testimonio antonito


fuente:foro de psicologia directa
http://www.foroswebgratis.com/tema-rastorno_obsesivo_compulsivo_toc-104822-908811.htm
Hola a todos, esta es mi super historia:

Con apenas 7 años (desde que tengo recuerdo), ya hacía cosas raras.

A veces entraba a mi habitación pero no me quedaba a gusto y tenía que salir y entrar de nuevo varias veces mientras pensaba algo positivo. Si al entrar pensaba algo que no me gustaba tenía que salir y entrar de nuevo. También lo complicaba aún más añadiendo que antes de entrar tenía que tocar el marco de la puerta o mirar a tal o cual cosa. A veces tenia que repetirlo hasta 10 veces! Y acababa agotado.

Otras veces yo hacía una acción, por ejemplo pegar una pegatina o clavar una chincheta, pero si cuando lo hacía me asaltaba una imagen negativa a la mente, tenía que arrancarlo y volverlo a pegar. He llegado a arruinar cosas de tanto pegar y despegar para intentar “hacerlo bien”

También tuve una época de niño que después de ver un documental en la TV sobre unos homosexuales, me entró un pánico terrible sobre ser homosexual. Algo dentro de tu mente te castiga y te humilla diciéndote que te gusta algo cuando no es verdad. (me refiero a ideas, no voces. Las voces ya son síntomas de un desequilibrio mayor) Por supuesto mi sexualidad es totalmente heterosexual y simplemente no volví a permitir a mi mente que me humille de esa manera.

Otro síntoma era que cuando estaba con alguien, esa misma idea humillante me hacía imaginar “que pasaría si le escupo o le insulto”. Esto era mas intenso si estabas frente a alguien importante como un profesor, sacerdote, etc. Por supuesto nunca hacía nada pero la sola idea de pensar algo que sabía que estaba mal, me ponía en una tensión enorme y no podía concentrarme en lo que la otra persona me decía. La mente intenta imaginar las cosas más retorcidas de las que es capaz y eso nos provoca una vergüenza enorme, aunque no hayas hecho nada.

Por supuesto también he padecido las típicas manías de repetir cerrar el coche o la casa o la nevera hasta el cansancio. Llegué a dañar la cerradura de mi coche de tantas comprobaciones. Ahora lo que hago es concentrarme mucho a la hora de hacerlo para así no tener que volver a comprobar 20 veces.

Lo que cuentan muchos de desear la muerte de alguien conocido o querido es verdad, pero yo creo que es parecido a lo del impulso de hacer algo prohibido como insultar o escupir, en realidad no lo deseas y te enfadas cuando tu mente empieza a intentar imaginar lo que sentirías si eso se hiciese realidad. El miedo descontrolado a hacer algo malo o impropio, es lo que hace que la mente se llene de morbo mezclado con vergüenza y aumentes las imaginaciones retorcidas.

Lo de escupir fue una de las manías mas agotadoras. Cada vez que pensaba, hablaba, escuchaba o veía algo negativo, tenía que “expulsarlo” escupiendo. No es agradable recrear el Mar muerto en miniatura bajo tus pies cada vez que te sientas con los amigos en la calle. Cuando veía en la tele una película que básicamente todo era negativo, directamente aguantaba escupir hasta que tenia que ir al baño para liberar tamaña presa. En un intento por frenar tan entupida necesidad, opté por no escupir sino limpiarme apenas una gotita sobre los hombros. Pero con esta súper técnica al poco tiempo parecía que era un General de la armada y llevaba los galones colgados en los hombros.

Por supuesto he tenido además todos los tics nerviosos del mundo: pestañear con fuerza, rascarme el entrecejo, crujirme los dedos de las manos, hacer movimientos bruscos y diminutos con la cabeza, mirar para atrás, etc..etc...etc.

Actualmente gracias a Dios he podido poco a poco salir de todo esto. De niño fue peor, pero en la edad adulta yo mismo he decidido curarme personalmente.



Antes de saber que esto se llamaba “TOC”, creía que estaba loco o que espiritualmente era una piltrafa humana. De manera que intenté pensar que Dios me acepta tal y como soy y que mi deber, ya que nací con esto, es superarlo y vencerlo.



Después de conocer que lo que tengo se llama “TOC” me siento muy aliviado, ahora comprendo que la mente, por una carencia de “serotonina” sufre una ansiedad recurrente que literalmente la encarcela en una serie de acciones o pensamientos insistentes.



En pocas palabras, la ansiedad recurrente hace que tu mente degenere en acciones tontas, que se convierten en auténticos rituales de vida o muerte. También provoca que lo que a una persona “normal” no se le pase por la cabeza, a ti si se te pase por el simple hecho de ser escabroso o humillante. La culpabilidad que esto nos produce nos obliga a aumentar las manías físicas para “contrarrestar el mal”..y así sucesivamente.



La buena noticia es que sabiendo esta causa, si podemos ser capaces de frenar en seco cualquier manía. Ya que la anomalía de serotonina no nos priva del pensamiento lógico, sino que únicamente genera ansiedad recurrente. En pocas palabras, ¿habéis visto alguna vez un pobre perro enjaulado dando vueltas sobre si mismo de forma compulsiva, o un loro golpearse la cabeza contra la jaula hasta desplumarse? Es el mismo principio, la ansiedad provoca reacciones cíclicas, normalmente autodestrucctivas, humillantes o autolesionantes.



A este respecto, leí en internet a un rabino cabalista que explicaba que el “espíritu del mal o el espíritu de la tentación” fuerzan a las personas a realizar o a pensar cosas desagradables o vergonzosas. Explica también que este hecho es común en la naturaleza del ser humano y que no deben las personas sentirse inferiores o diferentes. Dice que como seres humanos que somos, venimos a este mundo a corregir nuestros defectos y que eso debe de ser nuestro único objetivo. Ante Dios no seremos dignos porque tengamos o no tengamos manías físicas o tentaciones pseudo homosexuales irreales, sino que seremos dignos en la medida que nos sobrepongamos a ellas y luchemos por recuperar nuestro equilibrio y los buenos pensamientos.



Seguro que la medicina tiene una buena solución química para nuestro “pequeño” problema, pero yo no descartaría la solución más sensata, que es la de la elevación espiritual para corregir todos nuestros defectos naturales.



Ahora que sabes lo que te pasa, simplemente no hagas todo aquello que el impulso te exige.



Como creación de Dios, tu deber no es ser perfecto de nacimiento, sino perfeccionarte con TU ESFUERZO día a día.



Nadie en el mundo está obligado a ser malo ni indecente, la perfección es el camino mismo de intentar ser mejores. El solo hecho de intentar superarlo, te convierte en una persona decente!.



Tú eres el único dueño de tus acciones y si algo en tu mentete intenta avergonzar haciendo o pensando cosas que te hacen sentir culpable,simplemente REVELATE! ESTAS EN TU DERECHO DE CORREGIRTE Y DIOS ESPERA QUE LOHAGAS!!



P.D: Perdonadme ateos, agnosticos o científicos, pero yo si creo en Dios y creo que es necesario que la gente conozca el lado espiritual de sus problemas. Como todos vamos a morir algún día, supongo que podremos hacer una apuesta! :)