toc en personas con síndrome de Down


TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO
Definición, clasificación y presentación
Puede resultar difícil comprobar la presencia de pensamientos obsesivos en personas con retraso
cognitivo y limitación de lenguaje. Pero las acciones repetitivas y compulsivas, por su propia
naturaleza, son más fáciles de apreciar en las personas con síndrome de Down (O’Dwyer, 1992;
Prasher y Day, 1995). En personas con síndrome de Down y trastorno obsesivo-compulsivo
(TOC), es frecuente muestren conducta compulsiva expresada en el sentido de un riguroso
orden en el arreglo de sus enseres personales, cierre y apertura de puertas, armarios, persianas,
botones de la luz. Si la compulsión por realizar un acto determinado es tan fuerte que surge
ansiedad o agitación en la persona a la que se le interrumpe o prohíbe realizarlo, se cumplen
los criterios de TOC. Los cuidadores indican a veces la aparición o intensificación súbitas de
una sintomatología TOC previamente existente, acompañados de cambios notables en el afecto
y la sociabilidad (O’Dwyer, 1992; Stavraki y Antochi, 2004). Es frecuente que aparezcan al
tiempo que ocurren cambios repentinos e inesperados en la escuela o en el trabajo, la pérdida
de un amigo o familiar, o traumas físicos o emocionales.
Conductas y síntomas
Se agrupan series de objetos aparentemente inútiles (clips, lápices o papeles) o hacen listas de
forma repetitiva. Puede resultar molesto para los cuidadores la persistencia en comentar relaciones
o sucesos pasados, o la necesidad de preguntar frecuentemente sobre actividades programadas.
Si se puede objetivar algún grado de trauma físico o emocional, habría de considerarse
el diagnóstico de trastorno de estrés postraumático. A menudo se presentan trastornos
del humor, que pueden ser ligeros sin signos neurovegetativos, o lo suficientemente intensos
como para justificar el diagnóstico de depresión mayor. Es típico que la realización de las actividades
diarias de aseo personal cada vez necesite más tiempo y exija excesivos avisos y apoyos
por parte de los cuidadores. A veces se notan en la exploración temblor en reposo, rigidez en
forma de rueda dentada y retraso motor que recuerdan a una situación tipo Parkinson.
Ocasionalmente, el retraso motor excesivo puede tomar la forma de “enlentecimiento obsesivo”
(Charlot, 2002).
Factores médicos asociados
En la población general con TOC se pueden apreciar tics motores o vocales, movimientos extraños,
manierismos complejos o conductas motoras excéntricas (Yaryura-Tobias et al., 2003).
Cuando estos síntomas se presentan en chicos en edad prepuberal con un comienzo brusco, se
ha de sospechar de un trastorno pediátrico autoinmune de tipo neuropsiquiátrico asociado a
una infección estreptocócica (PANDAS) (Snider y Swedo, 2004; Van Toorn et al., 2004)..

ansiedad



Se encuentra en medio de un atasco y no le da tiempo a llegar a esa cita tan importante, pero además llegará tarde a la comida y todo el trabajo de la tarde se retrasará. Las cosas se le acumulan, le falta tiempo y casi no descansa. Corre de un lado para otro desbordando actividad, pero su organismo empieza a quejarse. Se siente agobiado, nervioso, sobrecargado, camino del agotamiento y para colmo le ha salido un desagradable eczema en la mano. Está claro, sufre el mal de nuestros días, sufre de estrés, que afecta a más del 28% de los trabajadores, según un estudio de la Fundación Europea para las Condiciones de Vida y Trabajo.

Es evidente que ante el estrés el organismo en bloque reacciona tanto en el aspecto biológico o corporal como en el psicológico. Como consecuencia actúa como un desencadenante de enfermedades sobre todo del sistema inmunitario, cardiovascular, gastrointestinal y psicosomáticas. La hipertensión, la úlcera gastroduodenal, los trastornos del ritmo intestinal (estreñimiento y diarrea), el infarto, los trastornos de sueño y sexuales, el descenso de las defensas y la propensión a las infecciones, la tensión premenstrual, todo tipo de trastornos psicosomáticos y hasta el cáncer están íntimamente relacionados con el estrés.
Trastornos por ansiedad

Se encuentra frente a una situación que le hace sentir su bienestar amenzado/a: El diagnóstico incierto de la enfermedad de un familiar; un examen; una entrevista de trabajo importante para su futuro…etc. Siente que le sudan las manos, el corazón se acelera, tiene un nudo en la garganta, nota rigidez en la nuca y su respiración es entrecortada: Está sufriendo un episodio de ansiedad que es la respuesta de nuestro sistema nervioso ante las situaciones que creemos superan nuestra capacidad de afrontamiento.

En el extremo de este trastorno se sitúa la Crisis de Ansiedad o ataque de pánico, términos equivalentes que describen un síndrome o conjunto de síntomas caracterizado por la impresión subjetiva de pérdida de control sobre las sensaciones e intenso temor a desmayarse.

¿Por qué se produce?

La ansiedad es la respuesta adaptativa ante una amenaza, frente a ella el organismo se prepara para sobrevivir mediante el ataque o la huida. Así la respiración y el ritmo cardiaco se aceleran para bombear más sangre a los músculos y hacernos más resistentes, al suceder esto, la cantidad de sangre se reduce en el cerebro y produciendo sensación de mareo, al mismo tiempo se produce una sudoración fría con el fin de mantener la temperatura corporal durante la respuesta a la amenaza. El problema es que en nuestra sociedad actual las amenazas además, de ser en la mayoría de los casos subjetivas, no requieren esas respuestas primitivas de huída y ataque, con lo que los síntomas no se descargan y, muy al contrario se acumulan hasta cronificarse, cerrándose el círculo al incrementar la sensación de desconcierto e impotencia de quienes los padecen.
Fobias

Es probable que Vd. experimente alguno de estos síntomas en relación a situaciones o actividades que, sin representar una amenaza objetiva le provoquen un intenso y paralizante temor: la presencia de reptiles, ratas o insectos tales como cucarachas y arañas, se encuentran entre los más comunes, el problema se agrava cuando la fobia se relaciona con circunstancias necesarias para el desarrollo de su vida habitual: volar, conducir, utilizar medios de transporte, ascensores…etc, alcanzando el dramatismo cuando el miedo se generaliza y transforma en un temor intenso y angustioso a la pérdida de control sobre los síntomas citados o agorafóbia, en el que las crisis de ansiedad alcanzan niveles insoportables para quienes lo padecen frente a situaciones de la vida cotidiana, tales como acudir a grandes almacenes, espectáculos públicos o incluso salir de casa, en el nivel más alto del trastorno.
Las obsesiones

Todos hemos pasado alguna noche “en blanco” a causa de una preocupación que nos inquieta, esto es normal. No obstante si Vd. se siente invadido/a de manera persistente por pensamientos o imágenes que le perturban gravemente y que Vd. considera que no tienen sentido por que corresponden al pasado o a una anticipación incierta del futuro, es probable que sufra un trastorno obsesivo. Si, además, se siente impulsado a repetir determinados “rituales”, tales como lavarse reiteradamente las manos, limpiar sobre limpio, revisar el gas o la puerta de su casa varias veces,….etc, sin lograr permanecer en la tranquilidad que busca, es muy probable que sufra el denominado trastorno obsesivo-compulsivo.
Trastornos del Estado de Ánimo

El más común entre los trastornos clasificados en este apartado es la depresión que, además, es el más frecuente en la población.

Encontrarse “depre”, triste, apático/a, es normal en algún momento de nuestras vidas. Cuando Vd. se encuentra atrapado en estos sentimientos durante un tiempo prolongado y además no encuentra nada positivo en sí mismo, su vida presente o pasada, y sus expectativas de futuro se encuentran teñidas de fatalidad; cuando evita las relaciones y se recluye en su casa o dormitorio; cuando la vitalidad parece haberle abandonado y a desaparecido su deseo sexual y reducido su capacidad de concentrarse y memoria, le corresponde el diagnóstico de depresión.
Trastorno bipolar – obsesivo compulsivo

Si ayer se comía Vd. el mundo, se sentía capaz de llevar a cabo cualquier aventura laboral, afectiva o de ocio, frente a las reticencias y dudas de las personas cercanas y hoy el mundo se lo come a Vd. y se encuentra sumido en la tristeza, la culpabilidad y bloqueo característico de la depresión y esta situación la vive cíclicamente, con frecuencia e intensidad elevadas, es probable que le corresponda el diagnóstico aludido.
Adicciones

Es posible que durante la pre-adolescencia ser como el resto del grupo, parecer más mayor o más interesantes o incluso vencer la timidez y la inseguridad, le llevaran al consumo de tabaco y/o alcohol más adelante, en la adolescencia, la búsqueda del placer y nuevas sensaciones, el deseo de experimentar, pudo plasmarse en el consumo de otras sustancias. Algunos atravesarán esa difícil etapa sin quedar marcados por la dependencia, mientras que un porcentaje importante acabarán constituyéndose en adictos, pasando del abuso puntual al consumo habitual, -aunque solo se produzca los fines de semana- y de éste, por la necesidad de consumir cada vez una cantidad mayor para conseguir el mismo efecto (tolerancia), al deterioro psicológico, orgánico y social.

En mayor o menor medida todas las adicciones conllevan una proporción variable, en función de sus peculiaridades, de dependencia física y psicológica, la primera suele paliarse con fármacos pero es en la segunda donde resulta imprescindible para una deshabituación eficaz la ayuda del/la psicólogo.

Alcohol y Cocaína

Ambas sustancias son desgraciada actualidad en la dependencia por sustancias y ambos a su vez se encuentran muy relacionados en sus consumidores. Entre los más jóvenes se dan los consumidores habituales de fin de semana que han dado paso a una nueva categoría diagnóstica: alcoholico de fin de semana, representado por aquel joven que come con agua y no consume bebidas alcoholicas durante la semana y en cambio le resulta imposible divertirse y salir “de marcha” sin embriagarse: “colocarse”, tratando de mantener un estado de euforia sin los efectos desagradables de la intoxicación para lo que es bastante probable que consuma cocaína.

“Los porros”: Hachís y Marihuana y las denominadas “Drogas de diseño”.

Son “lobos con piel de cordero”. Los primeros suelen provocar una actitud “pasota” en sus consumidores habituales que no suelen gestionar su vida con el empuje y la eficacia que serían convenientes y ambos pueden provocar graves daños cerebrales, tales como la psicosis cannabica que suele aparecer acompañada de delirios y alucinaciones y otros trastornos múltiples y graves de los que no están exentos el resto de drogas.

Juego patológico

En los último años a irrumpido en el lenguaje popular el término ludopatía, sinónimo de juego patológico, en el que la adicción psicológica citada cobra su máxima expresión en la dificultad de controlar la conducta de apostar en juegos de azar y que ha abierto la clasificación a las denominadas adicciones tecnológicas: adicción a vídeo-juegos, teléfono móvil, televisión e Internet.
Trastornos de la personalidad

Una y otra vez tropieza Vd. en la misma piedra de un comportamiento conflictivo que le ocasiona sufrimiento y le separa de los demás sin que pueda evitarlo, así:
•interpretar de manera maliciosa y desconfíar de manera generalizada de las intenciones de los demás, se corresponde con el trastorno paranoide de la personalidad.

•Aislarse, sin causa ambiental identificable, de las relaciones sociales y la frialdad y distancia afectiva, corresponde con el trastorno esquizoide de la personalidad, si además se producen creencias raras, pensamiento mágico, ideas paranoides, ansiedad social,…podremos encontrarnos con el trastorno esquizotípico.

•Despreciar y violar los derechos de los demás mediante actos delictivos o violentos puede corresponderse con el trastorno antisocial de la personalidad.

•La imposibilidad de alcanzar estabilidad en las relaciones interpersonales, el concepto de sí mismo, el afecto y la impulsividad, nos sitúa en el trastorno límite de la personalidad.

•Excesiva emotividad, la necesidad de ser el centro de atención, la sugestionabilidad y la expresión emocional exagerada y teatral pueden situarnos en el trastorno histriónico de la personalidad.

•La necesidad de ser superior, sentirse admirado, la utilización de los demás, la arrogancia y la soberbia, son características propias de quienes padecen el trastorno narcisista de la personalidad.

•La falta de confianza en sí mismo, la baja auto-estima, el miedo a no estar a la altura de las circunstancias y ser rechazado, se corresponden con el trastorno de la personalidad por evitación.

•La falta de confianza en sus propios criterios, la necesidad de protección y guía de los demás, a la hora de tomar decisiones, el miedo a estar solo, al abandono, a no saber cuidar de sí mismo y el sometimiento a los demás, suelen darse en el trastorno de la personalidad por dependencia.

•Por último en trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad conlleva conductas rígidas, perfeccionistas y extremas en la necesidad de orden que dificultan la eficiencia en la realización de las tareas y en la relación con los demás

http://www.competic.es/cepscam/inicio.html

fuente:cescan psicologos alicante

atoc


Asociación de Pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo
toc_y_lundbeck.jpgLleva siete años en marcha. Tal y como explica Julio Vallejo, Jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge e impulsor de ésta, en su presentación oficial, 'con un doble objetivo. Primero crear una red de posibilidades de tratamiento en España, y conectar a todos los profesionales interesados en tratar el tema'. Según Vallejo, aunque a grandes rasgos 'ambos se han cumplido'.

La iniciativa de crear esta Asociación parte de un grupo de profesionales de la Salud mental al ver una correlación positiva entre mayor conocimiento de la patología y aumento del beneficio de los Pacientes. Conferencias, campañas y talleres, para mantener abierta una línea de comunicación entre quienes la sufren y quienes la tratan.

Recientemente, los expertos se reunieron en Ciudad del Cabo para 'plantear una nueva conceptualización de la enfermedad, al margen de la ansiedad', grupo en la que está englobada y, aunque normalmente quien padece TOC padece ansiedad, no son causa efecto la una de la otra.

Para lograr estos objetivos, la Asociación, en colaboración con Lundbeck, lleva a cabo una serie de actividades de atención e información como es la puesta en marcha de un teléfono de atención al Paciente los martes y jueves de 10 a 12 y una dirección de correo electrónico, por supuesto, las 24 horas del día


Trastorno obsesivo compulsivo

Este padecimiento como su nombre lo dice puede ser identificado por la presencia de dos elementos: obsesiones y compulsiones de carácter recurrente lo suficientemente graves para provocar pérdidas de tiempo significativo o un marcado deterioro en la actividad general o un malestar clínicamente significativo.

En estos casos la persona trata de ignorar o suprimir estas obsesiones, que además la persona en general identifica que provienen de su mente y no del exterior, con algún otro pensamiento o acción. Estas obsesiones en general, provocan ansiedad lo que da origen a las compulsiones.

Es decir, la persona cree que una conducta neutralizará o detendrá el malestar o bien prevendrá algún acontecimiento o situación negativa. Muchas veces el sujeto reconoce que estas conductas son excesivas e irracionales.

Las obsesiones o compulsiones producen un malestar clínicamente significativo, suponen una pérdida de tiempo notable (ocupan más de una hora al día) o interfieren acusadamente con la rutina diaria, rendimiento laboral o las actividades sociales o relacionadas al paciente. Una película que ejemplifica este padecimiento es la de Mejor Imposible con Jack Nicholson y Helen Hunt, donde él a pesar de ser un escritor muy renombrado, tiene rutinas e ideas que clasificaríamos como “raras” o “excéntricas” y que lo imposibilitan para relacionarse con otras personas de manera adecuada así como también pueden consumir una gran parte de su tiempo para completar el ritual correspondiente.

Si quieres saber sobre ansiedad visita www.roche.com.mx

Obsesiones controladoras: El trastorno obsesivo-compulsivo



Obsesiones controladoras: El trastorno obsesivo-compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un padecimiento que controla las mentes de quienes se obsesionan con ideas recurrentes, ideas recurrentes, ideas recurrentes…

Este trastorno se manifiesta en la aparición indeseada e inesperada de toda clase de compulsiones y de obsesiones (juntas o separadas) que controlan la vida de un individuo. Las compulsiones son conductas o estrategias que se emplean para mitigar la ansiedad, producto de una obsesión, la cual es una imagen o pensamiento repetitivo y perturbador que genera la mente de la persona.

“María es una mujer que vive constantemente preocupada y aterrorizada por los gérmenes y la suciedad; es por esto que a manera de ritual ella se lava las manos con agua y jabón, una y otra vez (excesivamente) durante el día, por miedo a contaminarse. Es una angustia que parece nunca abandonarla —salvo cuando se lava las manos—pero poco tiempo después, la sensación regresa para repetir el ciclo. Ella sufre de TOC.”



Características del TOC

a. Las ideas, creencias o pensamientos tienen un notable potencial perturbador.

b. Los pensamientos están poco relacionados con problemas reales: esto quiere decir que si María trabaja como secretaria, la presencia de gérmenes o de contaminación “peligrosa”, es producto de una obsesión.

c. Cuando reinan estos pensamientos, la persona debe librarse de ellos ejecutando un ritual o una tarea específica: éste caso aplica cuando se repite una oración o una frase “mágica” en un determinado momento.

d. Las personas reconocen que desde su mente provienen estas ideas.

Acciones como contar frenéticamente los pasos, escalones y baldosas sin poderlo controlar; u ordenar hasta el cansancio y categóricamente la ropa, zapatos y objetos se convierten verdaderamente en un problema cuando duran demasiado tiempo, obstaculizan otras tareas importantes en nuestra vida —como relacionarnos con los demás— y nos controlan la existencia, hasta el punto en que nos domina la ansiedad.

El TOC no sólo es una pesadilla para quien lo sufre, sino para las personas que están alrededor. La única manera de enfrentarlo consiste en contrastar la realidad con las creencias y controlar sistemáticamente la ansiedad.

¡Tú puedes!
fuente: Oscar E. Matute

El Trastorno Obsesivo/Compulsivo (OCD por sus siglas en inglés) es una condición anímica que afecta la forma de pensar, de reaccionar y el comportamiento de una persona en una actividad en específico. La persona que sufre de OCD usualmente repite patrones y modos de conducta que le causan angustia, y que en la mayoría de los casos, no los puede controlar.

El nombre de Trastorno Obsesivo/Compulsivo describe claramente lo que sufre la persona que lo padece. Primeramente, la persona padece de obsesiones, o pensamientos, ideas o impulsos inesperados que son perturbadores; y luego sufre de compulsiones, o una necesidad inexplicable de repetir acciones.
Estadísticas

Más de 5 de millones de personas en los Estados Unidos padecen de este trastorno, y podemos afirmar que son muchos los puertorriqueños que la padecen, aunque no tenemos un dato exacto sobre la cantidad que sufren de esta condición.

El Trastorno Obsesivo/Compulsivo afecta a personas de todas las edades. Tampoco discrimina en términos de raza, género, trasfondos, estilos de vida, religión y grupos étnicos.

En los estudios que se han realizado, se ha determinado que muchos casos de OCD comienzan en la adolescencia o a principios de la adultez, pero se ha dado el caso de niños que padecen la condición. Tanto en la niñez como en la adultez, los hombres padecen más de la condición que las mujeres.
Síntomas

El Trastorno Obsesivo/Compulsivo puede ser diagnosticado por un profesional de la salud mental, como un psiquiatra. Sin embargo, usted puede auto-examinarse a través de está página para tener una idea general si está padeciendo de OCD. Es importante señalar que solamente un profesional de la salud mental puede hacer un diagnóstico exacto y ayudarlo a recuperarse de esta condición.

Recuerde que por lo menos tres (3) de estos síntomas deben estar presentes.

Los síntomas obsesivos más comunes son:


Pensamientos sobre contaminación


Pensamientos sobre hacerle daño a otros o a usted mismo


Miedo a cometer errores


Miedo a comportarse socialmente de forma inapropiada


Necesidad de tener todo en orden o exageradamente bien



Entre los síntomas compulsivos más comunes se encuentran:




Limpiar constantemente


Verificar una y otra vez


Contar o repetir la misma operación


Acumular objetos que en muchos casos no son necesarios


Arreglar y organizar muchas veces de forma exagerada

Otros síntomas o compulsiones que puede experimentar una persona con OCD pueden ser contar o repetir palabras en silencio, pensamientos excesivos e irrazonables. En muchos casos tienden a ocultar sus impulsos por vergüenza y para que otras personas no se percaten de lo que les ocurre.
Causas

En investigaciones que se han realizado sobre el Trastorno Obsesivo/Compulsivo se ha determinado que el factor hereditario es de gran peso. Puede heredarse tanto de familiares cercanos (tíos o abuelos) como de familiares directos, como lo son de padres a hijos. Sin embargo, se han dado casos de personas que no han adquirido la condición de OCD aún cuando tienen un miembro de la familia que la padece.

En las últimas investigaciones que se han realizado se ha determinado que el Trastorno Obsesivo/Compulsivo surge a consecuencia de un desbalance químico en el cerebro, por lo cual ya se cataloga como una condición médica al igual que la diabetes y la hipertensión. Este desbalance químico se debe a una distribución deficiente de una sustancia llamada serotonina a través de las neuronas o células cerebrales. Los síntomas de OCD, así como otras condiciones de estados de ánimo (trastornos de pánico, trastorno de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, depresión) surgen cuando esta sustancia neurotransmisora no se distribuye adecuadamente a través de los nervios en el cerebro.
Tratamiento

Gracias a las investigaciones y avances de la medicina, el OCD ya se puede catalogar como una condición tratable, y en muchos casos, la persona que la sufre puede recuperarse totalmente y volver a tener una vida plena y normal. Existen varias alternativas de medicamentos antidepresivos - que no son adictivos ni crean dependencia - los cuales ayudan a que la serotonina vuelva a distribuirse adecuadamente a través de las células nerviosas del cerebro. Estos medicamentos se conocen como Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (SSRI’s por sus siglas en inglés). Entre las marcas más reconocidas y recomendadas se encuentran: Zoloft, Paxil y Zyprexa, entre otras.

Es importante señalar que además del tratamiento médico con antidepresivos, es sumamente necesario combinar los medicamentos con la psicoterapia, tanto individual, como grupal para que los resultados y la recuperación sea más rápida y exitosa. Tampoco podemos pasar por alto la ayuda y apoyo espiritual que un sacerdote, pastor y/o ministro puede proveerle durante el proceso de recuperación. Una actitud y mentalidad positiva, junto con una buena dosis de fe pueden hacer la diferencia para una recuperación total y completa.

Es necesario hacer énfasis de que el tratamiento para combatir el OCD es un proceso a largo plazo. La persona que sufre de esta condición comenzará a sentir una mejoría considerable entre cuatro (4) a seis (6) semanas luego de comenzar a tomar sus medicamentos y de visitar regularmente a su psiquiatra para su psicoterapia. En muchos casos, los pacientes de OCD necesitarán ingerir sus antidepresivos entre seis (6) meses a un (1) año. Existen casos en los cuales el médico sugiere que el paciente siga ingiriendo sus medicamentos entre cuatro (4) a nueve (9) meses después de que la persona se recupere totalmente para evitar una recaída.

Como dato adicional, es importante recalcarle al paciente de OCD que una vida balanceada es sumamente importante, saludable y vital en el proceso de recuperación. Todo exceso es dañino para la salud física y emocional del ser humano. Evite el trabajar excesivamente, así como el realizar cualquier actividad sin moderación. Es importante tomar sus horas de descanso y sueño en serio, comer saludablemente, hacer ejercicios, hacer actividades recreativas, disfrutar con sus familiares y amigos.

Trastorno Obsesivo Compulsivo sobre la orientación sexual


Trastorno Obsesivo Compulsivo sobre la orientación sexual

Características de personalidad que predisponen a este tipo de cuadro, cualquiera sea el contenido, estamos tomando sobre la orientación sexual dada la abundante recurrencia del mismo.

Esta crisis en general comienza con dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de ser homosexual a partir de hechos nimios y aislados -fantasías, excitaciones, sueños, etc. con personas del mismo sexo- muy a menudo con imágenes de travestis, cuando se encuentra nuevamente la atracción hacia el sexo opuesto no determina salir de esta obsesión, ya que están las dos posibilidades no la van a desaprovechar ninguna y la creencia de ser homosexual se transforma en la creencia de ser bisexual.

Tomando este aporte de Angustia:“les quiero decir que la cosa es tan sencilla... por que si no lo quiero ser, no lo voy a ser, pero no por que me obsesiono tanto...”
En caso que desde el nacimiento se vaya definiendo la orientación homosexual y la persona se identifique claramente desde la pubertad con la elección afectivo-erótica hacia el mismo sexo la homosexualidad está determinada por la educación, pueda o no cambiarse está definida, en cambio si pasando la pubertad hay una clara elección afectivo-erótica hacia el otro sexo y sobrevienen ganas de una elección distinta cada uno tiene el derecho de ser dueño de su historia, puede darse a partir de la adolescencia que la persona tenga una clara elección heterosexual y quiera cambiar hacia la homo o bisexualidad y esto lo puede hacer desde una determinación consciente de su propia vida.
En estas obsesiones se pierde de vista la facultad de elegir y se cree que la orientación sexual puede ser adquirida como una enfermedad o especie de rayo mágico que penetra en la mente.
Cuando de trastorno obsesivo se trata los pensamientos y excitaciones no están determinadas por las ganas o deseos, se llega a ellos mediante dudas e ideas que se le imponen a la persona a partir de hechos que nos son justamente elecciones personales.
El tipo de personalidades que tienden a producir estos trastornos tienen por lo menos las siguientes características:

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Guiar la vida propia por la opinión ajena, por más irracionales y/o sufrientes que ellas fuesen.
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Dudar de lo indudable, aún sobre si mismo.
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Necesidades de control y perfección, cuando aparecen ideas o reacciones que no pueden controlar y caen en lo adjudicado como malo o imperfecto la persona queda descolocada. En estos casos al desubicarse al con ideas y/o sensaciones sexuales con el mismo sexo comienzan las dudas y búsquedas de certezas para controlar nuevamente y tranquilizarse. La persona se pierde en un continuo y doloroso zigzag entre encontrar la tranquilidad en la certeza de lo que no es y la penosa duda.
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Las necesidades de perfección conlleva consigo la inseguridad, cuando se desencadenan estas crisis se ponen en marcha ambas. Un cóctel especial para que las dos afirmaciones de la duda persistan, se impone la obstinación por no perder ninguna de las dos opciones lo que imposibilita la elección de alguna de ellas.
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Este trastorno aparece primeramente con el contenido de ser homosexual, al descartarse esta opción por el propio peso de ser heterosexual sobreviene la posibilidad de la bisexualidad, más de lo mismo: la misma bola de nieve obsesiva con el aditamento de la creencia que existe lo perfecto y completo teniendo ambas orientaciones, no se quiere elegir para no perder algo, en este caso abandonar o perder la supuesta parte homosexual.

En el transcurso de esta crisis las ilusiones de control y perfección son tan determinantes como resistentes. Hablamos de ilusión en tanto el control total y la perfección no son posibles. Estos rasgos se alimentan especialmente:

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Magnificando y obedeciendo a reglas o teorías de cualquier tipo, antojadizas o irracionales no importa, son reglas que aparecen como tranquilizadoras ante descontroles y dudas e ideas que atormentan.
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Guiándose por detalles nimios, cualquier actitud o fantasías intrascendentes dan la certeza de la orientación sexual, tranquilizando por un rato..., hasta que aparece nuevamente el otro polo de la duda y nuevamente el tormento.
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Las atracciones por los protocolos, formalidades, etiquetas y posiciones sociales llevan a ser crédulos en todo lo que tenga apariencias de importante, lo grandilocuente subyuga y atrae, la fama hace pensar en cierto todo lo que se dice desde esos pedestales. Es así como se compran teorías acerca de lo “evolucionado” de la bisexualidad y remedios que “curan”.
Estas características constituyen un imán hacia las personas que toman una posición de certeza autoritaria y mandona sobre el otro, es así como se llega a creer que en uno hay algo oculto que determina las elecciones propias a pesar de uno mismo, se llega al sometimiento y resignación a ser lo que no se es. Personas rígidas, invasivas y descalificantes influyen mortificando a la vez que hacen más de lo mismo instaurando dudas acerca de la valía o características personales, en tanto estas personas tengan atributos de un supuesto saber tienen más influencia (ver más).


El testimonio de Octaviano nos lleva a adentrarnos en otras características: el miedo que suele basar estas obsesiones es el miedo a perder a la persona amada, cercano a eso otro miedo, del que ya hemos hablado, el de no poder hacer nunca pareja.

El miedo suele tomar carácter premonitorio, muchas veces basado en comparaciones arbitrarias como ser “si pasó una vez va a pasar otra” o “por que lo sueño”, otras veces lo temido está signado por una especie de camino que se ha trazado desde la infancia, “nunca voy a poder hacer una pareja”.
En el pensamiento lógico, la inteligencia usa tanto la certeza como la duda y la anticipación de la realidad como instrumentos para el conocimiento. En tanto haya excesivas y predominantes características obsesivas estas cualidades mutan hacia rigidez, inseguridad, duda ilógica y pensamiento mágico. En mayor o menor medida estos ingredientes están presentes en los relatos de este trastorno. En el mismo instante en que una idea se impone a uno comienza a funcionar ese andamiaje que lleva a estas crisis.
Otra cualidad inteligente es la comprobación en la realidad, en este trastorno esta cualidad se torna en un arma fatal, al usarla pasan cosas tales como: se confunde el nerviosismo y malestar que causa el miedo al ver alguien del mismo sexo con excitación o interés sexual o bien al forzar la comprobación se produce esa excitación buscada, esto a su vez suele llevar a la compulsión masturbatoria con esa imagen; estos impulsos y compulsiones también tienen su explicación en la necesidad de reducir la angustia asociada con los esos hechos, esta reducción se produce momentáneamente con dichas “comprobaciones” y compulsiones.

Estas características llevan periódicamente a trastornos con distintos contenidos, al ponerse en marcha esta rueda de dudas, ideas fijas y compulsiones con contenido de orientación sexual hace muy prolongada la rectificación, no es fácil salir de ella y tiene su tiempo. Esto tiene su explicación en:

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La orientación homosexual es posible, en general otros contenidos son absurdos, ilógicos o fácilmente comprables como ser que la visión de determinados números indiquen tragedia personal, que hay que reordenar decenas de veces una habitación para que no muera tal persona o la existencia de múltiples enfermedades terminales
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En tanto tras las fantasías, sensaciones, etc. la compulsión haya causado satisfacción no se quiere abandonar esta alternativa.
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Suele haber una atracción hacia lo transgresor, no estamos afirmando que lo sea la homosexualidad, si la imagen que se tiene de ella.
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En los primeros momentos, por las características invasivas de estos trastornos, la figura del sexo opuesto queda despojada de erotismo.
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La fortaleza de la sexualidad es un factor importantísimo, en estos cuadros toma más envergadura, es habitual encontrarnos con una hipersexualización signada por la historia personal y agravada por los medios de comunicación masiva, al respecto de esto también cabe destacar que prolifera una gran estimulación a la vida homo y bisexual, en caso que esta sea una determinación o una elección personal no hay problemas, estamos hablando sobre cuando es un factor que agrava estos cuadros. Tema para tratar en otro artículo.

Apuntando a adquirir fortalezas de las crisis es adecuado seguir en psicoterapia hasta hasta revertir las características que llevan a ellas; en este sentido en el caso que una terapia ya esté agotada es adecuado la búsqueda de otra.