CONQUISTANDO EL MIEDO Y LA ANSIEDAD


fuente: la Columna de: Goyhome

CONQUISTANDO EL MIEDO Y LA ANSIEDAD
¿Quién no tiene miedos fuertes? Sea de fuertes tormentas, de culebras, de las alturas, del dentista, del futuro, de caerse, de morir. El miedo es un sistema de alarma interna que nos alerta de caminos peligrosos para que nos podamos proteger. Pero, hay personas que tienen miedos poderosos y ansiedad de cosas o situaciones que no son realmente peligrosas y que poseen a la persona en su cuerpo, mente, sentimientos y acciones. Todos sentimos miedo frente a situaciones amenazantes, y eso nos ayuda a evitar desgracias potenciales. Hay gente más intrépida y con más coraje para enfrentar estas situaciones y hay otras personas que reaccionan con terror.

Napoleón Bonaparte quiso conquistar el mundo, pero no pudo conquistar su obsesión de parar frente a edificios grandes y contar las ventanas de una en una; un ritual que necesitaba para calmar su ansiedad. Edgar Allen Poe fue un famoso claustrofóbico que usó su miedo de vida real de espacios cerrados para escribir cuentos como el Gato Negro. Federico el grande, rey de Prusia, tenía tanto miedo del agua que no se lavaba y obligaba a sus sirvientes a que le limpien la cara con una toalla seca. Napoleón Bonaparte era un obsesivo-compulsivo, Edgar Allen Poe y Federico el grande tenían fobias. Los desordenes de ansiedad son considerados el problema número uno de salud mental en los USA; 13% de la población sufre de algún tipo de fobia, el desorden de ansiedad más común.

Según la psicóloga Sharon Heller, vivimos en la era de la ansiedad, y como tal, el estrés juega un papel importante en el desarrollo de nuestros miedos. En la época de las cavernas, los peligros verdaderos, como los tigres de colmillos largos, estaban en todo lado. Cuando se percibía el peligro, el cerebro activaba el sistema nervioso simpático, que es parte del sistema nervioso autonómico, para darnos la energía que se necesitaba para correr del peligro o enfrentarlo. En esta respuesta de lucha o huida, se sueltan hormonas y el sistema nervioso simpático envía señales a varias partes del cuerpo para producir los siguientes cambios:

el corazón empieza a latir más rápido
la respiración se acelera
la sangre se baja del abdomen a las piernas para permitirnos correr más rápido
empezamos a sudar
la habilidad para coagular la sangre incrementa para prepararnos para posibles heridas
para conservar la energía la digestión y otras funciones paran
el hígado suelta azúcar para proveer energía rápida
las pupilas se dilatan para incrementar la capacidad visual
la producción de saliva baja causando boca seca
los esfínteres se contraen para cerrar aperturas de ano y vejiga
la respuesta inmune baja, lo que es beneficioso en corto plazo para permitir una respuesta masiva inmediata.
Una vez que el peligro ha pasado, el sistema nervioso parasimpático toma control y repara el cuerpo para descansar y restaurar las necesidades físicas, por ende:

baja la presión arterial
el ritmo cardiaco y la respiración se calman
para el sudor
la sangre retorna al abdomen
Esta respuesta de lucha o huida sirvió mucho a nuestros ancestros para enfrentar verdaderos peligros. Pero, también es la base de la ansiedad moderna. En este mundo contemporáneo, nos enfrentamos a eventos diarios que no son de peligro pero que provocan una respuesta falsa de lucha o huida. Como no se puede pelear o huir del pago de las deudas, la bulla de la ciudad, horas de congestión de tránsito, el incremento del crimen, a más de la lluvia ácida y las consecuencias del efecto invernadero, somos como animalitos acorralados que no podemos apagar esa energía extra que no necesitamos. Más bien, nos mantenemos cargados y el estrés aumenta. Cuando llega al punto de ebullición, nuestro cerebro registra una alarma y la adrenalina se suelta por el torrente sanguíneo y en cuestión de segundos el sistema nervioso simpático se acelera. Eso sucede cuando tenemos una ataque de pánico y el cuerpo se pone en defensa máxima. Respondemos como el cerebro se ha programado para responder, excepto que la respuesta esta fuera de proporción con el peligro real de la situación.

¿MIEDO O ANSIEDAD?

¿Cuál es la diferencia entre miedo y ansiedad? El miedo es algo tangible, y comúnmente aceptado: miedo de las arañas, de halarse un examen, de olvidarse el discurso frente al público o de que se le atolondre la lengua cuando se quiere invitar a salir a alguien que te gusta. La fuente de ansiedad, por otro lado, es interna y difícil de identificar. Como describe Freud es libre y flotante. El peligro no representa una fuente objetiva de peligro corporal, como un predador o un fuego, sino que aparece vaga y distante. Puedes sentir ansiedad sobre perder control, no cumplir con las expectativas del jefe, o de que te pase algo malo. En situaciones que pocos considerarían realmente peligrosas, tú reaccionas con la respuesta de lucha o huida cosa que el miedo y la ansiedad provoquen la misma reacción física y, por ende, sientes miedo y ansiedad en cualquier evento. Ahora, veamos la diferencia entre respuestas de miedo normales y anormales.

MIEDO NORMAL: es un estado de alarma o sobresalto que prepara para lucha, huida o congelamiento. Es necesario para la sobrevivencia y te hace que actúes para protegerte de amenazas. Por ejemplo: un perro bravo te persigue y tú sales corriendo. Si te agarra del pantalón le pateas. Si hay alguien alrededor, gritas para pedir ayuda. Si el perro te está ladrando en la cara y no sabes si correr o lanzarte encima, te congelas y no haces nada para ver si así se clama. Esta es una táctica que usan las mujeres maltratados por los maridos o los niños abusados para dispersar la ira del abusador. El congelamiento da tiempo para analizar el peligro de la situación y prevenir actos impulsivos que puedan provocar un ataque.

MIEDO IRRACIONAL: es un sentimiento poderoso de peligro cuando no hay verdaderas amenazas. Por ejemplo: el perro esta asegurado en el otro lado de la calle y tu tiemblas hasta las botas.

ANSIEDAD: un sentimiento vago de miedo o aprensión que crea incomodidad. A pesar de sentirse agitado, talvez no puedas poner en palabras lo que te está amenazando. Por ejemplo: en camino al cumpleaños de tu mejor amigo, sientes una inexplicable sensación de incomodidad.

FOBIA: un molestoso y persistente miedo de un objeto o idea que esta fuera de proporción frente a cualquier peligro propuesto. Por ejemplo: sin tener alergia sientes un terrible miedo a las abejas y no puedes controlar el miedo.

PANICO: una reacción súbita de terror agudo. Por ejemplo: simplemente no puedes subirte en un avión porque solo de pensarlo te congelas.

Algunas veces la imaginación puede darse un festín con todas las posibles cosas que nos pueden pasar: cáncer, traición, que nos parta un rayo. Esto se llama ansiedad anticipada, y cuando es ligera se llama preocupación. Pero en algunas personas, aun preocuparse por la ida al dentista puede crear pánico anticipado. Estas posibilidades o miedos imaginados, son un cobertor para las amenazas arcaicas de nuestra existencia que yacen muy profundas en nuestra psique: abandono, dependencia, impotencia, fracaso, pérdida de control. Compartimos esta angustia existencial. Y puede ser beneficiosa. Como Freud lo notó, sirve como un ensayo mental para prepararnos ante esas posibles situaciones. Lo que le convierte en un desorden de ansiedad es cuando la experiencia sentida es intensa, persistente, o que lleva a una reacción fóbica. Como por ejemplo: no estudiar por miedo a no pasar los exámenes, o dejar pasar un ticket gratis a Paris por miedo a volar. Si es algo que interfiere con una función, es un desorden de ansiedad.

Si experimentas cualquiera de los siguiente síntomas de forma frecuente, vives con una ansiedad mayor que lo normal:

irritabilidadnudo en la gargantanerviosismo

tensiónsensación de que las cosas son irreales

fatigaaprensióncorazón latiendo fuerte

insomniomareomiedo de hacerse loco

desmayodificultad para concentrarsefalta de aliento

pensamientos no deseadossudoraciónmiedo de perder control

tembladeramiedo de morirticks nerviosos

orina frecuentepreocupaciónproblemas digestivos frecuentes

Si alguno de estos síntomas le incapacita, no tema. Hay muchas maneras de enfrentar estas situaciones. Lo primero es identificar los miedos. Tenemos los miedos aprendidos como miedo a los ratones, o los miedos innatos, que son programados por la evolución biológica para defendernos frente a peligros potenciales. Cuando el miedo se magnifica más allá de la razón, ya no es beneficioso y nos debilita.

Hasta hace poco tiempo, los miedos anormales como los ataques de pánico y las fobias, se creía que existían puramente en la psique y por eso se trataban psicológicamente. Pero algunas veces se dan causas no psicológicas como una enfermedad o químicos en el ambiente, que pueden crear ansiedad y remedar síntomas de pánico. El tratamiento adecuado depende de un diagnostico atinado. Por ejemplo, un ataque de pánico puede ser provocado por una alergia, la misma que puede estar influenciada por el estrés que resulta de pensamientos negativos. En tal caso, los miedos son más que comportamientos aprendidos o protecciones inconscientes de emociones amenazantes. Están muy dentro de nuestros genes y bioquímica. En otras palabras, los miedos son, al mismo tiempo preinstalados en el cerebro, transmitidos genéticamente y aprendidos.

ATAQUE DE PANICO
Está definido como una reacción repentina e inexplicable de terror, y se caracteriza por síntomas somáticos y psicológicos como aceleración del corazón, dolor de pecho, atoramientos, nausea, vomito, mareo, temblor, amortiguamiento, aprensión intensa, miedo de perder el control o volverse loco, sensación de salirse del cuerpo, miedo de morir. Esto afecta a hombres y mujeres por igual y generalmente inician en etapa temprana de edad adulta. La causa de la mayor parte de ataques de pánico es el estrés.

FOBIAS
Los miedos más fáciles de notar son las fobias que son miedos no ordinarios de una situación o cosa. Van desde la acrofobia o vértigo (miedo a las alturas) hasta la zelofobia (miedo por celos). Todos tenemos alguna fobia, hasta el más intrépido teme algo. Hay las fobias a los animales. La claustrofobia es miedo a espacios cerrados o pequeños. La mayor parte del tiempo estas fobias no son un problema, a menos que irrumpa la vida convirtiéndose en un terror.

DESORDEN GENERALIZADO DE ANSIEDAD
Es un miedo prolongado, vago, inexplicable e intenso que se vuelve crónico y se siente en muchas situaciones. Este desorden no tiene la fuerza de un ataque de pánico. Más bien se caracteriza por insistente tensión, que desgasta física y emocionalmente y afecta la salud en general. Si experimentas al menos 3 de los siguientes síntomas más días de la semana que menos, y has estado así por 6 meses o más, puedes ser diagnosticado clínicamente con este desorden generalizado de ansiedad:

tensión muscular
inquietud y nerviosismo
irritabilidad y hasta desfogues de ira
dificultad para dormir
dificultad para concentrarse
fácilmente cansado
preocupación persistente
Este desorden afecta al menos a un 4% de la población, un poco más a mujeres y puede empezar a cualquier edad. Si estas deprimido, tienes alguna fobia, o has sido diagnosticado como obsesivo compulsivo, hay un buen chance de que también tengas ansiedad generalizada.

CHISTE DE ZIGGY por Tom Wilson
Ziggy va al psicólogo, se acuesta en el diván e inicia la consulta:

Doctor: ziggy, dime que es exactamente lo que temes?

Ziggy: tenía miedo de que me lo pregunte... doc, no se que hacer. Parece que todo lo que hago es preocuparme por cosas..., me preocupo por mi trabajo, por los impuestos, por la economía, me preocupo por salvar a las ballenas, los búhos, los delfines... me preocupo por el calentamiento global y hasta el enfriamiento global.

Doctor: Ziggy, necesitas darte cuenta de cuan peligrosa es la preocupación. Te puede causar estrés, y eso te puede llevar no solo a la depresión sino a problemas de presión alta... y también puede debilitar tu sistema inmunológico, haciendo vulnerable a muchas serias enfermedades...

Luego Ziggy sale de la consulta diciendo: Genial, ahora me tengo que preocupar de preocuparme!!

DESORDEN OBSESIVO COMPULSIVO
Julia tiene obsesión sobre engordarse. Juan es un apostador compulsivo. Sandra tiene una fijación anal sobre la limpieza. Pero hay una gran diferencia entre estas personas y un comportamiento extremo e irracional como el personaje Melvin Udall en la película As good as it gets con Jack Nicholson. Recuerden, quienes vieron la película, que él camina de forma rara en la calle para evitar cualquier raya o que alguien le tope. Cuando regresa a su casa, cierra las puertas 5 veces y luego se lava las manos en agua súper caliente con una barra de jabón nuevo cada vez. Lleva sus propios cubiertos al restaurante donde comía y se pone guantes para manejar. Los rituales de Melvin, o compulsiones, sirven el propósito de desmantelar su extrema ansiedad que resulta de pensamiento obsesivos terroríficos. Melvin es un clásico obsesivo-compulsivo porque las obsesiones y las compulsiones gobiernan su vida. Las obsesiones son pensamientos, ideas o imágenes repetitivos, no deseados e intrusos. Son irracionales e incontrolables y su fuerza interfiere con un funcionamiento normal. Las compulsiones son comportamientos repetitivos que te sientes impulsado hacer para reducir estrés y prevenir una calamidad potencial sobre la cual tienes una obsesión. Por ejemplo: lavarse las manos dispersa el miedo a la contaminación. Y, aunque suene como si tuvieses que estar cucú para tener este comportamiento tan raro, las obsesiones y compulsiones no están relacionadas con la locura. De 1% a 3% de la población sufre de algún grado de este desorden.

DESORDEN DEL ESTRÉS POST-TRAUMATICO
Durante la primera guerra mundial, los psicólogos estudiaron a los soldados de combate que empezaron a tener síntomas raros de tembladeras incontrolables, desorientación, lloros incontenibles y cosas por el estilo. En un principio lo llamaron shock de concha. Ahora se lo llama estrés post-traumático y es una respuesta extrema al estrés que dura más de 30 días después del trauma. Los candidatos para este desorden son cualquier persona que haya vivido una experiencia horrible como una violación, accidente de avión, un terremoto que lo haya vivido directamente y, también afecta a las personas cercanas de quien experimento algo así. Los siguientes son algunos síntomas de victimas que sufrieron algún trauma:

re experimentación del evento traumático en pesadillas y durante horas despiertas
evasión de cualquier cosa asociada con el evento
un amortiguamiento emocional general
dificultad en el sueño y en concentración
depresión y pensamientos suicidas
No todas las personas que sufren un trauma tienen estrés post traumático. Creo que eso depende del tipo de trauma y el tipo de persona. Tener buen grupo de apoyo hace una gran diferencia.

¿QUÉ ESTIMULA EL MIEDO Y LA ANSIEDAD?

Por lo general es el estrés. Se va acumulando hasta que el sistema nervioso no da más y nos da ansiedad, a veces al punto del pánico. Si tienes ansiedad aguda, como sabes si la causa primaria es psicológica o física? El terror emocional es a menudo obvio. Las causas no psicológicas de la ansiedad son vagas, como ya se mencionó. Por ejemplo, estás comiendo pizza y riendo a carcajadas y de pronto te de un susto tenaz y empiezas a temblar. Esto puede ser consecuencia de hiperventilación, hipoglucemia, hipertiroidismo, desbalance hormonal y otros problemas de salud que imitan los síntomas de pánico son: enfisema, encefalitis, arritmia cardiaca, embolismo pulmonar, golpes en el cerebro... y también hay reacciones de este tipo a ciertas medicinas como lidocaina, prednisone, píldoras para control natal, además de laxantes, pastillas para dietas y la cafeína que desgasta la vitamina B1 (tiamina) que es una de las vitaminas antiestrés... y ni hablar del efecto de las drogas como la cocaína, la marihuana, y las demás. Finalmente, también afecta lo que se come. Es ya conocido, en este punto, que lo que comemos nos impacta directamente el funcionamiento y, por ende, la consecuente experiencia de bienestar. Si eres adicto a la comida chatarra, y además tienes estrés, simplemente los nutrientes no son propiamente absorbidos y puedes estar sin las vitaminas y minerales necesarios para manejar los miedos. Es más, cuando estén distresados, definitivamente se necesita incrementar el consumo de vitaminas y minerales. De acuerdo con el dr. Douglas Hunt, los siguientes son aplacadores esenciales de la ansiedad:

las vitaminas B y C
el calcio
Los aminoácidos gamma aminobutyric (GABA) y glutamine
Pero si tienes tendencia al miedo y te sobrecoges fácilmente con el estrés, el metabolismo de tiamina en el hipotalamo nunca estará al día. Y, si fumas, tomas alcohol, o comes mucho hidrato de carbono, las vitaminas y minerales esenciales se desgastan brevemente. Entonces, es importante estar en contacto consciente con uno mismo para notar, por lo menos, el origen de los miedos que se asomen. Se puede autoayudar tratando de tener una vida mas calmada, respirando profundamente, viviendo la realidad y no la fantasía de los pensamientos nocivos, comiendo sanamente para que el cuerpo tenga una manera de reaccionar adecuada y teniendo un sistema de apoyo para momentos importantes. En vista de que los químicos del ambiente también afectan, hay que considerar aportar en beneficio del medio ambiente. Y finalmente, es conveniente revisar la historia infantil para profundizar en el origen de algunos miedos. Recuerdas como te cargaban cuando eras chiquito o chiquita? Estabas en los brazos de tu madre, padre, empleada, o pasabas en los coches? Si no recibiste mucho calor humano, tu tendencia a los ataques de pánico o las fobias puede ser mayor que de haber sentido el afecto de los progenitores. Los niños que son cargados sienten más seguridad y no suelen sufrir de vértigo en su edad adulta. Al sentirse seguros en el cuerpo de sus padres, sienten la seguridad del vientre. Y si naciste con tendencia al miedo, si tuviste una niñez infeliz, y si pasaste por traumas horribles en tu vida, todavía hay mucho que puedes hacer para cambiar tu vida. Pero para hacerlo, necesitas usar todos los medios posibles para sentirte seguro o segura en el mundo. Y esto inicia aumentando la capacidad de control.: mientras más puedas confiar en tu mente y cuerpo, mayor poder tendrás para ahuyentar los miedos.

PRIMER PASO
Puedes empezar con un jornal de miedos y contestando las siguientes preguntas:

De lo que tengo más miedo es:
Cuando me topo con este miedo, siento:
Mi reacción es:
Este miedo inicio:
Este miedo me impide hacer:
Quiero comprender por que tengo miedo de:
Quiero superar el miedo a:
BIBLIOGRAFÍA
- Conquering Fear and Anxiety by Sharon Heller, Ph.D. (The complete idiots guide series)

http://americano80.paseodelsur.com