TERAPIAS EXPERIMENTALES 10 años con trastorno obsesivo compulsivo


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/09/14/neurocienciadudasypreguntas/1158244585.html
TERAPIAS EXPERIMENTALES
10 años con trastorno obsesivo compulsivo

Mi hijo Javier de 18 años, padece Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Lo padece desde los 10 años, pues siempre fue un poco inquieto mentalmente y muy bien dotado intelectualmente.

Tras estos largos siete años no ha sido capaz de vencer su obsesión y carece de motivación y metas. Es muy agradable socialmente; de hecho es amable y extrovertido, para suplir la deficiencia de naturalidad que tiene al tratar con la gente que le provoca ansiedad.

Sus estados de ánimo son muy volubles. Tan pronto cree haber vencido su obsesión como puede volverse sumiso y abatido cuando vuelve de la calle, pues como el dice: "soy una copia de mi mismo, ni buena ni mala, las copias son solo eso copias".

Hemos ido a psicólogos y psiquiatras pero ninguna sugestión le ha hecho capaz de vencer su idea y tiene estados depresivos incluso de cólera, y llega a amenazar con el suicidio. Quiere que "busquemos una cura que le devolvuelva su vida".

Actualmente está tomando Concerta 36 mg (1 por la mañana), Altisben 100 mg (1 por la mañana y otra al mediodía) y Risperdal 3 mg (por la noche).

Nuestra consulta viene sobre una terapia llamada TERAPIA MOLECULAR POR VIBRACIÓN ELECTROMAGNÉTICA que trabaja sobre la amígdala y la sensación de miedo como ya saben. ¿Es efectiva? ¿Existe algún centro en España donde lo hagan?

- La terapia a la que haces referencia es un tratamiento experimental cuya utilidad práctica no ha sido demostrada y, por ello, su difusión no ha sido amplia. Su empleo actualmente es mayor en trastornos depresivos, pero como te comento se hace más desde una perspectiva investigadora.

En cuanto a centros que lo aplican hay varios que disponen del aparato en España. Un ejemplo sería los Hospitales Público de Mallorca (Son Dureta y Son Llatzer) que, son de los primeros que lo han aplicado en España, pero insisto en su carácter experimental.

No obstante, y respecto a lo que planteas de tu hijo habría también que valorar los tratamientos psicoterápicos que haya recibido y si su complemento con la medicación le beneficiaría.

Y hay aspectos que no me encajan bien que quizá habría que valorar como es el que lo definías como extrovertido y con dificultades de relación. Me hace pensar que su problema se vincula mucho a contextos determinados y que por tanto, si fuese así la psicoterapia le podría ayudar como complemento al tratamiento que recibe.

DOCTOR MANUEL A. FRANCO
Jefe del Servicio de Psiquiatría
Complejo Asistencial de Zamora

"A pesar de la medicación sus manías no desaparecen"




http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/09/07/neurocienciadudasypreguntas/1157647039.html
TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO
"A pesar de la medicación sus manías no desaparecen"



Mi marido tiene 36 años padece de un trastorno obsesivo compulsivo y se toma ludiomil 75mg, media pastilla por la mañana y media por la tarde. Lleva meses tomándolas hasta llegar a esa dosis y ha encontrado alguna mejoría, pero las manías no desaparecen.

Él es taxista y supongo que el trabajo le provocara bastante ansiedad. He notado de hace tiempo que se siente depresivo, no tiene ilusión y me cuenta que no sabe explicarlo, que es como si no aguantara la rutina de trabajar o algo así.

Me preocupa porque viene a casa siempre como amargado, luego lo voy animando algo pero a mi me está afectando y se me pega la amargura no sé que hacer entre las manías y la depresión.

- La verdad es que los datos que das no permiten dar un consejo o propuesta muy ajustada, pero algo puedo comentar. La dosis que toma no es muy alta, más bien relativamente baja con lo que hay bastante margen de mejoría con el ajuste de medicación.

Por otra parte, los trastornos obsesivo-compulsivos evolucionan de forma prolongada con periodos en los que la ansiedad e inclusó desesperanza se hacen más notables y en los que las obsesiones dominan más la conducta de quien lo padecen. En este sentido, el trastorno obsesivo-compulsivo (aunque depende de la intensidad del mismo y su evolución) con frecuencia requieren un tratamiento muy prolongado.

El tratamiento habitualmente combina psicoterapia con tratamiento psicofarmacológico, llegando en ocasiones éste a requerir dosis bastante altas. No sé quien le hizo el diagnóstico a tu marido y quién le controla la medicación, pero si no lo hizo un psiquiatra mi primer consejo es que acuda al mismo.

Si sí está bajo control de un psiquiatra es bueno que acuda cuanto antes a la revisión para ajustar la dosis porque efectivamente puede estar teniendo un periodo de mayor número de obsesiones en el que convendría un ajuste de medicación que como digo para un trastorno de este tipo está en niveles bajos.

DOCTOR MANUEL A. FRANCO
Jefe del Servicio de Psiquiatría
Complejo Asistencial de Zamora

El mejor centro para tratar el TOC


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2006/04/12/neurocienciadudasypreguntas/1144835339.html

El mejor centro para tratar el TOC


Quisiera saber cuál es el centro de España mejor cualificado para hacer una valoración de una persona diagnosticada de trastorno obsesivo compulsivo y cómo acceder a este centeo.

-No hay ningún ránking de centros cualificados por enfermedades o demás. En general, hay centros de prestigio en salud mental por recursos, profesionales y demás, pero como digo no hay ningún ránking que permita responder a esta cuestión, sobre todo respecto a un problema bien conocido en el marco de la salud mental.

DOCTOR MANUEL A. FRANCO
Jefe del Servicio de Psiquiatría
Complejo Asistencial de Zamora

Fobia al fracaso en los estudios


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/03/06/neurocienciadudasypreguntas/1204829757.html
TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

Fobia al fracaso en los estudios


PREGUNTA.- Tengo un trastorno obsesivo compulsivo desde los 17 años y ahora tengo 30. Estoy estudiando una carrera que me trae por la calle de la amargura ya que mis síntomas se agudizan cuando me tengo que presentar a un examen.

Si no tuviera que estudiar estaría bastante más relajado, pero el problema es que me quedan ocho asignaturas. Yo me las preparo, pero cuando llegan los cuatro o cinco días previos al examen me entra una ansiedad brutal y pensamientos negativos atroces, me atormento en defeinitiva.

El problema está ahí y la pregunta es: ¿desde el punto de vista de la experiencia psiquiátrica, esto tiene solución? Lo digo para no seguir perdiendo el tiempo con la carrera. Estoy en deventaja con el resto de mis compañeros; ¿sabe si la universidad ayuda a pacientes de este tipo?

RESPUESTA.- La respuesta sobre la solución es que sí. Y no una sino varias, lo que hace falta es encontrar la que se adecua más a tus posibilidades y capacidades.

Evidentemente con este problema tienes cierta desventaja pero se trata de poder afrontar esta situación y una vez que la superes, el problema pasará a otro plano.

Mi consejo inicial es que sigas con ello. Te recomendaría que acudieras a un centro de salud mental que podrían ayudarte con ello, por lo menos aliviarte y seguro que poco a poco lo vas consiguiendo.

En cierta medida por lo que comentas parece como si tuvieras fobia al fracaso, es decir, miedo grande a suspender, de modo que ante ese riesgo te paralizas. Se trata de que superes el miedo y saber que puedes aprobar y lo harás.

Finalmente, en cuanto ayudas de este tipo por parte de las universidades va a depender de la universidad en que te encuentres. Por lo general, en la mayoría de las universidades hay centros de apoyo psicológico, como la de Salamanca que es la que mejor conozco y que pueden ayudarte mucho en problemas como este.

Busca a ver si hay un servicio de atención psicológica en tu universidad para ello. Un saludo.

Manuel Franco
Jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Zamora

¿Qué son los trastornos de la personalidad?



¿Qué son los trastornos de la personalidad?

Para quienes no tienen ningún trastorno de la personalidad, los rasgos de la personalidad son patrones de pensamiento, reacción y comportamiento que permanecen relativamente constantes y estables a lo largo del tiempo. Las personas que tienen un trastorno de la personalidad exhiben comportamientos de pensamiento y de reacción más rígidos y señales de inadaptación que suelen perturbar su vida personal, profesional y social.
¿Cuáles son los tipos más frecuentes de trastornos de la personalidad?

En general, los trastornos de la personalidad se clasifican en tres subtipos (o grupos) e incluyen los siguientes:

Subtipo


Clasificación

Grupo A:


extraña/excéntrica

Grupo B:


dramática/errática

Grupo C:


ansiosa/inhibida
Ejemplos de trastornos de la personalidad extraña/excéntrica (Grupo A):

* Trastorno de la personalidad paranoica
Las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes e incapaces de generar vínculos interpersonales estrechos. A menudo son demasiado desconfiadas de su entorno, pero injustificadamente, generalmente no pueden apreciar su propia función en las situaciones de conflicto y suelen proyectar sus sentimientos de paranoia en forma de enojo hacia los demás.

* Trastorno de la personalidad esquizoide
Las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes, introvertidas y tener un gran temor a la intimidad y los vínculos estrechos. Las personas que tienen personalidad esquizoide permanecen tan absortas en sus propios pensamientos y fantasías que se autoexcluyen de los vínculos con la realidad y otras personas.

* Trastorno de la personalidad esquizotípica
Similar al trastorno de la personalidad esquizoide; las personas que tienen este trastorno suelen ser frías, distantes, introvertidas y tener un gran temor a la intimidad y los vínculos estrechos. Sin embargo, las personas que tienen personalidad esquizotípica también presentan trastornos del pensamiento, de la percepción y habilidades ineficaces de comunicación. Muchos síntomas del trastorno de la personalidad esquizotípica se parecen a los de la esquizofrenia, pero son más leves y menos intrusivos.

Ejemplos de trastornos de la personalidad dramática/errática (Grupo B):

* Trastorno de personalidad limítrofe
Las personas que tienen este trastorno presentan inestabilidad en la percepción de sí mismas y tienen dificultad para mantener relaciones estables. Los estados de ánimo también pueden ser inconstantes, pero jamás neutros, y su sentido de la realidad siempre se percibe en "blanco y negro". Las personas que tienen personalidad limítrofe a menudo creen que los cuidados que recibieron durante la infancia fueron insuficientes y, por consiguiente, buscan incesantemente más atención de los demás en su etapa adulta. Esto lo pueden lograr manipulando a los demás, lo cual a menudo los deja sintiéndose vacíos, enojados y abandonados, sensación que puede llevarlos a un comportamiento desesperado e impulsivo.

* Trastorno de la personalidad antisocial
Las personas que tienen este trastorno típicamente no tienen en cuenta los sentimientos, propiedad, autoridad y respeto hacia los demás en busca del propio beneficio. Esto puede incluir acciones violentas o agresivas que afectan o implican a otros individuos, sin un sentimiento de remordimiento ni culpabilidad por sus actos destructores.

* Trastorno de la personalidad narcisista
Las personas que tienen este trastorno presentan sentimientos excesivamente exagerados de autovaloración, grandiosidad y superioridad en relación con los demás. Las personas que tienen personalidad narcisista suelen explotar a las personas que no los admiran y son demasiado sensibles a las críticas, juicios de valor y fracasos.

* Trastorno de la personalidad histriónica
Las personas que tienen este trastorno están demasiado preocupadas por su aspecto, constantemente buscan atención y a menudo se comportan dramáticamente en situaciones que no justifican ese tipo de reacción. Las expresiones emocionales de las personas que tienen personalidad histriónica suelen ser consideradas superficiales y exageradas.

Ejemplos de trastornos de la personalidad ansiosa/inhibida (Grupo C):

* Trastorno de la personalidad dependiente
Las personas que tienen este trastorno dependen excesivamente de los demás para su validación y para la satisfacción de sus necesidades básicas. Además de no ser capaces de cuidar de sí mismas correctamente, a las personas que tienen personalidad dependiente les falta confianza en sí mismos y seguridad, y tienen dificultad para tomar decisiones.

* Trastorno de la personalidad de evitación
Las personas que tienen este trastorno son hipersensibles ante el rechazo y, por lo tanto, evitan las situaciones que pueden generarles conflicto. Esta reacción es impulsada por el temor; sin embargo, las personas que tienen personalidad de evitación se sienten perturbadas por su propio aislamiento social, su retraimiento y su incapacidad de mantener vínculos interpersonales estrechos.

* Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva
Las personas que tienen este trastorno se muestran inflexibles ante el cambio y se molestan si la rutina se ve alterada debido a su obsesión por el orden. Por consiguiente, son ansiosas y tienen dificultad para completar las tareas y tomar decisiones. Las personas que tienen personalidad obsesivo-compulsiva suelen sentirse incómodas en situaciones que están fuera de su control y como consecuencia de ello tienen dificultad para mantener relaciones interpersonales positivas y sanas.

Tratamiento de los trastornos de la personalidad:

El tratamiento específico de cada trastorno de la personalidad será determinado por su médico basándose en lo siguiente:

* Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
* El tipo y severidad de los síntomas.
* Qué tan avanzada está la enfermedad.
* Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
* Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
* Su opinión o preferencia.

Los trastornos de la personalidad suelen ser difíciles de tratar y pueden requerir atención a largo plazo para modificar los patrones de comportamiento y de pensamiento inadecuados. El tratamiento puede incluir lo siguiente:

* Medicamentos (aunque se puede abusar de ellos y su eficacia es limitada).

* Tratamiento psicológico (que incluya la participación de la familia).

El rencoroso y el victimismo agresivo. por mucho que haga por ella, siempre le habre robado su mas preciado bien...


http://rsanzcarrera.wordpress.com/2007/07/03/el-rencoroso-y-el-victimismo-agresivo/

Cfr. interrogantes. Net

El rencoroso y el victimismo agresivo
30 dias de comidas de hiel y rencor. en ocasiones una mirada o una accion puede ser tan dañina como una bofetada.amatista





En medicina nos decían que un buen diagnóstico era la clave del éxito del tratamiento. Y al seguir estudiando la clínica de estas “patologías espirituales”, nos encontramos también con un estilo victimista mucho más hostil, que en nombre de las desgracias del pasado o de todo lo que está sufriendo, se arroga una especie de patente de inmunidad con la que justificar su actitud agresiva, o incluso violenta.

Para estas personas, invocar el recuerdo de las desgracias pasadas es como una inmensa caja de caudales sin fondo de donde extraer un flujo inagotable de resentimientos, o incluso de ira, odio y deseo de venganza. Y si alguien les reprocha su actitud, a lo mejor admiten que lo suyo no es muy ejemplar, pero enseguida replica que sus padecimientos pasados le han ganado el derecho a esa leve incorrección, o al menos la disculpan.

Su susceptibilidad les lleva a reaccionar con crispación ante la más mínima crítica. El menor reparo que se ponga a sus acciones es inmediatamente elevado a la consideración de gran ofensa. Enseguida ven malas intenciones en las personas que están a su alrededor y, progresivamente, en todo el mundo. Por doquier intuyen complots y hostilidad. Están persuadidos de ser objeto de desprecios y vejaciones sin tregua ni descanso.

El síndrome del complot suele designar un culpable, y origina dos posibles actitudes. De renuncia y pasividad (para qué hacer nada si una fuerza tan poderosa está tramando tales cosas contra nosotros), o bien de agresividad contra el supuesto culpable.

Lo peor es cuando estos síndromes de persecución se convierten en acusaciones contra los supuestos ofensores, pues suelen ser como el aviso de comienzo de una jugada maestra: acusar de una ofensa —ficticia—, sencillamente para anticipar la que —bien real— pretenden ellos llevar a cabo. A partir de ahí, envuelven su agresión con un manto de candidez: lo único que pretenden es defenderse.



Un apunte último sobre el síndrome del complot: En los casos más extremos, piensan que el mundo entero los sataniza (he ahí la curiosa paradoja del satanizador satanizado) y, aquejados de una sorprendente megalomanía, tienen constantemente presente el pensamiento de la conspiración.

Uno de los peores inconvenientes de todo esto es que la idea de la conspiración es difícilmente refutable, pues resulta muy fácil dar la vuelta a cualquier argumento transformándolo en prueba de la omnipotencia o sutileza de los conspiradores. Además, sentirse víctima de una conspiración es una tentadora y sugerente manera de eludir la crítica, y para algunos supone un curioso consuelo añadido: creerse suficientemente importantes como para que unos malvados pretendan arruinar su vida.

EL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO: ¿UN TRASTORNO UNITARIO?


Gemma García-Soriano1, 2, Amparo Belloch1 y Carmen Morillo3
1Universidad de Valencia; 2 Universitat Jaume I (Castellón); 3Departamento de Salud nº 5. Agencia Valenciana de Salud, Valencia

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por la ocurrencia repetida de obsesiones y/o compulsiones que consumen al menos una hora al día, si bien en la práctica, la interferencia y el malestar que genera supera con creces ese tiempo. Aunque desde los inicios de su caracterización se ha considerado como un trastorno unitario, en la práctica clínica se observan grandes diferencias tanto en la forma como en el contenido de los síntomas a través de los cuales se manifiesta en los distintos pacientes. Estas diferencias se traducen, entre otras cosas, en la respuesta a los tratamientos disponibles, en el malestar y la interferencia cotidianos que genera, o en las elevadas tasas de comorbilidad con otros trastornos y, especialmente, con los depresivos. Esta complejidad es cada día más patente en la investigación y en la práctica clínicas, y es por ello que se está dedicando un esfuerzo creciente al estudio de la misma.




El desarrollo de un sistema de subtipos o modalidades de TOC sencillo, fiable, válido, comprensible y significativo, no sólo proporcionaría una descripción más exacta y definida de la psicopatología del trastorno, sino que podría tener además importantes repercusiones tanto para comprender su etiopatogenia (p. ej., búsqueda de causas comunes para la explicación del trastorno, junto a otras más específicas para el desarrollo de una modalidad concreta), como de evaluación y diagnóstico (p. ej., mejores herramientas de evaluación, cribado, diagnóstico precoz, etc.), y terapéutico (p. ej., desarrollo de protocolos de tratamiento específicos y más eficaces.

El acercamiento a la heterogeneidad del TOC se ha realizado a nivel tanto teórico como empírico, y empleando criterios muy diversos (edad de inicio del trastorno, gravedad de los síntomas, etc.). No obstante, la aproximación que hasta la fecha ha resultado más fructífera ha sido la que se ha centrado en los contenidos de las obsesiones y en los de las compulsiones, si bien éstas se supone que están funcionalmente vinculadas a las primeras. A nivel teórico, una de las clasificaciones más utilizadas es la que divide a los pacientes TOC en función de la presencia o ausencia de compulsiones observables (p. ej., rituales de limpieza): "obsesivos con compulsiones manifiestas" y "obsesivos puros". Sin embargo, esta clasificación ha inducido a asimilar cualquier estrategia de afrontamiento de las obsesiones con una modalidad de ellas: la compulsión, que a su vez se asocia a rituales más o menos estables y complejos. Esta identificación no se corresponde con la realidad clínica, puesto que ni todos los pacientes desarrollan rituales, ni éstos son siempre manifiestos u observables.

A nivel empírico, los diferentes trabajos utilizan listados de síntomas evaluados por medio de autoinformes para estudiar las diferentes manifestaciones del TOC. Para ello, se han desarrollado tanto instrumentos de síntomas obsesivo-compulsivos, como de pensamientos intrusivos-obsesivos análogos a las obsesiones (PIO), y se ha empleado tanto población clínica TOC como no clínica. El estudio de los PIO en población general se ha basado únicamente sobre intrusiones obsesivas, excluyendo así a las compulsiones.

Dentro de este enfoque, y empleando el Inventario de Intrusiones Obsesivas Revisado de Purdon y Clark (1993, 1994), Lee y Kwon (2003) han obtenido una estructura de dos factores a partir de la cual han desarrollado un modelo teórico sobre los PIO que extrapolan a las obsesiones clínicas y que, por el momento, cuenta con un aval empírico escaso. Este modelo recuerda a la distinción clásica de obsesiones con y sin compulsiones, pero intenta ir más allá de la mera presencia o ausencia de compulsiones: centrándose en la importancia de los contenidos obsesivos, plantean una explicación sobre los posibles factores cognitivo-conductuales implicados en el desarrollo de los dos tipos de obsesiones a los que denominan "autógenas" y "reactivas".

Hemos realizado varios trabajos sobre este tema mediante un instrumento de diseño propio, el Inventario de Pensamientos Intrusos Obsesivos (INPIOs) (Belloch et al., 2004; Morillo, Belloch, y García-Soriano, 2007). Nuestros datos indican que los diversos contenidos de PIO se agrupan en 6 factores de primer orden: agresivos; sexuales, religiosos, repugnantes, existenciales, y conductas socialmente inadecuadas; simetría y orden; dudas y comprobación; limpieza y contaminación; y superstición. Estos factores se engloban a su vez en una estructura superior de dos factores: en el primero se incluyen los PIO de los factores 1 y 2, y en el segundo los de los 4 restantes. Otros estudios se han centrado en población clínica con TOC y han analizado la presencia tanto de síntomas obsesivos como compulsivos mediante la lista de síntomas de la Escala Yale-Brown de Obsesiones y Compulsiones. Aunque no existe consenso entre los diferentes trabajos, se constata en general la presencia de cinco conjuntos de contenidos obsesivos, de los que tres suelen aparecer con claridad: contaminación/limpieza; simetría/orden; obsesiones religiosas y sexuales. Junto a ellos aparecen otros dos, ya sea como factores únicos o asociados a los anteriores: acumulación, y agresión/ comprobación.

En términos comparativos, por tanto, hay al menos cuatro contenidos de PIO y Obsesiones que surgen de forma consistente, tanto cuando se examina población general como personas con TOC: agresión; sexo/religión; simetría/orden; limpieza/contaminación. En nuestra opinión, el modelo derivado a partir del INPIOs resulta muy interesante y clínicamente significativo porque permite aunar el modelo bifactorial derivado del estudio de los PIO normales, con los multifactoriales obtenidos mediante listados de síntomas obsesivo-compulsivos en población clínica. En todo caso, y aunque el estudio de la heterogeneidad del TOC está todavía en sus inicios, los datos disponibles muestran que el TOC es una psicopatología mucho más compleja y heterogénea de lo que cabía esperar hace tan sólo un par de décadas, lo que indica la necesidad de su investigación dadas las más que probables repercusiones que ello tiene en su comprensión y, como consecuencia, en su diagnóstico y tratamiento adecuados.

Referencias

El estudio original en el que se basa este artículo puede encontrarse en:
García-Soriano, G., Belloch, A. y Morillo, C. (2008). Sobre la heterogeneidad del trastorno obsesivo-compulsivo: una revisión. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 13, 65-84.