En cierta forma, es irónico, pero a todos nos pasa, en ocasiones cuando llega la crisis, se convierte en una cadena y cada eslabón trae una noticia poco agradable.
Todos los días tendremos problemas, situaciones y crisis, pero algunas de ellas no sabremos cómo manejarlas.  Entonces, qué puedes hacer:
  • Profundizar tu relación con Dios y sacar tiempo para estar a solas con Él, leer la palabra y comunicarte directamente al cielo.  Seguramente, en su tiempo, habrá una respuesta, sí, no o espera.
  • Leer un buen libro que hable sobre lo que estás viviendo y otros libros de motivación y que te ayuden a encontrar el ánimo que necesitas día a día.
  • Conversar con un buen amigo o una buena amiga.
  • Buscar la ayuda de un profesional de la conducta humana, si es necesario.
  • Sacar tiempo para ti, para hacer lo que te apasiona y quizás, habías olvidado.
  • Descansar…
  • Buscar ayuda financiera o legal; de un consejero matrimonial; de un médico especialista o una segunda opinión; según sea el caso.
  • Abrir tus ojos para ver más allá de tus circunstancias.
  • Cerrar los oidos a comentarios negativos o consejos que no aportan a tu bienestar.
  • Rodearte de gente que quiere lo mejor para ti y están dispuestos a ayudarte, hazlo, toma el teléfono, llama, dile cómo te sientes y comparte con ellos actividades para distraerte.
  • 
Son algunos consejitos que debemos recordar, porque en el momento de la crisis, de una prueba tras otra, es posible que nos turbemos, sintamos frustración, impotencia y la incertidumbre quiera apoderarse.
Pero, recuerda que tienes que pasar el examen, si no obtienes una buena calificación tendrás que repetirlo tarde o temprano.  Aprende de cada situación que parece o es negativa.  Busca el lado positivo de lo que te ocurre.  


esperanza, paz, amor, comprensión, solución
Hoy tienes una nueva oportunidad para comenzar.

 Sé que no es tan fácil como escribirlo o leerlo aquí. Requiere tolerancia y paciencia, y se nos hace bien difícil desarrollarlas.  Me confieso, yo también he tenido momentos así, pero todos los días la misericordia de Dios se renueva y tenemos una oportunidad para volver a comenzar, de manera que estemos alerta para cuando la crisis toque la puerta, no se pueda quedar, se vaya, aunque sea poco a poco.
 No te rindas, esa no es la opción.

Nota de la autora: Si este escrito tocó tu corazón deja un comentario, no sabes a quién le hace falta leer lo que compartas con nosotros. Y si conoces a alguien que esté pasando por situaciones así, envíale el escrito, publícalo en twitter, en facebook o cualquier otra red social.  Juntos podemos tocar la vida de alguien y cambiarla para siempre.
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Profa. Elizabeth Vargas