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imagen:*UndineCG.http://undinecg.deviantart.com/gallery/#/d22w5eq
por: Gabriela Casavantes
Andrea sólo viaja en el primer vagón del metro, Estela duerme con flores junto a su cama, Carla es artista y evita vestirse de gris antes de pintar un cuadro, Fabiola es escritora y reescribe un párrafo para que no quede una palabra sola en el último renglón, Teresa no sale de su casa sin un brazalete determinado.

Todos tenemos pequeñas obsesiones, pensamientos repetitivos y conductas rituales, que consideramos normales y pueden ser parte de nuestra personalidad. Pero se convierten en un trastorno cuando nos causan ansiedad, interfieren en nuestra vida cotidiana o nos llevan a tener ciertos rituales, formando así el trastorno obsesivo compulsivo.

Sofía padece trastorno obsesivo compulsivo y puede apagar la luz, salir a la calle, volver a subir a su casa y comprobar si está apagada muchas veces y aún así, se queda con la duda de si lo ha hecho.

Las manías más comunes

Las obsesiones que más afectan la calidad de vida al causar malestar e interferencias son:

- Higiene. La persona teme contaminarse y se lava las manos infinidad de veces al día, no toca nada sin un trapo, usa siempre guantes, abre las puertas con el codo, limpia todo con jabón, nunca da la mano ni beso al saludar, no soporta ver polvo en una repisa, obliga a otros a que limpien la mesa con tal de no tocar nada.

- Orden. El individuo se obsesiona con la simetría, necesita que todo esté en su lugar, vacía y ordena su bolso, maleta o habitación todos los días, dedica tanto tiempo a ordenar los objetos en su escritorio, que casi no hace ninguna otra actividad ni cumple con sus obligaciones.

- Indecisión. El afectado puede pasar días enteros antes de tomar una decisión insignificante, como comprarse una prenda de vestir, duda una y otra vez y comprueba infinidad de veces si ha cerrado la puerta, el grifo o el gas antes de salir de casa o de dormir.

- Culpa. Son personas que se sienten culpables por cualquier cosa y no dejan de hacer autoexamen de conciencia como una forma de arrepentimiento o de rezar como pago por sus acciones, se obsesionan con el miedo a dañar a los demás.

- Cuestionamientos. Son seres que se obsesionan con pensamientos como “¿qué habrá después de la muerte?”.

- Rituales. El sujeto lleva a cabo una serie de actos encadenados o repetitivos, por ejemplo atraviesa tres veces la puerta antes de entrar a su casa o se sienta en el sillón siempre de determinada manera.

En muchas personas normales se encuentran rasgos obsesivos como el perfeccionismo, la puntualidad, el orden, los escrúpulos o la repetición. Se diagnostica trastorno obsesivo compulsivo cuando la persona rechaza sus ideas obsesivas y quiere librarse de ellas.

Compulsiones rituales

Vanessa imagina que su hijo se asoma por la ventana, pierde el equilibrio y cae al vacío. La idea se repite y no logra controlarla. Para aliviar el malestar que le ocasiona, intenta eliminarla con otros pensamientos o acciones y así protegerse de lo que piensa, por ejemplo reza cada vez que tiene ese horrible pensamiento. Éste es un comportamiento característico del trastorno obsesivo compulsivo.

Estas compulsiones o rituales que acompañan a las obsesiones no son fáciles de resolver, pero si éste es tu caso, los expertos proponen algunas medidas básicas para ayudar a aliviarlas:

- Diferencia obsesión de preocupación. Pregúntate: ¿me vienen a la mente ideas, pensamientos o imágenes fuera de control? ¿Se repiten a menudo? ¿Me crea un gran malestar pensar en ello? ¿Son ideas que no debería tener? ¿Hago algún ritual o evito situaciones para eliminarlas? Si la respuesta a alguna de estas interrogantes es afirmativa, quizá tengas una obsesión.

- Busca las causas del malestar. Es importante enfrentar tus miedos para descubrir que no tienes de qué preocuparte. Por ejemplo, si te obsesiona pensar que podrías quedarte atrapada en una cueva, sal de paseo a una gruta y estando ahí dentro analiza ese pensamiento, así ayudarás a disminuir la ansiedad.

- Limita tus pensamientos. No pases todo el día pensando en una idea obsesiva, proponte pensar en lo que te preocupa sólo durante un tiempo determinado, por ejemplo en la media hora que tienes libre en algún momento del día y nunca fuera de ese horario, esto te ayudará a seguir con tu vida normal.

- Pospón los rituales. Proponte cumplir más tarde tu ritual, es decir, no compruebes de inmediato si cerraste la puerta del coche o la llave del gas, así enfrentarás por más tiempo al pensamiento que te preocupa, desarrollando la habilidad para controlarlo.

- Desacelera la ansiedad. En vez de correr a ver si cerraste con llave o apagaste la luz, ve caminando despacio y podrás tener más control sobre tu preocupación.

- Modifica el ambiente. Si te lavas las manos siempre de la misma forma, cambia algo como poner el jabón en un lugar distinto, para así descubrir que estás controlando obsesivamente tu conducta.

- Interrumpe con algo más. Busca apoyo en una tarea que te distraiga del ritual para así no practicarlo, por ejemplo si rezas cuando tienes un horrible pensamiento, mejor canta una canción que te guste o lee en voz alta un texto.

- Habla con un profesional. Si tu obsesión es frecuente, eres incapaz de controlarla y te produce malestar, consulta a un psicólogo o psiquiatra.

Una y otra vez

El trastorno obsesivo compulsivo es muy frecuente, suele iniciarse en la adolescencia y afecta igual a mujeres y hombres. Si no se trata, llega a invalidar la vida del paciente, ocupando todo su tiempo y sofocando a las personas a su alrededor.

Los pacientes ocultan su enfermedad durante años, creyendo que pueden controlarla, debido a la vergüenza o por miedo a estar enloqueciendo. Por eso evitan comentar el problema con sus seres cercanos o consultar al médico, hasta que ya no pueden disimular.

La importancia de las obsesiones depende del grado en que afecten la vida cotidiana: si alguien por miedo a enfermar deja de salir, relacionarse y trabajar, tiene un problema grave.

Origen y tratamiento

El origen de este desorden es incierto, se sabe que existe cierta predisposición hereditaria y algunos expertos creen que es neurológico. Algunos eventos que pueden hacer a la persona vulnerable a padecer ese trastorno son la muerte de un ser querido, los problemas con la pareja o el sexo, las tensiones en el trabajo, el agotamiento y el estrés, haber tenido una educación restrictiva, carecer de un buen entorno social y de habilidad para comunicarse.

El principal tratamiento del trastorno son los antidepresivos junto con la psicoterapia, efectivos en siete de cada diez casos.

El papel de la familia es fundamental para convencer al obsesivo-compulsivo de que necesita ayuda, ya que sus familiares lo conocen bien y con frecuencia padecen las consecuencias de su enfermedad.
http://www.esmas.com/mujer/saludable/psicologia/789065.html

tipos de toc


Checkeadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe. Obligado a comprobar los objetos, como las cerraduras de las puertas (ser asaltado por ladrones) y los aparatos elecrtodomésticos (gas, vitrocreamicas, calentador) Ellos viven con una excesiva, irracional temor de que el daño se pondrá a sí mismos o a los demás a causa de una falta de control y recheckean constantemente las cosas. . A menudo visualizan terribles catástrofes en el que se la culpa de una falta de responsabilidad. A menudo desarrollan elaborados rituales el control que hacen que sea difícil para ellos completar las tareas diarias.Tienen una gran necesidad de doble o triple verificación por duda o responsabilidad patológica. A menudo, esta obligación viene del temor de no poder confiar en su memoria. Nunca pueden estar seguro, de si han realizado la tarea adecuadamente. Se preguntarse repetidas veces si se ha realizado una acción. Por ejemplo, ¿cerré la puerta?, ¿apague la luz?, ¿cerré la llave de gas? etc. Revisan cajones, puertas y aparatos eléctricos para asegurarse de que están cerrados, con seguro o apagados.


Checkeadores somáticos e hipocondriacos: estar extremadamente preocupado y obsesionado por la salud en general, diversas funciones corporales, como la frecuencia cardiaca, síntomas físicos, aspectos de la imagen corporal o anatómica o el temor a desarrollar una enfermedad amenazante para la vida.

Obsesión con la Imagen física (síndrome dismórfico corporal): preocupación exagerada por algún defecto imaginario en la apariencia física, o bien, en una valoración desproporcionada de posibles anomalías físicas que pudiera presentar un individuo aparentemente normal (

Obsesivos con la comida, dietas, y ejercicio (ortorexia, anorexia, vigorexia): perfeccionsimo en seguir dieta estricta y/o alimentación sana, El sujeto puede evitar ciertos alimentos, como los que contienen grasas, preservantes, o productos animales. Dieta estricta hipocalórica en el caso de la anorexia, nunca se ven lo suficientmente delgados, distorsiones perceptivas. En la vigorexia: presencia de una preocupación obsesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal (dismorfofobia). Ingesta o comedor compulsivo para subir de peso pero en el espejo verse esqueléticos y seguir comiendo más. Implica una adicción a la actividad física (especialmente a la musculación): los vigoréxicos suelen realizar ejercicio físico excesivo, a fin de lograr un desarrollo muscular mayor de lo normal, pues de lo contrario se sienten débiles o enclenques.

Limpiadores y Lavadores: son personas a las que carcomen obsesiones relacionadas con la contaminación, a través de determinados objetos o situaciones. Los lavadores y los limpiadores tienen un miedo irracional de contaminación o contagio. Compulsivamente ellos evitan posibles contaminantes. Tienen obsesiones en relación con la propagación de la enfermedad por la suciedad, los gérmenes, virus y sustancias tóxicas. .
Ellos viven con el constante temor de ser contaminados o contaminar a los demás. Con frecuencia, usan guantes o desinfectantes, lavan y limpian sus manos, ropa, casas, un sin número de veces al día, a pesar de que nunca se siente limpio o libre de contaminantes. También se inluyen los limpiadores compulsivos, solo por el simple hecho de tener las cosas perfectamente limpias, como si así fuera la manera correcta.

Ordenadores: Preocupación por el orden, la simetría o la exactitud. Son personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas "correctas", incluyendo distribuciones simétricas, organización, catalogación, división, agrupar o secuenciar los objetos, listar, etc. A menudo, tienen que organizar las cosas con exactitud, precisión, en particular, o "perfectas" antes de comenzar las tareas diarias. Establecer reglas de orden rígidas (por ejemplo, ponerse la ropa en el mismo orden todos los días, guardar las pertenencias en la habitación en un orden muy especial y molestarse si este orden se altera). Se vuelven extremadamente angustiados si sus cosas son movidas, tocadas, o reorganizadas. También pueden tener miedo de que si no lo hacen de esa manera cualquier desgracia les podrá ocurrir (superstición obsesiva). Atención excesiva en los detalles.


Atormentados y obsesivos puros: Pensamientos persistentes intrusivos negativos, acerca de la violencia, matar a alguien o herirse uno mismo, miedo a la muerte, una tragedia o catástrofe, y compulsiones puras en forma de rituales. Experimentan pensamientos e imágenes no deseadas, intrusivas y horribles. Muchos participan en pensamientos y conductas repetitivas (compulsiones) tales como oración, contar, repetición de ciertas palabras o frases (palilalia); repetir números, música, sonidos, repetición de conductas; visualizar ciertas imágenes o pensamientos;todo ello con el fin de contrarrestar sus pensamientos inquietantes, y disminuir la ansiedad. Compulsiones: Repetir palabras dichas por uno mismo (palilalia) o por otros (ecolalia), formular en repetidas ocasiones la misma pregunta, calculos mentales, repetir sonidos, palabras ,frases para uno mismo; repetir rituales absurdos e irracionales. Necesidad de recordar frases, números o imagénes irrelevantes

Acumuladores: almacenan elementos insignificantes y tienen dificultades para tirar las cosas la mayoría de las personas que se consideran de ningún valor. A menudo tienen las condiciones de vida caótica como resultado de sus extensas colecciones. Pueden ser cartones, papeles, trastos inútiles, envases, bolsas de compras, revistas o periódicos viejos apilados, facturas, documentos, etc.


Obsesiones Sexules: pensamientos persistentes acerca de la realización de actos sexuales repugnantes o prohibidos o de comportamientos tabúes. Obsesión y dudas sobre la orientación sexual ("¿podría ser homosexual?"). Compulsiones: Preguntar obscenidades continuamente, hacer gestos obscenos continuamente, buscar informacion sobre la homosexualidad, obsesión por la masturbación.

Obsesiones Religiosas y Existenciales: necesidad de confesar pecados inexistentes o ínfimos que se supone haber cometido y estar preocupado por la culpa consiguiente. Éscrúpulos de conciencia: Excesivamente preocupado que pueda haber hecho algo mal en lo que se refiere a su religión (como por ejemplo: pensar o decir algo blasfemo o preocuparse por si no han hecho un ritual religioso, respetuosa y correctamente (arrepentirse, rezar, etc.). pensamientos intrusivas e inmorales sobre el sexo o herir a alguien sigue apareciendo en su mente. Temor a dañar a los demás , miedo a ser condenado al infierno, o pagar el karma en una vida posterior. Preguntas existenciales reiterativas del tipo: "¿qué habrá después de la muerte?" "¿existe dios?" "¿cuál es la finalidad de la existencia?"


Supersticiosos (pensamiento mágico): Las personas que sufren de TOC presentan altos niveles de paranoia, disturbios de percepción y pensamiento mágico, en particular “fusión de pensamiento y acción”, la creencia que los pensamientos negativos o determinados actos pueden originar daños. Estas personas sienten el fuerte impulso de realizar tareas repetitivas (rituales) sin sentido aparente, para contrarrestar sus pensamientos intrusivos como si dejar las puertas abiertas puede perjudicar a las personas amadas.Tienen la sensación de que si no hacen el ritual algo malo les puede suceder. Pueden tener varias suspersticiones populares a la vez y seguirlas dogmáticamente. Miedo a los fantasmas, demonios, hombre lobo, vampiros ( no es broma hay caso de éstos en chicos jóvenes), pensar que los muertos no pueden descansar en paz si no se hace determinado ritual,

Otros:

Los preguntadores compulsivos: tienen la necesidad de estar continuamnte preguntandose a si mismo o o los demás sobre cualquier cosa por nimia o absurda que sea.


Obsesión por la inteligencia: someterse a test de inteligencia constantemente para verificar si se es inteligente o no, dudar sobre sus capacidades, pensar que uno puede ser tonto, temor a perder parte de inteligencia, etc.

Perfeccionistas y autoexigentes: se procupan por detalles menores e irrelevantes, necesidad imperiosa de hacer las tareas perfectas. Necesidad extrema por saber o recordar cosas que pueden ser muy triviales. Autoexigentes y autocríticos: sacar las mejores notas en los estudios, ser la mejor persona, el mejor conversador, el mejor amante, tener éxito en la vida...


Dilatadores (postergadores) e indecisos ( sumidos en la incertidumbre constante).

Obsesivos por el trabajo, adictos al trabajo.

Jugadores compulsivos, ludópatas.

Y no se si me falta alguno más,


Obsesivos con la información o Acumuladores de información:acaparar, controlar y ordenar la mayor información posible, estar siempre enterado de las últimas tendencias y avances, en todos los campos del conocimiento o en alguno en particular volviendose muy compulsivos y ansiosos por su necesidad de control. Comprar y almacenar de manera compulsiva revistas, peridiódicos, libros, enciclopedias, estar subscrito a boletines, Bibliómanos coleccionistas, obsesivos por Internet y su inmenso campo de información... Normalmente no tienen tiempo suficiente ni ningun método para organizar y digerir la información, por lo que muchas veces tienden a la postergación, o para no tener que acumular demasiado papel en casa, lo almacenan en su disco duro de su pc o portátil.


obsesiones con enfermedades: SIDA, cáncer, mal de las vacas locas, gripe aviar,
infarto repentino, enfermedad desconocida o no catalogada, enfermedades mentales (alzheimer, esquizofrenia, psicosis..)

fuente:http://www.fobiasocial.net/listado-de-obsesiones-comunes-14479/

Obsesion por la talla

fuente:http://www.youtube.com/user/GatitaMica
















Molestias extraña



http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/12/15/dolordudasypreguntas/1229368903.htmlMolestias extrañas


PREGUNTA.- Me gustaría saber qué significan los síntomas que le describo a continuación: dolores en el muslo derecho (cuádriceps), pecho (cerca del esternón), en los costados (espacios intercostales) y, el que mas me molesta actualmente, en ambas axilas.

Además, a veces también presento molestias en la nuca y en la parte baja de la espalda.

Desde que empezaron, las molestias no han variado mucho. Se limitan a un dolor leve, que actualmente se presenta de manera más intermitente. El dolor más 'raro' es el de los brazos. Es constante y produce la sensación de que me estuvieran estirando un tendón, al mismo tiempo que siento como si me aplicaran cierta presión, (lo mismo sucede con las molestias del pecho).

En las piernas siento una leve puntada que, a veces, se irradia a las rodillas.

Cabe destacar que en ninguna de las zonas afectadas se genera dolor al tocarlas, ni al hacer movimientos o esfuerzos. Tampoco me duele al respirar.

No tengo tos de ningún tipo (soy fumador desde hace unos cinco años, pero no de más de cinco cigarrillos al día. Al notar por primera vez el dolor en el pecho me asusté y en estos últimos meses no he fumado nada, y voy a seguir sin hacerlo). No tengo problemas para dormir y al despertar me siento perfecto.

Sufro una escoliosis leve (nunca me ha generado más que algún dolor de espalda) y hago ejercicio habitualmente (cardio y pesas). No he tenido fiebre, aunque he tenido alguno que otro problema digestivo, pero creo que eso ha sido más por nervios que otra cosa.

Tengo 22 años y nunca había sentido nada similar. La verdad es que la duda me mata. No saber de qué se trata me tiene loco.

Voy al médico y ya me han hecho un electrocardiograma, eco-dopler y prueba de esfuerzo, y mi corazón está perfecto. También me hicieron una radiografía del pecho y no ha salido nada. Los análisis de sangre también dieron resultados normales.

Bueno, eso es todo. Sé que no parece grave y yo intento mentalizarme de que no lo es. Sólo quiero saber qué puede ser (si es que es algo). Tengo en cuenta que puede ser algún tipo de crisis nerviosa o algo de eso, pero me gustaría tener la opinión de alguien más. Los médicos dicen que son síntomas raros y muy diversos, por lo que no pueden dar un diagnóstico aun.

No tomo esteroides, no me drogo, me alimento bastante bien...

RESPUESTA.- Puedes estar seguro de que no es ningún problema médico. Simplemente te observas demasiado. Se trata de un trastorno obsesivo leve y probablemente tiene un componente compulsivo que te impide dejar de hacerlo.

Consejos: prohibido volver a realizarte test y análisis médicos de ningún tipo. Tienes 22 años, sin comportamientos de riesgo y practicando deporte. Los síntomas son leves y no condicionan tu modo de vida salvo la preocupación. Si sigues con este problema busca un psicólogo sensato o un psiquiatra y haz algo de terapia o de análisis de tu comportamiento y de tus dudas actuales.

Javier Marco
Especialista en medicina interna

Transtornos obsesivos compulsivos




fuente:Fobia Club

Transtornos obsesivos compulsivos

Este tipo de trastorno, puede presentarse en la niñez y generalmente lo hace en la adolescencia. El paciente comienza a tener conductas e ideas que son extrañas. Y que el se da cuenta de que son absurdas e irracionales, pero no puede detenerlas: obsesiones. Por ej: lavarse las manos con excesivas frecuencia sin poder dejar de hacerlo. Se baña a veces varias veces por día o resulta excesivamente ordenado con la ropa a la que debe acomodar de una forma determinada.
Las variantes y acciones pueden ser miles y resulta imposible describirlas a todas, pero en general tienen una característica común. Son ideas, pensamientos o compulsión de realizar acciones determinadas que se imponen al sujeto quién, a pesar de reconocerlas como ilógicas o absurdas no puede evitar de llevarlas a cabo, ya que de otra forma se apodera de él una sensación de angustia con temor de que algo malo va a ocurrir.
De esta forma el sujeto perderá horas lavándose o bañándose, tocará determinado número de veces los botones del televisor, cambiará de emisora varias veces, evitará tocar picaportes u objetos considerados sucios, se vestirá de una manera determinada o recorrerá un camino similar cientos de veces.
Tendrá pensamientos repetitivos, absurdos y parásitos que se presenten sin desearlo de manera recurrente.
En otros casos el fenómeno se inclina hacia lo compulsivo: El sujeto ve una tijera, o vidrio rotos y teme sufrir el impulso de clavárselo a un ser querido. Siente la compulsión de robar un objeto, de realizar un acto cualquiera, dar un beso, orinar en determinado sitio o realizar una maniobra absurda o golpear a una embarazada.
Este cuadro, denominado trastorno obsesivo compulsivo afecta a un número importantísimo de personas que generalmente lo sufren en silencio. No interesa el nivel cultural ya que hemos visto muchos profesionales que lo sufren. Es así muy común ver pacientes sufriendo este trastorno obsesivo compulsivo, algo más frecuente en los hombres, aislados socialmente.
El cuadro tiende a cronificarse determinando después de algunos años episodios depresivos secundarios generalmente severos y con alto riesgo de suicidio.
Una "epidemia oculta" como fue denominada ya que llega a afectar al 2,5% de la población ; es decir 1 de cada 50.Pero generalmente tardan mucho tiempo en acudir a la consulta.
Esto indica claramente una enorme tendencia al ocultamiento o desconocimiento del tema por parte de los pacientes y de los médicos peor aún considerando que los nuevos tratamientos producen notable alivio sobre los síntomas, restableciendo la capacidad laboral del paciente.
Las características muy particulares hacen que el paciente lo viva con prejuicio y vergüenza, no contándole ni siquiera al médico su verdadero problema, cuando éste no alcanza a interpretarlo creyendo que se trata de una mala costumbre, una " manía " o algún maleficio oculto que debe ser consultado con alguno de los brujos de turno.
En otros casos el " yo soy así " justifica el cuadro, que persiste durante años arruinando la calidad de vida del paciente, restándole capacidad de concentración y trabajo y a veces sumiéndolo en interminables rituales que intentan controlar la situación.
En estudios recientes, se han descubierto mecanismos bioquímicos de desbalance en el funcionamiento del sistema nervioso central de éstos pacientes, quienes pueden ser muy bien compensados con un tratamiento adecuado llevado adelante por un especialista.
Lo importante, como siempre, es no ocultar el problema, no temer sacarlo a la luz y solucionarlo evitando los pensamientos sobre la insolubilidad del problema
Hoy los tratamiento farmacológicos en primer lugar indicados por un médico especialista y luego la Terapia Cognitivo Comportamental permiten que el paciente reduzca su problema a punto tal que pueda llevar una buena calidad de vida. Y hasta en algunos casos la recuperación total.

Dr. Oscar R. Carrión

¿Tiene el raro hábito de arrancarse el pelo y comérselo? ¿Se siente parasitado por insectos o cualquier otro animal?


El XV Curso de Actualización en Psiquiatría celebrado en Vitoria-Gasteiz estudia las relaciones entre ciertos problemas dermatol
fuente:http://www.sevillapress.com

¿Tiene el raro hábito de arrancarse el pelo y comérselo? ¿Se siente parasitado por insectos o cualquier otro animal? ¿Ha llegado a lavarse las manos con lejía? ¿Se autolesiona con frecuencia? El mundo de la dermatología y la psiquiatría encuentran nexos de unión. Tal y como apunta la psiquiatra del Hospital Valle de Hebrón de Barcelona, Gemma Parramon, “existen dos vínculos entre la dermatología y la psiquiatría: las manifestaciones cutáneas de enfermedades psiquiátricas y las enfermedades dermatológicas que se acompañan de afectación psiquiátrica”.

La dermatitis artefacta, las excoriaciones neuróticas que conllevan riesgos de infección y de cicatrices, la tricotilomanía y otros trastornos del control de impulso, la dismorfofobia, los delirios de parasitación o los efectos adversos dermatológicos de fármacos utilizados en psiquiatría son problemas dermatológicos asociados a la enfermedad psiquiátrica.

La especialista subraya que “en numerosas ocasiones son los dermatólogos quienes observan, con mayor frecuencia que los psiquiatras, esta relación existente entre determinados problemas dermatológicos y psiquiátricos. Hay un grupo de manifestaciones cutáneas que tiene su origen en una enfermedad psiquiátrica cuyo diagnóstico resulta complejo para la psiquiatría. Muchas veces los pacientes tienen la enfermedad psiquiátrica pero sólo verbalizan manifestaciones cutáneas y es preciso estudiar el origen de determinadas patologías dermatológicas para atinar en el diagnóstico.”

Describe Gemma Parramon cómo “cada día es mayor el número de estudios que vinculan determinadas enfermedades dermatológicas con un trastorno mental previo. Está comprobado, por ejemplo, que un número elevado de pacientes que padecen un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) consulta al dermatólogo. Y son los propios profesionales de la Dermatología quienes calculan un mínimo de entre un 20 y un 30 por ciento de pacientes dermatológicos que padecen un trastorno psiquiátrico primario. Son pacientes que no tienen, en su inmensa mayoría, ninguna otra disfunción, lo que les permite hacer una vida normal y corriente y pasar desapercibidos para la Psiquiatría”.

Desde este punto de vista, precisa la experta que “la dermatología es, en muchas ocasiones, la puerta de entrada del enfermo psiquiátrico al sistema de salud. Lo idóneo sería fomentar más unidades de dermatología psiquiátrica, algo que aún no es una práctica demasiado extendida. Pese a que este tipo de problemas tiene una tendencia alcista en los gabinetes dermatológicos, los pacientes son reticentes a acudir al psiquiatra”.

Subraya la especialista que “las motivaciones psiquiátricas que llevan a una persona a la autolesión en la piel son variables y van desde un cuadro esquizofrénico que quiere camuflarse al Síndrome de Munchaüssen, una patología que lleva a una persona a desear conseguir el rol de enfermo”.

Aunque la dermatitis artefacta, una tendencia a lesionarse la piel de forma voluntaria, no es muy frecuente, tampoco es excepcional. El paciente crea lesiones en la piel para satisfacer la necesidad psicológica de recibir cuidados al asumir el papel de enfermo y siempre niega su autoría.

La excoriación neuròtica esta presente en un 2% a un 4% de los pacientes que acuden al dermatólogo. El paciente con excoriaciones neuróticas se produce lesiones características como resultado de una conducta repetitiva, ritualística o impulsiva: rascar, pellizcar o frotar la piel. En general el paciente reconoce su participación en la creación de estas lesiones. A pesar de que el enfermo tiene conciencia de que estas conductas no tienen sentido, es incapaz de dejar de escarbar, rascar o frotar la piel de manera repetitiva.

La tricotilomanía se incluye en los trastornos del control de los impulsos pero, al igual que la excoriación neurótica, puede clasificarse en el continuum del espectro compulsivo- impulsivo. Este desorden consiste en arrancarse el pelo de forma recurrente lo que da lugar a una pérdida perceptible de pelo. La parte más afectada suele ser la cabeza, pero puede abarcar distintas partes del cuerpo como las cejas, las pestañas, las axilas o el pubis.

La dismorfofobia o síndrome de distorsión de la imagen, es un trastorno de la percepción y valoración corporal que consiste en una preocupación exagerada por algún defecto inexistente en la apariencia física, o bien, en una valoración desproporcionada de posibles anomalías físicas que pudiera presentar un individuo aparentemente normal.

Los delirios de parasitación provocan en quienes los padecen la firme y falsa convicción de estar infestado por organismos vivos. Algunos pacientes se producen lesiones, algunas graves, de rascado, excoriaciones e incluso excavaciones en busca del parásito. Otros pueden tratarse de diversas maneras, entre ellas con lavados, exploraciones y limpiezas reiterados produciéndose lesiones abrasivas debido al empleo de pesticidas y detergentes.

El trastorno


El trastorno
Lo característico del trastorno obsesivo-compulsivo es, precisamente, la presencia de obsesiones y compulsiones . Las obsesiones son pensamientos o imágenes que se entrometen en nuestra cabeza de forma involuntaria y que no los sentimos como propios. Es frecuente que quien sufre las obsesiones las considere absurdas, cuando no descabelladas. Alguno de mis pacientes ha tenido obsesiones realmente angustiosas. Una madre amorosa de sus niños temía hacer daño a sus hijos cuando le venían imágenes en las que se veía a sí misma apuñalándolos. Tenía miedo de ser realmente una persona con instintos homicidas y estaba profundamente deprimida por tantos pensamientos de ese tipo. Cuanto más luchaba por quitarse esas ideas de la cabeza, más le venían; y se veía impotente para controlar sus pensamientos.

Otro de mis pacientes definió muy bien la esencia de las obsesiones. Para él, las obsesiones son como abejas que te aguijonean sin cesar, una tras otra o varias al mismo tiempo. “Cuanto más luchas por espantar a las abejas, más te atacan” —concluía—.

Los tipos de obsesiones que se pueden padecer son muy variados:

Obsesiones de tipo agresivo: Miedo a dañar a otras personas, a uno mismo, a proferir insultos, blasfemias u obscenidades, miedo a cometer crímenes o aparecer como responsable de errores, fracasos o catástrofes, imágenes horribles o violentas, etc.
Obsesiones de contaminación: Preocupación por los gérmenes, la suciedad o los productos químicos, preocupación por las secreciones corporales (orina, heces, saliva), preocupación por contraer enfermedades, etc.
Obsesiones de contenido sexual: Miedo a ser homosexual, pedófilo o a cometer incesto, tener pensamientos sexuales considerados perversos o prohibidos y vivirlos con angustia.
Otros tipos: Miedo a no hablar, recordar o pensar correctamente, necesidad de orden, exactitud o simetría, necesidad de coleccionar cosas inútiles, etc.
Es frecuente que además de las obsesiones, el paciente presente compulsiones. Las compulsiones son acciones o pensamientos que realizamos para neutralizar o anular las obsesiones, con el objeto de sentirnos menos angustiados. Al no tener las compulsiones una lógica razonable para erradicar las obsesiones, los actos compulsivos sólo alivian la ansiedad de forma transitoria.

Los tipos de compulsiones suelen estar relacionados con las obsesiones que se padecen. Así, cuando tenemos miedo a la contaminación, evitamos tocar objetos o personas que creemos pueden estar contaminadas y, si eso no es posible, necesitamos lavarnos de forma compulsiva. Algunas compulsiones frecuentes son: lavado de manos, comprobar puertas (ventanas, llave del gas, aparatos eléctricos, etc.), acumular objetos inservibles y rezar de forma compulsiva.

En algunos casos las compulsiones son múltiples y se deben realizar en un orden determinado para producir un mínimo de alivio. Esto es lo que llamamos un ritual. En este caso, la ducha diaria, por ejemplo, puede durar 40 ó 60 minutos, o más incluso, porque debe hacerse en una secuencia estricta y si se produce algún error, por pequeño que sea, se debe comenzar toda la secuencia desde el principio.

La clave del trastorno
Todas las personas podemos experimentar, en un momento u otro de nuestra vida, imágenes o pensamientos absurdos y que nos vienen de forma involuntaria. Ése no es el problema. La clave está en cómo nos sentimos y qué hacemos cuando nos vienen esos pensamientos y esas imágenes. En la medida en la que me creo esos pensamientos, me siento de un modo distinto que si los descarto como absurdos y transitorios. Me explico: si me viene a la mente la imagen violenta de apuñalar a mi hijo, yo puedo pensar que eso es absurdo, porque yo quiero a mi hijo y no soy ningún homicida. Puedo pensar, tras leer este libro, que ese tipo de imágenes vienen de forma involuntaria, generalmente en situaciones de cierta tensión, pero que no revelan nada sobre mi forma de ser o mis instintos reales. En ese caso, no llegará a convertirse ese pensamiento en obsesión, ni se hará repetitivo, ni generará malestar.

Pero si yo cuestiono mi forma de ser y dudo sobre si sería capaz de cometer dicho crimen, si doy crédito a esos pensamientos, si me involucro, entonces comienza a tomar forma toda la alteración obsesiva. Dedico más atención a esos pensamientos y esos pensamientos se refuerzan, como cuando te quieres quitar una canción pegadiza de la cabeza; cuanto más tratas de echarla u olvidarla, más te viene.

Las compulsiones comienzan como una forma inicial de aliviar el malestar que genera la obsesión (“Si tengo miedo a contaminarme, pues me lavo y ya está”). Y al principio funciona. Realmente me siento mejor tras hacer la compulsión. Pero eso sólo es el principio del problema. Posteriormente, gracias a que he dado crédito a mis obsesiones, éstas me pasan factura llegando a extorsionar mi mente cada vez con más frecuencia. Porque cuanto más piensas en algo, más inevitable se hace seguir pensando en eso y tenerlo más presente. Conforme se consolida el trastorno obsesivo-compulsivo, el alivio de las compulsiones es cada vez menor y la necesidad de hacer más compulsiones aumenta sin producir alivio, llegando a ocupar cada vez más tiempo.


Lecturas recomendadas
Moreno, P. (2002). Superar la ansiedad y el miedo. Un programa paso a paso. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer (Colección Serendipity).
Moreno, P., Martín, J., García, J. y Viñas, R. (2008). Dominar las obsesiones. Una guía para pacientes. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer (Colección Serendipity).

diferentes grados de obsesión.


fuente:la gaceta.com
Separó su casa en dos áreas: una segura y otra contaminada
El psiquiatra Oscar Fiorio explicó diferentes grados de obsesión. Relató el caso de una mujer que usaba guantes por temor a contraer una enfermedad al estrechar la mano de los demás. El especialista marcó las diferencias con la psicosis.

“Lo que vive el obsesivo es que el contenido de ese pensamiento es ajeno y fuera de su control”.

“Hay quienes se muestran sumamente inseguros si han realizado un acto concreto, como cerrar el paso del gas”.

“Hay maníacos del orden que terminan siendo desordenados”
Melvin, un obsesivo que hizo historia
Monica es “amiga” de un buen número de manías
El deber ser como autoexigencia y causante de obsesiones
De las extravagancias de un sultán insomne
Las obsesiones mezclan rituales y creencias
Un problema que afecta a más de 100 millones de personas
Manías cotidianas
Las manías desnudan temores y ansiedades


“Una paciente había separado su casa en dos áreas. Una zona limpia a la que le llamaba zona segura y que podía tocar con confianza porque la había limpiado meticulosamente, y otra de contaminación a la cual sólo podía entrar con guantes de goma y barbijo”.
El doctor Oscar Fiorio, director del Instituto de Investigación y Tratamiento de los Trastornos de Ansiedad, dio detalles de uno de sus casos que tuvo bajo tratamiento. Aseguró que las personas que padecen del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) son caracterizadas por obsesiones y pensamientos recurrentes que causan ansiedad y malestar. “Son pensamientos que la persona nota como discordantes con su manera habitual de ser y que no están en armonía con lo que uno normalmente piensa”, explicó. “Otra paciente usaba guantes por temor a contraer una enfermedad al estrechar la mano de los demás”, agregó.
El especialista apuntó que generalmente estos enfermos están a la espera de un peligro y encaran una preparación mental “aun cuando este es desconocido, lo que se conoce generalmente como ansiedad”. En cambio, en el miedo hay una situación emocional provocada “por la percepción de un peligro real”. De todas maneras, este miedo puede tronarse anormal cuando es irracional.
“Si bien el miedo tiene una función adaptativa, estando al servicio de la supervivencia, se transforma en algo poco común cuando el peligro no justifica la inquietud que provoca y cuando queda desestabilizada la vida del individuo”, aclaró.
Fiorio también se detuvo en las sensaciones que vive el obsesivo y que lo diferencia del psicótico. “Lo que vive el obsesivo es que el contenido de ese pensamiento es ajeno, fuera de su control y no encaja en el tipo de pensamientos que él esperaría tener. Sin embargo, lo reconoce como un producto de su mente, a diferencia de la psicosis en que estos pensamientos son como provenientes del exterior, puestos en uno o escuchados como voces”, subrayó.

Ejemplos
“Por ejemplo, una joven madre al tener a su hijo en brazos piensa: ‘¿y si lo tiro a propósito al suelo?” (la persona con psicosis oiría una voz imperativa que le dice: ‘mátate’) . Otra persona, al arrimarse a un balcón se le ocurriría: ‘¿y si me arrojo al vacío?’ Otra, al estar picando verdura para la comida y ver el cuchillo como se aproxima a sus dedos, entraría en una gran angustia porque piensa que no va a ser capaz de detenerse y va a seguir picando sus propios dedos”, ejemplificó Fiorio. “Un paciente -continuó- tenía el temor de ponerse a gritar obscenidades cada vez que entraba a una iglesia. A veces los pensamientos tienen contenido sexual y aparecen como la idea de hacer algo que se considera horroroso o inmoral”.
El especialista también ilustró que a veces las obsesiones se manifiestan como dudas que se repiten una y otra vez. “Antes, esta enfermedad era conocida como ‘monomanía de la duda’. Hay quienes se muestran sumamente inseguros si han realizado un acto concreto como haber cerrado el paso del gas de las hornallas o el calefón, dejado la puerta con llave o a veces ideas más bizarras como el temor seguido de la duda de si han atropellado a alguien con el auto”, siguió explicando.
Fiorio se refirió luego a las compulsiones, que conforman la otra mitad de las acciones del trastorno. “Conforman -dijo- los comportamientos o actos mentales cuyo propósito es prevenir o aliviar la ansiedad o el malestar que producen estos pensamientos o impulsos. De esta manera, la persona que tenía temor a contaminarse sólo podía tocar objetos considerados sucios con guantes o con un palito. La que tiene la idea de haber olvidado cerrar una puerta con llave pueden no llegar a salir sin antes haber comprobado innumerables veces si está efectivamente cerrada. La señora que picaba las verduras tenía que tener escondidos los cuchillos bajo un repasador, o bien cortar con cuchillos de plástico. La del bebé se cuidaba de alzarlo y la de la ventana sólo podía desplazarse por el centro de la habitación”.
“En relación a las causas de este trastorno, no se conocen con certeza -agrega Fiorio-. Sin embargo se han elaborado dos hipótesis: una la conformarían causas psicobiológicas en las que los síntomas aparecen como una defensa ante una angustia intensa, que sería perjudicial o destructiva para los demás. La otra teoría pregona un desequilibrio químico entre los neurotransmisores, que son sustancias encargadas de interconectar distintas áreas cerebrales y serían entonces causas psicobiológicas”.

Tipos de obsesivos
- Verificadores: son quienes inspeccionan obsesivamente para evitar algún tipo de catástrofe.

- Repetidores: son aquellas personas que se obstinan en el desarrollo de acciones repetitivas.

- Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse.

- Ritualizadores mentales: apelan a pensamientos o imágenes repetitivas con el objeto de contraatacar su ansiedad.

- Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que a veces no se pueden controlar y son bastante perturbadores.

- Obsesivos sexuales: son personas con pensamientos sexuales muy recurrentes, que generalmente incluyen el temor a ser homosexual.

fuente:http://www.mailxmail.com

Constituyen una variedad de la personalidad anormal. Mientras no exista un componente mórbido que las deforme o destruya, no son enfermedades, sino un particular modo de ser y de actuar respecto de si y la sociedad.

Definición:

Son aquellas personalidades que sufren por su anormalidad o hacen sufrir bajo ella a la sociedad.
Conviene puntualizar:

1) No son enfermos mentales y si desviaciones de la media normal psíquica, habitualmente, poseen juicios concreto y abstracto de realidad, capacidad penal y civil, adaptación socioambiental y hábito de trabajos, son influenciables por vivencias placenteras o displacenteras transitorias o permanentes, capaces de alterar su juicio y capacidad, transitorio prolongadamente.

2) Los psicópatas (personalidades anormales congénitas) son los que hacen sufrir, mientras que los neuróticos son los que sufren.

3) Las neurosis son "desarrollos psicógenos" o "Psicopaticos-psicogenos", en el caso de preexistir elementos constitutivos de una personalidad anormal.

CLASIFICACIÓN:

LAS SISTEMÁTICAS distribuyen los distintos tipos de acuerdo con las cuatro funciones psíquicas capitales: intelecto, afectividad, conación (actividad y voluntad) y tendencia o instintos.

LAS ASISTEMÁTICAS más numerosas y difundidas, disponen en serie las distintas modalidades personales, de acuerdo con sus caracteres más salientes.

Las dos primera incluyen las siguientes variedades: asténicas, compulsivas, explosiva (epileptoide), inestable, histérica, cicloide, sensitivo-paranoide, perversa, esquizoide, cenestopática, emotiva y mitomaníaca.


ETIMOLOGÍA.

El término anancástico proviene del griego anankos, que expresa obligación, necesidad, algo que impone, algo que limita la libertad.

DEFINICIÓN.

Es una variedad de personalidad anormal precozmente evidenciada y constituida de núcleos pensantes dominantes y persistentes, respecto de los cuales el sujeto tiene formados juicios críticos acerca de su absurdidez, pese a lo cual no puede liberarse de ellos resultando esta lucha interna, ansiedad y también angustia.

En otros términos, es una verdadera "perdida del libre albedrío" o de la "conciencia del libertad" frente a los actos psíquicos.

ELEMENTOS COMPONENTES ESENCIALES.

A)PENSAR OBSESIVO

1) EVOCACIONES (representaciones) obsesivas.
2) IDEAS (ocurrencias) obsesivas.
3) DUDAS OBSESIVAS ("Folie, du Doute").

B)SENTIR OBSESIVO

1)ANSIEDAD
2)ANGUSTIA
3)"CONTRASTE" (ambivalencia) obsesiva.

C)QUERER OBSESIVO

A)IMPULSO (compulsiones) obsesivas.
B)ACCIONES O "ACTOS" OBSESIVOS.

a)por comisión (hacer obsesivamente).
b)Por pmosión (no hace obsesivamente)

C)INDESICINOBSESIVA.

EL PENSAR OBSESIVO.

Llamado núcleo obsesivo. Schneider a señalado con respecto a el que "la inmensa mayoria de la ocurrencia obsesivas persisten como consecuencia de la angustia que es propia de ellas".

Idea que dominan al individuo y que lo conflictúan permanentemente en razón de la lucha entablada por su conciencia contra ellas.

El núcleo obsesivo esta constituido por las evocaciones o presentaciones, las ocurrencias y las dudas obsesivas.

Las evocaciones o representaciones obsesivas están constituida por evocaciones compulsivas de imágenes mnéticas. Son, pues, una alteración cualitativa de la memoria. Generalmente son imágenes visuales (desagradables repulsivas) o acústicas ( reiteración interminable e indominable de numerosos apellidos, términos melodías determinadas).

Las ideas ocurrencias obsesivas son ideas cargadas de temor o de duda ansiosa. Cuando el temor prevalece se tiene la fobia obsesiva.

La duda obsesiva, llamada dubitativa u obsesión escrupulosa o escrúpulo obsesivo, se caracteriza por la permanente vacilación, la constate inseguridad, la sistemática incapacidad para alcanzar captar y permanecer en la seguridad y el convencimiento de la exactitud de los hechos o de lo por hacer.

SENTIR OBSESIVO

La ansiedad y la angustia son inseparables.

Ansiedad (del latín anxietas, zozobra) es la expresión psíquica del temor indefinido, mientras que la angustia (del latín angustus: construcción, estreches) es la expresión física del mismo temor.

Los síntomas físicos de la angustia pertenecen al orden de lo simpaticotónico:

a.constricción respiratoria ("ahogo", "falta de aire").

b.Constricción cardiaca ("presión precordial","palpitaciones").
c.Constricción gástrica ("calambres", "nudos" en la "boca del estomago").
d.Constricciones intestinales ( "cólicos", "dolores de vientre").

QUERER OBSESIVO

Las ocurrencias o pensamientos obsesivos propiamente dichos generan impulsos que desembocan o no en actos obsesivos impulsivo.

"En realidad casi nunca ocurre que solo por representaciones o temores o impulsos obsesivos se cometa un acto fatal".

" En busca de disculpa diga alguien que tuvo que actuar bajo influencia de una fuerte obsesión. Por lo menos no se trata en tales casos de una conducta impulsiva en sentido psicopatológico sino solo de un impulso poderoso surgido del verdadero carácter del sujeto".

ELEMENTOS COMPONENTES ACCESORIOS

Otros elementos semiologicos de la personalidad anancastica son: a) disciplina y noción en los trabajos encomendados; b) sentido estético y particulares actitudes de los trabajos manuales; c) predominio del pensamiento mágico; e) detallismo que termina " por no hacer ni dejar hacer".

CLASIFICACIÓN DE LAS OBSESIONES

Consideramos que puede resultar práctica la que discrimina entre: a) obsesiones que tienen como punto la partida de una idea; b) obsesiones que tienen como punto la partida de un determinado miedo.

LA CUESTION DELA OBSESION IMPULSIVA AL ROBO O CLEPTOMANIA.

Este tipo de obsesión tuvo su auge a fin de siglo, hoy esta casi relegado al olvido. No obstante, como alguna vez se ha esgrimido en defensa de un ladrón vulgar, conviene señalar algunos conceptos esenciales.

Fue Matthey quien, en 1816, describió Klopemania (del griego klopos, robo) la tendencia a robar sin motivo ni necesidad.