la terapia de conducta telefónica por computadora para obsesivos


se siente espiada por un hombre cuando se baña o cuando se cambia de ropa, va al baño o se acuesta a dormir. Como resultado de su obsesión, no puede usar otro toilette que el suyo, al que le ha tapado hasta el agujero de la llave para no ser observada. Se baña durante cinco horas cuatro veces a la semana, siente que cualquier actividad sexual es sucia y usa cuatro rollos de papel higiénico al día limpiándose hasta lastimar su vagina, además de dormir con la ropa puesta.Ella presenta un serio caso de obsesión compulsiva. Fue abusada sexualmente por un tío y, hasta ahora, no podía modificar sus dramáticos rituales. Pero la vida de Lucy está cambiando gracias a un nuevo descubrimiento: la terapia de conducta telefónica por computadora para obsesivos que se aplica simultáneamente en el Instituto de Psiquiatría de Londres, la Universidad de Harvard y The Dean Foundation for Health, Research and Education de Wisconsin. Sus inventores son el profesor británico Isaac Marks, el norteamericano John Greist y el psicólogo Lee Baer. El coordinador del programa es el psiquiatra cordobés Oscar Luis Meehan, que proyecta aplicar el programa en la Argentina el año próximo.El proyecto ganó el premio 1998 Healthcare it Effectiveness en el consurso del NHS Executive y de The British Computyer Society Health Informatics.El BT STEPS es una terapia de conducta basada en un sistema computadorizado de autoayuda para curar a obsesos compulsivos y fóbicos por teléfono. El control es ejercido por un psiquiatra, que deriva los pacientes a la computadora, luego observa los progresos a través de los informes computarizados que el sistema le brinda y se comunica con ellos.Las llamadas de los enfermos llegan a un teléfono especial, que los conecta con el programa computado con el que se autoevalúan y se autotratan durante 12 semanas. En el 99 por ciento de los casos tratados, el obseso se ha aliviado.Las obsesiones son ideas no queridas, invasoras y repetitivas o impulsos que involucran riesgos, peligro o heridas. Los enfermos tratan de ignorarlas, suprimirlas o neutralizarlas. Las compulsiones son urgencias creadas para aliviar la incomodidad de las obsesiones. Los pacientes repiten conductas o rituales visibles o invisibles para luego proseguir con su vida normal. Se calcula que hay medio millón de obsesivos en Gran Bretaña.El programa ayuda al enfermo a evaluar su grado de obsesión gracias a un sistema de voz interactiva, con un modelo similar al que se utiliza para operar un llamado a un banco telefónico. Con él, los enfermos diseñan personalmente el tratamiento que más se ajusta a sus obsesiones o rituales. El programa estimula al paciente, lo felicita, lo induce a no repetir sus rituales y le exige deberes a cumplir de acuerdo con los rituales que practica.La incomodidad que los pacientes sienten a la hora de aplicar los ejercicios prácticos es medida y el progreso o descenso de esa incomodidad es tabulado diariamente por los médicos, mediante registros que la computadora guarda y envía por fax a Wisconsin y Londres. Por ejemplo, cuántos horas puede estar sin lavarse las manos una persona que se lava las manos cada 10 minutos.Esos progresos son también enviados a los pacientes además de ser leídos por los médicos. Un familiar o amigo también se puede convertir en coterapeuta, chequeando los ejercicios que el obseso practica en la computadora.Los enfermos pueden dejar mensajes electrónicos a su médico y la respuesta del médico puede ser leída la próxima vez que el paciente entre al programa.Los obsesos tienen el programa a su disposición las 24 horas del día y la mayoría de las llamadas se produce fuera de las horas de trabajo. No deben viajar al hospital, no necesitan medicación y no hay lista de espera. Los pacientes psiquiátricos en Gran Bretaña deben esperar entre 8 y 12 meses para ser atendidos porque la medicina es gratuita.El experimentoEl programa no puede tratar a psicóticos o a personas severamente deprimidas, personalidades suicidas o que abusan de alcohol o drogas o que estén tomando altas dosis de diazepam o benzodiazepan, porque interfieren con el tratamiento.En la experimentación con el programa participaron 21 hombres y 19 mujeres de 19 a 54 años, con trastornos de obsesivos. La mitad de ellos estaba con medicación. El 85 por ciento de los pacientes completó su autoexamen y el 42,5 por ciento avanzó en dos o más sesiones.Los pacientes se sintieron aliviados y los éxitos logrados fueron los mismos que los obtenidos cuando los enfermos usan derivados de la serotonina, como sertraline o fluoxetine.La conclusión de los médicos fue que la terapia de conducta de autoayuda puede reducir considerablemente los síntomas de obsesivos compulsivos al exponer sus rituales con ayuda del BT STEPS.