¿Es normal que mi hijo pequeño esté obsesionado con ordenar y organizar objetos?



Escrito para BabyCenter en Español

Penelope Leach


Aunque la obsesión de tu hijo por apilar, agrupar y clasificar objetos te parezca rara, es un comportamiento perfectamente normal para un niño entre 1 y 3 años. En realidad, notar las diferencias y similitudes que hay entre varios objetos y agrupar los que se parecen, es una de las tareas cognitivas más importantes que desempeña un niño pequeño. Es verdad que este constante agrupar, ordenar y clasificar puede parecerte un tic nervioso, pero ten en cuenta que tu hijo debe hacer este trabajo con sus manos para poder hacerlo después solamente con su mente.

Si observas a tu hijo con cuidado, con placer en lugar de con ansiedad, quizás notarás que separa cuidadosamente sus juguetes blandos de sus muñecas, y que los pone en filas muy ordenaditas, y quizás incluso lo verás dividirlos en categorías más pequeñas (las muñecas bebé en una fila y las Barbies en otra, por ejemplo). Si tienes suerte, quizás incluso lo verás plantearse dilemas más complejos, como si la manzana debe ir con la pelota (porque las dos son redondas) o con la galleta (porque las dos se pueden comer).

El trastorno obsesivo-compulsivo, por otra parte, es debilitante en lugar de constructivo. Un niño que padece obsesión compulsiva, en lugar de usar la organización para entender mejor su mundo, usa su obsesión para mantenerse alejado del mundo, y de la ansiedad y temor extremos que el mundo le causa. Quizás se quede en el baño durante horas lavándose las manos hasta que se le pelan, o no sea capaz de salir de casa sin completar una serie de complejos rituales. Estas obsesiones y compulsiones tienden a hacer más difíciles la interacción social, las actividades normales, y están acompañadas a menudo de problemas de insomnio, depresión, y hábitos alimenticios extraños.

Además, quédate tranquila, porque la obsesión compulsiva es muy rara en los niños pequeños. El comportamiento de tu hijo no es obsesión compulsiva, sino una señal de un adelanto cognitivo normal y muy saludable.


http://www.babycenter.es/toddler/comportamiento/es-normal-sea-organizado-expert/

La estimulación del cerebro mejora los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo


http://medciclopedia.com/psiquiatria/1497/la-estimulacion-del-cerebro-mejora-los-sintomas-del-trastorno-obsesivo-compulsivo/

Un procedimiento en el cerebro que ha sido utilizado para tratar pacientes con Enfermedad de Parkinson desde hace más de 20 años también muestra mejoría para pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo severo (TOC).

Para evaluar la utilidad de la estimulación profunda del cerebro en el tratamiento del TOC, los investigadores seleccionaron 16 pacientes con TOC severo y los trataron con el procedimiento. Después de tres meses de estimulación activa, en siete de diez pacientes desapareció el 25% de los síntomas medidos de acuerdo a la escala de Yale-Brown. Además, seis de 10 pacientes alcanzaron funcionalidad satisfactoria, con solo una ligera molestia por la enfermedad.

En la estimulación profunda cerebral, dos electrodos son implantados en el cerebro y conectados a un simulador implantado debajo de la piel. El simulador lleva corriente eléctrica que regula las señales anormales enviadas por el cerebro, actuando como un marcapasos para el mismo.

La estimulación profunda cerebral solo ha sido propuesta como terapia para pacientes con TOC severo que no responden al tratamiento normal. Un tercio de los pacientes con TOC se encuentran en esta categoría. Las ventajas del procedimiento incluyen el hecho de que es reversible y permite ajuste preciso de la cantidad de estimulación.

El drama de las embarazadas cuando son víctima de las obsesiones


El drama de las embarazadas cuando son víctima de las obsesiones


Pensamientos catastróficos y rituales sin sentido, son algunos de los síntomas que pueden evidenciar las futuras madres cuando padecen esta enfermedad, además de enfrentar el cuestionamiento de ingerir o no el medicamento, debido a sus posibles efectos en el bebé.

Sandra tiene casi cinco meses de gestación y nos confiesa lo difícil que ha sido sobrellevar su embarazo debido a que hace varios años padece el Síndrome Obsesivo Compulsivo (TOC), enfermedad que produce que se vea invadida por pensamientos o imágenes que no desea (obsesiones), y que repitan ciertos comportamientos (compulsiones) una y otra vez.

Relatándonos que el tiempo que estuvo medicada sus miedos y angustia se disiparon, pero por la gestación de su bebé dejó de golpe los fármacos, desarrollando así nuevamente los síntomas: “Al comienzo me sentí bien, pero en el transcurso de los meses las ideas sobre enfermedades y catástrofes varias se han apoderado de mi. Además, me di cuenta que estaba realizando rituales, mirando diez veces si apagué o no la cocina”, declara.

Claramente esta situación la ha tenido bastante inquieta, porque además señala que está imposibilitada de tomar medicamentos para sus obsesiones: “Por mi hijo me voy a mantener sin las pastillas, pero si el miedo me gana tendré que hablarlo con mi médico. Hasta ahora lo he podido manejar, así que sólo deseo que la angustia no vaya en aumento”, concluye.

Consultado sobre esta problemática el Médico Psiquiatra y Director de la Asociación Chilena para el Estudio de los Trastornos Obsesivo Compulsivos (www.atoc.cl), Roberto Amon, nos señaló que es muy importante planificar el embarazo, para evaluar los riesgos a los que se verá expuesto el feto con la medicación que se está usando, así como los riesgos para la madre con la suspensión del mismo.

“Muchos especialistas en TOC sugieren reforzar la psicoterapia cognitiva conductual durante el embarazo, y utilizar los medicamentos más inocuos posibles en caso necesario. Porque la administración de fármacos, dependerá de la adecuada consideración del caso particular y los riesgos asociados. Y por cierto se deberán usar aquellos que hayan demostrado mayor seguridad para madre e hijo”, declara.

Confirmando de esta manera, que efectivamente el uso de pastillas podrían generar en el recién nacido algunos síntomas: “Se ha descrito un cuadro que se llama síndrome conductual neonatal asociado al uso de antiobsesivos cuando la madre recibe estos fármacos durante el tercer trimestre del embarazo, e incluye síntomas como irritabilidad, nerviosismo, insomnio, además de otros motores, respiratorios y gastrointestinales”.

Aunque afirma el especialista que se trata de manifestaciones leves y que no duran más allá de dos semanas, y son manejados sin mayores problemas por los pediatras neonatólogos: “En relación a la lactancia, la mayoría de los antiobsesivos de la familia de los inhibidores de la recaptura de la serotonina como la sertralina y el escitalopram se pueden seguir utilizando sin mayores problemas”, señala.

Gánale al miedo

Por todo lo descrito queda manifiesto lo complejo que resulta sobrellevar el Síndrome Obsesivo Compulsivo, aconsejando el especialista mantener de parte de la paciente una estrecha comunicación con su médico tratante.

“Si el psiquiatra y la embarazada deciden que hay que suspender la medicación, esto se debe hacer anticipadamente y gradualmente para evitar lo que se conoce como síndrome de retirada al suspenderse la medicación de forma brusca, y que incluye síntomas como mareos, dolor de cabeza, sensaciones de corriente eléctrica, y ansiedad”.

De igual modo aconseja a la pareja a trabajar junto con la embarazada para poder contenerla en sus temores: “Lo ideal es que la familia conozca bien en que consiste el TOC, esto les permitirá no favorecer los rituales compulsivos de ella, que lo único que logran es cronificar el problema”.

Junto con recomendar terapias alternativas que complementan más que reemplazan la medicación y la psicoterapia, como las actividades físicas y distractivas gratificantes, además de aprender técnicas de relajación, como control de la respiración, meditación o visualizaciones positivas, las que a la larga le demostrarán que las obsesiones son sólo una mala broma de su cabeza, y que nada tienen que ver con la realidad.

Por Verónica Lavado



Derechos Reservados Terra Networks Chile S.A


TOC: los IRSS en el embarazo y la lactancia

TOC: los IRSS en el embarazo y la lactancia
Material extractado del 15º Congreso Internacional de Psiquiatría –AAP 2008-, 29 y 30 de septiembre y 1 de octubre del 2008
Dr. Mario Carignani

Los trastornos de ansiedad están presentes en un 30% de la población y se observan en el doble de mujeres que en varones.

Los trastornos que más se ven durante la etapa de embarazo y lactancia son: trastornos de pánico, TAG, TEPT, agorafobia y fobias específicas.

El trastorno por pánico es un cuadro que puede presentar una leve relativa mejoría durante el embarazo, pero la paciente puede presentar recaídas al suspender la medicación y hay una mayor probabilidad de exacerbación del trastorno durante el postparto o la lactancia.

El diagnóstico del TAG no es tan claro durante el embarazo, sino que lo que se observa es una sintomatología ansiosa subsindrómica sin llegar a constituirse en un trastorno de ansiedad puro, que sería como un predictor de un posible episodio depresivo en el postparto.

Hay un estudio que establece que el TEPT es el tercer trastorno psiquiátrico de las mujeres con escasos recursos económicos y presenta mayormente comorbilidad con depresión y con TAG.

Y con respecto al TOC, frecuentemente se inicia durante el embarazo y se agrava durante el postparto.

En un informe del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología se destaca la importancia de los cuadros psiquiátricos, como el trastorno bipolar como del trastorno de ansiedad durante el embarazo y su impacto tanto en la madre como en el niño.

Por ejemplo, ellos destacan que cuando hay un trastorno de ansiedad en la madre se produce un incremento del uso del fórceps, labores prolongadas, distrés fetal, nacimiento pre-término y los neonatos presentan algunas alteraciones en el desarrollo.

Las situaciones clínicas que se pueden presentar son que la paciente tenga el trastorno previo al embarazo y que debute con el trastorno durante el embarazo y la lactancia. Durante el embarazo es fundamental en estas pacientes instaurar un tratamiento multidisciplinario entre psiquiatra, ginecólogo y pediatra.

También es muy importante que el consentimiento del tratamiento pautado por ambos miembros de la pareja, luego de darles la mayor información posible y tratando de mantener una buena relación médico-paciente, porque son pacientes muy demandantes, con un control muy frecuente.

En cuando al tratamiento, se debe comenzar con terapia cognitiva, que es con lo que nosotros estamos intentando experimentar. Cuando se requiere medicación, lo que se sugiere es utilizar un solo fármaco y en la dosis máxima posible.

Además hay que tratar de que los fármacos sean con pocos metabolitos, alta unión a proteínas (porque disminuyen el pasaje placentario y la difusión a la leche materna) y poca interacción con otros fármacos.

TODOS LOS ANTIDEPRESIVOS PRESENTAN RIESGO DE SÍNDROME TÓXICO O DE ABSTINENCIA EN EL NEONATO.

Si bien aún está en discusión, hay que evitar el uso de paroxetina en pacientes que planean un embarazo o en embarazadas, por posible aumento de riesgo de malformaciones cardíacas.

Las benzodiazepinas aumentan el riesgo de paladar hendido en un 0.1% durante el primer trimestre del embarazo y en el último período de gestación, de síndrome de floppy baby.

Durante la lactancia hay dos pacientes a considerar, porque lo que tome la madre va a influir en el niño sí o sí.

Los antidepresivos que más se han estudiado durante la lactancia son los tricíclicos y se ha visto que presentan niveles mínimos en la leche materna y son los más seguros a utilizar en la actualidad.

En cuanto a los IRSS, la sertralina, la fluvosamina y la paroxetina son los que menor con concentración en leche materna presentan.

El escilatopram y el citalopram, en cambio, son los que presentan mayor concentración en leche materna y se asocian a casos de somnolencia neonatal.

Y la fluoxetina es la que más alta concentración presenta en leche materna y los metabolitos de vida media más largos.

Cuantitativamente, la exposición a medicación es considerablemente más baja durante la lactancia que la misma exposición transplacentaria a esos mismos IRSS, durante la gestación. Es decir, es más seguro usar IRSS durante la lactancia que durante la gestación.

En el TOC se debe evitar la combinación de clomipramina y citalopram, por el síndrome serotoninérgico.

Si la madre toma un IRSS durante el embarazo, lo que se sugiere es continuar con el mismo durante la lactancia.

De acuerdo a un estudio de la Sociedad Americana de Ginecología y Obstetricia sobre la concentración de IRSS en madres y en lactante, se vio que la paroxetina, la fluroxamina y la sertralina son los que menores concentraciones tienen.

El bupropión también está incluido dentro de los de menor concentración, pero en general no se utiliza en trastornos de ansiedad.

Nosotros hemos llegado al consenso de:

- Tratar de no suspender la lactancia en lo posible, porque es lo que aferra a la madre con su hijo y es muy importante para el desarrollo de éste

- Hacer un seguimiento cercano de la pacientes (con consultas prácticamente semanales), porque es un cuadro que demanda mucha atención

- Recomendar un manejo multidisciplinario

- Mantener a la paciente y a su pareja, o a un familiar directo, bien informados y con pautas claras.

Los niños que toman antipsicóticos ganan una media de ocho kilos de peso

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/10/27/psiquiatriainfantil/1256671339.html
RIESGOS CARDIOVASCULARES

  • Un estudio con cuatro de estos fármacos revela efectos secundarios cardiometabólicos
  • En los últimos 10 años su consumo en menores se ha multiplicado por seis
  • Los expertos piden que se haga un uso juicioso de estos productos
(Ilustración: El Mundo)

(Ilustración: El Mundo)


PATRICIA MATEY

MADRID.- La sospecha de que los antipsicóticos de segunda generación (los más modernos conocidos también como atípicos), tienen más efectos secundarios en los niños y en los adolescentes que en los adultos se arrastra desde hace unos años. Ha sido ahora cuando un nuevo estudio ha puesto en negro sobre blanco la cruda realidad: elevan en cerca de un 7% el peso corporal, además de alterar los niveles de colesterol y triglicéridos. En definitiva, aumentan el riesgo cardiovascular.

En los últimos 10 años el consumo de estos fármacos en la población infantil se ha multiplicado por seis dentro de nuestras fronteras. Pese a este aumento, España mantiene tasas de prescripción de psicofármacos que están muy lejos de las que se registran en otros países como EEUU.

Pocos científicos, por no decir ninguno, dudan de la eficacia de los antipsicóticos de segunda generación a la hora de mejorar los síntomas, la evolución y prevenir las complicaciones o secuelas de las psicosis, el trastorno bipolar, las alteraciones severas del comportamiento asociados al autismo y otros trastornos del desarrollo, la hiperactividad, la agresividad o los tics de los más pequeños.

Pero "trabajos previos ya habían indicado la posible mayor sensibilidad de los niños y los adolescentes a sus efectos secundarios. Sin embargo, los datos no se consideraron definitivos porque podrían estar alterados si los participantes habían estado expuestos previamente a los fármacos clásicos", comenta Juanjo Carballo, psiquiatra infantil y de la adolescencia de la Fundación Hospital Jiménez Díaz de Madrid.

Este obstáculo acaba de ser superado por Christoph Correll, del Hospital Zucker Hillside en Nueva York [la división de Psiquiatría del Long Island Jewish Medical Center ], y su equipo que han llevado a cabo una investigación con 272 pacientes pediátricos de entre cuatro y 19 años que no habían recibido medicación antipsicótica previa. Todos ellos iniciaron un tratamiento con un antipsicótico atípico (olanzapina, quetiapina, risperidona y aripiprazol) o llevaban ya una semana o menos de consumo de estos productos. El grupo control se formó con 15 de estos participantes que rehusaron participar o que suspendieron el tratamiento.

Con solo 12 semanas de terapia

A los tres meses de terapia, y tal como publica el 'Journal of American Medical Association' (JAMA), todos los menores fueron sometidos a una serie de pruebas, como medición de peso y control de lípidos. Los datos revelan que aquéllos que habían consumido olanzapina habían ganado 8 kilos; los que tomaron quetiapina, 6,7; los que siguieron el tratamiento con risperidona, 5,3 y, finalmente, añadieron 4 kg a su peso los que ingirieron aripiprazol. Este aumento fue nulo en el grupo control.

Y no sólo. También se produjeron cambios metabólicos, es decir hubo alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos . "Los más significativos en ambos perfiles se produjeron con el uso de olanzapina y quetiapina, mientras que con risperidona aumentaron de forma importante los de triglicéridos. Por el contrario, aripiprazol no modificó las cifras", destaca el estudio.

Ante estos resultados, "obviamente se recomienda un uso juicio de este tipo de fármacos, una frecuente monitorización de los pacientes y el manejo de los efectos secundarios que pudieran observarse a lo largo del tratamiento, lo que incluye chequeos cardiometabólicos bianuales tras los tres primeros meses de terapia", apunta el doctor Carballo.

Prescripciones sensatas

Los autores defienden que los especialistas hagan "un balance de los beneficios y riesgos cardiológicos de los antipsicóticos de segunda generación en los enfermos mentales y que sigan cuidadosamente las recomendaciones para la prescripción de estos productos, teniendo en consideración otras alternativas con menos riesgos".

En este sentido, Christopher Varley y Jon McClellan, ambos del Hospital Infantil de Seattle en Washington, recuerdan en un editorial que acompaña al trabajo que "la investigación se produce de una forma oportuna y a tiempo". Defienden que "estos medicamentos pueden salvar la vida de los menores con enfermedades psiquiátricas severas, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o la agresividad asociada al autismo. No obstante, dado el aumento de peso y la elevación del riesgo de problemas cardiovasculares y metabólicos a largo plazo, su uso extendido y cada vez más elevado en niños y adolescentes se debería reconsiderar".

Insisten también en que "buena parte del soporte científico que han recibido estos productos proviene de estudios financiados por la industria farmacéutica. Investigaciones recientes del Congreso así como de distintos medios de comunicación han sacado a la luz algunas de las estrategias de las compañías para influir en las prescripciones. Los tratamientos médicos tienen que dictarse por datos empíricos y no por anécdotas, presunciones o estrategias de márketing. Es fundamental que se lleven a cabo estudios a gran escala con fondos independientes que establezcan la seguridad y los beneficios de estos fármacos a largo plazo en la población infanto-juvenil".

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO Y VERGUENZA


http://www.dracaroline.com/

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO Y VERGUENZA



DraCaroline, tengo que decirle algo que me tiene atrapada desde hace muchos años, todos los días tengo que cambiar las sábanas de mi cama, mi familia me dice que una vez por semana es lo normal cambiarlas, pero yo tengo que cambiar sábanas y fundas todos los días para poder dormir (solo en mi cama). Eso al parecer no esta mal, pero la verdad la ropa sucia se va acumulando y practicamente se lava porque junto mucha sábana al segundo o tercer día. Es como un ritual me levanto por la mañana las cambio y pongo unas limpias y ya está pero mi familia les parece que eso es exagerado, ya que lo hago todos los días. y practicamente no puedo dormir o acostarme si las sábanas no están limpias. Además de eso no dejo que mis hijas se suban a mi cama ni ellas ni nadie a ver la televisión conmigo, no me gusta que se acuesten porque pienso que me están pasando microbios o que están sucias o que me van a pasar algo o pienso que se van a meter las pulgas de mis perros en mis almohadas y cama y eso me da mucha ansiedad. Quisiera decirle que eso me molesta..me gusta la limpieza pero de mi cama es como un ritual y sé que no está bien. Ya que veo que mis hijas comparten sus camas con sus amistades se ponen a pintar ahí, ver televisión, platicar y no pasa nada. Pero yo soy algo exagerado y eso no me gusta.
Antes no podía abrazar a mis hijas cuando estaban chicas llegaban todas sudadas o sucias de la escuela y no quería ni abrazarlas porque me daba mucha ansiedad los gérmenes. Perdí muchos años de su infancia sin poderlas tocar debido a que pensaba que me iban a pasar gérmenes...Ayúdeme por favor...ya estoy en terapia...pero veo que no es suficiente...ayúdeme...hace años mi esposo se fue de la casa porque se sentía harto de mi actitud..no me gustaba que se subiera a mi cama, dejaba que durmiera en otro cuarto con solo que no me ensuciara mi cama..ayudeme!!




Respuesta: Miren amigos y amigas las personas que han sido diagnosticadas con TOC por lo general guardan en secreto y con mucha pena sus pensamientos obsesivos y sus comportamientos compulsivos. No le dicen a nadie porque imagínense que van a pensar de ellos. PERO TODO MUNDO SE DA CUENTA CLARO. A diferencia de muchas enfermedades mentales, las personas con COD se dan cuenta, por lo menos muchas veces, de su comportamiento y pensamientos inapropiados. Sin embargo lo que no saben es que existe tratamiento para su condición clínica. Tienen mucho miedo de que alguien los desprecie o se burle de ellos.

Hay gente que puede pasar décadas hasta que un buen día se les ocurre pedir ayuda. Mientras tanto todos esos hábitos negativos y rituales se convierten en su rutina diaria. El promedio que toma enraizarse esos hábitos en la persona y buscar ayuda es de 7 y medio años!!!

Por la vergënza la gente no busca ayuda profesional. A veces el que primero detecta este problema es el médico de cabecera que fue a verlos a casa por otras razones. La familia es la que sufre al ver la constante compulsión de lavarse las manos, contar o checar puertas, ventanas, estufa, etc.

Muchos profesionales como los dermátologos se dan cuenta por el excesivo lavado de las manos de los pacientes sus manos presentan una excesiva eczema. Las que van a los cirujanos plásticos por su constante preocupación por deformidades, quieren cambiarse casi todo a cada rato. Los odontólogos por las lesiones en las encías causadas por el constante lavado de dientes. Estos profesionales de una vez los refieren al psicólogo y psiquiatra.

Las persoans con TOC sufren frecuentemente de depresión. Aproximadamente un tercio ya padecen depresión cuando buscan ayuda. Cerca de 2/3 de las personas con TOC una vez en su vida han padecido una depresión mayor.

Antes se pensaba que era una enfermedad psiquiatrica que no se podía tratar. Ahora desde hace unos 15 años ha habido un avance increíble para tratar este trastorno con muchísimos buenos resultados.

Les seguiré hablando de lo que pueden hacer para recuperarse de este trastorno. Tenga Fé que claro que se pueden recuperar. Sean pacientes pero muy pacientes, no se separen de Dios, y tengan la fuerza suficiente para decir NO!!!!! BASTA!!!! QUIERO VIVIR!!!! MIS HIJOS MERECEN SER AMADOS!!! YO MEREZCO SER FELIZ!!!

Sigan enviando sus consultas a dracaroline@dracaroline.com que con cariño y respeto orientaré.

Su amiga del alma
DraCaroline

http://www.dracaroline.com/2009/08/trastorno-obsesivo-compulsivo-y.html

Trastorno Obsesivo Compulsivo Postparto


Trastorno Obsesivo Compulsivo Postparto

Uno de los trastornos conductuales postparto menos reportados y menos diagnosticados es el trastorno obsesivo-compulsivo postparto (TOCP), el cual puede llegar a convertirse en una condición médica extremadamente angustiante para muchas mujeres. A pesar de que los expertos no están completamente seguros del número exacto de mujeres que se encuentran afectadas por este trastorno; se estima que entre un dos y un tres por ciento de mamás primerizas o recientes padecerán TOCP.

¿Qué es el TOCP?
Las personas afectadas por trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) carcomen su mente con pensamientos particulares, con impulsos o con ciertas imágenes. Estos pensamientos o impulsos -por lo general- llevan a estas personas a pasar por un estado de gran ansiedad, a disgustarse con suma frecuencia y a sentirse molestas. Como consecuencia de ello, las personas que padecen TOC tienen impulsos compulsivos que las ayudan a aliviar y a olvidarse momentáneamente de esos pensamientos plagados de ansiedad y de tristeza.

La principal diferencia entre el TOCP y el trastorno obsesivo-compulsivo que afecta a la población general, es que las mujeres que desarrollan el trastorno durante el período postparto tienden a focalizar sus pensamientos obsesivos en sus bebés. A pesar de que las mujeres que padecen este trastorno pueden llegar a ser propensas a desarrollar pensamientos bizarros; las mismas son absolutamente conscientes del hecho de que sus pensamientos no son normales. No obstante, algunas mujeres que padecen dicho trastorno se muestran reticentes a pedir ayuda, por miedo a que otras personas puedan llegar a mirarlas con desprecio, a causa de sus peculiares pensamientos y temores.

Síntomas del Trastorno Obsesivo-Compulsivo Postparto
Los signos típicos del TOCP afectan negativamente la rutina diaria de la mujer que padece este trastorno, y pueden llegar a influenciar en sus relaciones personales. Los rituales que muchas mujeres establecen para poder afrontar y lidiar con sus pensamientos obsesivos les consumen demasiado tiempo e interfieren en sus actividades cotidianas. Entre los signos propios del trastorno obsesivo-compulsivo postparto se pueden incluir:

* Pensamientos intrusivos, recurrentes y obsesivos, los cuales usualmente involucran al bebé.
* Comportamiento elusivo, posiblemente relacionado con el bebé, pero - generalmente- nada que pueda llegar a causar temor o preocupación.
* Establecimiento de rituales entre los que se pueden incluir:
o Conductas repetitivas (tocar el pomo o la manija de cada puerta por la que pasan.).
o Comportamientos obsesivos, relacionados con limpiar y/o lavar cosas constantemente.
o Acaparar y guardar cosas (acciones que llevan a cabo para combatir su temor de perder objetos).
* Ansiedad y/o depresión.
* Temor.

Las mujeres afectadas por el TOCP usualmente experimentan pensamientos obsesivos relacionados con la posibilidad de que su bebé pueda lastimarse. Ésto puede llegar a dar como resultado el desarrollo de comportamientos repetitivos, tales como: esterilizar repetidamente la mamadera del bebé por temor a que la misma pueda contaminarse, o ir a ver y controlar al bebé una excesiva cantidad de veces. Algunas mujeres también podrían albergar temores relacionados con el hecho de que ellas mismas posiblemente podrían llegar a lastimar a sus bebés de alguna manera, como por ejemplo: ahogar al bebé mientras lo están bañando. No obstante, aunque estos temores pueden llegar a convertirse en extremadamente turbadores; muy pocas mamás que padecen este particular trastorno son propensas a dañarse a ellas mismas o a dañar a sus bebés.

¿Quiénes Corren Riesgo de Desarrollar TOCP?
A pesar de que cualquier mujer cuenta con potencial para desarrollar TOCP, las mujeres que posean antecedentes personales o antecedentes familiares de haber padecido trastorno obsesivo-compulsivo corren mayor riesgo de desarrollar TOCP. Por otro lado, las mujeres que desarrollan trastorno obsesivo-compulsivo durante su embarazo son - por lo menos- dos veces más propensas a desarrollar TOCP.

Aunque el TOCP puede surgir por primera vez durante el período postparto, a estas mujeres ya se les podría haber diagnosticado TOC antes de que quedaran embarazadas. En este caso, los síntomas del TOC incluso podrían llegar a empeorar durante el período postparto.

Sometiéndose a los Tratamientos Adecuados
Es verdaderamente importante que todas las mujeres afectadas por TOCP busquen ayuda profesional. Si este trastorno no fuera tratado a tiempo, el TOCP podría llegar a afectar negativamente las capacidades de la mujer que lo padeciera, así como también podría llegar a interferir en las relaciones con su pareja, con sus familiares, con sus amigos y con su bebé.

Existen diferentes opciones de tratamientos; los cuales están disponibles para las mujeres que padecen TOCP. Algunas podrían ser tratadas con medicamentos anti-obsesivos. Otras podrían recibir medicación, combinada con otros tipos de tratamientos, o quizás podrían no tener que consumir ninguna clase de medicación.

Otros tratamientos disponibles utilizan la psicología para poder ayudar a estas mujeres. A través de diferentes tipos de asesoramiento, entre los que se incluyen: terapia de pareja, grupos de apoyo, terapia interpersonal y terapia de comportamiento cognitivo, las mujeres que padezcan este trastorno serán capaces de modificar su comportamiento y su forma de actuar. Ésto las ayudará a ganar control sobre el TOCP.

La última forma de terapia, toma en cuenta un enfoque social para tratar este problema. A través de diferentes tratamientos, las mujeres que padezcan TOCP serán capaces de aprender estrategias de adaptación. Además, debido a que este enfoque hace participar a la pareja, a los familiares y a los amigos de la mujer afectada; la misma podrá crear una red de apoyo social.

Teniendo en cuenta los diferentes tratamientos y sus particulares enfoques, será posible que todas las mujeres que padezcan TOCP puedan someterse a una terapia personalizada; la cual será la más beneficiosa de acuerdo a su caso particular. Con los cuidados y los tratamientos adecuados, es posible que cualquier mujer que padezca este trastorno pueda sobrellevar su dolencia y recuperarse completamente .
http://espanol.pregnancy-info.net/trastorno_obsesivo_compulsivo.html