MANEJO DE PROBLEMAS EMOCIONALES EN UNA TERAPIA DIRECTA


MANEJO DE PROBLEMAS EMOCIONALES EN UNA TERAPIA DIRECTA


Puede que usted haya iniciado yá una terapia directa con un psicólogo o psiquiatra, sea esta una terapia psicológica de corte cognitivo , un tratamiento más basado en la medicación u otro tipo de terapia. Sea cual fuera el caso, en estas terapias "en vivo" pueden aparecer una serie de problemas o fenómenos que los expertos llaman de la "relación terapeútica".

La relación terapeutica se refiere a la relación del paciente con su terapeuta, que conlleva aspectos emocionales (los sentimientos que despiertan en ambos la otra persona y su conducta) y no emocionales (información, consejos técnicos..etc). Ambos aspectos van unidos, y separarlos es algo artificial. Una buena relación terapeutica suele favorecer el tratamiento, y una mala relación terapeutica entorpecerlo. La inmensa mayoria de los psicólogos y psiquiatras están de acuerdo en que manejar la relación terapeutica y favorecerla hacia las metas de la terapia es un componente fundamental, con frecuencia el que más, en la consecución de resultados adecuados para el tratamiento. Y esto también es valido para el tratamiento médico de otras especialidades distintas a la psiquiatría como para la medicina general .

Sin embargo a lo largo de una terapia pueden surgir fuertes sentimientos en el terapeuta o en el paciente, positivos y negativos, que si no son bien abordados pueden entorpecer el tratamiento. Además es frecuente que el paciente no sea consciente de las causas de los mismos (a veces también el terapeuta) y se deje llevar por ellos de manera inadecuada. A estos fenómenos se le ha llamado tradicionalmente "transferencia" (sentimientos positivos o negativos hacia el terapeuta ) y "contratransferencia" (sentimientos positivos o negativos hacia el paciente por parte del terapeuta).
Desde el punto de vista cognitivo, cuando parecen estos sentimientos y tiene un caracter intenso, suele ser un reflejo de determinados pensamientos automáticos y significados personales que ambos protagonistas tienen mutuamente del otro (paciente y terapeuta) .Como este libro va dirigido a potenciales pacientes, y no tanto a terapeutas (aunque podria darse el caso), veamos cuales suelen ser los pensamientos automáticos y creencias que pueden generar unos sentimientos intensos hacia el terapeuta, y su manejo desde la terapia cognitiva.Consideramos como sentimientos intensos a la irritación repetitiva hacia el terapeuta , un tenor intenso hacia el mismo,sentimientos de verguenza extremos, una simpatia extrema hacia el mismo, el enamoramiento hacia él, el "endiosamiento" del terapeuta..etc.

Usted puede utilizar el autorregistro expuesto enn otros capitulos y anotar sus reacciones emocionales intensas hacia su terapeuta, detectar la situación desencadenante, los pensamientos automáticos, la conducta y las creencias personales a la base, y aplicar los métodos cognitivos para revisar estas experiencias .

A continuación presentamos una lista de pensamientos automáticos que pueden tener los pacientes hacia su terapeuta, y que puede generarles problemas con este o con la terapia. Apuntamos también posibles soluciones (Ellis, 1983; Beck,1979) :


1-"Debo de cambiar perfectamente, y soy un paciente despreciable si no lo hago asi. Seguro que el terapeuta me considerará indigno si no consigo eso".
Respuesta: La terapia suele producir cambios graduales e imperfectos. En general pequeños, pero importantes cambios imperfectos, suele ser suficiente. El terapeuta también le ayudará lo mejor que sepa, de manera imperfecta. Revele este temor a su terapeuta, es muy probable que no le dé ese dramatismo que usted espera.

2-"El terapeuta debe ayudarme a cambiar, y si no lo hace es una persona despreciable".
Respuesta: El terapeuta le indicará como trabajar determinados aspectos. Usted tendrá también su parte de responsabilidad en ese cambio, la más importante. Su terapeuta como ser imperfecto que és puede cometer errores, de hecho antes o después le "pillará " usted en alguno.Comunique a su terapeuta que cambios desea, y como piensa conseguirlo, intente llegar a un acuerdo común en este punto, o exprese de manera directa sus dudas y opiniones; e intente de escuchar las del terapeuta.

3-"El terapeuta y yo no nos ponemos de acuerdo. Esto no funcionará".
Respuesta: Usted tiene derecho a sus propias opiniones de las cosas. Usted no tiene por qué compartir el punto de vista de su terapeuta. Intente escuchar los puntos de vista de su terapeuta, y si pueden serle de utilidad. Un minimo acuerdo puede ser suficiente. Si aún asi , no existe ese minimo acuedo, expreelo a su terapeuta; este puede aconsejarle otro terapeuta que quizás comparta más con usted su visión de las cosas.

4-"Mi terapeuta se parece mucho a mi padre o madre y eso me afecta de manera extrema". Respuesta: Es poco probable que su terapeuta se parezca a estas personas. Mas bién usted tendrá pensamientos automáticos parecidos a los que tenia con esas personas y tenderá a responder de manera parecida a como lo hacia con aquellos. Si usted revisa sus pensamientos automaticos comprobará que su terapeua y su padres se pueden parecer en ciertas cosas pero que no son esa "calcamonia" que usted vé inicialmente.

5-"El terapeuta me resulta demasiado atractivo o demasiado repulsivo y eso me lleva a seguir más o menos tiempo con él".
Respuesta: Usted puede llevar razón en esto, no necesariamente tiene por qué estar malinterpretando la situación. Sin embargo es preferible centrarse en abordar los problemas emocionales , y a veces expresar estos sentimientos con honestidad. Su terapeuta le puede resultar feo o guapo, agradable o serio, y a pesar de ello resultarle de ayuda, siempre que usted y el aclaren este punto de manera franca . Ambos pueden revisar si esa experiencia es distorsionada (p.e una persona que le escucha, es amable y no le critica como otras, puede aumentar su atractivo, haciendo que usted "fantasee con él ") o tiene una base real; y si esa experiencia ayuda o interfiere con los objetivos de la terapia.

6-"El terapeuta me critica mi conducta y eso me desagrada".
Respuesta: Aunque los terapeutas están formados en responder de manera aceptante y no hostil o descalificadora hacia sus pacientes, a veces se "descontrolan" y son hostiles o descalificadores con sus pacientes. En este caso haria usted bién en expresar su enojo por ello. Si el terapeuta asume una actitud honesta y comprensiva, no tendrá excesivos problemas en reconocer su propia responsabilidad. A veces este hecho puede cambiar el rumbo de una rerapia hacia un rápido progreso. También puede darse el caso de que usted "vea guigantes donde solo hay molinos de viento". Recuerde revise sus pensamientos automáticos y creencias personales.

7-"Si el terapeuta se entera de que tengo estos deseos o pensamientos me rechazará (p.e atracción sexual hacia mi madre)".
Respuesta: El terapeuta suele estar acostumbrado a escuchar muchas de estas experiencias que no sin habladas con los amigos o familiares habituales. En cierto modo es un "confesor" y está obligado por el "secreto profesional" (lo que usted le cuente es sagrado, y no podrá ser revelado sin su consentimiento). Es poco probable que se escandalice o critique por estas cosas.

8-"Tengo que ser independiente y evitar que el terapeuta me diga lo que tengo o no que hacer".
Respuesta: Usted tiene derecho a sus propias decisiones. Expongalas al terapeuta. Este le sugerirá otras posibles; es poco probable que le imponga sus decisones. Una terapia es una colaboración, y la dependencia o independencia una cuestión de grado, segun el caso. No toda dependencia o independencia es buena o mala de por si (p.e ¿Es negativo que una persona muy impedida fisicamente se valga de ayuda de muletas y otros artilugios para realizar sus funciones?).

9-"Mi terapeuta es maravilloso y me resolverá mis problemas".
Respuesta: Decir que alguién es maravilloso es idealizarlo. Antes o después esa persona no responderá a algun deseo personal y pasará a ser "horrible y despereciable". Este es el efecto de etiquetar a las personas. Caundo usted comience a pensar "mi terapeuta es maravilloso", "mi terapeuta es horrible", etc..estará usted "endiosando " o "endemoniando" a su terapeuta. Los efectos en usted son emociones intensas que le van a interferir en la terapia de manera negativa a largo plazo. ¿Acaso alguno de su idolos de juventud (cantante, actor, etc..) le fué de mucha ayuda para resolver problemas emocionales, o para mejorar sus relaciones personales con otros?. Es posible, pero poco probable. Seguro que su terapeuta tendrá aspectos que no cuadren con su etiqueta, intente captarlos, lo conseguirá. Además todo cambio que no realice usted por si mismo, al menos en parte, no le será de mucha ayuda para confiar en sus propios recursos personales.

Aquí solo se han recogido algunas de las reacciones emocionales que puede tener un paciente hacia su terapeuta. Seria imposible ponerla todas, pues son propias de cada persona y de cada relación terapeutica. La idea central es que si usted se encuentra en una terapia y tiene sentimientos intensos hacia su terapeuta y la terapia que parecen apartarle de sus objetivos de mejorar sus sentimientos de malestar, puede utilizar los mismos métodos cognitivos que hemos expuesto en esta obra para abordar otros problemas . Revelar además estos sentimientos a su terapeuta, si adquieren un caracter repetitivo e intenso, puede formar una parte muy importante de la terapia, y mejorar la misma.

No se trata de que usted tenga que contarle o confesarle a su terapeuta de manera compulsiva "sus malos o buenos pensamientos y sentimientos", como si estuviera obligado a ello. Usted tiene derecho a su propia intimidad y a decidir que revelar o no. Tan solo en el caso de que usted decida que aparecen unos sentimientos intensos que le están apartando de los objetivos iniciales de la terapia, y que desea hacerlo, sin presión alguna,encontrará la ocasión para ello.

Un paciente preguntó a su terapeuta si debia de contar sus relaciones intimas sexuales con su pareja, sin que este inicialmente le hubiera preguntado al respecto de este tema. El terapeuta quizás sospechó que hay habia un tema importante al que el paciente parecia poner ciertos limites. Sin embargo no presionó a su paciente sobre este tema . Se limitó a responder: "Usted tiene derecho a decidir que tema es importante para usted, de que desea hablar o nó". Prefirió esperar, sin coaccionar a su paciente, si hay habia o nó un tema importante para el propio paciente.