Estrés


fuente:http://www.geocities.com
Estrés


Aunque comúnmente se considere al estrés como algo perjudicial, la vida sin estrés sería monótona y aburrida.

El estrés transformado en fuerza creadora puede ser fuente de motivación y paso previo a la concreción de metas.

Igualmente, demasiados estímulos estresores pueden intervenir seriamente en el funcionamiento efectivo de las habilidades de un individuo.

En 1936, Hans Seyle introdujo el término estrés como un síndrome específico constituido por cambios inespecíficos del organismo inducidos por las demandas que se le hacen. El agente desencadenante del estrés es un elemento que atenta contra el equilibrio del organismo, incrementando la necesidad de reequilibrarse.

La manera en que el organismo responde es estereotipada, automática y refleja, mediante la cuál el organismo se prepara para atacar o huir. Es la manera que tiene el organismo de protegerse del peligro. Tanto si los acontecimientos son agradables como displacenteros, o si el peligro es real o imaginario, el organismo responderá de la misma manera (preparándose para el ataque o fuga), provocando las siguientes respuestas fisiológicas:

* descarga de adrenalina,
* aceleración de la respiración,
* sequedad bucal,
* aumento en el ritmo cardíaco y de la presión sanguínea,
* sudoración,
* tensión muscular,
* dilatación de las pupilas,
* aumento de la actividad hormonal.

La manera en que las personas evalúan a las situaciones vividas, juega un rol importante en el proceso del estrés.

Lazarus y Folkman (1984) consideran al estrés como un conjunto de relaciones particulares entre la persona y la situación, siendo ésta valorada como algo que excede sus propios recursos y pone en peligro su bienestar personal.





Por lo tanto, cada persona poseerá una apreciación diferente de lo que interpreta como un acontecimiento estresante.

Hoy en día, debido a estar insertos en una sociedad con reglas de convivencia establecidas, las situaciones estresantes no pueden ser resueltas directamente y, por lo tanto, no se puede liberar la tensión física, acumulándose y provocando los síntomas fisiológicos relacionados con el estrés.

Que una persona sufra de estrés implica que el mismo es excesivo, al igual que el esfuerzo que necesita realizar el organismo para sobreponerse al nivel de resistencia que posee para el mismo. El estrés siempre provocará síntomas fisiológicos, independientemente de que sus factores sean psicológicos.

Los problemas que acarrea el sufrir niveles excesivos de estrés por períodos de corta duración, considerables.

Según estudios recientes el estrés:

* debilita el sistema inmunológico,
* aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer,
* influencia nuestro ánimo y nuestro funcionamiento,
* distorsiona el ciclo normal del sueño,
* contribuye al desarrollo de disfunciones sexuales,
* destruye las relaciones interpersonales,
* produce una sensación general de insatisfacción.

En cambio, si por un largo tiempo se padece de estrés elevado, los efectos pueden ser más severos:

* Fatiga y agotamiento
* Depresión
* Cansancio extremo
* Colapso nervioso

El estrés puede ser causado por el estilo de vida o de trabajo de cada uno, como por el medio que nos rodea y hasta la comida y bebida que ingerimos.

Entre las fuentes del estrés se encuentran:

* Estrés por instinto de conservación.
* Estrés debido a la ansiedad.
* Estrés ambiental.
* Estrés por trabajo y estilo de vida.
* Estrés debido a fatiga y por trabajo en exceso.
* Estrés por personalidad tipo A.

Estrés por instinto de conservación

En casos en los que la salud, la supervivencia o al experimentar un acontecimiento desagradable o desafiante, tanto emocionalmente como físicamente, el organismo se prepara para el ataque o la fuga. Es así como la adrenalina se libera causando cambios fisiológicos que ayudan a la supervivencia como es la movilización de azúcares para acceder a mayor fuerza y energía. Estos cambios son los mismos que provoca el miedo. Cuando es necesita de estar calmado o de habilidades motoras precisas, es mejor que estas respuestas provocadas por la adrenalina sean controladas o eliminadas.





Estos cambios producen un paro en las funciones de ciertos órganos que son útiles pero por un corto período de tiempo, la prolongada exposición a la adrenalina es perjudicial para la salud.

Estrés debido a la ansiedad

La ansiedad ocurre al presentarse situaciones que provocan incertidumbre. En ciertos casos, la ansiedad o la preocupación por ciertos problemas dan lugar a soluciones, pero en otras ocasiones, resultan en pensamientos negativos.

Albert Ellis menciona las cinco creencias o deseos utópicos principales que causan ansiedad. El primero se trata sobre el deseo de una constante admiración y amor por parte de personas significativas, el segundo habla del deseo de ser competente en todo momento. Le sigue la creencia que los factores externos son los únicos causantes de todo infortunio propio. Otro es el deseo que todo salga de la manera en que se quiere y que las personas se manejen como lo espera. Por último, se encuentra la creencia que los eventos del pasado inevitablemente controlan lo que pasará en el futuro.

Estrés ambiental

El medio ambiente circundante puede ser una fuente de estrés, si provoca estímulos distractorios o displacenteros.

La invasión del espacio personal, un lugar donde vivir sin espacio suficiente, los ruidos, la suciedad y el desorden, la polución y un ambiente desorganizado son condiciones que pueden contribuir al aumento del estrés.

La forma de alimentación es otro factor a tener en cuenta. Se puede sufrir estrés por una dieta desbalanceada o no saludable, además de causar enfermedades orgánicas.

La cafeína, los azúcares (en especial por golosinas y chocolates) y demasiada sal son estresores que no suelen ser tomados en cuenta.

Estrés por trabajo y estilo de vida

En la vida diaria no enfrentamos a situaciones estresantes que nos son cotidianas. Entre ellas podemos encontrar mucho o poco trabajo, presiones de tiempo y fechas límite, cambios en procedimientos y políticas, tener que realizar tareas para las cuales no se esta o no se cree preparado, falta de objetivos o de información relevante y apoyo, responsabilidad hacia personas o presupuestos.

En el desarrollo de la carrera, se encuentra la falta de un plan, de oportunidades, de seguridad laboral, frustración por no obtener el puesto o rol deseado o el tener un puesto para el cuál no se esta capacitado.

En cuanto a los estresores sociales o familiares, se presentan los problemas financieros, los problemas interpersonales, de salud y los cambios por etapas de la vida.

Estrés debido a fatiga y por trabajo en exceso

El estar apurado puede llevar a círculo vicioso de estrés en el cuál se ve perjudicado la ejecución de su trabajo. Esto a su vez, provoca frustración, lo que trae aparejado un mayor estrés y lleva a apurarse más con menos éxito.

La inhabilidad de relajarse en su casa o en las vacaciones comprende el comportamiento creador de estrés. Si no se enfrenta al estrés eficazmente en un largo tiempo, esto produce fatiga a largo plazo, fracaso y formas de enfermedades físicas como psicológicas.

Estrés por tipo de personalidad

La personalidad afecta el modo en que el estrés es evaluado y experimentado. La personalidad tipo A posee un sentido de urgencia de tiempo crónico, una excesiva competitividad, con una disposición a la hostilidad libre flotante, pero excelentemente racionalizada (interiormente experimentan altos niveles de ira pero no los actúan). Tiene la enfermedad de la prisa, necesita hacer varias cosas a la vez, es inseguro con respecto a su status y necesita de la admiración de sus pares para reforzar su autoestima. Es la personalidad típica de la persona de clase media que trabaja en una sociedad urbana e industrializada.

Este tipo de personalidad vive estresado. Y se considera en riesgo de enfermedades coronarias y de alta presión arterial. Como el estrés causa un aumento en los niveles de noradrenalina, y a las personas con este tipo de personalidad les puede otorgar un sentimiento de confianza. Por lo tanto, pueden llegar a causar, inconscientemente, situaciones estresoras como dejar las tareas para último momento. El inconveniente se presenta cuando se fracasa cuando la inesperada crisis ocurre.

Otros aspectos de la personalidad que pueden causar estrés son el perfeccionismo por sus altos estándares imposibles de alcanzar; o el excesivo que se cancela a sí mismo, debido a que una constante atención hacia los demás lleva al propio displacer cuando nadie se fija en las necesidades de esa persona.

MANERAS DE ENFRENTAR EL ESTRÉS

Es posible neutralizar el estrés asociado a situaciones cotidianas estresantes con la ayuda de las técnicas de enfrentamiento del estrés. Con una gran frecuencia, lo perjudicial de las situaciones estresantes puede ser eliminado mediante el uso efectivo de habilidades de enfrentamiento.

Las maneras de enfrentar el estrés son conductas que implican un esfuerzo por parte de la persona para realizar cambios emocionales tanto como fisiológicos.

El arte del enfrentamiento del estrés es lograr mantenerse a un nivel de estímulo que sea placentero y saludable para uno mismo.

Las diferentes técnicas existen con la finalidad de prevenir o neutralizar un alto nivel de estrés. La efectividad de cada una de las técnicas se relaciona con su utilización para el estrés excesivo provocado por una determinada causa.

Anticipación y evitación

Al anticiparse al estrés, uno se puede preparar y resolver el modo de controlarlo.

Esto puede ser llevado a cabo de distintas formas, como puede ser ensayando antes de un evento estresante (discurso o entrevista) para recorrer todos lo detalles y ganar confianza.

También se puede planear, analizando las causas y sus respuestas posibles ante el estrés, con el fin de alivianar lo estresante de la situación, pero el análisis debe ser realizado a conciencia o será contraproducente.

Por último, se puede recurrir a la evitación de situaciones que le son displacenteras, en tanto y en cuando, no le provoque ningún perjuicio. En ocasiones enfrentarse a las situaciones displacenteras es menos perjudicial que él evitarlas.

Reducción de la importancia de un evento

Existen varios factores que influyen en la interpretación de una situación como estresora, a saber, la importancia o tamaño del evento, que se prevea sea esencial para una promoción o aumento, la presencia de gente importante.

Si considera que este tipo de situaciones le es estresante, tómese tiempo para pensar sobre el acontecimiento e intente reducir la importancia ante sus ojos. Concentrándose en las tareas que deberá desarrollar, la importancia del evento en sí, quedará relegada.

La incertidumbre puede causar altos niveles de estrés. El no saber que le depara el futuro, no tener planos definidos en su carrera, no saber que se quiere, que piensan los demás de uno o hasta el recibir instrucciones vagas o inconsistentes para realizar su trabajo.

En todos estos casos, la falta de información y las acciones de otras personas están afectando tu capacidad de ejecución. Para contrarrestar esto lo más efectivo es preguntar para saber lo que necesita, y así poder prepararse, reduciendo la ansiedad.

Un método potente para la reducción de estrés es la creación de imágenes, especialmente combinada con relajación física, como la respiración profunda.

La idea es que utilice su imaginación para recrear en su mente lugares o escenas que son relajantes, tranquilos, o en las que se siente cómodo. Pueden tratarse de una escena en la playa, con el sol, la arena y el viento rozándole la mejilla. La utilidad de esta técnica reside en que, nuestro ciertas áreas del cerebro interpretan los signos del ambiente en el que se encuentra, provocando que el cuerpo responda al mismo. Si se imagina una escena violenta, el organismo responderá alarmado y se relajará ante una imagen cálida y acogedora.

Esta técnica también puede ser usada para planear y prepararse para un gran evento, visualizándose en la escena e imaginando que todo marcha a la perfección y resolviendo en el momento cualquier inconveniente que su mente pueda predecir.

Pensamiento racional, positivo y toma de consciencia

Estas tres herramientas son útiles a la hora de combatir el pensamiento negativo, el cuál afrenta a la confianza en sí mismo.

El pensamiento negativo aparece cuando uno se critica por errores cometidos, se menosprecia, duda de sus habilidades. Así se sugestiona negativamente dañando su confianza, ejecución y habilidades.

La toma de conciencia es un proceso por el cual, uno se detiene a observar sus propios pensamientos para darse cuenta de lo que ocurre en la mente durante un momento de alto nivel de estrés.

Mientras hace el raconto, tome nota de sus pensamientos negativos, tales como la preocupación por como lo ven los otros, por los síntomas de estrés, por no haber hecho un buen trabajo, autocríticas excesivas o sentimientos de inadecuación.

El tomar conciencia es el primer paso para lograr eliminarlos.

Luego de anotarlos, utilice su pensamiento y revéalos racionalmente. Fíjese si esas ideas tienen bases en la realidad, en ocasiones no tienen fundamente alguno.

Para contrarrestar al pensamiento negativo, las afirmaciones positivas son de gran utilidad, ayudan a forjar confianza en uno mismo y cambiar patrones negativos de conducta en positivos.

Se puede apoyar en afirmaciones claras y juicios racionales de hechos reales. Entre las afirmaciones positivas encontramos: yo puedo hacer esto, puedo lograr mis metas, tengo control de mi vida, aprendo de mis errores, la gente me quiere por lo que soy, etc.

El pensamiento positivo debe basarse en metas reales y concretas que sean realistas, para reforzar el ánimo y no dejarse vencer por el pensamiento negativo. No por pensar positivamente, todos pueden ser atletas olímpicos.

Auto-hipnosis y autosugestión

A pesar de su mala reputación, la hipnosis es una técnica práctica y útil. Meramente es un estado de conciencia en donde uno se relaja, se presta completa atención a las sugestiones que se desean implantar, sin cuestionarlas, adoptándolas como un valor.

La auto hipnosis se utiliza como un método efectivo de programación de la mente para reducir el estrés e inducir la relajación. Consiste en programar directamente al inconsciente con afirmaciones y sugestiones que de otra manera serían escudriñadas por el procesamiento crítico de la mente. La hipnosis, al requerir de un hipnotizador, no suele ser efectiva para la reducción de estrés, a diferencia de la auto hipnosis.

Para auto hipnotizarse, es necesario conseguir un lugar en el cuál no sea molestado por un período de tiempo. Lo primero que se busca es relajarse. Sentado o acostado, se elimina cualquier distracción y se relaja, puede utilizar visualizaciones para relajar todos lo músculos del cuerpo. Cada uno puede elegir un método propio para lograr la auto hipnosis, mientras se logre ese estado de relajación y somnolencia.

El siguiente paso es utilizar la sugestión para profundizar el estado de relajación. Esto es simplemente decirse a uno mismo se encuentra cómodo y relajado.

Antes de entrar en estado autohipnótico es necesario conocer las sugestiones que se desean. Generalmente son afirmaciones positivas que sirven para contrarrestar el poder de los pensamientos negativos. Además pueden servir para reforzar la propia confianza o para lograr metas que se ha propuesto.

Una vez que se decide que utilizar en la sugestión, hay que dedicarse a pensar en palabras para que las afirmaciones sean cortas, positivas y convincente. Hay que repetirse las sugestiones al llegar al estado autohipnótico. Un uso efectivo de las sugestiones suele ser para ganar confianza, reforzar las metas, reducir estrés y motivarse cuando se encuentra apático.

Meditación

Es un método de mucha efectividad para lograr la relajación. El concepto central de la meditación es enfocar los pensamientos en una sola cosa por un sostenido período de tiempo. Esto permite a la mente descansar, distrayéndola de los problemas que causan estrés. Le provee tiempo al cuerpo para relajarse y recuperarse, además de poder liberar toxinas que se acumulan por estrés, actividades físicas y mentales.

Es particularmente útil cuando se estuvo estresado, preocupado o físicamente activo por un largo tiempo.

Relajación física

Cuando el estrés provoca tensión muscular, o un aumento excesivo de adrenalina, la relajación física es lo adecuado.

El hacer ejercicios físicos con frecuencia es uno de los mejores métodos para reducir el estrés físico. El ejercicio no sólo mejora la salud, sino que relaja los músculos, ayuda a dormir y reduce el estrés provocado por un mal estado físico.

Es muy importante tener un plan personal de ejercicios, una rutina hecha a medida, ya que muchas formas de entrenamiento tradicionales en realidad dañan al cuerpo a la larga. Un pensamiento a tener en cuenta es que el ejercitar debe ser divertido, si no se lo disfruta, es recomendable cambiar de rutina.

Cambio de actitud

La actitud es un controlador del estrés prolongado. Cuando la actitud es negativa u hostil, se crean problemas de las mismas oportunidades, causando estrés por alienar e irritar a las personas. Teniendo una actitud positiva, se puede mantener la perspectiva, y sacar provecho de cada situación. La gente coopera y ayuda si se encuentra con personas con las que da placer trabajar.

Al estar bajo estrés, cualquier problema pequeño suele ser percibido como difícil e intimidante. Naturalmente, esto alimenta al estrés, haciendo ver a los problemas como peores, y así sucesivamente.

Si se toma un enfoque positivo en la vida, y se trata de encontrar el lado positivo a toda situación, uno se predispone menos al estrés. Las preocupaciones aminoran, se duerme mejor y se disfruta más de la vida.

Para esto se necesita aprender de los errores, dándole así un valor positivo a los mismos.

Ante un problema avasallador conviene verlo desde distintos ángulos, ver si se puede aprender algo de esta situación. Si no es así, probablemente es porque la mayoría ante ese problema también fallaría, y si se lo puede afrontar, será un triunfo personal.

Además se puede preguntar si es que otros han pasado por el mismo problema. Si es así, es conveniente averiguar que hizo en esa situación o hablar sobre el problema con esa persona.

A veces el problema puede ser

Cuando se encuentra ante varios problemas, es necesario priorizar correctamente para poder atender a los urgentes y delegar el resto.

Siempre hay que tener presente que mientras se aprenda de los errores y se haga lo mejor que uno puede, no se puede hacer mucho mejor.

Salud, nutrición y ejercicios

Una sorprendente cantidad de estrés que experimentamos día a día, puede ser causado por los alimentos que consumimos. Al comer o beber ciertas cosas nuestro organismo es puesto bajo estrés químico. De la misma manera, al no tener una dieta balanceada, se puede estresar al cuerpo por deprivación de nutrientes esenciales.

La cafeína es un estimulante que produce el aumento del estrés.

El alcohol en pequeñas cantidades ayuda a relajar, pero en grandes cantidades produce estrés debido a que interrumpe el ciclo vigilia- sueño.

La nicotina afecta el ritmo cardíaco, acelerando el pulso y provocando estrés en el cuerpo. Después del período inicial al dejar de fumar, la mayoría de ex-fumadores cuentan que se sienten mucho más relajados en general.

Las comidas ricas en azúcares pueden aumentar la energía en un período corto. El problema lo trae el tener que lidiar con los altos niveles de azúcar. El cuerpo secreta insulina y reduce así el azúcar en sangre.

Para minimizar el estrés químico se necesita una dieta balanceada que incorpore todo los nutrientes esenciales para el funcionamiento efectivo del organismo.

TRASTORNOS POR ESTRES

Trastorno por estrés postraumático

La investigación reciente sobre este trastorno se ha centrado en la respuesta subjetiva de cada persona frente al trauma, debido a que por simple definición el factor principal de este trastorno sería el estrés, pero no todos desarrollan un trastorno por estrés postraumático luego de haber sufrido una experiencia traumática. Más aún, existen personas que se enfrentan a experiencias traumáticas muy graves que no presentan este tipo de trastorno y algunas personas que experimentan sucesos menos catastróficos pero debido al significado subjetivo del acontecimiento, sufren de un trastorno por estrés postraumático. En personas solteras, divorciadas, viudas, con problemas económicos o aisladas socialmente, es más probable que el trastorno se presente.

Se estima que existe de 1 a un 3% de prevalencia en la población general de este trastorno. Puede aparecer a cualquier edad, pero entre los jóvenes adultos es más prevalente.

El trastorno por estrés postraumático posee un comienzo agudo. Se diagnostica cuando una persona desarrolla determinada sintomatología, después de haber experimentado una situación que podría ser categorizada como traumática para cualquiera. Este evento es de una magnitud tal, debido a que produce intenso miedo, desesperanza u horror, junto con lesiones severas o riesgo para la propia o para una tercer persona, sobre su integridad física o amenaza de muerte. Se incluye también como traumático el hecho de haber tomado conocimiento de una situación horrorosa inesperada que haya sufrido una persona significativa. Dentro de estos traumas están incluidos las catástrofes naturales, las violaciones, ser secuestrado, las experiencias de combate, las torturas, diagnósticos de enfermedades mortales y los accidentes serios.

La respuesta sintomatológica al evento traumático es la reexperimentación intensa del mismo (a través de recuerdos intrusivos, flashbacks, pesadillas, malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos que simbólicos o asociados, o la sensación de volver a vivir el acontecimiento), la evitación de todo estímulo asociada a él y un entorpecimiento de su capacidad de respuesta (esfuerzos para evitar actividades o pensamientos relacionados con el evento, incapacidad para recordar aspectos importantes del trauma, reducción del interés en actividades antes placenteras, desapego, sensación de un futuro de desolación, y restricción de la vida afectiva) y aumento de la activación (trastorno del sueño, irritabilidad, problemas de concentración, hipervigilancia, respuestas de sobresalto exageradas). Estos síntomas deben causar perjuicios en el funcionamiento normal del individuo.

Un criterio importante para el diagnóstico de este trastorno es la duración de estos síntomas, ya que debe prolongarse por más de un mes, de lo contrario se trataría de un trastorno por estrés agudo.

Si los síntomas aparecen luego de seis meses de haber sufrido, presenciado o tenido noticia del acontecimiento, se lo especifica como trastorno por estrés postraumático de inicio demorado. De durar los síntomas tres meses o más se lo considera crónico y agudo, si la duración es menor a los tres meses.

En el caso de una persona que sufre de trastorno por estrés postraumático, el tratamiento se recomienda tanto la psicofármacoterapia, como la psicoterapia y la psicoeducación. Un importante parte del tratamiento de estos individuos es el apoyo, para que así pueda explicar, contar el suceso traumático que han experimentado. Los grupos de apoyo son elementos fundamentales para el paciente como para la familia, si un apoyo adicional es necesario.

La psicoterapia efectiva para estos casos es la terapia individual o grupal cognitiva conductual, en donde las técnicas de reexperimentación y de confrontación del evento son las más utilizadas. Para estos trastornos, a su vez, se suele recomendar la hipnosis. Una parte importante del tratamiento es la exposición al trauma a través de técnicas como la imaginación, exposiciones in vivo, implosión o la desensibilización sistemática, pero se cree que la relajación es más efectiva que la exposición, para un corto período.

Con respecto a la psicoeducación, se busca que el individuo aprenda métodos para enfrentarse al estrés, ya sea con estrategias cognitivas como la afrontación o a través de la relajación.

Trastorno por estrés agudo

Al igual que en el trastorno por estrés postraumático, en el trastorno por estrés agudo, el individuo experimenta, presencia o toma consciencia de un acontecimiento traumático, respondiendo con horror, un intenso miedo y desesperanza. Además de reexperimentarlo, al igual que en el trastorno de estrés postraumático, sufre una serie de síntomas disociativos como el embotamiento afectivo, la reducción de la conciencia, desrealización, despersonalización y amnesia disociativa. Las alteraciones deben durar entre dos días como mínimo y no más de cuatro semanas.

Al principio, el evento traumático se revive intensamente, luego todo estímulo asociado al trauma es evitado, para que por último se aumente la activación como respuesta hacia estos estímulos.

En personas con este trastorno pueden aparecer sentimientos de desesperanza y desesperación, que en ocasiones pueden desarrollarse en un trastorno depresivo mayor. Muchos se sienten culpables por haber sobrevivido, o por no haber prestado la suficiente ayuda. A veces hasta llegan a sentirse responsables de las consecuencias de lo que sucedió. También, pueden tener comportamientos de riesgo y de carácter impulsivo.

Existe un alto grado de probabilidad que sujetos con este trastorno, sufran un trastorno por estrés postraumático.

El tratamiento de este trastorno es similar al utilizado para el estrés postraumático, pero a su vez se debe tratar los síntomas disociativos. La generalmente se ofrece una combinación entre la psicofármacoterapia, la psicoterapia y la psicoeducación. Los grupos de apoyo para el paciente como para la familia sirven para poder identificarse con otros que pasaron por la misma situación y para no sentirse aislados, además de recibir un apoyo adicional.

La psicoterapia efectiva para estos casos es la terapia individual o grupal cognitiva conductual, en donde las técnicas de reexperimentación y de confrontación del evento son las más utilizadas. Para este trastorno también se suele recomendar la hipnosis.

Con respecto a la psicoeducación, la relajación es un técnica clave para enfrentar el estrés del trauma, además se utilizan estrategias cognitivas como la afrontación

ADICCION AL TRABAJO (WORKAHOLISM)

La adicción al trabajo es una de las adicciones políticamente correctas, no condenadas por nuestra sociedad como lo son las drogas o el alcohol. A pesar que el trabajo sea esencial para el bienestar físico y mental, incluso para la autoimagen y autoestima, el problema reside en el desenfreno laboral, cuando las conductas cotidianas se ajustan y acomodas únicamente a los intereses de la empresa.

Justamente muchas de las características que contribuyen al éxito ejecutivo pueden poner en riesgo la salud física y emocional, además de interferir con las relaciones familiares y amistosas de las personas.

La idea de que el trabajo es virtud esta arraigada en el inconsciente colectivo. La óptica de la filosofía calvinista, desde la cual el trabajo redime y dignifica al creyente mientras el placer conduce a la condenación eterna, sedimentó las bases para las creencias de hoy.

El "síndrome de adicción al trabajo" suele darse entre las personas de clase media y alta. No se desarrolla por causas ambientales asociadas a las condiciones sociales, sino que se debe a sentimientos internos de la persona afectada.

Un adicto al trabajo se va convirtiendo gradualmente en un esclavo del control y del poder en un intento compulsivo por lograr la aprobación social y éxito personal, mientras a su vez va perdiendo estabilidad emocional. El trabajo como obsesión, al ser elevado a la compulsión, libera a la persona del dolor, la ira, el miedo, la culpa y el resentimiento. No obstante, al evaporarse el efecto, solo le queda el vacío.

Se desconectan de todo aquello que no se relacione a su labor específica, ya sea su familia, sus deseos, sus afectos, hasta un punto en que terminan siendo irresponsables en lo personal, y perdiendo la capacidad de amor e intimidad. Utilizan al trabajo como un vehículo para controlar, sedar o evitar sus sensaciones y sentimientos.

Encuentran al lugar de trabajo como un sitio perfecto donde el coas es reemplazado por el debido orden.

Las personas afectadas con esta adicción no son conscientes de la severidad de su problema, pero sí perciben que ya no disfrutan de la vida.

Los logros que alcanzan las personas con este patrón de conducta adictiva al trabajo, ya no los satisfacen como en un principio.

Debido a su incapacidad de relajarse y disfrutar de las cosas positivas de cada día, entran en un ciclo en el cual se deben mantener muy activos y dinámicos, sintiendo continuamente una necesidad de probarse a sí mismo cada vez que les exigen demás. Los puntos centrales sobre los que giran estas personas varían. Se puede deber a inseguridades, percepción irrealista de uno mismo, baja autoestima, inseguridades económicas.

Los adictos al trabajo se enfrentan, por un lado, a que una gran parte de su imagen de sí mismos se basa externamente en sus logros en el trabajo o su status laboral. Por otro lado, presentan el problema de ser incapaces de realizar decisiones saludables para sí como para su familia, además de una negación del problema. Estos patrones de conducta y expectativas irreales para con ellos mismos, resultan de una autoimposición.

Hoy en día es muy corriente que las empresas y organizaciones alienten y apoyen, sin conocimiento, las conductas de adicción al trabajo. Hasta incluso se compensa a las personas por estos patrones nocivos.

Pero como es sabido, la gente sobreadaptada al sistema resulta siendo, a la larga inútil, ya que pierden la salud, y hasta en ocasiones la vida.

Los adictos al trabajo sintonizan con este contexto, contribuyendo a la sociedad, mientras sus vidas privadas son un desastre. A su vez, problemas ordinarios ocurren en el trabajo en relación directa a los comportamientos disfuncionales de estas personas, como puede ser el afectar directamente a sus empleados o compañeros de trabajo haciéndolos sentir que viven constantemente estresados, o al límite, porque no pueden seguir su mismo ritmo.

Comúnmente se cree erróneamente que las personas con personalidades de tipo A son adictas al trabajo, pero en realidad es de suma importancia hacer una diferenciación entre quien es un muy extremado trabajador y una persona que padece un síndrome de adicción al trabajo.

Las llamadas personalidades tipo A se caracterizan por ser perfeccionistas, muy trabajadores, quienes están continuamente apurados de un lado a otro. Suelen preferir trabajar solo, y les cuesta el tener que delegar. Por su tipo de conductas suelen ser personas más propensas a desarrollar ataques cardíacos o a padecer estrés.

Pero poseen además tienen la capacidad de aprender a manejar el estrés, la ira y hasta sus propios tiempos.

En cambio, las personas adictas al trabajo, no demuestran esa capacidad para "desenchufarse" o para tomar las precauciones necesarias para su salud. Cuando los adictos al trabajo se percatan de sus patrones insalubres, exhiben una seria "pérdida del control" y su inhabilidad para regular sus horarios y cambiar sus nocivos comportamientos.

A pesar de las potenciales consecuencias negativas hacia su persona y hacia otros, el individuo que padece de un síndrome de adicción al trabajo, continuara con sus patrones de conducta, verificando su incapacidad para controlarlos.

El Dr. James Fearing, especialista en el síndrome de la adicción al trabajo, ideo una lista personal para que las personas que tuvieran sospechas pudieran corroborar si efectivamente son adictos al trabajo.

La lista se compone de diez preguntas que deben ser respondidas lo más honestamente con uno mismo posible.

1. Que porcentaje de tiempo le dedica al trabajo, en relación al porcentaje que le dedica a su familia, amigos, etc.? Esta su carrera u horarios de trabajo causando problemas en su familia o vida social?
2. Se siente sin control o falto de voluntad en el momento de poner límites, de tener que volver a su hogar, o dejar de trabajar por un día?
3. Le resulta difícil disfrutar de las delicias de su labor, a pesar de su éxito económico o de ser respetado y admirado en trabajo?
4. Rompe promesas que se hizo a Ud. mismo, a su familia, a sus amigos, relacionadas con horarios de trabajo, viajes de negocio, u otras actividades laborales?
5. Tiene dificultades para delegar tareas?
6. Sus patrones de trabajo, han afectado su relación con sus amistades, o actividades sociales importantes, que anteriormente disfrutaba como las vacaciones, la pesca, deportes, ir a museos, la lectura?
7. Cuando esta de vacaciones, le es difícil relajarse y "desenchufarse" del trabajo, y por eso interrumpe o contamina su tiempo de vacaciones con su familia o amigos?
8. Se ha deteriorado su salud física debido a sus horarios de trabajo excesivo? Ha continuado manteniendo ese ritmo a pesar de las indicaciones de su médico, terapeuta, colega o jefe?
9. Se ha sorprendido a Ud. mismo por la facilidad con la que pierde el control y se enoja en estos días? La personas tienen que andar sigilosamente alrededor suyo debido a su volatilidad? Esto es un cambio de cómo solía ser? Cuando algo le molesta, evita esos sentimientos trabajando?
10. Ha intentado sin frutos reducir o parar de trabajar en exceso? Suele comprometerse a realizar tareas por demás, a trabajar horas extra, etc.? Es común que Ud. haga promesas de pasar más tiempo en su casa, con sus hijos, o yendo al gimnasio o a la cancha de golf, y no las ha cumplido?

Si respondió que sí a tres o más de estas diez preguntas, es muy probable que sufra de adicción al trabajo.

El mismo Dr. Fearing recomienda que si Ud. siente que puede llegar a tener un problema, haga un balance de su vida, con la ayuda de las personas que lo rodean y en quienes confía. Incluya a las personas en las que puede contar para que le digan la verdad sobre como la adicción al trabajo a afectado su vida y la de ellos. De suma importancia es el evaluar el impacto tanto en Ud. como en ellos.

Con respecto al tratamiento, es de suma importancia que sea un seguimiento tanto psicológico como físico. Por esta razón se aconseja que además de consultar a su médico de cabecera, haga una consulta psicológica o psiquiátrica.

Se recomiendo la terapia de grupo para este tipo de problema, ya que es por excelencia el tratamiento más efectivo para las adicciones en general.

No dude en llevar a cabo un tratamiento, ya que son simples y confidenciales, con lo cual no crearan problemas en el trabajo. Puede o mismo hacer una consulta a algún psicólogo, que puede ser elegido mismo de la lista de su obra social.

Si los hechos son evidentes, no los ignore, pues existe la posibilidad de que Ud. este padeciendo de un problema potencialmente serio para su integridad emocional, física y que puede llegar a poner en peligro sus relaciones significativas como pueden ser su pareja, sus hijos y amigos.

Referencias bibliográficas

* Belloch y Sandin(1995): "Manual de psicopatolgía". Vol. 2. Ed. Mc.Graw Hill.
* Kaplan, H.; Sadock, B.; Grebb, J. (1997): "Sinopsis de Psiquiatría". Baltimore, Maryland, William Wilkins; Argentina, Editorial Panamericana.
* DSM- IV (1995): "Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales". Madrid, Editorial Masson.


1