El trastorno obsesivo-compulsivo es una enfermedad de curso crónico o recurrente caracterizado por la presencia de obsesiones y de compulsiones. La obsesión (del verbo latino obsidere, que significa asediar) se refiere a ideas no deseadas que asedian la conciencia y que determinan una angustia patológica a pesar de los aspectos desplegados por el sujeto para evitarlas. La compulsión (del latino compellere) hace referencia al acto de forzar al individuo a obrar en contra de su voluntad. El trastorno constituye una fuente importante de sufrimiento, y con frecuencia supone un serio handycap personal y social.
Carr (1974) define la conducta obsesiva-compulsiva como “un pensamiento, imagen, impulsivo o acción persistente que es acompañada por una sensación de compulsión subjetiva y un deseo de resistirse a ello”.
Tipos y manifestación clínica del trastorno.
El trastorno obsesivo-compulsivo supone obsesiones repetidas o rituales que se entrometen en contra del deseo de la persona y que usualmente carecen de sentido. La mayoría de los pacientes se resisten al pensamiento obsesivo o con la necesidad de ritualización, especialmente en ritualizadores crónicos severos, tras psicocirugía y en niños. Si a los pacientes se les impide llevar a cabo sus rituales se sienten incómodos y ansiosos.
algunas obsesiones se presentan sin ser seguidas de rituales compulsivos. Sin embargo, la mayoría de rituales son precedidos por obsesiones: son los pensamientos ejecutados en acciones.
Como los fóbicos, el trastorno obsesivo-compulsivo es igualmente un síndrome de evitación ansiosa. Se imbrica con la fobia, ya que los obsesivo-compulsivos sienten ansiedad durante sus obsesiones o rituales, evitan con frecuencia las situaciones que las evocan, y mejoran con el tratamiento de exposición
Los trastornos se pueden dividir en dos clases: -rituales con obsesiones.
-obsesiones solamente.
Rituales compulsivos con obsesiones.
Es usual que los ritualizadores eviten los estímulos, especialmente las mujeres, y que se presenten obsesiones relacionadas con aquellos. La evitación puede ser extravagante. Existen varias formas de rituales que se solapan, y han sido subdivididos en variedades. Algunos pacientes más de rituales.
a) Rituales de limpieza: Se presenta más en mujeres que en hombres, normalmente con miedos a la sociedad y evitación de focos de contaminación imaginarios. Los pacientes pueden creer que se quedan contaminados cada vez que orinan, defecan, se masturban, tocan el suelo o un animal, o pasa por delante de un hospital, con las consiguientes horas gastadas en lavarse, bañarse, seguidas por la desinfección de todos los objetos que han tocado en casa mientras se sentían sucios.
b) Rituales de repetición: los rituales con números en que el eje principal es la repetición. La mayoría de los pacientes tiene que repetir la acción hasta que esta sea realizada correctamente.
c) Rituales de comprobación: Es más frecuente en hombres que en mujeres. Los pacientes pueden pasar horas comprobando que las ventanas y puertas de la casa estén bien cerradas al salir de casa por las mañanas o al irse a la cama por las noches, o buscar por toda la casa fragmentos invisibles de vidrios rotos, agujas o chinchetas por miedo a que alguien de la familia los ingiera con consecuencias fatales, o buscar cuchillos y esconderlos para que nadie se los clave…
d) Rituales de acumulación: en estos casos los enfermos encuentran muy duro tirar basura gastando horas ordenando desperdicios de la cocina, almacenando papeles sin valor durante décadas o comprando grandes cantidades de comida enlatada y objetos que nunca utilizan. Deshacerse de lo acumulado provoca gran ansiedad, y puede llegar a ser imposible moverse en casa de un paciente de este tipo donde las habitaciones y pasillos están atestados con miles de objetos no utilizados.
e) Rituales de orden: se relaciona con la compulsión a ordenar objetos de una forma determinada. Un paciente de este tipo no podría estudiar ya que malgastaría demasiado tiempo ordenando lápices, plumas y gomas de borrar sobre su mesa de una manera determinada.
Obsesiones.
Los pensamientos obsesivos o rumiaciones son pensamientos estereotipados que se entrometen en la mente del paciente de forma insistente en contra de su voluntad y se repiten a pesar de todos los intentos para hacerlos desaparecer. Muchas obsesiones están relacionadas con preocupaciones de contaminarse o de poder dañar a otras personas, o ir contra algún tabú social como blasfemar o efectuar avances sexuales de manera inapropiada en público. La mayoría de ritualizadores tiene lugar en algunas obsesiones que preceden a sus actos compulsivos, pero una pequeña minoría de obsesivos-compulsivos presentas obsesiones sin rituales. El tratamiento conductual tiene menos éxito para estos últimos que para los ritualizadores.
Trastornos asociados y características de personalidad.
Se da una fuerte asociación entre depresión y trastorno obsesivo-compulsivo, de tal forma que una gran parte de las personas tienen síntomas depresivos; a su vez personas diagnosticadas de depresión se las encuentra síntomas obsesivos. La depresión puede aparecer antes del trastorno obsesivo, puede instaurarse posteriormente a su aparición, así como surgir tras la curación de los síntomas obsesivos. Se ha encontrado que los trastornos disfóricos favorecen a la aparición de rumiaciones intrusivas, y que las faltas de estimulación distractora y la ausencia de actividades reforzantes facilitan el centrar la atención en pensamientos obsesivos. Por otro lado el que padece el problema obsesivo puede ver reducida la actividad laboral debido a la evitación y el tiempo que se llevan los rituales, así como desarrollar un sentido de indefensión y desesperanza con respecto a este problema que hace probable la aparición de este trastorno. Por último, existen algunas evidencias de los posibles mecanismos comunes para algunos trastornos.
Otras manifestaciones de ansiedad pueden acompañar al síndrome obsesivo compulsivo, ansiedad generalizada, aumento en miedo y aprensión que quedan exacerbadas e incluso aparición de ataques de pánico.
Un importante aspecto a tener en cuenta es la existencia o no de ideas sobrevaloradas. La mayor parte de los pacientes obsesivos consideran que los pensamientos que les asaltan son absurdos y sin sentido, no obstante pueden tener un nivel de certidumbre a cerca de ellas; conviene evaluar el nivel de incertidumbre de estas ideas ya que es importante a efecto de pronóstico y de cara a la terapia.
Los pacientes obsesivos tienen el mismo grado de probabilidad que la población normal de padecer trastornos psicóticos. Pero es la esquizofrenia ,con bastante frecuencia, la enfermedad que aparece en los trastornos obsesivos-compulsivos.
Se encuentra con frecuencia aunque no siempre, el que los pacientes obsesivos sean sujetos que dirigen su atención a áreas de interés muy focalizadas y de forma rígida, con escasa capacidad de pensar de forma relajada, flexible y creativa. Una característica uy señalada, dada por distintos autores, es la duda y la indecisión que tienen estas personas, que tienden a cometer errores o no tomar la decisión correcta que les lleva a centrarse y sobrevalorar detalles innecesarios o transferir la responsabilidad a otros. Además hay que señalar la baja autoestima de estos sujetos.
La edad de comienzo de síntomas obsesivo-compulsivos suelen ser los 20 años. Cerca del 65% desarrollan la enfermedad antes de los 25 años y algunos sobre los 6 años. Menos del 15% sobrevienen después de los 35.
Las obsesiones se definen por (1),(2),(3) y (4):
(1) Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos.
(2) Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real .
(3) La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos.
(4) La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del pensamiento).
El TOC es más frecuente de lo que se creía hace algunos años. Se calcula que el 2% de la población tiene TOC (quizás durante un breve periodo de su vida, o de forma crónica), en esta cifra se incluye la estimación de pacientes que encubren sus síntomas y todavía no han sido diagnosticados. Eso significa que el TOC es más frecuente que la esquizofrenia o la anorexia
Las siguientes preguntas pueden ayudarte a determinar si tienes síntomas de TOC y si podrías beneficiarte de ayuda profesional.
Parte A
¿Te molestan pensamientos o imágenes desagradables que te vienen a la mente repetidamente, como los siguientes?
1 Preocupaciones acerca de contaminación (tierra, gérmenes, químicos, radiación) o de contagio de una enfermedad seria como el SIDA
2 Demasiada preocupación por mantener las cosas en perfecto orden o arreglados exactamente así (ropa, comestibles, herramientas)
3 Imágenes de muerte u otros eventos horribles
4 Pensamientos religiosos o sexuales personalmente inaceptables para usted
SI NO
¿Te preocupa mucho la posibilidad de que ocurran sucesos terribles como los siguientes?
5 Incendio, robo o inundación de su casa
6 Atropellar accidentalmente a un peatón con su coche o dejar que su coche se deslice por una colina
7 Propagar una enfermedad ( contagiar a alguien )
8 Perder algo de valor
9 Que le ocurra daño a alguien querido porque usted no fue lo suficientemente cuidadoso/a
SI NO
¿Te preocupa expresar un deseo o impulso no deseado y sin sentido como los siguientes?
10 Causar daño físico a un ser querido, empujar a un extraño delante de un autobús, conducir su coche hacia tráfico que viene en dirección contraria, contacto sexual inapropiado o envenenar sus invitados de cena
SI NO
¿Te has sentido obligado a desempeñar ciertos actos una u otra vez, como los siguientes?
11 Lavarte, limpiarte o asearte excesivamente o de forma ritualista
12 Comprobar el interruptor de la luz, el grifo, la llave del gas, el cerrojo de la puerta o el freno de mano
13 Contar, arreglar alinear o nivelar (asegurarse de que tus medias o calcetines están a la misma altura, los cordones de los zapatos con lazos idénticos,.)
14 Coleccionar objetos inútiles o inspeccionar la basura antes de tirarla
15 Repetir acciones rutinarias (sentarte/levantarte de la silla, pasar por la puerta, volver a encender un cigarrillo) un cierto número de veces o hasta que le siente que lo ha hecho exactamente así/ perfectamente bien
16 Necesitar tocar objetos o personas
17 Volver a leer o escribir algo sin necesidad, volver a abrir sobres antes de enviarlos
18 Examinar tu propio cuerpo buscando señales de enfermedad
19 Evitar colores (“rojo” significa sangre), números (13 trae mala suerte) o nombres (aquellos que empiezan con “M” significan muerte) que están asociados con sucesos temidos o pensamientos desagradables
20 Necesitar “confesar” o pedir constantemente reafirmación de que dijo o hizo algo correctamente
SI NO
Si contestaste SI a 2 o más de las preguntas anteriores, por favor continúa con Parte B.
Parte B
Las siguientes preguntas se refieren a pensamientos, imágenes, deseos o comportamientos repetidos identificados en la Parte A. Considera tu experiencia en los últimos 30 días al elegir una respuesta. Señala la respuesta más apropiada del 0 al 4.
¿Te molestan pensamientos o imágenes desagradables que te vienen a la mente repetidamente, como los siguientes? 0
1 Por lo general, ¿cuánto tiempo le ocupan estos pensamientos o comportamientos cada día?
2 ¿Cuánta angustia le provocan?
3 ¿Cuán difícil le es controlarlos?
4 ¿En qué medida le suponen evitar hacer algo, ir a algún lugar o estar con alguien?
5 ¿En qué grado interfieren en su vida en la escuela, trabajo o en su entorno social o familiar?
nada 1 leve (- de 1 hora) 2 moderado
(1 a 3 horas) 3 severo
(3 a 8 horas) 4 extremo
(+ de 8 horas)

http://radiocontempo.wordpress.com/2010/07/13/las-personas-con-trastorno-obsesivo-compulsivo-toc-tienen-pensamientos-recurrentes-y-desagradables-obsesiones-se-sienten-obligadas-a-llevar-a-cabo-ciertos-actos-una-y-otra-vez-compulsiones-que-a-me/