Trastorno Obsesivo Compulsivo


Trastorno Obsesivo Compulsivo
fuente:esmas.com

Las obsesiones se relacionan con el orden, la perfección, la salud y la higiene

Una obsesión, se define como un pensamiento, idea, impulso o imagen recurrente que no es deseada, se considera inapropiada y ocasiona ansiedad, vergüenza y temor, por lo general son repugnantes y muchas veces no son reales ni tienen nada que ver con la realidad. Por lo general la persona llega a reconocer que este problema es producto de su mente (percepción) e intenta ignorar, neutralizar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes con otros pensamientos y acciones, en ocasiones logrando un alivio temporal, para después volver a caer en la misma obsesión.

Entre las obsesiones más frecuentes están las relacionadas con la salud, la limpieza, el orden, la seguridad, la perfección en el trabajo en las tareas escolares o en cualquier otra actividad que se agudizan ante situaciones estresantes. Los actos o rituales obsesivos pueden incluir el coleccionismo, la meticulosidad en las acciones, pero también el hacer gestos al pasar por algún sitio o tocar algún objeto para prevenir algún daño.

Una compulsión es un comportamiento o acto mental repetitivo, es una conducta recurrente causada por una obsesión al cumplimiento de ciertas reglas o formas estereotipadas de conducta, que la persona debe seguir estrictamente según su criterio y que ocasionan por lo general una pérdida de tiempo y calidad de vida importante. Estas compulsiones pueden ser conductuales o cognitivas. Las primeras se pueden observar, las segundas ocurren solamente en la mente de la persona.

Estos comportamientos o pensamientos tienen como propósito la prevención de algún daño (como el cerrar la puerta o las llaves del gas varias veces) o para reducir el malestar que provoca la ansiedad o angustia, (como el repetir palabras o frases y ordenar objetos todo el tiempo), sin embargo no están relacionados realmente con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o resultan completamente excesivos e innecesarios.

Del manejo inadecuado de estas dos conductas surge el trastorno obsesivo-compulsivo conocido como TOC, el que se presenta mucho más de lo que uno se puede imaginar y es un trastorno de ansiedad muy angustiante, por el cual una persona se encuentra inmersa en un sistema de ideas, pensamientos y conductas recurrentes.

Ese sistema de comportamiento, que carece de sentido para el resto de las personas, está regido por una serie de rituales y conforma una estructura mental poderosa, muy difícil de contrarrestar que puede permanecer durante toda la vida y cuyos resultados pueden afectar las relaciones familiares, laborales, escolares y sociales de forma muy negativa y peligrosa.

Sin embargo hay que tener cuidado, ya que existen muchos individuos que parecen tener una actitud compulsiva por mantener un alto nivel de actividad o de organización, pero esto no interfiere negativamente en su vida, por lo que no se puede considerar que sea un TOC.

Aunque no se sabe bien cuál es su origen, ni cuántas personas lo padecen, ya que por lo regular no se acude al psiquiatra ante este problema, se estima que un 2% de la población lo padece y se ha relacionado con algunos factores hereditarios no biológicos sino por la conducta de los padres, biológicos, neurobiológicos, influencias ambientales y procesos cognitivos, más que con experiencias personales traumáticas como se pensaba anteriormente.

Por lo general, los padres de la persona obsesivo-compulsiva suelen ser inseguros, muy rígidos y severos, despegados o poco expresivos con los niños, lo que contribuye a la formación de una personalidad con niveles muy altos de autoexigencia, hostilidad hacia sus padres que provoca sentimientos de culpa, mucha ansiedad y mecanismos de rechazo, con agudo sentido de crítica y autocrítica y bajo nivel afectivo.

Es frecuente que las personas con TOC, logren controlar o esconder sus impulsos cuando están con otras personas y pueden llegar a vivir su obsesión en secreto, lo que impedirá que reciban ayuda adecuada y oportuna.

Este tipo de trastorno afecta por igual a hombres que a mujeres y puede presentar sus síntomas a partir de la adolescencia, aunque también hay niños que la padecen. Entre los hombres el promedio de aparición de los síntomas es entre los 6 y los 15 años mientras que en las mujeres, se manifiesta más entre los 20 y los 29 años.

Afortunadamente, existen ya tratamientos muy eficaces que si bien no consiguen eliminar totalmente el problema, sí logran controlarlo de tal forma que las personas pueden tener una vida normal y vivir con calidad.

IMPORTANTE: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico médico, por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso.