es una enfermedad relativamente frecuente. Probablemente cerca del 1% de la población presenta esta enfermedad.


Trastorno obsesivo-compulsivo

Trastorno obsesivo-compulsivo
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una enfermedad relativamente frecuente. Probablemente cerca del 1% de la población presenta esta enfermedad.

La distribución por sexos es equitativa y, si bien puede aparecer a cualquier edad, aproximadamente en dos tercios de los casos los primeros síntomas aparecen antes de los 20 años de edad.

Por ser muy frecuente la presencia de ansiedad elevada, el TOC se incluye en las clasificaciones diagnósticas habituales entre los llamados trastornos de ansiedad. Se desconoce cuál o cuáles son las causas de la enfermedad. No ha podido establecerse ningún factor ambiental que predisponga claramente a padecer esta enfermedad; por el contrario, sí parece existir cierta predisposición genética.
Sintomatología del TOC

Dos síntomas son los característicos de esta enfermedad: las obsesiones y las compulsiones.

* ¿A qué denominamos obsesión en medicina? Una obsesión es un pensamiento, un impulso o una imagen, que se presenta de forma repetida y que el individuo que la presenta la vive como intrusa (es decir, la considera totalmente inadecuada, sin sentido). El paciente con TOC, justamente por no sentirse identificado con ese pensamiento, impulso o imagen que su cabeza repite de forma constante, acaba presentando una gran ansiedad. Un ejemplo de obsesión sería que el paciente, tras salir de casa estando seguro de que ha cerrado correctamente el grifo del lavamanos, tiene la cabeza que no le para de repetir “¿habré cerrado el grifo?”. Es decir, el paciente está seguro de que ha cerrado el grifo pero su cabeza acaba produciéndole ansiedad porque no para de repetir “¿has cerrado el grifo?”. En psiquiatría, si un individuo que espera los resultados de un escáner no hace más que pensar “tendré un cáncer”, diremos que está muy preocupado por un miedo real, pero no diremos que está obsesivo.
* ¿A qué denominamos compulsión en medicina? Una compulsión es cualquier acto (motor o mental) que el individuo realiza con la finalidad de reducir la ansiedad derivada de una obsesión. Por ejemplo, siguiendo el caso anterior, una compulsión sería que el paciente, para tranquilizarse, aunque sabe perfectamente que ha cerrado el grifo del lavamanos, vuelve a casa para comprobarlo. Pero a veces (es bastante frecuente) la compulsión no es tan lógica. Un ejemplo de compulsión no lógica sería que el individuo del ejemplo anterior en vez de volver a casa y mirar el grifo del lavamanos, decida que, para frenar la angustia por el grifo, también sería útil (aunque ni él mismo sabe por qué le resulta útil) no el volver a casa, sino por ejemplo, contar tres veces hasta 17.


Aproximadamente el 90% de los pacientes con diagnóstico de TOC tienen obsesiones y compulsiones. En el resto de los casos o sólo hay obsesiones o sólo hay compulsiones.


Tratamiento y pronóstico del TOC

El TOC es una enfermedad que, si bien se puede curar, tiene tendencia a cursar de forma crónica. Con ello quiero decir que al suspender el tratamiento hay muchas posibilidades de que reaparezca la enfermedad.

El tratamiento más adecuado es el tratamiento combinado farmacológico y psicológico. Entre los tratamientos farmacológicos, la fluoxetina, la fluvoxamina y la clomipramina son los fármacos probablemente más eficaces. Por lo que respecta al tratamiento psicológico, las técnicas cognitivo-conductuales son las que disponen de más evidencias científicas.

El tratamiento psicológico ha demostrado que, además de mejorar los síntomas de la enfermedad, reduce las posibilidades de que se produzca un reinicio de los síntomas en el futuro. Por el contrario, no hay evidencias que sugieran que los fármacos utilizados para frenar los síntomas agudos de la enfermedad también ayuden a evitar nuevos episodios de enfermedad en el futuro. Dicho de otra manera, el tratamiento psicológico mejora los episodios agudos y reduce el riesgo de recaídas, mientras que el tratamiento farmacológico reduce los síntomas de la enfermedad activa pero no reduce el riesgo de recaídas.