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Neurosis obsesiva-compulsiva; TOC

Es un trastorno de ansiedad en el cual las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas, sensaciones (obsesiones) o comportamientos que los impulsan a hacer algo (compulsiones). Una persona puede presentar tanto obsesiones como compulsiones.

Causas, incidencia y factores de riesgo El trastorno obsesivo-compulsivo es más común de lo que alguna vez se pensaba y la mayoría de las personas que lo desarrollan muestra síntomas hacia la edad de 30 años.

Hay varias teorías acerca de la causa del trastorno obsesivo compulsivo, pero ninguna ha sido confirmada. En algunos informes, este trastorno se asocia con un traumatismo craneal o con infecciones. Algunos estudios han mostrado que hay anomalías cerebrales en pacientes con este trastorno, pero se requiere de más investigación.

Aproximadamente el 20% de las personas con este trastorno presenta tics, lo que sugiere que la afección puede tener relación con el síndrome de Tourette, pero este vínculo no es claro.

Síntomas

Obsesiones o compulsiones no se deben a una enfermedad o consumo de drogas.
Obsesiones o compulsiones ocasionan sufrimiento significativo o interfieren con la vida cotidiana.
Un ejemplo de un trastorno obsesivo-compulsivo es el lavado excesivo y repetitivo de las manos para evitar infecciones.

La persona generalmente reconoce que el comportamiento es excesivo o irracional.

Signos y exámenes
La descripción que la misma persona hace del comportamiento puede ayudar a diagnosticar este trastorno. Un examen físico puede descartar causas físicas y una evaluación psiquiátrica puede descartar otros trastornos mentales.

Los cuestionarios, como la Escala Obsesivo Compulsiva de Yale-Brown (Yale-Brown Obsessive Compulsive Scale ), pueden ayudar a diagnosticar este trastorno y hacerle un seguimiento al progreso del tratamiento.

Tratamiento
El trastorno obsesivo compulsivo se trata utilizando medicamentos y terapia.

El primer medicamento que se considera usualmente es un tipo de antidepresivo llamado inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina (ISRS). Estos medicamentos abarcan:

Citalopram (Celexa)
Fluoxetina (Prozac)
Fluvoxamina (Luvox)
Paroxetina (Paxil)
Sertralina (Zoloft)
Si un antidepresivo ISRS no es efectivo, el médico puede prescribir clomipramina, un antidepresivo de la vieja generación. La clomipramina es el medicamento más antiguo en el tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo y es más efectivo que los antidepresivos ISRS en el tratamiento de esta afección, pero presenta efectos secundarios desagradables, como:

Dificultad para iniciar la micción
Caída en la presión arterial al pararse
Resequedad en la boca
Somnolencia
En algunos casos, se pueden combinar la clomipramina y un ISRS. Otros medicamentos, como las benzodiazepinas, pueden ofrecer algún alivio para la ansiedad, pero por lo general sólo se usan con otros tratamientos más confiables.

La psicoterapia se utiliza para:

Brindar formas efectivas de reducir el estrés
Reducir la ansiedad
Resolver conflictos internos
Las psicoterapias conductistas pueden abarcar:

Prevención de respuesta y exposición: la persona es expuesta muchas veces a una situación que desencadena los síntomas de la ansiedad y aprende a resistir la urgencia de llevar a cabo el acto compulsivo.
Control de pensamientos: la persona aprende a frenar los pensamientos indeseados y a centrar su atención en el alivio de la ansiedad.

Expectativas (pronóstico)

El trastorno obsesivo-compulsivo es una enfermedad prolongada (crónica) con períodos de síntomas graves, seguidos de períodos de mejoramiento. Sin embargo, es poco común que se presente un período completamente libre de síntomas. La mayoría de las personas mejora con el tratamiento.


Complicaciones Las complicaciones a largo plazo de este trastorno tienen que ver

con el tipo de obsesiones o compulsiones. Por ejemplo, el lavado constante de las manos puede causar ruptura de la piel. Sin embargo, normalmente este trastorno no progresa a otra enfermedad.

Situaciones que requieren asistencia médica Volver al comienzo

La persona debe consultar con el médico si sus síntomas interfieren con su vida diaria, el trabajo o las relaciones interpersonales.

amaxofobia


La primera vez yo también dije: “¿amax… qué?”. Ahora sé que “amaxofobia” es un término compuesto por amaxos, que significa “carruaje”, y fobia, que todo el mundo sabe lo que quiere decir. Quienes padecen amaxofobia sienten miedo irracional a conducir.

Un amaxofóbico cuenta su experiencia así: “me saqué el carné hace años, pero apenas conduzco. La idea de ir a según dónde me da pánico. Es superior a mí. A veces saldría corriendo del coche, y siento que la cosa es cada vez peor”. Eso es la amaxofobia.

La sufren casi un tercio de los conductores, muchas más mujeres que hombres, y suele confundirse con una especie de inseguridad que se quita con la práctica de la conducción. Pero no siempre es así: la amaxofobia requiere algo más de atención.


El miedo es una reacción natural que adoptamos para protegernos de los peligros. Los amaxofóbicos aprenden a tener miedo de situaciones que se les antojan peligrosas pero en realidad son neutras. Tener eso claro es comenzar a descubrir la irracionalidad del miedo. Luego, será útil conocer las situaciones que producen miedo para combatirlo.

Manejar un vehículo es una actividad compleja que exige de quien la ejerce una plena capacidad para percibir los diferentes estímulos que lo rodean, seleccionarlos, compararlos con su experiencia previa, decidir la respuesta adecuada y ordenar los movimientos para que esta se ejecute en el mínimo tiempo posible. Y eso no es fácil.

Un conductor poco experimentado suele salir del coche cansadísimo a nivel intelectual. Y eso es porque ha realizado un extraordinario esfuerzo por captar todos los estímulos que existían allá por donde pasaba: la señal, el semáforo, el niño de la pelota, el coche de la izquierda, el de tres barrios más allá y hasta la señora que tendía la ropa en el balcón.

La experiencia nos enseña a simplificar y seleccionar sólo los estímulos útiles para decidir qué acción emprender en cada momento y cómo llevarla a cabo en el aspecto psicomotriz: antes de llegar a una curva no es lo mismo pisar suavemente el freno que hundirlo hasta tocar el asfalto con el pie. También la respuesta del coche será diferente.

Y es que el coche no hace nada que no le pidamos nosotros. Dicho con otras palabras: no hay que aprender a controlar el coche sino a controlar nuestros pensamientos y nuestros movimientos. Y de paso hay que comprender por qué cada uno de nuestros movimientos desemboca en cada una de las respuestas del coche.

La presión del entorno y el camino hacia la solución

La conducción es un hecho social. Cuando conducimos, nos comportamos tal y como somos fuera del coche, y es la misma ansiedad del tráfico la que saca lo mejor y lo peor de cada cual. La tranquilidad, la autoestima y la motivación por la conducción segura son básicas para convivir con el resto de elementos del tráfico. Es como decir aquello de “ande yo caliente y ríase la gente”, pero llevado al mundo del volante.

El miedo atenaza cada uno de los procesos que se llevan a cabo durante la secuencia de la decisión e incluso bloquea los pensamientos previos. Suele ocurrir que los amaxofóbicos predicen negativamente las situaciones a las que se enfrentarán: “no seré capaz”. Resulta necesario dejar de lado los sentimientos para que tomen protagonismo los hechos, tanto aquellos que afectan a la naturaleza del tráfico como aquellos que afectan a la naturaleza del conductor.

Ante el sentimiento de que el tráfico es un caos sin solución cabe preguntarse si es así realmente. Pormenorizando, veremos que cada conductor se mueve siguiendo unas determinadas directrices. De la misma forma, se puede rebatir el sentimiento de que “no seré capaz”: ¿cómo sé que no seré capaz? Quizá sé que en alguna ocasión no he sido capaz, pero no tengo la certeza absoluta sobre el futuro.

La única fórmula milagrosa contra la amaxofobia consiste en trabajar el miedo. Según la gravedad del caso, puede ser imprescindible la ayuda de un especialista. En cualquier caso, daremos a continuación las bases para comprender los puntos necesarios a fin de superar el problema:

Identificar sobre el papel qué situaciones concretas del tráfico hacen saltar la alarma.
Idear con sosiego una respuesta para cada situación.
Estudiar las respuestas en voz alta hasta interiorizarlas.
Volver a conducir acompañado de alguien que nos ayude a recordar las respuestas.
Conducir adaptándose a las circunstancias, haciendo y no sintiendo.

Para finalizar, es necesario recordar que un aprendizaje se compone de éxitos y fracasos. El camino puede ser largo, pero cada vez que alguien supera un escollo aumenta su probabilidad de superar el siguiente. De la misma forma, cuanto mayor control experimenta una persona, más fácil será su integración en el tráfico.

fuente:Vía | Fundación Mapfre, amaxofobia.com

Cuando el miedo no deja vivir


Cuando el miedo no deja vivir
BBC Ciencia
Son enfermedades comunes en todos los países y causan inmenso sufrimiento.

450 millones de personas sufren algún tipo de trastorno mental como la ansiedad.
Y sin embargo la mayoría de estos desórdenes pocas veces son diagnosticados, y mucho menos tratados.

Se trata de trastornos mentales como la ansiedad o los ataques de pánico, que según los especialistas padecen una de cuatro personas.

Para informar y concienciar a la gente sobre qué son los ataques de pánico y los trastornos de ansiedad, se está llevando a cabo en Argentina una campaña nacional.

"Los trastornos de ansiedad pueden incluir los desórdenes obsesivo-compulsivos, la fobia social y el trastorno producido por estrés post-traumático y fobias", dijo a BBC Mundo el doctor José Luis Amestoy, psiquiatría de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad (AATA).


"La idea de la campaña es ayudar a los pacientes a identificar los síntomas de estos desórdenes desde sus inicios, para que los tratamientos puedan ser más eficaces y menos extendidos", afirma.

Miedo excesivo

La preocupación y la ansiedad son parte normal de nuestra vida diaria.

Nos preocupamos en el trabajo, la escuela, los resultados que obtendremos en alguna competición o cualquier otro evento.

El problema es cuando la ansiedad o la preocupación se convierten en algo más que "mariposas en el estómago".


La gente que sufre ansiedad tiende a aislarse socialmente, disminuyendo su calidad de vida.
La ansiedad excesiva es un trastorno mental que puede causar inmenso sufrimiento y que conduce a una pobre calidad de vida de quien lo padece.

La gente que sufre estas enfermedades a menudo se aísla socialmente, y empeora su calidad de vida y aumenta los riesgos de mortalidad.


El problema, dicen los especialistas, es que la ansiedad a menudo puede ser muy difícil de diagnosticar ya que en ocasiones puede carecer de síntomas obvios.

"Cuando las preocupaciones persistentes y no reales se convierten en una forma habitual de enfrentar situaciones de la vida diaria, entonces la persona está sufriendo un ansiedad patológica", dice el doctor Amestoy.

"Esta ansiedad patológica es la que persiste durante días o meses y a veces sin motivo aparente", afirma el experto.

Por lo general la persona se da cuenta que padece este trastorno por varias manifestaciones físicas y mentales.

Estos síntomas pueden ser palpitaciones, taquicardia, hormigueos, atragantamientos por sensación de ahogo o falta de aire, mareos y malestar estomacal.

Pero también pueden incluir, en el caso del ataque de pánico, una sensación de muerte inminente o miedo de volverse loco.

Ayuda


Según la Organización Mundial de la Salud, unos 450 millones de personas padecen algún tipo de trastorno mental en algún momento de su vida.

Hasta ahora no se ha logrado identificar la causa de la ansiedad, pero los expertos sugieren que puede ser desencadenada por diversos factores biológicos, la historia familiar o alguna experiencia negativa.


Generalmente la persona acude al médico cuando comienza a padecer algún síntoma como palpitaciones o taquicardia. Pero antes ya hubo un proceso de ansiedad que pasó sin ser identificado

Dr. José Amestoy, AATA
La gente, sin embargo, tiende a descartar los síntomas y a acostumbrarse a ellos, como si fueran parte normal de la vida.

"Generalmente la persona acude al médico cuando comienza a padecer alguno de los síntomas físicos como palpitaciones o taquicardia", señala el doctor Amestoy.

"Pero antes ya hubo un proceso de ansiedad que pasó sin ser identificado", afirma.

Mejor antes que después

El psiquiatra subraya la importancia de buscar ayuda médica lo más pronto posible.

Yo he atendido a gente que no sale de su casa desde hace cuatro años

José Luis Amestoy, psiquiatra
Indica que con campañas, como la que se realiza actualmente en Argentina, podrán ayudar a la gente a identificar los trastornos de ansiedad desde sus primeras etapas.

"Yo he atendido a gente que no sale de su casa desde hace cuatro años", señala José Luis Amestoy.

"Porque la gente se aísla socialmente, no se da cuenta de lo que está padeciendo o minimiza los síntomas que está teniendo y paulatinamente se va recluyendo, perdiendo calidad de vida y termina no saliendo de su casa", agrega.

Pero afortunadamente, señala el psiquiatra, existen una variedad de terapéuticas que han demostrado tener mucho éxito para tratar la ansiedad.

Estas pueden incluir desde técnicas de relajación, ejercicio físico, hasta la llamada Terapia Cognitiva Conductual, o incluso medicamentos específicos contra la ansiedad.

"Lo importante", señala el especialista "es que la gente sepa de qué se tratan estos trastornos como la ansiedad y los ataques de pánico".

"Así podrá buscar ayuda lo más pronto posible para dejar de sufrir de esa manera", concluye el psiquiatra.

fuente:bbc.ciencia

?Existe la adicción sexual¿


¿Existe la adicción sexual?
María Elena Navas
BBC Ciencia
Cada vez más gente admite estar en tratamiento de rehabilitación por su "adicción sexual".

Como toda "adicción", el sexo también puede convertirse en una conducta compulsiva.
Un importante político británico, Laidlaw de Rothiemay, de la Cámara de los Lores, confesó a la prensa en días recientes que había pasado su vida adulta luchando contra la "enfermedad".


El término nos hace pensar que el acto sexual puede crear una necesidad compulsiva -como el alcohol o tabaco- y que su privación provoca en la persona efectos nocivos físicos y mentales.

Pero ¿es realmente la adicción sexual una enfermedad?

O ¿es sólo una excusa conveniente que utilizan hombres y mujeres que son infieles?

"Sí es una enfermedad y existe realmente" dijo a BBC Ciencia el doctor Andrés Flores-Colombino, expresidente de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual.

"Es un comportamiento obsesivo compulsivo en el que la voluntad no puede oponerse a una pulsión interna y que lleva a realizar determinadas prácticas", agrega el experto.


¿Adicción?

Los expertos afirman que la adicción sexual es un trastorno grave que se cree afecta a una de cada 20 personas.

Según la organización británica de asesoramiento familiar Relate en los últimos años ha habido un gran aumento en el número de casos relacionados con conductas sexuales compulsivas.

Tal como explica el doctor Flores-Colombino, ésta no es una adicción química como la del alcohol o cocaína, sino es una adicción que tiene que ver con la práctica.


La adicción a la pornografía también puede ser una conducta obsesiva.
E igual que en la adicción al juego, se cree que está involucrado un elemento bioquímico relacionado a la liberación de dopamina en el cerebro.

"Es una necesidad compulsiva que conduce a llevar a cabo un cierto tipo de prácticas", afirma el experto.

"Y éstas son prácticas que tienen consecuencias en la esfera personal e interpersonal y que pueden ser muy destructivas".

Esto, explica el médico, debido a que un adicto sexual es incapaz de mantener un sistema de valores o compromisos de tipo social o familiar.

Los adictos sexuales a menudo son hombres, pero también hay casos de mujeres adictas al sexo.


Y la conducta puede variar desde una adicción a la pornografía hasta visitas frecuentes a prostitutas.

En general, afirman los expertos "es una forma de escape, por una baja autoestima, o sentimientos de enojo e inseguridad".

Compulsión

Según el doctor Flores-Colombino "la adicción sexual es un comportamiento que tiene todas las características de una adicción química".

"Es decir, tiene los tres elementos clásicos: la compulsión para conseguir la 'droga', la frustración cuando no se consigue y una dependencia psíquica y química", señala.

"Y esto puede conducir a muchos conflictos, tanto interiores como exteriores".

Es una necesidad compulsiva que conduce a llevar a cabo un cierto tipo de prácticas, que tienen consecuencias en la esfera personal e interpersonal y que pueden ser muy destructivas

Dr. Andrés Flores-Colombino
Otros expertos afirman sin embargo que no debería usarse el término "adicción" para describir lo que es una conducta compulsiva y obsesiva.

Hay claras diferencias, dicen, entre la respuesta de una persona a sus propias descargas de adrenalina y la necesidad de obtener una sustancia a la que el cuerpo se ha vuelto adicto.

"No deberíamos 'secuestrar' el término de adicción" afirma Glenn Wilson del Instituto de Psiquiatría de Londres.

"El concepto original de adicción es cuando ocurre un 'corto circuito' en las señales del cerebro que nos hacen sentir placer como recompensa cuando hacemos algo que tiene un valor de supervivencia, como comer o tener relaciones sexuales", afirma el psiquiatra.

"Pero me parece que tomar este concepto y afirmar que alguien es adicto al chocolate o al sexo -que son actividades con las que esperamos ser recompensados- es un argumento equivocado".

Sea adicción o conducta compulsiva, la realidad -afirman los expertos- es que el sexo no debería ser una obsesión.

Todos tenemos impulsos sexuales -algunos más otros menos- y éstos fácilmente pueden ponernos en problemas cuando no logramos inhibirlos o controlarlos.

"Son personas que tienen muchos problemas y que sufren mucho y por eso es necesario tratarse" afirma el doctor Flores-Colombino.

"Porque lo se busca, como en todo, es lograr el equilibrio y tener relaciones sexuales satisfactorias con una pareja estable".

fuente:bbc.mundo/ciencia

Científicos argentinos descubren cómo bloquear los recuerdos


Científicos argentinos descubren cómo bloquear los recuerdos
EFE. 30.04.2008 - 19:42h Lograron manipular la proteína que interviene en la memoria.
Los recuerdos no se borran del cerebro, sino que no se expresan.
Sería muy útil para tratar fobias y casos de estrés postraumático.
Científicos argentinos han demostrado que es posible bloquear recuerdos asentados en la memoria, lo que abriría el camino para tratamientos de fobias o de estrés postraumático, informó este miércoles el diario bonaerense La Nación.
El trabajo, publicado en la revista The Journal of Neuroscience, descubrió a través de experimentos con ratones una proteína clave en los procesos cerebrales que se producen en la evocación de recuerdos.


Podría significar un paso enorme en los trastornos en que un recuerdo patológico altera la vida cotidiana del afectado
La inyección de inhibidores de esa proteína permite alterar la capacidad de retención de los recuerdos evocados. "Potencialmente podría ser aplicable a casos de fobias o a personas que sufren de estrés postraumático," explicó el doctor Arturo Romano, del Laboratorio de Neurobiología de la Memoria de la estatal Universidad de Buenos Aires (UBA).
"Esta proteína regula la expresión de genes necesaria para almacenar la memoria a largo plazo. Pero si se inyecta en el cerebro un inhibidor de este mecanismo después de que el recuerdo fue evocado, se afecta la retención," agregó Romano.

Aunque aún falta probar si estas investigaciones pueden ser aplicadas en seres humanos, el investigador Carlos Baratti aclaró que "la memoria no es borrada del cerebro, sino que no se expresa."

"Esto podría significar un paso enorme en algunos trastornos en que un recuerdo patológico altera la vida cotidiana del afectado", agregó Baratti, director del Laboratorio de Neurofarmacología de Procesos de Memoria de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.


Un innovador estudio ha demostrado que intensivo cognitivo-conductual puede cambiar la actividad en ciertas áreas del cerebro. El descubrimiento podría tener importantes implicaciones clínicas hablar sobre cómo mejorar las terapias la función cerebral y promover la salud mental. Los investigadores descubrieron cambios significativos en la actividad en determinadas regiones del cerebro puede producirse con tan sólo cuatro semanas de terapia diaria en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (OCD). Los resultados se publican en la revista Molecular Psiquiatría. Los resultados se publicano en la revista Molecular Psiquiatría.


"El estudio es interesante porque nos dice más acerca de cómo cognitivo-conductual de terapia para el TOC obra y pone de manifiesto que tanto robusto clínica mejoras y los cambios en la actividad cerebral se producen después de sólo cuatro semanas de tratamiento intensivo", dijo Saxena.

TOC es un trastorno de ansiedad en los que una persona razonable temores o preocupaciones que tratan de gestionar a través de conductas compulsivas ritualiza para reducir la Ansiedad. Por ejemplo, un paciente puede experimentar la necesidad urgente de realizar ciertos rituales, como lavarse las manos repetidamente o comprobar que el horno está apagada o la puerta está bloqueada. repetidamente o

en el pasado utilizando los estudios de imagen cerebral de los pacientes con TOC han demostrado que la elevada actividad a lo largo de los circuitos subcorticales del cerebro disminuye en respuesta al tratamiento con inhibidores de serotonina reuptake (ISR), medicamentos o cognitivo-conductual.

Sin embargo, la mejoría clínica de síntomas de OCD se esperaba que requieren hasta 12 semanas de terapia conductual o tratamiento de la medicación, los tratamientos estándar para el TOC.

Sólo un puñado de estudios han examinado cómo la terapia afecta la función cerebral, y todos los estudios anteriores han examinado los cambios a lo largo de varios meses de tratamiento.

Saxena y colegas en la Escuela David Geffen de Medicina en UCLA hecho dos nuevos descubrimientos en su estudio de 10 pacientes con TOC y 12 sujetos control. Saxena y

"En primer lugar, descubrimos cambios significativos en la actividad cerebral únicamente como el resultado de cuatro semanas de intensas cognitivo-conductual", "En segundo lugar, estos cambios fueron diferentes a las observadas en los últimos estudios después de un estándar de 12 semanas enfoque terapéutico utilizando SRI medicamentos o terapia conductual semanal". "En Segundo lugar, Estos cambios fueron DIFERENTES a las observadas en los Últimos estudios después de un estándar de 12 semanas enfoque TERAPÉUTICO UTILIZANDO SRI medicamentos o terapia conductual Semanal. "

Los investigadores obtuvieron tomografía por emisión de positrones (PET) scans de los diez pacientes con TOC, tanto antes como después de que recibió cuatro semanas de una terapia conocida como "la exposición y prevención de respuesta," que gradualmente desensitizes pacientes a las cosas que provocan temores obsesivos o preocupaciones.

"Este es el principal tipo de terapia utilizada para el TOC. "Este es el principal tipo de terapia utilizada para el TOC. Se enseña a los pacientes a que presten atención a sus experiencias internas y tolerar los pensamientos de miedo, sin tener que actuar sobre ellos", dice Saxena.

"Ellos aprenden que nada de lo terrible que sucede en caso de que se abstengan de sus habituales conductas compulsivas".

Los sujetos durante el control no recibió ningún tratamiento y fueron escaneadas en dos ocasiones, además de varias semanas, y los cambios metabólicos en el cerebro se compararon entre los dos grupos. Los Sujetos normales de control no recibió tratamiento

Datos. Después de cuatro semanas de tratamiento y sin ningún tipo de cambios en la medicación, los pacientes con TOC mostraron mejoras significativas en los síntomas OCD, depresión, ansiedad y funcionamiento general.

El PET scans de pacientes con TOC demostrado descensos significativos en el metabolismo de la glucosa - una medida de la actividad de células del cerebro - a la derecha y la izquierda tálamo después del tratamiento.
después del tratamiento. Estas son áreas del cerebro involucradas en el TOC y donde los cambios se han visto en numerosos estudios anteriores después de más largo plazo del tratamiento.

Sin embargo, los escáneres PET en el presente estudio también mostró un aumento significativo de la actividad en una zona del cerebro llamado el derecho dorsal anterior cingulate cortex, una región que participan en la reevaluación y la represión de emociones negativas.

El aumento de actividad en esta región correspondió a la OCD de los pacientes mejora en los síntomas clínicos después de las cuatro semanas de terapia intensiva. El aumento de Actividad en esta región correspondió a la OCD de los pacientes mejora en los Síntomas CLÍNICOS después de las cuatro semanas de Terapia Intensiva.

La actividad en esta área ya había sido encontrado después de aumentar cognitivo-conductual para la depresión mayor. LA ACTIVIDAD en esta área ya había sido encontrado después de Agrandar cognitivo-conductual para la depresión mayor. Por lo tanto, los investigadores teorizan que la respuesta a cognitivo-conductual a través de una variedad de trastornos pueden requerir la activación de la dorsal anterior cingulate cortex, según Saxena. Por lo tanto, los Investigadores teorizan QUE LA RESPUESTA una cognitivo-conductual a través de una variedad de TRASTORNOS Pueden requerir la activación de la dorsal anterior cingulate cortex, según Saxena.