LA SOMATOPSICODINAMICA DE LA OBSESION


http://www.esternet.org/la_somatopsicodinamica_de_la_obsesion_navarro.htm

FEDERICO NAVARRO

REVISTA ENERGIA, CARACTER Y SOCIEDAD.

El síntoma obsesivo (del latín obsedere = asediar) se caracteriza por ser un autosedio que el individuo realiza a través de una dinámica de pensamiento masoquista, pudiendo traducirse o no en un comportamiento de este tipo, en una compulsión observable para el exterior. El pensamiento masoquista se caracteriza porque los contenidos son impuestos a la consciencia, pero, a diferencia de la situación psicótica, se reconocen como propios, aunque son vividos como intrusivos e invasivos. A menudo son multiformes y en general presentan una singular y específica prevalencia. Es el psiquismo de defensa lo que se hace obsesivo. El comportamiento en tales casos se caracteriza por una meticulosidad que tiende a un orden en sí mismo convirtiendo en ceremonia o ritual, sirviendo así para “controlar mágicamente” la idea obsesiva fundamental.

Las obsesiones pueden ser:

1) Simples.

2) Interrogativas.

3) Inhibidoras.

4) Impulsivas.

Janet las encuadra en la sintomatología de la psicastenia.

Desde el punto de vista clínico tenemos:

1) Obsesiones enmascaradas de dolor (Stekel).

2) Obsesiones somáticas, preocupaciones por el cuerpo o por órganos específicos, en los que se halla presente el sentido de culpa (ejemplo: la nariz, el sujeto vive aquí experiencias en términos de bloqueo nasal), pudiendo llegar a la dismorfofobia).

3) Obsesión traumática (histeria de Pascal),

4) Obsesión de prueba. El sujeto recita para volver al comportamiento exigido por el ambiente social (Reik. Ejemplo del vals).

La interpretación habitual de la obsesión es la de una defensa psicológica contra los impulsos agresivos o sexuales en relación al complejo edípico no resulto, que viene regredido a nivel sádico-anal, pero también a este nivel los impulsos son intolerables por lo que se transforman en formaciones reactivas (Freud 1923-1926).

La compulsión (del latín “compellere”) es un esfuerzo por comunicar, manteniendo “a distancia” al observador.

El mecanismo obsesivo se instala en sujetos represivos ansiosos. Desde la visión reichiana, se trata de una situación oral (nivel de la boca), asociada a un estado de angustia (nivel de diafragma), por lo cual deberemos saber de qué se defiende el sujeto, de qué tiene miedo.

La tonalidad emotiva de tales sujetos nos dice que hay una prevalencia funcional del cerebro límbico sobre los otros dos cerebros (reptiliano y córtex).

Si introducimos la obsesión en el discurso de la psicopatología funcional en relación a la dinámica separación - apego, podemos hipotetizar que el obsesivo está en una condición de ambivalencia; se trata de un oral que tiende a regredir (de hecho, en algunos casos el obsesivo camina hacia un delirio disociativo que junto a un miedo angustioso se convierte en fóbico), o bien de un oral que intenta alcanzar una posición pseudogenital histérica, viéndose impedido por un profundo sentido de culpa de origen edípico, con el consiguiente temor a la punición-castración.

Por ello podríamos decir que con esta psicopatología se pierde lúcidamente la vida.

A. Meyer habla precisamente de tensión obsesiva reanimativa: Se trata de una oralidad reprimida con un bloqueo ocular evidente, desconfianza (miedo lateralizado), y con fragmentación del espacio-tiempo (circularidad) que lleva a automatismos psicológicos cuando prevalece el cerebro reptiliano (R. Complex).

El obsesivo a través del síntoma es el dueño de su esclavitud, ya que obedece a una ley ideal de naturaleza esquizoide, que le obliga a la retención afectiva por el miedo al contacto, favoreciendo así la rigidez caracterial. De ahí que ritualicen la vida para buscar una estabilidad y poder acceder al espacio-tiempo, a través del pensamiento mágico (circularidad). En tales casos utilizan interrogatorios interminables, situaciones maníacas respecto a los presagios del más allá, escrupulosidad, arritmomanía, todo ello enclavado dentro de la coacción de repetición. Buscando de esta forma compensar su masoquismo (diafragma) con rasgos de omnipotencia narcisista (cuello). Consecuencia de un atroz sistema de castigo en el que la obsesión equivale a una reprimenda (generalmente vinculada a la situación infantil) como tentativa catártica hacia una idea no totalmente reprimida.

Todo esto explica por qué Lacan decía que: “el obsesivo vive como si ya estuviera muerto para así protegerse del miedo a la muerte”. El pensamiento del obsesivo, observa Ey, tiene una modalidad pulsatoria ligada a una temperamentalidad neurodistónica excesiva. Manifestaciones obsesivas como la cleptomanía o el exhibicionismo son polaridades comportamentales como desafío contra el super-yo y la acción de un super-yo es siempre reactiva. Una persona “sana” no necesita super-yo.

¿Es normal que tenga pensamientos repetitivos despuésde una experiencia traumática?



¿Es normal que tenga pensamientos repetitivos despuésde una experiencia traumática?

- Cuandos e vive una situación muy estresante, llorar, sentir un nudo en la garganta, vacío en el estómago, bloquearse o tener dolores de cabeza son las reacciones inmediatas más normales.

- Una vez que ha pasado la situación angustiante, es normal tener pensamientos repetitivos sobre lo sucedido. Algunas personas, incluso llegan a pensar que la vida se acaba o que no tiene sentido seguir viviendo.

-Cuando algo nos impacta mucho y nos produce emociones intensas, nuestro cerebro necesita pensar sobre ello para digerir lo sucedido. Por eso son frecuentes las obsesiones y las pesadillas.

- A veces, uno se puede encontrar incluso raro, como si no fuera el mismo. Hay que saber, que es necesario que pase un tiempo para poder aprender a manejar lo sucedido.

- Podemos sentir rabia, culpa o inseguridad, o simplemente preguntarnos porqué nos tenía que sucedernos ésto precisamente a nosotros.

- Algunas personas, se sienten nerviosas, tienen taquicardia, fatiga, pierden el apetito o se encuentran muy sensibles.


No hay que alarmarse, todos estos síntomas forman parte de una reacción normal de tu cuerpo que se ponen en marcha tras una situación en la que has vivido una amenaza vital intensa.

¿ Qué puedo hacer?

- A veces sólo hace falta tener un poco de paciencia y dejar que pase un poco de tiempo. La mayoría de las personas consiguen superar un suceso extresante e incluso se hacen más fuertes tras una vivencia difícil.

- A veces pensamos que la vida no merece la pena y es mejor morir o haber muerto. No hay que dejarse llevar por éstos pensamientos, ten paciencia y aguanta, si pudiste sobrevivir a aquello, podrás sobrevivir también a tí mismo y tus propios pensamientos.

- Es posible pasr una temporada en la que se bebe un poco más de alcohol o tomar fármacos de forma moderada para soportar la situación. No hay nada malo en ello, siempre que no se vuelva un habito o se trasforme en un consumo abusivo.

- Acepta tus pensamientos y tus emociones negativas, piensa que tu cerebro está trabajando a marchas forzadas para comprender lo que ha sucedido y sacar conclusiones.

- Es muy importante intentar estar acompañado, sobretodo por tu familia, tus amigos u otras personas que te puedan apoyar y comprender. A veces es muy enriquecedor compartir la experiencia con alguien que haya pasado por lo mismo, te puede dar muchas claves para superarlo.

- Si puedes, refúgiate en la rutina diaria y sigue trabajando, tendrá tu mente ocupada en otras cosas y te ayudará a comprender que la vida sigue su curso a pesar de todo.

- Disfruta de los pequeños momentos y de todos esos pequeños placeres que apenas valoramos en nuestro día a día ( el sol, una conversación, la musica, tener una casa donde vivir...). Piensa que a pesar de todo eres un afortunado, pues puedes seguir viviendo.

- Cuando pase un tiempo y si te encuentras con fuerzas, intenta ir al lugar donde sucedió el acontecimiento estresante. La primera vez que vuelvas allí, es importante que vayas acompañado por alguien que te quiera y te comprenda. Los lugares están llenos de las emociones que vivimos en ellos, pero esas emociones se pueden cambiar. No te dejes derrotar si el primer día te derrumbas en ese lugar, es normal que te vuelvas a sentir mal allí. Tendrás que volver más veces y comprobarás como las emociones negativas se apaciguan y se controlan con el tiempo. Si lo consigues, habrás superado tus miedos y serás mucho más fuerte que antes.


- Si todo lo anterior falla; NO TE RINDAS, QUIÉRETE, aún quedan miles de soluciones. Algunas de ellas pasan por aprender técnicas de relajación o consultar a un profesional. Piensa que ellos están acostumbrados a tratar con muchas personas con problemas como el tuyo y han visto cómo mucha gente como tú que ha superado problemas que parecían imposibles de solucionar.

Un cordial saludo desde psiquiatriaypsicologia.com

obsesiones


Las obsesiones:

¿Quién no ha tenido alguna vez ideas o preocupaciones que de forma repetitiva le asaltan sin que sepa alejarlas para vivir sin su pernicioso influjo?

No son pocos quienes dudan sistemáticamente si han cerrado bien la puerta, desconectado el gas, apagado la luz... y vuelven una y otra vez a confirmar que, efectivamente, sí lo habían hecho. Otras personas ritualizan su vida cotidiana con manías como contar las baldosas de las cocinas o los peldaños de las escaleras, no pisar las rayas del suelo, retener las matrículas de los coches, ocupar siempre el mismo asiento en las reuniones o comidas, portar un objeto inútil en el bolsillo... Pero esto no son sino manifestaciones casi anecdóticas de unas costumbres que pueden convertirse en un verdadero problema psicológico. Todos tenemos hábitos que, a pesar de que merezcan el calificactivo de manías, consideramos normales. Pero cuando estos pensamientos o manías hacen sufrir nos encontramos con los trastornos obsesivo compulsivos. Las obsesiones son pensamientos que se repiten de forma insistente a pesar de la voluntad del individuo, y que escapan a su control.

Si los pensamientos obsesivos se convierten en gestos de conducta casi automática, devienen en compulsiones, acciones o manías que la persona se ve forzada a ejecutar para sentirse bien o, al menos, tranquila. Es consciente de lo absurdas e irracionales que son, pero se siente incapaz de eludirlas. Cuando las compulsiones se asocian entre sí, formando una cadena, se convierten en rituales patológicos.

Catálogo de rituales obsesivos

Casi siempre están relacionados con:

  • La limpieza. Quienes los padecen tiene pavor a quedar contaminados con lo que tocan o rozan y se lavan repetidamente las manos. Incluso llegan a evitar dar la mano o cualquier contacto físico en los saludos. Una motita de polvo en un mueble les parece algo horrible.
  • El orden No soportan que alguna cosa se halle, siquiera temporalmente, fuera de su sitio. Incluso si ocupan su lugar debe ser en simetría o en conformidad con los ángulos de la mesa. Tampoco soportan que los demás no cumplan con esos cánones del orden compulsivo y las personas que conviven en la casa, sean adultos o no, habrán de cumplir estrictamente con las normas de orden y limpieza impuestas por el afectado por esta manía.
  • Comportamientos indecisos. Por ejemplo, comprueban una y otra vez cómo está la casa antes de cerrar la puerta. Y aun así, vuelven a entrar después de haber cerrado. Ante cualquier decisión, por nimia que sea, lo pensarán durante meses. Y, una vez adoptada, dudarán si fue acertada. Y reflexionarán incasablemente sobre si han hecho bien, o consultarán con otras fuentes.

Los pensamientos negativos

El pensamiento, en general, es un diálogo con nosotros mismos en el que terminamos haciendo afirmaciones sobre determinadas situaciones. Pueden ser positivos si nos hacen sentir bien y nos ayudan; o negativos, si nos originan emociones negativas o nos hacen sufrir. Serán racionales si se corresponden con lo que sucede objetivamente en la realidad, e irracionales si se alejan de lo que sucede.

Los pensamientos que causan más sufrimiento son los irracionales y negativos. Describamos algunos:

  • Pensamiento filtrante. Se toman los detalles negativos y se magnifican, sin filtrar los aspectos positivos de la situación.
  • Pensamiento polarizado. El maniqueismo: las cosas son blancas o negras. La persona ha de ser perfecta; si no, es un fracasado. No hay término medio.
  • Sobregeneralización del pensamiento. Se extrae una conclusión general de un simple incidente. Si ocurre algo malo en una ocasión, se esperará que ocurra una y otra vez.
  • Interpretación del pensamiento. Creemos saber qué sienten los demás y por qué se comportan como lo hacen. Nos vemos capaces de adivinar lo que sienten los demás acerca de nosotros.
  • Visión catastrofista. Se vaticina, se espera y se teme irracionalmente, el desastre. El individuo se entera de un problema y empieza a decirse «¿y si ocurre que...?», «¿y si me sucede a mí?»
  • Personalización. Creemos que todo lo que la gente hace o dice es una forma de reacción hacia nosotros. Y nos comparamos con los demás, intentando determinar quién es más elegante, quién es más brillante, quién tiene aspecto más saludable¿
  • Culpabilidad. Mantiene que los demás son responsables de su sufrimiento o adopta el punto de vista opuesto y se culpa a sí mismo de los problemas ajenos.

Cómo actuar ante los pensamientos irracionales negativos

  • Seamos conscientes de la influencia que tienen sobre nuestra conducta y emociones. Los pensamientos son esos monólogos que mantenemos con nosotros mismos interpretando la realidad que nos rodea y a nosotros mismos. Pero son sólo hipótesis a demostrar.
  • Identificar los pensamientos, determinar en qué medida son objetivas esas interpretaciones de la realidad, hasta qué punto son racionales. Y hasta qué punto son polizones que se han colado sin nuestro permiso y nos hacen sufrir sin razón. La alarma salta cuando nos producen emociones negativas como miedo, angustia o tristeza. Desenmascaremos entonces al polizón y examinémoslo sobre la racionalidad y la adecuación con la realidad.
  • Analizarlos, partiendo de que son sólo hipótesis a demostrar y que pensar algo no significa que sea cierto.

Cómo analizar si los pensamientos se ajustan a la realidad

  • Qué datos objetivos de la realidad apoyan e invalidan ese pensamiento.
  • Con qué argumentos se defendería ese pensamiento ante otra persona
  • Qué probabilidad existe de que suceda lo que se piensa.
  • Si lo tuviera otra persona, qué le diría yo para demostrarle que está en un error.
  • Es esa la única forma de interpretar la situación o existen otras .

Cómo analizar si influyen en los estados emocionales y en las conductas

  • ¿Me ayuda a conseguir mis objetivos?
  • ¿Me hace bien o me hace daño?
  • ¿Cómo influye en mi estado de ánimo?
  • ¿Cómo influye en mi conducta?

Cómo analizar qué ocurriría si lo que se piensa fuera cierto.

  • Incluso si lo que pienso es correcto ¿es realmente una catástrofe?
  • ¿Qué consecuencias reales tendría para mí si ocurriera?
  • Si es así, ¿está justificado que me descomponga tanto?
  • Si lo malo ocurre, ¿será para siempre? ¿O algo temporal?

Distinguir los pensamientos obsesivos

Todos tenemos manías, preocupaciones o pensamientos repetidos. Pero si la obsesión llega a dificultar o impedir las relaciones sociales, si la persona pierde libertad... nos hallamos ante un trastorno obsesivo compulsivo que puede requerir de la intervención de un especialista. Resultaría interminable enumerar las consecuencias que pueden acarrear los pensamientos irracionales en quienes los padecen y en quienes conviven con estas personas. El catálogo es muy amplio, desde los inconvenientes más triviales hasta los desenlaces más dramáticos. Y todo ello sólo por haber interpretado distorsionadamente la realidad. Ya en el siglo I, Epicteto, un filósofo estoico, afirmaba que «los hombres no se perturban por causa de las cosas, sino por la interpretación que hacen de ellas». En cualquier caso, lo interesante es saber cómo librarse de las obsesiones y hacer frente a estos pensamientos irracionales y distorsionados. Y, consecuentemente, cómo conseguir vencer a las conductas compulsivas.

La psicología científica, de la mano de autores como Ellis, Beck, Mahoney o Golfried, ha alumbrado la Reestructuración Cognitiva, una técnica psicológica cuyo objetivo es identificar, analizar y modificar las interpretaciones o pensamientos erróneos que las personas experimentan en determinadas situaciones o tienen acerca de otras personas.

http://meshed.blogcindario.com/2008/12/00090-quot-obsesion-idea-fija-que-domina-a-las-personas-quot.html

El Sufrimiento del Paciente con TOC y la ayuda desde la Hipnosis Terapéut


Generalmente la patología comienza en la adolescencia, pero hay innumerables casos en que puede el paciente recordar rituales o compulsiones que ya estaban instalados en la infancia (Alicia, paciente de 38 años recuerda juegos en los que claramente se pueden reconocer rituales obsesivos teniendo ella no más de 6 años. Carlos mientras tanto refiere los primeros pensamientos de contexto sexual y desde su pubertad pero más precisamente desde los 12, 13 años en los que si bien se identificaba claramente con su heterosexualidad, sus pensamientos estaban relacionados con el temor de ser homosexual. Mientras que Paola no logra discriminar sino hasta sus 16 años sus pensamientos obsesivos.

Paola cuando inicia conmigo el tratamiento ha pasado por muchos terapeutas, psiquiatras, y todo tipo de especialistas en el orden de las terapias alternativas, cuando alguien le orienta a que venga a verme. Cuando viene por primera vez a mi consultorio, durante el año 2006 tiene 146 rituales. Permanece en tratamiento hasta comienzos de 2009 con muy pocos rituales, pero habiendo aprendido a modificar su mecanismo de pensamiento, de modo que cuando un nuevo ritual “yo me doy cuenta Dra. (Nunca logró llamarme Licenciada o Cristina, a pesar de que tenía plena conciencia de que esa es mi Especialidad) que cuando un ritual deja de ser, al tiempo hay uno nuevo que quiere aparecer, entonces ahí hago los ejercicios y no vuelven.

Es decir Paola aprendió a manejar su ansiedad, y el mecanismo de su pensamiento, a tranquilizarse, los ejercicios para modificar y eliminar los rituales y fundamentalmente a darse cuenta que la llave maestra estaba en que si se apoyaba en la tranquilidad de saber que ese es un aprendizaje adquirido que está para utilizarlo, al querer alguno de los pensamientos TOC nuevamente colocarse en actividad, ella con la tranquilidad que había adquirido, con el conocimiento de manejo de ese aprendizaje adquirido no reaccionará con desesperación, con pena o con la sensación de que su pensamiento es una entidad que la maneja, sino todo lo contrario, ahora tiene pleno control y sabe que su pensamiento es manejado por ella, y de ese modo aplica cada vez en cada día de su vida los ejercicios de relajación, respiración, psicoimaginación, desensibilización, y muchos otros ejercicios que fue aprendiendo durante la terapia psicológica que le han permitido conectarse con su cuerpo, con su emoción, con las distintas actividades que desarrolla, con sus afectos, con sus sueños y deseos: porque al venir a tratamiento todo esto le estaba vedado, porque el mecanismo automático de sus pensamientos obsesivos, la automatización, obsesión y rituales que éstos exigían le ocupaban todas las horas del día y de su vida en completud. Realmente fue penoso para mí ver de qué modo todas sus horas, todos sus días, toda su vida joven y plena eran ocupadas “estaba literalmente tomada por su TOC”.

Porque lo que caracteriza a éste trastorno de ansiedad es que por el modo en que se manifiesta en la persona, tanto en sus pensamientos como en las compulsiones y rituales toda su vida es afectada tanto en su vida rutinaria, en su vida social, en su trabajo, en su estudio, en las interrelaciones etc. En mi experiencia clínica no he notado diferencias en cuanto a número en los diferentes géneros, porque he recibido y recibo tanto a hombres como a mujeres. Y como decía previamente se puede rastrear su nacimiento ya en la infancia, pero es en la adolescencia y juventud en que se manifiesta ya como un cuadro, como un trastorno.

Las obsesiones son pensamientos que sistemáticamente se manifiestan, y persisten sin que la persona pueda hacer nada para evitarlos, y es precisamente como modo de ponerle fin que aparecen los rituales, que vendrían a calmar la ansiedad y el sufrimiento que éstos pensamientos recurrentes al presentarse producen en la persona, ésta ansiedad se mitiga, se calma con el ritual; pero luego de éste aparece otra vez el pensamiento obsesivo, nuevamente el ritual y así en forma sistemática, e infinita.

Otro paciente Mauricio, quien abandonó el tratamiento lamentablemente, porque no pudo lograr aquello que siempre en la primera consulta les digo a todos quienes sufren de TOC y es que el único modo de vencer a su enfermedad es con el tratamiento, tan sistemático como son los síntomas de su enfermedad, tan persistente deberá ser en la asistencia y cumplimiento del tratamiento como de hacer toda la ejercitación que aprende en el consultorio pero que luego deberá repetir en su casa, en todo momento posible, porque es el único modo de derrotar a su enfermedad; ya que ésta ha ido tomando su vida, sus proyectos, sus anhelos y aspiraciones, su manifestación afectiva y familiar de modo que generalmente, no en todos los casos hasta se han privado de tener una vida propia, de formar su familia, de ocupar los distintos roles que nos exige la vida para vivirla en forma plena. Porque el mundo que le permite vivir su TOC es un mundo privado e íntimo que les aleja, les aparta, les inhibe y les lleva a vivir una vida que generalmente ni siquiera los más íntimos saben, pero que al no contar, al no hacer partícipe de su sufrimiento a sus allegados, éstos incluso tienen una idea distorsionada e incomprensiva del modo en que ven se manifiesta en su vida, o más exactamente no se manifiesta, sino que como es tal su sufrimiento y es tal la energía que debe poner en cada uno de sus actos obligados como por ejemplo su actividad laboral, entonces va disminuyendo también los mismos a la mínima expresión, porque al realizar esa tal o cual tarea obligatoria está también luchando con sus pensamientos, obsesiones y rituales para que éstos le permitan realizarla, y es tal la energía que pone en el intento frustrado, que esto le lleva a sólo realizar aquello que de ninguna manera puede evitar, tal como es el trabajo.

De modo que como dije previamente en esa primera entrevista cuando ingresan al tratamiento les muestro porqué deben persistir en la psicoterapia si quieren tener y vivir una vida propia y plena; y uno de los primeros pasos es tomar conciencia de lo que es su vida en ese momento, pues generalmente están imbuidos y absorbidos en el sufrimiento concreto que la lucha intestina sobre su mecanismo de pensamiento y la posibilidad imposible de evitarlo le lleva. El paciente debe aprender que en un momento del tratamiento, de la terapia psicológica se producirán en él los mecanismos de resistencia al mismo, manifestándose en ese momento como estados de ansiedad, de evitación, en donde se sentirá sumamente ansioso, frustrado, donde se permitirá exigir los cambios ya, donde habrá olvidado su estado previo al del momento del tratamiento, pues al haber ido avanzando y mejorando éste recuerdo ya por ventura no estará y es en ese preciso instante que necesitará de su voluntad para persistir en el tratamiento, y seguir avanzando hacia el éxito total del mismo.

Esa es mi intención al mostrarle un plano de lo que es su vida en el presente, de las limitaciones, de los modos en que no se está proyectando por ejemplo a una vida plena, sino que su patología se lo impide, hace que tome contacto con sus limitaciones, con sus imposibilidades, pero también con aquello que en éste presente no se proyecta, pero que si derrota a la enfermedad podrá lograr pues hasta ahora no le ha sido posible la simple aceptación de que otra vida, otro proyecto de vida y existencia es posible.

Aprendiendo esto, en segundo lugar se permite también la exigencia de la lucha, que aunque es larga, si persiste sabe aquí, en ésta primera entrevista porque yo se lo hago conocer, que el tratamiento es posible, la mejora en su calidad de vida es posible, y también es posible que así como se exigía diariamente e inútilmente el derrotar a los mecanismos del TOC, ahora comienza un camino acompañado por su terapeuta, que la luz al final del túnel puede verla, pero que es posible sólo con una autoexigencia que en un primer momento deberá ser necesaria y es cuando la ansiedad le juegue la mala pasada de exigirle los resultados ya, y es en ese momento en que deberá aceptar que el tiempo es necesario y es el único que posibilita dentro del proceso terapéutico el cambio, la modificación y por ende la mejora en primer momento y luego la cura.

Si persiste en el tratamiento, si hace el tiempo suficiente la psicoterapia, esto será posible.

Con mis años de experiencia clínica con la aplicación dentro de la terapia psicológica de la Hipnosis Terapéutica, ya he formado mi propio método de trabajo. Mi método de trabajo me permite saber que para el tratamiento y la cura del TOC hacen falta distintas técnicas. Yo tomo generalmente de la metodología cognitivo. Conductual la desensibilización sistemática, la exposición, distintos ejercicios de psicoimaginación que toman también éstas técnicas y otras técnicas y ejercicios que me hacen posicionarme en una ejercitación ecléctica y heurística de la profesión, pues los he ido creando durante mi experiencia clínica porque compruebo que resultan.

La Hipnosis Terapéutica no es un efecto sugestivo, tampoco es que la persona se duerme pues durante la sesión de hipnosis el paciente alcanza una concentración enfocada o una supra concentración, teniendo total contacto con cada uno de los sentidos y de las emociones, así como de la memoria; pudiendo acudir a cada uno de éstos en el momento deseado durante la sesión.

Durante la sesión de hipnosis y producto de ésta técnica es que el terapeuta guía al paciente para que éste se valga de otras técnicas que son las que aportan las metodologías terapéuticas de las que el terapeuta echa mano y al haber alcanzado el estado hipnótico hace posible la modificación que se busca para que el paciente logre así ir modificando la patología que es lo que ha hecho que esté en tratamiento en éste momento.

Porque producto del estado que se alcanza luego de una relajación profunda, aplicada la técnica de la hipnosis, esto permite al paciente adquirir un conocimiento, un aprendizaje, un cambio de conducta, la modificación de un mecanismo de pensamiento, todos éstos resultados que de no estar en el estado que permite la hipnosis sería mucho más largo aún el proceso de la psicoterapia.

El paciente una vez que ha alcanzado el estado de hipnosis, va a poder con el uso de la psicoimaginación lograr fácilmente el estado de disociación que le permitirá situarse como observador y observado: ésta es la llave maestra que le va a permitir con la guía eficiente y muy entrenada del psicoterapeuta hipnólogo clínico ir haciendo los cambios necesarios para así ganarle en tiempos relativamente cortos en salud a la enfermedad.

El paciente debe saber que el camino de la psicoterapia es un camino lento, lleno de obstáculos, sinsabores, y también mesetas que lo conducirán a un resultado exitoso que le va a permitir vivir una vida plena, con los logros que en otro momento de su vida, antes y con el pleno condicionamiento que le producían los síntomas del TOC no le era ni tan siquiera posible de avizorar lo que conseguiría en su vida.

Pero es un camino que únicamente él/ella pueden transitar con el acompañamiento y guía del profesional psicoterapeuta.
http://www.centrocompartir.org/modules.php?name=News&file=print&sid=231

Sólo por hoy:

imagen.http://www.fonditos.com

Sólo por hoy:


1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.

2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mi mismo.

3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en este también.

4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.

5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.

6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos procuraré que nadie se entere.

8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.

9. Sólo por hoy creeré firmemente aunque las circunstancias demuestren lo contrario- que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.

10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

Juan XXIII