Atrapados por una obsesión




Atrapados por una obsesión

fuente:http://www.xlsemanal.com


Antes de viajar, ¿comprueba una y otra vez que ha apagado el gas y que lleva el pasaporte? A la vuelta del súper, ¿guarda por parejas los tarros en los estantes? ¿Quién no tiene una simple manía? El problema: que este tic se vuelva enfermizo y genere un trastorno obsesivo compulsivo. Una dolencia que sufre una de cada tres personas. Descubra dónde está el límite.

Quien más quien menos tiene sus manías: verificar si el gas está realmente desconectado, sumar los números de la matrícula del coche que va delante de nosotros, organizar objetos con simetría... Las manías son una especie de atavismo; no en vano de nuestros antepasados más remotos sobrevivieron los más prudentes y precavidos. Pero las manías pueden transformarse en enfermedad. El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) ocupa el cuarto lugar entre las alteraciones psiquiátricas más frecuentes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Afecta a un tres por ciento de la población y provoca tantas incapacidades como las derivadas de la esquizofrenia. A quien lo sufre le asaltan pensamientos obsesivos y, para aliviar la angustia que le causan, desarrolla comportamientos repetitivos llamados `rituales compulsivos´. Esta enfermedad «transforma a sus portadores en esclavos de sus ideas y acciones», explica la psiquiatra Ana Beatriz Barbosa, autora del best-seller Mentes y manías. Entendiendo mejor el mundo de las personas metódicas, obsesivas y compulsivas.

La causa final de un TOC, igual que ocurre con las fobias, es un temor. Pero a diferencia de los fóbicos, que padecen un miedo irreal respecto a un objeto real y evitan entrar en contacto con él, a los obsesivo-compulsivos lo que les genera la angustia son los pensamientos, y para librarse de ellos adoptan comportamientos compulsivos. Por ejemplo, los pacientes que piensan que pueden contagiarse con sólo tocar a una persona pueden llegar a lavarse varias veces con productos pesados de limpieza, como el aguafuerte, para evitar ese peligro. Saben que sus pensamientos y sus actitudes son completamente ilógicas, pero no logran librarse de la condena impuesta por sus propias mentes, y eso acaba por incapacitarlos.


AVANCE MÉDICO


El impacto del TOC es devastador. Tras analizar a más de 700 pacientes, un grupo de médicos del hospital Mount Sinaí, en Nueva York, comprobó que en el 70 por ciento de los casos las relaciones familiares estaban hechas pedazos como consecuencia de sus manías y que nueve de cada diez obsesivo-compulsivos tenían la autoestima por los suelos. Eso explica que el trastorno venga acompañado con frecuencia de depresiones y alcoholismo y que los pacientes sean reacios a buscar ayuda. «Entre la aparición de los primeros síntomas y el diagnóstico, los enfermos esperan una media de 17 años –asegura el psiquiatra Eurípedes Miguel, coordinador del Proyecto Trastornos del Espectro Obsesivo-Compulsivo, de la Universidad de São Paulo (Brasil)–. El problema es que cuanto más tiempo pasa sin tratamiento, más se intensifican los síntomas.» Sin ayuda, la dolencia es incontrolable. Todos los rituales que efectúan los pacientes para alejar sus obsesiones sólo sirven para estimularlas aún más. Y la reacción contraria también lleva al mismo resultado: si no se ejecutan las tareas que se autoimponen, las obsesiones se agudizan. Es un círculo vicioso infernal.

«Yo lloraba de odio hacia mí misma porque no conseguía controlar mis pensamientos», recuerda Lucía Vendra, de 32 años. Los primeros síntomas de su enfermedad surgieron en 1996. Por aquella época, sólo conseguía dormir si se asomaba a la ventana y veía un taxi por la calle. Enseguida, la manía se incrementó a dos taxis. Más tarde, a dos taxis y un peatón caminando en la dirección opuesta. Pero llegó un momento en que ella misma condicionaba todos sus actos a la idea que en ese momento le viniera a la cabeza. «Me creaba rituales para comenzar el día que podían extenderse durante muchas horas», recuerda. En el apogeo de su enfermedad, Lucía perdía el día entero en ese laberinto de obsesiones y compulsiones. Poco amiga de los medicamentos, opuso mucha resistencia hasta que se convenció de que debía tratarse. Hace dos años consiguió controlar sus manías, aunque de cuando en cuando todavía siente «una compulsioncita».

Las causas del TOC aún no están claras. Se sabe que esta patología tiene componentes ambientales y genéticos, y gracias al desarrollo de máquinas que \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''leen\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\\\\\\\\\''\''\\\''\''\\\\\\\''\''\\\''\'' el cerebro en funcionamiento se han descubierto que las obsesiones y las compulsiones aparecen en el córtex órbitofrontal y en los ganglios basales, las áreas que procesan las informaciones recibidas y controlan el miedo. Y también se ha establecido el papel en el desarrollo de la enfermedad de la serotonina, una sustancia producida en el cerebro que está asociada a las sensaciones de placer y bienestar. Mantener su correcto nivel en el cerebro es la base para el tratamiento farmacológico del TOC, que comenzó a ganar adeptos a finales de los 80, cuando surgieron los antidepresivos de la familia del Prozac.

Y aunque el TOC no tiene cura, la combinación de antidepresivos y psicoterapia reduce sus síntomas hasta un 80 por ciento. La terapia más utilizada es la comportamental-cognitiva, en la que el terapeuta intenta convencer al paciente de que sus preocupaciones son infundadas. Para ello se sirve de argumentos lógicos y expone al paciente al objeto de sus aflicciones. La mejoría se nota a las tres semanas de iniciar el tratamiento, pero la medicación debe mantenerse al menos un año para evitar las recaídas.

Manías, sí; obsesiones, no. Algunas alteraciones psiquiátricas pueden confundirse con el TOC, como el sexo compulsivo, el juego patológico, la hipocondría, la bulimia o la anorexia. Pero la gran diferencia es que, en estos casos, los pacientes no tienen conciencia de que sus pensamientos y actitudes son absurdos. Un obsesivo-compulsivo, que desarrolla un ritual en el cual deja de alimentarse, no lo hace porque se sienta feo. Toma ese camino para alejar de su mente algún pensamiento catastrófico. Además de eso, es consciente de que no comer le hace mal.

Todos somos susceptibles de tener arrebatos obsesivo-compulsivos en ciertos momentos, pero esas manías, como comprobar mil veces si llevamos el pasaporte encima, no tienen mayor importancia si no socavan nuestra salud. Pero para quienes el TOC es una carga inhabilitante hay una buena noticia: la enfermedad, con tratamiento, se puede controlar, y ya nadie está condenado a vivir como rehén de su mente.


Dime en qué piensas...

El 90 por ciento de los TOC, los pensamientos recurrentes y los actos repetitivos están asociados. Éstos son los casos más frecuentes:

1. MENTAL, «REPETIR ME SALVA»

# Qué es: La persona cree que si no realiza ciertas tareas, como repetir palabras, no se librará de sus pensamientos.

# La experiencia: «La estrella de cinco puntas es un símbolo místico: con la punta hacia arriba refleja el bien; hacia abajo, el mal. Y yo siempre pienso en ella así, y eso me obliga a repetir los nombres de los arcángeles». Juana Carrera, 26 años


2. SIMÉTRICA, «ADICTO AL ORDEN»

# Qué es: Cuidado extremo con la exactitud o el alineamiento de los objetos. A veces, al tocar algún objeto sin querer con un brazo, la persona hace lo mismo con el otro.

# La experiencia: «Cuando veía desordenados los discos de mi cuarto, me entraba la angustia y sentía que mis padres o yo íbamos a sufrir un accidente». José Sánchez, 32 años


3. HIGIÉNICA, «TERROR AL VIRUS»

# Qué es: Miedo desmedido a ser contagiado por virus o bacterias. Se asocia a rituales de limpieza y lavado.

# La experiencia: «Cuando rozo a alguien en la calle, me angustio al pensar que esa persona puede estar enferma y contagiarme algo. Sólo me calmo después de pasar horas en el baño lavándome a conciencia». Ainhoa Almela, 25 años


4. INDECISA, «NADA ES SEGURO»

# Qué es: Inquietud constante por no estar completamente seguro de haber realizado determinada tarea.

# La experiencia: «Cualquier cosa que hago, me deja siempre con multitud de interrogantes en la cabeza: `¿Lo he hecho ya?´ o `¿lo he hecho bien?´ No tengo niguna seguridad ni paz. Mi vida es un infierno». Ana Fernández, 28 años


5. SEXUAL, «EL VICIO ME MATA»

# Qué es: La mente es dominada por pensamientos obscenos e impulsos incestuosos, no deseados, que causan gran sufrimiento a la víctima.

# La experiencia: «Evito salir de casa por miedo a no conseguir quitar los ojos de los genitales de la gente que me cruzo por la calle o de hacer propuestas indecorosas a quien considere atractivo». Lucía Rico, 45 años


6. COLECCIONISTA, «TODO ME SIRVE»

# Qué es: Idea fija en coleccionar determinados objetos o no deshacerse de ellos, por pensar que todo podrá ser útil en el futuro.

# La experiencia: «Comencé a juntar periódicos hace cerca de 15 años. Los conservo todos y no tiro ninguno por miedo a que, algún día, necesite alguna de sus informaciones». Carmen Pastor, 51 años


7. SOMÁTICA, «ESTOY ENFERMO»

# Qué es: Preocupación excesiva por padecer alguna enfermedad, incluso aunque la persona no presente ningún tipo de síntoma que la revele.

# La experiencia: «Vivo pensando que tengo cáncer. No siento nada, sé que no tiene nada que ver, pero esa idea me atormenta todo el tiempo y me inhabilita para llevar una vida normal». Eugenio Calderón, 24 años


8. AGRESIVA, «HERIR A MI HIJO»

# Qué es: Sentir que se está a punto de dañar a alguien.

# La experiencia: «Desde que tuve a mi hijo, mi manía de cerrar los cajones de los cubiertos sólo si estaban ordenados empeoró. Pensaba que si algún cuchillo se movía de su sitio en el interior, heriría con él a mi hijo. Así, abría y cerraba el cajón sin descanso». Silvia Luque, 36 años.

¿PUEDE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL PREVENIR LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD?


fuente.Carolina Pérez-Dueñas, Antonia Pilar Pacheco, Juan Lupiáñez y Alberto Acosta

Universidad de Granada
© INFOCOP ONLINE

La idea intuitiva que todos tenemos de que el éxito personal y profesional no depende sólo de las habilidades cognitivas, sino también de las habilidades emocionales y sociales, se hace patente en el concepto de Inteligencia Emocional (IE) que Mayer y Salovey acuñaron en 1990. Este término compuesto enfatiza la unión y complementación funcional entre los procesos afectivos y cognitivos, y se puede definir como la capacidad de percibir, regular, comprender y usar la información afectiva para mejorar el razonamiento y el desempeño social.

Posiblemente, la medida de autoinforme de la IE más relevante por su frecuencia de uso y alta fiabilidad y validez sea, hasta el momento, la Trait Meta-Mood Scale (TMMS), desarrollada por Salovey en 1995. Esta escala incluye tres dimensiones básicas: (1) atención a los sentimientos, que se relaciona con la tendencia a observar y pensar sobre las emociones que uno siente y a centrarse en la propia experiencia emocional; (2) claridad emocional, que está vinculada con la habilidad para percibir de modo preciso y distintivo las emociones; y (3) la reparación emocional, estrechamente asociada con la creencia sobre la capacidad para interrumpir y regular estados de ánimo negativos y prolongar los positivos.

Diversos estudios han demostrado que puntuaciones elevadas en el TMMS covarían negativamente con los valores de sintomatología ansiosa, depresiva, rumiativa, de alexitimia, y con diferentes trastornos clínicos de personalidad; mientras que se relacionan de modo positivo con los niveles de satisfacción vital y calidad de las relaciones sociales, además de con un mayor ajuste psicológico.

A pesar de la gran relevancia de estos trabajos para avanzar en el estudio de la IE y su relación con distintos trastornos emocionales como la ansiedad, tenemos poca información sobre la relación existente entre los factores del TMMS y la ejecución en tareas cognitivas de tipo atencional o de memoria que incluyen información afectiva.

Una de las tareas cognitivas más utilizadas para estudiar la existencia de sesgos hacia los estímulos negativos en personas con ansiedad elevada ha sido la tarea stroop emocional. En ésta, los participantes tienen que nombrar lo más rápidamente posible el color de la tinta en la que están escritas una serie de palabras con contenido emocional neutro, positivo o negativo.

Cuando esta tarea la realizan personas con ansiedad elevada (ya sean seleccionadas de acuerdo con criterios clínicos, medidas de rasgo o de estado) y controles, se ha observado frecuentemente que los participantes ansiosos son más lentos en nombrar el color con que aparece una palabra de valencia negativa relevante de ansiedad en comparación con la de una neutra; lo cual no ocurre en controles normales. Este dato se ha interpretado como evidencia de que las personas ansiosas procesan en exceso, de modo involuntario e innecesario, la información negativa. Dedican más recursos de los convenientes al procesamiento de la información afectiva negativa y esto impide un buen desempeño en la tarea cognitiva de nombrar el color.

En nuestro estudio, personas con alta y baja ansiedad rasgo realizaron una tarea stroop emocional y cumplimentaron el TMMS, con el fin de conocer si las dimensiones de este cuestionario modulan los efectos típicos anteriormente descritos. Nuestros participantes con ansiedad elevada tardaron más en nombrar el color de las palabras amenazantes de valencia negativa que las de valencia positiva, independientemente de sus puntuaciones en el TMMS. Sin embargo, en el grupo de ansiedad baja sólo se observó la interferencia stroop emocional si su nivel de Atención era bajo (los niveles de Claridad y Reparación no modularon los niveles de interferencia).




Estos resultados sugieren que las personas con baja ansiedad y con niveles de Atención bajos, aunque crean que sus emociones y sentimientos no son importantes, se ven capturados involuntariamente por la información negativa. Su cadena de acción y pensamiento se ven afectados en mayor medida por los estímulos negativos que por los positivos.

En el polo opuesto, quienes tienden a observar y pensar sobre sus emociones, de alguna forma previenen la tendencia automática a atender en mayor medida a la información negativa. Los individuos con baja ansiedad (probablemente con una mayor capacidad de control) son capaces de revertir la tendencia automática inicial y focalizarse en las vivencias positivas.

Así, las personas con puntuaciones bajas en la dimensión de atención a los sentimientos podrían tener una predisposición mayor a desarrollar trastornos de ansiedad, ya que muchos autores defienden que los sesgos en el procesamiento de la información juegan un importante papel en la etiología y/o mantenimiento de los desórdenes emocionales. No obstante, es importante señalar que es necesario contar con más investigaciones al respecto y es importante conceptuar las dimensiones del TMMS en términos de procesos psicológicos. De esta manera, podremos hacer deducciones más claras, y fomentar el aprendizaje y el entrenamiento en esta dimensión con el fin de prevenir la aparición de problemas de ansiedad.© INFOCOP ONLINE

NUEVOS RESULTADOS EN EL TRATAMIENTO DEL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO


NUEVOS RESULTADOS EN EL TRATAMIENTO DEL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
fuente: INFOCOP ONLINE

Se estima que se requieren cerca de 12 semanas de tratamiento psicológico para observar mejoras significativas en la sintomatología del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Sin embargo, un estudio reciente publicado en Molecular Psychiatry sugiere que la terapia conductual intensiva con inundación puede proporcionar resultados positivos en menos de 4 semanas y producir efectos a nivel biológico.




El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad caracterizado por la presencia de obsesiones (preocupaciones y miedos irracionales recurrentes y persistentes que son experimentados como no voluntarios,) y/o compulsiones (conductas repetitivas que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada para controlar las obsesiones y reducir la ansiedad). Por lo general, las personas que padecen TOC reconocen la falta de sentido de la conducta compulsiva y no obtienen placer en llevar a cabo esta actividad, aunque les produzca un alivio inicial. Por ejemplo, la persona puede experimentar la necesidad urgente de realizar ciertos rituales como lavarse las manos o comprobar repetidamente que el horno está apagado o que la puerta de la vivienda está cerrada. Tanto las obsesiones como las compulsiones, son una fuente significativa de malestar para el individuo y pueden interferir notablemente en su funcionamiento social.

La terapia conductual y, específicamente una de sus técnicas llamada exposición con prevención de respuesta, ha demostrado buenos resultados en el tratamiento del TOC. Esta técnica consiste en exponer a la persona deliberadamente a las situaciones que tienen tendencia a estimular sus compulsiones (por ejemplo, ensuciarse las manos) y luego ayudarle a afrontar la ansiedad generada sin poner en marcha el ritual acostumbrado (por ejemplo, impedirle el lavado excesivo de las manos).

En el estudio, titulado "Rapid effects of brief intensive cognitive-behavioral therapy on brain glucose metabolism in obsessive-compulsive disorder" y dirigido por un equipo de investigación de la Universidad de California, participaron 10 individuos con TOC a los que se les sometió a una prueba de Tomografía por Emisión de Positrones (TEP) al inicio y a la finalización de un programa de tratamiento psicológico. La Tomografía por Emisión de Positrones (TEP) es una técnica no invasiva de diagnóstico e investigación por imagen capaz de medir la actividad metabólica del cerebro.

Durante un periodo de 4 semanas y con una frecuencia de 5 días a la semana, los participantes recibieron tratamiento de exposición con prevención de respuesta. Tras el tratamiento, los pacientes aprendieron a tolerar sus miedos y preocupaciones sin poner en marcha sus conductas compulsivas, mostrando mejoras significativas en los síntomas asociados al TOC.

Los resultados de las pruebas por TEP mostraron un aumento de la actividad del córtex cingulado anterior dorsal derecho, que está implicado en la reevaluación y supresión de las emociones negativas. Estos resultados se han observado también en personas con trastorno depresivo mayor que habían recibido tratamiento cognitivo-conductual.

Según los investigadores, estos resultados ponen de manifiesto la falsa dicotomía entre tratamientos biológicos y psicológicos para los trastornos mentales, ya que algunos tratamientos psicológicos, como en este caso la técnica de exposición, pueden tener un claro efecto biológico al cambiar el patrón de actividad cerebral, así como cambios conductuales y psicológicos.

CLAVES PARA EL TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DE LOS TRASTORNOS EMOCIONALES


© INFOCOP ONLINE 2007

Un artículo publicado este mes en la revista Monitor on Psychology (una publicación de la American Psychological Association), recoge las claves para el tratamiento psicológico de los trastornos emocionales. Dicho protocolo de intervención psicológica fue presentado por David H. Barlow durante la 116º Convención Anual de la APA celebrada en Boston este verano.




Según Barlow, profesor de Psicología y Director Emérito del Centro para la Ansiedad y los Trastornos Relacionados de la Universidad de Boston, "el protocolo se basa en 3 o 4 conceptos básicos que parecen estar presentes en todos los tratamientos que han resultado exitosos para los diferentes trastornos emocionales", entre los que se incluyen los trastornos de ansiedad, la depresión y las fobias.

El protocolo tiene en cuenta tres aspectos:

- Los nuevos conocimientos sobre cómo funciona la terapia de exposición. Las investigaciones más recientes han encontrado que es más eficaz exponer a las personas a sus experiencias emocionales actuales – ya que les ayuda a aceptar mejor su vida emocional y a desarrollar maneras más positivas para regular sus emociones – que simplemente exponerles a condiciones aversivas externas que pueden despertar temporalmente dichas emociones sin prestar atención en la manera en que están procesando la experiencia.

- Los recientes hallazgos que demuestran que los patrones emocionales y las respuestas afectan diferentes regiones cerebrales. Por ejemplo, algunos estudios de neuroimagen han demostrado que la terapia cognitiva y otras técnicas de regulación emocional modulan la respuesta de la corteza prefrontal y la amígdala, de tal manera que reducen las emociones negativas e incrementan las emociones positivas.

- Los estudios que muestran que algunas personas reaccionan ante la experimentación de determinadas emociones negativas (como miedo, ansiedad, depresión o ira) con evitación y rechazo, así como empleando grandes esfuerzos por suprimir dichas reacciones.

El protocolo presentado por el grupo de Barlow para el manejo general de los trastornos emocionales consta de siete módulos, en los que se incluyen los siguientes componentes:

1. Psicoeducación.
2. Aumento de la motivación para facilitar la adherencia y el compromiso con el tratamiento.
3. Entrenamiento en auto-conciencia emocional.
4. Evaluación y re-evaluación cognitiva.
5. Modificación de la evitación emocional y de las conductas para el manejo de las emociones.
6. Exposición a situaciones y sensaciones somáticas internas.
7. Prevención de recaídas.
8. Entrenamiento en auto-conciencia emocional centrada en el presente.

Según los autores del programa, una de las ventajas que ofrece es la posibilidad de ser adaptado de manera flexible en función de las características del problema específico que presente el paciente, pudiendo ser aplicado a una amplia variedad de trastornos emocionales.

Fuente:
Monitor on Psychology

"ABC" emocional


: EL ABC EMOCIONAL :

Albert Ellis, creó la teoría del "ABC" emocional, nombre críptico que sirve para facilitar la labor didáctica y educativa de la que también hace gala Ellis. Trató de establecer las principales "Creencias Irracionales" que mayormente compartimos las personas de las sociedades occidentales, bien por educación, tendencias biológicas, influencias sociales etc, y que es conveniente combatir para lograr un mayor desarrollo personal y social.
A) Acontecimiento activador
El Acontecimiento activador es el hecho que nos ocurre o propiciamos que nos ocurra, porque puede provenir tanto del mundo exterior como de nuestro mundo interior; puede ser algo apreciable a simple vista o algo que no tiene concreción determinada (puede ser un accidente de carretera o una preocupación por un familiar enfermo o por algo que pueda suceder; una discusión con otra persona o un problema de relación con alguien a quien se quiere evitar ...)
Es conveniente en este punto procurar atenerse a los hechos de la manera más fiel y objetiva que se pueda, sin realizar excesivas evaluaciones subjetivas. Se puede utilizar la técnica de comprobación de cámara de video. Supongamos que lo que nos ocurre pasa a través de una película que visionamos. Intentemos apreciar los detalles del Acontecimiento activador con cierta distancia, como datos brutos. ¿Estamos siendo objetivos con nuestra anterior apreciación? ¿Estamos exagerando las cosas?
EJEMPLO
A. Hecho activador -
"Mi amante me ha dejado por otro amor".
B. Pensamientos y Creencias

C. Consecuencias Emocionales

D. Debate

E. Respuesta racional
B) Pensamientos y creencias
Las creencias y cogniciones vienen referidas a lo que pensamos o las ideas que nos hacemos acerca del Acontecimiento Activador, de lo que nos ocurre en la realidad. Todos mantenemos ciertos pensamientos o creencias respecto a lo que nos sucede; aunque, a veces, los pensamientos son "automáticos", se cruzan por la mente como un "rayo", sin que seamos suficientemente conscientes de ellos. Por ello, muchas veces, tendemos a considerar que los hechos (acontecimientos activadores) nos "provocan" sentimientos o comportamientos determinados.
Las creencias pueden ser racionales o irracionales. Las primeras nos ayudan a sentirnos bien o conformes con nosotros mismos, aunque sean emociones negativas (como una tristeza por una pérdida). Las creencias irracionales suelen ser poco lógicas, no basadas en la evidencia y de tendencias extremistas, exageradas o excesivamente exigentes para con nosotros mismos o con los demás, lo que nos puede provocar tanto sentimientos inapropiados (depresión, excesiva culpabilidad, ansiedad, ira etc.) como conductas autodestructivas (adicciones, violencia, suicidio etc.)




EJEMPLO
A. Hecho -
"Mi amante me ha dejado por otro amor".
B. Pensamientos y Creencias -
"No puedo continuar sin ella/el. Soy un perdedor debido a que me ha dejado. Es terrible que ella/el me haya dejado".
"Nunca encontrare otro amor".
C. Emociones y Consecuencias.

D. Debate

E. Respuesta
C) Consecuencias emocionales y conductuales
Ya consideradas, de alguna manera, anteriormente, son las respuestas que damos a los Acontecimientos activadores. Normalmente tendemos a pensar que éstos provocan directamente las emociones y conductas. Si así fuera, todos tendríamos el mismo comportamiento ante hechos parecidos, lo que no es cierto. Ello es debido a que está mediatizado por B, las creencias y cogniciones.
El cambio emocional y conductual, pues, viene en gran medida, determinado por el cambio en nuestra forma de pensar o cómo interpretamos los Acontecimientos activadores o hechos. Ante un mismo hecho (suspender un examen) se puede responder de manera diferente: Depresión, tristeza, culpabilidad, decepción, frustración, indiferencia. ira etc. de acuerdo a pensamientos racionales o irracionales que mantenemos al interpretarlo.
EJEMPLO:
A. Hechos activadores -
"Mi amante me ha
dejado por otro amor."

B. Pensamientos y Creencias -
"No puedo estar sin el ella. Soy un perdedor debido a que me ha dejado. Es realmente terrible que me haya dejado.
Nunca encontrare otro amor."

C. Consecuencias Emocionales.
"Me siento triste. Me siento furioso. Me siento indigno.
Y: No como. No duermo. Bebo demasiado alcohol. Falto al trabajo."

D. Debate

E. Respuestas racionales
D) Debate (de creencias irracionales)
En este punto damos un salto cualitativo, del aspecto descriptivo (A,B,C) a la práctica terapéutica. El Debate lo realizamos para superar problemas creados a raíz de la interpretación irracional de los Acontecimientos activadores que nos ha llevado a conductas y emociones inapropiadas y autodestructivas.
Para poder debatir las creencias irracionales primero hay que tratar de llegar a ser conscientes de nuestras creencias irracionales. Identificarlas, a veces, es más difícil que rebatirlas. Cuando nos ocurre un sentimiento inapropiado o nos comportamos inadecuadamente a nuestros intereses, es conveniente "rebobinar" hacia atrás y considerar qué pensamientos o creencias irracionales mantenemos respecto a los hechos. Posteriormente, se debaten las creencias irracionales con preguntas como:
¿Dónde esta la evidencia de que ....?
¿Dónde está escrito o dónde está la ley que dice ..?
¿Porqué esto tiene que ser así ...?
¿Cómo me afecta esta forma de pensar ..?
Se han de utilizar todo tipo de preguntas que contribuyan a poner en tela de juicio o en evidencia las creencias irracionales.

EJEMPLO:

A. Hecho activador:
"Mi amor me ha dejado por otro."

B: Pensamientos y Creencias:
"No puedo estar sin el/ella. soy un
perdedor debido a que me ha dejado.
Es realmente terrible.
Nunca encontrare otro amor."

C: Respuestas y Consecuencias
Emocionales:
"Me SIENTO triste. Me SIENTO furioso. Me SIENTO indigno. No puedo comer, dormir, no voy al trabajo. Bebo demasiado alcohol."

D: ¡DISPUTE! ¡DESAFIE! ¡DEBATA!
DESAFIE el autodiálogo irracional
pregunte ¿POR QUE?. . .¿DONDE ESTA
LA EVIDENCIA? ¿DONDE ESTA ESCRITO?


E) Efectividad del debate de creencias

Este punto también entra dentro de lo que consideramos la estrategia para el cambio o la práctica terapéutica.
Si hemos efectuado correctamente la reestructuración cognitiva o cambio de creencias hacia un pensamiento más racional, los nuevos efectos emocionales y conductuales han de ser menos autodestructivos, nos ayudarán más en nuestros intereses y nos harán sentirnos mejor con nosotros mismos. No necesariamente hemos de sentirnos más felices, ya que hemos considerado que pueden existir emociones negativas, pero sí, hemos contribuido a no entrar en un círculo vicioso de problemas que crean nuevos problemas, como es el caso de una depresión severa o dificultades de adaptación al sentir fuerte ansiedad ante situaciones sociales.
En el ejemplo ilustrativo que hemos considerado, la efectividad del debate nos lleva a sentirnos con más fuerza para reiniciar otra relación, quizá más positiva, o a considerar la posibilidad de vivir feliz sin necesidad de una pareja, o aprender de los errores cometidos para corregirlos en el futuro.

Fuente psicología-online.com

Dormir mal puede causar desórdenes mentales


Dormir mal puede causar desórdenes mentales
Febrero 19, 2009 by Profesor Arkane
fuente el templo de la luz interior
Dormir mal y poco puede causar desórdenes psiquiátricos o puede inducir comportamientos que los médicos confunden con una enfermedad mental que hay que medicar.

Esta es la conclusión -informan agencias de prensa- de un trabajo que publica la revista “New Scientist”, que destaca que esta mala interpretación de los problemas derivados de no dormir bien hace que miles de personas estén recibiendo tratamientos farmacológicos que no sólo no les ayudan, sino que podrían estar empeorando su condición.

El psicólogo de la Universidad de Berkeley (EEUU) Matt Walker considera “muy preocupante” constatar que un importante porcentaje de personas que sólo sufren trastornos del sueño estén siendo tratadas como si tuvieran una enfermedad psiquiátrica.

El estudio da la vuelta a la conclusión compartida por la mayoría de psiquiatras de que las personas con enfermedades mentales duermen mal y que es un síntoma más del problema, antes que una causa. “Es fácil decir que es normal que un paciente depresivo o con esquizofrenia no duerma bien y no preguntarse si hay una relación causal en sentido contrario”, coincide Robert Stickgold, experto de la unidad del sueño de la Universidad de Harvard (EEUU).

Stickgold afirma que aunque ha habido investigaciones que ofrecen datos para pensar que los malos hábitos de sueño son un factor favorecedor de los trastornos mentales, la línea general de la psiquiatría tendía a no tenerlos en cuenta. Cita por ejemplo un estudio de 1987 de la Universidad Johns Hopkins (EEUU), que hizo un seguimiento de 1.053 estudiantes de medicina durante los 34 años posteriores a su graduación, 101 de los cuales sufrieron depresión en ese periodo y 13 se suicidaron. Se comprobó que los ex estudiantes que habían sufrido episodios habituales de insomnio presentaban una posibilidad dos veces mayor de padecer una depresión y los investigadores concluyeron que el insomnio era “indicativo de un mayor riesgo” de sufrir problemas.

Pero Stickgold va más allá y afirma que lo que ese estudio revela es que el insomnio predispone a desarrollar un proceso depresivo. Dormir mal también puede explicar otros comportamientos característicos asociados a otras enfermedades mentales como los episodios maniacos que sufren las personas con trastorno bipolar o las que presentan problemas de déficit de atención.

Es la falta de sueño la que provoca los problemas y no al revés, algo que es conocido desde tiempo inmemorial por quienes someten a torturas a otras personas, cuya voluntad resulta mucho más quebradiza después de interrumpir su sueño de manera regular tras unos pocos días. La explicación física es que el sueño interrumpido dispara los niveles de estrés hormonal y que esto causa ansiedad durante el día, pero lo que los científicos se preguntan es por qué también reduce la capacidad del cerebro para procesar emociones y para reaccionar de manera adecuada a los diversos estímulos emocionales.

Otra línea de investigación evidencia que el sueño, particularmente en su fase REM (en la que soñamos), ayuda al cerebro a procesar los recuerdos y que un funcionamiento alterado de este sistema puede derivar en problemas como el estrés postraumático.

La preocupación de los estudiosos que defienden esta línea es que se está abusando del uso de fármacos para tratar a gente que sólo necesita dormir más o mejor, incluidos los menores de edad. “Se está tratando a algunos niños con medicamentos como el Ritalin cuando su problema es que tienen un trastorno del sueño”, advierte Mark Kohler, del Hospital para Mujeres y Niños de Adelaida (Australia).

Películas mentales , por Merlina Meiler



Películas mentales , por Merlina Meiler

Merlina Meiler
fuente:¡Chasquido!

Una y otra vez las imágenes se suceden en tu cabeza, y se reflejan de manera indeseada en tus emociones. Tratas de evitarlo y no lo consigues. Te resulta un triunfo enorme dejar de pensar casi continuamente en algo que sucedió. ¿Quieres darle un respiro a tu mente?






En tantas ocasiones en la vida te quedaste atascado o atascada en un pensamiento, sin saber cómo dejarlo de lado. Una situación desagradable o angustiante te dejó pensando, una y otra vez, en lo que sucedió. Recreaste una y mil veces cada frase que dijiste y que te dijeron. Las caras del interlocutor, los gestos, el tono de voz, las miradas expresivas que tú interpretabas a tu manera, según tus códigos personales, las sensaciones físicas que te desbordaban, el dolor en el alma y probablemente en alguna parte del cuerpo, los recuerdos de cómo reaccionaste o cómo te hubiera gustado hacerlo...

En muchos casos éstos son hechos en los que ni estuviste presente, e imaginas toda la película que otra persona o personas te ha relatado, lo que te mortifica de igual modo. Hayas estado en ese lugar y en ese momento o no, el mecanismo que dispara las películas mentales es el mismo, no puedes dejar de pensar en el hecho, lo que te dificulta la concentración e inclusive el llevar a cabo las actividades cotidianas. Imaginas todas las circunstancias que envuelven a lo sucedido con gran facilidad, y las recreas una y otra vez, mientras te laceras sin poder darle un final a esto.

Aún peor es quedarse atascado en los “debería”, imaginando diversas situaciones que se habrían producido (o no) si hubiéramos tomado tal o cual actitud. ¿Hay algo más inútil que llorar sobre leche derramada? Sería bueno empezar por erradicar los “debería”, ya que, aunque quisiéramos, no se puede modificar el pasado: los “debería” son una gran pérdida de tiempo y de energía, es mejor aceptar lo que sucedió y seguir avanzando.

¿Quieres dejar de pasar permanentemente esta película y hallar un respiro? Con la cabeza despejada, seguramente podrás tomar más distancia y ver lo sucedido desde otros ángulos, lo que te permitirá relajarte, ver opciones, encontrar soluciones y tomar algunas decisiones.

Primero, antes de hacer el ejercicio que te aliviará, ten en cuenta que lo que sucedió fue sólo tu percepción de la realidad. El mapa no es el territorio. Tú solamente tuviste acceso a una parte de la realidad, y desconoces el resto. Más a menudo de lo que se supone, nuestra emocionalidad carga los tintes de acontecimientos que en otra situación se verían completamente diferentes. Interpretamos lo que percibimos de la realidad y arribamos a nuestras propias conclusiones, incluso cuando no estuvimos presentes y prácticamente toda la información de la que disponemos es de terceros que han cargado su propia emocionalidad y sus propios valores y creencias a los hechos.

¿Estás listo para despedirte de este mecanismo, lo que te dará una mayor claridad mental y emocional? Ahora, si quieres cortar esta cadena de pensamientos cíclicos, puedes hacerlo con este ejercicio en este lugar tranquilo y seguro en el que te encuentras, si imaginas que estás sentado o sentada en una butaca de cine y se está por proyectar una obra maestra en la gran pantalla delante de ti. ¡Comienza la función! El proyector está a tus espaldas.

Por última vez, te invito a que recrees el evento que tuvo tu mente ocupada este último tiempo. Trata de obtener una imagen nítida, de escuchar por última vez lo que dices, lo que te dicen, y tus sensaciones. Proyéctala delante de ti como si fuera una película y tú estuvieras en el cine, viéndola. Sigue mirando la pantalla mientras aparece la imagen y la película va desarrollándose delante de ti. Ahora que tienes esta imagen clara, frena como si estuvieras en un coche efectivamente apretando un freno, escucha el chirriar de este freno, CRIIICH, y observa cómo se detiene la imagen frente a tus ojos. Tal vez hasta hayas sentido un pequeño sacudón por apretar los frenos tan de golpe, o la imagen se haya sacudido, es bien posible.

Con la imagen frenada, comienza a ver la película hacia atrás, rápido, a una velocidad superior a la normal, por lo que las voces pasan en tono agudo, como si rebobinaras una cinta. Toda la película va hacia atrás rápidamente, hasta que ¡STOP! Frena de nuevo, escucha el chirriar de los frenos otra vez (¿hubo un sacudón en esta oportunidad?). Observa el momento de silencio que se produce. Nada se mueve, no hay sonidos ni ruidos, todo está en calma. Respira hondo sintiendo esta calma. Respira hondo una vez más.

Ahora, vuelve a pasar la película hacia delante, en cámara lenta, por lo que las voces tendrán tonos muy bajos. La gente, en vez de hablar, ¡parecerá que está bostezando! Mira cómo se van esfumando los colores de la película y se va tiñiendo, de a poco, de blanco y negro. Continúa pasando esta película lentamente, en blanco y negro, hasta que veas el cartelito de FIN (THE END) al llegar al final feliz de la función del día de hoy. La película terminó, así que observa cómo baja el telón y se escuchan los aplausos finales.

En estos momentos de mayor tranquilidad y claridad es cuando llegan las ideas más productivas y las decisiones más acertadas, apuesto a que mañana cuando te despiertes, o en dos días, con una nueva percepción de lo sucedido, verás las cosas de distinto color.

fuente:¡Chasquido!