La creación inconsciente puesta de manifiesto


La creación inconsciente puesta de manifiesto
fuente:http://lianamaste.blogspot.com/
“Lo que nos perturba no es lo que nos ocurre sino nuestros pensamientos sobre lo que nos ocurre” (Epicteto)


El cuerpo mental que creemos controlar está la mayor parte del tiempo dominando nuestras vidas. El proceso del pensamiento es por sí mismo y mientras no somos conscientes nos mueve como si fuéramos en una montaña rusa.
Tenemos un diálogo permanente en el que nos preguntamos y nos respondemos toda clase de cosas y en muchas de estas historias detenemos nuestra atención, le prestamos energía y con ello generamos la creación de nuestra realidad.

Las situaciones que vivimos no son más que eso: situaciones, un abstracto carente de emociones que por sí mismas no tienen la facultad de hacernos ni bien ni mal. Somos nosotros quienes al –en primer lugar- juzgarlas y –en segundo término- elaborarlas mentalmente, les otorgamos el “don” de llevarnos a la cima o la más oscura de las profundidades.

Las realidades no son en definitiva las que nos producen los estados emocionales sino las historias que nosotros tejemos a su alrededor. Si les quitáramos el contexto mental dejándolas al desnudo veríamos que esto es así e incluso agradeceríamos esos escenarios que son los que estamos listos para atravesar en nuestro constante proceso de crecimiento, ya sea porque toca aprender o porque toca recibir el premio a lo aprendido.

Muchos se dirán que probablemente esto sea aplicable a muchas circunstancias de la vida pero que, definitivamente, hay otras que son dolorosas aunque traigan consigo hermosas lecciones.
No es así aunque podemos escoger creer en ese pensamiento.

Hace algunos años una persona cercana se topó de bruces con un cáncer del que salvó la vida perdiendo la oportunidad de recuperar el contacto con el alma. La existencia de esta persona transcurrió por caminos donde el resentimiento, el odio, la falta de perdón y la inflexibilidad fueron los aliados y compañeros de viaje.
Poco días atrás conocí a una persona que había atravesado la misma circunstancia y, curiosamente, desde un contexto inicialmente similar (porque ambas eran ejecutivas medianamente exitosas viviendo sus vidas en casi piloto automático). Al contar su historia empezó diciendo “he tenido mucha suerte, me han cortado una teta pero me han salido dos alas”.

Qué bella expresión, verdad?
Detengámonos aquí un momento a saborear estas sabias palabras.

Esta mujer reflexionó ante la realidad que la vida le traía desde otra perspectiva, tomando consciencia de todo cuanto tenía y había tenido, y desde ahí del poco valor que le había dado al no disfrutarlo en pos de una carrera profesional inacabable.
Hoy esta persona es maestra de Reiki y se ha especializado en acompañar a mujeres con cáncer de mama.

La realidad es “algo”, sin connotaciones, nosotros podemos transformarlas en fantásticas oportunidades o espantosas pesadillas pero nosotros y sólo nosotros con la historia mental que hilemos a su alrededor que creará una perspectiva, como si fuera un mirador, y que tendrá por lo tanto las subjetividades propias de sí mismo (su lugar de ubicación, su altura, el radio de su visión, etc). Si lo construimos más alto, la visión será otra; si lo edificamos orientado al pasado nos ofrecerá un enfoque diferente al que tendríamos si lo dirigiéramos hacia el futuro, o en el presente.

La realidad será siempre la realidad, el concepto lo elaboramos nosotros y podemos saber que tan verdadero (no correcto, no se trata de posturas morales) y auténtico es en función de cómo nos sentimos emocionalmente porque nuestro cuerpo emocional representa lo que los bigotes a los gatos: antenas. Podemos saber cómo estamos experimentando la realidad, desde que mirador, y en qué tipo de procesos mentales lucubramos (si conscientes y constructivos o de ensueños negativos) observando nuestras emociones que nos indican el tipo de vibración en el que estamos sintonizados.
Si no estamos en armonía tendremos la clave para investigar los pensamientos que estamos generando y ponerlos en equilibrio.equilibrio