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Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad. Se trata de una enfermedad que puede durar toda la vida de una persona. Las personas con TOC pueden verse atrapadas en un modelo de pensamientos y comportamientos repetitivos que carecen de sentido y resultan angustiantes, pero extraordinariamente difíciles de superar. Sus síntomas pueden variar de benignos a graves, y si no se trataran, un TOC grave puede destruir la capacidad de una persona para rendir en el trabajo, el colegio, e incluso en el hogar.

El trastorno obsesivo-compulsivo implica pensamientos de ansiedad (obsesiones) o rituales (compulsiones) que la persona tiene la sensación de no poder controlar. Las personas con TOC suelen estar acosadas por pensamientos o imágenes desagradables y persistentes, o por la necesidad urgente de participar en ciertos rituales. Por ejemplo, una persona con TOC podría estar obsesionada con los gérmenes o la suciedad, y lavarse las manos una y otra vez. Otras personas pueden hacer comprobaciones reiteradas o estar preocupadas por pensamientos violentos. En personas con TOC se observa con frecuencia la manía de calcular obsesivamente.

Durante muchos años, los médicos creyeron que el TOC era una enfermedad rara, porque veían pocos pacientes que la padecieran. Sin embargo, muchos de los que la padecían no eran identificados, pues la gente con TOC tratará de mantener en secreto sus pensamientos y su comportamiento repetitivo, y no tratan de buscar tratamiento.

Ahora se piensa que aproximadamente dos de cada cien personas están afectadas, lo que significa que el TOC es más corriente que las enfermedades mentales tales como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, o el trastorno de pánico. El TOC afecta a personas de todos los grupos étnicos, y a hombres y mujeres por igual.

Los síntomas del TOC suelen comenzar en la adolescencia o una edad adulta temprana, pero algunos niños pueden desarrollar la enfermedad a edades más jóvenes, incluso en los años pre-escolares. Al menos un tercio de los adultos con TOC sufren por primera vez la enfermedad durante la niñez. El TOC tiene tendencia a persistir durante años, incluso décadas. Los síntomas pueden hacerse menos graves de vez en cuando, y pueden existir intervalos prolongados en que los síntomas son leves, pero para la mayor parte de los individuos, los síntomas son crónicos.
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Síntomas del TOC

Obsesiones

Las obsesiones son ideas o impulsos no deseados que aparecen repetidamente en la mente de la persona que padece TOC. Los pacientes suelen tener miedo a sufrir daño ellos mismos, o alguien al que quieren, se preocupan irracionalmente por no contaminarse, o tienen una necesidad excesiva de hacer las cosas correctamente o con perfección. Una y otra vez, la persona piensa algo que le inquieta, como por ejemplo, "Mis manos pueden estar contaminadas--debo lavarlas" o "Puedo haber dejado el gas abierto" o "Estoy haciéndole daño a mi hijo." Estos pensamientos angustiosos se inmiscuyen con los otros pensamientos del paciente, y causan ansiedad. A veces, las obsesiones son de carácter violento o sexual, o tienen que ver con enfermedades.
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Compulsiones

En respuesta a sus obsesiones, la mayoría de las personas con TOC recurren a comportamientos repetitivos llamados compulsiones. Los más frecuentes son los rituales de limpieza y las comprobaciones. Otros comportamientos compulsivos incluyen recuentos (a menudo al mismo tiempo que se realizan otras acciones compulsivas, tales como lavarse las manos), hacer repeticiones, acaparamiento, y recolocaciones sin fin de objetos en un esfuerzo para mantenerlos perfectamente alineados. También son corrientes los problemas mentales, tales como repetir frases mentalmente y hacer listas. Estos comportamientos, en general, tienen por objeto proteger de peligros a la persona que padece TOC, o a los otros.

Algunas personas con TOC tienen rituales establecidos; otros tienen rituales que son complejos y cambiantes.

El ejecutar estos rituales sólo proporciona alivio temporal de la ansiedad, pero no hacerlos incrementa la ansiedad de la persona.

Resistencia

La mayoría de las personas con TOC luchan por desterrar sus pensamientos obsesivos, y por evitar caer en la trama de comportamientos compulsivos. Muchos son capaces de mantener sus síntomas obsesivos-compulsivos bajo control cuando están en el trabajo o en el colegio, pero con el paso de los meses o los años, su resistencia puede debilitarse. Cuando esto ocurre, los síntomas pueden agravarse tanto que los tediosos rituales llegan a dominar su vida, haciendo imposible que continúen con sus actividades fuera del hogar.
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Vergüenza y secreto

Los pacientes que sufren TOC intentan con frecuencia ocultar sus trastornos en vez de solicitar ayuda y, muchas veces, consiguen ocultar sus síntomas obsesivos-compulsivos a sus amigos y colaboradores. Desafortunadamente, esto significa que las personas con TOC de ordinario no reciben ayuda psiquiátrica profesional hasta años después de la aparición de su enfermedad. Para entonces, es posible que ya hayan aprendido a manejar sus vidas, y sus relaciones con los familiares y amigos, en lo referente a sus rituales.

Las personas con TOC no deben confundirse con las personas a las que se puede llamar 'obsesivas' porque ellas mismas se sitúan a muy alto nivel y son perfeccionistas y muy organizadas y meticulosas en su trabajo y actividades recreativas. Este tipo de obsesividad con frecuencia tiene un fin útil, contribuyendo a la autoestima personal y al éxito en el trabajo. A ese respecto, difiere de las obsesiones que pueden arruinar la vida y los rituales de las personas con TOC.
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Enfermedades que coexisten con el TOC

Algunas personas con TOC también pueden sufrir depresión, trastornos alimentarios, abuso de ciertas substancias, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (ADHD), u otros trastornos de ansiedad. Cuando una persona tiene otros trastornos, el TOC suele ser el más difícil de diagnosticar y de tratar. Los síntomas del TOC también suelen verse en otros trastornos cerebrales, como en el síndrome de Tourette. El diagnóstico y tratamiento correctos de estos trastornos es importante para que tenga éxito el tratamiento del TOC.
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Causas

En el pasado, se pensaba que el TOC estaba causado por experiencias vitales, pero ahora hay cada vez más evidencia de que están implicados factores biológicos, y que el TOC está relacionado con una anomalía en el funcionamiento de los circuitos de las células nerviosas en zonas específicas del cerebro. El TOC no se debe a problemas familiares ni a actitudes aprendidas en la infancia, tales como la insistencia en la limpieza, o la creencia de que ciertos pensamientos son peligrosos o inaceptables.

Usando técnicas que permiten ver lo que ocurre en cerebro de personas vivas, tales como la Tomografía por Emisión de Positrones (PET), los médicos han comparado a personas con y sin TOC. Las personas con TOC tienen esquemas de actividad cerebral que difieren de los de personas con otras enfermedades mentales o de los de personas sin enfermedades mentales. Además, los escáners PET indican que en pacientes con TOC, tanto la terapia conductual como los fármacos, producen cambios en el cerebro. Estos cambios pueden ser una explicación de la mejora clínica conseguida con la psicoterapia y con la medicación.

Otros estudios de la estructura cerebral usando imágenes de resonancia magnética (MRI) indican que las personas con TOC tienen menos materia blanca que los sujetos normales, lo que sugiere una anomalía cerebral ampliamente repartida.

Otras teorías sobre las causas del TOC hacen hincapié en la importancia de la interacción entre el comportamiento y el entorno, y sobre las creencias y actitudes, así como en la forma en que se procesa la información. Tanto las teorías conductuales como cognitivas y las razones biológicas son explicaciones importantes de diferentes aspectos de la enfermedad.
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Tratamiento con fármacos

Los fármacos que afectan la acción de la serotonina neurotransmisora (5-HT) en el cerebro pueden reducir significativamente los síntomas del TOC. Más de tres cuartas partes de los pacientes consiguen ayuda con estos fármacos, al menos en parte, y en más de la mitad de los pacientes, la medicación alivia los síntomas del TOC al reducir la frecuencia y gravedad de las obsesiones y compulsiones. La mejoría suele tardar al menos tres semanas o más. Si un paciente no responde bien a uno de estos medicamentos, o tiene efectos secundarios inaceptables, otro fármaco podría dar mejor resultado. La medicación ayuda a controlar los síntomas del TOC, pero, a menudo, si el paciente deja de tomarla, tendrá lugar una reaparición de los síntomas. Incluso después de que los síntomas hayan amainado, la mayoría de las personas tendrán que continuar con la medicación indefinidamente, pero quizás a una dosis más baja.
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Terapia conductual

La psicoterapia tradicional, cuyo objeto es ayudar al paciente a hacerse una idea de su problema, en general no sirve de ayuda para el TOC. Sin embargo, una terapia conductual específica, llamada 'exposición y prevención de respuestas' resulta eficaz para muchas personas. Con este enfoque, el paciente se enfrenta deliberada y voluntariamente al objeto o idea de sus miedos, ya sea directamente o imaginándolo. Al mismo tiempo se alienta al paciente a que se abstenga de efectuar rituales, con los conocimientos y apoyo del terapeuta y, posiblemente, de otras personas a las que el paciente ha recurrido en busca de ayuda. Por ejemplo, se podría alentar a una persona que se lava las manos compulsivamente a que toque un objeto que cree está contaminado, y después prohibirle que se lave las manos durante varias horas, hasta que la ansiedad haya disminuido. Después, el tratamiento sigue paso a paso, guiándose por la habilidad del paciente a tolerar la ansiedad y a controlar sus rituales. A medida que progresa el tratamiento, la mayoría de los pacientes experimentan generalmente menos ansiedad causada por los pensamientos obsesivos y son capaces de resistirse a los impulsos compulsivos.

Estudios de terapia conductual en el caso del TOC han demostrado que se trata de un tratamiento que tiene éxito en la mayoría de los pacientes que lo completan. Es beneficioso para el paciente estar muy motivado y tener una actitud positiva y decidida. Los efectos positivos de la terapia conductual continúan una vez acabado el tratamiento.

La terapia cognitiva-conductual (TCC) puede ser eficaz para el TOC. Esta forma de terapia conductual hace hincapié en cambiar las creencias y la forma de pensar de los pacientes con TOC.
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Las repercusiones del TOC en las familias

El TOC afecta no solo al individuo que lo padece sino también a sus familiares y amigos. Las familias con frecuencia atraviesan momentos difíciles para aceptar el hecho de que la persona con TOC no pueda poner freno a su comportamiento angustiante. Si los familiares muestran su enfado y resentimiento, podrían contribuir a que aumente el comportamiento TOC. Por otra parte, con el fin de mantener la paz, podrían asistirle en los rituales o tranquilizarle continuamente. Sin embargo, las familias pueden esforzarse en aprender formas de animar a la persona con TOC para que persevere con los programas de terapia conductual y/o medicación.