LA PERSONALIDAD





7. LA PERSONALIDAD


•Definición

-concepto coloquial: dominancia y originalidad. (es autónomo, nos e deja influir, carácter fuerte)

La personalidad se entiende como algo cuantitativo

-concepto psicológico: no hay grados y no es cuantitativo.

Es el conjunto de cualidades que definen a un individuo, que es lo que permite diferenciarnos de los demás.

objetivo de los psicólogos:

1-definir las cualidades

2-qué es lo que más influye (ambiente/genético)

3-cómo evolucionan esas cualidades

4-qué cualidades son normales y cuales no

•De donde procede el término personalidad

Viene del latín persona y del griego prosopon=mascara. Por lo cual los animales carecen de ello.

•Definición más usada o aceptada por las escuelas

Gordon Allpert: dice que es la suma de un factor biológico con uno psicológico

Dice que la personalidad es un compuesto de temperamento y carácter.

El temperamento: disposición afectiva de cada sujeto, determina las reacciones afectivas

(determinado genéticamente)

El carácter: conjunto de hábitos que vamos adquiriendo a lo largo de la vida, son susceptibles de consideración moral, es decir, se les puede juzgar.

◦AMBIENTALISTAS

Defienden que el carácter está determinado por el ambiente realizan pruebas psicometricas.

En la personalidad no influyen los factores genéticos sino no ambientales

◦GENETISTAS

Realizan estudios sobre personas “aventureros” y descubren que la gente que realiza deportes de riesgo, aventura… tiene un gen más desarrollado (D4)

También se hacen estudios con enfermos de alzehimer, que generan poca dopamina y también tienes los genes iguales.

•Características

1-no se observa directamente

2-la personalidad no es la conducta aislada, sino la conducta habitual

3-es una combinación del factor genético y ambiental

4-es única e irrepetible

5-no es rígida ni permanente

*Goethe dice en “máximas y reflexiones” que a cada edad le pertenece una filosofía distinta:

-NIÑEZ: realismo (él cree que su visión de la realidad es la verdadera)

-JUVENTUD: idealismo (nos daos cuenta de cómo no es la realidad y de cómo debería de ser)

-ADULTA: especticismo (apatía por no haber hecho nada para mejorar la realidad)

-VEJEZ: misticismo (búsqueda de respuestas alternativas a la realidad) y conformismo.


Se distinguen dos tipos de personalidad

-Personalidad madura: Desarrollo pleno de las cualidades. Desarrollamos una identidad.

-Personalidad inmadura: No tiene una identidad definida. Esto se debe a la sobreprotección

•Teorías

Todas las teorías de la personalidad tienen 3 cosas en común:

-Definir la personalidad

-Establecer el grado de influencia ambiental y genética

-Explicar por qué cada individuo se comporta diferente ante la misma situación y decir si ese comportamiento es normal.

•TIPOLOGÍAS

Consiste en clasificar a los individuos en tipos.

Tipo: clase de individuo con cualidades en común.

La primera tipología data del siglo V A.C. y la desarrolla Hipócrates. Desarrolla la teoría de los humores o fluidos. Según él el cuerpo esta conformado por 4 fluidos:

1-Sangre personalidad sanguínea apasionado

2-Linfa (parte de la sangre) personalidad flemática apático

3-Bilis amarilla personalidad colérica cólera

4-Bilis negra personalidad melancólica melancolía

◦TEORIAS TIPOLÓGICAS MODERNAS

◦DE DOS TIPOS:

*Psicológicos

Tipo: persona que presenta un conjunto de cualidades psicológicas que les distinguen entre si. Eysenck distingue 2 dimensiones de la personalidad:

-1-estabilidad/inestabilidad

-2-extroversion/introversión

De ahí se desarrollan 4 tipos de personalidad dependiendo de la combinación:

-estable-extrovertida

-estable-introvertida

-inestable-extrovertida psicópatas e histéricos

-inestable-introvertida ansiosos y obsesivos.

*Morfológicos o constitucionales

Plantean que el aspecto físico determina la personalidad.

La teoría mas conocida es la de Sheldon:

-Endomorfo (sociable, gordito…)

-Ectomorfo (agresivo, musculoso…)

-Mesomorfo (tímido, delgado…)

◦PSICOANLISIS:
Sigmund Freud psiquiatra

Trató a personas con histeria estaba relacionado con las mujeres (brujería…)

Histeria: término griego “hystera”=útero.

La histeria da lugar a convulsiones, sonambulismo, desvanecimientos, pérdidas de visión, parálisis de algún miembro del cuerpo, amnesia, problemas digestivos, pérdidas de oído…

Freud: La histeria es un orden disociativo (trastorno de personalidad/separación) acompañado de síntomas físicos.

Freud trabajo junto a Josef Brever pero se separaron cuando Freud dijo que todo lo explica el sexo. Según él, la histeria se debe a procesos inconscientes, problema mental que se manifiesta mediante síntomas físicos.

Utiliza la hipnosis como método de cura de la histeria. Esto consiste en el paso del inconsciente al consciente. Una vez esté el problema en el consciente, se cura.

*Pruebas con Ana O.* (brazo paralizado por la histeria porque sueña que una serpiente esta ahorcando a su padre y cuando va a cogerla descubre que es su propia mano, mediante la hipnosis se descubre que tiene un sentimiento de hostilidad hacia su padre)

Pero no todo el mundo puede ser hipnotizado, por lo que este método se abandona y se pasa a emplear la libre asociación, la cual va a dar lugar al psicoanálisis.

El psicoanalista hace hablar al paciente sobre varios temas, pero llega un momento en el que al paciente le cuesta expresarse, se calla… es un mecanismo de defensa o censura.

El sentimiento reprimido quiere salir y se representa en síntomas neuróticos fobias y síntomas de histeria.

*Fases del proceso de psicoanálisis

◦PRIMERAS FASES

1º-Torpe

2º-empieza a disfrutar

3º-antipatía

◦TRANSFERENCIA

Proceso psicológico por el cual los sentimientos positivos que le produce una persona les proyecta sobre otra.

◦TRANSFERENCIA NEGATIVA

◦PARTICIPACION DEL PSICOANALISTA

El psicoanalista interpreta lo que le ha contado el paciente.

■ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD

Distingue 3 ámbitos de la mente:

*Consciente

Todo el material (sentimientos, pensamientos…) que se puede expresar verbalmente o no

*Preconsciente

Todo el material que no son conscientes pero se pueden recuperar.

*Inconsciente

Todo el material que no se puede recuperar (está reprimido o censurado). Se manifiesta de manera simbólica a través de los sueños o síntomas neuróticos. Es el ámbito más importante

Freud dice que la mente es como un iceberg, el pico visible es el consciente y todo lo demás el inconsciente, por lo cual solo vemos una parte mínima de la personalidad.

5. Partes de la personalidad

Se distinguen 3 partes:

*Ello

Es plenamente inconsciente. Es la primera parte de la personalidad nacimiento. Es independiente de la realidad, es decir, no tiene ninguna conexión con ella.

*Ego/yo

Opera parcialmente en los tres ámbitos (consciente, preconsciente e inconsciente)

Se deriva con el desarrollo. Media entre las pulsiones del “ello” y de la realidad.

Principio de realidad Retrata de satisfacer racionalmente las demandas pulsionales del ellos de la mejor manera posible y en el mejor momento posible. Supervisa al “ello”

*Superego/superyo

“guardián moral”. Se intenta satisfacer racionalmente las demandas de “ego” amenazándole para que actúe bien. (sentimiento de culpabilidad...)

Se interioriza la moral familiar prohibiciones e inhibiciones familiares.

Se trata de una interiorización inconsciente, pero la manera de actuar va a ser consciente o no consciente (sentimiento de vergüenza, de culpa).

-Si prima el “ello”: persona egoísta que solo busca satisfacer sus placeres debido a la no interiorización de la moral y a la poca educación familiar.

-Si prima el “superego”: persona de moral exagerada “juez castigador”. Culpa vergüenza…

◦Etapas de desarrollo de la personalidad

La clave es el instinto sexual (Eros) placer que produce cualquier zona del cuerpo.

No siempre le va a dar placer la misma parte, sino que esto va a variar a lo largo del tiempo.

Freud distingue 5 fases en función de la edad (la edad determina el desarrollo de la personalidad)

-Común a todas: si se satisface demasiado o te frustra se produce frustración

Libido (energía sexual) es un líquido que se queda en el lugar donde se produce la satisfacción esto se llama fijación.

Consecuencias: sexualidad inadecuada o ciertas cualidades de la personalidad.

■5 fases psicosexuales(BUCAL, ANAL, FÁLICA, LATENTE Y GENITAL)


◦BUCAL
12-18 MESES

*Placer: todo lo relacionado con la boca lengua, labios, dientes, boca, morder y masticar

-Exceso: consecuencias en la personalidad personalidad muy simple, excesivamente optimista, necesidad de recurrir a los demás para satisfacer tus placeres (dependista)

-Frustración: agresiones bucales/orales persona sarcástica e irónica con tendencia a discutir

◦ANAL
18 MESES-3 AÑOS

*Placer: ano expulsando o reteniendo heces. Los padres van regulando esto enseñándoles a ir al baño

-Exceso: si no se soluciona bien se produce frustración en el niño, lo que hace que castigue haciéndolo en cualquier sitio y cuando quiere. Fijación etapa anal. personalidad cruel, destructiva y ordenado.

-Frustracion: retención de heces personalidad: avaro, tacaño, terco, excesivamente ordenado y meticuloso

◦FÁLICA
3-6 AÑOS

*Placer: genitales masturbación (no consiguen la eyaculación ni los orgasmos)

-Complejo de Edipo: Atracción sexual de un niño hacia su madre y odio hacia el padre ya que le ve como un rival.

El niño se da cuenta de que no va a conseguir lo que desea porque es imposible asi que va a reprimir ese deseo por temor a que sus padres lo descubran.

Jang llama al inverso complejo de Electra

-Complejo de Electra: Atracción sexual de una niña hacia su padre.

-solución positiva: Freud dice que todos pasamos por esta etapa y que suele solucionarse bien. Se soluciona a traves de la identificación con el progenitor del mismo sexo (entablar mejor relación)

-solución negativa: puede ser

■Frustración positiva

Reprimir excesivamente sueños, problemas neuróticos, con la pareja…

■Satisfacción excesiva

Fantasear excesivamente, no se llega a identificar con el progenitor.

Da lugar en la edad adulta:

-hombres: sexualidad inmadura. Menosprecio hacia las mujeres, enorgullecimiento de las relaciones sexuales…

-mujeres: coquetería y promiscuidad.

-ambos: sentimiento de inutilidad, bajo autoestima, timidez, dependencia…

◦LATENTE
6-12 AÑOS

En esta etapa desaparecen los deseos sexuales debido a la represion de los deseos sexuales hacia los padres y ya no hay interes por las actividades sexuales.

Pueden jugar los niños y niñas sin un interes sexual.

Aprendizaje social

Desarrollo de la conciencia

◦GENITAL

12+ (PUBERTAD)

*Placer: genitales En esta etapa surge de nuevo el deseo sexual. Ahora el sujeto puede satisfacer las necesidades sexuales que antes no podia durante la etapa falica.

Masturbación y relaciones sexuales sexualidad inmadura (interes por el propio placer) obsesion.

En adultos esto cambia y se produce una sexualidad con responsabilidad y respeto, preocupación por el placer de la pareja antes que la tuya. Sexualidad madura.

En esta etapa no se puede solucionar el complejo de Edipo/Electra (en el caso de que siguiera permaneciendo)

◦Evolución de la teoria freudiana

*Criticas:

◦No es una teoría cientifica

◦Importancia excesiva del sexo

◦Todo se explica mediante instintos

◦Abusos sexuales (dice que no son abusos sexuales, si no invenciones del sujeto de lo que le gustaria que pasara debido al complejo de Edipo/Electra)

◦Teoría partiendo de enfermos mentales

*Reconocimientos:

◦Descubrimiento del inconsciente

◦Importancia de la infancia en el desarrollo de la edad adulta

◦Elimina muchos tabúes acerca del sexo

◦Psicoanalisis como terapia (el unico problema es que la terapia es muy larga y cara, no sirve para enfermedades mentales graves e implica que el paciente quiera curarse)
http://html.rincondelvago.com/personalidad_12.html

mis mejores deseos para esta navidad


fuenteclott
http://clott.blogcindario.com/usuarios/4200873-clott.html
MIS MEJORES DESEOS
PARA ESTA NAVIDAD SON:
UN CORAZÓN FUERTE
Y LUCHADOR,
PERO SENSIBLE A LA VEZ....



UN ALMA NOBLE Y
SENCILLA PERO VALIENTE
ANTE LA VIDA.



UN TRABAJO ESTABLE
PERO LLENO DE RETOS
Y METAS...



MUCHA SALUD
Y QUE SEPAS EL,
VALOR...
QUE TIENE POSEERLA...



QUE TUS METAS
ALCANZES, PERO
LOGRARLAS CON
ESFUERZO...



QUE ESTA NAVIDAD
SE CONVIERTA...
CADA DESEO EN FLOR,
CADA DOLOR EN,
ESTRELLA.


CADA LÁGRIMA EN
SONRISA...
CADA CORAZÓN EN
DULCE MORADA.


Y UN HOGAR MUY FELIZ
DÓNDE REINE LA PAZ
Y SOBRE TODO LLENO
DE AMOR.



¡FELIZ NAVIDAD!

Relacionan el trastorno obsesivo compulsivo con algunos síntomas en la infancia


Relacionan el trastorno obsesivo compulsivo con algunos
síntomas en la infancia
Un equipo liderado por el investigador del Departamento de Psiquiatría y de Medicina Legal de
la UAB Miguel Ángel Fullana, psicólogo del Instituto de Atención Psiquiátrica del Hospital del Mar e investigador del
King's College Institute of Psychiatry de Londres, ha realizado el primer estudio que relaciona los síntomas obsesivos
y los rituales compulsivos en la infancia con el riesgo de sufrir un trastorno obsesivo compulsivo en la edad adulta.
Una de las principales conclusiones de la investigación es que tener obsesiones y rituales compulsivos reiterados en
la infancia aumenta notablemente este riesgo.

La investigación se ha hecho a partir de los datos del llamado "estudio Dunedin" que ya hace 36 años que se lleva a cabo
con la población de Dunedin, en Nueva Zelanda. Se trata del único lugar en el mundo donde se ha hecho un seguimiento
de diversas variables psicológicas a largo plazo, desde el nacimiento hasta la edad adulta, sobre una muestra de 1000
personas. Los investigadores han evaluado la evolución de dos variables en los participantes en diversos momentos de sus
vidas, a los 11, a los 26 y a los 32 años de edad: la presencia reiterada de ideas obsesivas (pensamientos recurrentes y no
deseados de poder hacer daño a los demás, por ejemplo) y de rituales compulsivos (como la necesidad de lavarse las manos
reiteradamente, de comprobar una y otra vez las pequeñas acciones del día a día, o de hacer actividades repetitivas sin
sentido).

A partir del análisis de estos datos, los investigadores han obtenido, por primera vez, evidencias objetivas de que existe una
correlación entre las obsesiones y rituales en la infancia (cuando los sujetos estudiados tenían 11 años), y la probabilidad
de sufrir trastorno obsesivo compulsivo en la edad adulta (observado a los 26 y a los 32 años de edad en las personas
consultadas). Concretamente, los niños y niñas de la muestra que tenían síntomas obsesivos o compulsivos reiterados a los
11 años, un 8% en la población estudiada, tenían seis veces más probabilidades que el resto de sufrir el trastorno obsesivo
compulsivo cuando eran adultos.

"Aun así, no hay que alarmarse ante casos de niños con estos síntomas, son muy habituales entre los 8 y 10 años, y la
frecuencia de la enfermedad en la edad adulta no llega al 2%. Pero sí que sería necesario enfocar los esfuerzos preventivos en
estos niños, ya que hemos visto que en el resto de la población este riesgo es mucho menor", afirma el doctor Fullana.

Según indican los autores del estudio, los resultados de la investigación son extrapolables a nuestro contexto, aun habiendo
sido obtenidos sobre una muestra de Nueva Zelanda, ya que las características y la incidencia de este trastorno mental son
similares en todas partes.

El trastorno obsesivo compulsivo está generalmente condicionado por antecedentes familiares con la enfermedad, y su
tratamiento tiene una componente psicológica, basada en técnicas de exposición y de prevención de respuesta, y una parte de

En la investigación, publicada en la revista American Journal of Psychiatry, han participado investigadores del King's College
de Londres; de la Universidad de Duke en Durham (EUA); de la Universidad de New South Wales en Sidney (Australia); i de
la Universidad de Otago (Nueva Zelanda); coordinados por el doctor Miguel Ángel Fullana, investigador del Departamento de
Psiquiatría y de Medicina Legal de la Universidad Autónoma de Barcelona, del Instituto de Atención Psiquiátrica del Hospital del
Mar de Barcelona, i del Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres.
Relacionan el trastorno obsesivo compulsivo con algunos síntomas en la infancia
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Sufrimiento Del Paciente Con Toc Y La Ayuda Desde La Hipnosis Terapéutica


El o la paciente TOC es alguien que sufre un trastorno en el orden de la ansiedad, que está determinado por las obsesiones y compulsiones que su trastorno le produce. Éstas están de tal manera determinando y condicionando su vida que no son pocas las veces que cuando se presentan al tratamiento conmigo dicen frases como “vengo porque quiero tener una vida propia”-Paola 24 años- “estoy tan confundido, tengo tal bola en mi cabeza, que realmente no sé para donde ir, creo que me voy a volver loco” –Carlos 33 años-.

Generalmente la patología comienza en la adolescencia, pero hay innumerables casos en que puede el paciente recordar rituales o compulsiones que ya estaban instalados en la infancia (Alicia, paciente de 38 años recuerda juegos en los que claramente se pueden reconocer rituales obsesivos teniendo ella no más de 6 años. Carlos mientras tanto refiere los primeros pensamientos de contexto sexual y desde su pubertad pero más precisamente desde los 12, 13 años en los que si bien se identificaba claramente con su heterosexualidad, sus pensamientos estaban relacionados con el temor de ser homosexual. Mientras que Paola no logra discriminar sino hasta sus 16 años sus pensamientos obsesivos.

Paola cuando inicia conmigo el tratamiento ha pasado por muchos terapeutas, psiquiatras, y todo tipo de especialistas en el orden de las terapias alternativas, cuando alguien le orienta a que venga a verme. Cuando viene por primera vez a mi consultorio, durante el año 2006 tiene 146 rituales. Permanece en tratamiento hasta comienzos de 2009 con muy pocos rituales, pero habiendo aprendido a modificar su mecanismo de pensamiento, de modo que cuando un nuevo ritual “yo me doy cuenta Dra. (Nunca logró llamarme Licenciada o Cristina, a pesar de que tenía plena conciencia de que esa es mi Especialidad) que cuando un ritual deja de ser, al tiempo hay uno nuevo que quiere aparecer, entonces ahí hago los ejercicios y no vuelven.

Es decir Paola aprendió a manejar su ansiedad, y el mecanismo de su pensamiento, a tranquilizarse, los ejercicios para modificar y eliminar los rituales y fundamentalmente a darse cuenta que la llave maestra estaba en que si se apoyaba en la tranquilidad de saber que ese es un aprendizaje adquirido que está para utilizarlo, al querer alguno de los pensamientos TOC nuevamente colocarse en actividad, ella con la tranquilidad que había adquirido, con el conocimiento de manejo de ese aprendizaje adquirido no reaccionará con desesperación, con pena o con la sensación de que su pensamiento es una entidad que la maneja, sino todo lo contrario, ahora tiene pleno control y sabe que su pensamiento es manejado por ella, y de ese modo aplica cada vez en cada día de su vida los ejercicios de relajación, respiración, psicoimaginación, desensibilización, y muchos otros ejercicios que fue aprendiendo durante la terapia psicológica que le han permitido conectarse con su cuerpo, con su emoción, con las distintas actividades que desarrolla, con sus afectos, con sus sueños y deseos: porque al venir a tratamiento todo esto le estaba vedado, porque el mecanismo automático de sus pensamientos obsesivos, la automatización, obsesión y rituales que éstos exigían le ocupaban todas las horas del día y de su vida en completud. Realmente fue penoso para mí ver de qué modo todas sus horas, todos sus días, toda su vida joven y plena eran ocupadas “estaba literalmente tomada por su TOC”.

Porque lo que caracteriza a éste trastorno de ansiedad es que por el modo en que se manifiesta en la persona, tanto en sus pensamientos como en las compulsiones y rituales toda su vida es afectada tanto en su vida rutinaria, en su vida social, en su trabajo, en su estudio, en las interrelaciones etc. En mi experiencia clínica no he notado diferencias en cuanto a número en los diferentes géneros, porque he recibido y recibo tanto a hombres como a mujeres. Y como decía previamente se puede rastrear su nacimiento ya en la infancia, pero es en la adolescencia y juventud en que se manifiesta ya como un cuadro, como un trastorno.

Las obsesiones son pensamientos que sistemáticamente se manifiestan, y persisten sin que la persona pueda hacer nada para evitarlos, y es precisamente como modo de ponerle fin que aparecen los rituales, que vendrían a calmar la ansiedad y el sufrimiento que éstos pensamientos recurrentes al presentarse producen en la persona, ésta ansiedad se mitiga, se calma con el ritual; pero luego de éste aparece otra vez el pensamiento obsesivo, nuevamente el ritual y así en forma sistemática, e infinita.

Otro paciente Mauricio, quien abandonó el tratamiento lamentablemente, porque no pudo lograr aquello que siempre en la primera consulta les digo a todos quienes sufren de TOC y es que el único modo de vencer a su enfermedad es con el tratamiento, tan sistemático como son los síntomas de su enfermedad, tan persistente deberá ser en la asistencia y cumplimiento del tratamiento como de hacer toda la ejercitación que aprende en el consultorio pero que luego deberá repetir en su casa, en todo momento posible, porque es el único modo de derrotar a su enfermedad; ya que ésta ha ido tomando su vida, sus proyectos, sus anhelos y aspiraciones, su manifestación afectiva y familiar de modo que generalmente, no en todos los casos hasta se han privado de tener una vida propia, de formar su familia, de ocupar los distintos roles que nos exige la vida para vivirla en forma plena. Porque el mundo que le permite vivir su TOC es un mundo privado e íntimo que les aleja, les aparta, les inhibe y les lleva a vivir una vida que generalmente ni siquiera los más íntimos saben, pero que al no contar, al no hacer partícipe de su sufrimiento a sus allegados, éstos incluso tienen una idea distorsionada e incomprensiva del modo en que ven se manifiesta en su vida, o más exactamente no se manifiesta, sino que como es tal su sufrimiento y es tal la energía que debe poner en cada uno de sus actos obligados como por ejemplo su actividad laboral, entonces va disminuyendo también los mismos a la mínima expresión, porque al realizar esa tal o cual tarea obligatoria está también luchando con sus pensamientos, obsesiones y rituales para que éstos le permitan realizarla, y es tal la energía que pone en el intento frustrado, que esto le lleva a sólo realizar aquello que de ninguna manera puede evitar, tal como es el trabajo.

De modo que como dije previamente en esa primera entrevista cuando ingresan al tratamiento les muestro porqué deben persistir en la psicoterapia si quieren tener y vivir una vida propia y plena; y uno de los primeros pasos es tomar conciencia de lo que es su vida en ese momento, pues generalmente están imbuidos y absorbidos en el sufrimiento concreto que la lucha intestina sobre su mecanismo de pensamiento y la posibilidad imposible de evitarlo le lleva. El paciente debe aprender que en un momento del tratamiento, de la terapia psicológica se producirán en él los mecanismos de resistencia al mismo, manifestándose en ese momento como estados de ansiedad, de evitación, en donde se sentirá sumamente ansioso, frustrado, donde se permitirá exigir los cambios ya, donde habrá olvidado su estado previo al del momento del tratamiento, pues al haber ido avanzando y mejorando éste recuerdo ya por ventura no estará y es en ese preciso instante que necesitará de su voluntad para persistir en el tratamiento, y seguir avanzando hacia el éxito total del mismo.

Esa es mi intención al mostrarle un plano de lo que es su vida en el presente, de las limitaciones, de los modos en que no se está proyectando por ejemplo a una vida plena, sino que su patología se lo impide, hace que tome contacto con sus limitaciones, con sus imposibilidades, pero también con aquello que en éste presente no se proyecta, pero que si derrota a la enfermedad podrá lograr pues hasta ahora no le ha sido posible la simple aceptación de que otra vida, otro proyecto de vida y existencia es posible.

Aprendiendo esto, en segundo lugar se permite también la exigencia de la lucha, que aunque es larga, si persiste sabe aquí, en ésta primera entrevista porque yo se lo hago conocer, que el tratamiento es posible, la mejora en su calidad de vida es posible, y también es posible que así como se exigía diariamente e inútilmente el derrotar a los mecanismos del TOC, ahora comienza un camino acompañado por su terapeuta, que la luz al final del túnel puede verla, pero que es posible sólo con una autoexigencia que en un primer momento deberá ser necesaria y es cuando la ansiedad le juegue la mala pasada de exigirle los resultados ya, y es en ese momento en que deberá aceptar que el tiempo es necesario y es el único que posibilita dentro del proceso terapéutico el cambio, la modificación y por ende la mejora en primer momento y luego la cura.

Si persiste en el tratamiento, si hace el tiempo suficiente la psicoterapia, esto será posible.

Con mis años de experiencia clínica con la aplicación dentro de la terapia psicológica de la Hipnosis Terapéutica, ya he formado mi propio método de trabajo. Mi método de trabajo me permite saber que para el tratamiento y la cura del TOC hacen falta distintas técnicas. Yo tomo generalmente de la metodología cognitivo. Conductual la desensibilización sistemática, la exposición, distintos ejercicios de psicoimaginación que toman también éstas técnicas y otras técnicas y ejercicios que me hacen posicionarme en una ejercitación ecléctica y heurística de la profesión, pues los he ido creando durante mi experiencia clínica porque compruebo que resultan.

La Hipnosis Terapéutica no es un efecto sugestivo, tampoco es que la persona se duerme pues durante la sesión de hipnosis el paciente alcanza una concentración enfocada o una supra concentración, teniendo total contacto con cada uno de los sentidos y de las emociones, así como de la memoria; pudiendo acudir a cada uno de éstos en el momento deseado durante la sesión.

Durante la sesión de hipnosis y producto de ésta técnica es que el terapeuta guía al paciente para que éste se valga de otras técnicas que son las que aportan las metodologías terapéuticas de las que el terapeuta echa mano y al haber alcanzado el estado hipnótico hace posible la modificación que se busca para que el paciente logre así ir modificando la patología que es lo que ha hecho que esté en tratamiento en éste momento.

Porque producto del estado que se alcanza luego de una relajación profunda, aplicada la técnica de la hipnosis, esto permite al paciente adquirir un conocimiento, un aprendizaje, un cambio de conducta, la modificación de un mecanismo de pensamiento, todos éstos resultados que de no estar en el estado que permite la hipnosis sería mucho más largo aún el proceso de la psicoterapia.

El paciente una vez que ha alcanzado el estado de hipnosis, va a poder con el uso de la psicoimaginación lograr fácilmente el estado de disociación que le permitirá situarse como observador y observado: ésta es la llave maestra que le va a permitir con la guía eficiente y muy entrenada del psicoterapeuta hipnólogo clínico ir haciendo los cambios necesarios para así ganarle en tiempos relativamente cortos en salud a la enfermedad.

El paciente debe saber que el camino de la psicoterapia es un camino lento, lleno de obstáculos, sinsabores, y también mesetas que lo conducirán a un resultado exitoso que le va a permitir vivir una vida plena, con los logros que en otro momento de su vida, antes y con el pleno condicionamiento que le producían los síntomas del TOC no le era ni tan siquiera posible de avizorar lo que conseguiría en su vida.

Pero es un camino que únicamente él/ella pueden transitar con el acompañamiento y guía del profesional psicoterapeuta.

Lic.Cristina Heinzmann
Psicóloga-Terapeuta
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TPL, UNA ENFERMEDAD OLVIDADA


La conflictividad de los jóvenes puede ocultar un trastorno límite de la personalidad
Afecta a un 2% de la población y uno de cada 10 enfermos se suicida
Los afectados denuncia la falta de recursos para su buen diagnóstico y tratamiento
Los pacientes sienten un vacío constante y no controlan sus impulsos

Aroa, de 27 años, sufre TLP desde la adolescencia. (Foto: Santi Cogolludo)
Actualizado jueves 17/12/2009 16:23 (CET)
PATRICIA MATEY
MADRID.- Ustedes van a conocerles con tan sólo leer este artículo, pero ellos, sus protagonistas, han tardado años en saber quiénes son. Algunos siguen 'trabajando' y sufriendo por descubrirlo. La catalana Aroa, de 27 años [en la imagen] y los madrileños Verónica (23), Arantxa (29) y Juanjo (27) viven en un tremendo caos personal que, en más de una ocasión, les empuja a poner en peligro sus vidas.

La culpa de la anarquía que conduce sus vidas la tiene el Trastorno Límite o 'bordeline' de Personalidad (TLP), el más común de los trastornos de personalidad. Se trata de una enfermedad mental muy grave, cuya incidencia está aumentando en España [actualmente afecta a cerca del 2% de la población]. Pese a ello, los recursos para su diagnóstico y tratamiento son muy limitados. De hecho, tan sólo existen ocho unidades públicas especializadas en España [Unidades de Trastorno de la Personalidad]: tres en Madrid y otras tantas en Barcelona, una en Málaga y otra en Zaragoza.

Esta patología de la juventud (suele comenzar en los inicios de la edad adulta) está muy estigmatiza y es tremendamente desconocida, incluso suele confundirse con una adolescencia 'complicada'. Nada más lejos de la realidad. Porque a diferencia de los adolescentes rebeldes, sus afectados crecen dominados por el sentimiento crónico de vacío, por el desequilibrio emocional, por la inestabilidad en las relaciones interpersonales, la ira, la agresividad y por la falta de control de sus impulsos.

Este 'cóctel explosivo', para ellos y para los que les rodean, les conduce a la autolesión constante y a los intentos reiterados de suicidio para lograr así 'sentir algo' o 'aliviar esa nada' que sienten.

Automutilación y suicidio
Entre un 70% y un 80% de los pacientes 'límite' se automutila y uno de cada 10 acaba quitándose la vida. Estas son dos de las razones por las que muchos de los afectados tienen una media de cinco o seis ingresos hospitalarios anuales.

Aroa recuerda cuándo empezó todo y cómo deambuló de consulta en consulta hasta recibir un diagnóstico correcto. "Justo en mi adolescencia. En casa pensaban que mi actitud se debía a mi edad y a que era rebelde, pero con el tiempo las cosas fueron empeorando. Nada me motivaba y dejé los estudios. Empecé a tener conductas autodestructivas, a beber alcohol, tomar drogas y, también, a autolesionarme. Me diagnosticaron depresión, pero la medicación no frenaba mi impulsividad. He dado muchos tumbos hasta que me dijeron lo que realmente me pasaba", comenta esta joven que está en tratamiento desde hace tan sólo cuatro años.

Su salvación llegó de la mano de la ACAI TLP [Asociación Catalana de Ayuda al Trastorno Límite de la Personalidad]. "Mis padres buscaron desesperadamente ayuda para poder tratar mi caso y la desesperanza fue terrible para ellos, hasta que contactaron con esta entidad y se informaron de todo lo necesario para mi diagnóstico y tratamiento. Una vez documentados, me llevaron a un centro especializado privado y en una sola sesión me diagnosticaron TLP".

Al igual que ella, Arantxa y Juanjo han tardado tiempo en conocer la verdadera causa de sus problemas. Ambos, junto con Verónica, siguen actualmente terapia de grupo y tratamiento individualizado en la Unidad de Trastorno Límite de la Personalidad del Hospital Universitario Clínico San Carlos, la primera creada en la Comunidad de Madrid.

Unidades
Su director, José Luis Carrasco, aclara, que "se puso en marcha en 2005. Dispone de salas para las actividades grupales y está integrada por un equipo compuesto por un psiquiatra dos psicólogas clínicas, una terapeuta ocupacional, una enfermera, una auxiliar de enfermería y un administrativo, así como especialistas en formación (MIR). El número de pacientes con TLP que nos llega ha aumentado en los últimos años y un 50% son de fuera de nuestra área asistencial".

Este especialista reconoce que la existencia de unidades como la suya son "absolutamente necesarias para hacer un diagnóstico diferencial. De hecho el TLP se confunde en ocasiones con la hiperactividad, al compartir un alto grado de impulsividad y de disfunciones sociales, así como con otras patologías. A este hecho se añade que sigue siendo poco conocido por la comunidad médica. Se suma además la necesidad de que los pacientes estén en manos de especialistas con claras habilidades en su manejo clínico".

Para fortuna de Verónica, su primer ingreso hospitalario fue en este centro madrileño y esta fue una de las razones por las que su diagnóstico no se hizo esperar. "Supe que algo me pasaba desde pequeña. Mi madre siempre me preguntaba qué sabor de helado quería, nunca sabía qué responder. Tampoco me definía en nada, era incapaz de tomar cualquier decisión por muy insignificante que fuera y mi familia se enfadaba mucho conmigo. Al mismo tiempo, era muy exigente conmigo misma y excesivamente responsable. Hasta que estallé. Abandoné todo, incluido el colegio. Me encerré en mi cuarto y allí me quedé sin salir".

Ya se autolesionaba por aquél entonces y sus brazos son 'testigos' de ello. "Me hacía quemaduras de segundo grado para poder ubicar mi dolor de forma física. Era la única forma de hacer frente a mi sufrimiento. Estás sola con él", relata.

El TLP está presente en un 70-80% de los jóvenes con conductas antisociales, intentos de suicidio, conductas violentas o trastornos por abuso de drogas. Es el caso de Arantxa. "He tomado de todo y también he estado enganchada al sexo", confirma esta paciente.

Noelia Fernández, psicóloga que la atiende en la Unidad del Clínico, aclara que estos pacientes "tienen verdaderas dificultades para regular sus necesidades, por lo cual se encuentran a merced de sus propios impulsos, a los que no saben poner límites. Viven en una permanente inestabilidad emocional. Todo es blanco o negro. Muchos sufren anorexia, como Juanjo, o bulimia. Y todo sin olvidar que son personas inteligentes".

Soluciones
No ayuda tampoco el hecho de que "su falta de identidad les empuje a vivir otras vidas que no son las suyas. Creen que pueden ser todo lo que quiran o, simplemente, adoptan la personalidad del primer personaje que sale en una serie de televisión o en cualquier película".

La cólera crónica y el miedo a ser abandonados definen también la personalidad 'borderline'. Se desconoce la causa última de esta patología, pero al menos sí se sabe que con el paso de los años (entre los 40 y los 45) se produce una mejoría de los síntomas, fundamentalmente los relacionados con la impulsividad. Pero, sobre todo, mejoran gracias al tratamiento adecuado.

Juanjo, Aratnxa, Verónica y a Aroa son el ejemplo. "Tengo mis altibajos y momentos en los que pensé en tirar la toalla, ahora soy una persona nueva. He aprendido a dominar mis emociones, la ira y las frustraciones y me siento bien conmigo misma. La fuerza de voluntad es imprescindible", relata Aroa. El resto también ha mejorado.

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/12/17/psiquiatriainfantil/1261054940.html

La Violencia Intrafamiliar


La Violencia Intrafamiliar
Por Paola Silva F. – Psicóloga- Santiago de Chile. Celular 09 841 3484
Correo - e: paolasilva@chile.com

Introducción:


Vamos a definir la violencia Intrafamiliar como aquella violencia que tiene lugar dentro de la familia, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio, y que comprende, entre otros, violación, maltrato físico, psicológico y abuso sexual.


Entendemos que la violencia doméstica es un modelo de conductas aprendidas, coercitivas que involucran abuso físico o la amenaza de abuso físico. También puede incluir abuso psicológico repetido, ataque sexual, aislamiento social progresivo, castigo, intimidación y/o coerción económica.
Hay autores que señalan que la violencia Intrafamiliar se da básicamente por tres factores; uno de ellos es la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la incapacidad para resolver problemas adecuadamente; y además en algunas personas podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas.

El niño y la niña golpeados

Todos sabemos que siempre es triste y doloroso arrastrar la vida cuando no se recibió amor, sobre todo de los padres durante la niñez. Todo el que ha estudiado siquiera un poco al ser humano, le va a decir que los cinco primeros años de la vida dejan una marca imborrable para toda la vida, para bien o para mal. Por eso, el privar a un niño de amor es como privar de fertilizante a un árbol que empieza a crecer, pero el golpearlo es como echarle veneno, lo va a terminar de matar psicológicamente y emocionalmente, o mejor va a crecer herido de muerte. Pero hay golpes y golpes, algunos golpes sacan sangre o dejan morados, incluso un mal golpe puede producir la muerte, pero hay otros mas sutiles que no se ven, pero que se graban a fuego lento no sólo en mente sino en la identidad de ese niño o de esa niña. Se graban en su "yo", y los frutos de estos golpes emocionales se van a ver después en sus relaciones con personas significativas y en su relación con el mundo.

Me gustaría hablar un poco más detalladamente de esos golpes, que solamente los ven o los oyen quienes los dan, aunque no piensen en las consecuencias futuras y terribles que van a traer en sus hijos.

Está claro, que cuando se repiten los golpes físicos, pero sobre todo los psicológicos o emocionales, se va agotando el amor. Nosotros los adultos sabemos como duele el silencio, tal vez más que las palabras ofensivas. Ese silencio es el peor de los castigos, ahora imagínese a un niño que no ha hecho nada y no se le habla, y no se le abraza y acaricia, cómo se va conformando su identidad...pensemos en eso.

¿Han pensado en el daño que hacen a sus hijos, posiblemente muchas veces sin darse cuenta, cuando en lugar de relacionarse con sus hijos pequeños están preocupados del trabajo, con la limpieza, etc., en forma obsesiva y perfeccionista la casa? Son golpes lentos que van formando defectuosamente la escultura de su hijo.

Silencio y ausencia, cuando se reprocha al hijo los pequeños errores pero cierras tu corazón y tu boca cuando hace algo bien. Por, ejemplo, cuando el niño empezó el kinder e hizo un dibujo, que pudo ser cuatro rayas cruzadas, pero que para él era una obra de arte, en lugar de abrazarlo o alabarlo, guardaste silencio. Con ello se produce en el hijo que aprenda a ver sólo los errores, pero no lo bueno que hay en sus personas.

Todos estos golpes emocionales y psicológicos, hacen tanto daño en la niñez porque el niño o la niña no sabe defenderse; su mente apenas empieza a desarrollar lentamente ciertos mecanismos de defensa para poder filtrar y analizar lo que ve y oye. Su mente es como una esponja: recibe todo. No tiene capacidad para decir esto es verdad o no es verdad, lo que dicen es justo o injusto. Por eso los mensajes-golpes son como olas gigantescas que llegan sin control a lo más profundo de ese ser indefenso. Pero que distinta es la niñez y el futuro de sus hijos cuando ellos palpan el amor entre su padre y su madre, cuando ellos desde pequeños ven que su madre recibe con un beso, un abrazo al padre que llega del trabajo, o cuando el padre viene con un ramo de flores para su esposa o le da un beso a su esposa. Son detalles que se van grabando en el alma de los niños, que van modelando su personalidad, que van llenando de amor ese tanque-corazón. Créame, esa será la mejor herencia que podrá dejar a sus hijos.

Las causas de la codependencia

En todas las familias existe cierta disfuncionalidad en mayor o menor grado. A menudo las personas codependientes han sido objeto de algún tipo de abuso físico o verbal, o sufrieron el abandono de uno de sus padres o de ambos, ya sea físico o emocional.


El codependiente busca alivio en alguna adicción para "anestesiarse" ante su dolor. A veces lo hace a través de relaciones personales disfuncionales y muchas veces dañinas; o mediante adicciones al dinero, el sexo, la ira, las drogas, la bebida, etc. El codependiente está atado a lo que le sucedió en su familia de origen y se siente internamente torturado por ello, aunque la mayoría de las veces no se da cuenta de lo que le está sucediendo.

Cada uno de nosotros tenemos una necesidad innata de recibir amor. A esta necesidad la podemos llamar "el tanque del amor". Al nacer el niño, ese tanque está vacío. Si los padres son personas emocionalmente sanas cuyos tanques de amor están llenos, pueden llenar el tanque de sus hijos y estos crecerán y se desarrollarán psicológicamente sanos. Sin embargo, si uno de los padres o ambos no tenían lleno su propio tanque, lo más probable es que el niño no reciba suficiente amor porque su padre o su madre no lo tuvieron para darlo. Esta falta de amor deja cicatrices en el alma de los niños que llevan a ciertos comportamientos disfuncionales en la adultez, como la codependencia. El codependiente no puede dar lo que no recibió, por lo tanto, la codependencia se convierte en un círculo vicioso que continúa de generación en generación si no se busca ayuda psicológica.

Los niños de familias disfuncionales crecieron sin haber escuchado mensajes importantes de sus padres tales como ; "eres muy inteligente", "estás haciendo un buen trabajo" o "gracias mi amor, agradezco mucho tu ayuda." Debido a ello al crecer se sienten abandonados, tienen baja autoestima y buscan la aprobación de otras personas para sentirse mejor consigo mismos. A veces su hambre de amor y aprobación son tan grandes al llegar a la adolescencia o la adultez, que están dispuestos a soportar cualquier cosa, con tal de recibir aunque solo sean "migajas" de cariño y atención.

Dinámica de la VIF:

Al principio de la mayoría de las relaciones es muy difícil que aparezca la violencia. Durante este período se muestra un comportamiento positivo. Cada miembro de la pareja muestra su mejor faceta. La posibilidad de que la pareja termine es muy alta si ocurriera algún episodio de violencia.

FASE 1. ACUMULACIÓN DE TENSION

La dinámica de la violencia Intrafamiliar existe como un ciclo, que pasa por tres fases.

· A medida que la relación continúa, se incrementa la demanda así como el stress.

· Hay un incremento del comportamiento agresivo, más habitualmente hacia objetos que hacia la pareja. Por ejemplo, dar portazos, arrojar objetos, romper cosas.

· El comportamiento violento es reforzado por el alivio de la tensión luego de la violencia.

· La violencia se mueve desde las cosas hacia la pareja y puede haber un aumento del abuso verbal y del abuso físico.

· La pareja intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia. Por ejemplo: mantener la casa cada vez más limpia, a los chicos más silenciosos, etc.

· El abuso físico y verbal continúa.

· La mujer comienza a sentirse responsable por el abuso.

· El violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede: el tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se viste, adónde va, con quién está, etc.)

· El violento trata de aislar a la víctima de su familia y amistades. Puede decirle, por ejemplo, que si se aman no necesitan a nadie más, o que los de afuera son de palo, o que le llenan la cabeza, o que están locos etc.

Esta fase difiere según los casos. La duración puede ser de semanas, días, meses o años. Se va acortando con el transcurrir del tiempo.

FASE 2. EPISODIO AGUDO DE VIOLENCIA

· Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas

· El abusador hace una elección acerca de su violencia. Decide tiempo y lugar para el episodio, hace una elección consciente sobre qué parte del cuerpo golpear y cómo lo va a hacer.

· Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el abusador. Si hay intervención policial él se muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer aparece confundida e histérica debido a la violencia padecida.

FASE 3. ETAPA DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL

· Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño.

· En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad por el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc.

· Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una escalada y su severidad aumente.

· A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo.

Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez.

El hombre agresor no se cura por sí solo, debe tener un tratamiento. Si la esposa permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia.

Personalidad del maltratador:

Los agresores suelen venir de hogares violentos, suelen padecer trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol y las drogas lo que produce que se potencie su agresividad. Tienen un perfil determinado de inmadurez, dependencia afectiva, inseguridad, emocionalmente inestables, impaciente e impulsivos.

Los agresores trasladan habitualmente la agresión que han acumulado en otros ámbitos hacia sus mujeres.

Maltratador, frecuentemente es una persona aislada, no tiene amigos cercanos, celoso (celotipia), baja autoestima que le ocasiona frustración y debido a eso se genera en actitudes de violencia.

Una investigación de los psicólogos norteamericanos, el Dr. John Gottman y Dr. Neil Jacobson. Señalan que los hombres maltratadores caen en dos categorías: pitbull y cobra, con sus propias características personales:

Pit bull:

Solamente es violento con las personas que ama
Celoso y tiene miedo al abandono
Priva a pareja de su independencia
Pronto ora, vigilar y atacar públicamente a su propia pareja
Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión
Tiene potencial para la rehabilitación
No ha sido acusado de ningún crimen
Posiblemente tuvo un padre abusivo.

Cobra:

Agresivo con todo el mundo
Propenso a amenazar con cuchillos o revólveres
Se calma internamente, según se vuelve agresivo
Difícil de tratar en terapia psicológica
Uno depende emocionalmente de otra persona, pero insiste que su pareja haga lo que él quiere.
Posiblemente haya sido acusado de algún crimen
Abusa de alcohol y drogas.
El pitbull espía a su mujer, es celópata, cae bien a todas las personas, excepto a sus novias o esposas. El cobra es un sociópata, frío, calculador, puede ser cálido. El maltrato no cesa por sí solo.
Después de que la mujer ha sido físicamente maltratada y tiene miedo, a veces cesa este tipo de abuso y lo reemplaza con un constante maltrato psicológico, a través del cual le deja saber a su víctima, que el abuso físico podría continuar en cualquier momento.

En ocasiones la violencia del maltratador oculta el miedo o la inseguridad, que sintió de niño ante un padre abusivo que lo golpeaba con frecuencia, al llegar a ser un adulto prefiere adoptar la personalidad del padre abusador a sentirse débil y asustado. En otros casos, los comportamientos ofensivos son la consecuencia de una niñez demasiado permisiva durante la cual los padres complacieron al niño en todo. Esto lleva al niño a creerse superior al llegar a ser un adulto y a pensar que él está por encima de la ley. O sea, que puede hacer lo que quiera y abusar de quien quiera. Piensa que se merece un trato especial, mejor que el que se les da a los demás.

La violencia doméstica no siempre resulta fácil de definir o reconocer. En términos generales podríamos designarla como el uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a la pareja o al ambiente más cercano.

Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas relacionadas afectivamente, como son marido y mujer o adultos contra los menores que viven en un mismo hogar.

La violencia doméstica no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son aún más terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la violencia física, que todo el mundo puede ver. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona.

La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia física tiene huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima que lleva cicatrices de tipo psicológicas le resulta más difícil comprobarlo. También lo dificulta, por ejemplo, la habilidad manipuladora de su esposo que presenta a su esposa como exagerada en sus quejas o simplemente como loca..

A la violencia física precede, a veces, años de violencia psicológica. La violencia psicológica es, despreciar a la mujer, insultarla de tal manera, que llega un momento en que esa mujer maltratada psicológicamente, ya cree que esos golpes se los merece. Y qué difícil es convencer a una mujer de que vaya a pedir auxilio cuando cree que no lo necesita.

Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede y que hasta se creen merecedoras de los abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa situación puede prolongarse durante años. Los que maltratan a sus víctimas lo hacen de acuerdo a un patrón de abuso psicológico.

Igual que en el caso del alcohólico, el que golpea a una mujer o la maltrata psicológica o sexualmente, lo primero que hará es negarlo.

Negación es decir: "No, es que yo le pego con razón". No hay ninguna razón para golpear a una mujer, ni a nadie. Pero lo niegan. Dicen: "Yo no la he golpeado, yo no le hecho nada, sólo tocarla".

Otra forma de abuso psicológico es el aislamiento, en que le hacen el vacío a la mujer, ni le hablan, ni la miran y entonces ella se va creyendo que se merece ese trato.

La intimidación es también un abuso. "Si dices algo te mato." Muchas mujeres no se atreven a hablar, por las amenazas que sus maridos o sus compañeros lanzan contra ellas.

Tanto el adicto a cualquier droga como el abusador, siempre tienen excusas y le echan la culpa a alguien.

También dentro de ese hábito de abuso psicológico está el abuso económico. "Si dices algo no te voy a dar la mensualidad".

Dentro de ese abuso psicológico de los maridos que golpean (lo que se llama en psicología la triangulación), hay otro tipo de abuso: utilizar a los hijos para hacerles sentir culpables a las esposas. En este caso los hijos sirven de mensajeros: "dile a tu madre que..."

Las amenazas a través de los hijos, las amenazas de que le van a quitar al hijo, todos estos son abusos psicológicos que preceden al abuso físico.

Todos estos abusos impiden que la mujer deje el hogar, ese hogar violento. Es que esa violencia psicológica a que están sometidas muchas mujeres, es más horrorosa que el abuso físico. Pregúntele a cualquier mujer a la cual han maltratado físicamente qué es lo que le duele más; si las palabras hirientes, los desprecios o los golpes. Los golpes se pasan, los abusos psicológicos, los insultos, los desprecios se clavan en el corazón.



Manifestaciones de violencia psicológica:

a) Abuso verbal: Rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, etc.
b) Intimidación: Asustar con miradas, gestos o gritos. Arrojar objetos o destrozar la propiedad.

c) Amenazas: De herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños.

d) Abuso económico: Control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar aunque sea necesario para el sostén de la familia, etc.

e) Abuso sexual: Imposición del uso de anticonceptivos, presiones para abortar, menosprecio sexual, imposición de relaciones sexuales contra la propia voluntad o contrarias a la naturaleza.

f) Aislamiento: Control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha de sus conversaciones, impedimento de cultivar amistades, etc.

g) Desprecio: Tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultar al otro.




¿Por qué se mantiene la mujer en esta relación?

La persona abusada se vuelve codependiente de su marido (el agresor), aún después de ser golpeada. Es frecuente escuchar esta frase: "Es que yo lo quiero tanto". Personas que llevan años soportando golpes dicen: "Yo no me separo porque lo quiero". Es imposible querer a una persona que te está tratando como si fueras un animal, eso es depender de esa persona.

Otro motivo por el cual algunas mujeres no se separan de este problema de codependencia, es que las anima la familia y lamentablemente la Iglesia, a permanecer con el abusador. Sobre todo la familia les aconseja que mantengan esa relación por "el bien de tus hijos". "¿Cómo vas a dejar a tus hijos sin padre?", les dicen.

¿Qué es mejor, tener un padre que golpea a su madre y que luego golpeará a sus hijos, o no tener padre? Se les hace mucho más daño a los hijos cuando ven que su padre golpea a su madre. Para los niños pequeños la madre es la base de toda su vida, la base de su afectividad, la base de su seguridad. Si una madre es golpeada, sus hijos se derrumban afectivamente. Es mucho mejor separase. Yo no estoy a favor del divorcio, pero la separación es, a veces, menos dañina.

A veces las mujeres no se separan y sufren en silencio por miedo a perder su seguridad económica y la de sus hijos. Esto sucede sobre todo en la mujer que no tiene educación.

Otras veces no se separan debido a las amenazas de más violencia o de muerte, si intentan separarse. "Si le dices algo a la policía te mato".

Cuando se pregunta a algunas mujeres por qué aguantaron maltrato durante años, la respuesta más común es ésta: "Por mis hijos; no quería que se criaran sin un padre". Parece una respuesta válida, pero si la analizamos profundamente descubrimos su inconsistencia. Sucede que en una situación de violencia los hijos también sufren. El crecimiento en una atmósfera de miedo, tensión y terror influirá negativamente en su desarrollo emocional y más tarde se manifestará en el abandono escolar, en el uso de drogas, en desórdenes psicológicos y en violencia y delincuencia.

En muchos casos influye el factor económico. Soportan cuanta vejación venga con tal de no perder la seguridad económica para sí y sus hijos. Se trata generalmente de mujeres con poca preparación académica, conscientes de que sin el marido no podrían vivir cómodamente.

Lo peor es que la mujer repetidamente abusada se destruye psicológicamente. Su yo, su identidad individual. Eso la incapacita para tomar las decisiones correctas. Cae en la ambivalencia efectiva ("¡Qué bueno es él cuando no me golpea!"); su autoestima queda por los suelos hasta creer ella misma que merece tales insultos y golpes.

Cuando una persona cae a ese nivel, su capacidad de decisión queda prácticamente anulada, porque el principio vital está herido de muerte. Si a una persona así aplastada se le amenaza con un "Si me denuncias, te mato", se sentirá paralizada. Quizás en un último intento de supervivencia reaccione, pero usando las mismas armas que a ella la han destruido.

El amor no debe doler. El amor implica confianza, protección, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias, ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad física, moral y espiritual de la persona amada.

Las mujeres que aguantan una relación abusiva indefinidamente acaban perdiendo su salud física y menta, se enferman, toda la familia termina enferma. Las mujeres en situaciones abusivas pierden su autoestima. No saben protegerse, ni se dan cuenta del peligro que corren.

El porqué de la violencia doméstica

Primero hay una raíz cultural histórica. Durante mucho tiempo nuestra sociedad ha sido muy machista, el hombre ha creído que tiene el derecho primario a controlar, a disciplinar con severidad, incluso a abusar de la vida de la mujer y de los hijos. Eso ha sucedido bajo la apariencia del rol económico del hombre, proveedor de la alimentación.

No crea que en EE.UU.. no se golpea a la mujer. El padre americano, en tiempos de la colonia, tenía derecho hasta de matar al hijo cuando no le obedecía.

Otra causa es la cultura actual. La gente se tira de los pelos. ¿Por qué pasa esto? El modelo presente de nuestra sociedad está reforzando el uso de la fuerza para resolver los problemas. Por eso el abusador usa la fuerza física, para mantener el poder y el control sobre la mujer, porque ha aprendido que la violencia es efectiva para obtener ese fin de control y como ellos no han sufrido las consecuencias, las mujeres se han callado.

La violencia doméstica ocurre en todos los niveles de la sociedad, no solamente en las familias pobres. En las familias ricas sucede lo mismo. Lo que pasa es que una mujer a quien le dieron una paliza, si tiene dinero, se va tranquilamente a una clínica privada y aquí no ha pasado nada. Las que son pobres tienen que ir al hospital y allí los médicos dicen: "A esta mujer la han golpeado" y la policía se encarga de eso.

Entre blancos, negros, amarillos, católicos, judíos, protestantes y evangélicos; entre todos, existe la violencia doméstica. Pero no por ser protestantes o católicos, sino, por no ser como deben ser.

Otra causa de este problema son los medios de comunicación. En la televisión la violencia es glorificada, los estereotipos que nos presentan son de violencia sexual. Cuando un marido por la fuerza tiene relaciones sexuales con su esposa, eso se llama violencia sexual, porque la mujer también tiene derecho a decir que no. Si a una mujer, como yo oigo todos los días, se le insulta, se le veja, se le dice barbaridades, no se le habla y solamente se la utiliza para tener relaciones sexuales con ella; ¿Cómo va a querer estar con su marido? Tiene el derecho a decir que no, todo el derecho del mundo.

En muchos casos, también la violencia doméstica está íntimamente relacionada con el alcohol y las drogas. ¿Qué sucede cuando una persona consume drogas o se emborracha? En esta parte del cerebro tenemos los centros vitales, comunes con los animales y allí está el centro de la agresividad o del instinto agresivo. Todos los hombres y las mujeres lo tenemos. Pero en la persona normal, esos centros se comunican con la parte consciente del hombre, lo cual diferencia al hombre del animal.

Cuando uno toma alcohol o usa cualquier droga, estos centros quedan como un barco sin timón. Y ¿Qué le pasa a un barco sin timón? Pues se estrella contra las rocas. Sobre todo la agresividad, el instinto sexual, quedan sin control. Entonces viene el golpear a la mujer y a los hijos bajo el efecto del alcohol y el abusar de la mujer sexualmente. El 50 % de los casos (que se conocen) de abuso sexual entre los hijos, es entre personas alcohólicas o adictas, porque surge el animal que hay dentro de nosotros mismo, en España.

Los recuerdos, los valores, los consejos, cuando uno usa o abusa del alcohol o drogas, no funcionan y viene la violencia doméstica.

A pesar de la llamada "liberación femenina" (que en realidad muchas veces ha llevado a la mujer a mayor esclavitud), todavía hay hombres que consideran a esposa e hijos como objetos de su propiedad. Por eso se creen con el derecho a descargar sobre ellos su frustración o malhumor maltratándolos a su antojo.

Como los hijos imitan a padres, se da con frecuencia que quienes en la niñez fueron testigos de abusos físicos entre sus padres, repiten la misma conducta cuando llegan al estado adulto. Aprendieron que los problemas y conflictos se afrontan con la fuerza bruta.

Ese aprendizaje negativo se arraiga tanto que muchas veces pasa de generación en generación. Si a esto se añade la "glorificación" de la violencia en los medios de comunicación, podemos entender el por qué muchos seres humanos recurren a la violencia, a veces con una frialdad que asusta más que el mismo acto violento.

La experiencia enseña que muchos de los abusadores familiares parecen "mosquitas muertas"; pasan por personas educadas y suaves, pero en el fondo son individuos celosos con una pobre imagen de sí mismos y que viven en un mundo irreal. Si a esas personas les da por tomarse unos tragos de más, cosa frecuente, la explosión violenta será mucho mayor.

¿Qué pasa con las víctimas de la violencia familiar?

Muchas siguen sufriendo hasta quedar completamente destruidas física, psicológica y moralmente. Otras acusan a sus agresores ante la policía, que muchas veces no toma debidas cartas en el asunto. Y ocurre, además, lo que no quisiéramos que ocurriera: La víctima también se vuelve violenta.

Entendemos que las personas que sufren hambre endémica se subleven y hasta se alcen en armas. ¿Por qué no entendemos que una mujer pisoteada, escarnecida, degradada en lo más íntimo de su ser pueda explotar y volverse violenta? Eso, aunque no se justifique, se explica.


La violencia doméstica: Un mal sobre el cual es difícil hablar:

¿Qué constituye violencia?

¿Es simplemente darle golpes a una persona? También la violencia psicología nos ha dado una nueva visión del ser humano y de sus necesidades psicológicas. Ahora sabemos que hay otro tipo de violencia que también hace daño a las personas: la violencia psicológica o verbal.

Destruir la autoestima de una persona sistemáticamente mediante críticas, desprecios, abandono o insultos; también son formas de violencia. No cabe duda de que a veces los golpes al espíritu son mucho más dañinos que los golpes al cuerpo y dejan heridas más profundas. Las víctimas de este tipo de violencia por lo general continúan sufriendo calladamente y por eso no reciben la ayuda que tanto necesitan. Una persona golpeada en su cuerpo puede mostrar las heridas y recibir ayuda. Sin embargo, la que es golpeada sistemáticamente en su psiquis, en su espíritu, no tiene heridas físicas que mostrar al mundo para poder pedir ayuda. Como este tipo de abuso o violencia doméstica ocurre mayormente en la privacidad del hogar, generalmente pasa desapercibido, a veces durante muchos años. Por añadidura, generalmente la violencia verbal o psicológica precede a la física.

Cuando a la mujer se le coacciona para que aborte (lo cual constituye violencia también contra una criatura inocente que no ha nacido), utilice peligrosos anticonceptivos y abortivos o se practique la dañina esterelización; todos estos también constituyen actos de violencia.

¿Por qué permanecen muchas mujeres en una relación abusiva?

Las víctimas del maltrato verbal muchas veces piensan que éste no es lo suficientemente grave como para tratar de hacer algo para impedirlo. Algunas temen que no les creerán si denuncian al abusador, pues a menudo éste goza de una buena imagen pública. Las que están siendo golpeadas tienen miedo a las represalias por parte del agresor ya que a menudo éste amenaza con matarla. Otras temen enfrentar la vida solas o simplemente no tienen los medios para hacerlo. A veces alguien que la víctima respeta le dice que debe permanecer en esa relación abusiva "por el bien de sus hijos". En el caso de la mujer del alcohólico o drogadicto, ella es una codependiente de su esposo o "compañero" y la codependencia es una enfermedad emocional que requiere tratamiento de un psicólogo o psiquiatra. Todas estas mujeres tienen en común una baja autoestima y una incapacidad para poner límites porque vienen arrastrando problemas emocionales desde su niñez. A menudo la raíz de la violencia doméstica tanto para las víctimas como para sus victimarios, es el vacío afectivo. O sea, la falta de amor y atención en su niñez.

En los hogares disfuncionales en los cuales un cónyuge maltrata al otro, es común el maltrato a los niños. Constituye violencia no sólo el darles fuertes golpes, sino también gritarles, menospreciarlos, castigarlos excesivamente o negarles la atención, la aceptación y el amor que son tan imprescindibles para su desarrollo emocional y social. También es un acto de violencia en el caso de los padres divorciados, el hablar mal del ex-cónyuge delante de los hijos o utilizarlos para hacerle daño al otro.

Lamentablemente, cuando una mujer está siendo víctima de cualquier tipo de violencia por parte de su esposo o "compañero", está tan enfrascada en defenderse que a menudo no puede darse cuenta del daño que también están sufriendo sus hijos. A veces permite hasta los maltratos físicos o verbales a éstos por parte del padre o padrastro, porque se siente incapaz de detenerlos ni siquiera en lo que respecta a sí misma.

Los casos de violencia doméstica o intrafamiliar abundan. Es algo que puede sucederle y en verdad a veces les sucede a personas que se consideran religiosas, porque se trata de una enfermedad psicológica que debe ser tratada.

Todos los que están involucrados en la violencia están enfermos y necesitan ayuda

Hasta que no se conozcan los hechos, ninguno de ellos la recibirá. No se les hace ningún favor a los miembros de una familia que está en estas circunstancias al ayudarle a mantener este horrible secreto. Se les debe motivar a obtener ayuda de un sacerdote o pastor y/o un psicólogo.

El continuar permitiendo este tipo de abuso tiene graves consecuencias sobre todo para los niños, muchas de las cuales sólo se manifestarán pasados muchos años. A veces los niños se convierten en victimarios y las niñas en víctimas igual que su mamá. Los niños que crecen en hogares violentos tienen una gran probabilidad de ser criminales en el futuro.

Muchas mujeres han intentado de diversas maneras evitar las situaciones de violencia, ya sea modificando conductas propias, a través de separaciones temporales, recurriendo a distintos profesionales e inclusive a los sistemas de seguridad y justicia, sin lograr cambios. Sumemos la presión social fundada en mitos como "algo habrá hecho", "la mujer buena tiene que sacrificarse por la familia", "los celos son una manifestación de amor" y tendremos a una mujer muy confundida, convencida de que nada de lo que haga podrá modificar la situación.

Recuerde que la violencia familiar es un proceso cíclico y que, a medida que pasa el tiempo, los ciclos de tranquilidad se reducen en duración, en tanto los episodios van aumentando en intensidad y frecuencia. La duración de este ciclo, que pocas veces es percibido por la víctima, es un indicador valioso.

También es importante tener en cuenta factores circunstanciales o permanentes, que tiendan a aumentar los niveles de stress del abusador y/o a reducir sus umbrales de inhibición (falta de trabajo, problemas de adicción, salud, etc.)


Mitos acerca de la Violencia Intrafamiliar
El problema de la violencia familiar está muy exagerado.

El maltrato es la causa más común de lesiones o daño en la mujer, más aún que los accidentes automovilísticos, violaciones o robos combinados. Las secuelas de la violencia doméstica producen altísimos costos al estado y a la sociedad en general. La violencia física es la causa de un cuarto de todos los intentos de suicidio realizados por la mujer. El 50% de los hogares padece de alguna forma de violencia. Debido a la proyección estadística de la violencia Intrafamiliar se irá incrementando con el paso del tiempo si no hacemos algo para detenerla.



Hombres y mujeres han peleado siempre; es natural.

En cada familia o relación existen conflictos ocasionales o más o menos permanentes, pero no hay necesidad de resolverlos mediante la violencia. El maltrato es un crimen de abuso, poder y control. El golpeador habitualmente piensa que tiene el derecho de controlar a su pareja y/o niños por cualquier medio, aún a través de los golpes. La violencia no es una manera aceptable ni justificable para solucionar problemas, aún cuando sólo sea ocasionalmente.



La violencia intrafamiliar es un problema de las clases sociales bajas y de las poblaciones marginales.

La violencia intrafamiliar se produce en todas las clases sociales, sin distinción de factores sociales, raciales, económicos, educativos o religiosos. Las mujeres maltratadas de menores recursos económicos son más visibles debido a que buscan ayuda en las entidades estatales y figuran en las estadísticas. Suelen tener menores inhibiciones para hablar de este problema, al que consideran "normal". Las mujeres con mayores recursos buscan apoyo en el ámbito privado y no figuran en las estadísticas. Cuanto mayor es el nivel social y educativo de la víctima, sus dificultades para develar el problema son mayores, por diversas razones. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la carencia de recursos económicos y educativos son un factor de riesgo, ya que implican un mayor aislamiento social.



El maltrato generalmente se produce una sola vez.. Debería ser un asunto familiar privado, no un crimen.

El incidente de maltrato rara vez es un hecho aislado. En realidad el maltrato generalmente se produce como una escalada en frecuencia e intensidad, con el agravante de tener un comienzo insidioso (la víctima no lo nota al principio). La incidencia posterior de la violencia es menor cuando el golpeador es denunciado o arrestado, que cuando la policía separa a las partes o actúa como mediadora. Las mujeres maltratadas se merecen la protección que, además, es su derecho, del sistema judicial y policial y necesitan de los recursos que la comunidad puede brindar. La mayor parte de las mujeres que consulta lo hace después de haber padecido un promedio de 7 años de violencia doméstica.



Si la mujer maltratada realmente quisiera, podría dejar a su abusador.

Muchas mujeres dejan a sus parejas. Muchas mujeres que se divorcian por abuso eligen no hablar de la violencia. Sin embargo existen razones sociales, económicas, culturales, religiosas, legales y/o financieras que mantienen a las mujeres dentro de la relación. El miedo es otra de las razones que las hace permanecer en sus hogares. Los peores episodios de violencia suceden cuando intentan abandonar a su pareja. Los golpeadores tratan de evitar que las mujeres se vayan a través de amenazas de lastimarlas o matarlas, de lastimar o matar a sus hijos, de matarse ellos o de quedarse con la tenencia de los chicos.

Las actitudes sociales, tales como la creencia de que el éxito del matrimonio es responsabilidad de la mujer y que las mujeres lastiman a sus hijos si los privan de su padre, sin importar cómo actúe él, mantienen a muchas mujeres dentro de la relación violenta. Además, las mujeres con chicos que abandonan el hogar tienen el 50% de posibilidades de verse económicamente perjudicadas y terminar viviendo por debajo de niveles de pobreza.



No existe la violación conyugal.

Por lo menos una quinta parte de las mujeres maltratadas son forzadas a mantener relaciones sexuales durante el episodio de violencia o inmediatamente después. De la misma manera son forzadas a realizar actos sexuales indeseados.



El embarazo detendrá la violencia.

Frecuentemente hay un aumento de la violencia durante el embarazo y muchas veces el primer episodio de violencia física se produce durante el embarazo. Generalmente los golpes se dirigen especialmente al vientre de la mujer, produciéndole un aborto o complicaciones en el embarazo.

Muchas jóvenes inician una relación con un hombre violento al quedar embarazadas.



Los chicos no se dan cuenta de que su madre es golpeada, por lo cual no son afectados.

Al menos en la mitad de los hogares en los que la madre es maltratada, también lo son los niños. También pueden ser lastimados por la violencia en contra de su madre, a través de objetos voladores, o mientras están en sus brazos. Aún cuando los niños sólo sean testigos de la violencia contra la madre, las consecuencias para su salud y su supervivencia son graves. Frecuentemente son ellos quienes instan a la madre a abandonar la relación violenta o quienes se interponen entre los padres para proteger a la madre.

Los varones tienen más posibilidades de convertirse en violentos cuando crecen. Las niñas aprenden que la sociedad acepta la violencia hacia las mujeres.

Los niños que viven en hogares violentos se sienten asustados y confundidos. Están en un alto riesgo de experimentar problemas de conducta, aprendizaje, problemas físicos relacionados con el stress y problemas de adicción. Los niños aprenden mientras observan y ven que la violencia funciona (se consigue lo que se busca) especialmente si se utiliza contra alguien menos poderoso. Aprenden que está bien solucionar problemas y controlar a los demás mediante la violencia, especialmente cuando no hay ninguna intervención que frene la violencia.



Las mujeres maltratadas son masoquistas y locas, provocan y disfrutan del maltrato.

Las mujeres no provocan ni merecen el maltrato. Merecen una vida libre de violencia. De la misma manera que sucede con la violación, se hace el intento de acusar a la víctima del comportamiento del atacante. Los golpeadores comúnmente echan la culpa de su comportamiento a frustraciones menores, al abuso de alcohol o drogas o a lo que su pareja pudo haber dicho o hecho. La violencia, sin embargo, es su propia elección. No conocen maneras no violentas de manejar su enojo.

Las reacciones de la mujer maltratada frente a la violencia son normales y necesarias para sobrevivir, dadas las circunstancias. Ella no está loca ni disfruta del maltrato. Generalmente lo que siente es miedo, impotencia, debilidad y vergüenza. Sigue ilusionada en que su pareja va a cambiar. El muestra remordimientos o promete que va a cambiar.



Los hombres que maltratan a sus mujeres están enfermos y no son responsables por sus acciones.

El maltrato es un comportamiento aprendido de las experiencias de la infancia y de los mensajes sociales justificando la violencia contra las mujeres. Los hombres que maltratan a sus mujeres o a sus hijos son, por lo general, sumamente seductores y agradables. También son excelentes vecinos y cumplidores en el trabajo. Si realmente estuvieran enfermos serían violentos no sólo dentro del hogar, sino también fuera de él. Pocos de ellos presentan alguna patología, sólo un 10% de los casos. Los golpeadores no están fuera de control y acusan a sus parejas de provocarla. Este mito permite justificar la violencia, evitando que la sociedad sancione el maltrato.



La violencia familiar es provocada por el alcohol y las drogas.

El alcohol y las drogas son factores de riesgo, ya que reducen los umbrales de inhibición, pero no producen la violencia. La combinación de modos violentos para la resolución de conflictos con adicciones o alcoholismo suele aumentar el grado de violencia y su frecuencia. Muchos golpeadores no abusan ni de las drogas ni del alcohol y muchos abusadores de drogas o alcohol no son violentos. Son dos problemas separados que deben ser tratados por separado.



Los violentos no cambian.

Los hombres que golpean pueden aprender a ser responsables de su propio comportamiento y pueden aprender modos no violentos de actuar o comunicarse. Obviamente, los cambios sólo se producirán si el violento toma conciencia de su problema y desea solucionarlo.



Una vez que se detienen los golpes, todo va a estar bien.

El abuso psíquico, emocional y sexual generalmente son anteriores a los golpes y continúan aún cuando éstos se hayan detenido. Estos comportamientos también deben cesar para poder comenzar el proceso de reparación. Las mujeres maltratadas sienten miedo, ansiedad, indefensión, ira y vergüenza. Se desarrolla una muy pobre autoestima debido a los constantes insultos y desvalorización de su pareja. Habitualmente es aislada por su pareja y ha perdido contacto con amigos y familia. Suele estar asustada de ser culpabilizada por ellos de la violencia. El soporte de amigos, familiares y la comunidad son necesarios para reconocer sus fuerzas y para creer que ella es una buena persona que merece una vida libre de violencia. La recuperación de la violencia es un proceso que puede llevar un tiempo muy largo.

La violencia emocional produce secuelas tan severas que muchas veces se diagnostican psicopatologías graves como consecuencia del maltrato.



La violencia doméstica sólo es un problema familiar.

Es un crimen contra la sociedad agravado por el vínculo, de la misma manera que lo es la violencia entre extraños,. Problemas sociales como el alcoholismo, las adicciones, la delincuencia juvenil, el suicidio y la fuga de hogar aumentan cuando hay violencia en el hogar. Las empresas pierden billones de dólares al año debido al ausentismo y la baja productividad resultante de la violencia intrafamiliar. Los costos médicos producidos por violencia intrafamiliar ascienden a millones de pesos. Las comunidades gastan millones de pesos al año en intervenciones a través de los programas de asistencia y prevención de la violencia.





PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN EN LA DINÁMICA DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.

La amenaza de ejercer violencia y su ejercicio al interior de la familia son conductas aprendidas y reforzadas por la violencia en los medios y en la sociedad y por la estructura tradicional de dominación en la familia. Con frecuencia aquellos que ejercen la violencia fueron víctimas u observadores de ella en sus familias de origen.

Desde un punto de vista sistémico las complejas conductas disfuncionales que hay trás la denominada "violencia intrafamiliar" son manifestaciones de desordenes o implicaciones sistémicas que tienen su origen en dos tipos de eventos en la historia familiar de los perpetradores y de las victimas:

eventos acaecidos en la familia de origen de uno o de ambos miembros de la pareja que han quedado inconclusos. Ellos pueden haber tenido como protagonistas de injusticias, actos de violencia y/o culpabilidad no asumida, a personas de otras generaciones. Sus consecuencias se vienen repitiendo y seguirán repitiéndose a lo largo de muchas generaciones si los hechos acaecidos no son reconocidos y concluidos apropiadamente en el contexto del alma familiar.
eventos que han afectado el equilibrio en la relación de pareja o actos graves en los que se ha implicado uno o ambos y no han asumido responsablemente sus consecuencias o sus culpas. En estos casos la violencia intrafamiliar es una manifestación de desordenes asociados a otras conductas disfuncionales, como por ejemplo el incesto, los celos, el alcoholismo, destinos familiares difíciles tales como la discapacidad de un hijo, la homosexualidad no asumida..
Un nuevo método psicoterapéutico, creado por el alemán Bert Hellinger, nos ha permitido observar estos eventos cargados de altos niveles de energía afectiva que han sido bloqueados y cómo se expresan a través de sentimientos o emociones sustitutas que resultan incomprensibles incluso para quién las manifiesta, y no se pueden resolver sin una mirada al sistema completo en que se ejercieron.
Así, por ejemplo, si el dolor por actos de violencia perpetrados contra uno por un ser querido no es reconocido y sentido, éste nos lleva paradójicamente a la ceguera ante las propias conductas violentas; por el mismo mecanismo, la negación de una culpa no reconocida de otros miembros del sistema familiar y que no ha sido compensada apropiadamente, se expresa a través de actuar un papel de victima o de victimario de un descendiente a pesar de que éste no tuvo ninguna responsabilidad en los hechos negados o silenciados.

En el enfoque ante la violencia se considera que las causas de esta conducta se hallan en el ámbito de la historia de los afectados y que su curación depende del reconocimiento de la necesidad de poner en orden algo en la psiquis o alma de la familia de origen y/o actual de uno o de ambos integrantes de la pareja.

También es preciso dar herramientas para el manejo de conflictos a quienes ejercen la violencia, proveer a las victimas de habilidades para confrontar en forma apropiada a quienes los hacen objeto de su violencia y fijar límites y aprender a mantener el delicado equilibrio entre dar y recibir de lo bueno y lo malo en el intercambio conyugal.

El trabajo con grupos en que participan miembros de familias, afectadas en diversos grados por el fenómeno de la violencia intrafamiliar, debe estar libre de juicios morales o éticos. Es necesario mirar a los individuos, incluidos a los perpetradores de la violencia, como a niños que obedecen los estándares válidos en su familia de origen. Si se desviaran de ellos, se sentirían culpables y no aceptados ya en su familia de origen. Es aún más difícil cuando esos estándares operan no sólo en la propia familia sino en otras del grupo de referencia de los concernidos. Entonces la presión por seguir esos estándares es aún mayor. Con este trasfondo se puede mirar a las familias de las victimas y los perpetradores de una manera más relajada y con el ánimo de comprenderlas. Así ambos pueden tener un lugar en el corazón del terapeuta y del grupo.

También es preciso estar consciente de que la gente está identificada con perpetradores, entre sus antecesores, que fueron condenados sin reconocer que estaban implicados sistemicamente. Aquí cabe realizar ejercicios en que los perpetradores ya fallecidos y sus victimas encuentran paz al unirse en un pesar común, lo que facilita la ocurrencia de cambios significativos en las familias.



Es posible observar algunos signos en determinadas etapas de nuestra relación de pareja.

En el noviazgo

Últimamente son frecuentes las noticias de mujeres heridas o golpeadas, inclusive muertas, por sus esposos. Las que han buscado ayuda han reconocido que desde la época de sus noviazgos aparecían detalles que al pasarlos por alto no les permitieron darse cuenta de lo que vendría después.

Cuando uno se enamora suele ver todo "color de rosa". La figura de la otra persona aparece ante nuestros ojos como perfecta. Si le vemos algún pequeño defecto, corremos inmediatamente a buscar una justificación o lo vemos como un asunto pasajero.

El excesivo control de nuestros actos

Si él, por ejemplo, llama constantemente al trabajo o a la casa para saber qué está haciendo ella, se toma como un signo de amor y de preocupación hacia la mujer amada. Si se enoja porque llegamos 10 minutos tarde a la cita, lo atribuimos a un exceso de responsabilidad y puntualidad.

Muchas veces no es hasta que se ha establecido el matrimonio que comenzamos a darnos cuenta quién es realmente la persona que tenemos al lado y nuestra primera sensación es la de habernos casado con un extraño al que hay que dar cuenta de todo, cumplir horarios severamente estrictos y que socava poco a poco nuestra capacidad de decidir y autoestima.

Algunas frases comunes a las que generalmente no prestamos atención son: ¿a dónde vas?, ¿con quién?, ¿por qué?, ¿vas con esa ropa tan provocativa?, ¿a qué hora regresas?, ¿lo saben tus padres? ¿esa amiga yo la conozco?, ¿dónde vive? Y otras que nos parecen puro interés amatorio pero que luego se convierten en motivos de gran ansiedad por si casualidad la hora que dijimos se va a extender o si hubo improvisaciones de último momento que luego él no va a comprender y les va a otorgar otros significados.


El afecto para ellos no es compartible

La primera etapa pudiera decirse que transcurre fundamentalmente en ese tipo de control posesivo. Es importante observar cómo reaccionan ante el amor que podemos sentir hacia otras personas. A ellos les molesta en demasía el cariño hacia familiares, amigos e hijos. Los celos de este tipo prácticamente aparecen en todos los hombres violentos. Es por eso que el nacimiento de los hijos desemboca muchas veces en episodios violentos. Ellos sienten que ya no tienen todo el cariño, que el bebé se lleva la mayor parte, que están desatendidos y por lo general, son incapaces de manejar adecuadamente la situación.

Desean todo nuestro tiempo, pensamientos y devociones para estar seguros de nuestro afecto. Por lo general son personas con baja autoestima que necesitan constantemente una reafirmación de nuestros sentimientos.

¿Conociste bien a su familia de origen?

Es muy importante conocer a la familia del futuro esposo y cómo transcurrió su infancia. Los hombres violentos en su mayoría proceden de hogares donde eran comunes las discusiones, insultos, desvalorizaciones, roturas de objetos, golpes, etc. No todas las personas que tuvieron un hogar así son violentas, pero existen muchas posibilidades de que repitan el modelo familiar cuando establezcan sus propias familias.

La violencia no siempre tiene que ver con los golpes. Las descalificaciones, desvalorizaciones e insultos son síntomas que indican la presencia del fenómeno. Frases comunes son: "Así no se hace eso", "Déjame a mí que tú no sabes", "Eres muy lenta", "Cállate, no seas tarada", "¿qué decís?, si de esto tú no sabes", etc.

El dinero, otro aspecto de la violencia

Otras formas de violencia tienen que ver con lo económico. En estos casos, el hombre mantiene el control del dinero, supervisa en qué cosa se gastó algo por mínimo que sea y la mujer tiene que pedir, a veces, hasta para compras muy pequeñas, como leche, bizcochos, etc.

Cualquier tipo de manifestación de violencia puede convertirse en otra. A medida que avanza la relación, de los insultos se puede pasar a romper objetos, de eso a los golpes y si no hay una detención del problema se puede llegar hasta la muerte.

http://www.psicologia-online.com/colaboradores/paola/violencia/index.htm

El maltrato emocional se origina en el comportamiento de los padres y afecta sicológicamente al niño


Humillación, predisposición e inseguridad son los sentimientos que se pueden ver refejados en el futuro cuando un pequeño padece este tipo de situación en la niñez.
Siempre que se oye hablar de maltrato infantil, se asocia con el hecho de que los adultos golpeen físicamente a los niños; sin embargo, existe otra clase, mucho más sutil, pero no por ello menos dañina: se trata de un maltrato silencioso, que abarca el ámbito emocional y sicológico.

“Este lo padecen los niños que constantemente son ignorados, ridiculizados, insultados, rechazados, confinados, despreciados, regañados o subvalorados ante los demás por sus propios padres”, explica la sicóloga infantil María Isabel Guerrero.

El maltrato emocional proviene principalmente de los padres, pues ellos son la fuente de autoestima del niño. Así que si ellos no les brindan la aprobación y el reconocimiento que requieren para consolidar y fortalecer su personalidad, su estabilidad emocional puede tambalear.

Los padres no deben olvidar que la capacidad para crear ideales y obtener logros está relacionada con el reconocimiento permanente que los adultos le dan al niño.

Por eso, “las figuras paternales deben funcionar como ‘un espejo de aumento’, en el cual el niño vea reflejada su importancia, su certeza de ser capaz de vivir y sortear todas las vicisitudes de la vida”, asegura Clara Maya Gallego, sicóloga sicoanalista.

Este tipo de maltrato puede originarse desde la gestación por una madre que no quiere a su hijo. De la misma manera, sucede con padres que no aceptan al niño porque no pueden tolerar algunas de sus características personales, como su llanto, su ansiedad, su dificultad para aprender, entre otras.

En este sentido, no hay que olvidar que el niño se hace sujeto en la relación que establece con los otros, inicial y especialmente con los padres; es decir, que sobre ellos recae una gran responsabilidad, pues al “aceptar la existencia del hijo, su género y sus características personales, el niño internaliza –es decir, hacer propia– esta aceptación, lo cual hará que se sienta contento con su existencia”, comenta Maya.

Ahora bien, si, por el contrario, los padres rechazan al hijo, él lo percibirá e internalizará una imagen del mundo y de personas ‘malas’, hostiles y amenazantes, frente a las cuales tendrá que defenderse, contraatacar, retraerse del medio o refugiarse en sí mismo.

Autoestima lesionada
“Cuando las personas significativas para el niño –como sus padres, hermanos y maestros– lo humillan, lo comparan con otro para recalcar sus falencias, se burlan de él y lo ridiculizan, el niño se siente vulnerado y atacado, y como consecuencia va a tener sentimientos de inseguridad, dificultad para valorar a los otros y establecer vínculos; también, resentimiento con otras personas, que impulsan deseos de venganza y retaliación”, dice Maya.

Igualmente, el niño se asustará frente a los retos, perderá o no adquirirá la capacidad para superar obstáculos y manejar las frustraciones e incertidumbres propias de la vida.

Además, esto crea las condiciones para el desarrollo de trastornos síquicos serios.

Efectos del maltrato
Por su parte, el médico sicoanalista Juan Rafael Padilla afirma que cuando un niño es maltratado de esta manera, le queda imposible establecer un vínculo confiable –también llamado apego seguro– con sus padres. En su lugar, crea una serie de apegos inseguros; es decir, formas particulares de relacionamiento con que se protege de vivencias de angustia y dolor emocional que no encontraron un receptor adecuado en los padres.

“El niño puede crear tres tipos de apego inseguro: el apego rechazante, en que crea una barrera frente a los demás, mostrándose indiferente a las necesidades emocionales, tanto propias como de los otros. El apego preocupado, en que el infante extrema la necesidad de cercanía para protegerse del temor. Finalmente se encuentra el apego desorganizado, en que pierde momentáneamente contacto con la realidad para no percatarse de que la fuente de su temor es justamente la o las personas que deberían proporcionarse tranquilidad y sosiego”, concluye el especialista.

Secuelas del maltrato
El médico sicoanalista Juan Rafael Padilla señala que cuando un niño es maltratado emocionalmente, esto lo predispone a presentar ciertas actitudes, reflejadas, por ejemplo, en el matoneo o intimidación escolar. “Esto sucede porque el infante ha creado una barrera frente a los demás; eso lo hace incapaz de identificarse con las necesidades emocionales de los demás, tal como sus padres fueron incapaces de hacerlo con él. De esa manera, fácilmente se convertirá en el ‘matón’ del curso. Otro niño maltratado, que suele necesitar de protección, mostrará abierta e inconscientemente su indefensión e inseguridad y será el ‘matoneado’ ”.

http://www.abcdelbebe.com/node/154231

Por Melissa Serrato Ramírez

Redactora ABC del bebé