Algunas reflexiones sobre el tratamiento cognitivo-conductual del trastorno obsesivo compulsivo


Algunas reflexiones sobre el tratamiento
cognitivo-conductual del trastorno obsesivo compulsivo
Dr. José Antonio García Higuera
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Introducción

La descripción de en que consiste este trastorno se puede ver en Trastornos de Ansiedad Descripción en español de este trastorno por el National Institute of Mental Health

Puedes encontrar una descripción práctica y para profesionales de las técnicas que se utilizan en el tratamiento de trastornos de ansiedad en: Psicoterapeutas.com: Teoría y práctica de la psicoterapia cognitivo conductual. Se puede también consultar el "Curso Terapéutico de Aceptación I y II" en el que se explican con detalle y de forma asequible los procesos que intervienen en el establecimiento del trastorno obsesivo y se plantean las pautas básicas para evitar que se mantenga el problema.
Consulta:
Planteamiento del problema

Hola, Doctor

Ha sido un auténtico placer visitar su página web. La encuentro de gran utilidad y muy interesante.

Ahora paso a exponerle un caso para ver su posible discusión, pues yo opino que de la confrontación dialéctica bien entendida, siempre se extrae algo provechoso.

Yo soy un paciente diagnosticado con un trastorno obsesivo en el que las compulsiones son mínimas. Es más bien un trastorno obsesivo de rumiaciones constantes.

Yo respondo perfectamente al perfil de persona obsesiva en potencia: Introversión, preocupación excesiva por los problemas, metódico, preocupación por el orden y limpieza, etc.

Desde los 14 años que empecé el bachillerato, experimenté la desagradable sensación de padecer 'manías' y pensamientos reiterativos. Así uno detrás de otro, durante todos los siguientes años. Actualmente, vivo sumido en un profundo abatimiento y desesperación porque me veo dominado por una serie de ideas o pensamientos 'tiránicos' que no me dejan vivir y me están destrozando la vida. .....

Actualmente, todas las obsesiones que tengo giran en torno a la idea del cerebro y al rechazo que me produce pensar en esta parte del cuerpo, esta maquina tan perfecta que a veces falla. Veo las cosas e inmediatamente relaciono el sentido de la vision con el cerebro (¡y quisiera cerrar los ojos para no ver!). ¡Que idea tan absurda!. Muevo un brazo y me viene a la cabeza que lo estoy moviendo gracias a una orden del cerebro (¡y otra vez, quisiera no moverlo!. Estoy leyendo o estudiando algo y otro tanto de lo mismo, ¡otra actividad del cerebro!. Todo va a parar a lo mismo y asi, con un monton de cosas. Imaginese lo que debe ser vivir todo el dia pendiente de estas ideas tan absurdas que encima me producen temor y ansieda (alguna vez hasta ataques de panico). Estoy siendo tratado con Anafranil y Tranxilium 5, en dosis bajas, y tambien estoy siguiendo una terapia cognitivo-conductual, basada en la desensibilizacion sistematica, pero estoy a punto de terminar la terapia y no experimento mejoria alguna (con eso no quiero criticar a este colega suyo que por otra parte me merece mucho respeto por su saber y sus conocimientos en la materia, pues puede ser que yo no haya llevado bien la terapia).

Preguntas concretas

Después de todo lo que le acabo de contar, mi debate es el siguiente:

¿Existen terapias alternativas de probada eficacia para erradicar estos trastornos obsesivos, aparte de la cognitivo - conductual?

¿Puede ser la sugestión hipnótica una posible cura a mi trastorno, por ser algo que subyace en my subconsciente y no aflora?

¿Puede aconsejarme algo al respecto por si mi terapia no me da resultado?. Estoy verdaderamente desesperado.

Le agradezco de antemano su atención y siento contarle todo este rollo, pero cuando uno se siente tan desesperado, se agarra a cualquier resquicio de esperanza.

Atentamente,

Respuesta

Me encanta recibir tu mail porque me obliga a escribir algo sobre el trastorno obsesivo compulsivo que es una de las cosas que están pendientes en mi página.

Aunque supongo que el colega que te trata habrá tenido alguna razón de peso para utilizar en tu caso la técnica de Desensibilización Sistemática; el tratamiento de elección para los trastornos obsesivos es "la exposición con prevención de respuesta", tal y como se puede comprobar en cualquier manual de Modificación de Conducta (puedes ver por ejemplo "Tratamientos Psicológicos" de Marino Pérez (catedrático de Oviedo), 1997, página 840 Editorial Universitas).

Explicándolo en pocas palabras, en este tratamiento se trata de exponer al paciente a los estímulos temidos previniendo la ejecución de los rituales. Por ejemplo, ante el rito de lavarse compulsivamente las manos se puede exponer al paciente a la suciedad (si este fuera el estímulo temido) evitando realizar el rito, lavarse las manos. Se mantiene esta situación hasta que la ansiedad del paciente disminuye de forma notable y puede aguantar la suciedad con un mínimo malestar. Con la repetición de este procedimiento el paciente se siente cada vez menos compelido a realizar el rito y el problema se resuelve.

Cuando se dice que es el tratamiento de elección se está afirmando que hay estudios científicos con datos empíricos contrastando su efectividad y que es superior a otros aunque también tengan eficacia probada.
Trastornos obsesivos sin compulsiones

Ahora bien, tú planteas que solamente tienes obsesiones (rumiaciones), es decir, no existen ritos externos. El tratamiento de este tipo de trastornos presenta peculiaridades, algunas de las cuales se comentan a continuación:

* La exposición a estímulos temidos con prevención de respuesta es también efectiva. Por ejemplo, un paciente tenía un pensamiento obsesivo de que iba a clavar un cuchillo a su hijo. Era un pensamiento irracional, quería muchísimo a su hijo y sabía que no lo haría nunca; pero ese pensamiento venía a su cabeza sin poderlo evitar y esto le producía mucha ansiedad. En este tipo de casos el miedo suele ser a perder el control y que pudiese llegar a ocurrir, por supuesto se trata de un miedo sin sentido. El tratamiento consiste en mantener el pensamiento de forma repetitiva hasta que su presencia no produzca ansiedad. Se ha comprobado experimentalmente que la exposición continuada al estímulo temido, en este caso el pensamiento, reduce y elimina el miedo que produce. Eliminada la ansiedad el pensamiento desaparece.
* En el caso anterior la rumiación coincide con el estímulo que origina el miedo; pero no en todos los casos es así. Por ejemplo, un paciente en proceso de separación tenía un pensamiento obsesivo de querer volver con su mujer, cosa que no solamente no deseaba realmente, sino que además era imposible. En este caso el temor lo originaban las consecuencias sociales de la separación, pues vivía en un ambiente muy tradicional. Pensar que quería volver con su mujer era el rito, una forma de intentar paliar la ansiedad que le causaba el rechazo social que se avecinaba. El estímulo ante el que tenía que perder la ansiedad era este rechazo social. El tratamiento consistió en la exposición al estímulo temido, el rechazo de las personas allegadas y la prevención de respuesta: pensar que realmente no podía volver con su mujer. En consecuencia es fundamental determinar cual es el estímulo que origina el problema, a veces no es tan evidente como puede parecer. El pensamiento obsesivo puede ser fuente directa del problema o puede ser parte del rito.
* Un problema importante que tiene el paciente en el tratamiento de las obsesiones sin compulsiones asociadas es el control necesario para no realizar el rito durante la exposición, ya que se trata de un pensamiento y en cosecuencia es más difícil ayudarle de forma externa. Por ejemplo, si un paciente obsesivo compulsivo se ducha compulsivamente durante horas un familiar que le ayudase en la prevención de respuesta podría cortar el agua caliente a los 15 min. Sin embargo, es más difícil ayudar para que el paciente deje de pensar algo. Los intentos de no pensar en algo suelen estar destinados al fracaso más rotundo. Por ejemplo si dicen o te dices "No pienses en tus pies" tus extremidades se hacen inmediatamente presentes. En estos casos la intervención directa del terapeuta es esencial para conseguir el éxito.
* A veces existen compulsiones que no son explícitas. Un ejemplo, una paciente tenía el pensamiento obsesivo de que por su culpa había ocurrido un accidente de tráfico y había muerto una persona. Estaba diagnosticada como obsesiva sin compulsiones; pero analizando con detalle sus conductas se descubrió que durante la obsesión realizaba un pequeño rito elevando ligeramente los dedos del pie derecho. Dejar los dedos en su sitio suprimiendo ese pequeño rito ayudaba a la paciente a controlar sus pensamientos rituales durante la exposición.
* No siempre los pensamientos repetitivos y no productivos son obsesiones, también pueden enmarcarse en un proceso de preocupación patológica, que también está asociada a la ansiedad y tiene un abordaje similar al que se plantea aquí. Se puede consultar una reflexión sobre la preocupación patológica pulsando aquí.

La toma de decisiones en los obsesivos

Otro problema que tienen los obsesivos es la toma de decisiones. los procesos cognitivos que intervienen en la toma de decisiones pueden estar distorsionados. Por mencionar dos casos concretos:

* Un paciente acude a consulta porque no puede decidir hacer nada. Realizando el análisis funcional se comprueba que cuando tenía que tomar una decisión entre dos alternativas, finalizando el proceso de evaluación, imaginaba lo más beneficioso para él en la parte alta de su campo de visión y lo que evaluaba como menos interesante lo imaginaba en la parte inferior. De esta forma resumía e integraba los distintos aspectos que valoraba en cada alternativa. En un momento dado pensó que este método no lo utilizaba nadie y que si lo hacía él era porque estaba loco y lo intentó suprimir. Desde entonces tenía grandes dificultades para integrar los aspectos parciales de la evaluación. El tratamiento consistió solamente en indicarle que recuperara su método y lo considerara normal.
* En otro caso el paciente intentaba tomar la decisión eligiendo la alternativa en la que más posibilidades tenía de dejar de sentir ansiedad o sentirse mejor. Sin embargo, cualquier decisión que tomase le dejaba con la duda de si podría haber tomado otra con la que se sintiera mejor, con lo que se sentía ansioso y mal. En consecuencia llegó a la situación de no poder tomar ninguna decisión. En este caso el paciente mejoró en el momento en que fue capaz de cambiar su criterio de decisión y aceptar como normal sentir ansiedad y malestar y decidir en función de otros parámetros. Para ello la aceptación de sensaciones fue un arma magnífica en el proceso (es un ejercicio del "Curso Terapéutico de Aceptación I y II".
* Podemos ver unos párrafos del "Curso Terapéutico de Aceptación I y II" que explican este proceso:

En nuestro comportamiento cotidiano, las sensaciones nos pueden servir para determinar si el resultado de nuestras acciones es bueno o malo. Lo hacemos tanto con los resultados reales como con los que nos imaginamos que vamos a obtener. Muchas veces sentimos que aquello no nos gusta, no sabemos exactamente la razón. Muy frecuentemente utilizamos solo estas sensaciones, que incluyen la impresión global que nos evoca la situación, para valorar los resultados, tanto previstos, como obtenidos. Esta evaluación se hace de forma automática, es decir, sin un pensamiento consciente, guiándonos en exclusiva por las sensaciones que han aparecido ante el resultado, ya sea previsto o real. Cuando planificamos, esta forma de valorar el resultado consiste en imaginar la situación final y sentir la sensación que se produce (Sugiura, 2003).

Un modelo que explica la perseverancia en la tarea que se da en algunas patologías, como el trastorno de ansiedad generalizada o el trastorno obsesivo compulsivo, es el que sostiene que en esta fase del proceso de toma de decisiones se considera el estado de ánimo que se alcanza como el elemento fundamental para saber si el objetivo de la tarea ha sido alcanzado (Martin y Davies, 1998; Martin, Ward, Achee y Wyer, 1993; Davey, Field y Startup, 2003). Si hace que desaparezca la sensación inicial que inquietaba, es que el curso de acción elegido es adecuado; si no desaparece, el curso elegido no es el mejor y hay que volver a intentarlo. Los que tienen un trastorno obsesivo compulsivo realizan un ritual que les deja momentáneamente más tranquilos; pero si no les deja del todo, siguen realizándolo. Saben que han cerrado la puerta; pero si la ansiedad persiste, la vuelven a cerrar hasta que la sensación de ansiedad se reduce lo suficiente: cerrar la puerta está bien hecho si la sensación que nos produce es la adecuada.

Conclusión

El tratamiento tiene un enunciado sencillo (exposición con prevención de respuesta) y en muchas ocasiones se puede hacer de forma simple, inmediata y rápida. Pero, como se puede apreciar en estos ejemplos anteriores, para otros casos es preciso que el psicólogo posea una gran experiencia y habilidad para poder realizarlo con éxito.
Contestación a tus preguntas polémicas
¿Existen terapias alternativas de probada eficacia para erradicar estos trastornos obsesivos, aparte de la cognitivo - conductual?

El tratamiento farmacológico con algunos antidepresivos (Anafranil es uno de ellos) es también una terapia eficaz de los trastornos obsesivos. Por sus posibles efectos secundarios y por el porcentaje de recaídas cuando se suprime la medicación, considero que el tratamiento de elección es la terapia cognitivo - conductual, es decir, la exposición con prevención de respuesta. Es importante tener en cuenta que ambos tratamientos, farmacológico y cognitivo conductual, se pueden combinar con ventaja evidente en algunos casos.
¿Puede ser la sugestión hipnótica una posible cura a mi trastorno, por ser algo que subyace en my subconsciente y no aflora? Creo que haces dos preguntas en una.

Por una parte si la hipnosis es efectiva. La hipnosis tiene un gran atractivo para cualquier tratamiento: todo queda en manos del hipnotizador que "obliga" al sujeto a hacer lo que es correcto. En mi opinión, y por desgracia, la única eficacia que ha demostrado la hipnosis es como herramienta auxiliar de otros tratamientos. Por ejemplo, como alternativa a la relajación o como técnica eficaz para exponer al sujeto a imágenes y pensamientos. Tampoco se ha demostrado que sea algo más o diferente de una sugestión.

Por otra parte sugieres que tu problema sea debido a algo que subyace en tu inconsciente y no aflora. Aunque así fuera, es preciso enfrentar y resolver la ansiedad que subyace en el trastorno obsesivo para solucionarlo. Creo que todos los psicólogos estamos de acuerdo en que solamente por el hecho de conocer de donde vienen los problemas no se resuelven y en la orientación cognitivo conductual se piensa que no siempre es preciso conocer el origen histórico de un trastorno para poder resolverlo, este es el caso del trastorno obsesivo compulsivo.
¿Puede aconsejarme algo al respecto por si mi terapia no me da resultado? Estoy verdaderamente desesperado.

Como te decía supongo que habrá razones para que te hayan tratado con Desensibilización Sistemática; pero si esta falla, como parece que ocurre, te puedes plantear la siguiente pregunta

¿Podría ser aplicable, después de un estudio cuidadoso y meditado, el tratamiento cognitivo conductual de elección (exposición con prevención de respuesta) en mi caso con ciertas garantías de éxito?

En este enlace podrás ver cómo se puede de aplicar el Curso Terapéutico de Aceptación al Trastorno Obsesivo Compulsivo

Otras direcciones relativas al trastorno Obsesivo - Compulsivo

Espero que estas líneas te sean de utilidad.

Un saludo,
--
José Antonio García Higuera
Doctor en Psicología
Colegiado M-00451

http://www.psicoterapeutas.com

Manías que destrozan la vida Así son los días de los enfermos de trastornos compulsivos, víctimas de sus propias obsesiones


http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Manias/destrozan/vida/elpepisoc/20060409elpepisoc_6/Tes/
Cuando va a salir de casa, ella revisa la llave del gas una vez; y otra vez; y otra vez; hasta 20 veces, sin poder atravesar la puerta e irse, sin dejar de volver sobre sus pasos a revisar -una vez más- la maldita llave del gas. "Sé que el tiempo se me echa encima, que llego tarde, a veces a citas importantes, pero no puedo dejar de revisar la llave del gas, y las ventanas, y las puertas, es algo superior a mí, que me hace perder mucho tiempo, que me consume", comenta esta mujer de 28 años que prefiere "por vergüenza" que su nombre no aparezca.

Esta mujer padece un trastorno obsesivo compulsivo (TOC), una patología psiquiátrica de apariencia pueril capaz de arruinar vidas enteras. Los enfermos de este mal se ven asaltados por determinados pensamientos -por lo general negativos, de catástrofes que se avecinan- de los que no pueden escapar y se ven obligados a llevar a cabo determinadas acciones para conjurarlos. No hay todavía una respuesta a la causa. Algunas teorías lo achacan a una predisposición genética, pero otras la niegan. Pero todos coinciden en que entre el 1% y el 3% de la población sufre este trastorno.

El jugador de fútbol del Real Madrid David Beckham, confesó la semana pasada en una televisión británica que sufre esta enfermedad y alguno de sus síntomas. Necesita ordenar los botes de bebida en la nevera por pares, necesita ordenar las prendas del armario por gamas de color...

"Haría falta un análisis más personal y exhaustivo, así, por lo publicado, no se puede asegurar si Beckham padece un TOC, pero los síntomas sí que son de esa enfermedad", explica el psicólogo clínico Pedro Rodríguez. A lo largo de su carrera, Rodríguez ha atendido numerosos casos de enfermos de TOC. Algunos no se le olvidan: "Atendí a un paciente que, para no tocar con la mano el picaporte y contaminarse, abría las puertas con el codo, protegido por la manga del jersey; si el picaporte era de los que se abrían para abajo, lo abría y pasaba. Pero si era de los redondos, como con el codo no podía accionarlo, pues esperaba a que alguien pasara y le abriera la puerta". Rodríguez añade: "Este mismo joven empezaba a pensar que a alguien de su familia le iba a ocurrir algo muy malo si no tocaba madera. Así, empezaba a tocar compulsivamente el tablero de la mesa. Eso, simplemente, le impedía concentrarse, estudiar, sacar los estudios. Tenía trabajo, pero, claro, el trastorno que padecía le impedía desempeñarlo de manera adecuada: la enfermedad interfería en su vida de manera notable".
"Difícil frontera"

A veces, es difícil separar la simple manía del comportamiento patológico. "Esto es una gradación: es difícil establecer una frontera. Pero si esa dolencia, o comportamiento, es capaz de afectarte la vida, para peor, de estropeártela, entonces estamos ante una patología ante la que hay que actuar. Naturalmente, hay casos más graves y menos graves, pero siempre tienen que ver con trastornos de ansiedad", añade. Para este psicólogo, el personaje de Malvin, el escritor neoyorquino interpretado por Jack Nicholson en Mejor imposible, es "un retrato casi perfecto de un caso grave de trastorno obsesivo compulsivo". Hay otros ejemplos del cine: la interpretación que hace Leonardo di Caprio de Howard Hughes en El aviador.

María Teresa Miró, psicoanalista y presidenta de la Sociedad Española de Psicoanálisis, considera que "el paciente obsesivo trata de defenderse de ansiedades intensas a través de mecanismos de defensa que intentan apartar dichas emociones". Y a su juicio, el tratamiento que mejor responde, "aunque hay que estudiar siempre caso por caso", es la mezcla de terapia con fármacos. A juicio de otro médico y psicoanalista, Demian Ruvinsky, el TOC, que acarrea "una ansiedad muy grande", se origina "por la manera de defenderse de un deseo censurado". "En el caso de los obsesivos por un orden rígido, éste responde a que sienten algo amenazante en el exterior", añade.

Hay niños que sólo pueden comer galletas impares, o que antes de acostarse golpean la nevera tres veces; o adultos que van en autobús porque no pueden soportar la angustia -y la vergüenza ante uno mismo- que les provoca el revisar una y otra vez las puertas del coche para ver si las han cerrado bien. O quien, como Carlos (nombre ficticio), que emplea en lavarse, cada día "cerca de tres horas". Y concluye, con amargura: "Yo tengo 39 años, y la enfermedad se me acentuó a los 30. Si lo hubiera hecho a los 15, estoy seguro de que no habría podido terminar una carrera. Estaría, como otros muchos obsesivos compulsivos que conozco, en el paro".

La mente le sigue jugando malas pasadas al hombre moderno.


http://www.20minutos.es/noticia/536912/0/trastornos/mentales/adicciones/
* La mente le sigue jugando malas pasadas al hombre moderno.
* La obsesión por la comida sana, por lucir una figura musculada o por conseguir un físico 'perfecto' son algunas de las 'nuevas neurosis' .
* La información, la educación y trabajar la autoestima son fundamentales para evitar caer en ellas.


FUENTE:DIANA SÁNCHEZ.

El hombre moderno ha conquistado mayores cotas de bienestar, cura enfermedades que hasta ahora lo mataban y es más longevo que nunca; pero sigue teniendo un talón de Aquiles: su mente, que puede jugarle malas pasadas.

El progreso y el desarrollo de la civilización han traído aparejados la aparición de nuevos trastornos mentales. La vigorexia, la ortorexia, la adicción al trabajo, a la cirugía estética, la ciberdependencia; pero ¿qué son? ¿se pueden prevenir? ¿Cómo se reconocen sus síntomas?

Las personas que sufren obsesiones tardan entre ocho y diez años en ir al psiquiatra

Quizá conviene aclarar primero que ninguna de ellas ha sido reconocida todavía como enfermedad mental. De momento son solo “trastornos neuróticos”, como explica a 20minutos.es María López-Ibor, psiquiatra e investigadora de CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental):

“Estos trastornos no están reconocidos en los manuales de clasificación y diagnóstico, son trastornos ligados a los obsesiones; pero todavía no están admitidos como enfermedades”.

Joaquín Saiz Ruiz, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y también uno de los principales investigadores del CIBERSAM va más allá “Para la psiquiatría no existe nada de esto. La única adicción comportamental reconocida como enfermedad es la ludopatía.”. Sin embargo, reconoce que la psiquiatría se encarga de “estudiarlos marginalmente, como curiosidad”.

La falta de consenso y el hecho de que este tipo de trastornos obsesivos muchas veces queden enmascarados por otros, hace que tarden años en diagnosticarse o que incluso queden mal diagnosticados. También esto explica la falta de estadísticas sobre el número de personas que los sufren.

“Muchos no vienen directamente a la clínica, vienen cuando empiezan a presentar otra sintomatología, por ejemplo, se deprimen, sufren ansiedad, o cuando, como en el caso de la vigorexia, dejan de ir a trabajar por ir al gimnasio”, explica María López-Ibor, que matiza: “Las personas que sufren obsesiones tardan entre ocho y diez años en venir al psiquiatra, porque no se reconocen enfermos”.

Por eso la divulgación, sin alarmismo, de los síntomas es vital para que la gente tome conciencia del problema. Aún así el diagnóstico no es sencillo.

Nuevos trastornos

Adictos al trabajo o 'workaholics'. Son gente que vive obsesionada con el trabajo, al que consagran su tiempo de trabajo y de ocio. Cuando no trabajan sienten una sensación enfermiza de vacío y sufren angustia o depresión. Nunca están satisfechos con lo que hacen ni dan por concluida una tarea de forma satisfactoria. En España no existen datos de cuántas personas sufren esta adicción; pero en Inglaterra, donde llevan hablando de este fenómeno más de una década, se cifra en un millón el número de personas que podrían catalogarse como ‘Workaholics’ o adictos al trabajo. Un estudio publicado en febrero de este año, llevado a cabo por la Universidad de Lancaster, relacionaba las largas jornadas de trabajo (que generalmente van unidas a pocas horas de sueño) con el riesgo de padecer demencia. María López-Ibor añade un interesante apunte sobre el tema: “Definir a los workaholics es difícil porque hay mucha gente que trabaja todo el día por miedo a perder su trabajo”.

Vigorexia. Según el Instituto de Transtornos Alimenticios (ITA), entre el 1 y el 10% de la población que acude regularmente a los gimnasios sufriría este trastorno caracterizado por la adicción al ejercicio físico. Esta preocupación va emparejada con una distorsión de la propia imagen y afecta, sobre todo, a hombres entre 15 y 35 años, aunque también a mujeres. A las largas y extenuantes horas de gimnasio y pesas los vigoréxicos suman un pensamiento obsesivo centrado en la mejora del aspecto físico: estricta dieta especial, consumo de sustancias para fomentar el desarrollo muscular… La vigorexia afecta sobre todo a hombres de entre 15 y 35 años

Los vigoréxicos tienen la peculiaridad de que no hacen ejercicio por el bienestar físico que les produce (y que ya de por sí es adictivo gracias a la liberación de endorfinas),si no por cumplir los requerimientos de una canon estético determinado.

Ortorexia. Sería la obsesión por comer saludable. Según el ITA, esta obsesión afecta sobre todo a mujeres jóvenes, que desarrollan sus propias reglas alimenticias y se obsesionan por la calidad de la comida, llegando a sentirse culpables y corrompidas cuando incumplen sus propias reglas. Estas personas llegan a evitar todo tipo de ‘comida social’ fuera de casa con familiares y amigos por miedo a no poder seguir su dieta. En los casos más severos, en los que se ha excluido de la dieta algunos alimentos básicos, se observa desnutrición, anemia y pérdida de de masa ósea.

Ciberdependientes o adictos a los videojuegos o a Internet. Afectaría a personas de todas las edades. En los casos de adictos a los videojuegos, se han estudiado casos de personas que son capaces de jugar sin descanso durante 16 horas seguidas, restando tiempo al sueño y a cualquier tipo de actividad social. Los que sufren este trastorno sufren síndrome de abstinencia (depresión, ansiedad, naúseas, miedo, comportamiento violento…) cuando se les priva de su ‘droga’. En países como China, Corea del Sur y Holanda ya se trata en centros de rehabilitación, como una patología social. En Japón incluso han acuñado un término propio, los 'hikikomori' (que significa reclusión o aislamiento).

Mucha gente trabaja muchas horas por miedo a perder el trabajo, no porque sean workaholics

Adictos a la cirugía estética. Ningún arreglo corporal es suficiente. El concepto de la propia imagen está tan deteriorado que se emprende una carrera sin límite para conseguir una armonía imposible. Hay pacientes que llegan acumular hasta 40 intervenciones, con el beneplácito de algún profesional sin escrúpulos, incluso haciendo y deshaciendo varias veces lo hecho. Todavía se da en casos muy excepcionales.

Pero, ¿cuándo hay que dar la señal de alarma? ¿Cuándo puede reconocer alguien que está empezando a tener un problema?

Para la psiquiatra María López Ibor ese momento llega cuando esa adicción “restringe tu libertad como ser humano y no te permite llevar una vida normal. Cuando te produce sufrimiento a ti o a los que te rodean, además de no permitirte adaptarte a la sociedad en la que te ha tocado vivir”.

¿Es nuestra sociedad más proclive a sufrir este tipo de adicciones?

Para Miguel Martínez, médico psicoanalista del Grupo Cero, “todos somos candidatos, todos estamos expuestos a los bombardeos afectivos y somos vulnerables”. “La desestructuración social lleva a la soledad, cada vez se aguanta menos a la gente, por lo que nos recluimos en nuestro propio mundo y eso también se hace insoportable. Al final se recurre a otras adicciones para llenar ese vacío, esa soledad”.

Él añade además otro tipo de adicción poco conocida, “la adicción a los sentimientos”. “Al fomentarse el individualísimo, se tienden a hacer las relaciones de pareja muy claustrofóbicas y cerradas y se puede caer muy fácilmente en el maltrato”.

Detrás de estas conductas hay inseguridades, miedos

Para el psicólogo clínico Pedro Rodríguez “Detrás de muchas de estas conductas hay inseguridades, falta de alternativas, etc.”.

La falta de seguridad también es señalada por la psiquiatra López Ibor como clave para desarrollar una de estas adicciones: “Vivimos en una sociedad donde la imagen es importante, antes lo importante era tener qué comer”, lo que explicaría que este tipo de problemas no estén todavía identificados en los países menos desarrollados.

Y qué se puede hacer para prevenirlas

Para Pedro Rodríguez, psicólogo clínico, la mejor herramienta para tratar de prevenir estos trastornos es “la información y la educación". Sin embargo, para este profesional, que “no es partidario de psicologizarlo todo”, el ser humano “tiene recursos propios para solucionar muchos problemas”.

“Trabajar la autoestima, reconocernos cómo somos, con nuestras virtudes y valores y respetarse a uno mismo” es clave para la psiquiatra López Ibor.

Para el psicoanalista Miguel Martínez, la ayuda para tratar estas adicciones pasaría por “una terapia de deshabituación y hacerle entender al individuo el por qué de su obsesión”. Para él “el psicoanálisis es un método muy eficaz porque refuerza la personalidad”.

NUEVAS EVIDENCIAS CIENTÍFICAS


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/10/01/psiquiatriainfantil/1254389527.html

NUEVAS EVIDENCIAS CIENTÍFICAS
¿Obsesivos y compulsivos por culpa de una infección de garganta?
Varios trabajos han relacionado la infección por estreptococo con el trastorno obsesivo
En España, el primer caso documentado fue una niña de cinco años de Navarra
Un estudio niega que estos trastornos neuropsiquiátricos estén asociados a la bacteria

PATRICIA MATEY
MADRID.- PANDAS. Por este término se conocen los trastornos neuropsiquiátricos infantiles asociados a la infección por estreptococo B-hemolítico. En otras palabras, que las infecciones de garganta pueden ocasionar un subtipo de trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) y de tics en los más pequeños.

La hipótesis PANDAS ha sido y sigue siendo controvertida. La comunidad científica 'colecciona' varios estudios epidemiológicos sobre esta asociación, pero tan sólo existe un trabajo con un grupo control, que fue realizado en niños de entre cuatro y 13 años. En él se 'encontró' que los pacientes diagnosticados de TOC o de tics tenían el doble de posibilidades de haber sufrido una infección por estreptococo los tres meses previos al dictamen psiquiátrico.

Ahora, un nuevo estudio viene a 'echar más leña' a la polémica y a la confusión al afirmar que "la infección por estreptococo no parece causar o exacerbar los TOC o el síndrome de Tourette (tics)", tal y como recoge la versión online de 'Neurology'.

En nuestro país, 'Anales del Sistema Sanitario de Navarra' recoge en un artículo el caso de una paciente de cinco años que, "según la bibliografía consultada, es el primer caso de PANDAS identificado en Navarra y también el primero descrito en la literatura española. Además, se observa por vez primera la asociación entre la infección y la amigdalectomía [extirpación de amígdalas]. Queremos destacar que a pesar de que se haya descrito el caso de dos gemelos, uno con un cuadro de TOC y otro con un trastorno de tics, que mejoraron tras someterse a la intervención, en el de la paciente ha sido precisamente la cirugía la desencadenante del cuadro", documenta en el trabajo el equipo de científicos de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica del Hospital de Navarra y del Centro de Salud de Tudela.

Otros factores demográficos
Anette Scharg, del Departamento de Neurociencias Clínicas del Instituto de Neurología de la Universidad de Londres (Reino Unido), es la directora de la nueva investigación en la que han participado 225 pacientes de entre dos y 25 años [129 diagnosticadas de TOC y 126 de tics] que fueron comparados con 4. 519 personas sanas de edades similares un [grupo control].

"Valoramos si los pacientes habían estado expuestos a una posible infección por estreptococo los dos años previos a tener los primeros tics o síntomas obsesivo compulsivos. Pero, además, también si el contagio se había producido en los cinco años anteriores al diagnóstico", comunican los autores.

Reconocen, también, que 'rastrearon' la posible influencia de factores sociodemográficos en el desarrollo del TOC o de los tics. Los datos revelan que en el grupo de pacientes obsesivo compulsivos, un 15% había estado posiblemente expuesto a la infección por estreptococo en los dos años previos al diagnóstico. Un porcentaje similar al del grupo control. Entre los afectados por tics, un 10% pudo haber contraído la bacteria. De nuevo, el número de afectados por la infección mentalmente sanos fue el mismo.

Como consecuencia, los autores defienden "que las personas con TOC o tics no tienen más posibilidades de haber tenido una infección de garganta ni en los dos ni en los cinco años previos al diagnóstico que aquéllas sin trastornos neuropsiquiátricos".

Asumen, no obstante, que su trabajo tiene ciertas limitaciones como es el hecho de "que la posible infección no haya podido confirmarse con pruebas de laboratorio. Sin embargo, un estudio realizado con este test en una muestra larga de pacientes sería muy costoso", argumentan los autores cuyo trabajo ha estado financiado, precisamente, por la Asociación Síndrome de Tourette británica.

Para Inmaculada Escamilla, del Departamento de Psiquiatría de la Clínica Universitaria de Navarra, en Madrid, y especialista en TOC, "el diagnóstico de un PANDAS no es fácil en la práctica clínica. Los pacientes no recuerdan la infección si no se ha producido en las dos o tres últimas semanas y la detección de la bacteria en exudado faríngeo en muchos casos, cuando se sospecha la existencia de algún tipo de estos síndromes, es ya negativa y el otro marcador de laboratorio utilizado (ASLO) es bastante inespecífico".

Todavía se mantienen "múltiples dudas acerca de la etiopatogenia de estos síndromes y, en cualquier, caso no existe todavía evidencia científica que sustente el empleo del tratamiento con antibióticos a largo plazo o con inmunoterapia para prevenir recidivas de TOC. Su tratamiento hoy, y el de los tics, aún de los que se consideran PANDAS, sigue siendo el estándar", documenta la doctora Escamilla.

TEMPERAMENTO, CARÁCTER Y PERSONALIDAD

http://www.mundodescargas.com/apuntes-trabajos/etica/decargar_desarrollo-de-la-personalidad.pdf

TEMPERAMENTO, CARÁCTER Y PERSONALIDAD
Para poder hablar sobre el tema considero que es útil definir cada uno de estos tres términos se
encuentran a continuacion
Carácter conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento que se han adquirido durante la vida y que dan
especificidad al modo de ser individual.
Temperamento (del latín temperamentum, `medida'), peculiaridad e intensidad individual de los afectos
psíquicos y de la estructura dominante de humor y motivación.
Personalidad, pautas de pensamiento, percepción y comportamiento relativamente fijas y estables,
profundamente enraizadas en cada sujeto.
El carácter temperamento y las aptitudes configuran la personalidad de un individuo. Es aquí donde se da la
relación entre el individuo y la sociedad, donde se regula la convivencia social a partir de la cultura
dominante.
En el temperamento intervienen factores hereditarios, congénitos y exógenos, estos últimos tienen que ver con
la alimentación, el clima y el ambiente.
Las cualidades anteriores no pueden ser modificadas, pero si pueden ser reguladas por el carácter, ya que la
base de éste, están edificadas sobre los cimientos fundamentales constituidos por el temperamento. Es sabido
que se nace con un temperamento, pero no se nace con un carácter.
El carácter se va desarrollando a través de la vida del ser humano, cuando ha conformado un conjunto de
situaciones neuropsíquicas de las actividades y actitudes que resultan de una progresiva adaptación o
regulación del temperamento a las condiciones del ambiente social. Depende de la relación social que
mantiene el individuo con su comunidad que refleja las condiciones personales y la manera de vivir.
El hombre es parte activa bajo la influencia de las condiciones y circunstancias externas, se mueve en una
interacción permanente con el medio, lo cual implica no solamente que el medio cambia a las personas, sino
que éstas influyen también sobre él, cambian, superan y transforman las circunstancias desfavorables. No son
las condiciones dadas y su acción reciproca con el medio lo que juega el papel decisivo en la formación del
carácter, sino que éste, se forma y se modifica en las actividades prácticas del hombre.

Fromm considera como base fundamental del carácter a los modos específicos de relación de la persona con el
mundo
1) adquiriendo y asimilando objetos y
2) relacionándose con otras personas ( y consigo mismo )
Al primero lo llama proceso de asimilación y al segundo, proceso de socialización.
Las orientaciones por las cuales el individuo se relaciona con el mundo constituyen la medula de su carácter.
La forma en que se relaciona implica una energía psíquica que es canalizada en los procesos de asimilación y
socialización. Una vez que la energía ha sido encausada de cierta manera, la acción se produce como fiel
expresión del carácter, de esta manera la persona puede acomodar su vida de tal modo que se ajuste o regule
su situación consigo mismo y con los demás. Tiene una función selectiva con respecto a las ideas y valores de
los demás.



La familia es la agencia psíquica de la sociedad. Al adaptarse el niño a su familia adquiere el carácter que
después lo adoptará en carácter del niño es modelado por el carácter de todos sus familiares en un primer momento
las tareas que debe ejecutar en la vida social, es el que le hace desear hacer lo que debe
hacer, y cuyo núcleo comparte con la mayoría de los miembros de la misma cultura.
El carácter se debe en parte a las diferencias psíquicas y materiales del ambiente social específico, pero
también influyen las diferencias constitucionales de cada individuo. Así tenemos que el carácter domina y
regula al temperamento. En los rasgos fundamentales del carácter aflora revelándose como un recuerdo íntimo
el rasgo temperamental
La formación del carácter se determina por el efecto de las experiencias vitales, el ambiente jamás es el
mismo para dos individuos, la diferencia en su constitución física y temperamental los hace experimentar el
mismo ambiente de manera diferente.
El hombre puede adaptarse a su cultura, pero cuando hay obstáculos que se contraponen a su naturaleza,
desarrolla perturbaciones que lo hacen modificar o regular tales condiciones, es en este momento cuando
tienen que ver los juicios de valor, es aquí donde dependiendo de la cultura, se pueden enjuiciar las acciones
como −−buenas− o − malas − , por ejemplo, se califica a un niño como bueno si es dócil y malo, si trata de ser
independiente.


Para crear la personalidad el individuo pasa por ciertas fases las cuales son: la infancia, adolescencia,
adultez y vejez la primera es en donde se destaca el desarrollo de la personalidad.
Infancia, periodo comprendido entre el momento del nacimiento y los 12 años, aproximadamente. Esta
primera etapa de la vida es fundamental en el desarrollo, pues de ella va a depender la evolución posterior, y
sus características primordiales serían las físicas, motrices, capacidades lingüísticas y socioafectivas.
Desarrollo emocional
El vínculo consiste en una unión psicológica entre el niño y la persona que lo cuida, por lo general su madre.
El llanto y la risa ponen en contacto a los niños con quienes los cuidan. Este vínculo proporciona una base
emocional segura, a partir de la cual se desarrollan las relaciones maduras. Las investigaciones demuestran
que un vínculo inadecuado impide el desarrollo social y emocional a lo largo de la vida; por ejemplo, si un
niño es separado de su madre y, tras esa situación no establece un vínculo seguro, se perturbará su desarrollo
posterior.

Es probable que sucesos traumáticos que se producen durante la infancia, tales como los abusos físicos o la
malnutrición, afecten al desarrollo y al comportamiento de una forma negativa. Experiencias menos extremas
también tienen su influencia, pero sus efectos pueden ser temporales y menos llamativos. Se ha demostrado
que las primeras experiencias influyen en las actitudes hacia el proceso de aprendizaje, en el concepto que el
niño tiene de sí mismo, y en la capacidad para formar y mantener relaciones sociales y emocionales en el
futuro.


Adolescencia, etapa de maduración entre la niñez y la condición de adulto. El término denota el periodo
desde el inicio de la pubertad hasta la madurez y suele empezar en torno a la edad de catorce años en los
varones y de doce años en las mujeres. Aunque esta etapa de transición varía entre las diferentes culturas, en
general se define como el periodo de tiempo que los individuos necesitan para considerarse autónomos e
independientes socialmente.
Durante la adolescencia no se producen cambios radicales en las funciones intelectuales, sino que la capacidad
para entender problemas complejos se desarrolla gradualmente. El psicólogo francés Jean Piaget determinó
que la adolescencia es el inicio de la etapa del pensamiento de las operaciones formales, que puede definirse
como el pensamiento que implica una lógica deductiva. Piaget asumió que esta etapa ocurría en todos los
individuos sin tener en cuenta las experiencias educacionales o ambientales de cada uno. Sin embargo, los
datos de las investigaciones posteriores no apoyan esta hipótesis y muestran que la capacidad de los
adolescentes para resolver problemas complejos está en función del aprendizaje acumulado y de la educación

Adultez, Es una etapa donde se evidencia con claridad el proceso de envejecimiento y salen a relucir los
frutos del carácter temperamento y personalidad aquí ya todo se desarrolló mediante un proceso complejo,
probablemente definido por una serie de sucesos que aún no han sido totalmente explicados, dentro de los que
se describen errores o daños fortuitos del vivir o de sucesos de desarrollo programado y ordenado
genéticamente. Sin embargo no podemos olvidar que todo este proceso está influido por el estilo de vida
presente y pasado.
Entre las características que tiene este pensamiento (Kramer, 1983), se encuentran el "Relativismo", es decir,
el adulto observa y analiza desde diferentes perspectivas, es capaz de hacer "Sintesis", replanteando las
situaciones y planificando constantemente

mi cancion favorita. Otis Redding-Sitting on the dock of the bay

es increible como somos verdad. y como permitimos que esta maldita enfermedad nos haga dudar, hoy estaba recordando algunas de las canciones de mi vida y ha venido a mi un pensamiento, la personalida se forja en la infancia y nos acompaña de la cuna a la tumba. somos como somos con nuestras cosas buenas, y malas, humanos al fin y al cabo. dudar es de humanos verdad, pero cuando la duda duele y hacemos mil cosas para que no se materializen nuestros peores pensamientos, no es motivo mas que razonable para darnos cuenta de que nuestro pensamiento nos engaña, no dejemos que las dudas nos alejen de nuestros seres amados por que podemos hacer mucho daño
sin querer.tengamos paciencia y aceptemos ayuda, a veces necesitamos un baston para continuar caminando y ese baston es en muchas ocasiones la persona que esta a nuestro lado, y con frecuencia olvidamos que quien nos quiere tambien sufre con nosotros, y que tiene sus propios problemas el toc en ocasiones nos vuelve egoistas sin querer y tan solo vemos nuestro dolor y no vemos que quien nos tiende la mano cuando mejoramos se alegra por nosotros y comparte nuestra alegria con el mismo temor que nosotros sabiendo que por desgracia en muchos de nostros la mejoria es tan solo una estacion pasajera como puede ser el verano antes del otoño.

un saludo: amatista

sabina jugar por jugar