dudar de lo indudable


http://www.es-asi.com.ar/TOC-orientacionsexual
Trastorno Obsesivo Compulsivo sobre la orientación sexual
Características de personalidad que predisponen a este tipo de cuadro, cualquiera sea el contenido, estamos tomando sobre la orientación sexual dada la abundante recurrencia del mismo.

Esta crisis en general comienza con dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de ser homosexual a partir de hechos nimios y aislados -fantasías, excitaciones, sueños, etc. con personas del mismo sexo- muy a menudo con imágenes de travestis, cuando se encuentra nuevamente la atracción hacia el sexo opuesto no determina salir de esta obsesión, ya que están las dos posibilidades no la van a desaprovechar ninguna y la creencia de ser homosexual se transforma en la creencia de ser bisexual.

Tomando este aporte de Angustia:“les quiero decir que la cosa es tan sencilla... por que si no lo quiero ser, no lo voy a ser, pero no por que me obsesiono tanto...”
En caso que desde el nacimiento se vaya definiendo la orientación homosexual y la persona se identifique claramente desde la pubertad con la elección afectivo-erótica hacia el mismo sexo la homosexualidad está determinada por la educación, pueda o no cambiarse está definida, en cambio si pasando la pubertad hay una clara elección afectivo-erótica hacia el otro sexo y sobrevienen ganas de una elección distinta cada uno tiene el derecho de ser dueño de su historia, puede darse a partir de la adolescencia que la persona tenga una clara elección heterosexual y quiera cambiar hacia la homo o bisexualidad y esto lo puede hacer desde una determinación consciente de su propia vida.
En estas obsesiones se pierde de vista la facultad de elegir y se cree que la orientación sexual puede ser adquirida como una enfermedad o especie de rayo mágico que penetra en la mente.
Cuando de trastorno obsesivo se trata los pensamientos y excitaciones no están determinadas por las ganas o deseos, se llega a ellos mediante dudas e ideas que se le imponen a la persona a partir de hechos que nos son justamente elecciones personales.
El tipo de personalidades que tienden a producir estos trastornos tienen por lo menos las siguientes características:

•Guiar la vida propia por la opinión ajena, por más irracionales y/o sufrientes que ellas fuesen.

•Dudar de lo indudable, aún sobre si mismo.

•Necesidades de control y perfección, cuando aparecen ideas o reacciones que no pueden controlar y caen en lo adjudicado como malo o imperfecto la persona queda descolocada. En estos casos al desubicarse al con ideas y/o sensaciones sexuales con el mismo sexo comienzan las dudas y búsquedas de certezas para controlar nuevamente y tranquilizarse. La persona se pierde en un continuo y doloroso zigzag entre encontrar la tranquilidad en la certeza de lo que no es y la penosa duda.

•Las necesidades de perfección conlleva consigo la inseguridad, cuando se desencadenan estas crisis se ponen en marcha ambas. Un cóctel especial para que las dos afirmaciones de la duda persistan, se impone la obstinación por no perder ninguna de las dos opciones lo que imposibilita la elección de alguna de ellas.

•Este trastorno aparece primeramente con el contenido de ser homosexual, al descartarse esta opción por el propio peso de ser heterosexual sobreviene la posibilidad de la bisexualidad, más de lo mismo: la misma bola de nieve obsesiva con el aditamento de la creencia que existe lo perfecto y completo teniendo ambas orientaciones, no se quiere elegir para no perder algo, en este caso abandonar o perder la supuesta parte homosexual.

En el transcurso de esta crisis las ilusiones de control y perfección son tan determinantes como resistentes. Hablamos de ilusión en tanto el control total y la perfección no son posibles. Estos rasgos se alimentan especialmente:

•Magnificando y obedeciendo a reglas o teorías de cualquier tipo, antojadizas o irracionales no importa, son reglas que aparecen como tranquilizadoras ante descontroles y dudas e ideas que atormentan.

•Guiándose por detalles nimios, cualquier actitud o fantasías intrascendentes dan la certeza de la orientación sexual, tranquilizando por un rato..., hasta que aparece nuevamente el otro polo de la duda y nuevamente el tormento.

•Las atracciones por los protocolos, formalidades, etiquetas y posiciones sociales llevan a ser crédulos en todo lo que tenga apariencias de importante, lo grandilocuente subyuga y atrae, la fama hace pensar en cierto todo lo que se dice desde esos pedestales. Es así como se compran teorías acerca de lo “evolucionado” de la bisexualidad y remedios que “curan”.
Estas características constituyen un imán hacia las personas que toman una posición de certeza autoritaria y mandona sobre el otro, es así como se llega a creer que en uno hay algo oculto que determina las elecciones propias a pesar de uno mismo, se llega al sometimiento y resignación a ser lo que no se es. Personas rígidas, invasivas y descalificantes influyen mortificando a la vez que hacen más de lo mismo instaurando dudas acerca de la valía o características personales, en tanto estas personas tengan atributos de un supuesto saber tienen más influencia (ver más).


El testimonio de Octaviano nos lleva a adentrarnos en otras características: el miedo que suele basar estas obsesiones es el miedo a perder a la persona amada, cercano a eso otro miedo, del que ya hemos hablado, el de no poder hacer nunca pareja.

El miedo suele tomar carácter premonitorio, muchas veces basado en comparaciones arbitrarias como ser “si pasó una vez va a pasar otra” o “por que lo sueño”, otras veces lo temido está signado por una especie de camino que se ha trazado desde la infancia, “nunca voy a poder hacer una pareja”.
En el pensamiento lógico, la inteligencia usa tanto la certeza como la duda y la anticipación de la realidad como instrumentos para el conocimiento. En tanto haya excesivas y predominantes características obsesivas estas cualidades mutan hacia rigidez, inseguridad, duda ilógica y pensamiento mágico. En mayor o menor medida estos ingredientes están presentes en los relatos de este trastorno. En el mismo instante en que una idea se impone a uno comienza a funcionar ese andamiaje que lleva a estas crisis.
Otra cualidad inteligente es la comprobación en la realidad, en este trastorno esta cualidad se torna en un arma fatal, al usarla pasan cosas tales como: se confunde el nerviosismo y malestar que causa el miedo al ver alguien del mismo sexo con excitación o interés sexual o bien al forzar la comprobación se produce esa excitación buscada, esto a su vez suele llevar a la compulsión masturbatoria con esa imagen; estos impulsos y compulsiones también tienen su explicación en la necesidad de reducir la angustia asociada con los esos hechos, esta reducción se produce momentáneamente con dichas “comprobaciones” y compulsiones.

Estas características llevan periódicamente a trastornos con distintos contenidos, al ponerse en marcha esta rueda de dudas, ideas fijas y compulsiones con contenido de orientación sexual hace muy prolongada la rectificación, no es fácil salir de ella y tiene su tiempo. Esto tiene su explicación en:

•La orientación homosexual es posible, en general otros contenidos son absurdos, ilógicos o fácilmente comprables como ser que la visión de determinados números indiquen tragedia personal, que hay que reordenar decenas de veces una habitación para que no muera tal persona o la existencia de múltiples enfermedades terminales

•En tanto tras las fantasías, sensaciones, etc. la compulsión haya causado satisfacción no se quiere abandonar esta alternativa.

•Suele haber una atracción hacia lo transgresor, no estamos afirmando que lo sea la homosexualidad, si la imagen que se tiene de ella.

•En los primeros momentos, por las características invasivas de estos trastornos, la figura del sexo opuesto queda despojada de erotismo.

•La fortaleza de la sexualidad es un factor importantísimo, en estos cuadros toma más envergadura, es habitual encontrarnos con una hipersexualización signada por la historia personal y agravada por los medios de comunicación masiva, al respecto de esto también cabe destacar que prolifera una gran estimulación a la vida homo y bisexual, en caso que esta sea una determinación o una elección personal no hay problemas, estamos hablando sobre cuando es un factor que agrava estos cuadros. Tema para tratar en otro artículo.

Apuntando a adquirir fortalezas de las crisis es adecuado seguir en psicoterapia hasta hasta revertir las características que llevan a ellas; en este sentido en el caso que una terapia ya esté agotada es adecuado la búsqueda de otra.

reciclaje psicologico




http://www.laotrainformacion.com/psi9.htm

"El mundo nos lastima a todos y luego algunos sacan fuerzas de sus heridas"
(Ernest Hemingway - Adiós a las armas).

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Los principios que rigen nuestros esfuerzos por dejar una tierra saludable a nuestros descendientes son de aplicación también a nuestro crecimiento personal. Cada ser humano es un sistema ecológico interdependiente y delicado, cargado con residuos, incluso con los de generaciones anteriores. Esta "basura psicológica", si se esparce, también puede dañar nuestro ambiente y el de las generaciones venideras.

Muchas veces es sólo con el paso de los años cuando uno se da cuenta de que algo en realidad ha sido tóxico, y aun después de haberse dado cuenta puede ser arduo identificarlo como el origen de nuestros problemas. Por ejemplo, muchas personas buscan cambios en su vida, pero no se sienten capaces de llevarlos a cabo. Les cuesta expresar lo que sienten, sus emociones discrepan de sus ideas o sufren de una insatisfacción personal prolongada que quizá les atormenta sólo en sus sueños, pero puede también contaminar su vida cotidiana. Otros experimentan lagunas en su historia personal o no saben cómo interpretar las señales de su cuerpo.

||EL ORIGEN DE LOS PROBLEMAS||

Desde mi doble posición de psicoterapeuta y colaborador de iniciativas ecológicas, me sorprende cómo personas que aceptan la idea de que los signos de deterioro de cualquier sistema ecológico son inexplicables si no se tienen en cuenta el contexto y los antecedentes pueden pensar que sus problemas personales no tienen nada que ver con su herencia social y psicológica. Sin embargo, las mismas personas manifiestan en sus relaciones personales, por ejemplo en conflictos de pareja y todavía más en la relación con sus hijos, mecanismos que no tienen que ver con el aquí y ahora. Donde más se nota la carga de los residuos de nuestra historia personal es en la relación con los niños. Por mucho que les responsabilicemos de "dar guerra", somos los adultos que inconscientemente repetimos lo que nos hacían de niños y que entonces nos prometíamos no hacer nunca a los más pequeños.

Todo eso suele dar la vaga sensación de que, aunque hayamos olvidado y traicionado a nuestro niño interior, nos cuesta ser adultos. Estas señales indican que ya es hora de abrir el recipiente de nuestra propia historia y prestar atención a nuestras reacciones corporales e inconscientes frente a ella. Asumirla nos permite vivir nuestra vida emocional como adultos y, a la vez, no hacer daño a otras personas.

Por supuesto que no todo es basura en la herencia de una persona, pero ocurre lo mismo que con los residuos físicos: amontonados irreflexivamente forman un conjunto que, a la larga, hace peligrar el flujo de la vida. Sin embargo, una gran parte de los mismos ingredientes, separados y reciclados de una manera consciente, podrían llegar a ser recurso de mucho valor.

La compañía sueca Sellbergs, una de las empresas de reciclaje más prestigiosas del mundo, propone seis niveles para dar a cada residuo el tratamiento que precisa.

- reutilizar
- reciclar
- extraer energía de
- someter a tratamiento
- hacer inocuo
- guardar definitivamente.

Si a esta clasificación añadimos la idea de que recursos que son útiles en un contexto pueden ser contaminantes en otro, y viceversa, obtenemos un modelo perfectamente aplicable a las diferentes partes de nuestra herencia psicológica y social.


||RECUERDOS Y EMOCIONES||

La capa más accesible y deseable de nuestra herencia psicológica son los recuerdos gratos de nuestro entorno primario, por ejemplo un trato cariñoso y respetuoso. Podemos reutilizar estos modelos directamente en nuestra vida adulta. Las otras capas ya precisan un enfoque "ecológico". Supongamos, por ejemplo, que mi madre me asfixiaba en mi adolescencia como si yo fuera todavía un peque: este tipo de cariño ya no es reutilizable tal cual, sino que tendré que reciclarlo.

En las capas aún más problemáticas tropezamos con emociones que nos perturban con su carga energética impactante o porque la cultura las remite a la sombra de nuestro ser, como por ejemplo la ira. A veces la "mala leche" es la reacción al trato recibido hace tiempo y, por el contrario, un exceso de mansedumbre es producto de la prohibición de la ira como modelo de comunicación. De la ira se puede extraer energía, siempre y cuando sea dirigida contra personas o situaciones con las que realmente tiene que ver. Por ejemplo, algunas personas dan sentido a su propio pasado colaborando con organizaciones que luchan contra los malos tratos. Extraen energía de su indignación para contrarrestar la sensación de impotencia.

En muchas personas adultas, se da la circunstancia que los problemas sexuales no sólo son residuos de un ambiente y de los conceptos enrarecidos que rodeaban la sexualidad en su infancia, sino también de los abusos directos. En este caso habría que someter a tratamiento la vivencia de la sexualidad que la persona, marcada por aquella experiencia, ha incorporado a su personalidad.

La fuerza (física, verbal o psíquica) puede ser una expresión auténtica de la persona, pero también puede brotar de una necesidad temprana de ocultar o compensar su debilidad. (Dice el filósofo Theodor Adorno que "verdaderamente amado eres sólo en una relación donde puedes mostrarte débil sin provocar fuerza".) El trabajo de asumir la propia historia en lugar de descargarla en otros puede llevar a una persona a, en parte, tener que hacer inocuo su impulso de fuerza. Y si este impulso llega al extremo de intentar resolver conflictos con violencia (física -que puede ir de cachetes a palizas- o verbal) el tratamiento a aplicar sería el que merecen los residuos en el mundo físico: guardarlos definitivamente. Una vez dado este paso pueden tratarse las experiencias personales precedentes que pueden motivar o explicar -pero en ningún caso justificar- la violencia.

||HUIMOS DEL DOLOR||

¿Suena sencillo? Entonces, ¿por qué no cambiamos? ¿Por qué repetimos actos que en su día nos han hecho daño? ¿Por qué no nos damos cuenta de que en nuestro interior existe una habitación donde guardamos las tramoyas del drama de nuestra infancia? O, si la intuimos, ¿por qué actuamos como si hubiéramos perdido la llave para entrar allí? ¿Por qué, aun así, las personas más cercanas a nosotros tienen acceso directo a este espacio interior nuestro que, en el caso de los niños, llega incluso a ser su primer entorno? Es como si, hasta que no logramos contar sin tapujos nuestra propia versión de este drama de infancia, lo narrásemos escenificándolo, convirtiendo con ello a las personas cercanas a nosotros en representaciones de los personajes del pasado. Pero ¿qué es lo que nos impide contar esa historia directamente?

En el plano ecológico es difícil asumir lo ocurrido en nuestro entorno, sus consecuencias y renunciar a nuestra comodidad, por lo menos a la inmediata. En lo psicológico tenemos que vencer además una tendencia humana todavía más poderosa: la de intentar evitar lo doloroso. El psiquiatra R.D.Laing dijo: "La vida está llena de dolores inevitables. El único dolor que se puede evitar es el dolor que viene de intentar evitar el dolor". Un adulto a lo mejor puede comprender esta frase, pero no un niño que necesita de un adulto que le ayude a llevar sus penas.

||EL NIÑO Y EL FALSO YO||

¿Y si el que le está infligiendo daño, aunque con buenas intenciones, es precisamente la persona de quien depende? ¿De dónde va a sacar un niño los recursos, físicos y psicológicos, para hacer frente a esa paradoja? Si tiene que elegir entre expresar su yo auténtico (con todas sus necesidades y emociones) y la aceptación de los adultos (indispensable para su supervivencia) el niño, instintivamente, adopta un yo falso que confunde lo que necesita con lo disponible; el hecho de ser amado por el mero hecho de existir con el reconocimiento derivado de lo que sabe hacer; maneras de ser con maneras de caer bien; el respeto con el no cuestionar.

Este último tabú impide también al adulto hacerse portavoz de la verdad de su infancia. En nuestra cultura judeocristiana, hasta los no creyentes hemos mamado el cuarto mandamiento, aquello de "Honrarás a tu padre y a tu madre". Identificar "honrar" o "respetar" con alabanza incondicional y acallamiento de cualquier voz crítica tal vez sirve para asegurar una estructura de poder patriarcal, pero no para establecer relaciones de confianza mutua, y menos todavía para criar hijos que en lugar de adaptarse al sistema lleguen a ser adultos felices, capaces incluso de cambiar ese sistema. Muchos adultos actúan, incluso cuando ya no dependen de personas mayores, como si todavía fueran aquellos timoratos críos que no debían poner triste a mamá ni llamar "tonto" a papá ni apuntar un error del profesor.

Muchas personas utilizan mecanismos para negar verdades que da demasiado miedo asumir. Puede ser útil revisar las típicas frases con las que negamos lo que de niños hayamos podido vivir como abuso o injusticia:

Minimizar:

- Otros lo han pasado mucho peor que yo...
- Sé que pasó ... pero sólo de vez en cuando...
- A mi no me molestó en realidad...
- Yo apenas estuve en casa, así que no me afectó...

Resistir:

- De eso hace ya mucho tiempo...
- Lo que pasó, pasó. Ahora es ahora...
- Lo he sabido siempre, pero ahora necesito salir pa'lante...
- Yo no tengo nada que ver con ellos...
- Las cosas son como son y ya está...

Omitir / Bloquear:

- Yo no recuerdo nada...
- Me parece que todo era normal...
- Yo tuve una infancia bonita, hacíamos muchas excursiones...

Excusar / Justificar:

- Me lo merecía...
- Todos hacían lo mismo en aquellos tiempos...
- Es que no conocían otra cosa...
- Yo sabía que me querían, sólo que no han sabido manifestarlo...
- Lo hicieron lo mejor que pudieron...

Equilibrar:

- Me ha hecho fuerte (me ha hecho bien)...
- Yo tenía todo lo que me hacía falta...
- Yo sabía que en realidad me querían...
- Me ha fortalecido el carácter...
- Pero si eran buena gente...


También muchos libros de autoayuda o métodos con pretensiones terapéuticas ofrecen mezclas simplistas del "pensamiento positivo", del concepto "Nueva Era" y de malinterpretaciones de la ley del karma. Sentencias del tipo "cada uno crea su realidad, sin importar el pasado, con sus pensamientos" o "elegimos a nuestros padres" sugieren a los adultos que buscan alivio para sus heridas de infancia y para sus sentimientos de culpa que el sufrimiento se lo han buscado ellos mismos y nada podrá redimirles a no ser que sientan el "perdón" prescrito.

||LA VERDAD LIBERA||

Yo he encontrado sustento para mi propio crecimiento personal y para mi trabajo en ayudar a otras personas en otras fuentes. Por ejemplo, en uno de mis maestros de meditación budista que me enseñó que lo que libera es la verdad y no el esfuerzo por hacerse libre. O en los poemas de Mario Benedetti que me recuerdan que el más vano de todos los esfuerzos es el intento de olvidar, ya que el olvido no sólo no existe, sino "está tan lleno de memoria / que a veces no caben las remembranzas / y hay que tirar rencores por la borda" (De Este gran simulacro).

Y en el inquebrantable compromiso con la verdad como base del amor auténtico y del diálogo sincero entre generaciones, presente en todos los libros de la expsicoanalista Alice Miller (El drama del niño dotado, Por tu propio bien, El saber proscrito, La llave perdida, El origen del odio, La madurez de Eva y El cuerpo nunca miente). Para ella, los padres que de verdad aman a sus hijos intentan averiguar lo que inconscientemente hacen o hayan podido hacerles, sin negarse a enterarse y sin preocuparse por la contabilidad en el registro de sus propios pecados. Las nuevas generaciones podrían brindar a sus hijos el mismo respeto y tolerancia que la cultura les exige hacia sus padres, para que esos hijos desarrollasen todas sus capacidades.

Hacer limpieza psicológica no es lo mismo que intentar olvidar dolores pasados. Para no estar condicionados por ellos es necesario abordar sentimientos como la ira, el miedo, el duelo... Sólo después de afrontarlos y asumirlos podemos experimentar lo que es ser verdaderamente adulto y libre.

El olvido no es victoria
sobre el mal ni sobre nada
y si es la forma velada
de burlarse de la historia
para eso está la memoria
que se abre de par en par
en busca de algún lugar
que devuelva lo perdido
no olvida el que finge olvido
sino el que puede olvidar
Mario Benedetti (De "Viñetas de mi viñedo")


Poder definir cómo quiere uno ser querido y qué es lo que uno experimenta como daño (aunque me lo hayan causado mis propios padres y a pesar de sus intenciones) es un derecho humano fundamental. No hacer uso de este derecho -por lo menos retroactivamente- no cura, sino que ahonda la herida de la infancia y lleva a personas adultas a vivir en el estado emocional del niño, optando por maneras de reaccionar y de actuar que, aunque en el pasado les hayan podido servir para sobrevivir, hoy en día obstaculizan su crecimiento.

¿A quién se le ocurriría consumir un alimento contaminado solamente por respeto a las buenas intenciones de los que se lo brindan? Aun así seguimos tragando cosas que se nos han ofrecido y hacemos tragar las mismas cosas a nuestros hijos, a pesar de que nuestras condiciones de vida (sociales, culturales, psicológicas y materiales) podrían permitirnos una "alimentación" más sana.

Péter Szil - "Integral"

EL TRATAMIENTO DE LA OBSESIONES


Articulos de Psicoterapia Integrativa
http://www.integrativetherapy.com/es/articles.php?id=14


Autor:Richard Erskine



Una dinámica principal en la obsesión es la soledad. Los pensamientos obsesivos son una respuesta a una falta de relación. En la obsesión casi siempre aparece otra persona: alguien con quien pelearse, o que abusa de ti, o alguien que critica, alguien con quien discutes y intentas demostrar que tienes razón, alguien a quien te sometes o a quién tu expones tus razones. Si piensas sobre tus propias obsesiones, observa como casi siempre hay en ellas otro personaje. Alguien a quien estas demostrando algo, y en ese momento no estas solo, estas en relación. Una relación que no funciona muy bien desde luego y en la que paradójicamente te sientes también solo. Este hecho es muy significativo para el tratamiento de las obsesiones. En la terapia de las obsesiones, - al contrario de todo lo que se encuentra en la literatura, al menos en la americana, que está dominado por lo conductista - el corazón del tratamiento es la calidad de la relación terapéutica. Indagación, indagación, indagación……no solo sobre el contenido sino sobre el proceso: ¿como es para el cliente?, ¿que siente mientras está pensando obsesivamente?, ¿qué recuerda?, ¿cual es su fantasía?. Indagar con interés genuino, sintiéndonos involucrados en el proceso fenomenológico y mientras hacemos esto le damos reconocimiento constante...

1. La relación

La herramienta terapéutica más común que utilizamos es la escucha. Para la mayoría de las personas con obsesiones la realidad es que están pensando obsesivamente porque no hay nadie allí para escucharles con interés, nadie para reconocerles en lo que están contando ..nadie para encontrar valor en ello. Cuando en la obsesión hay una fantasía hay que buscar el valor metafórico en esa idea aparénteme loca: buscar el valor o significado escondido en la historia forma parte de la validación y ... el intento terapéutico para descentralizar de nosotros mismos, hacernos menos importantes. Enfocar en el bien del cliente significa sacar nuestras habilidades.. y saber que estamos ahí para su bien. Esta relación terapéutica es una calle de una sola dirección: no estoy aquí para alcanzar mi gloria personal (aunque a menudo tenemos el deseo de terminar la terapia deprisa y tener éxito) sino que se trata de estar en la relación, pero estar en la relación presente y usar parte de esta capacidad nuestra de asociar con nuestra propia historia.

A veces sacamos una metáfora de una película que hemos visto, o traemos algo de la supervisión: si estás en contacto con tu propio dolor, entonces tienes la capacidad como terapeuta de estar centrado y puedes utilizarte a ti mismo como recurso. Esto lleva tiempo y lleva tiempo el comprenderlo.

Me acuerdo hace años trabajando con una pareja de terapeutas muy conocida.

Recuerdo que les grité: “dejad de intentar cambiarme si no me conocéis primero”. Y luego me giré a la persona que tenia a mi lado y en voz alta añadí: “Y si realmente me conocieran quizás no querrían cambiarme”. Quizás esa es la experiencia de nuestros clientes: “no intentes cambiarme si no me conoces”

Cuando el cliente cuenta su fantasía, pregúntate donde está la ruptura relación en la fantasía y donde está la esperanza de repararla o donde está la venganza. Buscar donde está la ruptura de la relación a la vez que construimos la relación.

2. Evitación-

Una de las dinámicas principales de la obsesión es la evitación: mientras estoy pensando “como me voy a vengar de ese hijo de puta”, ¿que es lo que estoy intentando evitar sentir dentro de mí?. Quizás mi dolor, mi miedo o quizás mientras me siento víctima de mi jefe en el trabajo, evito recordar que cada vez que papá llegaba a casa, yo era la victima de su cinturón…….y ahora planeo una venganza contra el bastardo de mi jefe. Esta es la función de evitación en la obsesión en el proceso terapéutico, podemos pasar meses y meses solo en estos puntos, sesión tras sesión, indagando indagando.

3. Creencias de guión-

Permites que tus clientes cuenten sus obsesiones de hoy, y buscas hacia a atrás lo que están intentando evitar. En éste proceso de contar estás intentando identificar lo que están evitando ver, sus pensamientos y comportamientos, y a la vez puedes estar mirando sus creencias de guión sobre si mismos y su identidad personal, o sobre los demás y las que definen sus relaciones , o que se refieren a la calidad de vida. Las creencias por naturaleza propia, son inconscientes y parte del trabajo del terapeuta es sacarlas al consciente cuidadosamente. Ayudar al cliente a hacerse consciente de ellas: “esta es mi valoración sobre mi mismo, sobre los demás, sobre mi calidad de la vida”. Estas creencias tienen que ser inconscientes porque están llenas de la historia, que es generalmente dolorosa, y están ahí con la función de reprimir los sentimientos y las necesidades que estaban presentes allí en el momento que se formo el guión

Uno de los puntos que resalto para la terapia, y esto no se encuentra en libros de AT sobre guiones, es que si pensáis en vosotros mismos veréis que no estáis viviendo en vuestro guión de vida todo el tiempo, algunos estáis libre incluso durante días, otros durante horas. A veces ocurre algo: estas agotado o bajo presión o hay algo confuso, ambiguo, y en ese punto, de repente miras al mundo con las gafas de ese niño, y sientes que hay algo malo en ti mismo, y te dices : no puedo contar con nadie..o no valgo nada…Y estas de vuelta a las conclusiones acerca de la vida, a ese momento en que tus necesidades básicas de relación no fueron satisfechas y dónde el niño intentaban sacar sentido de la confusión. Lo mismo les ocurre a nuestros pacientes.

En este diagrama (dibujo) las necesidades si no han sido satisfechas falta algo y ese vacío se completa con nuestras conclusiones sobre quien soy yo en un mundo como éste, con gente como tú, y eso es lo que está incrustado en la mayor parte de las obsesiones, Y los guiones están diseñados para negar las necesidades de relación, las necesidades que el niño tenia en ese momento en que se formaron los guiones … pero también las necesidades de las relaciones de hoy a las que no se puede responder, ……. porque estamos ocupados obsesionando

(dibujo)

¿Que ocurriría si pudiéramos tener alguien con quien hablar de nuestras obsesiones? ¿con alguien que nos respetara, sin critica?, ¿podríamos experimentar con alguien que reconociera mis necesidades?… necesidades básicas de validación, de definición de hacer un impacto….que fueron negadas por la madre y remplazadas por las de guión… “yo no se”… en todas las obsesiones los obsesivos intentan controlar la realidad. La mayoría de los pensamientos obsesivos de la gente son dolorosas.

4.Introyeccion- Introject

El propósito del dolor es la evitación del dolor. El objetivo del dolor es evitar el dolor. Vuelves a casa, sientes que tu jefe ha abusado de ti y sufres todo el camino a casa para no recordar…. intentado evitar el abuso real….el de tu padre o de tu madre…y evitar el dolor de la regresión. Y lo que tendrá que hacer el terapeuta es crear una relación terapéutica suficientemente segura para que el cliente pueda empezar a recordar totalmente e incluso hacer una regresión a lo arcaico. Utilizamos tiempo en la sesión de terapia a sentir la soledad : dejamos salir el llanto secreto interior para poder llegar a la niña de 9 años que contaba su experiencia con su padre o madre. Parte del trabajo terapéutico es contárselo al terapeuta, y otra parte a su recuerdo, de forma intrapsiquica, haciéndole hablar a su padre o madre.

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5. Control

Si alguien es atacado, las creencias de guión vuelven atrás intentando resolver: tratas de volver a la relación intentado identificar maneras desesperadas de mantener el control . Si tu tienes una madre que sutilmente te critica y te hace sentir terrible, una defensa es entrar en la confusión”yo no se” . Freud habla de la negación como un mecanismo fantástico de defensa... “lo que yo no sé no puede molestarme” Así pensamos que no nos molesta conscientemente pero la verdad es que inconscientemente nos controla nuestra vida.. En el control hay también esperanza. Como terapeutas pensamos en los clientes obsesivos solo como controladores, nos implicamos con ello. Pero debemos pensar también en que detrás de cada obsesión hay un deseo de esperanza. escondida de que podrán mejorar la situación.

6 Para- Stop

Parte del tratamiento de las obsesiones es decir que digan PARA. Pero esto los clientes ya lo han oído de un montón de amigos, familia y de otros terapeutas... PARA... a veces funciona... ¿os ha funcionado a vosotros?. La gente te dice: no pienses en ello, no tengas esa fantasía. Pero para poder decir ¡PARA! hay que empezar también con parar la fantasía y empezar a pensar cual es su función psicológica. Quizás la función es de evitación, evitar pensar, sentir, recordar. Hace unos años yo me peleaba cada mañana en la ducha hasta que me dije ¡ PARA!. Y descubrí que lo que quería evitar era la responsabilidad de ver mi parte en el conflicto. En la discusión dentro de mi cabeza en la ducha yo culpaba al otro todo el tiempo, pensando en como exponerle y defenderme yo. Evitaba afrontar mi parte de responsabilidad.

En el libro Mas allá de empatía hay un capitulo sobre la funciones psicológicas. Describí 4 reglas las posibles para las obsesiones

Funciones del pensamiento obsesivo:

Predictabilidad... todas las terribles obsesiones tienen algo de predicciones... estamos estructurados psicológicamente para buscar predictabilidad... buscamos

predicciones basados en la historia... aunque estén lejanas y sean diferentes en algún sitio hay una predicción. ¿Que predicción acerca de ti mismo encierra la obsesión? Imagínate en un conflicto con alguien..¿ cual es el resultado?... vas al guión del pasado.

Identidad. ¿Quien soy yo en esta obsesión? ¿Soy la persona a quién alguien se esta vengando, a la que alguien abusa?. ¿O que va a terminar no siendo querida, abandonada? o la otra persona se va a llevar todos los créditos y yo acabaré solo y miserable…La identidad está en la creencia de guión arcaica. Entramos por la regresión o por la terapia cognitiva, o a través de cosas emotivas

Continuidad... “Así es como ha sido siempre... nadie se ha preocupado por mi, siempre he sido una victima”... Como le dije a un cliente mío: “si pararas de preocuparte de fallar tus exámenes finales… ¿que harías o sentirías?”. Y me respondió: ... “estaría feliz con mi vida”. Y se dio cuenta….de su lucha como madre sola, luchando para tirar a adelante, con las críticas de su padre que le decía que nunca seria nadie... ella necesitaba ser una sufridora para mantener continuidad con el pasado……si no sufriera podría disfrutar de la vida…

Estabilidad mientras estas obsesionando ¿que nos están diciendo ?: eso es la realidad, tienen un pie en la realidad: ... eso es lo que le diré cuando llegue a casa... lo que haré… no se saldrá con la suya… tienen una sensación falsa de estabilidad y mientras el otro pie esta en la regresión. En realidad con quien esta enfadado es con su padre, o maestro, La obsesión es un desesperado intento de mantenerse estable... mientras están en mitad de una regresión…

Hay otras funciones pero estas son las que os doy para pensar en la obsesiones

Apreciad la función de defensa de la obsesión antes de iniciar el cambio, y el cambio fluirá mucho más fácilmente. Y principalmente si además estas funciones psicológicas se transfieren en la relación terapéutica. Todo ello no podremos hacerlo en una hora y media.... pero quizás si en un año y medio.

Predictabilidad... siempre que llega el paciente (a nuestra consulta) puede predecir que va a ser respetado valorado, no hay cambio: tu recreas en la relación terapéutica la misma función de predicción, así que no tienen que depender de la obsesión.

Identidad, ¿quien eres tu?… si tuviéramos esas sesiones privadas esos días conmigo, no tendrías obsesiones: ya no serias esa persona sin valor que tu madre predecía. En estas sesiones conmigo la experiencia es distinta… que bien eso! , ¿verdad? .

Continuidad, uno de los pilares de la excelencia en la relación terapéutica es la capacidad del terapeuta de poder ofrecer continuidad: el paciente puede confiar en su integridad, honestidad y el compromiso del terapeuta hacia su propio bienestar del paciente….y ahí es donde está la continuidad... nos comportamos siempre de la misma manera: si tu vinieras unas horas cada día y te pudiera garantizar no crítica, no humillación,¿ tu crees que me creerías?… Ella siempre ha esperado eso, es su esperanza pero no puede creérselo. Es por eso que la terapia basada en la relación lleva tiempo y hay que demostrarlo. Para ello tenemos que crear una nueva continuidad con esa persona, que apoye su nueva identidad:…yo seré yo… que bien oír eso… eso que no vio mama en su crítica constante hacia ti.

Estabilidad. Un terapeuta en el que se puede contar, consistente, respetuoso, y que no humilla. Creas una yuxtaposición entre lo que el cliente espera y que no han tenido nunca , y lo que ha predicho. Lo que va a ser una relación terapéutica segura, un ambiente arropador en el cual puede hacer regresiones a esas experiencias arcaicas. Ser consciente de las necesidades de relación que originalmente no se cumplieron y deshacer lo que han inhibido: que hablen, que contesten, que reten sus decisiones de guión, que tomen nuevas maneras de mirar, nuevos pensamientos, conductas sentimientos... y llevarse a casa la calidad de la relación terapéutica.

A lo mejor al principio esa persona con la que se obsesionan es su héroe, pero después pueden crear una nueva identidad con esa persona: ya no predicen según su historia sino según sus sueños y esperanzas y sus relaciones actuales pueden volverse estables

.

Es entonces cuando nosotros como terapeutas podemos desvanecernos. Para ellos su trabajo, amigos, ocio se vuele muy importante, hay un cambio, lo que hemos hecho en la relación terapéutica lo hemos trasladado en las relaciones de calidad de su vida diaria. Ese el objetivo del tratamiento de la obsesión.

EL JEFE DE CEREMONIAS


http://www.psicologia-online.com/colaboradores/jgarzarelli/lectura5.html
Jorge G. Garzarelli – Ph. D.
Un paciente de treinta y cinco años, casado hace tres años, con un hijo nacido hace un año y medio; judio-rumano él, católico-italiana ella. Casamiento no aceptado por ninguna de las dos familias, y previamente saboteado, con amenaza de suicidio por parte de la madre de él y de grandes escándalos por parte del padre de ella, calabrés el señor.

Ambos habrian transgredido arraigadas tradiciones raciales y religiosas. A pesar del nacimiento de Pablo, el mismo nombre de mi paciente, los familiares no se han acercado al matrimonio para reconocer a aquél. Esto es motivo de incertidumbre e inseguridad en el vínculo. Ambos periódicamente discuten sobre el tema, sriódicamente discuten sobre el tema, sin arribar a ninguna conclusión, con lo que el problema permanece en suspenso.

Su nivel económico es bueno, debido a que Pablo –ingeniero civil- es sumamente meticuloso con el dinero; situación que conscientemente él la liga al pasado de penurias de su familia y a la inseguridad que el medio argentino le produce.

El dinero es un factor alrededor del cual Pablo y mujer también discuten. En general, no hay comunicación en el matrimonio, todo es susceptible de un análisis racional, parsimonioso y monótono por parte del él y de explosivas y descompensadas respuestas que llegan a los gritos rápidamente por parte de ella.

También sobran recriminaciones alrededor de su sexualidad, ya que hace aproximadamente catorce meses sus relaciones han disminuido hasta casi desaparecer. Cuando existen son acompañadas de extraños rituales solitarios. Estos son:

esconder el pene entre sus piernas, mirarse en el espejo, dejarlo aparecer, y pegarle diciendo: "portate bien".

Esta ceremonia la asocia con recriminacion1>Esta ceremonia la asocia con recriminaciones maternas frente al niño caprichoso que era y a lo dicho por la madre cuando decidió casarse. En ese entonces su madre le vaticinó el desenlace de su matrimonio, recordándole que él aún seguía siendo un inmaduro. Actuales asociaciones nos permitieron acceder a la temprana percepción de una prima desnuda a quién Pablo le aseguró que a ella algún día le iba a crecer eso.

Nosotros sabemos que, además de lo que Pablo asocia, la amenaza de castración juega un excelente papel.

Otra maniobra es quedarse sin respirar, mirándose en el espejo hasta que se pone colorado y se le inflaman venas y arterias del cuello. Obtiene gran alivio al poder inspirar nuevamente.

Esta acción la pudimos asociar con un castigo: morirse ahogado. (Pablo fue asmático entre los tres y once años); haber vencido su asma y poderla controlar. En ese entonces le señalé que si bien la sintomatología asmática había desaparecido, no había ocurrido lo mismo con aquello que la había originado temiendo aún el retorno de la causa.

Causa que él la asoció con su madre y dos tías solteras que convivían con la familia y que lo sobreprotegían.

La mirada en el espejo fue interpretada, entonces, como su necesidad de no fragmentación, de completitud.

Otro rito en el baño como el de revisar tres veces si había alguien detrás de la cortina de la ducha;

fue ligado al temor infantil de ser descubierto en sus prácticas masturbatorias por un lado, y a su levantar las polleras de las mujeres para ver que tenían, por otro.

Otra ceremonia consistía en saludarse con las dos manos enfrentándose al espejo y contando dos veces hasta cinco y pensando: "todo va a salir bien".

Pablo lo asoció con el número siete, numero de Yahvé y la Menorah. Con sus dos manos de cinco dedos cada una; y las repeticiones vinculadas al temor a perder sus manos y tener otras de repuesto.

Nueva referencia a la castración.



Estas ceremonias eran repetidas sistemáticamente.

Todo parecería indicar que sus rituales conductas hubiesen tenido que ver con una regresión desde lo fálico a lo anal, donde nada tendría que perder, excepto la caca. Pero también cada defecación era sujeta a controles fantásticos tales como:

Cantidad de veces por día / cantidad y forma del material / color de la defecación, vinculada a diferentes ingestas de alimentos de diversos colores / vinculación de los olores con flores y números: jazmín=10, la rosa=4, la cala=0, la violeta=7. (Cabe recordar que su madre se llama Violeta).

Los ritos de Pablo emergen como la liturgia de una religión pagana por la diversidad de dioses a los que hay que rendir culto.

Cuando Pablo comenta sus rituales me sorprende una y otra vez la contínua producción de los mismos. Por mi sorpresa se originó el título de este trabajo.

También en la calle lo asaltaban temores que aparecen ligados a que se cumplan o nores que aparecen ligados a que se cumplan o no ciertas necesidades. Estos de data anterior al nacimiento del hijo consisten en:

Cruzar una vereda dando diez pasos entonces lo que vaya a hacer saldrá bien;

sumar patentes de coches y luego buscar el número resultante en una letra; pensar en un nombre y ligarlo a una persona conocida. Si ésta no lo es, fantasea respecto de la misma, a veces durante todo el día o varios días hasta que desaparece la representación y el diálogo que con ella sostiene. Generalmente son mujeres, por lo que hasta ahora ha sido asociado con su madre; algo similar sucede con los números de las casas.

Hay más, pero en todas estas ceremonias el lugar es el pensamiento y el número el soporte. Hasta ahora Pablo prefiere los números pares, los que señala: "me dan mucha más seguridad".

También respecto de las ventanas, puertas y toda clase de agujeros simétricos (cuadros, sobre todo); Pablo ha inventado un sistema de control numérico que se repite mientras está presente en el lugar. La cuestión dice: "Es atrapar lo que está adentro".< atrapar lo que está adentro".

Son tantos sus ritos y de tan variada y diferente estructura, los que ocupan la mayor parte del día de Pablo que los mismos nos permitirán acercarnos a la sospecha de una "algo" delirante.

Si todas estas ceremonias no son cumplidas rigurosamente, Pablo siente una intolerable angustia y sin saber por qué, sabe que algo terrible le ocurrirá a su Yo, asiento y sede de la angustia. Esta aparece entonces como señal ante un peligro inminente, como un estado de incertidumbre y a veces ligada a objetos exteriores (como en el caso de las fobias).

Recuerdo aquí que Freud en 1933, en Angustia y vida instintiva, nos dice que "el suceso que habría dejado una huella afectiva tal como la angustia sería el trauma de nacimiento" Ante éste, el principio del placer habría resultado insuficiente.

Cabe aquí mencionar que el acontecimiento que hizo resaltar toda la estructura obsesiva de Pablo fue el nacimiento de su hijo, a quien cada vez que llama por su nombre se siente duplicado y agresivo.

En el artículo anteriormente citNT SIZE=-1>En el artículo anteriormente citado, Freud señala que: "El impulso instintivo reprimido, conservará su carga bajo la presión yoica, en otras habría un completo aniquilamiento y la líbido seguirá sus rumbos. Pero la clínica muestra que, a veces, hay un reflujo libidinal y una regresión a algún estadío anterior, lo que sucede sólo en el Ello. El ejemplo más notorio es la neurosis obsesiva en la que actúan simultáneamente la represión de la líbido y la agresión" .

Todas las libres asociaciones (las que han comenzado a surgir desde hace siete meses aproximadamente, en que nuestro vínculo comenzó a aparecer para Pablo como menos peligroso), lo llevan al nacimiento de su hijo. Ahí se detiene. Este es el punto traumático que desencadena sus defensas obsesivas frente a la angustia, pero en nuestro vínculo es ésta también su resistencia, ya que no parece poder ir más allá del mismo. Es tan fuerte el paredón donde Pablo por su culpa-gran-culpa siente que, merecería ser fusilado. Paredón detrás del cual está inscripto su deseo: el de que su hijo se muera. Pero Pablo aún parece no saberlo.

Como nosotros imaginamos, la angustia es el manto que encubre el verdadero motivo de su instrumentación obsesiva, la que aparecida nuevamente como consecuencia de un trauma (el nacimiento de Pablo), fue últimamente ligada al nacimiento de un hermanito del paciente y su temprana y deseada muerte. Pablo tenía tres años y medio. Ahora tiene miedo a que su hijo se muera y reza oraciones en jiddish y algunas que recolectó del catolicismo. Las mismas son rezadas a los pies de la cama del hijo, sin que su esposa lo sepa. Cuando no lo puede hacer de noche lo hace por la mañana temprano. Pablo asegura no haber sido visto ni escuchado ni en éste ni en ninguno de sus otros rituales.

Todos éstos son regulares, constantes, solitarios, incomunicables: todos formando parte de una liturgia secreta y desarrollados al pie de la letra, como si Pablo tuviese una específica prohibición de modificar sus estructuras. En esto es profundamente religioso, con esa religiosidad particular con que Freud designa a los ritos del obsesivo.

Interpretar todos sus rituales haría aparecer al analista como un descifrador de códigos secretos, de jeroglíficos, al estilo de los antiguos oráculos, tentaciónantiguos oráculos, tentación que hasta ahora me ha sido posible resistir.

De cualquier modo, el portador y sostenedor de este mito de muerte (en el cual no hay ley escrita aunque La Ley esté siempre presente, sacralizando el acto obsesivo), no se ve afectado en el resto de sus actividades, las que son desarrolladas coherentemente para con el medio.

Freud nos acompaña paralelamente, cuando decimos que, el sujeto obsesivo se conduce con una gran carga de culpabilidad inconsciente ligada a la percepción interna de una tentación instintual resistida.

Se hacen necesarios todos los actos ritualísticos porque ya que, la represión siendo un proceso imperfecto, el instinto amenaza con su retorno desde el porvenir. Sabemos también que cuando los actos obsesivos son ineficaces aparece la expresa prohibición de realizar tal o cual cosa. No han habido hasta el momento prohibiciones tales, por lo que seguiré escuchando a quien quizás sea un Jefe de Ceremonias.

Entre las interpretaciones a determinados rituales, anteriormente he hecho referencia a la amenaza de castración vivida por Pablo como real desde su más tiivida por Pablo como real desde su más tierna infancia. Basta solo recordar su circuncisión por ser judío y afecta al paciente, ya que no entiende para que es.

Añadimos que cuando Lucía estaba embarazada, Pablo tuvo temor y simultáneamente deseos de separarse de ella, ambivalencia que mucho le recordó al sentimiento que devenía en él cuando su padre besaba o bailaba con su madre.

En ese entonces, Pablo realizaba pequeños tanteos en aceptar a Lucía con un hijo en su seno, y compraba juguetes para su futuro y peligroso competidor. Con éstos jugaba ritualmente y periódicamente mantenía secretas conversaciones.

Tal era el manejo relativamente eficaz de su agresión, totalmente vinculada a una relación imaginaria.

Nuestro paciente puede soltar amarras de algunas palabras que como un barco con equipaje intelectual y un pequeño baúl de afectos, recorre el mar pleno de dudas e inseguridades que conforman nuestro vínculo. Pero este es un barco que necesita para su movilidad de una impresionante cantidad de remolcadores; en este caso de muletillas que sirven de eso, sost&eacutso de muletillas que sirven de eso, sostén de un discurso monótono que parecieran defenderlo cual prodigiosa armadura contra las causas de su angustia.

Era tan fácil de ver al estilo de un oleaje, el ir y venir de su líbido, tan pero tan fácil, que hube de admitir que: "Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía", que comencé a trabajar sobre la hipótesis de que esto era parte de su resistencia y de que algo había comenzado a moverse.

Recuerdo que Balint (3) dice que todo progreso en el análisis debe vincularse a una tendencia del analizando a reencontrarse con su primer amor. En este análisis parecería que nuestro paciente evitase encontrarse con un odio primordial.

En el Núcleo de la Represión, Lacan (4) nos dice que el deseo emerge en una confrontación con la imagen y que cuando esta imagen previamente descompletada; se completa, cuando surge la faceta imaginaria que no estaba integrada, que estaba suprimida, reprimida, es ahí donde aparece la angustia.

Posiblemente estemos aquí con Pablo tratando de llegar a hablar a esa Pragung (acunación) que a esa Pragung (acunación) que no había sido integrada a su discurso y que ajustada al dominio de lo imaginario iría surgiendo en su mundo simbólico.

El trauma de su hermanito (que confirmaría su omnipotencia infantil) a quien le deseó la muerte apenas nacido, nunca fue hablado habiendo sido desplazado sobre su hijo. No pudiendo Pablo integrarlo, éste comenzó a girar como una bola en el vacío sujeto a continuos golpes y dolor. La represión habría aparecido después, generando este mundo incierto y mítico que roza al delirio y a toda su ficción.

Como al sujeto que habla, es preciso admitirlo como un posible "mentiroso", la duda aquí sería una co-terapeuta para descubrir si lo que dice es igual a lo que quiere decir. Del mismo modo se trataría de descubrir el doble juego del Superyo que corta el mundo simbólico del sujeto en una parte conocida y una prohibida.

A ese lugar prohibido sería posible acceder por sus habituales muletillas (este, por ejemplo, ejem…, uhm…. así, o, blanco-negro, entendió?, y el más usado: pero), ya que son palabras suficientes para hacer surgir alguna cosa aunque no la cr surgir alguna cosa aunque no la cosa misma, sino su concepto que, al decir de Hegel, será el tiempo de la cosa.

Al tiempo del análisis, al tiempo propio del inconsciente que esconde ese algo que antes referí, a ese tiempo ahora me refiero. Tiempo de mi sospecha. ("Aber etwas so, als ob sie nicht"): Algo hay ahí, pero como si no estuviese. Ese algo que sospecho sería delirado dentro del perfecto y pulido espejo de su monocórdica aunque colorida letanía obsesiva.

Es aquí que hay algo más que una neurosis obsesiva, ya que ésta parece auto-reproducirse ad infinitum como una defensa mayor ante el temor al aniquilamiento. Un Superyo extremadamente punitivo y la exaltación de su instinto de muerte y por ende de su sadismo, contribuirían a tal sensación psicótica.

Freud nos aclara que, la inseguridad es uno de los métodos que la neurosis emplea para extraer al enfermo de la realidad y aislarlo del mundo. Partiendo de estos conceptos, el análisis progresivo de Pablo posiblemente permita descubrir bajo el bordado manto obsesivo, una estructura delirante a la que habría que acceder con profunda y cautelosa minuciosidad, al est profunda y cautelosa minuciosidad, al estilo de un acto obsesivamente terapéutico.

Quizás debiéramos agradecer al Obsesivo por ese más allá, bifurcado, indiscutido, contrariado, utilitario, lastimoso, solitario, umbrío y tramposo. Discurso que nos permite escuchar un Mito:

ausente de silencios, gozante entre contrarios y cercanos límites, sujetado por

ritos imposibles cada vez, con incalculables cierres para incalculables aperturas,

el que no se sabe encerrado en una holística holocáustica donde el Condenado

siempre es el Instinto.Sacrificio de Isaac no consumado, por eso sacrificio, cuyo

hechiero encerrado en un solo mandamiento, sólo dice: "No sentiras".

Mito de Condena a ser la Palabra sin Marca, evadiendo el vestigio, borrando las huellas

.

Quizás por esto, debi&ea="Arial">Quizás por esto, debiéramos apuntar que también El es una "vedette" que podría competir con la fuerte y encantadora histeria que parece querer siempre estar en la "mise en scene"de lo analítico.

Parece que a veces nos olvidamos de El.

Recuerdo que Mannoni en Más allá de la Psicología. El Núcleo de la Represión (5), pregunta:

-Un olvido, entonces, sin retorno de lo reprimido?

Ahora recuerdo también a las muletillas que antes señalé, las que serían entonces una muralla para que él olvide el contenido de las otras palabras, algo así como si fuesen borradores actuando sobre el negro pizarrón de su inconsciente.

Y Lacan "responde" a Mannoni: "Toda entrada del ser en su morada de palabras, supone un margen de olvido. Una léthe complementaria de toda aletheia. (Que a esta altura del trabajo prefiero olvidarme que quiere decir).


NOTAS BIBLIOp;
NOTAS BIBLIOGRAFICAS


Sigmun Freud, Obras Completas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1948, T. II, pág. 830.
Idem, pág. 829.
Jacques Lacan, Seminario Nro. 1, Barcelona-Buenos Aires, Paidós, 1984, pág. 270.
Idem, pág. 278.
Ibid. , pág. 284.



JORGE G. GARZARELLI

DOCTOR EN PSICOLOGÍA

PSICOANALISTA

PROFESOR TITULAR UNIVERSIDAD

DEL SALVADOR

JOHN F. KENNEDY

DIRECTOR DEL CECYS.(Centro de Estudios científicos y Sociales).

Neurosis Obsesiva


Por: Dr. Enrique Sánchez, Psicoanalista Clínico.
fuente:http://carlosdragonne.com/2009/02/07/salud-%C2%BFobsesivo-compulsivo/

Sé que les debo un texto sobre la dependencia hacia la psicoterapia y prometo tenérselos la semana que viene. Pero en esta ocasión quiero hablar de una patología que “todo el mundo conoce”, del que todos hacen referencia pero de la que en realidad se sabe poco. Me refiero a la . Esta patología está en los labios de todos. Incluso, está de moda que cualquiera que sea muy ordenado y limpio sea llamado “obsesivo”, y no sobran aquellos que, aquejados por una fuerte psicosis o un trastorno grave, van por la vida pensando que tienen TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo, según su nomenclatura psiquiátrica).

El problema de esta patología (como la mayoría de los padecimientos psíquicos), es que la gente cree conocerlos, dominarlos, entenderlos. Nada más equivocado. Los profesionales aparecen en la radio dando un par de características de la neurosis obsesiva y ahí están miles de personas buscándolo en Internet, encontrando las descripciones teóricas del TOC y utilizando sus pesquisas para ir por la vida afirmando que tienen TOC. “Tengo TOC, tengo TOC”, dicen como si fuera algo que presumir. Lo curioso es que de todos estos que usan el “tengo TOC” como una manera de defender sus deficiencias psicológicas, rara vez sufren de este padecimiento, sino de uno mucho más grave.

Porque, antes de iniciar, tengo que dejar algo muy claro. Ninguna patología se presenta pura; un obsesivo tiene siempre características y comportamientos de otras patologías. Por ello no es común ver personas sanas con comportamientos o contenidos psicóticos, o psicóticos con comportamientos obsesivos (no sobra decir que la psicosis es una enfermedad mucho más grave que la neurosis obsesiva).

Pero bueno, después de tanta introducción, voy a ello. Empecemos por el principio, la neurosis obsesiva se gesta desde los primeros años de vida. Se basa en el aprendizaje inconsciente del niño de que su madre es una mujer obsesionada por la limpieza, el comportamiento y las reglas, junto a un padre exigente. Ambos se inclinan constantemente por evitar que el niño cometa actos impulsivos… el orden por sobre todas las cosas. No seguir las reglas se convierte para el niño en un temor profundo, temor ante el castigo que los padres puedan imponerle por no someterse.

Por eso las personas obsesivas tienen una auto-exigencia brutal y se persiguen todo el tiempo para lograr la perfección. Poco menos que la perfección los hace sentirse culpables, subvalorados, merecedores de castigo. Obviamente este castigo y esta persecución vienen de dentro de la misma persona, su propio sistema psíquico crea estos castigadores internos, estos “padres” psicológicos que lo observan constantemente, buscando a toda hora el cumplimiento de las reglas.

“¿O sea que si no robo por un conflicto de consciencia eso son los padres psicológicos?”, podrían preguntarme y mi respuesta sería Sí. La diferencia es que no es lo mismo un padre psicológico que te dice que no robes a un padre psicológico que te pide que no dejes arrugas en tu cama al tenderla, o que engrapes las hojas a la misma altura, o que entregues un trabajo de 9 hojas cuando el jefe comentó que lo prefería de 10 (aunque probablemente no le importe un bledo).

Sin embargo, la persona obsesiva no se cruza de brazos, sino que lucha constantemente en contra de estos padres psicológicos, su propio deseo e inclinación hacia la obediencia. Por tanto, el obsesivo no sabe si seguir las reglas o ser revoltoso, ser obediente o ser desafiante. De aquí a la constante duda de los obsesivos, a los que una difícil elección entre dos opciones puede introducirlos en un verdadero ataque de pánico. “¿Voy de viaje o ahorro?”, “¿debería decirle algo o lo dejo por la paz?”, “¿le hago caso a mis amigos o a mi familia?” Estos pacientes no pueden invitar a varios grupos de amigos a la fiesta, porque se siente culpable de prestarle atención a unos más que a los otros.

¿Por qué se les dice “obsesivos-compulsivos” y porque se hace la diferencia entre “obsesión” y “compulsión”?

La obsesión es un pensamiento, una fantasía, un recuerdo, un deseo, etcétera que aparece en la mente todo el tiempo, a pesar de que la persona no lo desee o incluso intente llevar a cabo técnicas para evitarlo. Bueno, también puede amar esta clase de pensamientos, deseos y recuerdos, quizá el obsesivo va en su carro y fantasea sobre su muerte, o sobre salvar a alguien de un asalto, etcétera. La compulsión es, en cambio, un impulso necio que constantemente lleva a la persona a realizar rituales para eliminar la ansiedad que produjo la obsesión. Aunque la persona puede pensar que sus rituales son ilógicos, aun así los hace, como aquél personaje de la película “Los Tramposos”, que tenía que cerrar la puerta tres veces para eliminar la ansiedad de que pudiese quedar abierta; o aquellas personas que, a medio camino hacia su trabajo, empiezan con la idea obsesiva de que quizá dejaron prendida la estufa y por ello tienen que regresar una y otra vez a verificarlo. Otro caso es el de aquellos que, temerosos de que el agua se derrame sobre el piso de la cocina, tienen que probar una y otra vez que las llaves del agua estén bien cerradas.

Las personas obsesivas, más que ninguna otra, utilizan el intelecto para no estar en contacto con sus sentimientos. Los afectos les cuestan tanto trabajo, que prefieren llenarse la cabeza de razones, ideas, intelecto… no hablan sobre el sufrimiento de los niños hambrientos en África, habla del porcentaje de ayuda médica de la Cruz Roja en África. No hablan de lo mucho que les dolió ser abandonados por su novia, sino que hablan de las razones de la separación, dividiendo claramente los aspectos positivos y los negativos de la relación, como si fueran una encuesta nacional. Siempre que pueden, llevan las emociones al campo que conocen: el de la habladuría, las teorías y el intelecto.

Es por todo ello que el obsesivo está siempre lleno de dudas, escrúpulos, inhibiciones… el obsesivo observa, con impotencia, como el carro de enfrente se salta con facilidad el camellón mientras él no puede llevarse a ello. En lo consciente, es la culpa, el actuar “honrosamente” y el respetar la ley lo que se lo evita. Incluso puede vivirse como respetuoso, socialmente adaptado, respetuoso de las reglas sociales. En realidad son sus padres psicológicos, su autoridad interna, la que le evita esta clase de comportamiento. En el mundo inconsciente, el castigo sería terrible de cometer un acto tan terrible. “Ay, ¿tan terrible? Ni que mataran a alguien”, pudieran decirme. Pero así es, el obsesivo encuentra lo prohibido y castigable hasta en actos tan inocentes como no tener limpia su habitación.

¿Qué hacer? Pues antes que nada: no crean que son obsesivos compulsivos porque tienen alguno de los síntomas que leen en Internet (incluida esta página), ven en la tele o leen en el radio, vayan con un profesional de la salud mental a que les eche un ojo. Y claro, creo que sobra decir esto, pero… ser obsesivo no es “malo”, es sencillamente ser obsesivo. Si los actos obsesivos y las compulsiones no les causan sufrimiento ni dificultades en su vida, entonces no pasa nada ni necesitan ninguna clase de tratamiento.

Mientras tanto, te deseo que esta noche tengas un sueño que resulte reparador y constructivo.

OBSESIONES


http://contralansiedad.blogspot.com/2009/08/depresion.html
Publicado por Dr. Ricardo Ginés
OBSESIONES
Las obsesiones son miles y miles conocidas, poco conocidas por la sociedad en general. El punto común denominador a todas ellas es la perdida de control sobre el comportamiento obsesivo que no puede evitar realizar, supera la capacidad del control del individuo a diferentes niveles, leve, moderada, intensa donde la obsesión se apodera de la vida individual sin control sobre sus pensamientos, sus sentimientos con una mente bloqueada donde solo tiene cabida la obsesión.

A diferencia de las dependencias donde inicialmente es una liberación del sufrimiento hasta que llegan a quedar enganchados, adictos a sus comportamientos. En la obsesión el comportamiento es consecuencia del sufrimiento y también se sufre con el comportamiento obsesivo, hay leve liberación del sufrimiento y vuelve de nuevo para generar mas comportamiento obsesivo. Una persona obsesionada por la compra esta sufriendo continuamente hasta que compra algo y vuelve a necesitar otra compra con pequeños momento de no sufrimiento cuando adquiere el producto, el adicto a la compra en su adicción descansa del sufrimiento hasta que no llega a niveles muy elevados donde queda enganchado y entonces también sufre.

Una vez más el sufrimiento vuelve a salir y con ello situaciones de sufrimiento, comportamientos dirigidos por la necesidad de su entorno ansioso mas el comportamiento compulsivo. El primero lleva al segundo y aumenta el entorno ansioso generando una retroalimentación que lleva a niveles más elevados de comportamientos compulsivos aumentando en frecuencia, intensidad, variedades de comportamientos compulsivos, obsesivos.

Cuando me enfrente a comportamientos compulsivos obsesivos, trabajo el ajuste del tratamiento ansiolítico para controlar el sufrimiento del entorno ansioso del paciente y el sufrimiento que vive en el comportamiento compulsivo obsesivo con más o menos medicación según el paciente, según la intensidad del comportamiento compulsivo obsesivo, su frecuencia, sus variedades. Si no se bloquea el sufrimiento ajustando el ansiolítico, mañana, tarde y noche hasta conseguir ansiedad cero no se puede controlar el sufrimiento de las obsesiones ni el sufrimiento del entorno ansioso del paciente no avanzando en su curación.

Si se consigue ajustar el tratamiento ansiolítico poco a poco se va eliminando el sufrimiento de los comportamientos obsesivos y del entorno ansioso hasta el punto de que van desapareciendo las obsesiones y disminuyendo el entorno ansioso de sufrimiento. Poco a poco va hacia la curación viviendo igualmente los problemas en su vida familiar, personal, social, laboral. Al no sufrir no hay entorno ansioso, no aparecen obsesiones, no hay comportamientos de necesidad.
Publicado por Dr. Ricardo Ginés

Antidepresivos, "un mito de la cura química"


Antidepresivos, "un mito de la cura química"
BBC Ciencia
http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2009/07/090715_antidepresivos_mito_men.shtml


Se cree que los medicamentos para tratar la depresión y otros problemas emocionales actúan en el cerebro revirtiendo un desequilibrio químico.


No hay evidencia convincente de que existan desequilibrios en los sistemas químicos cerebrales.
Al menos esa es la teoría que ha circulado en las últimas dos décadas: que si sufrimos algún trastorno emocional la causa puede estar en los compuestos químicos que actúan en nuestro cerebro.

Y lo más probable es que se nos dé un fármaco diseñado para corregir ese desequilibrio químico.

Pero según la doctora Joanna Moncrieff, del Departamento de Ciencias de Salud Mental de la Universidad de Londres lo único que hacen estos medicamentos es poner a la gente en un "estado artificial inducido".

Según la investigadora, antes de tomar uno de estos medicamentos, los pacientes deben estar mucho mejor informados sobre la forma cómo estos compuestos actúan y los efectos que producen.

Tal como dijo la experta a la BBC, no son sólo los médicos los que se han encargado de decirnos que necesitamos tabletas para corregir nuestros "desequilibrios químicos".

"Revistas, periódicos, organizaciones de pacientes y sitios de internet, todos han publicitado la idea de que enfermedades como la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y el trastorno bipolar pueden ser tratados con medicamentos que ayuden a rectificar un problema cerebral subyacente".

Según la doctora Moncrieff, "igual que a un diabético se le dice que necesita tomar insulina, a la gente con esquizofrenia y otras enfermedades se le dice que debe tomar medicamentos psiquiátricos para el resto de su vida para estabilizar sus compuestos químicos cerebrales".

El problema, agrega, es que hay muy poca justificación para esta visión de los medicamentos psiquiátricos.

Estados alterados
Una de las teorías en las que se basan los medicamentos para la depresión, ansiedad y otros trastornos emocionales, es que hay un desequilibrio en el nivel de serotonina -un compuesto químico cerebral que funciona en el sistema nervioso como neurotransmisor y que se cree está involucrado en el estado de ánimo del individuo.

Pero tal como señala la investigadora "primero, aunque las ideas como la teoría de la serotonina en la depresión han sido publicitadas ampliamente, la investigación científica no ha detectado hasta ahora ninguna anormalidad en el sistema de la serotonina en personas que están deprimidas".

La gente necesita tomar decisiones informadas sobre si el consumo de fármacos psicoactivos es una forma útil de manejar sus problemas emocionales. Pero para poder hacer esto con responsabilidad, los médicos y sus pacientes necesitan mucha más información sobre la naturaleza de los medicamentos psiquiátricos y los efectos que producen
Dra. Joanna Moncrieff
"Segundo, a menudo se dice que el hecho de que el tratamiento farmacológico 'funciona' demuestra que existe una deficiencia biológica subyacente".

Pero, agrega, "hay otra explicación para la forma como los medicamentos psiquiátricos afectan a las personas con problemas emocionales".

"A menudo se pasa por alto que los fármacos usados en psiquiatría son drogas psicoactivas, como el alcohol o la marihuana. Las drogas psicoactivas hacen a la gente sentirse diferente, la colocan en un estado mental y físico alterado. Y esto afecta a todos, independientemente de si tienen el trastorno o no".

Es por eso, afirma la experta, que para entender cómo afectan a las personas estos fármacos hay que entender cuáles son los efectos psicoactivos que producen.

Los llamados medicamentos antipsicóticos, por ejemplo, "sofocan" los pensamientos y emociones, lo cual puede ser útil en personas con psicosis.

Los fármacos como el valium producen un estado de relajación y mareo placentero, lo cual puede reducir la ansiedad y la agitación.

Los llamados "antidepresivos" provienen de varias familias químicas distintas y producen efectos variados.

Falta de información
La opinión sobre los fármacos psiquiátricos ha cambiado mucho desde los 1960, pero la doctora Moncrieff cree que gradualmente se les ha ido considerando como tratamientos específicos para enfermedades específicas, o panaceas, y los efectos psicoactivos que producen se han ido olvidando.


Millones de personas toman antidepresivos en todo el mundo.
"Sin embargo -dice la investigadora- esta transformación no se ha basado en ningún evidencia convincente.

"Creo que lo más probable es que estos fármacos 'funcionan' produciendo estados inducidos por drogas que surpimen u 'ocultan' los problemas emocionales.

"Esto no significa que los fármacos psiquiátricos no puedan, a veces, ser útiles. Pero la gente necesita estar consciente de los efectos que producen y de lo que hacen.

"Por el momento se está alentando a la gente a creer que si toma una píldora esto la hará sentirse mejor porque está corrigiendo algún defecto en sus procesos cerebrales.

"Esto suena muy bien. Si su cerebro no está funcionando apropiadamente y un fármaco puede lograr que trabaje mejor, entonces tiene sentido tomarse una píldora", dice la científica.

"Pero, si por otra parte, le damos a la gente la información completa, quizás el tratamiento farmacológico no sea tan buena idea.

"Si le decimos a la gente que no tenemos ni idea de lo que pasa en su cerebro, pero que puede tomar el fármaco que la hará sentirse diferente y podría ayudarle a suprimir sus pensamientos y sentimientos, entonces mucha gente quizás preferirá no tomar esos medicamentos".

La investigadora subraya que la gente que está severamente trastornada o angustiada quizás acogerá con beneplácito esos efectos, al menos por un tiempo.

Pero agrega que "la gente necesita tomar decisiones informadas sobre si el consumo de fármacos psicoactivos es una forma útil de manejar sus problemas emocionales.

"Pero para poder hacer esto con responsabilidad, los médicos y sus pacientes necesitan mucho más información sobre la naturaleza de los medicamentos psiquiátricos y los efectos que producen", expresa la científica.