contar una parábola.
Comentario: Estos consejos no aportarán ningún fruto si se está tratando con un psicópata.

Abordarlo en una de las escasas situaciones en las que la persona victima de la manipulación tiene poder.

Hay pocas cosas más desagradables que finalizar una conversación telefónica sin despedirse. Cuando te cuelgan el teléfono en medio de una conversación porque la otra persona no quiere escuchar lo que le vas a decir es difícil que no te sientas fatal.

Aunque colgar el teléfono (no dejar hablar a la otra persona) es más una técnica de chantaje emocional que de manipulación, es lo primero que utilizan los manipuladores cotidianos cuando ven que se va a cuestionar su forma de poder o van a tener que enfrentarse a algo nuevo. Irse ofendido es otra de las técnicas habituales para hacer al otro/a sentir culpable.

Si las cosas se les complican suelen combinarlo con el enfado, que actúa como poderoso inductor de culpa en la otra persona, o también como generador de agresividad que les serviría para hacerse aún más la víctima. Pero aquí ya salimos de pleno de la manipulación para entrar en el terreno del chantaje.

Si quieres empezar a resolver tus problemas con tus manipuladores cotidianos tendrás que luchar por tener una relación equitativa, tanto si te hablan o te escuchan como si no. Lo más funcional es lograrlo mediante un proceso de negociación que a veces puede ser tan encubierta e indirecta como la misma comunicación que ellos utilizan.

No hay trucos para conseguir que se avengan a conversar en la intimidad.

Algunas pequeñas estratagemas para conseguir que no te cuelguen el teléfono son:

Plantear el tema conflictivo cuando se encuentre delante una tercera persona. Pero ten cuidado: Las/los madres/padres suelen apoyar a sus hijos por muy manipuladores que sean y muy mal que te sientas tú. Delante de la familia es difícil en general.

Dejarle que plantee otra conversación de las suyas, con sus sugerencias sobre lo que hay que comprar, lo mala que es tu madre/padre o tu familia, lo bien que hace las cosas, y expresar algún comentario indirecto (ahora uno, en dos minutos otro...) sobre el tema que tú quieres tratar.

Recurrir al empleo de parábolas. Tal vez no puedas hablar de lo que te ha hecho, pero sí de lo que le ha sucedido a tu vecina, a su madre, a tu cuñado, a...Cuando se ha utilizado esta técnica, se he hecho inventando contenidos con personajes reales. Seguramente no se den por aludidos, pero tiene su utilidad.

Abordarlo en una situación en la que tú tienes el poder. Por ejemplo, mientras conduces y ellos van sentados cómodamente de pasajeros en el asiento delantero derecho. En ese momento no pueden utilizar el chantaje porque afectaría a la capacidad de concentración del chófer y tener un accidente, y no existe la posibilidad de escapar del coche en marcha ni ponerse a conducir porque se le caerían los anillos. En una situación así pierden buena parte de sus privilegios.


Afrontar con la mejora de nuestra comunicación las manipulaciones

Los intentos de afrontamiento pasan por recuperar el respeto hacia la persona del manipulador que se había perdido en la relación. Una vez superados los puntos débiles interiores, toca enfrentarse a los exteriores.

Esto se hace mediante técnicas asertivas: Si no cuelgan el teléfono, basadas en la negociación y expresión de los propios sentimientos para que el manipulador tome conciencia del efecto que su conducta produce en sus "seres queridos".

El afrontamiento de los problemas con los manipuladores tiene que hacerse siendo asertivos: Luchando por defender los propios derechos sin vulnerar los de la otra persona. Cuando no cuelgan el teléfono y permiten la comunicación directa es posible intentar un proceso de negociación que lleve a un compromiso viable. Cuando cuelgan el teléfono y la comunicación se vuelve imposible, se pueden emplear las técnicas asertivas , que son las que permiten mantener la integridad ante los ataques de la parte manipuladora.


¿Por qué no siempre se obtiene éxito con las técnicas asertivas?

Porque pueden estar en una situación de poder. Si van subidos en el burro no van a tener ninguna prisa por bajarse.

Porque puede que generen tanto miedo que cuando se ponen "en plan" bloqueen a la otra parte que traga con tal de no sufrir sus amenazas o su ira.

Porque tengan una patología y sean más que simples manipuladores y entren en la categoría de "trastornos de la personalidad" con una patología que ya ha de tratarse como un problema de salud mental. Entonces no hay solución, si ellos/ellas no tienen tratamiento psicológico.

Porque no dejan que la otra parte les comunique algo. Cortan el teléfono, la conversación, la escucha….

Veamos cuáles son las técnicas asertivas a poner en marcha:


Asertividad basada en “buenas intenciones”

INTENTAR LLEGAR A UN COMPROMISO VIABLE
Aunque con los manipuladores suele ser muy raro, en ocasiones se llega a una situación en la que tan legítimos son los derechos de la otra parte como los tuyos. En este caso, habrá que negociar hasta llegar a una solución que sirva a las dos partes. Se trata de ganar de un lado y perder de otro. Eso sí, sin vulnerar el respeto que sientes por ti mismo.
Comentario: Pero tengamos en cuenta que con un psicópata no será posible llegar a un compromiso.

ESCUCHAR LA INFORMACIÓN QUE DAN SOBRE ELLOS MISMOS
Uno de sus puntos débiles es la falta de confianza en sí mismos, y la necesidad de aceptación por parte de las otras personas. Aunque se "venden" como autenticos maestros ante los demás, hacen un autobombo de sí mismos muy elaborado. Si atiendes a todo aquello que no supone intento de aprovecharse sino revelación sobre ellos mismos, es más probable que se sientan comprendidos y presionen menos para salirse con la suya. Además, podrás mantener conversaciones sin entrar en colisión por objetivos diferentes.

Comentario: Esto es válido únicamente para personas que tienen el potencial de cambiar.

INFORMARLES SOBRE CÓMO TE SIENTES ANTE SUS ATAQUES
Aunque en ocasiones pueda suponer darles una cierta ventaja, informarles de que te están haciendo daño sin culpabilizarles les confronta con su propia estupidez. Es como decirles "no quiero ser como tú, prefiero respetar a las otras personas". Tal vez se pongan todavía más agresivos o aparenten crecerse, pero es posible que percibas cómo algo se tambalea en su interior.

Comentario: En el caso de una víctima de una familia narcisista, éste podría llegar a ser un buen consejo. Pero si estamos tratando con un psicópata, DISFRUTARÁ al saber que está causando daño.

“Asertividad defensiva”

Aunque no te dejen hablar, siempre vas a tener una oportunidad de demostrarles que ya no estás dispuesto a dejar que te pisen.

No pueden pasarse la vida sin criticarte a ti o a tus seres queridos. Esperan atemorizarte al hacerlo y salir reforzados en su creencia de que siguen teniendo el poder en la relación.

Poco a poco irás dominando las técnicas asertivas y así conseguirás sobrevivir (aunque habrás pasado un poco de miedo o de inseguridad con lo que haces...)

PERSEVERANCIA: EL DISCO RAYADO
¿A que te das por vencido/a cuando te imponen algo? ¿A que eres incapaz de decirles que no aun cuando ves que lo que están haciendo es injusto contigo?

Un viejo truco: Repetir una y otra vez lo que quieres, sin enojarte, irritarte, ni levantar la voz. ¡Y sin dar explicaciones o excusas, que te culpabilizarían! No debes temer acabar sonando como un viejo vinilo rayado. De esta forma les das a entender que no estás dispuesto a dejar que te pisen, y al mismo tiempo impides que cambien el tema de conversación para llevarte a su terreno.

LA RAZÓN PARA LOS TONTOS: EL BANCO DE NIEBLA
Esperan que te defiendas para poder atacarte más y más. Te critican injustamente para que te justifiques, con lo que implícitamente les estás dando la razón (el que se pica ajos come), o para que les respondas con otra crítica y les des pie a ponerte de vuelta y media.

Ni te defiendas ni contracritiques. Simplemente, escucha lo que te dicen, reconoce que pueden tener razón, no niegues lo innegable y expón tu punto de vista. Puede parecer que estás bajándote los pantalones y que tragas con todo, pero es otra forma de confrontarles con su propia estupidez. Cuando no reaccionas de la forma que esperan es fácil que se desinflen tras insistir un poco en lo mismo.

Esto es lo que David Burns llama la "técnica desarmante". Primero, le dices que tiene (o puede tener) razón en lo que nos dice, pero piensas de otra manera que le expones inmediatamente. Así, le comunicas que efectivamente has escuchado su mensaje pero que no estás dispuesto a renunciar a tus derechos porque a ellos les parezca que tienes que ser su esclavo.

CUANDO TE PILLAN EN UNA METEDURA DE PATA: LA ASERCIÓN NEGATIVA
¿Y si "realmente" has hecho algo mal? ¿Si has vulnerado los derechos de otra persona (sin darte cuenta, porque si ha sido deliberadamente será que nos hemos pasado al otro bando) y ellos se dan cuenta o son las víctimas? ¡Menuda te espera!

Comentario: Esto puede ser peligroso al tratar con un buen manipulador o con un psicópata. Saben muy bien cómo convencernos de que los culpables somos nosotros. Por lo tanto, este consejo debe ser tomado con pinzas según la persona con la que se esté tratando.

Ellos no asumen los errores: los proyectan en los demás. Si además encuentran que el otro ha cometido un fallo, les pones en su situación favorita: criticar, criticar y criticar. ¿Qué hacer cuando no hay escapatoria? Pues lo que ellos nunca harían.

Reconoce el error e incluso criticate a ti mismo. "¡Qué increíble error por mi parte!" Al mismo tiempo, tendrás que hacerle ver con tu actitud que el mundo no se acaba porque te hayan ganado la etapa en la misma línea de meta o seas el que menos vende en la tienda.

BUSCAR EL ÁREA DE CONFLICTO: LA INTERROGACIÓN NEGATIVA
Al igual que no debes tener reparos en reconocer que te confundes un montón de veces a la semana, tampoco debes tenerlo para explorar más profundamente el conflicto con esa persona. Así, cuando te critica le puedes pedir aclaraciones, como diciendo "vamos a ver qué es lo que no te gusta de mi comportamiento" mientras sigues asumiendo que el mundo no se acaba porque no le guste lo que haces.

Comentario: Nuevamente, la discusión puede ser en vano si el manipulador esconde sus acusaciones detrás de valores altamente morales. Debemos tener cuidado al dejar que una persona patológica nos explique qué hicimos mal. Y nunca está de más pedir la opinión de terceros (amigos, un profesional, etc), quienes podrá seguramente percibir la dinámica de forma más objetiva. Otro punto importante consiste en que, al tratar con psicópatas o narcisistas perversos, no será posible obtener pruebas de lo que les molesta si les exigimos que nos lo demuestren con HECHOS. Ellos no atribuyen la misma importancia a lo que imaginan que a lo que sucede realmente. Para más información al respecto, véase: Más allá de la locura.

DESPUÉS DE AÑOS

Muchas personas llegan a casarse, sin saber que con el pasar de los años la pareja que tienen al lado, poco a poco irá adquiriendo rasgos de manipulador. De ser alguien cariñoso y atento puede llegar a transformarse en agresivo y controlador. Y es que tras un año de matrimonio, o incluso antes, comienzan a aflorar las características que afectarán el matrimonio, inevitablemente.

Esta situación es válida tanto para varones como para mujeres, en todo tipo de relaciones de pareja.

Le han cambiado su manera de vestir, su forma de actuar y le ha coartado sus actividades y ella/él accede a todas sus exigencias, con la idea que eso es bueno para su relación. Incluso el siguiente paso de la manipulación o chantaje emocional, puede ser la agresión física.

EN PAREJA: Aprender a salir del embrollo manipulador

Algo muy común entre las personas que buscan pareja es que ésta tenga un perfil “protector”, sin pensar que más adelante esa persona podría convertirse en una persona dominadora y controladora. Del mismo modo, si lo que más le gusta a una persona es el carácter fuerte y su capacidad de tomar decisiones, lo más seguro es que con el tiempo terminemos encontrándolo una persona agresiva y controladora. Así, reconocer posibles conductas obsesivas y aprender a fijar los límites, puede ser la clave para que una relación sea sana en el futuro, es quizás una de las situaciones más dificiles de solucionar. Frecuentemente acaban en ruptura o en una aceptada sumisión , inaceptable desde el punto de vista de la dignidad del/la manipulado/a.
Comentario: Aunque acaben en una ruptura, la víctima que haya aprendido a poner límites sale beneficiada porque ha aprendido a respetarse a sí misma. La sumisión, en cambio, representa dejarse de lado y hundirse en la esclavitud con un amo que no tiene sus mejores intereses en mente.

La mujer y el hombre deben fijar los límites respecto de hasta qué punto está dispuestos a soportar el control que ejerza su pareja, además, es importante que tengan una idea clara de lo que quiere hace con su vida.

Frente a esto, es importante que también cada uno de los miembros de la pareja cuenten con metas y objetivos de vida que las hagan sentirse valiosos. Sea que trabaje remuneradamente o no y se dedique tiempo completo a su hogar o a los hijos, es importantísimo que cada uno de los dos se sientan satisfechos con su labor. Aunque nunca está de más que realice alguna otra actividad extra además del trabajo y del hogar, que aporte variedad a su vida.

En el mismo caso, los hombres que ganan menos que su mujer, son menos atractivos o tímidos, también deben saber que la relación de pareja iguala a las personas. O sea, ninguno puede estar en un nivel superior.

Muchas personas manipuladoras tienden a atacar la autoestima de su víctima, con la intención de hacerlas sentir tontas, feas o inútiles, enfatizando que si se van de su lado nadie les querrá, algo que es sumamente cruel.

En el fondo, no es otra cosa que producirles un daño psicológico que les impida sentirse capaces de revertir esa situación.

Si no te queda más salida comienza un proceso de RUPTURA. Aqui tienes información para ayudarte a como realizar una ruptura definitiva con tu pareja (si no queda más remedio)

Aqui tenemos otro ejemplo muy frecuente: la manipulación de los/as niños/as. vean este video y saquen sus conclusiones de cómo desde niños ya aprendemos a intentar manipular......



http://psicopatia-narcisismo.blogspot.com/2008/09/afrontar-la-manipulacin-de-otras.html

ya son 30 años casados con aquella novia mia de la infancia y todavia me gusta tomar la mano de mi esposa.la motivacion era distinta cuando era un adolescente.
cuando eramos jovenes sentia una descarga electrica al tocar su mano.
ahora cuando me siento cargado,siento paz cuando tomo su mano.ir de la mano puede significar mas que te amo.a veces puede significar:te necesito,me importas, o solo aqui estoy.
las raices del amor se ramifican y entrelazan con el tiempo.raices de amor y intimidad.
raices de integridad.raices profundas,en dar ayuda y otras en recibir ayuda.
mi conclusion es que un matrimonio de exito requiere enamorase muchas veces,siempre de la misma persona.desde hoy empieza a mirar de forma diferente a tu pareja.encontraras alguna virtud,que apreciar.
es muy posible que descubras que  os volveis a enamorar.
fuente: j.a  publicado en manamana
En cierta forma, es irónico, pero a todos nos pasa, en ocasiones cuando llega la crisis, se convierte en una cadena y cada eslabón trae una noticia poco agradable.
Todos los días tendremos problemas, situaciones y crisis, pero algunas de ellas no sabremos cómo manejarlas.  Entonces, qué puedes hacer:
  • Profundizar tu relación con Dios y sacar tiempo para estar a solas con Él, leer la palabra y comunicarte directamente al cielo.  Seguramente, en su tiempo, habrá una respuesta, sí, no o espera.
  • Leer un buen libro que hable sobre lo que estás viviendo y otros libros de motivación y que te ayuden a encontrar el ánimo que necesitas día a día.
  • Conversar con un buen amigo o una buena amiga.
  • Buscar la ayuda de un profesional de la conducta humana, si es necesario.
  • Sacar tiempo para ti, para hacer lo que te apasiona y quizás, habías olvidado.
  • Descansar…
  • Buscar ayuda financiera o legal; de un consejero matrimonial; de un médico especialista o una segunda opinión; según sea el caso.
  • Abrir tus ojos para ver más allá de tus circunstancias.
  • Cerrar los oidos a comentarios negativos o consejos que no aportan a tu bienestar.
  • Rodearte de gente que quiere lo mejor para ti y están dispuestos a ayudarte, hazlo, toma el teléfono, llama, dile cómo te sientes y comparte con ellos actividades para distraerte.
  • 
Son algunos consejitos que debemos recordar, porque en el momento de la crisis, de una prueba tras otra, es posible que nos turbemos, sintamos frustración, impotencia y la incertidumbre quiera apoderarse.
Pero, recuerda que tienes que pasar el examen, si no obtienes una buena calificación tendrás que repetirlo tarde o temprano.  Aprende de cada situación que parece o es negativa.  Busca el lado positivo de lo que te ocurre.  


esperanza, paz, amor, comprensión, solución
Hoy tienes una nueva oportunidad para comenzar.

 Sé que no es tan fácil como escribirlo o leerlo aquí. Requiere tolerancia y paciencia, y se nos hace bien difícil desarrollarlas.  Me confieso, yo también he tenido momentos así, pero todos los días la misericordia de Dios se renueva y tenemos una oportunidad para volver a comenzar, de manera que estemos alerta para cuando la crisis toque la puerta, no se pueda quedar, se vaya, aunque sea poco a poco.
 No te rindas, esa no es la opción.

Nota de la autora: Si este escrito tocó tu corazón deja un comentario, no sabes a quién le hace falta leer lo que compartas con nosotros. Y si conoces a alguien que esté pasando por situaciones así, envíale el escrito, publícalo en twitter, en facebook o cualquier otra red social.  Juntos podemos tocar la vida de alguien y cambiarla para siempre.
http://masquevivir.com
Profa. Elizabeth Vargas

"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir. "
Albert Einsten


¿Sabe usted manejar sus preocupaciones? ¿Cómo éstas le afectan? ¿Cuál es la razón de ser de sus preocupaciones? ¿Es usted obsesionado?¿Se deja llevar por la obsesión?¿ Está consciente del alcance , las repercusiones de la obsesión?, son algunas interrogantes que lo invitan a reflexionar sobre estos temas que inciden en su conducta, comportamiento. En este escrito nos adentramos en lo importante que es saber enfrentar las preocupaciones y obsesiones a fin de evitarnos conflictos que nos afecten psíquica y físicamente.

ASPECTOS BASICOS A SER TOMADOS EN CUENTA

Al permanecer activos en este plano físico y garantizar que nuestro tránsito debe ser lo mejor de lo mejor garantizando nuestra salud, felicidad, es necesario estar atento sobre cómo las preocupaciones y obsesiones inciden en nuestra conducta, comportamiento. Justamente al respecto de estos tópicos, Ana Muñoz nos comenta, que preocuparse de manera exagerada no sólo no conduce a nada bueno, sino que además produce un gran malestar, interfiere en el trabajo y no te deja dormir. Sin embargo, se pueden utilizar algunas técnicas sencillas para combatirla
Se nos dice además, que la persona preocupada tiene un predominio del lado intelectual sobre el emocional; vive más en su cabeza que en sus sentimientos. Analiza, piensa constantemente y en su cabeza hay una continua cháchara mental. "A veces me dan ganas de golpearme la cabeza contra la pared para que pare", dicen algunos. Es como si todo lo que llegara a la mente de estas personas fuera importante y digno de ser tenido en cuenta. Cada idea, cada recuerdo, cada imagen que surge en su cabeza. Nada se puede desechar y no son capaces de separar lo que verdaderamente importa de lo secundario. No es raro que padezcan de dolor de cabeza, generalmente localizado sobre los ojos. A nivel mental estas personas son poderosas y tienen una energía mental desbordante, pero, por desgracia, no saben cómo utilizarla o la usan de manera incorrecta y agotadora.

Ana Muñoz nos agrega, que se trata de personas concienzudas, dedicadas al trabajo, al cual dedican mucha energía, y tienen un gran sentido de la ética y la moral. Se esfuerzan siempre en hacer lo correcto de la manera correcta, lo que la mayoría de las veces quiere decir "a su manera", ya que suelen tener bastante claro cómo hay que hacer las cosas. Son perfeccionistas y detallistas. Les gusta el orden y la limpieza, la planificación y la rutina, catalogar, hacer listas. Nunca cometen imprudencias ni excesos y no les gusta tirar las cosas, ya que en un momento dado pueden llegar a necesitarlas. Les gusta trabajar y esforzarse y no les atraen las cosas fáciles de hacer. Debido a que se rigen por el intelecto y no por sus emociones o deseos, les cuesta perdonarse los pequeños errores que toda persona puede cometer y es entonces cuando aparece la culpa y la preocupación.Muñoz nos sugiere, que cuando todos estos rasgos se exageran, nos encontramos con el llamado trastorno obsesivo de la personalidad. Se trata de
personas tan preocupadas por los pequeños detalles que es posible que hasta llegue a perderse el sentido inicial de la tarea que se traen entre manos o que no sean capaces de terminarla nunca, porque leen una y otra vez lo que han escrito para asegurarse de que no han cometido ningún error, se ahogan en posibilidades interminables e incluso pueden dedicar más tiempo a hacer listas u horarios que a realizar la tarea en sí. Están tan dedicados al trabajo que no tienen tiempo para las amistades o el placer. Son rígidos e inflexibles en cuanto a la ética y la moral, pudiendo llegar hasta el fanatismo. Son incapaces de desprenderse de objetos sin valor y jamás delegan tareas a nadie. Nunca reconocen que están equivocados. En muchas ocasiones, pueden resultar insoportables para los demás, a quienes no perdonan ni el más mínimo fallo. Viven continuamente atormentados por las preocupaciones, el miedo al trabajo y por estar dándole vueltas siempre a lo mismo. No pueden tomar decisiones ni terminar el trabajo porque nu
nca está perfecto del todo. Por tanto se puede afirmar entonces, que las obsesiones pueden consistir en ideas, imágenes o impulsos a hacer algo que no queremos y nos resulta aterrador (como matar a alguien). Aparecen como intrusos en la mente y producen una gran angustia, miedo o vergüenza. Intentas sacarla de tu mente pero es imposible. Entonces te ves impulsado hacer algo para combatirla y sentirte mejor (la compulsión).Desde luego, Ana Muñoz nos aclara como liberarse de las obsesiones. En primer lugar, cada vez que aparezca ponerle una etiqueta: preocupación absurda u obsesión irracional.

El siguiente paso será aceptar esos pensamientos, después controlarlos voluntariamente y, por último, librarse de ellos.
Se sugiere además: Aceptar tu obsesión. Es decir, cuando estas ideas, imágenes o impulsos aparecen en tu mente y le resultan sumamente desagradables y quiere librarse de ellas, resistirse, luchar y sacarlas de su cabeza para siempre. Pero no puede; es algo que escapa a tu control y si no puedes controlarlo tampoco puedes eliminarlo. Pero, ¿cómo controlar lo que parece incontrolable? Lo primero que tiene que hacer, aunque resulte paradójico, es aceptarlo y no tratar de combatirlo. Deje que esos pensamientos prosigan libremente. No los juzgue ni los analice. De este modo los estás transformando en voluntarios, (ya que has decidido libremente que está bien tener ese pensamiento y está bien que sea obsesivo), aumentando así su dominio sobre ellos. Se recomienda también, controlar la obsesión. Es decir, que una vez que estos pensamientos son voluntarios puedes empezar a controlarlos. Para ello se puede hacer dos cosas:

1. Dejarlos para más tarde. Si está trabajando y empieza a preocuparse con algo, postergue su preocupación para dentro de un rato, eligiendo una hora determinada para obsesionarse. Pueden ser 5 minutos después, o una hora o incluso por la noche, dependiendo de la severidad de su problema y lo insistentes y frecuentes que sean sus pensamientos obsesivos. Si ha decidido dejarlo para cinco minutos después, por ejemplo, trate de posponerlo de nuevo cuando hayan pasado esos cinco minutos y así sucesivamente.

2. Cambiar la forma de preocuparse. Otra manera de adquirir mayor control sobre su pensamiento es cambiando la forma que tiene de responder a la obsesión. Para ello puede hacer varias cosas: Anote tus pensamientos exactos en una libreta cada vez que aparezcan, incluso si aparecen unos minutos después de haberlos anotado y tienes que volver a escribir lo mismo una y otra vez. Esto le ayudará a darse cuenta de lo absurdos que son y el esfuerzo de escribirlos continuamente disminuirá su aparición por puro aburrimiento.

3.-Cambie la situación. Si su obsesión o preocupación consiste en una imagen mental, trate de modificar esa imagen. Por ejemplo, si consiste en ver su casa ardiendo, póngale un marco a esa imagen y luego imagine que dicho marco se encoge poco a poco hasta ser demasiado pequeño como para distinguir lo que hay en su interior. Si su pensamiento obsesivo consiste en imaginar que golpea a alguien con un martillo, transfórmelo en un enorme martillo de goma espuma incapaz de hacer daño a nadie.4.- Cante su obsesión: elija una música alegre y cante: "me van a despedir", "no llegaré a fin de mes", o cualquier frase que resuma su preocupación. Esto hará que disminuya su ansiedad, ya que el hecho de cantar es incompatible con ella y le ayudará a distanciarte de esas emociones desagradables. Cuando se sienta mejor deje de cantar y centre su atención en otra cosa.

En conclusión, trate de evitar que las preocupaciones lo manejen, deterioren su comportamiento, originándole muchas veces problemas físicos, estrés, tensiones que le pueden originar serios problemas en su salud, así como en su comportamiento. Preocúpese de manejar eficientemente sus emociones, sorprenderse como está actuando al perder su equilibrio emocional y entonces usted no podrá ser víctima de las preocupaciones. No lo descuide y verá como el legado de vida que le han dado será beneficiosa en su crecimiento. 

http://www.sappiens.com/castellano/articulos.nsf/Autoayuda/Alrededor_de_las_preocupaciones_y_obsesiones/500CC61FAD5E798EC1256FBD0077306B!opendocument


EL PAPEL DE LA HERENCIA Y EL MEDIO EN LA DETERMINACIÓN DEL DESARROLLO- Ivanna Arbelo, Cecilia Dalto




Por un lado encontramos a los innatistas defendiendo una prefiguración del desarrollo psicológico en los genes, y por otro lado los ambientalistas rechazando toda idea de determinación. La etapa caracterizada por el dualismo no resultó ser muy fructífera cuando se discutía qué porcentaje de la conducta o del desarrollo se debía a la herencia y qué porcentaje al ambiente. A estos porcentajes se llegaba a través del uso de fórmulas de escasa consistencia teórica.
En nuestros días es común aceptar que nuestro comportamiento y desarrollo se ven influidos tanto por aspectos genéticos como por aspectos ambientales, el problema fundamental es conocer cómo se relacionan los unos con los otros.
Para estos asuntos es necesario recurrir a una aportación de los enfoques etológicos; se trata de la afirmación según la cual la distinción entre lo innato y lo adquirido es en cierto sentido una falsa distinción. Lo que es innato en los niños actuales de nuestra especie, lo es porque resultó adquirido en algún momento de la filogénesis. Por otro lado, lo que para un sujeto determinado es adquirido, lo es en tanto que dispone de unos instrumentos innatos para realizar esa adquisición.
Nuestro código genético. En él se pueden distinguir unos contenidos cerrados y unos contenidos abiertos. Los contenidos cerrados no son alterables como consecuencia de la experiencia individual, son contenidos que nos definen como especie como por ejemplo nuestras características morfológicas.

Los contenidos abiertos tienen que ver con posibilidades de adquisición y desarrollo, pero están ahí no como contenidos sino como potencialidades, por ejemplo en el ámbito del lenguaje (patrimonio de la especie). Éste no está prefigurado en nuestro código genético como contenido concreto (como lo está, por ejemplo, el color de los ojos), sino como posibilidad de desarrollo.
Los procesos psicológicos están posibilitados por los genes que nos definen como miembros de la especie, están limitados por un cierto calendario madurativo que determina el momento en que ciertas adquisiciones son posibles, y están finalmente determinados en su concreción por las interacciones de la persona con su entorno.
El concepto de canalización hace referencia al hecho de que los seres humanos somos más semejantes los unos a los otros cuanto más pequeños somos. Eso significa que los primeros tramos de nuestro desarrollo están más cerrados en nuestro código genético que los posteriores, al menos en lo que se refiere a los aspectos madurativos.
Se dice que el desarrollo temprano está fuertemente canalizado: los procesos madurativos determinados por la parte cerrada del código genético van haciendo aparecer capacidades que, a poco que se encuentren con una estimulación mínima por parte del medio, se materializan en desarrollo.
Esto no significa que el desarrollo temprano sea independiente de la estimulación. Los mínimos de estímulo sólo garantizan mínimos de desarrollo. Por otro lado, esa garantía se refiere sólo a los primeros meses de la vida del niño, hasta el año y medio o dos, y afectan sólo a lo que podríamos denominar el calendario básico del desarrollo. En cualquier aspecto psicológico que se considere, la importancia de la educación es crucial desde el principio de la vida del niño. Cuanto menos canalizado es el desarrollo, más sensible resulta al influjo de la riqueza o de la pobreza de la estimulación del medio.
Las relaciones entre la herencia y el medio, son relaciones marcadas por la complementariedad y por un peso diferencial en función del aspecto de que se trate y del momento que se considere.
Lo que entendemos por medio se remite en general al entorno social y material que rodea a las personas. El medio más importante en lo que al desarrollo se refiere es el medio humano, el medio social, y no el medio material; lo que no significa que los objetos, los estímulos no sean importantes, sino que significa que la relación que con ellos mantiene los niños está en gran parte mediada por la intervención de los adultos. Lo más interesante de un objeto cualquiera son las interacciones que el adulto y el niño mantienen en torno a él.

Chomsky y las 10 estrategias de manipulación mediática

El lingüista norteamericano Noam Chomsky elaboró la lista de las “Diez Estrategias de Manipulación” a través de los medios de comunicación masiva, que reproducimos aquí y que van desde la estrategia de la distracción, pasando por la estrategia de la gradualidad hasta mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
1. La estrategia de la distracción
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
Por Noam Chomsky
http://www.elciudadano.cl/2010/10/04/chomsky-y-las-10-estrategias-de-manipulacion-mediatica/

Elsa Punset, hija de Eduardo Punset , guia para navegantes emocionales



A menudo me he preguntado por qué los seres humanos solemos encerramos en una soledad hermética que tanto dificulta el contacto con los demás. Es una soledad compacta, trenzada con mimbres diversos que se entrelazan hasta formar una coraza resistente que nos aísla del mundo exterior. Los mimbres engordan con el paso de los años pero desde muy pronto ya están allí, supuestamente para protegernos de los demás. Desde que nacemos nos convencen de que somos muy diferentes de quienes nos rodean, como desde la infancia nos enseñan a desconfiar de nuestros sentimientos porque son supuestamente irracionales y por tanto potencialmente peligrosos; empieza la represión del sentir y la imposición del ego individual que nos otorga una determinada imagen- una protección- frente a los demás. Desde allí aprendemos a relacionarnos con el mundo con una mezcla de pudor- no mostramos nuestros verdaderos sentimientos por si molestan a los demás- y de desconfianza- cuanto menos mostremos de nosotros mismo, menos vulnerables seremos. Si la imagen tras la cual nos escondemos se parece poco a nuestro verdadero ser, la distancia que sentiremos de cara a los demás será muy grande. Entre ellos y nosotros mediará un abismo, aún cuando estemos a pocos metros de distancia.
Cuando somos niños, los adultos no parecen respetarnos demasiado: se nos dice implícitamente que tenemos que formarnos de acuerdo a sus indicaciones, porque somos imperfectos e ignorantes. Nuestro ego- la imagen de nosotros mismos que ofrecemos a los demás- se afianza así paulatinamente a imagen y semejanza de ellos, de aquellos adultos que nos rodean en casa, en la escuela y en la sociedad. Cada vez nos parecemos menos a nosotros mismos y nos confundimos más con la ropa con la que nos están vistiendo. Poco a poco desaparece el niño verdadero y emerge el adulto con coraza. Algún día llegamos a olvidar- casi- quienes éramos de verdad. Los demás tampoco podrán saberlo.
Convencidos de que no pueden confiar en sus sentimientos y de que su mente es todavía débil, los niños entregan su autoridad a los adultos que les rodean: padres, maestros, familiares, vecinos... Probablemente no dejarán ya de hacerlo jamás -siempre temerán que sus decisiones conscientes, y por supuesto su forma de sentir la vida, sus emociones, no sean las adecuadas. Les habremos convencido de ello desde la cuna. Cuando somos adultos, nos amoldamos a una sociedad jerarquizada en la que dependemos de la opinión de los demás para poder sentirnos cómodos con nuestras decisiones y nuestros sentimientos. Necesitamos la aprobación de los demás para sentirnos adecuados. Si seguimos las normas, recibiremos esta aprobación.
Cualquiera que se salga del engranaje emocional y social se sentirá abandonado a su suerte, sin necesitar siquiera la desaprobación explícita de los demás. Simplemente, sentirá que ya no pertenece al grupo y asociará este sentimiento con la desaprobación, es decir, con la exclusión del grupo. Y esto es muy difícil de sobrellevar, porque el desprecio de los demás, por razones evolutivas, suscita el miedo inconsciente a la muerte.
Así, los demás se convierten poco a poco en fuente de seguridad para nosotros, porque dependemos de su aprobación para todo. No nos relacionamos como iguales, sino como dependientes. No hemos aprendido a relacionarnos de forma sutil, a través de los sentimientos, las afinidades, las necesidades afectivas espontáneas. Reconocemos al otro según los símbolos materiales que exhibe, las ideas que expresa, los periódicos que lee o el tipo de coche que conduce. Según el grupo al que queremos pertenecer, debemos asimilar determinados símbolos de pertenencia. Poco a poco, reemplazamos los vínculos genuinos entre seres humanos, la simpatía o el amor que brotan de forma espontánea, por esos intercambios estructurados que nos ofrecen la seguridad de pertenencia a un grupo humano, a cambio de la aceptación de determinadas normas.
Cuando el teatro de las relaciones humanas se nos queda demasiado estrecho, nos ahogamos en nuestra soledad. Entonces quisiéramos romper las barreras que nos separan de los demás, pero nuestro entrenamiento de años nos lo pone muy difícil: el miedo al ridículo, al rechazo o a la incomprensión nos acota en nuestra soledad. Hemos aprendido a hablar para confundirnos, pero no para comunicarnos. De nuestros afectos disimulamos más de lo que mostramos, a veces por pudor, otras para no sentirnos vulnerables. A los demás les pasa lo mismo. Nos pasamos la vida esperando que el otro de el primer paso, pero probablemente tampoco sea capaz de darlo, porque pocas personas mantienen la capacidad de expresarse genuinamente. En la edad adulta, resulta muy difícil escapar de la expresión convencional y limitada de los sentimientos de amor y afecto. Nos censuramos automáticamente, a diario, casi sin darnos cuenta, y pagamos un alto precio a lo largo de una vida en soledad.
Queda el refugio del amor romántico. Allí aún sigue siendo aceptable regirse por motivos irracionales que escapan a la camisa de fuerza de lo aceptable. En la maraña de relaciones sociales estructuradas que nos rodean, el amor apasionado, supuestamente irracional, nos permite escapar de la prisión de nuestras mentes y tender un puente entre dos personas, sin palabras. Es un milagro frágil y efímero. Cuando ocurre, la mirada y el roce de la piel resultan mucho más elocuentes que las formas admitidas de relacionarnos socialmente.
http://blogalejandragodoyh.bligoo.com/content/view/591925/Elsa-Punset-hija-de-Eduardo-Punset-guia-para-navegantes-emocionales.html

Elsa Punset: 'Emocionalmente, terminamos muriendo de aburrimiento'

La escritora Elsa Punset.La escritora Elsa Punset.

ÁLVARO COLOMER
No cabe duda, de casta le viene al galgo. Elsa Punset es hija del célebre Eduard Punset y sus libros irradian la misma capacidad divulgativa que los de su progenitor. Experta en la aplicación de la inteligencia emocional y los procesos de aprendizaje, así como responsable de un programa pionero sobre aprendizaje social y emocional en la Universidad Camilo José Cela, Punset publica ahora 'Inocencia radical' (Ed. Aguilar), un libro didáctico que pretende mostrarnos un camino para recuperar la curiosidad y la confianza que todos poseíamos cuando éramos niños.
  • La pregunta inicial es obligatoria: ¿por qué perdemos la inocencia que nos domina durante la infancia y por qué 'migramos hacia la concesión y la tristeza', según afirma en su libro?
  • Tenemos un cerebro programado para sobrevivir. Es un instrumento tan complejo y sofisticado que, de forma inconsciente, tiende a armarse de razones y de defensas para estar siempre alerta. Su lema podría ser: 'La mejor defensa es un buen ataque'. Es como una estrategia preventiva que ocupa buena parte de su energía y que lastra la vida diaria con miedos variopintos. Pretender sobrevivir con este exceso de defensas nos obliga a opciones de vida muy controladas, donde caben pocos riesgos, pero también pocas emociones, poca pasión, pocas sorpresas. Creo que terminamos muriendo, emocionalmente, de aburrimiento.
  • Imaginemos un caso: un niño pierde la inocencia porque sus compañeros de clase le pegan, le insultan, le ningunean. ¿Cómo será su vida adulta?
  • Lo que pierde un niño acosado es la confianza en el resto del mundo. Una confianza que formaba parte de su inocencia, claro está. ¿Cómo será su vida adulta? Las personas ponen en marcha su capacidad de resiliencia (capacidad innata de superación de obstáculos) con base en un elemento muy claro: la afectividad. Un ejemplo: en diversos experimentos se ha comprobado que los niños que han estado en orfanatos y que han logrado salir adelante con más éxito no eran necesariamente los que tenían las circunstancias menos adversas, sino los que encontraban mayores muestras de afectividad en su entorno. Así que, si el niño acosado logra deshacer ese primer aprendizaje que le hace ver el mundo como un lugar inseguro y cruel podrá salir adelante. Pero si el entorno refuerza esa triste lección inicial, entonces se convertirá en un adulto desconfiado y retraído.
  • Esto no es un ejemplo, sino una realidad: una de cada cuatro mujeres toma antidepresivos. ¿Por qué?
  • Dentro de unos pocos años, la depresión será la primera causa de enfermedad en Europa y un 20% por ciento de la población mundial sufrirá una enfermedad mental discapacitante, según la Organización Mundial de la Salud. Son datos impactantes, y no se está haciendo casi nada en el campo de la prevención. Los colectivos más vulnerables están en primera línea de fuego de este abandono emocional. Entre ellos, las mujeres. Para encontrar un remedio a esto hay que indagar las causas de ese dolor emocional. Por ejemplo, conocemos dos elementos cruciales del bienestar emocional: control sobre la propia vida y afectividad. Así pues, debemos preguntarnos: ¿tienen las mujeres suficiente sentido de control sobre sus vidas? y ¿cómo viven la afectividad? La respuesta a estas preguntas podría implicar cambios notables en la educación de los niños y niñas, y en la organización social del trabajo.
  • Otro dato real: en determinadas disciplinas artísticas, como por ejemplo la literatura, hay muchísimos más hombres que mujeres. Se ha debatido mucho sobre los motivos de este desequilibrio y se han dado argumentos de todos los colores. A tenor de las teorías que usted esboza sobre la creatividad, ¿podemos encontrar alguna justificación a dicha diferencia?
  • Este debate ya no tiene sentido, a tenor de lo que hoy sabemos acerca del cerebro humano, un órgano sofisticado, plástico y dotado para la creatividad en ambos sexos. De modo que no existe una justificación genética. Pero las explicaciones de tipo social son evidentes: el poder del entorno sobre el individuo es tremendo, para bien o para mal. No hace falta recordar en qué condiciones han vivido las mujeres europeas durante los últimos siglos, ¿verdad? Ni tampoco cómo siguen malviviendo en una gran mayoría de países, ante el silencio y la indiferencia generalizada. Pero, sinceramente, lo previsible es que, dentro de 200 o 300 años, estas desigualdades se habrán diluido, convirtiéndose en anecdóticas. Al menos en las sociedades que hoy intentan aplicar criterios de igualdad.
  • El último ejemplo: una mujer tiene miedo, mucho miedo, al futuro. Cree que la despedirán, que no podrá pagar la hipoteca, que sus amigas la despreciarán, que su marido dejará de verla como a una mujer interesante... Esa misma noche, sale a cenar con su esposo, pero ella no disfruta del ambiente porque no puede dejar de tener miedo por su futuro. ¿Por qué se recrea esa mujer en las emociones negativas, en vez de focalizar sobre las positivas?
  • ¡Ah!, ésa es una trampa típica de un cerebro sofisticado, que no encuentra un cauce constructivo para la energía y las posibilidades que encierra. Tenemos una corteza cerebral muy desarrollada: es el lugar desde el cual soñamos, elucubramos, inventamos, decidimos, hablamos... Pero también es el lugar desde el cual tememos, dividimos el mundo en buenos y malos, excluimos, nos proyectamos en un futuro supuestamente peligroso. Hay que ayudar al cerebro miedoso para que logre expresar su caudal de energía de forma constructiva.
  • He leído por ahí que una de las grandes herencias que su padre le ha legado es la creencia de que las ideas pueden cambiar el mundo. Pero, ¿cree que el mundo, tan ajetreado como está, tiene tiempo para escuchar nuevas ideas?
  • La vida es fluida. Se nutre de energías muy diversas, que conforman un ecosistema siempre en movimiento. Nada es estático. Creo que una parte de nuestras vidas las dedicamos a la conservación y la explotación de recursos, pero la otra parte necesita cuestionar, crear, inventar o reinventar. Y eso se plasma no sólo en nuestras vidas individuales, sino en las estructuras sociales. No vivimos en un mundo impermeable, queramos o no, todo remueve y cambia. En vez de resistirse al cambio, resulta más constructivo formar parte de ese cambio de forma deliberada. http://www.elmundo.es/yodona/2009/11/19/actualidad/1258628157.html

¿Se puede vivir el presente?

relojes.jpg
El poeta e inmunólogo húngaro Miroslav Holub comenta que en el 73% de todos los poemas en alemán leídos en voz alta, los versos duran entre dos y tres segundos. Los poemas con versos más largos se leen con una ligera pausa inconsciente en medio de cada verso. “En este caso, nuestro yo dura tres segundos”, afirma.
Al parecer, dos o tres segundos es la duración sobre la que nuestra mente percibe los datos sensoriales recibidos como una experiencia única. Si no, ¿desde cuándo los relojes hacen tic-tac? Un reloj hace tic tic tic… Siempre el mismo sonido. Pero eso es lo que ocurre con los relojes de mesilla e noche; un gran reloj de pared hace tac, tac, tac… Aquí la duración entre los golpeteos es mayor aproximadamente a 3 segundos. En el de mesilla percibimos tic-tac si la duración es menor a esos 3 segundos e integramos dos tics en una única experiencia tic-tac.
Y no sólo eso. El ahora tiene sus problemas incluso en la lengua castellana. ¿Quién usa el presente, “yo bebo”? Nadie. Lo que hacemos es utilizar la perífrasis verbal “estoy comiendo”. En castellano el presente no existe. Por su parte, los psicólogos han intentado comprender lo que significa el ahora para nosotros en una serie de experimentos conocidos como el fenómeno phi.
En una habitación oscura se encuentran dos pequeños puntos luminosos, ligeramente separados, que se encienden y se apagan alternativamente cada 50 milisegundos y permanecen encendidos 150 milisegundos. Para los sujetos sometidos a la prueba, la situación se percibe como un único punto luminoso que se mueve de derecha a izquierda: el cerebro “rellena” de algún modo esos 50 milisegundos. Pero lo más fascinante es cuando los dos puntos tienen distinto color. Entonces lo que perciben es que el punto cambia bruscamente de color a mitad de la falsa trayectoria, e incluso algunos llegan a señalar con un puntero dónde lo hace.
La cuestión de qué es el presente, para poder decidir si se puede vivir el presente, es, en esencia, un problema de percepción del paso del tiempo. En el caso de la industria cinematográfica, que nos hace pasar una película por la realidad, el presente es cada fotograma de la bobina. Y como proyectan 25 en un segundo, el ahora dura 1/25 segundos.
http://masabadell.wordpress.com/2007/05/10/%C2%BFse-puede-vivir-el-presente/

una racha muuuuuuuuy mala


a perro flaco todo son pulgas,por si no tuviese bastante con la racha que llevo con la pierna
desde el dia 25 de noviembre en que me cai y me fracture el perone,he estado una semana malisima con gastroenteritis,y ahora me parto una muela estupendo
como me encuentro tan bien fisica y psicologicamente.tengo la pierna hinchada como una bota.  con edema hoy he empezado la rehabilitacion,y la  traumatologa dice que pasaran meses hasta que baje la hinchazon,con peligro de trombo por la mala circulacion. todo este tratamiento previo pago, ya que la seguridad social no a sido capaz ni de  ponerme una ferula  esta situacion me esta produciendo mucho estres, me siento culpable de que mi marido este sobrecargado de trabajo y por el desenbolso de dinero que tenemos que realizar por el tratamiento. y los problemas los descargo durmiendo. tengo  bruxismo y en temporadas como esta  que estoy pasando me cargo las piezas dentales que es un gusto.
para gastar mas dinero,para preocuparme mas,habeis tenido vosotros alguna racha  tan mala  como la que llevo yo aparte de la caida a principios de noviembre tuve un virus,lumbagia,dolor de riñones de origen desconocido,y por ultimo la caida, gastroenteritis,y rotura de una muela.creeis que es todo un cumulo de casualidades¿?

Las crisis individuales
por Gustavo Román Rodríguez


Juan busca ayuda médica de urgencia, pidiendo "tranquilizantes" para calmar los nervios. No ha podido conciliar el sueño desde hace dos semanas, cuando su esposa le dijo que no viviría más con él. El trastorno se precipitó ayer, cuando confirmó una pérdida económica importante en un negocio. "Estoy absolutamente fracasado". Está confundido, se queja de dificultad para respirar, de dolor abdominal. Cree que le va a dar un infarto o que se va a 'enloquecer'. Podríamos decir en una buena definición, que Juan está en "crisis". ¿Pero que es la "crisis"? ¿Es un signo de neurosis o de otra psicopatología?.

Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización emocional, caracterizado por la incapacidad del individuo para enfrentar una situación particular y obtener un resultado positivo o dar alguna solución al problema.

Todos los seres humanos estamos expuestos en ciertas ocasiones de nuestras vidas, a experimentar crisis, con mayor o menor perturbación emocional y mayor o menor bloqueo de las estrategias para enfrentarla.

El estado de crisis está limitado en tiempo (el equilibrio se recupera de 4 a 6 semanas) y casi siempre hay un suceso precipitante próximo. La resolución final de la crisis depende de numerosos factores, incluyendo la gravedad del suceso precipitante, los recursos personales del individuo (fuerza del Yo, experiencia con crisis anteriores) y los recursos sociales de que se disponga.


Los sucesos precipitantes son universalmente impactantes, de modo que casi siempre son capaces de precipitar una crisis: desde la muerte del cónyuge, la separación marital, la muerte súbita de un familiar cercano, lesiones personales o una enfermedad grave, un fracaso económico, un secuestro; hasta la jubilación, un embarazo, cambio de trabajo o de residencia, pueden generar situaciones de crisis.

Las primeramente anunciadas facilitan la crisis por sí mismas; las segundas deben contemplarse en el marco del desarrollo del individuo, y observarse lo que significa el suceso externo para la persona, en el contexto de su historia personal. También pueden darse las crisis en el desarrollo, relacionadas con el traslado de una etapa del crecimiento a otra (crisis de la adolescencia, crisis de la edad adulta o de la llegada a la vejez) : cada etapa del desarrollo se relaciona con ciertas tareas y adaptaciones, y cuando hay interferencia en su realización, es probable una crisis.

Uno de los aspectos más obvios de la crisis es el desequilibrio emocional grave, con sentimientos de cansancio y agotamiento, sentimientos de desamparo, sentimientos de confusión, síntomas físicos (palpitaciones, cefaleas, trastornos digestivos) ansiedad, insomnio, desorganización del funcionamiento laboral y en las relaciones familiares y sociales. Cuando un individuo siente que ya no es capaz de enfrentarse a la situación, y le parece que todo se va a acabar, como si ya no hubiera nada que defender, es cuando requiere la ayuda inmediata del especialista o experto que le encaminará a:
Explorar activa y racionalmente la situación; expresar sin reservas sus sentimientos; empezar a tolerar la fustración; pedir ayuda a otros cuando es necesario; jerarquizar los problemas, diferenciando lo urgente de lo importante y -trabajando con uno cada vez- buscando soluciones en ese orden.

Igualmente, tratar de dominar los sentimientos hasta donde se pueda, cuando interfieren en la búsqueda de las soluciones y ser flexible cuando se requiera.

Finalmente, confiar en sí mismo y en otras personas y tener un optimismo básico en los resultados.

En chino, el término "crisis" se compone de dos caracteres que significan peligro y oportunidad. Las crisis se contemplan como puentes decisivos entre los riesgos y las oportunidades. La resolución de una crisis empieza con la restauración del equilibrio emocional, al cual seguirán el dominio cognoscitivo de la situación, el desarrollo de estrategias de enfrentamiento, cambios de conducta y el uso apropiado de los recursos externos. Casi siempre esto conduce a una resolución positiva, que permitirá recuperar la confianza en sí mismo y un fortalecimiento para el futuro.



© Gustavo Román Rodríguez   ( Todos los derechos reservados por el autor )
  Preguntas, comentarios o referencias: roman@avan.net

http://www.mundolatino.org/saludmental/criindi.htm


Las crisis emocionales pueden predisponer a sufrir accidentes

Las crisis emocionales pueden predisponer a sufrir accidentesCasi siempre hay factores identificables que ayudaron a que eso ocurriera.
El accidentado que atribuye su accidente sólo a la "mala suerte" dificulta su recuperación y se torna propenso a recaer.
A los accidentes habría que dejar de darles ese nombre, dicen muchos expertos en el estudio de los accidentes, porque esa sola denominación parece invocar a los insondables caprichos del azar, a la mera fatalidad o al "desastre", palabra en la que fácilmente se advierte la remota pero implacable influencia de los astros; en suma: lo inmanejable.
El caso es que a medida que los accidentes -y las personas que se accidentan- van siendo estudiados, se advierte que casi siempre hay factores identificables que ayudaron a que eso ocurriera y que, lejos de todo supuesto designio sobrenatural del destino, pudieron haber sido evitados.
Quienes sufren de asma, psoriasis, úlcera péptica o alguna ora afección psicosomática puede reconocer muchas veces, en su propio cuerpo, que su problema de salud empeora cuando están pasando por un momento de mucha exigencia emocional. En este caso es el factor psíquico que, junto con factores ambientales, influye sobre una determinada predisposición genética. En el accidente, en cambio, la violencia se da en un choque con lo externo, viene "de afuera", pero, ¿cuánto influye "lo de adentro", el factor emocional, en la posibilidad de sufrir un accidente? De esto se ha ocupado el psicoanálisis, y particularmente en la Argentina. Lo han hecho a partir de las ideas de Freud, quien dio la pista enmarcando al accidente dentro del campo del "acto fallido".
Hoy cualquiera puede tener una idea de lo que es un acto fallido: algo que uno "no quiso" decir o hacer, pero que por algún motivo se terminó "colando" sin querer entre los dichos o los hechos. Y efectivamente, nadie se accidenta a propósito -esto debe quedar bien claro a fin de evitar visiones culpabilizadotas-, pero en el accidente existe, dicen los psicoanalistas, una intencionalidad: "Es una intencionalidad inconsciente", explica la licenciada Verónica Miranda, integrante del Centro de Investigaciones para la Prevención y el Estudio de los Accidentes (Cipea), "una necesidad del psiquismo de descargar un dolor excesivo en el acto de accidentarse". Dicho de otro modo, un accidente puede ser analizado como una vía de expresión, cuyo costo suele ser, por supuesto, demasiado alto.
Pensarlo al revés
En el área de Traumatología del hospital Fernández, por ejemplo, un grupo de profesionales visita a los pacientes internados, "no sólo para contenerlos ante el dolor posterior al accidente, sino también investigando junto al paciente la situación nueva por la que atraviesa", explica Miranda.
Pero además, la clave parece ser saber -y hacer que el paciente lo sepa también- qué circunstancias personales estaba atravesando la persona antes de sufrir el accidente: "Creemos que puede rescatarse el sentido de un accidente y de ese modo prevenir futuros accidentes".
Independientemente de la situación es estrés postraumático, que desde luego es importante, la cuestión aquí es hallar el trauma previo, ese dolor contenido que llevó a la persona a una descarga involuntaria en forma violenta a través de un "acto fallido": el accidente. Así como la persona con urticaria se rasca la piel hasta lastimarse cuando su angustia es muy intensa, un accidente grave puede ser el síntoma de un gran conflicto emocional.
Si bien el azar existe y cualquiera puede sufrir un accidente, la forma en que cada persona haya aprendido a manejarse con sus situaciones traumáticas pude hacerlo más propenso a sufrir accidentes. Esa "accidentofilia" se acentúa en los momentos de crisis personal y puede manifestarse en movimientos más "torpes", o en actitudes demasiado "confiadas" (conducir con menos cuidado, o bebido), o en la exposición a peligros innecesarios. Sin descartar que, como reconoce Miranda, "hay factores o elementos externos sociales que colaboran en la causación de accidentes, como ser la falta de contención y de protección con leyes claras".
Las lesiones en el deporte
En los deportes, donde por lo general todo el cuerpo se pone en acción, se manifiesta de forma bastante clara la relación entre el factor psíquico y la ocurrencia de accidentes, con sus particularidades: los factores
"Los movimientos que se ejecutan al realizar un deporte requieren una tensión muscular óptima, que se logra con una preparación tanto física como psicológica", explica el psiquiatra y psicoanalista Ricardo Rubinstein, miembro de la Asociación Psicoanalítica argentina. Las vivencias emocionales inciden en ese estado de preparación, tanto como las circunstancias propias del deporte, en especial si es de alta competencia: contra quién se juega, a qué nivel, frente a qué público, en qué torneo.
El temor, la ansiedad y la frustración, indica este especialista en deportes, inciden tanto sean conscientes como inconscientes: "Podrán variar el tono muscular produciendo hipo o hipertonías asincrónicas con lo que el jugador necesite realizar en ese momento". Lo que sucede entonces es que cada patada, cada golpe, cada movimiento, "resultará en áreas de mayor fragilidad o disposición a la lesión", especialmente en los deportes donde hay fricción con el adversario.
La mayor dificultad para expresarse frente a esas tensiones que implica el juego, explica Rubinstein, suele traducirse en calambres y en lesiones: "En los deportistas, las lesiones, muchas veces reiteradas, son la vía de expresión de una conflictiva que no encuentra otro modo de canalizarse, una forma de parar, de decir basta".
De modo que puede que haya algo a lo que quepa llamar "mala suerte", pero conocerse un poco más a sí mismo permite evitar, según parece, el ir ciegamente a su encuentro una y otra vez, si es que existe.
http://www.sinmordaza.com/noticia/67115-las-crisis-emocionales-pueden-predisponer-a-sufrir-accidentes.html