Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)

Qué es? En el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), una persona manifiesta problemas de pensamientos angustiantes y molestos (obsesiones) y siente la presión para llevar a cabo comportamientos repetitivos (compulsiones).
La causa exacta del TOC continúa siendo un misterio. Los neurocientíficos creen que las vías nerviosas involucradas en el juicio, la planificación y el movimiento corporal están alterados en esta enfermedad. Los factores ambientales, como las relaciones familiares o las situaciones estresantes, pueden desencadenar o empeorar los síntomas del TOC.
En Estados Unidos, se calcula que el TOC afecta a alrededor del 2 al 3% de la población. El porcentaje es aproximadamente el mismo en Canadá, Corea, Nueva Zelanda y otras regiones de Europa. Alrededor de dos tercios de personas con TOC presentan los primeros síntomas antes de los 25 años de edad, mientras que solo el 5% desarrolla los primeros síntomas después de los 35 años. Hay pruebas contundentes de que la enfermedad tiene una base genética (hereditaria), ya que el 35% de las personas con TOC tiene un familiar cercano que sufre de esta enfermedad. Aunque el 50 al 70% de los pacientes primero desarrollan TOC después de pasar por una situación estresante, como un embarazo, la pérdida de un trabajo o muerte de un familiar, los especialistas aún no logran comprender exactamente cómo el estrés desencadena los síntomas de la enfermedad.
A veces las personas con TOC manejan sus obsesiones sin manifestar signos externos de estar sufriendo. Sin embargo, generalmente tratan de aliviar sus síntomas llevando a cabo algún tipo de compulsión: ritual repetitivo que tiene como objetivo tranquilizar sus temores. Por ejemplo, una mujer que tiene la obsesión de tener sus manos sucias podría desarrollar la compulsión de lavárselas más de 50 veces por día. Un hombre que teme que la puerta principal de su casa esté sin llave podría sentir el impulso de verificar el cerrojo 10 a 20 veces por noche.

Síntomas

Los dos síntomas específicos del TOC son los pensamientos obsesivos y los rituales compulsivos.
Obsesiones: son pensamientos persistentes, repetitivos, provocadores de ansiedad, o estresantes que se entrometen en la conciencia de la persona. Las obsesiones varían y pueden estar relacionadas con cualquier clase de miedo. A continuación se mencionan algunos ejemplos:
  • Miedo a la suciedad o a la contaminación: preocupación constante de tener las manos y la ropa sucias, o de infectarse con o diseminar gérmenes.
  • Miedos relacionados con accidentes o actos de violencia: miedo a ser víctima de un acto de violencia (una puerta abierta que permite la entrada de un intruso) o de sufrir un accidente físico (no cierra bien la puerta del horno o no se apagó bien un cigarrillo).
  • Miedo de cometer un acto de violencia o una conducta sexual inapropiada: miedo a perder el control y causar daño a otros, o de cometer un acto sexual vergonzante o dañino. Por ejemplo, una madre amorosa teme agobiar con su afecto a su bebé o un empresario respetable teme quedar desnudo en una reunión.
  • Miedo al desorden o a la asimetría: una necesidad irresistible por el orden, ansiedad por descuidar el más mínimo detalle. Algunos ejemplos podrían ser medias “incorrectamente” alineadas en un cajón o alimentos “incorrectamente” acomodados en un plato.
A menudo, el adulto con TOC reconoce que los pensamientos obsesivos no son razonables y tratará de ignorarlos o suprimirlos. No obstante, a veces el paciente lograr algo de alivio al llevar a cabo un ritual compulsivo.
Rituales compulsivos: son comportamientos persistentes, desmesurados y repetitivos. El objetivo del ritual es reducir la ansiedad causada por los pensamientos obsesivos. Algunos ejemplos incluyen:
  • lavarse o bañarse varias veces
  • rechazar a darse las manos con otra personas o a tocar picaportes
  • controlar las cerraduras u hornos varias veces
  • contar objetos compulsivamente
  • organizar reiteradas veces el trabajo o los elementos domésticos
  • ingerir alimentos en un determinado orden
  • repetir palabras o rezos específicos
Cualquier persona puede sentirse obligada a volver a revisar si una puerta está cerrada con llave o a lavarse las manos para asegurarse de que estén limpias. En sí, estos comportamientos no significan que una persona tenga TOC.
Cuando una persona sufre de TOC, las obsesiones y las compulsiones son desmesuradas y angustiantes. Son además desgastantes, y a veces, hasta llegan a consumir varias horas diarias de la persona. Podrían interferir con las relaciones personales, así como con el desempeño en el trabajo y la escuela. Algunas compulsiones podrían causar lesión física; por ejemplo, el lavado de manos compulsivo puede conducir a manos agrietadas y dermatitis, mientras que el excesivo cepillado de dientes puede causar el sangrado o desgaste de las encías.

Diagnóstico

Algunas personas con TOC buscan la ayuda de un médico de atención primaria cuando los síntomas comienzan a afectar su salud o interferir con la vida. Un adulto con una compulsión por lavarse constantemente sus manos podría visitar un dermatólogo debido a sus dedos sangrantes o resquebrajados, o el padre/madre podría consultar con un pediatra cuando un niño con TOC comienza a bañarse cuatro a cinco veces por día.
El estado de ánimo depresivo es muy común en el TOC De hecho, una persona podría decir que se siente deprimida en vez de hablar de síntomas de TOC que son vergonzantes, o de alguna manera, difíciles de describir.
Si su médico sospecha que el problema es una enfermedad siquiátrica, probablemente lo derive a un profesional de la salud mental para que lo evalúe o trate.
Un profesional de la salud mental le diagnosticará TOC al preguntarle acerca de:
  • pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos
  • malestar sicológico
  • consecuencias en relaciones importantes
  • consecuencias en el trabajo y en el esparcimiento
  • posibles síntomas de otras enfermedades siquiátricas

Duración

Raras veces el TOC desaparece por sí solo, y sus síntomas podrían durar años si no se trata apropiadamente. De hecho, es común que una persona con TOC manifieste problemas 5 a 10 años antes de visitar a un siquiatra. Recibir atención inmediata puede reducir el impacto de la enfermedad.

Prevención

No existe manera de prevenir el TOC, excepto detener la enfermedad tan pronto como sea posible y tratarla.

Tratamiento

El tratamiento más efectivo para el TOC es combinar psicoterapia con medicamentos.
Su médico podría también ofrecerle tratamiento para otras condiciones que puedan estar causando esta condición, tales como problemas médicos o depresión. Podría necesitar intentar más de un enfoque antes de encontrar el tratamiento justo para usted.
Medicamentos antidepresivos
Algunos antidepresivos son efectivos para el trastorno obsesivo-compulsivo. Los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS), como la fluvoxamina (Luvox), la fluoxetina (Prozac), la sertralina (Zoloft), la paroxetina (Paxil), y el citalopram (Celexa) se utilizan comúnmente.
También podrían resultar efectivos los antidepresivos tricíclicos. El más usado para el TOC es la clomipramina (Anafranil). Aunque este medicamento podría ser levemente más efectivo que los ISRS para tratar el TOC, tiene a veces efectos secundarios que son más difíciles de controlar. No obstante, es una buena opción si otros medicamentos no resultan beneficios.
Psicoterapia
Podrían resultar beneficiosas otras técnicas psicoperapéuticas según las preferencias de la persona, las situaciones que podrían desencadenar el problema, la disponibilidad de la familia y otros grupos de apoyo.
Es importante que una persona que sufre de TOC aprenda a conocer la enfermedad y obtenga apoyo de sus amigos, familiares y grupos de apoyo.
La terapia cognitiva está diseñada para ayudar a una persona con TOC a reconocer lo irracionalidad de los temores y del pensamiento obsesivo. El terapeuta a veces enseña técnicas especializadas que pueden ayudar a distinguir las compulsiones. Algunos ejemplos son
  • Exposición y prevención de respuesta (EPR): la persona es expuesta a situaciones que provocan pensamientos obsesivos. Luego se evita que la persona lleve a cabo el ritual compulsivo habitual. Por ejemplo, se le podría pedir a la persona que toque un zapato “sucio” y luego que espere algunos minutos antes de lavar sus manos. La persona practicará este comportamiento a diario e incrementará gradualmente el tiempo de espera y llevará un registro de sus resultados.
  • Inversión de hábito: se le pide a la persona que sustituya el ritual compulsivo habitual por otra respuesta, como un suspiro profundo o un apretón de puño.
  • Detención de pensamiento: la persona usa algunas formas de distracción siempre que se manifieste un pensamiento obsesivo. Un método común es pronunciar la palabra “detener” y chasquear un banda elástica que cuelga de la muñeca.
  • Saturación: la persona se concentra intensamente en el pensamiento obsesivo hasta que el pensamiento pierde su impacto y se vuelve insignificante.
La psicoterapia interpersonal, analítica y psicodinámica puede ayudar a la persona a clasificar sus conflictos en relaciones importantes o explorar los antecedentes detrás de los síntomas, aunque no es probable que la terapia analítica solamente pueda influir en los síntomas severos.
La terapia familiar y la terapia grupal también pueden usarse con éxito para tratar algunas personas con TOC. Dado que este trastorno puede ser muy perturbador para la vida familiar, se recomienda la terapia familiar.

Cuándo llamar a un profesional

Dado que los síntomas de TOC rara vez desaparecen con tratamiento, usted debería ponerse en contacto con un médico de atención primaria siempre que los pensamientos obsesivos o compulsiones le causen angustia o molestia significativa, interfieran con su capacidad para llevar una vida normal en su casa o trabajo o le causen daño. Su médico de atención primaria lo derivará a un siquiatra para un tratamiento efectivo y apropiado.

Pronóstico

Dado que el TOC puede ser una condición crónica (prolongada) podría ser necesario un tratamiento continuo.
No obstante la perspectiva es buena. Aproximadamente el 50% de los pacientes mejoran y el 10% se recuperan por completo. Solo el 10% empeora a pesar de la terapia.

Información adicional

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Última revisión: 2007-05-16T00:00:00-06:00
Última modificación: 2008-08-20T00:00:00-06:00
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