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Las Trampas del Pensamiento Emocional

Si hay algo que los abusadores y las abusadoras emocionales conocen muy bien, es cómo manejar las reacciones emocionales de sus víctimas.

Las víctimas adultas de abuso emocional, por lo general, suelen tener un pensamiento de tipo emocional. Y ¿qué queremos decir con un “pensamiento de tipo emocional”? El pensamiento emocional es el tipo de pensamiento que no suele ser crítico, más bien se basa en las emociones, no suele ser analítico, suele ser espontáneo y, en cierta medida, ingenuo.

Al igual que el pensamiento mágico de los niños, el pensamiento emocional no “razona”. El pensamiento emocional siente. Por consiguiente, la persona que piensa emocionalmente, suele reaccionar desde sus sentimientos, sin filtrar sus sentimientos y emociones por el tamiz de la razón.

Las personas que abusan emocionalmente de otras lo hacen a expensas de este tipo de pensamiento emocional que suelen exhibir las víctimas de abuso. Y la manera más segura de evitar el abuso emocional es comenzar a pensar de un modo “no emocional”, comenzar a desarrollar un pensamiento más crítico.

Por ejemplo, los niños, cuando son pequeños, suelen reaccionar desde sus sentimientos y emociones genuinas y primitivas (sin interferencia de la razón). Así, si se golpean con una silla, le dirán a la silla “mala, mala”, porque en su pensamiento emocional, “la silla es mala y los ha lastimado”. A medida que crecemos y maduramos, comprendemos que la silla sólo estaba allí y fuimos nosotros quienes nos la llevamos por delante. La silla no es ni mala ni buena. Nuestro pensamiento deja de ser emocional para ser más racional y lógico; congruente con nuestro desarrollo psicológico.

De la misma manera que los niños creen genuina, espontánea e ingenuamente cualquier promesa agradable que se les haga (sin medir si esa promesa es viable o no), las víctimas de abuso emocional suelen pensar de un modo bastante similar. Las víctimas de abuso emocional piensan desde sus emociones, sus esperanzas, sus anhelos y sus propias expectativas que el futuro será mejor, o más agradable, o más benévolo.

Si bien no está “mal” pensar de un modo positivo, a la hora de lidiar con abusadores emocionales es conveniente desarrollar un pensamiento más frío, más despojado de sentimientos y emociones. Aquí es dónde el pensamiento crítico se vuelve un recurso o una herramienta sumamente útil y entra en acción.

Si las víctimas de abuso emocional pudieran, por un minuto, “cerrar su corazón” y usaran solamente su cerebro, haciendo una evaluación lo más objetiva posible de su situación, es muy probable que logren una mayor claridad, en un tiempo relativamente corto. La persona que piensa críticamente -en lugar de pensar emocionalmente- evalúa la información que recibe, estudia los datos, analiza la situación desde una perspectiva diferente de la emocional, piensa con una mente mucho más abierta, reconoce y evalúa las posibles consecuencias de sus acciones y de las acciones de los demás; tiene en cuenta los supuestos, lo que se está dando por sentado en una situación determinada, etc.

Normalmente, las víctimas de abuso emocional suelen reaccionar espontáneamente. Rara vez pasan su respuesta o reacción por el filtro del pensamiento crítico. Cuando respondemos desde nuestras emociones, en lugar de responder desde nuestra razón, sólo estamos perpetuando el ciclo del abuso emocional. Continuamos jugando los juegos mentales de las personas que tienen la habilidad de abusar emocionalmente de otras.

El pensamiento crítico, a diferencia del pensamiento emocional, es un pensamiento maduro, de mejor calidad, es autodirigido (no reacciona como el abusador desea que reaccione), es auto disciplinado (uno responde cuando uno así lo decide, no cuándo el abusador lo desea), es autorregulado (no está bajo el control del abusador, sino bajo el propio control de uno mismo) y es auto corregido (uno decide si va a cometer un error o no, si va a corregir un error cometido o no, aprende de los errores, etc.)

A diferencia del pensamiento crítico, el pensamiento emocional no posee estas cualidades. Por lo general, suele dar las cosas por sentado y reacciona según los sentimientos y las emociones que afloran. Y allí es dónde está la trampa del pensamiento emocional. La reacción basada en las emociones es exactamente el tipo de reacción que el abusador emocional está esperando.

Las personas que abusan emocionalmente de otras saben qué botones internos presionar en sus víctimas para que afloren ciertas emociones específicas. Esto les permite a los abusadores, tener el control emocional de sus víctimas. Por consiguiente, cuando la víctima deja de responder desde su pensamiento emocional y se adueña de su propio pensamiento (comienza a usar el pensamiento crítico), el abusador pierde el control y la víctima recupera su poder personal.

El pensamiento crítico es, sin lugar a duda, una de las herramientas más poderosas para prevenir y solucionar el problema del abuso emocional.