El cerebro es capaz de inventar recuerdos de hechos que nunca ocurrieron



El cerebro es capaz de inventar recuerdos de hechos que nunca ocurrieron
La imaginación puede llegar a adquirir en nuestra memoria tanta fuerza como las experiencias reales

Las zonas del cerebro que utilizamos para percibir o imaginar objetos se superponen de tal forma que un hecho únicamente imaginado puede dejar en nuestra memoria la misma marca que un hecho realmente ocurrido. Esta constatación permite que nos resulte difícil, pasado algún tiempo, determinar si nos hemos imaginado alguna situación determinada o si, por el contrario, la hemos vivido realmente. Un nuevo ingrediente para la polémica psicológica sobre los falsos recuerdos... y un poderoso recurso para guiones cinematográficos como el de "Misteriosa Obsesión". Por Yaiza Martínez.


¿Qué ha ocurrido realmente de nuestro pasado?
La naturaleza imperfecta de la memoria llama la atención a los expertos, especialmente por la capacidad humana, no ya de olvidar ciertos hechos, sino de inventar incluso aquello que jamás ha pasado, y archivarlo dentro de nuestro cerebro como si fuera cierto.

Investigadores de la universidad estadounidense de Northwestern, en Chicago, han descubierto que la imaginación puede llegar a adquirir en nuestra memoria tanta verosimilitud como los hechos, hasta tal punto que es posible confundir lo imaginado con lo real dentro de nuestros recuerdos.

Estos investigadores han estudiado los llamados “falsos recuerdos” para intentar conocer cómo se forman, empleando para el estudio escáneres de resonancia magnética conectados a los cerebros de un número determinado de voluntarios.

El desafío consistía en descubrir en qué circunstancias la gente recuerda hechos que realmente no han ocurrido. Para ello, se midió la actividad cerebral de los voluntarios mientras éstos, o bien observaban imágenes de objetos, o bien se imaginaban objetos que los investigadores les pedían que visualizaran.

Visualización vívida

De esta forma, los investigadores se dieron cuenta de que las partes concretas del cerebro destinadas a generar imágenes visuales se activaban con mucha fuerza cuando los voluntarios tan sólo imaginaban los objetos.

Después, cuando los participantes en el estudio recordaban lo que habían imaginado, a menudo pensaban que lo habían visto, en lugar de saber que había sido producto de su imaginación.

Los investigadores piensan que las zonas del cerebro que utilizamos para percibir objetos y aquéllas que usamos para imaginar objetos se superponen. De esta manera, un hecho imaginado los suficientemente vívido puede dejar en nuestro cerebro la misma marca o similar que un hecho realmente ocurrido.

Cuando la memoria almacena lo percibido o lo imaginado, algunas de las zonas cerebrales implicadas en el esfuerzo coinciden. Según los expertos, este hecho hace que nos resulte difícil, pasado algún tiempo, determinar si ciertas cosas han pasado o no, si nos hemos imaginado alguna situación determinada o si, por el contrario, la hemos vivido realmente.

Durante el estudio, publicado en la edición de octubre de la revista Psychological Science, los participantes tuvieron que imaginar una imagen visual por cada objeto que les nombraban. La otra mitad de estos objetos les fueron presentados en fotografías o imágenes.

Además, se les pidió que emitieran juicios acerca de la medida de cada uno de los objetos. Por ejemplo, si la palabra era “gato”, tenían que decir si el gato era mayor o menor que una televisión.

Partes implicadas

Tres partes del cerebro (precuneus, corteza parietal inferior derecha y giro cingulado anterior) mostraron una gran respuesta en la fase del estudio en que se decían las palabras que luego eran recordadas como fotos, a pesar de que sólo habían sido imaginadas.

Asimismo, a través del escáner se podía prever qué imágenes serían recordadas y cuáles no, dada la actividad del hipocampo izquierdo y de la corteza prefrontal izquierda activados durante la imaginación o presentación de imágenes. Estas dos zonas del cerebro están altamente relacionadas con la creación de los contenidos de la memoria.

Según los expertos, del estudio se deriva que las imágenes mentales dejan una marca en el cerebro que, si es lo suficientemente fuerte, puede confundirse posteriormente con la marca dejada por imágenes realmente vistas.

Por todo ello, tal como explica un comunicado de la Northwestern University, puede decirse que lo que han conseguido estos investigadores es una nueva evidencia de la existencia de los falsos recuerdos y, lo que es más importante, la observación de los procesos cerebrales que permiten su formación.

Polémica en psicología

Las consecuencias del estudio no pasarán inadvertidas, ya que existe una amplia polémica en el campo de la psicología acerca de lo que se conoce como falsos recuerdos, objeto también de base argumental para algunas películas como Misteriosa Obsesión o Abre los ojos.

Muchas terapias psicológicas, particularmente indicadas en los casos de traumas infantiles, tienden a revivir recuerdos de esas experiencias para proceder a su curación mediante la integración consciente del trauma en la psicología del sujeto.

Sin embargo, ha surgido una corriente, que puede personalizarse en la False Memory Syndrome Foundation, según la cual la recuperación de un recuerdo no significa que realmente haya ocurrido, que es lo que acaban de verificar experimentalmente los investigadores de la Northwestern University con la ayuda de imágenes cerebrales de resonancia magnética.

fuente:http://www.tendencias21.net

nvestigadores australianos investigan la curación de obsesiones masculinas con hormonas femeninas. El paciente reconoce la irracionalidad de sus acciones pero que no pueden controlarse.

Según publica el diario Sydney Morning Herald, los investigadores del Prince Henry’s Institute de Melbourne han descubierto un vínculo directo entre los bajos niveles de estrógenos y el comportamiento obsesivo-compulsivo. Sin embargo, los únicos que se pueden ver beneficiados de este descubrimiento son los hombres, porque es a ellos a quienes afecta más el descenso en el nivel de estrógenos.

En el estudio, cuando bajaba el nivel de estrógeno de los ratones macho, estos comenzaban a desarrollar síntomas compulsivos: corrían erráticamente y se acicalaban con gran fruición. Este comportamiento sólo desaparecía cuando la hormona femenina volvía a tener unos niveles normales. Uno de los jefes de la investigación, el doctor Wa Chin Boon, ha asegurado que es la primera vez que se puede demostrar el vínculo entre las hormonas y el comportamiento obsesivo-compulsivo.

Los trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) afectan aproximadamente a un 3% de la población y el descubrimiento señala que los estrógenos –hormonas femeninas– podrían tener bastante que ver con la aparición de estos desórdenes, con lo que un simple tratamiento hormonal podría paliar, si no curar definitivamente, las afecciones del comportamiento relacionadas con la obsesión.

El TOC implica que el paciente reconoce la irracionalidad de sus acciones pero que no pueden controlarse, tienen pensamientos no deseados sobre sus miedos y para intentar superarlos recurren a rituales mentales o físicos que les devuelvan a un estado de calma.

¿Qué ocurre exactamente dentro del cerebro para que los estrógenos marquen el comportamiento? Al parecer, al disminuir los niveles de la hormona femenina disminuye también el volumen de una enzima encargada de regular las señales químicas que llegan al cerebro, al menos entre los roedores. Los ratones hembra no sufrieron tanto este problema porque necesitan mucho menos esa enzima que los ratones macho para que su cerebro funcione con normalidad.

La investigación sólo se ha desarrollado con animales de laboratorio, por lo que los científicos están esperando a poder avanzar en distintas fases de la investigación con humanos y, de este modo, comprobar si lo que ocurre con los pequeños roedores también pasa con los hombres. “Si es así, los nuevos tratamientos podrían no estar muy lejos, con medicamentos que imiten los efectos específicos de los estrógenos en el cerebro sin feminizar el cuerpo”, afirma el doctor Boom al rotativo australiano.

El proyecto de investigación será publicado en fechas próximas en el Journal of Biological Psychiatry, y abre la puerta a una nueva concepción completamente revolucionaria en el tratamiento de las enfermedades mentales. En cualquier caso, sigue siendo necesario actuar con cautela. Como señala el profesor Malcom Hopwood, perteneciente al Austin Health, hacen falta más estudios que analicen los efectos de la utilización de estrógenos a largo plazo antes de avanzar en el tratamiento con hormonas para curar la obsesión.

http://www.masmasculino.com/SALUD/OBSESIONES-MASCULINAS-HORMONAS-FEMENINAS.html
masmasculino.com

la culpa




Otra emoción autodestructiva es la culpa. La culpa tiene muchísimo que ver con tu nivel de exigencia personal y lo crític@s que eran en tu hogar de infancia. Ponerse retos como técnica de superación está bien, pero si tus expectativas son irracionales o se contradicen con tu naturaleza innata serán la causa de una insatisfacción continuada, cada vez que no cumplas tus expectativas.
La culpa normalmente busca castigo (hiciste algo mal y tu mente justiciera cree que debes pagar por ello) y si no la liberas, te lo hará notar a través de enfermedades que serán un auténtico auto-castigo de dolor tipo la artritis, la artrosis, el dolor de huesos etc. Es importante saber que el objetivo de la vida es ser feliz y aprender a amar. A partir de aquí cada uno se pone sus normas de auto-exigencia y sus "deberías": "debería ser ordenada", "debería dejar de fumar", debería estudiar derecho", "debería ser mejor madre" etc. Algunos son tuyos, otros no. Corresponden a las expectativas de otras personas sobre ti, tú simplemente les has dado poder para que te afecten y te sientas inadecuad@ si no los conviertes en realidad. Pero todavía estás a tiempo de elegir. Escoge solamente "deberías" que te hagan sentir bien y mejor aún, substitúyelos por "podría": "si quisiera podría ser ordenada", "si quisiera podría estudiar derecho" etc. Para ver si eres demasiado duro contigo mism@, haz el siguiente experimento. Imagínate que tu hij@ o pareja te fallan en algo. ¿Cuál sería tu reacción? Aunque inicialmente te enfadarías y lo expresarías es muy probable que los perdonaras rápido porque los quieres. Ahora imagínate que tú haces lo mism@ y te fallas a ti o peor aún a una persona a la que quieres. ¿Cómo reaccionas? Probablemente tu bronca hacia ti mism@ tendrá unas proporciones algo mayores. Para saber si te estás tratando como te mereces, aplícate la misma medida que le aplicas a la persona que más quieres en este mundo. Esa persona deberías ser tú, pero si no lo eres intenta al menos acercarte a la medida que puedas tener por otra persona. Tú también te lo mereces. Y tú también lo haces todo lo mejor que puedes. La culpa no ayuda a nadie. Nada que sea sentirse mal ayuda nunca a nadie. Si realmente has hecho algo que consideras muy malo, arréglalo si se puede y luego libéralo y perdónate. La culpa reiterada se convierte en odio a un@ mism@ y si pierdes tu conexión interior todo se estanca en tu vida. El amor mueve el mundo; si no hay amor nada se mueve en tu Vida.. EJERCICIO. Haz una lista de todas las peores cosas que has hecho. Anota también tus adiciones y los comportamientos que ahora no encuentras para nada justificables. No vayas rápido, ponte música y deja que vayan saliendo. Cuando acabes observa tu lista. Si alguna cosa todavía se puede reparar, arréglala. Si no se puede, mira si la puedes equilibrar en otra situación parecida aunque sea ayudando a otras personas en la misma situación. Si no encuentras ninguna manera, prométete que actuarás diferente la próxima que vez que la vida te presente una oportunidad parecida. Reconoce que lo hiciste todo tan bien como pudiste con la consciencia que tenías entonces y perdónate. Cuando acabes el análisis rompe la lista y olvídate de todas esas acciones. Comprométete contigo mism@ a que a partir de ahora vas a actuar de forma más consciente y ponlo por escrito en una carta a ti mism@. Llévala contigo encima a todas partes, para si te surgen dudas la tengas a mano. Recuerda que la coherencia interna es lo que le da la felicidad a tu espíritu.
fuente:www.mailxmail.com

tu que prefieres tener razon o ser feliz




Da igual con lo que estés tratando: una separación, una estafa, un boicot, una muerte injusta. Realmente da igual. Aquí no interesa cuánto daño te han hecho, cuánto estás sufriendo y ni mucho menos quién tiene razón. Aquí interesa que quieres ser más feliz y en eso es en lo que nos vamos a centrar. Si te quieres sentir bien, realizad@ y feliz es imprescindible centrarse en el presente y buscar soluciones de reparación.

En muchos casos, especialmente muertes y traiciones graves, puede que necesites un tiempo de duelo para expresar libremente tus sentimientos de tristeza y rabia. Tú te conoces y sabes tus tiempos mejor que nadie. Sabes que para un plantón de una amiga, puedes permitirte sentirte frustrada media tarde; para la pérdida de un trabajo que te encantaba, puedes tirarte todo un fin de semana encerrada en casa, para un divorcio quizás tendrás que darte todo un año. Sea lo que sea no va a ser el fin del mundo, ni tu fin tampoco. El primer paso es adoptar una posición más objetiva. Cómo si te salieras de la película y la vieras desde fuera. ¿Qué opinarías si en lugar de tu historia, se tratara de la historia de otra persona? Observa tus sentimientos y ponte un plazo para pasar a la acción y empezar tu limpieza emocional. Date un tiempo breve para llorar y compadecerte de ti mism@ si lo necesitas, pero una vez concluido ese margen ponte en marcha inmediatamente.

Revolcarte en la depresión sólo hace aumentar la densidad negativa y hace que te sientas peor, aunque a veces puede que no te des cuenta. Por ejemplo, cuando les cuentas tus desgracias a alguien, te prestan atención y por lo tanto tu niñ@ interior herid@ tiene sus tres minutos de gloria. Esto puede parecer bueno, pero si lo alargas, harás que las personas positivas huyan de ti y sólo encuentres personas que te compadezcan haciendo que cada vez te sientas más impotente. La carga negativa que llevas se acumula y puede llegar a ser tan grande (imagínatela como una mochila llena de piedras que cada día pesan más) que si no la vacías en un ambiente controlado cualquier pequeño malentendido la hará derramarse cual una taza rebosante, muchas veces en el peor momento para ti, como con tu suegra, en una reunión de trabajo etc, y muchas veces de forma violenta como si realmente estuvieras tirando pedradas con las cargas de tu mochila, haciendo que te sientas culpable por el malestar que has causado a otros y creando un círculo vicioso que hará sentirte cada vez peor. Si, por el contrario, quieres salirte del lío, y volverte a sentir bien, tu simple intención, atraerá los recursos y situaciones que necesitas y con un par de ejercicios fáciles recuperarás enseguida tu paz interior.

El problema da lo mismo, incluso si has actuado deshonestamente o has causado algún daño a propósito puedes arreglarlo; si es una situación de vacío irreversible puedes encontrar otras cosas que le den sentido a tu Vida; si luchas con patrones de conducta muy reiterativa y no sabes qué hacer con ellos puedes buscar ayuda y solucionarlos. No tienes por qué hacerlo todo tu sol@. Pero sea lo que sea, nadie puede decidir por ti y mucho menos hacer tu limpieza por ti y tú no te vas a sentir bien hasta que actúes con coherencia interna.

EJERCICIO: ¿Prefieres ser feliz o tener razón? ¿Estás dispuesto a dejar marchar el pasado? ¿Estás dispuesto a entender que todo es un aprendizaje y que todo el mundo actúa lo mejor que puede con la información que tiene? ¿Puedes comprometerte a un espacio de trabajo personal diario durante algún tiempo? Escoge cuánto rato y con que frecuencia te vas a dedicar a tu limpieza emocional y actúa según tu plan de acción a partir de ahora.
fuente:www.mailxmail.com

FELICIDAD/BIENESTAR



FELICIDAD/BIENESTAR

Definir el concepto de felicidad es tarea ardua. Seguramente sea una de las definiciones más controvertidas y complicadas. El ser humano ha tendido siempre a perseguir la felicidad como una meta o un fin, como un estado de bienestar ideal y permanente al que llegar, sin embargo, parece ser que la felicidad se compone de pequeños momentos, de detalles vividos en el día a día, y quizá su principal característica sea la futilidad, su capacidad de aparecer y desaparecer de forma constante a lo largo de nuestras vidas.

Otra de las controversias en torno a este tema es dónde buscar la felicidad, si en acontecimientos externos y materiales o en nuestro interior, en nuestras propias disposiciones internas. Aún hoy es difícil responder a esta cuestión.Por esta razón, y desde un punto de vista psicológico, el estudio del bienestar subjetivo parece preferible al abordaje de la felicidad.

La felicidad, concepto con profundos significados , incluye alegría, pero también otras muchas emociones, algunas de las cuales no son necesriamente positivas (compromiso, lucha, reto, incluso dolor).

Es la motivación, la actividad dirigida a algo, el deseo de ello,su búsqueda, y no el logro o la satisfacción de los deseos, lo que produce en las personas sentimientos positivos más profundos.

No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.
Stevenson, Robert Louis

La falta de las cosas que el hombre desea es un elemento indispensable de la felicidad.
Russell, Bertrand

Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.
Voltaire, François Marie Arouet

La felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación.
Kant, Inmanuel

Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.
Locke, John

fuente:psicologia positiva

¡Qué delgada es la línea que separa estos estados de ánimo! Parece que no pero resulta “relativamente sencillo” empezar dudando y acabar viviendo en consecuencia a una obsesión.

Dudar es sano, es bueno y es positivo; bajo mi punto de vista creo que es uno de los motores de la evolución humana. Si Newton no se hubiera planteado por qué el cayó una manzana en la cabeza, ni le hubiera dado por pensar “y si fuera porque…” puede que no hubiera escrito jamás la ley de la gravitación universal, ¿no?

Pero como todo blanco tiene su opuesto… la duda puede llegar a ser el principio de una obsesión, de un estado emocional paralizado por el miedo y de actuar y vivir coherentemente con lo que se cree en ese momento independientemente de su veracidad o no. La obsesión comienza siempre con una idea o una situación de incertidumbre que nos asusta o que nos genera temor. Por ejemplo, yo tengo la costumbre de cerrar la puerta de casa con llave por la noche, pero si caigo en la tentación de volver a comprobar lo que estoy haciendo, estoy activando (seguramente de una manera inconsciente) la secuencia ‘duda-comprovación’ que me obliga a asegurarme cada vez que me asalta la duda para así quedarme más tranquila. Cuanto más lo hago, más necesidad tengo de hacerlo, hasta el punto que la repetición se convierte en compulsión y ya estoy totalmente presa del miedo a no haber cerrado la puerta… más de una vez he bajado al parking en plena noche para comprobar que el coche estaba cerrado!!

Este ejemplo de la llave por la noche puede resultar trivial, pero no lo es tanto cuando empiezas a dudar de las personas que te importan, de ti misma o de tus actos y tu desarrollo en la vida. Se activan de igual forma estos mecanismos que acaban autodestruyéndonos o alejándonos de esas personas queridas. Y es que una persona obsesionada utiliza una lógica correcta para responder a preguntas “equivocadas”, a veces el error está en lo qué nos preguntamos y de éste modo estamos alimentando unas inseguridades que nos paralizan, nos bloquean y nos impiden ver más allá de nuestro miedo. Más allá de lo oscuro y de lo negro.

Mi experiencia me ha llevado a la conclusión de que no existen soluciones teóricas para la vida, que más que pensarla; la vida está para vivirla y que la acción es el mejor antídoto contra la inseguridad. Y que el fracaso hay que intentar relativizarlo, no significa que nada te importe, no significa no implicarte en nada, significa darle la vuelta a todo y, por muy difícil que resulte mantener una actitud observadora ante las ideas que nos asaltan, sin intervenir ni combatir. Dejarlo pasar, aprender de lo que sucedió pero no abrazarnos a ese hecho que ya no podemos modificar y que seguramente nuestra actitud solamente lo empeorará o nos hará más daño. Desde aquí os puedo decir que la intención excesiva paraliza la consecución de aquello que se desea con todas las fuerzas. No es fácil… se recae… pero todo se puede superar y ya no os digo ¡!lo que se aprende!!

fuente:irene

"Hasta la raíz más pequeña encuentra su leñador."



"Hasta la raíz más pequeña encuentra su leñador."
Proverbio Arabe



¿Sabe usted manejar sus preocupaciones? ¿Cómo éstas le afectan? ¿Cuál es la razón de ser de sus preocupaciones? ¿Es usted obsesionado?¿Se deja llevar por la obsesión?¿ Está consciente del alcance, las repercusiones de la obsesión?, son algunas interrogantes que lo invitan a reflexionar sobre estos temas que inciden en su conducta, comportamiento. En este escrito nos adentramos en lo importante que es saber enfrentar las preocupaciones y obsesiones a fin de evitarnos conflictos que nos afecten psíquica y físicamente.

ASPECTOS BASICOS A SER TOMADOS EN CUENTA

Al permanecer activos en este plano físico y garantizar que nuestro tránsito debe ser lo mejor de lo mejor garantizando nuestra salud, felicidad, es necesario estar atento sobre cómo las preocupaciones y obsesiones inciden en nuestra conducta, comportamiento. Justamente al respecto de estos tópicos, Ana Muñoz nos comenta, que preocuparse de manera exagerada no sólo no conduce a nada bueno, sino que además produce un gran malestar, interfiere en el trabajo y no te deja dormir. Sin embargo, se pueden utilizar algunas técnicas sencillas para combatirla. Se nos dice además, que la persona preocupada tiene un predominio del lado intelectual sobre el emocional; vive más en su cabeza que en sus sentimientos. Analiza, piensa constantemente y en su cabeza hay una continua cháchara mental. "A veces me dan ganas de golpearme la cabeza contra la pared para que pare", dicen algunos. Es como si todo lo que llegara a la mente de estas personas fuera importante y digno de ser tenido en cuenta. Cada idea, cada recuerdo, cada imagen que surge en su cabeza. Nada se puede desechar y no son capaces de separar lo que verdaderamente importa de lo secundario. No es raro que padezcan de dolor de cabeza, generalmente localizado sobre los ojos. A nivel mental estas personas son poderosas y tienen una energía mental desbordante, pero, por desgracia, no saben cómo utilizarla o la usan de manera incorrecta y agotadora.

Ana Muñoz nos agrega, que se trata de personas concienzudas, dedicadas al trabajo, al cual dedican mucha energía, y tienen un gran sentido de la ética y la moral. Se esfuerzan siempre en hacer lo correcto de la manera correcta, lo que la mayoría de las veces quiere decir "a su manera", ya que suelen tener bastante claro cómo hay que hacer las cosas. Son perfeccionistas y detallistas. Les gusta el orden y la limpieza, la planificación y la rutina, catalogar, hacer listas. Nunca cometen imprudencias ni excesos y no les gusta tirar las cosas, ya que en un momento dado pueden llegar a necesitarlas. Les gusta trabajar y esforzarse y no les atraen las cosas fáciles de hacer. Debido a que se rigen por el intelecto y no por sus emociones o deseos, les cuesta perdonarse los pequeños errores que toda persona puede cometer y es entonces cuando aparece la culpa y la preocupación. Muñoz nos sugiere, que cuando todos estos rasgos se exageran, nos encontramos con el llamado trastorno obsesivo de la personalidad. Se trata de personas tan preocupadas por los pequeños detalles que es posible que hasta llegue a perderse el sentido inicial de la tarea que se traen entre manos o que no sean capaces de terminarla nunca, porque leen una y otra vez lo que han escrito para asegurarse de que no han cometido ningún error, se ahogan en posibilidades interminables e incluso pueden dedicar más tiempo a hacer listas u horarios que a realizar la tarea en sí. Están tan dedicados al trabajo que no tienen tiempo para las amistades o el placer. Son rígidos e inflexibles en cuanto a la ética y la moral, pudiendo llegar hasta el fanatismo. Son incapaces de desprenderse de objetos sin valor y jamás delegan tareas a nadie. Nunca reconocen que están equivocados. En muchas ocasiones, pueden resultar insoportables para los demás, a quienes no perdonan ni el más mínimo fallo. Viven continuamente atormentados por las preocupaciones, el miedo al trabajo y por estar dándole vueltas siempre a lo mismo. No pueden tomar decisiones ni terminar el trabajo porque nunca está perfecto del todo. Por tanto se puede afirmar entonces, que las obsesiones pueden consistir en ideas, imágenes o impulsos a hacer algo que no queremos y nos resulta aterrador (como matar a alguien). Aparecen como intrusos en la mente y producen una gran angustia, miedo o vergüenza. Intentas sacarla de tu mente pero es imposible. Entonces te ves impulsado hacer algo para combatirla y sentirte mejor (la compulsión).Desde luego, Ana Muñoz nos aclara como liberarse de las obsesiones. En primer lugar, cada vez que aparezca ponerle una etiqueta: preocupación absurda u obsesión irracional. El siguiente paso será aceptar esos pensamientos, después controlarlos voluntariamente y, por último, librarse de ellos.
Se sugiere además: Aceptar su obsesión. Es decir, cuando estas ideas, imágenes o impulsos aparecen en su mente y le resultan sumamente desagradables y quiere librarse de ellas, resistirse, luchar y sacarlas de su cabeza para siempre. Pero no puede; es algo que escapa a su control y si no puede controlarlo tampoco puede eliminarlo. Pero, ¿cómo controlar lo que parece incontrolable? Lo primero que tiene que hacer, aunque resulte paradójico, es aceptarlo y no tratar de combatirlo. Deje que esos pensamientos prosigan libremente. No los juzgue ni los analice. De este modo los estás transformando en voluntarios, (ya que has decidido libremente que está bien tener ese pensamiento y está bien que sea obsesivo), aumentando así su dominio sobre ellos. Se recomienda también, controlar la obsesión. Es decir, que una vez que estos pensamientos son voluntarios puedes empezar a controlarlos.

Para ello se puede hacer dos cosas:

1. Dejarlos para más tarde. Si está trabajando y empieza a preocuparse con algo, postergue su preocupación para dentro de un rato, eligiendo una hora determinada para obsesionarse. Pueden ser 5 minutos después, o una hora o incluso por la noche, dependiendo de la severidad de su problema y lo insistentes y frecuentes que sean sus pensamientos obsesivos. Si ha decidido dejarlo para cinco minutos después, por ejemplo, trate de posponerlo de nuevo cuando hayan pasado esos cinco minutos y así sucesivamente.

2. Cambiar la forma de preocuparse.

Otra manera de adquirir mayor control sobre su pensamiento es cambiando la forma que tiene de responder a la obsesión. Para ello puede hacer varias cosas: Anote tus pensamientos exactos en una libreta cada vez que aparezcan, incluso si aparecen unos minutos después de haberlos anotado y tienes que volver a escribir lo mismo una y otra vez. Esto le ayudará a darse cuenta de lo absurdos que son y el esfuerzo de escribirlos continuamente disminuirá su aparición por puro aburrimiento. Cambie la situación. Si su obsesión o preocupación consiste en una imagen mental, trate de modificar esa imagen. Por ejemplo, si consiste en ver su casa ardiendo, póngale un marco a esa imagen y luego imagine que dicho marco se encoge poco a poco hasta ser demasiado pequeño como para distinguir lo que hay en su interior. Si su pensamiento obsesivo consiste en imaginar que golpea a alguien con un martillo, transfórmelo en un enorme martillo de goma espuma incapaz de hacer daño a nadie.

Cante su obsesión: elija una música alegre y cante: "me van a despedir", "no llegaré a fin de mes", o cualquier frase que resuma su preocupación. Esto hará que disminuya su ansiedad, ya que el hecho de cantar es incompatible con ella y le ayudará a distanciarte de esas emociones desagradables. Cuando ts sientas mejor deje de cantar y centre su atención en otra cosa.