Más de la mitad de los españoles tienen un trastorno mental


Más de la mitad de los españoles tienen un trastorno mental

Más de la mitad de los españoles tienen un trastorno mental en su vida


Más de la mitad de los españoles padece algún trastorno mental a lo largo de su vida. La cifra, válida para los habitantes de países desarrollados, la da el Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología.



La mayoría, enfermedades leves, pero incluso entre los que las tienen graves, muy pocos acudirán al médico a los primeros síntomas, y de esos pocos, buena parte dirá tras la consulta: "Doctor, ¿me da un justificante? Y, por favor, ponga que he estado en el hospital, pero no en psiquiatría",
La anécdota cotidiana la refiere el doctor Celso Arango, jefe de la Unidad de Psiquiatría de Adolescentes del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, y coordinador de la primera Red de Investigación de Enfermedades Mentales española, presentada esta semana en Madrid.

Es el estigma del loco, que hace difícil admitir la enfermedad mental como lo que es, un desequilibrio orgánico, como cualquier enfermedad. Y este estigma sí tiene especial importancia en España, donde, según el doctor Arango, "los suicidios se siguen ocultando, y a quien acude al psiquiatra se le señala con el dedo".

En definitiva, falta mucho Woody Allen. Somos el contra ejemplo de Estados Unidos, en donde la moda es tener depresión y un adinerado que se precie tiene su psiquiatra o psicoanalista.

Aquí, no se tratan ni un 50% de las esquizofrenias y tampoco un 80% de los trastornos afectivos, de las depresiones y ansiedad.

En psicosis, el tiempo medio desde que alguien empieza a tener alucinaciones o a escuchar voces hasta que acude al médico es más de un año, pese a que su tratamiento mejoraría el pronóstico.

"Si uno está en clase diciendo que el profesor tiene antenas o que los compañeros le vigilan, ya no se quita el sambenito de loco nunca. Y si en el trabajo empieza a tener problemas e insulta a su jefe porque piensa que lo está envenenando, lo despiden. La intervención temprana, a los primeros síntomas, podría evitar esa deriva social".

"Y es que el ser humano -sigue el doctor Arango- tiene el derecho de enfermar y romperse un pie o tener un cáncer o deprimirse. No tenemos asimilado que la depresión no es falta de voluntad ni que el deprimido sea más vago que el resto. Es que el cerebro, como el hígado o el corazón, enferma. Y lo hace a través de sus mecanismos de expresión: los estados de ánimo, el pensamiento, la cognición, las alucinaciones".


MEDIO MILLON DE POTENCIALES SUICIDAS
El mayor riesgo de suicidio de un deprimido está justo al empezar la mejoría. Una persona muy deprimida no tiene ni voluntad ni ganas de suicidarse. En el momento en que mejora, sí, aunque sigue deprimido. Y si el deprimido no está en tratamiento en ese momento, el riesgo es muy alto. "Un 15% de los deprimidos se suicidan. Y un 10% de los pacientes con esquizofrenia y un 10% de los de trastorno bipolar", asegura el doctor Arango.

Es decir, salvo que un tratamiento a tiempo lo impida, medio millón de los españoles actuales, de los cinco que a lo largo de su vida tendrán depresión, están abocados al suicidio, con los porcentajes actuales.

El diagnóstico precoz es especialmente importante con los niños, pero los padres se resisten a admitir la enfermedad. "Hay niños, dice Arango, que tienen un problema durante años y hasta que no han pegado a la abuela o han intentado suicidarse o hecho algo muy gordo, no los traen".

Trastornos característicos, como la hiperactividad, son puertas abiertas a graves trastornos futuros. "La mitad de los niños con déficit de atención e hiperactividad no tratados va a tener uno de los trastornos de personalidad más grave, el antisocial. Lo cual es especialmente lamentable porque éste es de los trastornos que mejor se resuelven con el tratamiento", argumenta el psiquiatra.

Uno de los síntomas principales de trastornos infantiles es la irritabilidad. "En una depresión, el niño no dice que se quiere morir porque está muy triste. Estar irritable, contestar por todo, tener los nervios a flor de piel y estar a disgusto en cualquier situación, puede ser una depresión enmascarada".

Eso sí, con un niño no tiene sentido un tratamiento exclusivamente farmacológico, porque un niño es parte de una familia y si no se actúa con ella no se va a lograr nada.

Arango cree que no sólo el enfermo padece un estigma, también la profesión: "Se invierte muchísimo menos en investigación psiquiátrica que en otras patologías. Se hacen megacentros de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Párkinson, que son enfermedades importantísimas pero que afectan al uno por ciento".

"Mientras, en la lista de la Organización Mundial de la Salud, de las 20 enfermedades que más discapacidad produce, cuatro o cinco tienen que ver con trastornos mentales. La segunda es la depresión mayor; la 18, la esquizofrenia; y la 20 el trastorno bipolar. Y lo que se invierte en eso es poquísimo. En España, el 5% del gasto sanitario".

Eso es precisamente uno de los motivos de la red para la investigación psiquiátrica que se acaba de constituir, financiada por el Instituto de Salud Carlos III, y en la que se integran diecisiete grupos de investigación.

"Cada uno tenemos una visión sesgada de cuales son los factores de riesgo y cuales los mecanismos fisiopatológicos por los que se producen los trastornos mentales. Queremos integrar todo ese conocimiento de las bases neurológicas del trastorno psiquiátrico que se ha logrado en los últimos cuatro o cinco años".

Según Arango, los estudios neurobiológicos han mostrado que el cerebro es plástico y lo es ante cualquier agente externo, se llame droga o fármaco o se llame psicoterapia o experiencia. En pacientes con un trastorno obsesivo compulsivo, la psicoterapia ha inducido los mismos resultados que ciertos fármacos. Es la demostración de que a través de la palabra se producen cambios químicos en el cerebro.

"Al final somos química, pero una química diferente de la del resto de los animales, porque interactúa con el medio ambiente".

"Estudios con gemelos homozigotos, es decir exactamente con los mismos genes, que han vivido en las mismas familias pero uno de los cuales ha tenido un acontecimiento traumático, muestran cómo el que sufrió el trauma tiene un desarrollo patológico.

Todo eso es química, pero química modulada por el ambiente", concluye el doctor Arango.

Es facil estar de acuerdo con todo lo que dice Celso Arango que por cierto dirige unos de las pocas unidades de adolescentes que tenemos en nuestro pais,cuando serian necesarias muchas mas.Pero ya sabemos que los adolecentes son aun menos importante que adultos y niños...
En lo de la mitad de los españoles,quizas sea excesivo.Hasta donde se las estadisticas dicen que uno de cada cuatro españoles (o rumanos,o portugueses o ingleses,claro) padecera algun trastorno mental a lo largo de la vida.Ahi intervienen claro,conceptos socioculturales .Desde luego los mas frecuentes hoy dia son los trastornos afectivos (depresiones:distimias o cuadro mas graves como la depresion mayor,donde la idea de suicidio empieza a girar en la cabeza del paciente).
Lo de la hiperactividad es un tema serio que como dice este doctor,sin tratamiento puede oscilar a trastornos disociales (o antisociales de adulto) y consumo de drogas.Por suerte mo todos evolucionan asi.Pero hay que estar muy alerta.Por eso insistimos los psiquiatras infantiles tanto en la importancia del diagnostico y tratamiento.Una sociedad avanzada debia tener como PRIORIDAD una adecuada asistencia en salud mental infantojuvenil pues son la sociedad del mañana y todo el dinero invertido seria bueno por el propio interes de la sociedad.
Hoy vemos muchos adolescentes que se autolesionan,camabian de caracter violentamente,agreden a algun compañero,no van a clase,son desobedientes y agresivos con los padres,consumen drogas,tienen una sexualidad enormemente precoz....Muchas vece simplemente es un trastorno mental.Van de profesional en profesional,de profesores de apotyo en profesores de aopyo,se conocen todos los trabajadores sociales del mundo...pero ningun profesional de la salud mental los ha visto.Esperemos que todo cambie poco a poco.
#3: Re: Más de la mitad de los españoles tienen un trastorno men Autor: Calma, Ubicación: Sevilla MensajePublicado: Mar May 22, 2007 10:49 am



Un 25% de la población mundial sufrirá en algún momento de su vida un trastorno mental o un problema neurológico
Medicina

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Un porcentaje que equivale a 450 millones de personas. Aún así, en muchos países la partida destinada para salud mental es inferior al 1% de su presupuesto total de salud

Para concienciar a dirigentes, administraciones públicas, personal sanitario y, sobre todo a los ciudadanos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha celebrado, un año más, el Día Mundial de la Salud Mental. La OMS aboga por incrementar las campañas y los materiales informativos entre la población, para que se despejen las dudas, las ideas erróneas y los mitos que todavía hoy existen sobre la salud mental y sus trastornos y, desde el conocimiento, los ciudadanos reivindiquen nuevas políticas sociales y un sistema integrado de atención de la salud.

El lema de esta edición, ?Salud física y salud mental a lo largo de toda la vida?, quiere recordar la importante relación entre la salud física y mental, que favorece el bienestar en todas las etapas de la vida. Ya ha quedado demostrado, como recuerda la OMS, que descuidar la salud y el bienestar de cualquier segmento de la población, ya sean los niños, los adultos que trabajan o los ancianos, desencadena graves problemas humanos y sociales en todos los países.

Pero esta labor no está resultando nada fácil. Un ejemplo de lo olvidada que queda en algunas esferas la atención mental es la declaración de Objetivos del Milenio para el Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que no dedica ninguno de sus ocho puntos a las enfermedades mentales. "Los Objetivos del Milenio reflejan intereses puramente políticos, alejados de la realidad sanitaria. El problema de la salud mental todavía no ha calado entre los mandatarios, algo extraño teniendo en cuenta que los trastornos mentales representan el 13,4 por ciento de la carga socioeconómica creada por todas las enfermedades". Así lo ha manifestado José Manoel Bertolote, responsable de la Unidad de Salud Mental de la OMS, durante el análisis que ha hecho sobre Las brechas en la salud mental del mundo en CosmoCaixa de Madrid.

Esa opinión también la comparte José Giner Ubago, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), quien ha insistido en que la psiquiatría sigue siendo "la cenicienta de la sanidad pública. Los resultados psiquiátricos se observan a largo plazo. A priori no tienen el resplandor ni el brillo, por ejemplo, de un trasplante y, por lo tanto, no tienen tanto interés político".

Falta de recursos

Una parte del problema radica en la falta de recursos asistenciales que los gobiernos dedican a esta especialidad. Por ejemplo, en África el número de profesionales especializados en psiquiatría infanto-juvenil se cuenta con las manos. Y, aunque en los países ricos el número de psiquiatras sea superior a diez por cada 100.000 habitantes, los expertos reclaman para ofrecer una buena atención más unidades de día, y de larga estancia, y programas de prevención y de apoyo a las familias.

Giner ha cuestionado los recursos que reciben en España los enfermos mentales y sus allegados. "Hace 20 años se llevó a cabo la reforma psiquiátrica en nuestro país. En aquel momento, con sus pros y sus contras, fue pionera y muy positiva. Pero ahora hace falta una contrarreforma que parece que no llega. Desde entonces hasta hoy se han hecho cosas contadas".

Según los resultados del estudio sociológico realizado por la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), la Confederación Española de Agrupación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes) y Lilly para la campaña ?Toda una vida para mejorar?, el 71 por ciento de los ciudadanos y el 63 por ciento de los familiares de estos pacientes enfermos han manifestado que ante la próxima aprobación de la Ley de Autonomía Personal y Asistencia a las Personas con Dependencia y su ampliación a las personas con enfermedad mental lo más adecuado es que el Estado habilite una red de dispositivos y recursos estables para ellos, frente a la opción de que reciban una aportación económica permanente.

La esquizofrenia afecta a unos 25 millones de personas y entre un 10 y un 20 por ciento de la población mundial infantil tiene uno o más trastornos mentales.

El rechazo social

Algunos de los grandes lastres con los que todavía hoy, en pleno siglo XXI, tienen que cargar los enfermos mentales son la discriminación, la incomprensión y el estigma que encuentran entre grandes núcleos de la sociedad, a los que se les culpa de desconocimiento y falta de información.

En la encuesta de Toda una vida para mejorar, la mitad de los encuestados han afirmado que estos pacientes podrían integrarse en la sociedad, y el 90 por ciento cree que esa integración les ayudaría a mejorar su patología. De los familiares entrevistados, sólo a un 53,4 por ciento le pareció factible esta incorporación a la sociedad, lo que demuestra que, de las propias familias, un 46,6 por ciento valora la sociedad como "un elemento hostil" para la rehabilitación, según ha señalado Francisco Morata, presidente de Feafes.

Los problemas de salud mental afectan indistintamente a la población de los países desarrollados y en vías de desarrollo. "Lo único que cambia es la atención que reciben los afectados y, por lo tanto, las posibilidades que tienen de curarse y de salir de la enfermedad", ha afirmado Bertolote. La edad en la que se empiezan a desarrollar las patologías psiquiátricas son las mismas." Sin embargo, las de tipo degenerativo son más frecuentes en los países ricos, porque allí se vive más. Por el contrario, las Enfermedades mentales asociadas a factores ambientales negativos son propias de los países pobres", según Bertolote. Giner ha diagnosticado que la salud mental de los españoles "es similar a la del resto de los países occidentales, donde se vive un aumento de los cuadros de depresión y ansiedad".

En cuanto a los más pequeños, los datos manejados por María Jesús Mardomingo, jefa del Servicio de Psiquiatría Infatil del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, revelan un notable aumento de la demanda de consultas psiquiátricas en los últimos tres años: en torno al 20 por ciento en su centro hospitalario.

Fuente: AGN/ OMS
fuente:
http://www.aspathi.org